VIVIENDO LO QUE NO ES NUESTRO Por Yoandys A ... - ObreroFiel

mundo y debíamos dedicar más tiempo a lo que realmente permanece y ... en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Gá. 2:20).
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VIVIENDO LO QUE NO ES NUESTRO Por Yoandys A. López Pérez Usado con permiso “Porque ninguna condenación hay para los que están en Cristo, los que no andan conforme a la ley sino conforme la gracia.” Muchas Veces me he dado cuenta que estoy viviendo basado en lo que otros piensan y quieren. En otras palabras, sin resumir tontamente el hecho que esto implica, de alguna forma: Vivimos la vida de otros. Nos dejamos llevar por los ideales que ellos se trazan. Nos afecta lo que los demás piensan de nosotros y nos decimos que no tiene importancia, pero intentamos vivir la vida que nuestros vecinos, amigos o jefes seculares quieren. ¿Qué enfatiza en cuanto a esto las Escrituras? Aquí va lo realmente interesante. En primer lugar en cuanto a las posesiones, aspiraciones y sueños muchas veces no es sabio guiar nuestra vida por lo que otros piensan, porque en la mayor parte, estos se pueden resumir en una palabra: Vanidad. Al parecer no entendemos que, como dice la letra de la canción: Vivimos de prestado en este mundo y debíamos dedicar más tiempo a lo que realmente permanece y trasciende, el apóstol trató de enfocarnos cuando dijo: “Lo que quiero decir, hermanos, es que nos queda poco tiempo. De aquí en adelante los que tienen esposa deben vivir como si no la tuvieran; los que lloran, como si no lloraran; los que se alegran, como si no se alegraran; los que compran algo, como si no lo poseyeran; los que disfrutan de las cosas de este mundo, como si no disfrutaran de ellas; porque este mundo, en su forma actual, está por desaparecer.” (1 Co. 7:29-31, NVI) Pero además, sería un desperdicio ser la fotocopia de otros en cuanto a nuestra actitud y sentido de la vida. No, no debemos “vivir la vida” basada en nuestra experiencia, sabiduría o fuerza, pero sí debemos “vivir la vida” de otro (Jesucristo). El apóstol Pablo lo expresó de esta forma: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Gá. 2:20). !Que reto! Debemos defender en nuestro ser los intereses de Cristo; tratar cada día de acercarnos más a las expectativas de Cristo, y no vivir sólo como Cristo vivió (lo que nos convertiría en alumnos morales) sino vivir la vida basada en su poder, a través de su sabiduría, sostenida por su fuerza (lo que nos hace sus discípulos). Si realmente Jesús es nuestro Señor, Salvador y Maestro, que la vida de él sea vaciada en nosotros no es una opción sino una necesidad. ¿Vivimos como si todo lo que tenemos no fuera nuestro? ¿Estamos viviendo realmente la vida de Cristo en nosotros? Si así es, podemos estar seguros que ninguna condenación hay para nosotros, pues no vivimos intentando alcanzar la vida de Cristo, sino que tenemos el maravilloso privilegio de que la vida de Cristo nos haya alcanzado. Este escrito es una contribución de la agrupación para eclesiástica cubana: Ministerio CRISTIANOS UNIDOS. ObreroFiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.