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... toda la mente. (pp 81-85). España: Ediciones Urano. ..... clima cabezalero achicharrante chita correhuela elementalmente ébano ecléctico funcionalmente.
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Todos los derechos reservados. Sólo se admitirá la reproducción total o parcial de este material didáctico con fines exclusivamente instruccionales y no comerciales. 2007 Universidad Nacional Experimental Politécnica de la Fuerza Armada Bolivariana (UNEFA) Av. La Estancia con Av. Caracas y Calle Holanda frente al Edificio Banaven (Cubo Negro), Chuao. Código Postal 1061 Caracas, Venezuela http://www.aaa.unefa.edu.ve PRODUCCIÓN GRÁFICA E IMPRESIÓN (NOMBRE DE LAS EMPRESAS)

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ÍNDICE DE CONTENIDO

TÓPICO

PÁGINA

INTRODUCCIÓN

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UNIDAD 1: Comprensión lectora

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Lectura Nº 1: La importancia de la lectura

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Lectura Nº 2: Tipos de lectura según su finalidad

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Lectura Nº 3: Técnicas para mejorar los hábitos de lectura

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Lectura Nº 4: Comprensión lectora

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Lectura Nº 5: Un nuevo enfoque de la comprensión

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UNIDAD 2: Métodos de lectura rápida

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Lectura Nº 6: Lectura rápida

30

Lectura Nº 7: Bases para una lectura eficaz

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Lectura Nº 8: Desarrollo de técnicas avanzadas de lectura

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panorámica y exploración

Lectura Nº 9: Amplíe su vocabulario: los prefijos, los sufijos y las raíces

Lectura Nº 10: El conocimiento de la estructura del párrafo como técnica para aumentar la velocidad y la comprensión

53 75

Lectura Nº 11: Lectura de libros instructivos

79

BIBLIOGRAFÍA

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3

INTRODUCCIÓN La Selección de Lecturas que a continuación se te ofrece, forma parte del material didáctico de la asignatura COMPRENSIÓN LECTORA que comprende la Guía Didáctica, un CD interactivo y la Selección de Lecturas mencionada. La escogencia de las mismas, se realizó de acuerdo con la programación de los contenidos de la asignatura, conformada por dos unidades de estudio que incluyen el contenido programático relacionado con la

lectura,

la

comprensión

lectora,

técnicas y métodos para mejorarla. La

Selección

compendio

de

de

Lecturas

material

es

un

bibliográfico

seleccionado, con el fin de apoyar cada una de las unidades académicas en estudio; en ella encontrarás las lecturas clasificadas según los requerimientos académicos específicos de cada unidad, con el objeto de que desarrolles un conjunto de competencias, procedimientos, habilidades técnicas y estrategias que te permitirán, como estudiante, alcanzar actitudes de autonomía y dominio personal, descubrir y solucionar problemas en entornos académicos universitarios.

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UNIDAD 1 COMPRENSIÓN LECTORA LECTURA Nº 1: LA IMPORTANCIA DE LA LECTURA Tomado con fines instruccionales de: Grupo Océano. (2000). El estudiante exitoso. (pp 309-311). Barcelona.

La lectura es una actividad fundamental en la vida cotidiana y, en especial, en la vida académica. Constituye una de las principales habilidades que se inicia en la escuela y es el vehículo más importante para el desarrollo de una persona.

La importancia de la lectura El mundo en que vivimos está lleno de mensajes escritos. Podríamos decir que somos lectores en permanente actividad, lo que ocurre es que el hábito de la lectura está tan enraizado en nosotros que, al ejercitarlo, ni siquiera lo advertimos; es decir, no somos conscientes de la actividad que realizamos.

La lectura Los principales objetivos de esta lectura son: ·

Descubrir que existen varios tipos de lecturas que se pueden aplicar en situaciones diversas.

·

Identificar los objetivos en cada tipo de lectura.

·

Seleccionar las estrategias más apropiadas a cada tipo de lectura.

·

Aplicar distintas estrategias lectoras.

·

Conocer cómo desarrollar y mejorar la motivación en el estudio. (Ver mapa conceptual “El Estudiante Exitoso”).

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¿Qué es la lectura? Si hubiese que sintetizar qué es la lectura se diría que es: •

Una conversación entre el lector y el autor.



La captación del significado de lo escrito.



Una actividad compleja que exige por parte del que lee unas habilidades que le permitan convertir los símbolos (las palabras) en significados.



Un medio para desarrollar el pensamiento y el aprendizaje.



Una actividad interdisciplinaria que rebasa los muros del aula.

¿Por qué leemos? Se lee por múltiples motivos: para buscar información que interesa, para disfrutar, o incluso, superficialmente, para saber el contenido de un texto. Por consiguiente, la y, por ello, se puede considerar como la llave del conocimiento. forma de leer dependerá del material de lectura y de la tarea que se vaya a realizar. De ahí la importancia que tiene manejar diversas técnicas que permitan ajustar la velocidad y la comprensión lectora al tipo de material que se va a leer y a la finalidad de la lectura. La lectura es el modo más importante de recoger información

Tipos de lectura Los tipos de lectura que se utilizan con más frecuencia, en función del propósito con que se aborde dicha lectura, son los siguientes: • Lectura oral

• Lectura comprensiva

• Lectura silenciosa

• Lectura reflexiva

• Lectura superficial

• Lectura crítica

• Lectura selectiva

• Lectura de estudio

MI MÉTODO DE ESTUDIO El buen lector se identifica con el perfil del buen estudiante. Los alumnos que obtienen buenos rendimientos, son también los que tienen mejor desarrollada su capacidad lectora. Son alumnos que tienen una buena velocidad y buena comprensión lectora. Se dice que el Presidente Kennedy leía unas 1000 palabras por minuto. Esto significa que podía leer mucho en poco tiempo, estaba muy bien informado de todo y podía resolver los

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problemas con más conocimiento de causa. Saber leer bien y rápido son dos privilegios que no debes despreciar, porque te permitirán ser una persona informada y formada; con capacidad para decidir por ti mismo, sin tener que depender de otra persona. Saber leer bien nos convierte en personas autónomas e independientes. No olvides que la lectura es el vehículo para aprender de los libros, estar informado de lo que pasa a través de los periódicos, conocer tus obligaciones y tus derechos, etc. Por eso debes: •

Aprender que existen varios tipos de lectura, que podrás aplicar en situaciones diversas.



Identificar los objetivos en cada tipo de lectura.



Seleccionar las estrategias más apropiadas a cada tipo de lectura.



Mejorar tu comprensión y velocidad lectora.

Actitud hacia la lectura Tu actitud hacia la lectura debe ser siempre positiva, ya que no se trata de una tarea aislada, sino de algo consustancial a tu vida de estudiante. El aprendizaje de la lectura no acaba cuando terminas la escuela, dura toda la vida. Si sigues estudiando, observarás que de cada materia nueva a estudiar deberás aprender un nuevo vocabulario y diferentes estilos de texto. Te darás cuenta que puedes leer todas las palabras; sin embargo desconoces el significado de algunas de ellas. Igualmente, con algunos párrafos, después de leerlos tendrás tal vez la sensación de no haber entendido nada.

Grupo Océano El Estudiante Exitoso. Barcelona, España. PP 312-313

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LECTURA Nº 2: TIPOS DE LECTURAS SEGÚN SU FINALIDAD

Tomado con fines instruccionales de: Morles, V. (1985). Mejores técnicas de estudio. (pp 60-67). Caracas: Ediciones COBO.

Tipos de lecturas según su finalidad En esta categoría encontramos cinco (5) tipos de lecturas, a saber: exploratoria, informativa, de estudio, evaluativa y recreativa. a) Exploratoria, global o de sondeo, este tipo de lectura se caracteriza por ser rápida y selectiva. Se realiza con el propósito de buscar una información específica (una fecha, una noticia, un nombre, una definición, etc.) en un texto extenso. Consiste en leer rápidamente, pasando la vista sobre el texto de arriba abajo, con la atención concentrada sólo en las palabras claves de lo que se busca. b) Informativa, lectura que se realiza cuando deseamos comprender a grandes rasgos y rápidamente el contenido global de una noticia, un artículo, etc. Consiste en leer velozmente, pero deteniéndose en lo que interesa, y saltando las partes que se consideran poco importantes. c) Lectura de estudio, es la lectura completa y lenta donde predomina el interés de recordar todos los contenidos. Se caracteriza por ser cuidadosa, y porque el lector se mantiene activo subrayando, tomando notas, haciéndose preguntas, repasando, etc. d) Lectura crítica o evaluativa, se realiza cuando deseamos dar una opinión autorizada sobre la calidad de un escrito. Es una lectura lenta, cuidadosa y reflexiva que implica la toma de notas, consulta de otros textos y de personas especializadas. e) Lectura literaria o recreativa, en este tipo de lectura el lector tiene como propósito fundamental disfrutar la belleza de lo escrito, por ello no es posible dar normas para su realización. Cada lector lee a la velocidad y de la forma que más le agrada.

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La lectura exploratoria La lectura exploratoria, nos permite encontrar rápidamente informaciones o tener en pocos minutos, una visión general y completa de un material escrito. Conviene realizarla tanto cuando nos enfrentamos por primera vez con un libro o un artículo que nos interesa, como cuando vamos a realizar una lectura de cualquier tipo (informativa, de estudio, o evaluativa). La importancia de la lectura exploratoria reside en que ella permite, en un tiempo corto, tener una idea global de un escrito extenso, relacionar los detalles entre sí y con el todo; asegurar, en síntesis, la comprensión general y la estructura del asunto.

Pasos para una lectura exploratoria Supongamos que deseamos tener, en pocos minutos, una visión general y completa de un libro. ¿Qué hacer?, simplemente, lo que sigue: 1. Observemos cuidadosamente todos los detalles de identificación de la obra: autor, título, lugar de edición, fecha y las explicaciones en la portada, contraportada o solapas. Esto nos permite conocer el origen y propósito de la obra. 2. Revisemos el índice, o tabla de contenidos, a través del cual comprenderemos la estructura del libro y de los temas. 3. Leamos la presentación o prólogo, con lo cual conoceremos las ideas fundamentales de la obra y sabremos cómo aprovecharla mejor. 4. Hojeemos rápidamente el texto, pasando la vista sobre todas las páginas observando los títulos y subtítulos, y deteniéndonos en las ilustraciones, en los gráficos y en frases que se encuentren destacadas en alguna forma. 5. Repitamos mentalmente, o volvamos a verlos si es necesario, los datos de identificación, los títulos de las partes de la obra, y la idea principal. Tengamos presente que estos datos pueden sernos útiles en el futuro. Es triste encontrarnos con alguien que leyó algo importante en un libro del cual únicamente recuerda el color de la portada. Como vemos, no es necesario leer completamente un libro. Lo importante es saber manejarlo. En caso de textos cortos (un capítulo o tesis, por ejemplo) el proceso es similar, con simplificaciones obvias.

La lectura de estudio La lectura de estudio es la que utilizamos para aprender una lección, una tesis o un capítulo de un libro, con la finalidad de comprender su contenido, recordarlo completamente y estar en capacidad de explicarlo. La técnica más apropiada para lograr

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esta finalidad es la que llamaremos PPLRRR o 2PL3R (Prelectura-Preguntas-LecturaRepaso-Respuestas-Repetición), cuyo proceso puede verse en la Figura 1, y cada una de sus etapas se explica más abajo. Como una fase previa a la iniciación de una lectura, el lector debe pensar para qué la va a hacer; es decir, debe definir los objetivos. Hacer algo sin saber por qué y para qué se realiza, conduce casi siempre a pérdida de tiempo y de esfuerzo. 1. Prelectura o lectura exploratoria Esta etapa consiste en una lectura vertical muy rápida, sin atender a detalles, dirigida a lograr una visión general del tema. Se presta atención a los aspectos que se mencionan a continuación y en el orden que se citan: a) lectura del título para saber de qué se trata; b) lectura de los subtítulos (si existen) para conocer la estructura o aspectos importantes y c) observación o lectura rápida del resumen del texto (si existe), y de las ilustraciones y frases destacadas, para descubrir las ideas básicas. 2. Preguntas Una vez dada la visión global al tema, se formulan (en forma mental, oral o escrita) las preguntas que se espera ver contestadas por el texto en estudio. El propósito de la lectura será entonces dar respuestas a tales interrogantes. Ciertos manuales ya traen formuladas estas preguntas al final de cada capítulo. 3. Lectura activa o analítica Esta tercera etapa tiene como objetivo comprender las ideas expresadas en el texto. Es la lectura completa que se hace corrientemente. Durante ella se presta atención a las palabras o frases destacadas; se lee todo (texto, gráficos, ilustraciones); se trata de captar, comprender y recordar las ideas más importantes; se identifican las palabras extrañas; y si interesa al lector, se medita sobre la veracidad, lógica y calidad del trabajo que se estudia. 4. Repaso En esta fase se repasa o relee el texto en forma similar a como se hizo en la prelectura, pero prestando atención y subrayando las ideas principales. Las ideas principales se reconocen porque están relacionadas con el título de la lectura y con las preguntas previamente formuladas. Se puede subrayar con dos líneas la idea central o más importante (y colocar un número 1 grande al margen frente al subrayado) y con una línea las demás ideas principales, colocando siempre al margen números que den ideas de su importancia. 5. Respuestas Esta etapa cumple la finalidad de responder mentalmente las preguntas previamente formuladas, repasar el contenido, llenar lagunas, y dar garantía de comprensión.

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6. Repetición En esta fase se procura repetir mentalmente todo el contenido con las propias palabras del lector, excepto cuando se está en presencia de ideas que son realmente muy difíciles de expresar con otras palabras, tales como: definiciones, fórmulas matemáticas, leyes físicas, etc. Se procurará hacer énfasis en las partes difíciles o en aquello en lo cual sentimos deficiencias. Como una etapa final, cuando se tenga el propósito de utilizar las ideas más adelante, se complementará todo el proceso con una síntesis escrita (resumen, esquema o gráfico). Esto facilitará en gran medida ejercitaciones posteriores y futuros repasos. Dicha síntesis representa las conclusiones o resultado de la lectura. La diferencia básica entre la lectura de estudio y la lectura evaluativa radica en que en la segunda no se hace énfasis en memorización del contenido, sino en descubrir contradicciones, argumentaciones defectuosas, fallas de redacción, deficiencias en el contenido, falsedad de datos, calidad del estilo, fundamentos de lo expuesto, etc. La evaluativa es la forma superior de lectura, la más difícil y la que requiere de lectores más capaces y conocedores del tema.

FASES Fase previa

ACTIVIDAD Definir para qué se va a

1. PRELECTURA P

Preleer: dar una rápida al texto.

2. PREGUNTAS P

Preguntar sobre el contenido.

3. LECTURA L

Hacer una lectura completa y silenciosa del texto.

4. REPASO R

ojeada

Releer.

5. RESPUESTAS R

Responder las preguntas de la fase 2.

6. REPETICIÓN R

Repetir las ideas importantes.

Fase posterior

FINALIDAD realizar la lectura a. Identificar la lectura: autor, título, fecha, origen etc. b. Tener una idea general del contenido. a. Dirigir la atención a lo que interesa aprender o recordar. b. Atender a lo importante y no a lo secundario. a. Comprender todas las ideas. b. Identificar las palabras extrañas. a. Subrayar las ideas principales. b. Buscar en el diccionario las palabras nuevas. a. Asegurar la comprensión. b. Asegurar la captación de las ideas importantes. a. Fijar las ideas aprendidas. b. Fortalecer el recuerdo.

Tomar notas para utilizar las Ideas en el futuro. Figura 1. Método 2PL3R de Lectura Activa

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El mejoramiento de la comprensión Sin comprensión no hay lectura. De allí que la primera preocupación de un buen lector es comprender. Veamos cómo puede aumentarse este factor: 1. Cuidémonos del cansancio y de las enfermedades oculares. Si los ojos nos duelen, se cansan o se ponen rojizos; si tenemos dolores de cabeza y no vemos bien muy cerca o muy lejos, consultemos al oftalmólogo. Usemos anteojos cuando sea necesario. 2. Leamos, leamos frecuentemente. La manera más efectiva de aprender a hacer zapatos es haciendo zapatos. 3. Leamos siempre con un propósito definido. Antes de comenzar a leer preguntémonos qué vamos a leer y para qué. Leamos con intención de recordar y con lápiz y papel a la mano. 4. Leamos activamente. Esto significa: pensar y hacerse preguntas sobre lo que se lee, discutir mentalmente las ideas del autor, tratar de descubrir contradicciones y fallas, "leer entre líneas", subrayar las ideas importantes y repetir con palabras propias aquello que se lee. 5. Busquemos en cada lectura las ideas importantes. Recordemos que todo escrito puede resumirse en un número relativamente pequeño de oraciones; lo demás son explicaciones, repeticiones y ejemplos. Las ideas importantes son aquellas que corresponden al título y subtítulos del texto, y que se presentan generalmente destacadas en alguna forma. Si es de nuestra propiedad el material que manejamos, subrayemos las ideas importantes y escribamos notas al margen cuando sea necesario. 6. Procuremos leer siempre en un mismo lugar, el cual posea buena luz, temperatura normal y un mínimo de distracciones. Coloquemos la página de manera que la luz venga de la izquierda y que no haya resplandores. Controlemos el cansancio mediante descansos espaciados. Después de estudiar un rato relajemos nuestro cuerpo levantándonos, caminando, estirando los músculos y moviendo los ojos. 7. Variemos la velocidad de lectura con la finalidad y el contenido del texto. La lectura de estudio es lenta, la lectura informativa o recreativa es rápida. Pero no disminuyamos la velocidad innecesariamente: la lentitud retarda la comprensión en lugar de mejorarla; leamos, pues con la mayor rapidez posible. 8. Hagamos nuestras lecturas de estudio siguiendo la técnica 2PL3R. Demos primero una visión rápida al texto, hagámonos preguntas, leamos luego completamente el contenido, subrayemos las ideas importantes, respondamos las preguntas y repitamos lo leído. 9. Asociemos lo que leemos con experiencias y conocimientos anteriores. 10. Aumentemos nuestro vocabulario. Ello es posible mediante: la lectura selecta y variada; el uso frecuentemente del diccionario; el conocimiento de sinónimos, antónimos y el origen de las palabras; y la confección y uso de una lista de palabras

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que se leen. 11. Utilicemos en la vida diaria (conversaciones, discusiones, clases, trabajos escritos) lo que aprendemos en las lecturas. 12. Busquemos en el diccionario las palabras nuevas que encontramos al leer, pero no lo hagamos en el momento mismo de encontrarlas sino al terminar el párrafo; ello porque muchas veces es posible descubrir el significado por el contexto. 13. Finalmente, tomemos nota de lo que leemos, hagamos resúmenes, esquemas o gráficos de lo que deseamos recordar. Un buen resumen, sobre todo si está bien organizado y con palabras propias, es garantía de comprensión lectora. Como complemento a las recomendaciones anteriores, téngase presente que, un buen lector es aquel que, ante una lectura específica: a)

Lee con rapidez

b)

Sabe distinguir lo importante de lo que no lo es

c)

Es capaz de juzgar las cualidades y defectos del escrito

d)

Halla, con prontitud, detalles que se le pidan

e)

Conoce el significado de las palabras no comunes existentes y

f)

Puede opinar sobre el estilo del autor.

LECTURA Nº 3: TÉCNICAS PARA MEJORAR LOS HÁBITOS DE LECTURA Tomado con fines instruccionales de: Womutt, J. F. (1975). Lenguaje y comunicación.

(pp 19 – 21). Venezuela: Ediciones Vegas.

Técnicas para mejorar los hábitos de lectura: Nos permitiríamos dar los siguientes consejos a un lector imaginario. Propóngase mejorar sus hábitos de lectura. Primeramente verifique su capacidad para leer. Haga el siguiente experimento. Seleccione un libro sobre una materia que le interese. Busque una sección que no contenga ilustraciones, tablas o números. Lea silenciosamente durante tres minutos. Al terminar la lectura cuente el número de palabras leídas en ese espacio de tiempo. El lector medianamente rápido lee de 300 a 350 palabras

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por minuto. Si su promedio cae por debajo del promedio aquí señalado, no hay duda de que hay algo malo en sus hábitos de lectura. Decídase a corregir sus deficiencias. Trate de leer por frases u oraciones y no por palabras. La causa principal para la lentitud en la lectura está en dar movimientos muy cortos a los ojos. Trate de leer por frases u oraciones completas con el menor número de movimientos de la vista. No pronuncie las palabras ni permita que sus labios se muevan mientras lee. Trate de no volver atrás a lo que haya leído; acostúmbrese a mover la vista rápidamente, siempre hacia delante, sin ir y venir en la misma línea. La poca luz y la escasa ventilación obligan al lector a incurrir en movimientos que le distraen la vista de la lectura. Trate de corregir hasta donde sea posible esta situación. Aplicando las sugerencias arriba mencionadas, relea varias veces trozos similares a los ya recomendados, midiendo su velocidad una y otra vez, hasta que note mayor rapidez. La rapidez en la lectura está forzosamente subordinada a la capacidad de entender lo que se lee. El investigador debe poseer la destreza de resumir en sus propias palabras lo que ha leído, siendo siempre fiel a las ideas vertidas en el original. De no poder hacerlo así hay que corregir esa deficiencia inmediatamente. Un medio efectivo para conseguir un mejor nivel de comprensión es el de leer y resumir lo leído varias veces. Repita esa actividad con frecuencia. Empiece con material conocido y fácil de entender y vaya escogiendo lecturas más difíciles gradualmente. Lea con una actitud crítica, esto es, aprenda a no aceptar todo lo que lee como una gran verdad. Procure distinguir los hechos de las opiniones vertidas por el autor. Para poder hacer un juicio crítico el lector debe: (1) entender perfectamente el problema o los problemas que presenta el autor, (2) ver qué problemas han sido resueltos y cuáles han quedado sin solución, y (3) distinguir los datos de las opiniones expuestas por el autor.

Si usted cree que puede cubrir estas tres etapas al terminar la lectura, estará preparado para formar un juicio sobre lo que ha leído. MANUAL para la preparación de Informes y tesis. 6 ed. Puerto Rico. Universidad de Puerto Rico. Escuela de Administración Pública. 1972. P. 107.

Defectos comunes en la lectura Hay cierto número de hábitos que los malos lectores adoptan, y que por lo regular implican un movimiento innecesario del cuerpo, durante el proceso de lectura. En una lectura eficiente, los músculos oculares harían sólo un movimiento externo. Por supuesto, debe haber una vigorosa actividad mental, pero los movimientos innecesarios, como el de los labios o señalar con un dedo, no ayudan a la lectura y a menudo disminuyen su velocidad.

Señalar palabras Un defecto que se observa a menudo en los lectores que tratan de concentrarse es señalar las palabras con un dedo, lápiz o regla. Los niños de corta edad y los lectores muy

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malos, a menudo marcan con un dedo cada palabra que leen, los que han adquirido un poco más de destreza colocan a veces un lápiz o una regla debajo del renglón que están leyendo. Si bien esta técnica puede ser de ayuda para los principiantes, es completamente innecesaria para lectores normales. Además de hacer más lenta la lectura por el mero movimiento mecánico del lápiz, regla o dedo, tiende a desviar la atención del texto que se lee. Mientras se está leyendo lo más importante es concentrarse en la idea que el autor trata de comunicar al lector, y no en la ubicación de las palabras en la página.

Movimiento de cabeza Otro defecto común que el maestro podrá observar fácilmente es el movimiento de cabeza. Se presenta casi siempre cuando los estudiantes están nerviosos por su lectura o se esfuerzan por comprenderla, como durante el test de velocidad. El estudiante trata de apuntar con la nariz la palabra que está leyendo, de manera que a medida que progresa en el renglón su cabeza gira levemente, y cuando llega a su fin se sacude con rapidez, de modo que su nariz queda apuntando hacia el margen izquierdo y puede comenzar a leer el nuevo renglón. Es una tontería creer que este movimiento ayuda a la lectura. Los músculos oculares son suficientemente capaces de movilizar los ojos de una palabra a otra sin requerir la ayuda de los músculos del cuello. A veces yo hago bromas a mis estudiantes, preguntándoles si tienen "radar" en la nariz, o si los músculos de sus cuellos los ayudan a comprender. A menudo, los estudiantes no se dan cuenta de que mueven la cabeza mientras leen. El maestro los observará en sus ejercicios, y si ve que lo hacen debe inmediatamente hacérselo notar.

Vocalización Algunos lectores atrasados piensan que es necesario pronunciar en voz alta cada palabra que se lee, por lo general, de un modo bastante suave, en una especie de susurro para sí mismos: éste es un hábito indeseable. Su principal desventaja es que tiende a limitar la velocidad de la lectura a la rapidez verbal y, como hemos visto, la lectura silenciosa de la mayoría de los lectores normales es casi doblemente veloz que su habla. En los estudiantes más avanzados, este defecto puede ser eliminado, por su propio y consciente esfuerzo, quizá con la ayuda de unas pocas recomendaciones del maestro. La vocalización en los lectores principiantes es un defecto común; pero en el lector maduro se vuelve un rasgo muy indeseable. Puede presentarse en diversas formas. A veces el lector mueve levemente los labios sin articular sonidos. Otras, hará movimientos con la lengua o la garganta, sin mover los labios. Hay incluso lectores que activan sus cuerdas vocales, lo que puede comprobarse colocando los dedos a lo largo de la laringe mientras se está leyendo: la vibración de las cuerdas vocales se siente fácilmente al tacto. Al igual que la vocalización real, estas variedades de vocalización-movimiento de labios, de lengua y garganta, y de cuerdas vocales pueden ser eliminadas por medio del esfuerzo consciente del lector.

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Una velocidad excesivamente baja en la lectura, es a menudo indicio de la existencia de algún tipo de vocalización.

Regresiones Otro defecto de la lectura que el estudiante podrá observar mientras mira leer a otro, o en su propia lectura, es el de las "regresiones". Una regresión es un movimiento de retroceso a lo largo de un renglón de imprenta, para releer una palabra o frase. Se distingue fácilmente del "retorno externo", por lo general más largo. Algunas veces, una regresión tomará la forma de un repetido retorno sobre una palabra o frase, antes de proseguir con lo que continúa en el reglón. En líneas generales, las regresiones son un signo de lectura pobre. Todos los lectores hacen algunas regresiones, pero los buenos hacen muy pocas, y los malos muchas. A veces, la regresión significa que el lector no ha comprendido bien una nueva palabra o frase y que desea analizarla otra vez. Si persigue este propósito, la regresión es justificable. Pero los lectores pobres tienden a hacer de las regresiones una costumbre, practicándola más de lo que necesitan. Se le deberá inculcar a la clase que cuando efectúan ejercicios de lectura nunca deben hacer regresiones. Si los estudiantes lo necesitan en razón de que las frases son difíciles o el vocabulario complejo, entonces el material para ejercitación está en un nivel equivocado con respecto a ellos y debe elegirse un material más sencillo. La costumbre de hacer demasiadas regresiones es la falta más común entre los malos lectores y posiblemente tenga su origen en el uso de material de lectura inapropiado. Forzando al alumno a leer cosas muy complejas, se engendra el hábito de las regresiones. Para curarlo, debe dársele una buena cantidad de lecturas fáciles.

LECTURA Nº 4: COMPRENSIÓN LECTORA Tomado con fines instruccionales de: Quintana, H. Comprensión lectora (Artículo en línea). Extraído el 17 de mayo de 2006 de http://www.univerxity.com/aspSmartUpload/21112 004104030.doc

La enseñanza de la comprensión lectora De acuerdo con María Eugenia Dubois (1991), si se observan los estudios sobre lectura que se han publicado en los últimos cincuenta años, podemos darnos cuenta de que existen tres concepciones teóricas en torno al proceso de la lectura. La primera, que

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predominó hasta los años sesenta aproximadamente, concibe la lectura como un conjunto de habilidades o como una mera transferencia de información. La segunda, considera que la lectura es el producto de la interacción entre el pensamiento y el lenguaje. Mientras que la tercera concibe la lectura como un proceso de transacción entre el lector y el texto.

La lectura como conjunto de habilidades o como transferencia de información Esta teoría supone el conocimiento de las palabras como el primer nivel de la lectura, seguido de un segundo nivel que es la comprensión y un tercer nivel que es el de la evaluación. La comprensión se considera compuesta de diversos subniveles: la comprensión o habilidad para comprender explícitamente lo dicho en el texto, la inferencia o habilidad para comprender lo que está implícito y la lectura crítica o habilidad para evaluar la calidad de texto, las ideas y el propósito del autor. De acuerdo con esta concepción, el lector comprende un texto cuando es capaz precisamente de extraer el significado que el mismo texto le ofrece. Esto implica reconocer que el sentido del texto está en las palabras y oraciones que lo componen y que el papel del lector consiste en descubrirlo.

La lectura como un proceso interactivo Los avances de la psicolingüística y la psicología cognitiva a finales de la década de los setenta retaron la teoría de la lectura como un conjunto de habilidades. A partir de este momento surge la teoría interactiva dentro de la cual se destacan el modelo psicolingüístico y la teoría del esquema. Esta teoría postula que los lectores utilizan sus conocimientos previos para interactuar con el texto y construir significado. Kenneth Goodman (1982), es el líder del modelo psicolingüístico. Éste parte de los siguientes supuestos: 1. La lectura es un proceso del lenguaje. 2. Los lectores son usuarios del lenguaje. 3. Los conceptos y métodos lingüísticos pueden explicar la lectura. 4. Nada de lo que hacen los lectores es accidental; todo es el resultado de su interacción con el texto. (Citado en Dubois, p 10). Frank Smith (1980), uno de los primeros en apoyar esta teoría, destaca el carácter interactivo del proceso de la lectura al afirmar que "en la lectura interactúa la información no visual que posee el lector con la información visual que provee el texto" (Citado en Dubois, p. 11). Es precisamente en ese proceso de interacción en el que el lector construye el sentido del texto. De manera similar Heimilich y Pittelman (1991), afirman que la comprensión lectora ha dejado de ser "un simple desciframiento del sentido de una página impresa" (p.10). Es un proceso activo en el cual los estudiantes integran sus conocimientos previos con la información del texto para construir nuevos conocimientos.

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Dubois (1991), afirma que: "el enfoque psicolingüístico hace mucho hincapié en que el sentido del texto no está en las palabras u oraciones que componen el mensaje escrito, sino en la mente del autor y en la del lector cuando reconstruye el texto en forma significativa para él" (p.11). Igualmente, para Tierney y Pearson (1983) son los lectores quienes componen el significado. Por esta razón no hay significado en el texto hasta que el lector decide que lo haya. Heimlich y Pittelman (1991), apuntan que "la consideración del proceso de la lectura como un diálogo mental entre el escrito y el lector es un efecto de la gran influencia que ha tenido la teoría de los esquemas" (Schemata, p.11) en la comprensión de la lectura. Según Rumelhart (1980), un esquema es una estructura de datos que representa los conceptos genéricos que archivamos en la memoria. Hay diversos esquemas, unos que representan nuestro conocimiento otros; eventos, secuencia de eventos, acciones, etc. La teoría de los esquemas explica cómo la información contenida en el texto se integra a los conocimientos previos del lector e influyen en su proceso de comprensión. La lectura como el proceso mediante el cual el lector trata de encontrar la configuración de esquemas apropiados para explicar el texto en cuestión. Los psicólogos constructivistas retomaron el concepto del esquema utilizado por Bartlett en 1932 en sus estudios sobre la memoria para designar las estructuras cognoscitivas que se crean a partir de la experiencia previa. Un esquema, según la definen sus teóricos, es la red o categorías en la que se almacena en el cerebro lo que se aprende. De este modo, el lector logra comprender un texto sólo cuando es capaz de encontrar en su archivo mental (en su memoria) la configuración de esquemas que le permiten explicar el texto en forma adecuada. Cuando una persona lee sobre un museo o ve imágenes, fotos o lo visita, va agregando cada una de estas experiencias a su esquema de lo que es un museo. Algo que no puede hacer quien no tiene dichas experiencias. Cuando no se ha tenido experiencia alguna sobre un tema determinado, no se dispone de esquemas para activar un conocimiento determinado y la comprensión será muy difícil, si no imposible. Estos esquemas están en constante desarrollo y transformación. Cuando se recibe nueva información, los esquemas se reestructuran y se ajustan. Cada nueva información amplía y perfecciona el esquema existente. (Heimlich y Pittelman, 1991).

La lectura como proceso transaccional Esta teoría viene del campo de la literatura y fue desarrollada por Louise Rosenblatt en 1978, en su libro "The reader, the text, the poem". Rosenblatt adoptó el término transacción para indicar la relación doble, recíproca que se da entre el cognoscente y lo conocido. Su interés era hacer hincapié en el proceso recíproco que ocurre entre el lector y el texto (Dubois, 1991). Dice Rosenblatt al respecto: "Mi punto de vista del proceso de lectura como transaccional afirma que la obra literaria ocurre en la relación recíproca entre el lector y el texto. Llamo a esta relación una transacción a fin de enfatizar el circuito dinámico, fluido, el proceso

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recíproco en el tiempo, la interfusión del lector y el texto en una síntesis única que constituye el significado ya se trate de un informe científico o de un "poema" (Rosenblatt, 1985, p.67). Para el referido autor, la lectura es un momento especial en el tiempo que reúne un lector particular con un texto particular y en unas circunstancias también muy particulares que dan paso a la creación de lo que ella ha denominado un poema. Este "poema" (texto) es diferente del texto escrito en el papel como del texto almacenado en la memoria. De acuerdo con lo expuesto en su teoría, el significado de este nuevo texto es mayor que la suma de las partes en el cerebro del lector o en la página. La diferencia que existe, según Cairney (1992), entre la teoría transaccional y la interactiva es que para la primera, el significado que se crea cuando el lector y el autor se encuentran en los textos es mayor que el texto escrito o que los conocimientos previos del lector. Él considera que el significado que se crea es relativo, pues dependerá de las transacciones que se produzcan entre los lectores y los textos en un contexto específico. Los lectores que comparten una cultura común y leen un texto en un ambiente similar, crearán textos semejantes en sus mentes. No obstante, el significado que cada uno cree no coincidirá exactamente con los demás. De hecho, los individuos que leen un texto conocido nunca lo comprenderán de la misma forma.

El proceso de la lectura El proceso de la lectura es uno, interno, inconsciente, del que no tenemos prueba hasta que nuestras predicciones no se cumplen; es decir, hasta que comprobamos que en el texto no está lo que esperamos leer. (Solé, 1994) Este proceso debe asegurar que el lector comprende el texto y que puede ir construyendo ideas sobre el contenido extrayendo de él aquello que le interesa. Esto sólo puede hacerlo mediante una lectura individual, precisa, que le permita avanzar y retroceder, que le permita detenerse, pensar, recapitular, relacionar la información nueva con el conocimiento previo que posee. Además deberá tener la oportunidad de plantearse preguntas, decidir qué es lo importante y qué es secundario. Solé (1994), divide el proceso en tres subprocesos a saber: antes de la lectura, durante la lectura y después de la lectura. Existe un consenso entre todos los investigadores sobre las actividades que los lectores llevan a cabo en cada uno de ellos. Solé recomienda que cuando uno inicia una lectura se acostumbre a contestar las siguientes preguntas en cada una de las etapas del proceso.

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Antes de la lectura ¿Para qué voy a leer? (Determinar los objetivos de la lectura). 1. Para aprender 2. Presentar una ponencia 3. Practicar la lectura en voz alta 4. Obtener información precisa 5. Seguir instrucciones 6. Revisar un escrito 7. Por placer 8. Demostrar que se ha comprendido ¿Qué sé de este texto? (Activar el conocimiento previo) ¿De qué trata este texto? ¿Qué me dice su estructura? (Formular hipótesis y hacer predicciones sobre el texto).

Durante la lectura 1. Formular hipótesis y hacer predicciones sobre el texto 2. Formular preguntas sobre lo leído 3. Aclarar posibles dudas acerca del texto 4. Resumir el texto 5. Releer partes confusas 6. Consultar el diccionario 7. Pensar en voz alta para asegurar la comprensión 8. Crear imágenes mentales para visualizar descripciones vagas

Después de la lectura 1. Hacer resúmenes 2. Formular y responder preguntas 3. Recontar 4. Utilizar organizadores gráficos Pearson, Roehler, Dolé y Duffy (1992), afirman que el concepto de comprensión basado en la teoría del esquema, ha sido la base de la mayor parte de su trabajo sobre el proceso

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de comprensión que utilizan los lectores competentes o expertos, los factores que separan los expertos de los principiantes y los métodos que utilizan los docentes para promover o mejorar la comprensión. Sus investigaciones han demostrado que los lectores competentes poseen unas características bien definidas. Éstas son: 1. Utilizan el conocimiento previo para darle sentido a la lectura Pearson et al (1992), afirman que las investigaciones que se han realizado con adultos, niños, lectores competentes y lectores en formación, arrojan la misma conclusión: la información nueva se aprende y se recuerda mejor cuando se integra con el conocimiento relevante previamente adquirido o con los esquemas existentes. 2. Monitorean su comprensión durante todo el proceso de la lectura Monitorear es un mecanismo primario que utilizan los lectores para lograr el sentido de lo que leen. Siempre hemos sabido que los buenos lectores son más cuidadosos en su lectura que los que no lo son. Que también son más conscientes de cuan bien o cuan mal están leyendo y utilizan diversas estrategias para corregir sus errores de lectura una vez se dan cuenta de la situación. La evidencia presentada en las investigaciones que se han llevado a cabo indican que el monitoreo de la comprensión es lo que distingue al lector competente, del que no lo es. Otra característica del lector competente relacionada con la función de monitorear es que éste corrige y regula la comprensión del texto tan pronto detecta que hay problemas. 3. Toman los pasos necesarios para corregir los errores de comprensión una vez se dan cuenta que han interpretado mal lo leído Los buenos lectores saben lo que hay que hacer tan pronto se dan cuenta que no entienden lo que están leyendo. Cuando la lectura es difícil dedican más tiempo a la misma, contrario a los menos competentes o con déficit que dedican el mismo tiempo a la lectura independientemente de su nivel de complejidad. Otra estrategia que utilizan los lectores competentes es que están dispuestos a volver al texto para resolver cualquier problema de comprensión. 4. Pueden distinguir lo importante en los textos que leen Determinar qué es importante en una lectura, es fundamental en el proceso de comprensión. ¿Cómo se diferencia lo importante de lo que no lo es? Williams (1986, b); Tierney y Cunningham (1984) y Winograd y Bridge (1986) hacen una distinción entre lo que es importante para el autor y lo que es importante para el lector. Los lectores determinan lo que es importante para ellos dependiendo del propósito de su lectura (PchertyAnderson, 1977). 5. Resumen la información cuando leen Muchos estudios confirman la utilidad de resumir como una estrategia de estudio y de comprensión de lectura.

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6. Hacen inferencias constantemente durante y después de la lectura Uno de los hallazgos más comunes en los investigadores que estudian el proceso de comprensión lectora es que el hacer inferencias es esencial para la comprensión (Anderson y Pearson, 1984). 7. Preguntan Este proceso de generar preguntas, sobre todo las que estimulan los niveles superiores del conocimiento, llevan a niveles más profundos del texto y de este modo mejora la comprensión y el aprendizaje (Andre y Anderson, 1979). El uso autónomo y eficaz de las estrategias de comprensión que acabamos de mencionar va a permitir a los estudiantes: 1. Extraer el significado del texto completo o de las diferentes partes que lo componen. 2. Saber dirigir su lectura avanzando o retrocediendo en el texto para adecuarlo al ritmo y las capacidades necesarias para leer correctamente. 3. Conectar los nuevos conceptos con los conocimientos previos para así poder incorporarlos a sus esquemas. (Serra Capallera y Oller Barnada, 1977).

ESTRATEGIAS DE COMPRENSIÓN LECTORA Las inferencias Uno de los hallazgos más comunes de los investigadores que estudian el proceso de comprensión lectora es que el hacer inferencias es esencial para la comprensión (Anderson y Pearson, 1984). Las inferencias son el alma del proceso de comprensión y se recomienda enseñar al estudiante a hacerlas desde los primeros grados hasta el nivel universitario, si fuese necesario. ¿Qué es una inferencia? De acuerdo con Cassany, Luna y Sanz "es la habilidad de comprender algún aspecto determinado del texto a partir del significado del resto. Consiste en superar lagunas que por causas diversas aparecen en el proceso de construcción de la comprensión" (p.218). Esto ocurre por diversas razones: porque el lector desconoce el significado de una palabra, porque el autor no lo presenta explícitamente, porque el escrito tiene errores tipográficos, porque se ha extraviado una parte, etc. Los lectores competentes aprovechan las pistas contextuales, la comprensión lograda y su conocimiento general para atribuir un significado coherente con el texto a la parte que desconoce. Por ejemplo, si desconoce el significado de una palabra, leerá cuidadosamente y tratará de inferir el significado de la misma en el contexto.

La formulación de hipótesis y las predicciones La lectura es un proceso en el que constantemente se formulan hipótesis y luego se confirma si la predicción que se ha hecho es correcta o no. Hacer predicciones es una de las estrategias más importantes y complejas. Es mediante su comprobación que

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construimos la comprensión. Solé (1994) postula que las predicciones consisten en “establecer hipótesis ajustadas y razonables sobre lo que va a encontrarse en el texto, apoyándose en la interpretación que se va construyendo del texto, los conocimientos previos y la experiencia del lector” (p.121). Smith (1990) nos dice al respecto: “La predicción consiste en formular preguntas; la comprensión en responder a esas preguntas” (p. 109). Al leer, al atender a un hablante, al vivir cada día, estamos constantemente formulándonos preguntas. En la medida en que respondemos a esas interrogantes, en la medida en que no nos quedamos con ninguna incertidumbre, estamos comprendiendo. Cuando nos proponemos leer un texto, los elementos textuales (del texto) y los contextúales (del lector) activan nuestros esquemas de conocimiento y sin proponérnoslo anticipamos aspectos de su contenido. Formulamos hipótesis y hacemos predicciones sobre el texto (¿cómo será?; ¿cómo continuará?; ¿cuál será el final?). Las respuestas a estas preguntas las encontramos a medida que vamos leyendo. Lo que hemos anticipado o dicho que va a suceder debe ser confirmado en el texto y para esto es necesario buscar la evidencia en el texto. No podemos inventar. Para lograr confirmar nuestras hipótesis buscaremos pistas de todo tipo: gramaticales, lógicas y culturales con tal de comprobar la certeza de nuestra previsión. Cuando hacemos predicciones corremos riesgos, ya que hacer una predicción no implica exactitud en lo que formulamos. Al leer, al vivir cada día estamos constantemente formulándonos preguntas y en la medida en que esas interrogantes son respondidas y en la medida en que no nos quedamos con ninguna duda, estamos comprendiendo.

Formular Preguntas Un lector autónomo es aquel que asume responsabilidad por su proceso de lectura y no se limita a contestar preguntas, sino también pregunta y se pregunta. Por eso es necesario formular preguntas que trasciendan lo literal y que lleven a los estudiantes a los niveles superiores del pensamiento .Estas preguntas son las que requieren que los estudiantes vayan más allá de simplemente recordar lo leído. Algunos ejemplos de este tipo de pregunta son: ¿cuán diferentes o parecidos son los dos personajes más importantes de la obra?; ¿cuál es el punto de vista del editorialista sobre la legalización de las drogas?; ¿crees que sería beneficioso aumentar la jornada escolar a ocho horas? ¿Por qué? Las preguntas que pueden sugerirse sobre un texto guardan relación con las hipótesis que pueden generarse sobre éste y viceversa. Puede ser útil hacer las preguntas a partir de las predicciones (e incluso al margen de ellas). Es sumamente importante establecer una relación entre las preguntas que se generan y el objetivo o propósito de la lectura. Si el objetivo es una comprensión global del texto, las preguntas no deben estar dirigidas a

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detalles. Obviamente, una vez se ha logrado el objetivo principal, se pueden plantear otros. La propia estructura de los textos y su organización nos ofrecen pistas para formular y enseñar a los estudiantes a formular preguntas sobre el mismo.

KWL Esta estrategia, desarrollada por Donna Ogle, toma su nombre de las iniciales de las palabras en inglés que la definen: K (What do I know? ¿qué sé?); W (What do I want? ¿qué quiero aprender?); L (What have I learned? ¿qué he aprendido?). Estas preguntas llevan a los estudiantes a activar el conocimiento previo y a desarrollar interés por la lectura antes de comenzar a leer el texto.

Lectura rápida "skimming” La lectura rápida es la que se hace para buscar un dato concreto (un nombre, una fecha, una cita, etc.) que nos interesa conocer antes o después de iniciar una lectura. Es darle un vistazo sobre el texto con un propósito específico. Leer un capítulo rápido consiste en leer sólo la primera oración de cada párrafo. Después de la lectura rápida, el lector puede identificar los puntos más importantes y así establecer el objetivo de su lectura o el trabajo sobre el texto que quiere realizar. Este proceso le sirve para planificar su lectura intensiva del texto. En ocasiones queremos saber si los textos que hemos seleccionado para leer son verdaderamente pertinentes al tema que deseamos trabajar. Podemos hacer una lectura rápida para determinar la meta y el propósito de la lectura, antes de comenzar a leer detenidamente o descartarlo por no estar directamente relacionado con nuestro tema. Para concluir deseo hacer mías las palabras de Solé (1994) cuando dice: "Leer es mucho más que poseer un caudal de estrategias. Leer es sobre todo una actividad voluntaria y placentera y enseñar a leer debe tener esto en cuenta."

“Entonces dibujé el interior de la serpiente boa para que las personas mayores pudieran entender; ellas siempre necesitan explicaciones…”.

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LECTURA Nº 5: UN NUEVO ENFOQUE DE LA COMPRENSIÓN Tomado con fines instruccionales de: Universidad de Valencia. El procesamiento del texto. [Artículo en línea]. Consultado el 19 de Mayo de 2006 de http://www.uv.es/Docencia/MAPACO.HTM-ref1

Desde principios de siglo, los educadores y psicólogos (Huey [1908] 1968; Smith, 1965) han considerado la importancia de la comprensión lectora y se han ocupado de determinar lo que sucede cuando un lector cualquiera comprende un texto. En los años 60 y los 70, un cierto número de especialistas en la lectura postuló que la comprensión era el resultado directo de la decodificación (Fries, 1962): si los alumnos eran capaces de denominar las palabras, la comprensión tendría lugar de manera automática. Esta idea central se convirtió en fundamento de gran cantidad de libros de lectura que aún se emplean. Con todo, a medida que los profesores iban desplazando el eje de su actividad a la decodificación, comprobaron que muchos alumnos seguían sin comprender el texto; la comprensión no tenía lugar de manera automática. En la década de los 70 y los 80, los investigadores adscritos al área de la enseñanza, la psicología y la lingüística se plantearon otras posibilidades en su afán de resolver las preocupaciones que entre ellos suscitaba el tema de la comprensión y comenzaron a teorizar acerca de cómo comprende el sujeto lector, intentando luego verificar sus postulados a través de la investigación (Anderson y Pearson, 1984; Smith, 1978; Spiro et al., 1980). Es merced a la obra de muchos de estos teóricos que los especialistas en la lectura han configurado un nuevo enfoque de la comprensión. La comprensión, se concibe actualmente, como un proceso a través del cual el lector elabora un significado en su interacción con el texto. La comprensión a que el lector llega durante la lectura se deriva de sus experiencias acumuladas. La interacción entre el lector y el texto es el fundamento de la comprensión. En este proceso de comprender, el lector relaciona la información que el autor le presenta con la que él ya tiene, con sus conocimientos. Para comprender la palabra escrita, el lector ha de estar capacitado para: 1. Entender como el autor ha estructurado u organizado las ideas e información que el texto le ofrece. 2. Relacionar las ideas e información del texto con otras ideas o datos que habrán de almacenarse en su mente. Por esas dos vías, el lector interactúa con el texto para elaborar un significado.

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Esta nueva forma de entender la comprensión viene a refutar claramente la vieja creencia de que la comprensión consiste únicamente en deducir un significado a partir de la página escrita. En síntesis, la comprensión es el proceso de elaborar el significado por la vía de aprender las ideas relevantes del texto y relacionarlas con las ideas que ya se tienen: es el proceso a través del cual el lector interactúa con el texto. Sin importar la longitud o brevedad del párrafo, el proceso se da siempre de la misma forma. Mediante la identificación de las relaciones e ideas que el autor presenta, entiende usted lo que está leyendo, relacionando las nuevas ideas ya almacenadas en su memoria.

Esquema, información previa y comprensión Uno de los elementos teóricos que han contribuido a perfilar esta novedosa forma de entender la comprensión lectora es la noción de "esquema" y la teoría de esquemas. Un esquema es una estructura representativa de los conceptos genéricos almacenados en la memoria individual (Rumelhart, 1980). La confección de esquemas, diagramas, cuadros, favorece la representación mental del significado del texto y ayuda a entender las relaciones entre los elementos que parece que tengan una representación lineal. Alverman (1990), destaca la utilidad de los organizadores gráficos para la comprensión de la estructura significativa. Los teóricos han señalado una serie de características que son necesarias para la representación de un esquema (Rumelhart, 1980,1981,1984; Rumelhart y Ortony, 1977) son las siguientes: 1. Los esquemas tienen variables. 2. Los esquemas están incrustados unos en otros. 3. Los esquemas representan conocimiento a todos los niveles de abstracción. 4. Los esquemas representan el conocimiento de tipo enciclopédico más que definiciones como las del diccionario. 5. Los esquemas son estructuras activas de reconocimiento cuyo procesamiento está orientado a evaluar su ajuste o adecuación a los datos en procesamiento. La teoría de esquemas explica como se forman tales estructuras y como se relacionan entre sí a medida que un individuo almacena conocimientos. Los esquemas se caracterizan por intervenir activamente en el proceso de la información. El lector desarrolla los diversos esquemas de que dispone a través de sus experiencias. Quienes comprenden verdaderamente un párrafo recurren a un proceso interactivo basado al mismo tiempo en sus esquemas y en la información proveniente del texto. Si el lector no dispone de ningún esquema en relación con algún tema o concepto en particular, puede formarse un nuevo esquema acerca de ese tema si se le brinda información suficiente para ello. A medida que

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el lector elabora nuevos conocimientos relacionando la información novedosa con la que ya ha almacenado, sus esquemas se amplían constantemente.

El tipo de texto y la comprensión El tipo de texto está relacionado con la comprensión. Hay dos tipos fundamentales de texto: narrativos y expositivos. Los textos narrativos cuentan una historia y son los materiales de tipo literario. Los textos expositivos brindan información y se refieren a hechos y son los materiales de tipo científico y estudios relacionados con las ciencias sociales. Los lectores han de poner en juego procesos de comprensión diferentes cuando leen los distintos tipos de textos. Hay evidencias de que el enseñarle a los alumnos determinadas estrategias para que se centren en la estructura del texto refuerza su comprensión del mismo (Taylor y Beach; Beach, 1984 y Appleman, 1984). Así un elemento crucial de la comprensión consiste en enseñar al lector cómo leer distintos tipos de textos.

Habilidades de comprensión Hay determinadas habilidades que pueden inculcarse a los alumnos con ejercicios a través de los cuales se identifica la idea fundamental de un texto, la secuencia de los hechos narrados, los detalles, las relaciones causa-efecto, etc. Estas y otras habilidades han sido enumeradas bajo el rótulo de habilidades de comprensión. La investigación no permite identificar claramente ningún listado de habilidades de comprensión; la comprensión no es un conjunto de tales habilidades, sino un proceso a través del cual el lector elabora el significado apelando a las claves discernibles en el texto y relacionándolas con sus conocimientos previos (Cooper, 1990). Parece haber, de hecho, ciertas habilidades y procesos específicos que es necesario enseñar para mejorar la comprensión de los alumnos. En cualquier caso, la enseñanza de tales habilidades ha de apoyarse en un enfoque procedimental, y es preciso incorporar a los programas de lectura varios de los procesos que configuran la comprensión.

Principios que rigen el desarrollo de la comprensión lectora La comprensión está influida a la vez por la habilidad oral del lector, sus actitudes, el propósito de la lectura y su estado físico y afectivo general. Al implementar el programa de comprensión, el profesor ha de tener en cuenta estos factores: 1. La experiencia previa del lector es uno de los elementos fundamentales dentro de su capacidad general para comprender un texto. 2. La comprensión es el proceso de elaborar significados en la interacción con el texto. 3. Hay distintos problemas o tipos de comprensión, pero éstos no equivalen a habilidades aisladas dentro de un proceso global.

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4. La forma en que cada lector lleva a cabo las actividades de comprensión depende de su experiencia previa. 5. La comprensión es un proceso asociado al lenguaje y debiera tomarse en cuenta como parte integral de las técnicas del lenguaje: la audición, el habla, la lectura y la escritura.

El programa de instrucción en la comprensión lectora Es posible enseñar de manera directa la comprensión de textos con un programa educativo que incluya los siguientes tres componentes: A. Desarrollo de información previa y del vocabulario. B. Construcción de determinados procesos y habilidades. C. Correlación de la lectura y la escritura. Estos tres elementos no funcionan separadamente, están interrelacionados y yuxtapuestos para dar forma a la enseñanza de la comprensión. Para que un programa de comprensión lectora sea eficaz, ha de implementarse durante la enseñanza de la lectura y también al enseñar otras materias. A. La información previa de una persona influye directamente sobre cualquier faceta de su habilidad comprensiva (Adams y Bertram, 1980, Johnston y Perason, 1982). La adquisición del vocabulario es una faceta específica del desarrollo de la información previa. Por tanto, el eje de este componente del programa de enseñanza estriba en ayudar al lector a desarrollar la información previa, incluido el vocabulario, requerido para leer determinados textos, considerando la información previa y el vocabulario como elementos relacionados y no como entidades separadas. Conocer el significado de las palabras es un aspecto significativo de la habilidad comprensiva del lector, dentro del programa de comprensión, el profesor deberá: ·

Enseñar determinadas palabras antes de que sus alumnos lean los textos escogidos;

·

Enriquecer y ampliar el vocabulario de sus alumnos brindándoles varias lecciones relacionadas con el empleo de determinadas palabras; y

·

Enseñar habilidades de vocabulario que posibiliten el que los alumnos deduzcan por su cuenta, en forma independiente, el significado de las palabras.

Las palabras a enseñar antes de que los alumnos lean los textos escogidos deberán ser únicamente las relacionadas de manera directa con los conceptos clave del texto. El programa de vocabulario habrá de proseguir una vez que los alumnos hayan concluido la lectura del texto. Otro aspecto del desarrollo del vocabulario es la enseñanza sistemática de habilidades de vocabulario que ayuden a los alumnos a determinar por su cuenta el significado de las palabras, tales habilidades incluyen:

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·

El uso de afijos (prefijos, sufijos, terminaciones inclusivas), palabras de base y raíces verbales

·

Claves contextuales

·

Habilidades relacionadas con el diccionario.

B. La construcción de procesos y habilidades de comprensión, estas habilidades son, habilidades de vocabulario, identificación de la información relevante en el texto, etc.; es preciso enseñarlas de manera sistemática. La activación de determinados procesos y la puesta en práctica de ciertas habilidades incluye el demostrar a los alumnos cómo reconocer y comprender distintas estructuras escritas. Ninguna asignatura escolar se apoya exclusivamente en un tipo de texto, esto supone que el profesor demuestre ante sus alumnos los procesos y razonamientos que han de poner en juego al llevar a cabo distintas formas de comprensión; eso incluye enseñarles a asimilar distintas estructuras escritas. C. El tercer factor a tener en cuenta en un programa de enseñanza de la comprensión lectora es la correlación de las actividades escritas con la comprensión. La investigación ha demostrado claramente lo importante que es la relación entre la lectura y la escritura y los beneficios de correlacionar ambas instancias (Tierney y Les, 1984). Dado que los procesos de comprensión lectora y de la escritura son tan semejantes, la correlación de las actividades a desarrollar en ambas áreas hace que se complementen y potencien entre sí. Correlacionar la escritura con la comprensión no significa obligar a los alumnos a que respondan por escrito a un extenso listado de interrogantes; significa proporcionarles actividades de escritura que se relacionen con el material que han leído previamente.

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UNIDAD 2 MÉTODO DE LECTURA RÁPIDA LECTURA Nº 6: LECTURA RÁPIDA Tomado con fines instruccionales de: Scheele, P. R. (1996). PhotoReading Sistema de lectura con toda la mente. (pp 81-85). España: Ediciones Urano.

Lectura rápida Durante las clases de PhotoReading hago una pregunta a los participantes después de haber preparado, preleído, fotoleído, superleído y haberme zambullido en un libro: "¿cuántos de ustedes todavía quieren saber más de lo que dice este libro?". Generalmente, el 40 por ciento levanta la mano. Entonces pregunto: "¿qué es lo que específicamente quieren sacar de este libro?". Algunos tienen una respuesta precisa. Saben exactamente qué partes del libro quieren estudiar en detalle. Para ellos, el siguiente paso es continuar superleyendo y zambulléndose en el texto para conseguir lo que quieren. Otros se encogen de hombros y responden: "No sé, sólo quiero más". Este "más" impreciso es una señal para el último paso de nuestro sistema: lectura rápida. Se recurre a la lectura rápida cuando usted sabe que quiere más información sobre el texto, y la extrema precisión de la superlectura y la profundización no se la darán. La lectura rápida es similar a la lectura convencional acelerada salvo dos diferencias significativas. Primero, la lectura rápida viene después de todos los demás pasos del sistema de PhotoReading con toda la mente. Segundo, la velocidad de la lectura rápida es muy flexible. Para leer con rapidez, recorra velozmente el texto, tomándose el tiempo que necesite. Lea sin interrupciones. Siéntase libre de variar la velocidad en función de la complejidad e importancia de cada párrafo. Leerá más rápido cuando: •

Si ha leído ese párrafo o página en alguno de los otros pasos, páselo zumbando.



Se da cuenta que la información es simplificada o redundante. Como ya la entiende, la pasa a velocidad de superlectura.

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Ve rápidamente que lo que está leyendo no es importante para su propósito y puede pasarlo muy rápido a velocidad de fotolectura, manteniendo su intuición alerta para detenerse si le dice que tiene que fijarse en algo.

Leerá más despacio cuando: •

El texto contenga información nueva con la que no está familiarizado.



Detecte información compleja que necesita mirar más cuidadosamente.



Reconozca un pasaje extremadamente importante que quiere examinar en detalle.

El resultado final es que se desplaza a diferentes velocidades a través del texto: a veces más rápido, a veces más despacio, en función de la importancia, complejidad y conocimiento previo de la información. Un punto esencial en la lectura rápida es que usted siempre está en movimiento. Nunca se detenga para luchar con información que quizá no comprende. Es común parar cuando no se entiende del todo lo que se lee. Es parte del viejo paradigma. En lugar de eso siga leyendo. Si se detiene y trata de luchar con lo desconocido, puede desviarse y no terminar nunca. Si simplemente continúa, pronto encontrará información que sí entiende, y descubrirá claves en el texto que contesten a las preguntas en las que estaba atascado antes. Si se mantiene en un estado alerta y relajado con la lectura veloz, extractará la información que quiere y que se relaciona directamente con su propósito.

¿Lectura rápida o superlectura? Una pregunta frecuente es cuál es la diferencia entre la lectura rápida y la superlectura. A primera vista, los dos pasos parecen similares. La lectura rápida, sin embargo, se dirige directamente al texto, desde el comienzo hasta el final. La superlectura, una etapa de la activación, detecta partes del texto que lo atraen y se desplaza suavemente hacia el centro de la página. La lectura rápida puede requerir aminorar el ritmo hasta una velocidad convencional de lectura; usted puede hacer eso para comprender un dibujo técnico o una fórmula matemática, o disfrutar con un verso. La superlectura, en cambio, busca mantener una velocidad rápida y zambullirse en el texto en cualquier punto: no se necesita pasar las páginas en orden. La superlectura ha sido comparada con las acciones de Superman que otea la Tierra desde el espacio exterior y decide aterrizar en determinados continentes. Necesitamos otra analogía para la lectura rápida: es como recorrer un río en Kayak. A veces usted se tambalea sobre la cresta de rápidos espumosos, después rema plácidamente en aguas tranquilas. Después puede encontrarse otra vez en los rápidos. Lo importante es que nos

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mantenemos activos y alertas y nuestra velocidad varía de acuerdo con el material que tenemos ante los ojos. La lectura rápida no siempre es necesaria. A veces prever, fotoleer y activar es todo lo que necesitamos para conseguir el resultado que buscamos. Mucha gente del mundo de los negocios nunca necesita usar el paso de la lectura rápida. Cuando leen información comercial, como informes y manuales, consiguen su propósito usando los otros pasos del sistema. Los alumnos que estudian un libro de texto y la gente que lee por placer recurrirán a la lectura rápida con más frecuencia, porque ofrece más a la mente consciente para explorar. Los fotolectores que disfrutan con las novelas van a preleer y fotoleer, y después pasarán directamente a la lectura rápida y se saltarán todos los pasos de activación. Juegue con las maravillosas opciones que el sistema de PhotoReading con toda la mente le ofrece. Encontrará el mejor camino para conseguir su propósito al leer.

¿Cómo probar que el sistema funciona para usted? Se puede confiar en la técnica de lectura rápida, porque posibilita la comprensión consciente íntegra de los materiales que usted estudia. Como las técnicas de activación voluntaria, la lectura rápida funciona principalmente con la mente consciente. Si consigue sus objetivos de lectura mediante el sistema de PhotoReading con toda la mente, quizá se pregunte cuál de los pasos ha contribuido más a su éxito. Resulta fácil suponer que las técnicas en las que participa la mente consciente son las que han contribuido más, porque al utilizarla, se consigue una comprensión consciente. En cambio, será difícil pensar que el paso no consciente de la fotolectura ha desempeñado algún papel. El sistema funciona porque es un sistema con toda la mente. Participan tanto la mente consciente como la no consciente. Disfrute de los beneficios de la mente consciente y no ignore otros efectos positivos en su vida que puedan asignarse al dominio de la mente profunda. Las demostraciones más sorprendentes del paso de la fotolectura muchas veces son producto de la activación espontánea. Los casos de activación espontánea entre los estudiantes de PhotoReading son un excelente estímulo para todos los fotolectores principiantes. Todos se parecen. Los informes dicen: En un momento dado, necesitaba o quería determinada información y apareció. Ni siquiera hice el esfuerzo de recordar. Simplemente ocurrió. La información apareció, irrumpió en mi mente, casi de forma caprichosa. La experiencia "¡aja!" de activación espontánea es una demostración convincente. Para mucha gente fue la prueba de que el paso de la fotolectura del sistema era una realidad en su caso. La paradoja consiste en cómo podría planificarse tener una experiencia espontánea. No se puede, porque dejaría de ser espontánea.

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Además de una experiencia de activación espontánea casual hay otras formas de probar el sistema. Cuando empecé a estudiar la fotolectura, tuve pruebas claras de que funcionaba. Algunas pruebas fueron producto de la activación espontánea, pero la mayoría resultaron de las técnicas de activación voluntaria. Durante el primer año en la facultad no utilicé el sistema de PhotoReading con toda la mente. Pero en los siguientes dieciocho meses usé PhotoReading para todo. El contraste fue enorme. Sentía que dominaba todas las asignaturas, completaba los trabajos de lectura e informes de investigaciones sin dificultades. Las presiones para mantenerme al día en mis estudios se esfumaron. Desde esos primeros días de PhotoReading, he comprobado que los estudiantes tienen las mejores demostraciones de que PhotoReading funciona. ¿Por qué? Pues porque ellos usan y prueban el sistema todo el tiempo, tanto objetiva como subjetivamente. Si usted no está estudiando, necesita establecer sus propios parámetros. Quiero que tenga una experiencia convincente de PhotoReading. He aquí algunas formas de comprobar si PhotoReading funciona: •

Durante una semana, fotolea todo y active cualquier cosa que siente que necesita entender conscientemente. La semana siguiente, vuelva a la lectura tradicional. Usted decidirá qué semana ha sido más productiva.



Cuando vea un libro en la casa de un amigo que él o ella acaba de leer, pregúntele si ha valido la pena leerlo y cuánto tiempo le ha llevado. Pídaselo prestado y dedique la décima parte del tiempo al libro, poniendo en práctica los cinco pasos del sistema de PhotoReading con toda la mente. Cítese con su amigo para hablar del libro, sin mencionarle que esta es su prueba privada. Después deje que su amigo decida si usted ha entendido el libro.



Antes de una reunión de negocios, prelea y fotolea cinco libros relacionados con el tema que quiere tratar en la reunión. Decida después si su rendimiento fue diferente.

Todos estos "tests" son fáciles, relativamente seguros, y exploran los usos del sistema de PhotoReading con toda la mente. Juegue con ellos y saque sus propias conclusiones. No tiene por qué parar aquí. Hay muchas formas de sacar el máximo partido a los pasos presentados hasta ahora. Aproveche las sugerencias para descubrir más aplicaciones de PhotoReading. Haga de PhotoReading una habilidad que usa diariamente para todas sus necesidades de lectura.

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LECTURA Nº 7: BASES PARA UNA LECTURA EFICAZ

Tomado con fines instruccionales de: Carbonell, R. (1998). Lectura rápida. (9ª ed). (pp 19-37). España: Editorial EDAF.

Las bases para una lectura eficaz son: 1.

Un punto de partida

2.

Elementos físicos indispensables

3.

Disposición psicológica

4.

Vicios de los procesos de lectura

5.

Aprenda a «mirar» el texto

6.

Disciplina del «salto de ojo»

1. UN PUNTO DE PARTIDA Todo lector cuenta con una determinada velocidad de lectura. Además, ha desarrollado unas técnicas de comprensión. Por lo tanto, será conveniente evaluarlas, a efectos de que puedan ser contrastadas. Un Test de lectura da comienzo a los ejercicios de la parte práctica de nuestro método. Dispóngase a leerlo, cumpliendo las siguientes indicaciones: a)

Utilice un reloj, con el que pueda controlar el tiempo en términos de minutos y segundos.

b)

Lea todo el Test sin interrupción desde el comienzo hasta el final. Realice esta lectura a su velocidad habitual.

c)

Terminada la lectura, anote su tiempo en el lugar indicado de la última hoja del Test.

d)

Conteste las preguntas del Cuestionario que se agrega a continuación de la lectura.

Para ello, basta reconocer y marcar una de las cuatro fases: a), b), c) o d), que está tomada de la lectura que aparece en la guía didáctica. Cuando conteste al Cuestionario, cuide de no hacerlo por «deducción lógica», ni mediante un esfuerzo reflexivo intenso. Se trata de apreciar cuántas frases logra reconocer fácilmente.

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Al final de los Ejercicios Prácticos encontrará una tabla de velocidades. Aplíquela siguiendo las instrucciones que tiene agregadas y determinará, en su caso, cuántas palabras por minuto ha leído del Test A continuación se encuentran las soluciones a las preguntas del Cuestionario. Consúltelas, y con ello aprecie el nivel de comprensión con que ha realizado la lectura. Si el Test y su Cuestionario han sido leídos cuidando de observar fielmente las instrucciones señaladas, ya tendremos un «punto de partida». La velocidad alcanzada, en términos de p.p.m. (palabras por minuto), oscilará de 125 a 300. El lector «lento» estará comprendido entre 100 y 150 p.p.m. Un lector rápido, en términos corrientes, podrá alcanzar 300. Si se supera esta última marca, la velocidad de lectura es muy interesante, pero puede ser mejorada. Hasta el límite medio de 300 palabras por minuto, la lectura cristaliza en términos de «palabra por palabra>>. De ahí en adelante, el lector, captando espacios cada vez más significativos del texto, logrará velocidades de buena comprensión, que podrán oscilar entre 1.000 y 1.200 palabras por minuto. Es bien conocido que el ex presidente Kennedy había realizado lecturas del orden de 1.000 palabras por minuto, lo que asombra a sus propios colaboradores. J. Bergier ha superado las 1.000 p.p.m., y es destacado como un lector prodigioso por el Centre d' Etude et Promotion de la Lecture Rapide de París.

2. ELEMENTOS FÍSICOS INDISPENSABLES Vamos a ser lectores diestros. Como tales, nos manejaremos con elevados términos de velocidad, superando, en lecturas corrientes, las 350/400 palabras por minuto. Esto nos obligará a tener en cuenta algunos elementos materiales que deben ser respetados. Considerando cada uno por separado. Perfecto estado de los ojos El estado de los ojos no puede limitarse a una visión más o menos satisfactoria. Ésta puede ser tolerada para ciertas velocidades de lectura, pero no para las apetecidas; en las que será necesario disponer de una perfecta visión. Se impone el dictamen de un oftalmólogo sobre el particular. El problema individual, en su caso, podrá resolverse con las lentes que correspondan. Óptima iluminación La luminosidad ideal es la del sol. Debe recibirse de forma indirecta y al lado de la ventana o cristalera por donde penetra. Si se lee con luz artificial, será indispensable disponer de una luz que quite la penumbra del lugar y de otra directa sobre el texto. Esta última deberá tener una intensidad que resulte confortable. Esta técnica de iluminación responde a la premisa de que el ojo humano se acomoda a la luminosidad total. De ahí que resulte perjudicial leer con un solo haz de luz sobre el texto

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en ambientes inmersos en semipenumbra. Es frecuente incurrir en este error cuando se lee en la cama, antes de dormir, con el propósito de conciliar el sueño. Postura adecuada Los lectores adoptan muchas veces las más curiosas posturas. Cabe recomendar la del «pupitre» de la escuela primaria, pues con ella se evitan posiciones del cuerpo proclives a la formación de gases y los consecuentes estados de inquietud provenientes de la «opresión» de la caja torácica. El cuerpo deberá permanecer erguido, ligeramente inclinado hacia delante, tratando de conservar una inmovilidad absoluta. Correcta distancia e inclinación del texto Este tema fue objeto de numerosos estudios, llegándose a la conclusión de que cada ser humano tiene su distancia óptima respecto del escrito. Esta distancia se denuncia por la simple comodidad. Cada uno debe esforzarse por determinarla y, en adelante, sostenerla en sus lecturas. La inclinación debe estar dada por una distancia equivalente de los ojos a la primera y última líneas del texto. El atril, al soportar el libro de forma propicia, resulta un valioso elemento auxiliar para todo tipo de lecturas (Fig. 1).

Fig. 1.- Postura Intelectual

3. DISPOSICIÓN PSICOLÓGICA La eficacia de la lectura depende también de una conveniente actitud psicológica, y ésta de ciertos elementos esenciales, entre los que cabe destacar los siguientes: Motivación, propósito definido, lectura activa, velocidad regulada. Analicemos estos elementos en particular. Motivación La motivación es un factor determinante de la buena comprensión. Podría decirse que, sin ella, la atención resulta imposible. Consiste en rodear el proceso de lectura de una dosis de interés que debe renovarse a medida que se avanza.

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No pretendemos hablar aquí del interés que de ordinario se tiene por las cuestiones que apasionan, sino de aquel que se debe alentar para el buen resultado de lecturas, que serán necesarias a la propia formación, aunque el contenido no sea todo lo atractivo de desear. Este interés será el fruto de cultivar una sana curiosidad de espíritu, encauzada a descubrir y valorar los aspectos significativos que tienen los más variados temas. Propósito definido Responde a la necesidad de iniciar toda lectura, persiguiendo un objetivo claramente determinado. El terreno por el que habrá de discurrir el lector debe haber sido previamente «reconocido», de modo que tenga una buena previsión de los resultados a lograr. Esta preparación de base dependerá del asunto que trate el libro o escrito, y cobra especial importancia en los libros de estudio y en todos los que transmiten conocimientos. A su vez debe estar presidida por un criterio de objetividad, que promueva la búsqueda de aspectos muy concretos. Por ejemplo, centrará su propósito en distinguir cuáles son las ideas del autor sobre determinado asunto o qué soluciones da el autor a los problemas que él mismo plantea en su obra. En otros casos tratará de analizar los fundamentos que tornan válidas sus argumentaciones a favor o en contra de algo. Lectura activa Comporta una atención cuidadosa, destinada a comprender lo que el escritor pretende comunicar. Dispuesta para «ver» todos los asuntos que convenga examinar, mediante un efectivo «diálogo» con el autor. Una conveniente actitud inquisitiva servirá para apreciar si el autor logra resolver los problemas que se había planteado; si los argumentos que apoyan determinadas ideas son lógicos; si el análisis o la relación resultan completos. De este modo, una lectura permite apreciar en toda su magnitud el propósito de la obra y su significación. Velocidad regulada Las características de un tema, su mayor o menor dificultad de comprensión, determinarán la velocidad más conveniente para realizar su lectura. Así, un complejo análisis filosófico llevará un tiempo de reflexión mayor que el que necesita el relato de un hecho histórico. De todos modos, la velocidad conveniente será la máxima que el tema permita. Algunos autores llaman a esta velocidad «lectura incómoda». Incómoda, porque exige un esfuerzo constante. Se obliga a la mente a razonar deprisa, mientras se lleva un avance variable y conveniente sobre el texto. Este renovado quehacer permite gozar de un estado de máxima concentración que favorece notablemente los resultados.

4. VICIOS DE LOS PROCESOS DE LECTURA La lectura, como proceso en el que interactúan la percepción visual y la comprensión mental, viene normalmente gravada por una serie de «vicios» que sólo pueden superarse

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si el lector se dispone a perfeccionar su modo de leer. Estos «vicios» tienden a reducir la velocidad y a dificultar la comprensión. Unos pueden superarse por el solo hecho de reconocerlos. Otros requieren un esfuerzo persistente y disciplinado. Movimientos físicos Se suelen concretar en los siguientes: acompañar el proceso de lectura siguiendo el texto con la cabeza; valerse de las manos para no «perder» alguna parte; auxiliarse con un bolígrafo, cartulina o regla para «asegurar» la lectura. El mal que producen, en general, es el de privar de seguridad al lector, sin beneficio concreto para su mejor concentración. Este aspecto psicológico complementario tiene que superarse. Su presencia condiciona la velocidad de lectura al ritmo de tales movimientos, y provoca un cansancio adicional por el empleo de músculos que deberían permanecer ajenos al esfuerzo intelectual. Para terminar con estos problemas, se aconseja: a) sostener una actitud «vigilante» que impida todo movimiento físico durante la lectura; b) adoptar el firme propósito de continuar avanzando a pesar de la sensación de inseguridad; c) leer dos o tres hojas por día aplicando estas recomendaciones, hasta notar que el problema ha quedado resuelto. Vocalización Consiste en mover los labios, verbalizando la lectura, con mayor o menor rapidez. Por ende, limita la velocidad de la lectura con la vista, que es mucho más rápida. Otro tanto ocurre con los que, teniendo inmóviles los labios, sensibilizan las cuerdas vocales y caen en una persistente sub-vocalización, con iguales consecuencias. Estos estados se superan cuidando de no mover los labios y leyendo de prisa. Regresión Es quizá uno de los «vicios» más característicos. Consiste en volver a leer determinadas partes del texto. Su origen responde a la sensación de inseguridad sobre lo que se acaba de leer. Se regresa, por esa palabra, por aquella parte de una frase. En fin, por todo aquello que ofrece dudas o ideas que se percibe sin la suficiente «claridad». Este «regreso» es bastante frecuente. Lejos de aclarar el contexto, en no pocos casos llega a distorsionar su significado. La regresión como «vicio» no es aquella que pretende repetir la lectura de un párrafo o de una frase que se entiende como fundamental para interpretar el escrito, sino el afán de «afirmación parcial» de algo leído. Este vicio determina una considerable lentitud en los trabajos de lectura, sin que, por lo general, tales «vueltas a leer» resulten compensadoras. La forma más conveniente de suprimirlo consiste en proponerse no regresar bajo ningún motivo. Por ello resultará necesario, al principio, practicar e insistir en esto sobre material intrascendente.

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Repetición mental Es otra forma de repetir palabras, condicionando la velocidad. En este caso, las cuerdas vocales podrán estar distendidas y los labios cerrados sin presión. Un «locutor» leerá en alta voz desde lo profundo de la mente produciendo un «eco». A efectos de apreciar la magnitud de este mal hábito, recomendamos el siguiente procedimiento: piense en una frase insignificante. Por ejemplo: «Carlos fue de compras». Luego, dispóngase a leer. Durante la lectura, repita en alta voz la frase pensada. Prosiga así, repitiéndosela ininterrumpidamente, mientras lee con la vista dos hojas completas. Deténgase y analice la lectura. ¿Comprendió? ¿Sí? ¿No? Si su comprensión ha sido muy escasa o nula, tiene usted un alto grado de repetición mental. La manera más efectiva de neutralizar la repetición mental consiste en leer deprisa. A medida que aumenta la velocidad, la repetición se torna cada vez más difícil, hasta que desaparece casi por completo. De todas formas, habrá siempre un porcentaje de repetición mental que, en los lectores entrenados, suele reducirse a un 5 o un 10 por 100 de las palabras leídas. Los investigadores aún estudian este tema, que es el único de lectura rápida que todavía pertenece a los secretos de la mente humana. De todos modos, se ha comprobado que ese porcentaje mínimo de repetición no afecta en ningún caso a la comprensión inteligente.

5. APRENDA A «MIRAR» EL TEXTO Lectura rápida requiere la adopción de un nuevo hábito para leer, hábito que consiste en el dominio de técnicas para «mirar» los textos de forma inteligente, sin auxilio fonético de ninguna clase; leer con la vista, aprovechando todas las posibilidades del pensamiento. Esto se consigue por medio de un sencillo entrenamiento que permite superar la tendencia a realizar lecturas con un régimen de «palabra por palabra», que viene gestándose desde la primera enseñanza. ¿Cómo adquirir esta destreza? En primer lugar, aprendiendo a «mirar» el texto con la máxima capacidad de percepción personal. En segundo lugar, suministrando a esa capacidad un conjunto de técnicas apropiadas para captar las ideas fundamentales sin omitir parte alguna; leyendo todo el texto. La Tarjeta de «Visualización», tiene por objeto ayudar a «ver» el texto, sin dar tiempo para que la mente «repita» todas las palabras. Obliga a un trabajo visual, casi por completo desprovisto de comprensión. Se dirá, pero ¿de qué sirve una lectura sin una buena comprensión? Pues bien, en los primeros ejercicios (1 al 3 inclusive) no puede haber comprensión. No hay un mensaje, ni propósito alguno de establecerlo; se trata de simples columnas de vocabulario y de pequeñas expresiones, que muy poco o casi nada significan. Cuando mucho podrán atraer la atención del lector sobre algunas cuestiones relacionadas con su experiencia; le recordarán algo, pero nada más. Lo importante no es

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tanto este matiz del asunto, sino la finalidad del entrenamiento. La práctica persistente conseguirá que los ojos logren espacios «significativos» del texto. Las «fijaciones» agruparán conjuntos que, de ordinario, contendrán más de una palabra. Con ello, la lectura cobrará una gradual fluidez y velocidad. Vayamos a la práctica. Sostenga la «tarjeta de visualización» con la mano derecha o izquierda desde un ángulo inferior de forma que los dedos índices y mayor estén encima y el pulgar debajo. Busque en el apartado de ejercicios prácticos el Ejercicio 1. Deslice vertical e ininterrumpidamente la tarjeta sobre la primera columna de la izquierda, de modo que vea por la «ventanita» cada palabra. Comience lentamente. Terminada la operación en la primera columna, pase a la segunda y de ahí a la tercera. Una vez completado el pase por la tercera columna, ha quedado efectuada una práctica completa sobre el Ejercicio 1. Hecho esto, pruebe otra vez, pero aumentando la velocidad de deslizamiento de la tarjeta, cuidando de ver perfectamente clara la forma (el dibujo) de las palabras. Practique de manera que la tarjeta se deslice sobre cada columna sin dificultad y sin ocasionar reflejos molestos. Antes de comenzar el entrenamiento personal, el lector debe leer cuidadosamente las Instrucciones y recomendaciones que se recogen en el resumen agregado a cada capítulo del Método. Conviene además tenerlas siempre a la vista y no «confiarlas a la memoria». La práctica con la tarjeta de «visualización» debe realizarse alternando diariamente los ejercicios 1 al 3 inclusive, durante treinta minutos. Esta práctica debe persistir hasta lograr que la mente quede libre del exceso de subordinación (atracción) a que la somete el vocabulario. Las prácticas tienen que repetirse tres veces seguidas con cada uno de los ejercicios, antes de pasar al siguiente, rotándolos una vez terminados hasta completar el tiempo de 30 minutos diarios. Resultará especialmente importante ir aumentando día a día la velocidad de deslizamiento de la tarjeta sobre cada columna de vocabulario. Al comenzar, el tiempo de realización de cada práctica (por hoja) una vez, será del orden de 20 a 30 segundos. Gradualmente todos los días un poco, este tiempo debe reducirse hasta llegar al tope de seis segundos (6") por cada página completa para cualquiera de los ejercicios 1 al 3. De todas formas, estas prácticas deben realizarse ininterrumpidamente por espacio de 90 días como mínimo, a fin de afirmar la destreza. Téngase presente que los progresos deben ser paulatinos, para conseguir óptimos resultados.

6. DISCIPLINA DEL «SALTO DE OJO» Hemos tenido oportunidad de analizar el modo en que los ojos se mueven para leer. El proceso se reduce a un conjunto de pausas, en las que se «fijan» (de ahí la denominación de fijaciones), y sacudidas o «saltos», por medio de los cuales se desplazan sobre el escrito. Estos «desplazamientos» se denominan saltos de ojo y pueden ser disciplinados para favorecer la coordinación de mente y cuerpo durante los procesos de lectura. Las

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prácticas que pasamos a indicar tienen este propósito y son complementarios de las descritas en el apartado anterior. Empiece a leer en sentido horizontal y sólo con la vista, los ejercicios 1 al 3, observando las siguientes precauciones: a)

Avance mediante desplazamientos («saltos de ojos») horizontales que permitan asegurar la lectura de las palabras o expresiones de las respectivas columnas. Terminada la lectura de cada renglón, regrese al que le sigue mediante un movimiento directo, rápido y largo.

b)

Cuide que la velocidad inicial no sea inferior a 40 ó 50 segundos para leer toda la hoja.

c)

En días sucesivos, reduzca el tiempo de lectura hasta conseguir leer cada ejercicio (del 1 al 3) en 25 segundos por hoja. Si tiene facilidad para llegar a este tiempo, procure reducirlo, aproximándolo a 20 segundos por hoja. No reduzca el tope de 20 segundos por hoja, pues constituiría un esfuerzo inútil.

d)

Cuide que la velocidad de lectura vaya aumentando gradualmente, un poco más cada día, conservando velocidades uniformes durante toda la sesión.

e)

La sesión diaria de prácticas de «salto de ojo» no excederá los 15 minutos.

Este tiempo es independiente del indicado para las prácticas con la tarjeta de «visualización» (30 minutos por día). Téngase en cuenta que la práctica de «salto de ojo» se realiza sin tarjeta. Es conveniente tomar el tiempo que se invierte en la lectura de cada ejercicio y anotarlo al pie cada vez. Este control permitirá estimar el progreso a medida que transcurren los días. La práctica del «salto de ojo», en razón de su relativa lentitud, permite «leer» todas las palabras «repitiéndolas mentalmente». No importa. Lo que corresponde cuidar aquí son los aspectos señalados del entrenamiento. Tenga presente que sólo cuando practica con la tarjeta de «visualización» podrías reducir la repetición mental del vocabulario. Pese a su aridez y carácter eminentemente rutinario, todos los ejercicios deben leerse observando los cuidados específicos y con máxima concentración. Los entrenamientos no deben realizarse con música de fondo o escuchando radio. La concentración es indispensable para conseguir los frutos apetecidos.

RESUMEN Lectura rápida: Conjunto de recursos y técnicas para completar la formación lectora. Los entrenamientos de esta disciplina conforman el arraigo de un hábito para leer mejor y más rápido

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Elementos físicos indispensables: · · · ·

Perfecto estado de la visión: Percepción visual suficiente Óptima iluminación: Luz natural o, en su defecto, dos fuentes de luz Postura adecuada: Pupitre de la primera enseñanza Correcta distancia e inclinación: Distancia personalísima. Inclinación (atril)

Disposición psicológica: · · · ·

Motivación: Interés bien dirigido Propósito definido: Finalidad bien determinada Lectura activa: Atención cuidadosa a las partes que sugieran la reflexión correspondiente Velocidad regulada: Cambiar hábilmente de ritmo mientras se avanza

Vicios de los procesos de lectura: · · · ·

Movimientos físicos: Afectan a la concentración. Vocalización: Movimiento de labios y verbalización durante la lectura visual silenciosa. Regresión: Volver a leer palabras o pequeñas expresiones aisladas. Repetición mental: «ECO» interior que conduce a leer a la misma velocidad.

PRÁCTICAS: 1.a Etapa (30 días) · · ·

Tarjeta de «visualización». (Aprenda a «mirar el texto»). 30 minutos diarios sobre los ejercicios 1, 2 y 3. Tres veces cada ejercicio completo (tres columnas) antes de pasar al siguiente.

· · ·

Velocidad de deslizamiento de la tarjeta: Al comenzar 20 a 30 segundos por ejercicio y vez. Tiempo al que hay que llegar por efecto de las prácticas diarias apuntadas: 6 segundos por ejercicio y vez. «Salto de ojo». (Disciplina del «salto de ojo»). 15 minutos diarios de lectura horizontal sobre los ejercicios 1, 2 y 3. Una vez realizado cada ejercicio hasta completar los 3; comenzando de nuevo, ininterrumpidamente, hasta agotar el tiempo indicado (15 minutos en total). Velocidad para los ritmos regulares del «salto de ojo»: Al comenzar, 40 ó 50 segundos por ejercicio y vez. Tiempo al que hay que llegar por efecto de las prácticas diarias apuntadas: 30, 25 y hasta 20 segundos (estos tiempos los determina, en cada caso personal, el grado de facilidad para realizar las prácticas). El tiempo mínimo (20 segundos) no debe ser reducido.

· · · · · ·

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TARJETA DE «VISUALIZACION» «SALTO DE OJO» Ejercicio 1 pedido clavija tenaza coloso caliente contar caverna émbolo hígado invertir locura página regente vulgar trámite sedoso romana policía osadía músculo lesión pálido gremial pesares camino distancia macizo lectura tractor regente

clérigo brizna calmar binomio mercado charada desagüe gloria interés geranio olvido zancudo tensión rondalla zapato romería quintal oruga perejil mundial mañana borroso aparato letargo pocilga pariente comino fibroso turismo quimera

brusco ataque bisonte ahorro detalle equidad herida corazón jinete consejo teoría jijona madrina sierra término sedante quiosco muñeca lechero ínfulas grullas guiñón canción sangría borrasca iglesia pasota tenaza ulises

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TARJETA DE «VISUALIZACION» «SALTO DE OJO» Ejercicio 2

barro cepas buzón culpa osado farsa azúcar baquía copar caviar mola bulo nido hipo helio clima chita ébano edema erial entre fauna inope marea cupé idus cosa hito raro tino

centrado alguacil marbete peteretes locomotor despaldar capitular confidente elocución barandilla buitrero angulema capitolio enverdecer demulcente cabezalero correhuela ecléctico contumacia desopinar idoneidad entorchar escabroso ideograma farándula carcelero matrizar dirección turismo oriental

decisivamente empotramiento entronización trompilladura inconmensurable encalabrinado churrigueresco subarrendatario despanpanadura zarrapastroso noningetésimo non plus ultra intercomunicado gratulatorios reconocimiento achicharrante elementalmente funcionalmente hispanoamericano melquisedeciano mensurabilidad despachurramiento confabulaciones formaciones conmemoraciones connacionales generacionales propedéutica vorágine amistosos

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TARJETA DE «VISUALIZACION» «SALTO DE OJO»

Ejercicio 3

el día de gracia si usted quiere pero es que hay que ver punto y coma no abuse en el mundo aceptar o rechazar buen criterio con todo cuanto todo escrito sentido figurado sin sentido en consecuencia total que importa tanto ¿porqué no? el buen sentido el bien decir una actitud objetiva y realista cuenta mayor siempre posible algo lógico más fácil punto de vista se puede hacer pare y mire cantando espero con los hechos

si puede ser un diálogo cuenta nueva por ello aunque toda más vale última hora segundo tema en relación por eso es preciso lo que hay aquí vamos con éxito si decimos si se mira oímos decir por sí mismo en la materia dando empuje sano ejemplo si pensamos no creo al leer uno tal vez tengo fe puede darse con cada cual viene de lejos todo arriba

este argumento repetidas veces hay que pensar mejor que decir mejor que prometer poder llegar palabras dulces el buen sentido usted sabe todo lo más por esto por calidad todo lo posible sin esfuerzo de buen grado a todos interesa una hora hasta el fin para facilitar de aquí que una actitud así que he aquí deje reposar no molestes vuelva a leer fruta fresca no me diga por si fuera toda vela

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TABLA DE VELOCIDADES Y CONTROL DE RESULTADOS Esta Tabla está expresada en palabras por minuto, sobre una lectura que contiene aproximadamente 1.350. El tiempo de minutos y segundos que se haya invertido en la lectura debe confrontarse con el más cercano a la Tabla. Así se tendrá el promedio aproximado de palabras por minuto que marcan el «punto de partida». '' Minutos

N.°de p.p.m.

1.00-1.14 1.15-1.29 1.30-1.44 1.45-1.59 2.00-2.14 2.15-2.29 2.30 - 2.44 2.45-2.59 3.00-3.14 3.15-3.29 3.30 - 3.44 3.45 - 3.59

1.254 1.024 866 750 661 592 535 488 449 416 387 362

Minutos 4.00-4.14 4.15-4.29 4.30-4.44 4.45-4.59 5.00-5.14 5.15-5.29 5.30 - 5.44 5.45 - 5.59 6.00-6.14 6.15-6.29 6.30 - 6.44 6.45 - 6.59

Nº de p.p . m 340 321 303 288 274 261 249 239 229 220 212 204

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LECTURA Nº 8: DESARROLLO DE TÉCNICAS AVANZADAS DE LECTURA PANORÁMICA Y EXPLORACIÓN

Tomado con fines instruccionales de: Buzan, T. (1998). El Libro de la lectura rápida. (pp 134-140). España: Ediciones Urano.

El sistema visual humano puede fotografiar una página entera en una vigésima parte de segundo; así, para un libro de extensión estándar se necesitan entre seis y veinticinco segundos, y menos de una hora para la Enciclopedia Británica. La lectura panorámica y la exploración avanzadas son solamente el primer paso de este increíble viaje.

PRÓLOGO Las técnicas avanzadas de lectura panorámica y exploración permiten combinar las técnicas de metaguía, ya consolidadas, haciendo especial hincapié en el enfoque mental, es decir, en el modo en que el cerebro puede preseleccionar la información. Esta lectura define claramente las diferencias entre una y otra técnica, e Incluye también ejercicios de percepción que ayudan a explicar el concepto de exploración y a mejorar la capacidad de explorar (o escanear).

EXPLORACIÓN La exploración es la actividad que se produce cuando el ojo mira un material con la intención de encontrar una determinada información buscada por el cerebro. Es un proceso más simple que la lectura panorámica, y suele aplicarse cuando se busca una palabra en el diccionario, un nombre o un número de teléfono en la guía telefónica, o una información específica en un libro de texto o en un informe. La aplicación de esta técnica es sencilla siempre que antes conozcamos la disposición básica del material que queremos escanear. Esto nos permite ahorrar el tiempo que tantas veces perdemos buscando el dato en secciones equivocadas. Theodore Roosevelt, presidente de Estados Unidos, fue un renombrado lector rápido, célebre por su capacidad de despachar mucho más material de lectura que sus contemporáneos. Dickens era uno de los autores favoritos de Roosevelt; y sin embargo, el presidente también utilizaba técnicas de exploración cuando leía sus novelas. En una carta

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a su hijo Kermit, escribió: «De Dickens siempre me interesa la idea de que casi toda su obra estaba mezclada con toda clase de asuntos baratos, de segunda clase, digamos... Lo más aconsejable es saltarse las majaderías, las estupideces, las vulgaridades y las falsedades, y beneficiarse del resto». La exploración es una habilidad natural. La practicamos todos los días de nuestra vida cuando viajamos del punto «a» al punto «b», explorando el entorno en busca del camino a seguir, de comida, de personas, de objetos peligrosos o atractivos. Escanear un texto es una técnica que mejora notablemente con la práctica. Los ejercicios de percepción que se encuentran al final de esta lectura le ayudarán en ese aspecto, al igual que la información contenida en la lectura sobre la Técnica de estudio orgánica del Mapa Mental...

LECTURA PANORÁMICA Se trata de una técnica más compleja que la exploración y similar a las técnicas de inspección previa. Puede definirse como el proceso en el cual el ojo abarca ciertas secciones preseleccionadas de material a fin de obtener una visión de conjunto del mismo. El objetivo básico de esta técnica es proporcionar un andamiaje sobre el que colocar «los ladrillos y la argamasa». La Doctora Nila Banton Smith, del Instituto de Lectura de la Universidad de Nueva York, creó una excelente metáfora para esta técnica, que definió como «lectura a vuelo de pájaro», comparando el vuelo de la golondrina en su búsqueda de comida y agua al método empleado por los lectores avanzados que van sobrevolando páginas y páginas recogiendo lo que necesitan. Con el entrenamiento adecuado, un lector puede volverse sumamente apto para ir «picoteando» información mientras va leyendo «a vuelo de pájaro». Éste es el tipo de lectura en el cual algunas personas alcanzan las 1.000 ppm y son capaces de repetir lo esencial del material leído.

RESUMEN 1. La exploración es un proceso en el que se busca una información determinada. 2. La lectura panorámica es un proceso en el que se busca una visión de conjunto. 3. Las dos técnicas son empleadas por la gran mayoría de lectores rápidos. 4. Cada una de estas técnicas puede mejorarse mediante el uso de una técnica avanzada de metaguía.

PLAN DE ACCIÓN RÁPIDO 1. Pase diez minutos escaneando un diccionario en busca de palabras que conozca y que le gusten pero que no sea capaz de definir con exactitud. 2. Practique las técnicas de exploración y de lectura panorámica con todo lo que lea a partir de ahora.

EJERCICIO DE PERCEPCIÓN 48

3. Realice los ejercicios de exploración que se presentan a continuación. Cada página contiene varias líneas de números. El primer número de cada línea se repite en alguna parte de esa misma línea; el ejercicio consiste en localizar el número repetido lo más rápido posible. Comience tomándose el tiempo usted mismo. Y, lápiz en mano, compruebe rápidamente cuál es el número de la línea que corresponde al de la columna de la izquierda. Cuando haya hecho todas las líneas de un bloque, apunte al pie el tiempo empleado. 4. Los ejercicios se vuelven más difíciles a medida que avanzan porque los números tienen más cifras y se parecen más entre sí. Entrenándose de esta manera ampliará el alcance visual del «ojo de la mente», lo cual le ayudará a desarrollar su capacidad de lectura panorámica y de exploración. 5. Puede hacer este ejercicio por «trozos» pequeños o todo de una vez, si lo desea. Es importante que cuando lo haga esté lo más alerta posible, así que asegúrese de que los ojos están descansados y de que usted está realmente motivado.

28 46 64 52 59 63 77 96 67 11 95 34 42 28 18 85 37 25 13 57 78 20 29

93 77 87 85 66 55 64 68 79 96 88 88 24 55 12 55 77 54 68 88 87 88 29

74 88 84 33 33 28 77 44 67 02 95 66 42 84 20 32 24 25 55 57 35 66 52

28 46 60 68 75 70 54 27 44 55 44 35 77 28 77 77 55 57 22 44 26 20 68

57 33 38 86 39 63 28 96 27 11 42 29 55 66 49 36 69 79 90 25 62 24 35

29 86 64 94 59 34 32 62 29 66 66 39 39 89 19 85 21 95 44 77 78 48 29

39 41 28 52 92 22 63 51 88 33 44 47 92 38 46 33 37 24 48 52 44 58 49

77 84 42 44 58 96 55 54 65 72 27 34 44 65 18 59 15 13 13 44 28 33 43 tiempo..

49

675 625 672 911 764 879 753 844 877 822 103 457 238 848 847 336 379 282 444 658

568 874 672 743 543 772 258 766 565 544 202 790 198 765 784 772 673 537 765 690

675 271 875 343 674 544 266 343 235 822 547 235 674 638 737 327 838 282 238 343

875 018 236 554 764 754 372 568 877 654 103 252 368 848 636 874 379 987 444 562

639 625 438 277 246 272 753 844 655 266 654 457 238 636 782 336 737 254 266 676

891 569 735 906 282 239 911 902 665 322 879 647 348 236 236 543 235 568 388 419 813 113 746 322 636 638 426 853 844 847 764 873 892 811 654 272 782 754 658 824 Tiempo........

573 783 331 320 446 355 214 436 222 737 242 568 022 228 647 190 772 927 203 357

257 279 304 194 546 544 232 544 113 674 242 766 211 728 665 190 118 630 023 366

763 873 431 392 555 335 124 335 222 377 413 568 022 773 647 919 772 963 021 564

573 783 331 194 446 355 214 555 322 377 215 676 103 273 662 892 718 627 203 357

528 434 031 320 676 346 332 435 122 674 413 658 111 723 465 982 712 967 221 766

654 863 575 277 765 333 492 340 466 235 555 436 113 239 436 535 213 125 764 737 241 113 578 652 202 122 278 228 447 467 199 820 172 178 370 927 211 202 537 636 Tiempo …..… Tiempo...

50

120 554 013 483 217 528 2435 7877 3457 5683 1895 2215 5463 6782 5673 1873 2002 2680 7555 0865

992 336 121 485 613 726 4427 7876 3457 3247 1949 2242 5463 1986 6582 1837 1003 8767 8665 0865

192 354 103 483 622 276 6579 7868 7820 5622 1895 5623 8727 6722 8727 1873 0012 8687 5379 8766

117 554 022 249 262 528 6755 7877 5433 5683 4527 6783 5673 6782 6739 8727 2002 6547 8677 7555

911 332 013 429 217 753 2346 4568 7690 7622 7633 2212 7890 7629 6258 7628 1774 6438 7555 8776

200 552 105 825 127 258 2435 3426 4564 8733 7683 2215 6533 9653 5268 1827 1021 2680 7677 5442

120 355 212 843 617 573 2344 1988 2346 1957 1673 4125 0014 1935 5673 7828 1030 7444 5435 1645 Tiempo ........

8643 8532 8641 7302 3469 2458 7532 1876 8744 8756 8737 3469 1752 1978 8755 7654 1975 7865 8644

3569 6689 8651 1852 8533 7642 8642 1734 7533 8756 8762 7644 1751 1192 6755 7654 1975 7879 8649

8765 4489 6752 7411 4682 8644 3569 0568 7634 8876 8737 8876 1752 1978 8755 3368 1965 1756 8764

4589 8532 5572 7633 8752 4677 7644 8754 5689 5690 7755 3469 1742 7920 8548 3568 9148 7847 3487

8643 0166 7645 7302 3469 2458 1036 1876 8744 9756 7448 8754 8727 9772 8458 3568 7492 7865 8348

7544 1088 1754 0176 7632 8764 7532 8642 8754 4582 3569 1766 8764 8762 8745 5764 1948 4688 8644

3469 4672 8641 3467 8643 2476 8634 7433 3468 9752 7352 8442 8742 7792 8756 5369 1750 8747 3478 Tiempo……

51

8455 1176 8644 6433 8754 5242 7646 8412 8747 2676 7171 8742 4785 7633 3452 7634 8736

8456 1185 8638 2347 5785 8362 7655 8115 8765 2575 7702 7842 4789 7633 3435 7664 7854

8677 1766 8644 6434 8754 5413 7646 8412 4678 2676 7111 1875 4785 7624 3452 7337 6538

8455 1752 8642 6543 8763 7652 4766 1842 6489 2746 7172 8742 8748 2377 3542 7764 8736

4588 1158 4387 6433 4754 5242 5477 8712 7655 7453 7102 7815 8755 6738 1436 6734 8754

4585 1176 4369 3426 8736 8655 4578 4562 6875 4528 7171 1479 4785 2374 1544 7634 3579

8766 7642 8766 5433 3569 5243 5648 4812 8747 4453 0702 1785 4789 3729 5135 7637 9358

Tiempo

..............

AVANCE Las técnicas de lectura panorámica y de exploración que acaba usted de aprender son ideales para que el cerebro en lo que los atletas olímpicos describen como una «zona». Prepárese para multiplicar en la próxima lectura sus capacidades ya adquiridas, utilizando el método de entrenamiento con metrónomo.

52

LECTURA Nº 9: AMPLÍE SU VOCABULARIO Tomado con fines instruccionales de: Buzan T. (1998). El libro de la lectura rápida. Capítulos 16, 17 y 18. (pp 183-209). España: Ediciones Urano.

Amplíe su vocabulario Los prefijos Mejorar el vocabulario ha sido, desde siempre, uno de los factores más importantes para elevar el nivel de la inteligencia humana.

PRÓLOGO Tras abordar los mecanismos del sistema ojo/cerebro, la teoría relativa a los movimientos de los ojos y las principales áreas problemáticas de la lectura, pasaremos a explicar lo referido al vocabulario. Se presentarán tres clases de vocabulario, con una lista de 65 prefijos que nos darán acceso a los significados de miles de palabras.

LA IMPORTANCIA DEL VOCABULARIO La amplitud de nuestro vocabulario es una indicación de la cantidad de material que hemos sido capaces de asimilar y leer. Las escuelas primarias y secundarias, así como las universidades, incluyen, en consecuencia, el vocabulario general como uno de los principales criterios para evaluar la aptitud de los alumnos que solicitan el ingreso en sus aulas, y el éxito o el fracaso de los estudiantes depende no pocas veces de su capacidad para comprender las palabras y emplearlas correctamente. Naturalmente, la importancia del vocabulario va mucho más allá del ámbito académico: el hombre de negocios que domina una variedad mayor de palabras disfruta de una ventaja inmediata respecto a sus iguales, y la persona que, en situaciones sociales, puede tanto entender sin esfuerzo como comentar de manera creativa, también lleva ventaja respecto de los demás.

LAS TRES CLASES DE VOCABULARIO No existe un solo vocabulario. De hecho, por lo general tenemos, como mínimo, tres. En primer lugar, el vocabulario que usamos en la conversación, y que en muchos

53

casos no excede de las mil palabras (se calcula que el vocabulario de la lengua española sobrepasa con creces el millón de palabras). Nuestro segundo vocabulario es el que usamos al escribir. Tiende a ser mayor que el anterior, porque se dedica más tiempo a la construcción y al contenido de las frases, y porque la presión sobre el escritor es menor que sobre el hablante. El más extenso de los tres es nuestro vocabulario pasivo (o de reconocimiento), formado por las palabras que comprendemos y sopesamos cuando las oímos en una conversación o las leemos, pero que no solemos usar ni al escribir ni al hablar. En condiciones ideales, por supuesto, nuestro vocabulario escrito y hablado debería ser idéntico a nuestro vocabulario pasivo, pero esto es muy raro en la práctica. Sin embargo, es posible ampliar de manera espectacular los tres vocabularios.

EL PODER DE LOS PREFIJOS La finalidad de esta lectura es presentar más de 60 prefijos (letras, sílabas o palabras situadas al inicio de una palabra y que tienen un sentido). Muchos de ellos señalan relaciones de posición, oposición o movimiento. Sólo para hacernos una idea del poder de estas unidades básicas del vocabulario, la doctora Minninger, de la Universidad de Minnesota, ha calculado que sólo 14 de ellos ofrecen la clave de 14.000 palabras inglesas. La doctora Minninger confirma, además, que a la edad de 25 años la capacidad del vocabulario medio de una persona ya está casi saturada, completa al 95%, con sólo un 5% reservado para las adquisiciones que se produzcan en los posibles 75 años de vida restantes. A continuación presentamos 14 prefijos y raíces que aparecen en más de 14.000 palabras de un diccionario estándar y que se encontraron en aproximadamente 100.000 palabras de un diccionario en versión íntegra. Se han extraído especialmente de listas más largas para la redacción de esta lectura. Sin embargo, al leer este apartado y los siguientes, esté atento a su aparición, y no deje de absorber todas las demás palabras.

Catorce palabras con prefijos clave Palabras

Prefijos

Significado usual

Radicales

Significado usual

1 precepto

pre-

antes

capere

caber

2 detener

de-

fuera

tenere

tener cogido, haber

3 intermitente

inter-

entre

mittere

enviar

4 ofrecer

ob-

contra

ferré

llevar

5 insistir

in-

dentro

stare

estar de pie

6 monografía

mono-

uno

graphein

escribir

7 epílogo

epi-

sobre, en

logos

discurso

54

8 aspecto 9 indemne 10 extender 11 reproducción

12 indispuesto 13 autodidacta 14 misántropo

adinex re-, proindisautomis-

a, hacia sin, no (sacar) fuera repetición; ante, delante no; separación mismo odiar

specere damnum tendere ducere

ver, mirar daño tender, estirar conducir

poneré

poner

didaktikós anthropos

enseñar hombre

Sesenta y cinco prefijos Estudie la lista siguiente con atención, pues le abre la puerta a miles de palabras que quizá no le sean familiares. Para memorizar la lista a la perfección, así como las correspondientes a las otras lecturas, remítase a Cómo utilizar su memoria, de Tony Buzan. G: griego; L: latín Prefijo

Significado

Ejemplo

a-, an- (G)

sin, no

anaerobio

ab-(L)

separación

abducción

ad-, ac- (L)

a, hacia, junto a

adviento, adyacente

aero- (G)

aire

aeronáutica

amb-, ambi.- (L)

alrededor, ambos

ambiguo

anfi- (G)

alrededor, ambos

anfiteatro

ante- (L)

precedencia

antecámara

anti- (G)

contra

antídoto

apo- (G)

fuera de

apostas ía

archi-, arqui- (G)

superior

archiduque

auto- (G)

mismo

automático

bene- (L)

bien

benefactor

bi- (G)

dos

bienal

cata- (G)

abajo, hacia abajo

catarata

centi-, cente- (L)

cien

centígrado, centenario

Circun- (L)

alrededor

co-, com-, con- (L)

compañía, cooperación,

Contra- (L)

circunferencia

participación

colega, condominio

ídem

contrabando

55

deca-, deci- (G)

diez

década, decímetro

demo- (G)

pueblo

demografía

des-

inversión, carencia,

deshacer,

negación

desconfianza

separación,

diámetro, diacrítico

dia- (G)

interposición dis- (L)

opuesto a; separación

discontinuo, distraer

dis- (G)

mal, trastorno

díscolo, disfagia

ec-, ect- (G)

exterior, fuera de sitio

ectoplasma

en-, in-

inclusión, encierro,

encarnar, encéfalo,

introducción

inocular

equi- (L)

Igual

equidistante

Epi- (G)

sobre, en

epipétalo, epidermis

ex(L)

(sacar/poner) fuera

extraer

extra-(L)

fuera, más allá

extramuros

hemi- (G)

Medio

hemisferio

hepta- (G)

Siete

heptágono, Heptateuco

hexa-(G)

Seis

hexágono, Hexamerón

hiper- (G)

Exceso

hipersensibilidad

homo- (G)

Igual

homónimo

i-, in-, im-

falta, negación

ilegalidad, impune

inter- (L)

Entre

intercalar

intra-, intro-, (L)

dentro, interior

intramuros, introito

iso- (G)

Igual

isóbara

meta- (G)

después, más allá

metafísica, metáfora

mono- (G)

Uno

monomanía

multi- (L)

Mucho

multinacional

ob-, oc-, of-, op- (L)

Oposición

obstáculo, obstruir

oct- (G)

Ocho

octante

56

para-, para- (G)

ajeno, exterior;

paráfrasis, paralelo

Próximo penta- (G)

Cinco

pentágono, pentateuco

peri- (G)

alrededor de, cerca de

pericardio, perímetro

poli- (G)

Mucho

polivalente

pos-, post- (L)

Después

posguerra

pre- (L)

Anterioridad

preámbulo

Preter

más allá

preternatural

pro, (L)

sustitución, progreso,

proforma,

ante o delante

proclamar

Quadri- (L)

Cuatro

cuadrienio, cuadriga

re- (L)

repetición; retroceso

reabsorción; reflujo

retro- (L)

hacia atrás

retroactivo

semi- (L)

Medio

semicorchea

sin-, sim-(G)

unión, uniformidad

sinergia, simbiosis

sub- (L)

Inferioridad; también:

sublingual; súbdito;

posterioridad

subsecuente

tele- (G)

Lejos

teledirigido

tetra- (G)

Cuatro

tetralogía

trans-, tras- (L)

a través de

transtibetano, trastocar

tri- (L)

Tres

tripartito

ultra- (L)

más allá,

ultratumba

al otro lado de Uni-(L)

Uno

unicelular

vice-(L)

en lugar de

vicerrector, vicediós

57

RESUMEN 1. El vocabulario convencional medio es de unas 1.000 palabras; el número de palabras de la lengua española supera ampliamente el millón. 2. De los tres vocabularios (conversacional, escrito y pasivo), el tercero es el más extenso. 3. Basta aprender los prefijos para ampliar el vocabulario a pasos agigantados

EJERCICIOS DE AMPLIACIÓN DE VOCABULARIO Los siguientes ejercicios no son tests de vocabulario en sentido estricto. En muchos casos, las definiciones se ha «estirado» un poco a fin de incluir una palabra clave que lleva un prefijo adecuado. Al comenzar cada ejercicio encontrará una lista de quince palabras de entre las cuales puede escoger la respuesta correcta a cada una de las quince preguntas que siguen. Al hacer el ejercicio, desglose las palabras que seleccione en las partes que la componen, intentando deducir su significado a partir de dicha estructura. Puede resultarle útil tener un diccionario a mano. Una vez rellenados los quince espacios en blanco con la letra de la palabra que considere correcta en cada caso.

Vocabulario 1 (a) a. políglota b. anfibios c. desencanto d. centimano e. bípedo f. confluencia g. iletrado h. anticiclón i. retroactivo j. contravenir k. terciario I. archienemigo m. Paramilitar n. triunvirato o. impregnación 1. El adversario más temible y peligroso merece el nombre de: ...................................... 2. Un ........................... es un animal de dos patas. 3. Los campesinos fueron masacrados por un grupo ........................................ 4. Se llama ...................................al punto en que se unen dos o más ríos, por ejemplo. 5. Un grupo de tres hombres reunidos para gobernar se denomina .............................. 6. …………………….es sinónimo de analfabeto. 7. …………………….es la penetración de un líquido en un cuerpo poroso. 8. Monstruos mitológicos hay muchos: el cíclope, gigante de un solo ojo………..monstruo de cien manos. 9. ………………..significa tercero en orden o grado. 10. Lo opuesto de la fascinación es el……………………..

58

11. …………………………………es actuar en contra de lo dispuesto por la ley. 12. Los seres capaces de vivir dentro y fuera del agua se denominan……………… 13. Un decreto que tiene aplicación sobre cosas pasadas es un decreto……………….. 14. …………………………es la persona que habla varias lenguas. 15. El área meteorológica donde reina buen tiempo se denomina………………………

Vocabulario 1 (b) a. intravenosa b. autobiógrafo c. abdicar d. decálogo e. ateo f. socavar g. superciliar h. isoterma i. monomaniaco j. octógono k. catacumba I. ofuscar m. Periscopio n. prominente o. hemiedria 1. Un hombre que no cree en Dios es……………. 2. Lo llamaban…………………

porque tenía una fijación con un solo objeto.

3. Los Diez Mandamientos se conocen también por el nombre de…………… 4. De lo que sobresale o sobresale más de lo corriente se dice que es………………… 5. El polígono de ocho lados se denomina……………………. 6. ……………………significa cavar una cueva o galería subterránea. 7. Una………………………… es una galería subterránea en que los primitivos cristianos enterraban a sus muertos 8. Renunciar a una alta dignidad o empleo, especialmente a la dignidad de soberano, es………………….…. 9. La inyección que se pone dentro de una vena se denomina…………………….. 10. ………………es impedir la visión a causa del exceso de luz o de brillo de una cosa. 11. El reborde del hueso frontal en la región de la ceja se denomina 12. ……………….es la propiedad de los cristales cuya simetría es la mitad de la de su red cristalina. 13. Un………………..es un tubo provisto de lentes que los submarinos hacen emerger a la superficie. 14. En un mapa, la línea que une los puntos que tienen igual temperatura media se denomina…………………………….. 15. Un……………………

es una persona que escribe la historia de su propia vida.

Vocabulario 1 (c) 59

a. metafísica b. regurgitar c. antepasado d. extravertido e. simbiosis f. Primordial g. circunspecto h. diafragma i. subyugar j. predeterminar k. tetraedro I. pentateuco m. beneficencia n. telémetro o. pericardio 1. Una membrana que separa dos cavidades se denomina……………. 2. De lo sutil o difícil de comprender se dice que es……………………… 3. El tejido membranoso que envuelve el corazón es el…………………….. 4. ………………….es volverá echar por la boca los alimentos ya ingeridos. 5. Un cuerpo geométrico limitado por cuatro caras triangulares de denomina………… 6. Un sinónimo de ancestro es……………………. 7. ……………….es cualquier instrumento que sirve para medir distancias por métodos visuales. 8. Si usted es una persona cuyo interés se dirige predominantemente al mundo exterior es un………………………. 9. El conjunto de los cinco primeros denomina…………………………….

libros

del

Antiguo

Testamento

se

10. Una organización pública para la protección y auxilio de los desvalidos es una obra de……………………………. 11. El hombre que en presencia de otros tiene una actitud muy reservada y digna es……………………………………………….. 12. Determinar por anticipado una cosa es…………………….. 13. Lo necesario como base para otra cosa es……………………….. 14. ………………………………es someter por las armas a un país. 15. La asociación íntima de organismos de diferente especie se denomina…………….

Ejercicio para detectives Con los nuevos prefijos que ahora conoces, vuelva a leer un fragmento cualquiera de un libro cualquiera de lectura rápida y subraya todos los prefijos que encuentres. Descubrirá que aparece por lo menos uno cada cien palabras. Repita el mismo ejercicio al final, añadiendo los sufijos y, por último, los radicales o raíces.

AVANCE Tras «coronar» miles de palabras con prefijos, pasaremos ahora a «ponerles la cola» de los sufijos. Esté atento a la aparición de los catorce prefijos clave.

Amplíe su vocabulario 60

Los sufijos El uso de estructuras de vocabulario cada vez más complejas y elaboradas, y de las unidades (de vocabulario) que componen dichas estructuras, es una de las características propias del desarrollo evolutivo. El cultivo y el entrenamiento de nuestra capacidad en este ámbito es un derecho natural, además de nuestra responsabilidad y una oportunidad preciosa que, si se aprovecha, otorga beneficios incalculables. Reivindique ese derecho. Acéptelo. Ejérzalo.

PRÓLOGO Anteriormente, conocimos una importante lista de prefijos, que luego aparecieron en algunos ejercicios. Ahora, el manejo fácil de este bloque de construcción de vocabulario, especialmente si hemos usado la información obtenida del libro de la lectura rápida, ya habrá mejorado considerablemente y estaremos listos para dar el próximo paso en el campo de la ampliación del vocabulario: los sufijos (letras, sílabas o palabras pospuestas a las palabras y que modifican su sentido). Al igual que en la sección dedicada a los prefijos, observará que la mayor parte de los sufijos proceden del latín y del griego.

EL PODER DE LOS SUFIJOS Esta lectura presenta una lista de 43 sufijos, en su gran mayoría derivados del latín, muchos de ellos relativos a características o cualidades, y otros cuya función es transformar una parte del discurso en otra (por ejemplo, adjetivo en adverbios).

Cuarenta y tres sufijos intratable, comestible

able, -ible

Posibilidad de realizar en el objeto de que se trata la acción expresada por el verbo de la raíz, o merecimiento de ella

-achuelo

Sufijo despectivo «acho» más riachuelo el diminutivo «uelo».

-ada

Sufijo de nombres de acción, de nombres con la idea de conjunto, abundancia o contenido, de comida o bebida, de período

llamada, panzada, temporada

-ado, -ada

Sufijo de los participios y participios adjetivos de la primera conjugación; añadido

robado, domado,

camada, fritada,

barbado, dorado,

61

a nombres forma adjetivos derivados que expresan presencia o ausencia, adjetivos de aspecto, nombres de conjunto, de situación, cargo, empleo

alumbrado, papado

-aje

Sufijo que forma nombres derivados de otros nombres o de verbos

Aprendizaje, correaje, hospedaje, viaje,

-al, -ial

Sufijo muy corriente: de lugar, de conjunto, de abundancia, etc.

instrumental, dineral

-Ancia

Sufijo que forma nombres vigilancia, abstractos de acción y efecto. tolerancia.

(-encia)

ganancia,

Sufijo que forma adjetivos derivados de cualquier clase de palabra

Cercano, sevillano, cirujano, darviniano

-ando

Sufijo de nombres cultos, procedentes de gerundios latinos

doctorando

-ante

Terminación común a -ante, -ente, -iente, sufijo de los participios de presente o adjetivos- nombres de actor; también de otros adjetivos y de nombres de empleo

andante, irreverente, comediante, almirante, suplente

-ario, -a

Sufijo de adjetivos derivados de nombres; forma también nombres derivados de otros

arbitrario, feudatario

-avo

Sufijo de los numerales partitivos

octavo, doceavo

-ción

Parte invariable del sufijo ación, -ición que forma nombres de acción derivados de verbos; también: nombres de función o cargo.

exoneración, inspección

-dad(-edad,

Nombres abstractos de cualidad, derivados de

asquerosidad, crueldad

-ano, -a (-iano, -a)

Idad,- tad)

campanario

62

adjetivos. Parte invariable de -ador, edor, -idor, que forma nombres de agente y de utensilio, o adjetivos de agente

colador, hablador

-era

Sufijo de nombres del lugar en que existe, se produce o se almacena la cosa expresada por el nombre primitivo.

cantera, calera, vinagrera

-ero, -a (-er)

Sufijo equivalente a -ario en un registro menos culto; forma nombres de oficio y otros también referidos a personas; nombres de utensilio; de lugar; de plantas o árboles derivados del nombre de sus frutos. Añadido a una raíz verbal forma adjetivos.

verdulero, mercader, forastero, tapadera, hormiguero, tomatera,

-dor, -a (-tor, -a)

secadora,

llevadero

-ez, -eza

sufijo equivalente a -icia en extrañeza, lucidez un registro menos culto; forma nombres abstractos de cualidad; muy frecuente en la substantivación de adjetivos terminados en –ido (idez)

-ezno, -a

Diminutivo, en especial de osezno animal joven.

-ia, ía (-cia)

Sufijo que forma nombres conserjería, abstractos derivados de normandía, nombres y adjetivos, con habladuría, abogacía, distintos valores. alegría

-iaco (-íaco)

Sufijo que forma adjetivos cardíaco, policiaco cultos derivados de nombres

-ico, -a

Sufijo de nombres y adjetivos potásico, fonética cultos; muy frecuente en palabras científicas y en la

63

formación de diminutivos, -ido, -a

Sufijo que forma adjetivos válido, cultos, nombres derivados de aterido verbos y adjetivos derivados de nombres

-il

«Propio de» o «con aspecto juvenil, febril de>>.

-ion

Sufijo de nombres de acción,

-ismo

Expresa cualidad, adhesión o altruismo, socialismo, doctrina, partido, actitud. optimismo

-itis



-ito, -a

Sufijo más frecuente en la corderito formación de diminutivos.

-iva-

Sufijo que forma nombres de inventiva aptitud

ivo, -a

estallido,

sumisión

amigdalitis

(-ativo, -itivo)

Sufijo empleado en la creativo, incisivo formación de adjetivos derivados de verbos.

-iz, -iza

Sufijo de agente.

-logia

sufijo de nombres de ciencia filología o de tratado

-menta

Conjunto o clase de cosas comamenta, designadas por la raíz herramienta

(-mienta)

aprendiz

-mente

Sufijo empleado en la gráficamente formación de adverbios de modo.

Metro,

Del griego metron, medida.

geometría, perímetro

-metría -miento (-Imiento,

Nombres de estado, acción o envenenamiento efecto.

-mentó) -oide -oides

-oideo,Del forma.

griego

eidos, androide, tiroides

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-or, -a

Con el mismo valor que -dor, tractor, esplendor, forma nombres de actor o temblor instrumento; también nombres abstractos de cualidad y nombres de acción o efecto.

-osis

Sufijo con que se forman cirrosis nombres de enfermedades crónicas

-oso, -a

Sufijo de adjetivos derivado de nombres o de verbos; expresa: presencia, semejanza, cualidad

cariñoso, doloroso

esponjoso,

-ote

Aumentativo despectivo; en brutote, islote ocasiones afectuoso. Otras veces es diminutivo

-Tud (-itud)

Sufijo de nombres de plenitud, senectud cualidad, actitud o estado

Ejercicios de ampliación del vocabulario Vocabulario 2 (a) a. incansable b. trigonometría c. desmovilizar d. epididimitis e. practicante f. ignominia g. supremacía h. plenitud i. lobezno j. retentiva k. camarote l. neurosis m. osamenta n. androide 1. …………..es el estado de la persona que ha perdido el derecho a la estimación o el respeto de las otras. 2. …………es el nombre con el que se designa el dormitorio de los barcos. 3. Un cachorro de lobo o un lobo pequeño es un…………………… 4. El……………. ello, hacer curas.

es, en sentido estricto, aquel que, con un título que le faculta para realiza operaciones de cirugía menor, como poner inyecciones o

5. ……………suele emplearse como sinónimo de apogeo. 6. La desagradable enfermedad caracterizada por la irritación y la inflamación de un testículo se denomina………………….. 7. ………….es el conjunto de huesos que componen el esqueleto de un animal.

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8. El nombre genérico aplicado a un grupo de trastornos del sistema nervioso es……………. 9. Del que es capaz de trabajar catorce horas por día sin parar bien puede decirse que es…………… 10. ………………………..es la facultad de retener cosas en la mente. 11. La parte de la matemática que se ocupa de la resolución de triángulos mediante el 12. Cálculo es la…………………… 13. …………………designa la superioridad de grado, jerarquía o autoridad. 14. En el ámbito militar,………………… sentido de licenciar a las tropas.

es el verbo que se suele utilizar con el

15. Un autómata con figura de hombre es un………………….

Vocabulario 2 (b) a. espeleología b. andurrial c. irritante d. conmemoración e. estreñimiento f. belicoso g. ideario h. estupor i. doctorando j. iliquidez k. viril I. plácido m. osmosis n. nefrítico o. sumiller 1. Al jefe de algunas dependencias de palacio se le llama………………… 2. ……………………es sinónimo de asombro o pasmo. 3. La disciplina cuyo objeto es el estudio y exploración de las cuevas se denomina………………………………… 4. Un………………….es un lugar perdido al que es difícil llegar. 5. ………………..es el fenómeno consistente en el paso recíproco de dos líquidos de distinta densidad a través de una membrana porosa interpuesta entre ellos. 6. El cólico es una inflamación de los riñones. 7. La evacuación difícil del contenido intestinal se denomina………………………… 8. ………………………es la celebración de una fiesta en recuerdo de un suceso ocurrido en la misma fecha en un año anterior. 9. La falta o escasez de dinero en efectivo se denomina…………………. 10. ……………….es el individuo inclinado a buscar discusiones o riñas. 11. El conjunto de pensamientos de una escuela, una colectividad, un pensador, es un……………….. 12. De un hombre que demuestra energía, valor y entereza se dice que es…………….. 13. La persona que se examina para obtener el grado de doctor, o que estudia para ello, es un……………………

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14. Una persona no propensa a irritarse ni enfadarse tiene un carácter……………… 15. Una sustancia que produce enrojecimiento y ardor de la piel es……………..

Vocabulario 2 (c) a. mundano b. narcisísticamente c. proeza d. insaciable e. Intensificar f. retórico g. deidad h. psicología i. fisiología j. omnisciente k. intrepidez l. anulación m. antropoide n. metabólico o. indolente 1. De la persona que no tiene actividad, o que trabaja lo menos posible, se dice que es……… 2. Un………………es alguien versado en los principios y reglas del arte de hablar o de escribir literariamente. 3. Una acción heroica, o que excede la capacidad del común, es una……………. 4. ……………..es el adjetivo aplicado a los cambios o fenómenos físico-químicos y biológicos que se registran en la materia viva. 5. ……………………es una criatura con algunos caracteres humanos. 6. La ciencia que estudia el funcionamiento de los seres orgánicos es la………….. 7. …………………….es sinónimo de atrevimiento y valentía. 8. Un hombre………………..es aquel que frecuenta las fiestas de la gente elegante y hace mucha vida social. 9. Quien sabe mucho o sabe de todo es………………. 10. El acto por el cual se deja sin validez un compromiso o contrato se denomina…… 11. Comportarse…………… equivale a parecerse al Dios griego que se enamoró de su imagen al verla reflejada en las aguas de un lago. 12. ………………………..el comercio significa hacerlo más activo. 13. Cuando atribuimos cualidades divinas a alguien lo convertimos en una……………. 14. De alguien con un apetito imposible de satisfacer se dice que es……………… 15. La ciencia que estudia la mente humana y sus funciones se llama………………..

Sufijos Ejercicio de ampliación Una vez realizados los ejercicios, hojee un buen diccionario estudiando las distintas maneras en que se emplean los sufijos. Registre los ejemplos que encuentre útiles e interesantes.

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AVANCE En la lectura siguiente estudiaremos los elementos denominados raíces, o radicales, que, procedentes del griego o del latín, se encuentran hoy en muchas lenguas modernas

Amplíe su vocabulario Las raíces La pluma es más poderosa que la espada sólo si el cerebro que la guía sabe empuñar la palabra

PRÓLOGO Esta lectura es la última dedicada al vocabulario, se ocupa de las raíces (llamadas también radicales, las partes de las palabras que contienen la idea básica expresada por ellas), griegas o latinas, y sugiere también cinco pasos para continuar ampliando el vocabulario.

CINCO PASOS PARA CONTINUAR AMPLIANDO EL VOCABULARIO Puesto que esta es la última lectura dedicada a las palabras y sus significados, quisiera darle aquí algunos consejos para que puedas seguir ampliando y mejorando su vocabulario. Primero: Realice el ejercicio descrito en la lectura anterior. Recuerde: hojee un buen diccionario estudiando las distintas maneras como se emplean los prefijos, sufijos y raíces que ha aprendido. Apunte los ejemplos interesantes y las palabras útiles. Segundo: Esfuérzate de manera constante y consciente para añadir al menos una palabra por día a tu vocabulario. Las palabras nuevas sólo se retienen si se repiten varias veces; así, una vez seleccionadas, úselas con frecuencia y propiedad. Tercero: Esté atento a la aparición de palabras nuevas en las conversaciones. Si no quiere pedirle al hablante que la defina, haga una rápida nota mental o apúntela para buscarla más tarde. Cuarto: Manténgase alerta; las palabras desconocidas pueden aparecer en cualquier material de lectura. No las apunte mientras lee; haga una marca con un lápiz y búsquelas más tarde en el diccionario. Quinto: Si le apetece, vaya a su librería habitual o a la biblioteca y pida un libro sobre ampliación del vocabulario. Hay muchos, y la mayoría de ellos son muy útiles.

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Raíces Raíz

Significado

Ejemplo

Aero-)

Raíz del latín y griego «aer», usada en derivados cultos

aereación aeródromo

am- (de

Amar

amación, amatorio

Año

anual, aniversario

Oír

auditorio, audiencia

bio-

Del gr. «bíos», vida

anfibios, simbiosis

cap-

Del lat. «Cápere»,

captar

aer (aeri-,

Amare) an- (de Agnus) aud- (de Audire)

Coger Del lat. «Caput»,

capital, decapitar

Cabeza cor- (cardi-, cord-)

Del lat. «cor, cordis», corazón

cordial, cardiaco

corp-

Del lat. «corpus»,

corporal, corpino

Cuerpo croni-,

Del gr. «khronos», tiempo

crono-

anacrónico, cronología

de-

Del lat. «deus», dios

dea, deidad

dic-, dict-

decir, hablar

dictado, dictamen

duc, (de

Conducir

dúctil, traducir

ducere)

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ego-

Yo

egotismo, ególatra

ecu-, equi-

Del lat. «equus», caballo

ecuestre

equi-

Del lat. «aequus», igual,

equidistante, equidad

Justo fac- (de

Hacer

factible, factura

Del lat. «focus»,

focal

faceré) fo-, foc-

Fuego foto

Del gr. «phos, photós»,

fototerapia

Luz frater-, fratr

Del lat. «frater»,

fraterno, fratricida

Hermano geo-

De la raíz griega «ge»,

geodesia, geopolítica

Tierra graf-

Del gr. «grapho», escribir,

grafito, grafología

Dibujar loc- (loco-,

Del lat. «locus»,

locomoción, dislocar

log-)

Lugar

loc-

Del lat. «loqui», hablar

elocuencia

luc-

Del lat. «lux, lucis»,

luciérnaga

Luz Man-(de

Mano

manipular

manus)

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mis-

Del gr. «miseo»,

misoginia

odiar mit, mis (de

enviar, lanzar

Permitir, transmisor

Del lat. «mori»

inmortal

mittere) mort-

en «mors, mortis>>, muerte omni-

Del lat. «omnis»,

omnívoro

todo pat-

Del lat. «Pati»,

patología

padecer patro-, patri-

Del lat. «pater», padre

patriarcado

Del gr. «Paidós»,

pedagogía

(parr-) ped-

niño ped-

Del lat. «pes, pedis>>,

pedicuro

pie pod-

Del gr. «pus, podós»,

podio

pie Neum-,

Del gr. «pneuma»,

Neumat-,

respiración, soplo

neumología

pneumpon-, pos,

Del lat. «poneré»,

pues-

poner

quis- (cues-)

Del lat. «quaerere>>,

Repuesto, depósito Encuesta, requisito

buscar, pedir scrib- (scrip)

Del lat. «scribere>>,

inscripción

escribir sent- (sens-)

Del lat. «sentiré»,

insensible

sentir sof

Del gr. «sophós»,

teosofía

sabio spect-

Del lat. «spectare»,

retrospectiva

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mirar spir-

Del lat. «spirare»,

Inspiración, conspirar

respirar ten-, tin-

Tener cogido

Continente

tend-, tens-,

Del lat. «tendere»,

Contienda, tensión

tiend-

tender, extender

Term-

Del gr.

atermia

Ven-, vent-

Venir, llegar

Adventicio, avenida

Vert-,vers

Girar , invertir

Introversión, advertir

Vid-,vis

Del lat.,ver y su participio

Supervisor, providencia

Vocabulario 3 (a) a. expirar b. traslúcido c. audición d. sofistas e. anualidad f. fotofobia g. requerimiento h. amatoria i. termal j. dislocar k. grafología I. impotente m. telepatía n. soliloquio o. homólogos 1. La poesía erótica, denomina…………

relacionada

2. En la Grecia de Sócrates peyorativamente…………….

con a

el

amor

algunos

entre

filósofos

personas,

se

los

se

llamaba

3. …………………….es el objeto que permite el paso de la luz a su través. 4. El adjetivo………………… cierta cosa.

se aplica a la persona falta de fuerza o poder para

5. ………………..es la renta que se paga cada año. 6. Cuando un actor dice algo figurando que lo piensa o lo dice para sí mismo, su parlamento se denomina………….. 7. La palabra………………, que hoy suele significar fallecer, deriva de la idea de expulsar el aire de los pulmones. 8. ……………….es sinónimo de forzar, violentar, sacar de quicio. 9. La transmisión directa denomina…………………

del

pensamiento

de

una

persona

a

otra

se

10. De los cuerpos que tienen funciones iguales y estructuras semejantes se dice que son…………….. 11. …………….es la acción por la cual una autoridad pide a alguien que haga cierta cosa.

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12. Se llama………………..aun establecimiento de baños de agua mineral caliente. 13. Un concierto, recital o lectura en público es una…………….. 14. ………………..es el estudio del carácter de las personas por los rasgos de su escritura. 15. El que sufre de aversión a la luz padece……………..

Vocabulario 3 (b) a. tendencioso b. artefacto c. convenir d. decapitación e. corpóreo f. neumatometría g. equinoccio h. cautivar i. abductor j. egocéntrico k. geomorfología I. omnisciente m. interdicción n. equitación o. parricida 1. La………. era una de las maneras más frecuentes de matar a los primeros cristianos. 2. Un argumento no imparcial, que desfigura la verdad para favorecer ciertas ideas o doctrinas, es………… 3. La……………

es el estudio de los rasgos físicos de la corteza terrestre.

4. ……….significa embelesar, atraer de una manera irresistible la atención de alguien. 5. El que se considera a sí mismo el centro del universo es un……………….. 6. …………….es un término generalmente reservado a Dios; al pedante que habla de cualquier asunto convencido de que sabe más que nadie se le llama, en cambio, «sabelotodo». 7. El arte o deporte de montar a caballo se denomina…………… 8. La…………….. es una sentencia que se interpone entre una persona y lo que intenta realizar, una prohibición. 9. La acción de matar una persona a su padre, a su madre, a su cónyuge o a un hijo suyo se denomina………………….. 10. Un………………. es un dispositivo o conjunto de piezas, más bien grande y tosco, que se ha montado para un fin determinado. 11. Se llama…………………… a cada una de las dos ocasiones del año en que el sol cruza el ecuador celeste y el día y la noche tienen la misma duración. 12. La medición del aire aspirado e inspirado se denomina………….. 13. …………significa establecer o pactar algo con otra u otras personas. 14. ………………es sinónimo de material. 15. El músculo que sirve para apartar un miembro del eje del cuerpo es un…………….

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Vocabulario 3 (c) a. cronómetro b. imposición c. dúctil d. dilucidar e. Insensato f. desolada g. mortandad h. vértigo i. manumitir j. fraternizar k. patógeno I. aerógrafo m. biónica n. aerodinámica o. tenaz 1. De aquel que carece de sentido común o es dado a actitudes extremas decimos que es un……………. 2. El adjetivo………………se aplica a lo que es causa o germen de enfermedad. 3. ……………….significa aclarar o explicar una cosa, arrojar luz sobre ella. 4. Un………………es una pistola pulverizadora de pintura. 5. Un reloj de especial exactitud empleado en operaciones delicadas es un………….. 6. Llamamos………………a una persona que no desiste fácilmente. 7. ……………es liberar aun esclavo o librar a alguien de cualquier servidumbre. 8. La parte de la mecánica que estudia el movimiento de los gases es la…………. 9. ………………..es la ciencia en que confluyen la cibernética y la biología. 10. Entablar o sostener entre sí una relación afectuosa personas que no son hermanos…………………. 11. ………………….es sinónimo de gran número de muertes; las ocasionadas, por ejemplo, en una batalla. 12. Lo que se aplica como carga o tributo es una……………… 13. ………………..significa fácil de educar, de conducir o de convencer. 14. Está………………..una persona muy afligida o apenada. 15. La sensación de pérdida del equilibrio, o bien de que gira el sujeto o las cosas que le rodean, se denomina…………………..

RESUMEN En esta sección nos hemos concentrado en definir los bloques de construcción básicos del intelecto, aprendiendo a diseñar mapas mentales y cómo usar el conocimiento de la estructura de los párrafos junto con las técnicas de visión previa para mejorar aún más la velocidad de lectura y la comprensión. Los ejercicios dedicados a la ampliación del vocabulario garantizan la mejora del intelecto en términos globales, así como un aumento considerable de la comprensión. La velocidad de lectura también se incrementará porque la mejora de la comprensión, la capacidad reforzada de detectar palabras y conceptos claves y un vocabulario cada vez más rico eliminará la necesidad de los saltos hacia atrás y las regresiones .

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AVANCE Ahora tiene usted en sus manos todo el conocimiento básico sobre sus ojos, su cerebro y sobre las principales técnicas de lectura. Por lo tanto, está preparado para adquirir técnicas avanzadas que le permitirán estudiar con mayor eficacia, controlar mejor las pilas de revistas, periódicos y memorandos, manejar información electrónica, apreciar más plenamente la literatura (tanto novelas como poesía), ampliar cada vez más su biblioteca, e investigar, para el futuro, sus extraordinarias capacidades.

LECTURA Nº 10: EL CONOCIMIENTO DE LA ESTRUCTURA DEL PÁRRAFO COMO TÉCNICA PARA AUMENTAR LA VELOCIDAD Y LA COMPRENSIÓN Tomado con fines instruccionales de: Buzan, T. (1998). El Libro de la lectura rápida. Capítulos 14 y 15. (pp 177- 182). España: Ediciones Urano.

Comprendiendo la complejidad de una parte, se comprende mejor la complejidad del todo. Comprendiendo la complejidad del todo, aumenta la capacidad de asimilar y de comprenderla totalidad.

PRÓLOGO En esta lectura estudiaremos el proceso de lectura panorámica, mediante el cual se cubren ciertas secciones preseleccionadas del material con el fin de obtener una visión panorámica. Analizaremos la estructura del párrafo, lo que nos permitirá poner en práctica las técnicas de lectura panorámica.

PÁRRAFOS EXPLICATIVOS Se trata de párrafos en los que el autor explica un determinado concepto o un punto de vista particular. Son párrafos generalmente fáciles de reconocer y deberían ser

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bastante fáciles de entender. La primera o las primeras dos frases de un párrafo explicativo proporcionan una idea general de lo que se va a decir o analizar; la última o las dos últimas contienen el resultado o la conclusión; la parte central del párrafo contiene los detalles. Según nuestro objetivo de lectura, en la lectura panorámica inicial podremos dirigir nuestra atención adecuadamente.

PÁRRAFOS DESCRIPTIVOS Por lo general estos párrafos describen el entorno o la escena, o amplían las ideas introducidas previamente. También suelen tener una función «ornamental» y, por lo tanto, tienen menos importancia que los que introducen los elementos principales. Naturalmente hay excepciones, en las que la descripción de objetos o personas es vital, pero en tales casos el lector suele advertir esta circunstancia y es capaz de concentrarse de manera adecuada.

PÁRRAFOS CONECTIVOS Son párrafos que unen otros párrafos. Como tales, contienen a menudo información clave porque tienden a resumir el contenido de lo anterior y de lo que sigue. Por ejemplo: «La teoría de la evolución explicada anteriormente se verá ahora en el contexto de los últimos descubrimientos en el campo de la investigación de la bioquímica genética». En esta breve oración hemos recibido una cantidad extraordinaria de información, que engloba el contenido de parte del material que estamos leyendo. Los párrafos conectivos, en consecuencia, pueden ser muy útiles como guías y herramientas de inspección previa y de repaso.

LA ESTRUCTURA Y LA POSICIÓN DE LOS PÁRRAFOS ¿Cómo utilizar la estructura de los párrafos y su posición en el texto para una lectura más provechosa? El punto más importante es darse cuenta de que, en los artículos de periódicos y revistas, el primero y los últimos párrafos suelen contener la mayor parte de la información importante, mientras que los párrafos intermedios tienden a centrarse en los detalles. Si el material que está leyendo es de estas características, concéntrese, al hacer la lectura panorámica, en los párrafos iniciales y finales. Otros escritores «se aclaran la garganta» al comenzar, antes de meterse en el meollo de su exposición, que aparece entonces en los párrafos tercero o cuarto; en tales casos deberíamos concentrarnos desde el comienzo. Hay dos «juegos» que puede practicar con la estructura de los párrafos y que ayudan a comprender y mantener el interés.

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El primero es inventar, a medida que leemos, una palabra que sirva para memorizar el tema principal y el secundario de cada párrafo. Este ejercicio nos obliga a permanecer interesados en el material y nos hace pensar en él mientras leemos. A la larga se debería apuntar a desarrollar la capacidad de selección de estas palabras a medida que vamos leyendo, sin hacer pausas ni interrupciones en el flujo de la lectura. Utilizando estas palabras es posible, sobre todo en forma de mapa mental, memorizar los detalles de un libro entero. De hecho, las palabras clave, junto con las imágenes, proporcionan los bloques básicos para la construcción del mapa mental. El segundo «juego» consiste en relacionar, mientras leemos el párrafo, la primera frase con el resto, preguntándonos si se trata de una oración introductoria, transicional o de circunvalación, o si, en realidad, no tiene nada que ver con las palabras que la siguen.

PLAN DE ACCIÓN RÁPIDO 1. Practique el primer juego al menos con cuatro párrafos distintos. 2. Practique el segundo juego al menos con cuatro párrafos distintos. 3. Haga una inspección previa del próximo capítulo utilizando una guía. 4. Antes de seguir adelante, lea varios tipos de textos diferentes para practicar el arte de reconocer distintos tipos de párrafos.

AVANCE Aprender a analizar los párrafos le ha otorgado capacidad analítica sobre el material de lectura. Inspección Previa El Reconocimiento Mental Conozca el mapa si quiere conocer el territorio

PRÓLOGO En esta lectura conoceremos un concepto al cual venimos apuntando desde el principio: la inspección previa del material. El propósito de la inspección previa es desarrollar una estructura en la cual la mente pueda insertar los detalles menores de esa estructura con mayor facilidad, de tal modo que mejore instantáneamente la comprensión del todo.

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USTED ES SU PROPIO EXPLORADOR El lector que efectúa una inspección previa puede compararse con un explorador que se adelanta a la tropa para conocer el terreno, la posición de las fuerzas enemigas y las áreas de superioridad tácticas. Para un ejercicio es más fácil maniobrar y operar en territorio desconocido si cuenta con puntos de referencia importantes; del mismo modo, a la mente le resulta más fácil atacar o comprender información una vez que cuenta con los principales puntos de referencia por los cuales guiarse. La inspección previa debería aplicarse a todo tipo de material de lectura, ya se trate de cartas, informes, novelas o artículos. En todos los casos acelerará el conjunto del proceso de lectura y mejorará la comprensión, porque ya no tropezaremos punto tras punto, sino que leer será como colocar piezas en una imagen general. La manera de realizar la inspección previa debe combinar los elementos mencionados en la lectura panorámica y en la lectura de la estructura del párrafo. En otras palabras, significa darle una pasada rápida y con criterio al material que vamos a comenzar a leer, seleccionando las partes que probablemente contienen las informaciones más sustanciales. El concepto de inspección previa, tal como lo describimos aquí, está destinado a usarse en la lectura de tipo general.

ESTRATEGIAS PARA LA INSPECCIÓN PREVIA Practique los siguientes juegos de «lectura activa» y tendrá garantizada una disposición mental más adecuada; el ojo ciclópeo buscará la información más pertinente mientras usted realiza la inspección previa, y todo el proceso será más divertido. 1. Aplique lo que sabe Cuando aplicamos lo que ya sabemos es habitual descubrir que sabemos más de lo que pensábamos. Mucha gente supone que el autor es el experto, cuando, en realidad, el lector sabe con mucha frecuencia tanto o más que él. Haga siempre un rápido mapa mental de sus conocimientos de la materia antes de leer un nuevo libro. Después podrá usar esos conocimientos para hacer nuevas asociaciones a partir del libro y plantear las preguntas oportunas. 2. Diálogo interactivo con el autor La lectura debería parecerse a una conversación entre usted y el cerebro creador del libro. Es sumamente importante interactuar con todos los textos que leemos, apuntando preguntas o comentarios al margen o en un papel aparte. 3. Sea un detective Trate de predecir constantemente lo que va a ocurrir a continuación, el «plan de acción» del autor. Trate de anticiparse a la solución del acertijo.

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RESUMEN «Inspección previa» significa sencillamente eso: ver con anterioridad. Si usted deja que su cerebro vea el texto entero con antelación, navegará mucho más cómodamente en la segunda travesía.

PLAN DE ACCIÓN RÁPIDO 1. Haga una inspección previa de todo lo que lea en las próximas dos semanas, comprobando cuánto conocimiento obtiene de cada visión previa y cuánto gana en comprensión cuando lee el material por segunda vez. 2. Practique las técnicas de inspección previa con un libro, usando al mismo tiempo una técnica de guía avanzada para leerlo todo en menos de diez minutos. 3. Haga una inspección previa de las siguientes lecturas sobre la ampliación del vocabulario.

LECTURA Nº 11: LECTURA DE LIBROS INSTRUCTIVOS Tomado con fines instruccionales de: Carbonell, R. (1998) Lectura rápida. (pp 123- 138). España.

1. PREPARÁNDOSE PARA LEER La lectura de los libros expositivos debe ser convenientemente organizada, máxime cuando se pretende efectivas aproximaciones a las ideas del autor. Para ello, lo primero será fijar el objetivo. Responder a la pregunta: ¿para qué? Según los intereses y responsabilidades de la tarea, así será la respuesta, pero, en todos los casos, esta pausa reflexiva constituirá una muy estimable previsión. Fijado el objetivo, corresponde pasar a la organización que resulte más efectiva para conseguirlo. Con exclusión de los libros de texto, en los que todo este aspecto viene claramente resuelto, creemos elemental hacer diversos sondeos dirigidos al Título, índice y Prólogo del autor.

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Título Suele ser lo último que un autor dispone para terminar su obra expositiva. Constituye una síntesis totalizadora y permite, de ordinario, que su lectura pueda ser útil en un doble aspecto: advirtiendo sobre la índole del libro (práctico o teórico), y anticipando sobre la materia o materias de que trata. En estas obras, respecto de la materia, no vemos la necesidad de hacer un comentario especial; más sobre la índole (libros prácticos o teóricos) sí. Esto porque, muchas veces, los lectores suelen extraviar los propósitos de un autor, formulando juicios improcedentes, dada la naturaleza de su cometido. Por ejemplo, un libro práctico no puede desecharse sin antes haber llevado a la práctica lo que propone. Según los resultados, el autor podrá tener razón. Sin embargo, un libro teórico puede convencer o fracasar en su intento desde la perspectiva de su solo lectura. Su finalidad queda cumplida por este hecho; por supuesto que hábilmente concretada.

Índice Facilita la toma de contacto con los temas. Su lectura anticipa la forma en que los mismos van a ser presentados, advierte cómo se dividen y subdividen, promete una profunda labor de análisis o conforma una serie de puntos muy concretos. Completa la idea que vino a sugerir la lectura del título y de los subtítulos en su caso. Gracias a él será posible disponer el camino para la lectura activa y preparar la serie de preguntas que el autor irá contestando durante su desarrollo. En resumen, configurará todo un conjunto de señales, que el lector será capaz de aprovechar mediante una conveniente actitud inquisitiva. Por ello, la lectura cuidadosa del índice resulta casi siempre de capital interés. Prólogo En todo libro cumple un papel fundamental. De sus párrafos más importantes surgirán los criterios a seguir para que la lectura de la obra se haga dentro de los principios que sustentó el escritor al elaborarla. Previene sobre las cuestiones a tener en cuenta. Deja «ver» quiénes son sus principales destinatarios y de algún modo hace partícipe al lector de los problemas que el autor ha intentado resolver. Los otros aspectos que un prólogo suele tocar no son esenciales para la buena lectura del libro. Por esto, el lector podrá discurrir aplicando los más apropiados ritmos a su velocidad, de forma que sólo sea moderada en aquellas partes esenciales. Recomendamos practicar esta técnica de las velocidades reguladas de acuerdo con la importancia del tema. Ensaye lecturas de diversos prólogos para ganar, poco a poco, una sensibilidad especial. La destreza que permita detenerse, de manera segura, en donde se traten los aspectos más significativos. Cuando el prólogo no es del autor, conviene postergar su lectura para el final. Esto debe ser así, porque de otra forma se constituirá en una suerte de «lente»

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condicionador de la propia tarea. El autor, en la introducción o en el primer capítulo, presentará sus ideas acerca de los cuidados que deben observarse en la lectura de su obra.

2. PRELECTURA El primer trabajo ha sido cumplido. La preparación ha puesto al lector frente a perspectivas prometedoras. ¿La lectura podrá por esto comenzar? Por cierto que no. Aún falta el aporte de la «anticipación» que se hace efectiva por la prelectura. En todo escrito subyace una forma de organización que será necesario descubrir. Por ella, resultará fácil discurrir a la búsqueda de los párrafos fundamentales: pues, de un modo bastante aproximado, advierte sobre su probable situación. La prelectura, para percibir esa organización que se corresponde con una determinada estructura del pensamiento, estará dirigida hacia los primeros y últimos párrafos del escrito. Las estructuras de hechos, las de tesis demostración o las de problema-solución quedarán a la vista. Con ellas el sistema de señales, aptas para regular la velocidad de lectura a través de todo el recorrido. La prelectura es esencial y debe realizarse de la siguiente forma: escoja un subtema dentro de un capítulo. Si no lo hubiere, escoja un capítulo. De lo seleccionado, lea los dos primeros párrafos respondiendo a las reflexiones siguientes: a. ¿Tratan sobre diversos hechos que se presentan por orden o de modo simplemente narrativo? b. ¿Contiene uno lo que podría ser la respuesta de lo que dice el título que encabeza el capítulo o el subtema escogido? ¿Expresa una afirmación que en pocas palabras «agota» el tema? c. ¿Empieza el primer párrafo con una frase breve y efectista? ¿Comenta al principio un refrán, un adagio, un pensamiento muy difundido, que viene a propósito para entrar en materia? ¿Una pregunta sirve para plantear un problema o una cuestión cualquiera? La lectura de los dos primeros párrafos habrá servido para responder a las cuestiones relacionadas en los apartados a), b), c). Seleccione el que corresponda. Proceda luego a leer los dos últimos párrafos del subtema o del capítulo escogido, respondiendo a las siguientes interrogantes: d. ¿Los párrafos tratan sobre ciertos hechos? ¿Prosigue, como al comienzo, una suerte de exposición de tipo narrativo? e. ¿Se deja ver en la redacción de los párrafos una clara opinión sobre cómo concluir o resolver el tema o problema insinuado desde su inicio?

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f.

¿Se expresa de modo terminante una solución a un problema? ¿Esta solución forma parte de un párrafo más o menos largo? ¿Se trata de hacer un resumen de asuntos de los que se deriva la solución final?

g. ¿Se señala o insiste en cuestiones que ya fueron expresadas más arriba? ¿Se dice con ello prácticamente lo mismo, valiéndose de otros modos de expresión? ¿Se ensaya una síntesis y, de paso, se afirma algo que ya ha sido tratado al comienzo? ¿Se formulan prácticas, ejercicios o recetas de cualquier clase para alcanzar, acrecentar, disminuir o suprimir algo? ¿Se tiene ya las respuestas? En ese caso, veamos su utilidad: ·

Si la respuesta del apartado a) es sí, y se correlaciona afirmativamente con la del d), estamos ante una estructura de hechos-experiencia (novelas, informes de empresa) o de hechos-información (artículos periodísticos, informes técnicos de empresa, estudios de investigación o científicos).

·

Si la respuesta del apartado a) es sí, y se correlaciona afirmativamente con la del e), estamos ante una estructura de hechos-opinión (editoriales periodísticos, crítica literaria, artículos periodísticos en diarios y revistas, y libros expositorios en los que se ensaya una conclusión en determinadas partes o al final).

·

Si la respuesta del apartado a) es sí, y se correlaciona afirmativamente con la del g), tendremos una estructura de tesis-demostración, en la que la enumeración o descripción de ciertos hechos ha servido de base para presentar la tesis o asunto sobre el que se ensayará luego su demostración (manuales, algunos libros prácticos, editoriales periodísticos, discursos del foro, cierto tipo de informes).

·

Si la respuesta del apartado b) es sí, y se correlaciona afirmativamente con la del g), estamos ante una estructura de tesis-demostración (ciertos editoriales periodísticos, informes, libros instructivos-prácticos).

·

Si la respuesta del apartado c) es sí, y se correlaciona afirmativamente con la del f), se tiene una estructura de problema-solución (ensayos, ciertos estudios y análisis filosóficos, sociológicos, psicológicos, científicos; determinados discursos, sermones, libros instructivos-teóricos). Recordemos que esta estructura también suele comenzar con la exposición de ciertos hechos, que luego sirve de base para el planteamiento de un problema.

Una vez definido el tipo de estructura, el camino ha quedado señalizado. Como tuvimos ocasión de ver, la estructura «vaticina», con aproximación, la presencia de la parte fundamental del escrito. Gracias a ella tendremos la posibilidad de ejercer una secuencia de velocidades aptas para el tipo de trabajo intelectual a realizar. En este sentido, hay que insistir en que debemos despojarnos de esa preocupación de no dejar nada sin comprender; que malogra toda buena lectura. Practique diariamente, teniendo a la vista las técnicas reseñadas. Con ello logrará automatizar una suerte de «sensibilidad» para advertir de manera muy fácil, y sobre la marcha, el tipo de estructura con que se trabaja.

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3. LECTURA COMPLETA A esta altura, es menester puntualizar el alcance que damos a la expresión de este subtítulo: «lectura completa». Es la realizada por todo aquel que pueda expresar a su término: he comprendido. Vayamos más lejos. «He comprendido» debe ser la respuesta por haber captado las ideas del autor, y el modo en que están ordenadas en una determinada dirección. Esta labor tiene que haber sido realizada con una «guía», que él mismo se habrá ocupado de proveer. El realizar una lectura «lenta», de «palabra por palabra», no es garantía de buena «comprensión». Y esto es así, porque no siempre se puede apreciar con ese solo instrumento de «cateo» lo que el autor quiere decir. Recuerde que las palabras, por sí solas, tienen una gran limitación en su poder significativo, dado que éste deriva fundamentalmente del contexto. Así, una palabra puede expresar distintas cuestiones de acuerdo con el entorno que lo rodea. Ahora bien, ¿cómo descubrir los significados mudables de esas palabras? Pues por la vía del análisis del contexto, por el reconocimiento y comprensión de las que resulten «claves». Parecerá que todo esto hace aún más difícil la propia lectura «lenta» y que torna imposible el beneficio de la lectura rápida. No es así. Porque lo que materializa la comunicación escrita o verbal no es la suma de palabras con un adecuado nivel significativo, sino la «interpretación del conjunto» en una determinada dirección. De ahí que el «sentido» pueda convertir en agraviante para una persona una frase compuesta de términos que podrían resultar precisos para halagar. La dirección está, pues, dada por otros factores que rodean el hecho, proceso, acción o circunstancia que habrá que tener en cuenta para cada caso. Por todo esto, se dice que la lectura rápida es la que armoniza con la velocidad del pensamiento, porque leer, es pensar. Leer de prisa es captar, del escrito, los términos en que giran los valores interpretativos, «reconociendo» al mismo tiempo las palabras que los rodean. Aquello cuyo valor significativo es suministrado por los «automatismos cerebrales». Por esta razón, los ejercicios de los cursos de lectura rápida llevan a despreciar un volumen considerable del vocabulario del escrito como medio de comunicación. Es detrás de él donde hay que buscar la interpretación, despojándose el lector de toda actitud. Si a esto se le agregan las condiciones de tipo material y psicológica que deben estar presentes en toda lectura, ésta podrá llegar a ser rápida y «completa». La rapidez estará condicionada por la capacidad de síntesis, por el dominio del lenguaje, por la claridad para pensar de manera activa, con una actitud receptiva y benevolente para con la forma y el estilo con que la comunicación se intenta.

4. LECTURA POR LAS IDEAS La lectura por las ideas es de gran provecho para quienes deben revisar numeroso material, elaborar cierto tipo de escritos y obtener determinadas conclusiones.

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Es verdad sabida que todo libro puede reducirse a un limitado número de páginas que contienen lo esencial. Lo prueban numerosos trabajos de selección y de síntesis que, a su modo, ayudan a difundir muchas obras entre los «lectores sin tiempo». Esa búsqueda de lo fundamental constituye el objetivo de la lectura por las ideas. Es, en cierto sentido, una operación de «salteo» convenientemente guiada. Responde, por un lado, a la buena preparación para advertir en su momento lo que se busca. Por otro, a la destreza con que se manejen las técnicas de anticipación. Se trata de descubrir lo principal mientras se avanza, velozmente, «mirando» el escrito. El párrafo fundamental surgirá en su momento, destacándose como una clara respuesta de lo que indique el título del tema. Contendrá la frase principal, que, como se recordará, deberá ser una expresión de tipo general que resuma el pensamiento del autor. La técnica de la «lectura por las ideas» es muy similar a la sugerida en el apartado titulado «Ritmos y memorias». Consiste en aplicar tres reglas fundamentales: 1. Encontrar la idea principal 2. Leer a fondo las frases importantes. 3. «Pasar la vista» por los detalles. En este tipo de búsqueda hay que estar pendiente de los aspectos «conceptuales» que respondan al tema, guiados por la estructura del escrito. De esta forma, la tarea podrá concretarse con rapidez y seguridad. Insistimos en la necesidad de realizar una práctica persistente con muy diversos escritos, hasta dominar estas destrezas.

5. TÉCNICAS DE LECTURA «SELECTIVA» Dentro de las técnicas de «salteo» propiamente dichas están aquellas que sólo persiguen determinadas búsquedas. Son técnicas de lectura selectiva, «skimming». Están indicadas para una variada gama de trabajos. Van desde la denominada lectura por las ideas, hasta la de advertir unos determinados datos que se presuponen en el escrito. La palabra «skimming» significa en inglés desnatar, quitar gordura, parte de riqueza. De ahí la aplicación del término en lectura. Por su efecto altamente selectivo, el «skimming» resultará muy práctico para examinar cualquier documentación o apreciar si un libro vale la pena de ser leído, según sean los objetivos del lector. Las prácticas para agilizar la lectura selectiva, limitada a determinados propósitos y tal como la entendemos aquí, son variadas. Responden a un único fin: suministrar destrezas para la búsqueda de datos muy concretos. Recomendamos, en este sentido, los siguientes entrenamientos:

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1. Lea tres páginas de un libro que resulte interesante. Sin dejar de atender al contenido, subraye determinada palabra cada vez que ésta se presente. 2. Realice búsquedas de datos concretos en un capítulo de un libro instructivo. Practique a máxima velocidad, «mirando» el texto. Lo que se persigue, deberá aparecer bruscamente ante los ojos. 3. En varias columnas con números de más de cuatro cifras, busque determinada cantidad escogida al azar. 4. Mientras lee el vocabulario de la primera columna, en el ejercicio 3, cuente mentalmente hasta quince. Compruebe luego en qué número ha encontrado la palabra hígado. Repita esta práctica sobre la tercera columna del mismo ejercicio. Compruebe ahora en qué número ha encontrado la palabra jinete. Trabaje así, seleccionando las palabras para cada oportunidad. Aumente la dificultad de esta práctica construyendo columnas de vocabulario con palabras que comiencen con las mismas o parecidas sílabas. Las consecuencias, en estas prácticas, irán brindando márgenes muy útiles de seguridad, que prestarán señalados servicios en toda clase de búsquedas. Estos entrenamientos tienen que realizarse como si se tratara de un pasatiempo; pero con gran confianza en los resultados. Bastará seleccionar una práctica cualquiera para realizarla una o dos veces diarias. Luego, día de por medio, utilizar otra, y así sucesivamente. Al cabo de uno o dos meses, según los casos, se irán haciendo «palpables» sus servicios. Por último, digamos que no conviene abandonarlas totalmente, pues valen para estar «en forma». Un complemento valioso de estas prácticas lo constituye la realización de frecuentes y periódicas lecturas «superficiales» o «por encima» de diversos materiales impresos. En este sentido, nos interesa destacar que para la disciplina de la lectura rápida, la destreza de la lectura superficial constituye una cualidad muy estimable y de múltiples aplicaciones en nuestros días.

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RESUMEN Preparándose para leer La lectura de los libros expositivos debe ser previamente organizada. Para ello, cabe fijar el objetivo respondiendo a la pregunta: ¿para qué? Luego, analizar: Práctico Índole Título

Teórico Materia

Índice Prólogo

Prelectura Tiene por objeto descubrir la estructura. Se concreta mediante la lectura de los dos primeros y los dos últimos párrafos de algunos temas, subtemas o capítulos convenientemente seleccionados. Para facilitar la tarea durante las primeras experiencias, conviene trabajar con el cuestionario inserto en este título.

Lectura completa Una vez organizada, procede la lectura completa del libro o escrito. Esta deberá materializarse siguiendo las técnicas y recomendaciones sugeridas. La llamamos «completa» porque va a concretarse sobre todo el libro, actuando sobre sus diversas partes.

Lectura por las ideas Consiste en leer los aspectos fundamentales que surgirán del contacto con los párrafos más importantes del texto. Constituye una lectura de «salteo», practicada con la guía de la respectiva estructura.

Técnicas de lectura «selectiva» La lectura «selectiva» se organiza en función de determinadas búsquedas y al servicio de muy concretos intereses. Para facilitar esta operación se recomiendan cuatro prácticas especiales que pueden realizarse como un simple «pasatiempo» una o dos veces diarias, en días alternos, y también lecturas «superficiales» o «por encima» hechas frecuentemente sobre diversos textos.

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BIBLIOGRAFÍA Buzán, T. (1998). El Libro de la lectura rápida. Barcelona: Editorial Urano. Carbonell, R. (1998). Lectura rápida. Madrid: Editorial EDAF. Colomer, T. y A. Camps (2000). “La evaluación de la lectura”, en Enseñar a leer, enseñar a comprender. Madrid: Celeste/MEC. Freire, P. (2005). Psicología del oprimido. (2ª ed.) México: Siglo Veintiuno Editores. Grupo Océano. (2000). El estudiante exitoso. Técnicas de estudio paso a paso. Barcelona: Editorial Océano. Morles, S. V. (1985). Mejores técnicas de estudio. Caracas: Ediciones COBO. Quintana, H. Comprensión lectora (Artículo en línea). Extraído el 17 de mayo de 2006 de http://www.univerxity.com/aspSmartUpload/21112004104030.doc. Scheele, P. R. (1996). PhotoReading Sistema de lectura con toda la mente. Barcelona: Ediciones Urano. Universidad de Valencia. El Procesamiento del texto, (Libro en línea). Extraído el 19 de Mayo de 2006 de http://www.uv.es/marcor/Docencia/MAPACO:HTM-ref1. Womutt, J. F. de et al. (1975). Lenguaje y comunicación. Caracas: Ediciones Vegas.

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CRÉDITOS Primera Edición 2006: CN. Víctor A. Micheli Carrizo Líder del Proyecto del Sistema de Aprendizaje Autogestionado Asistido Dra. Rosa M. Puerta Castro Coordinadora General del Sistema de Aprendizaje Autogestionado Asistido MSc. Gloria L. de Ravazzoni Especialista de Contenido Lic. Alberto Aguilera MSc. Silvia Rodríguez B. Diseñadores Instruccionales Prof. Lesbia Rodríguez G. Esp. Rosa A. Plasencia Especialistas de Redacción y Estilo TSU Jeancarlo Monasterio L. TSU Sherley Otero M Diseñadores y Diagramadores TSU Carmen Hernández R Br. Yairany A. Jaspe B. Secretarias del Proyecto

Contribuyeron con sus observaciones y sugerencias Lic. Hipzahy M. Bérmudez P., Abog. Sulvey R. Centeno T., y demás miembros del Personal Docente, Administrativo y Obrero de la Universidad Nacional Experimental Politécnica de la Fuerza Armada. (UNEFA), 2006.

Segunda Edición 2007: Modificada y ampliada por:

Dra. Rosa M. Puerta Castro Líder (E) Sistema de Aprendizaje Autogestionado Asistido Lic. Alberto Aguilera Diseñador Instruccional Lic. Adela Penichet M. Lic. Nelly Almarza Od. Rosina Lucente B. Especialistas de Redacción y Estilo Od. Rosina Lucente B. Br. Eryka Moreno Diseñadora y Diagramadora

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