Una epopeya silenciosa

McCabe. diseño de producción: Beth Mickle. elenco: Mark Ruffalo, Gwyneth. Paltrow, Tim Robbins, Joely Richardson, Patrick Fugit, Josh Gad, Alecia Moore.
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espectáculos

| Jueves 14 de agosto de 2014

cine

Recuperándonos Gracias por compartir (thanks For sharinG, EE.UU./2012) ★★★

buena. dirección: Stuart Blumberg. guion: Stuart Blumberg y Matt Wins-

ton. fotografía: Yaron Orbach. música: Christopher Lennertz. edición: Anne McCabe. diseño de producción: Beth Mickle. elenco: Mark Ruffalo, Gwyneth Paltrow, Tim Robbins, Joely Richardson, Patrick Fugit, Josh Gad, Alecia Moore. distribuidora: Distribution Company. duración: 112 minutos. calificación: apta

para mayores de 16 años

Alejandra Agüero, la fundadora de la escuela de Belle Ville que retrata hábilmente Ada Frontini

obra cine

cine

Una epopeya silenciosa EscUEla dE sordos (arGEntina/2013). ★★★★ muy buena. fotografía, diseño de producción y dirección: Ada Frontini. guión: Pablo Checchi y Ada

Frontini. edición: Lorena Moriconi, Pablo Checchi y Ada Frontini. sonido: Martín Sappia. distribuidora: Obra Cine. duración: 72 minutos. calificación: apta para todo público. En el Espacio Incaa KM 0 - Gaumont y en el Malba, los domingos, a las 18.

G

anadora del premio a la mejor dirección en el último Festival de Mar del Plata y mejor documental en el de Cosquín, esta ópera prima de la cordobesa Ada Frontini resulta uno de los mejores estrenos argentinos del año: se trata del austero y riguroso

registro sobre el denodado trabajo que realiza Alejandra Agüero, fundadora e impulsora de la escuela a la que alude el título en la localidad de Bell Ville. Con el cine del mítico Frederick Wiseman (experto en retratar instituciones) como uno de los principa-

les modelos, la directora muestra en este delicado, exquisito y –sin cargar nunca las tintas– conmovedor documental observacional la tarea de “Ale”, como la llaman todos, quien está a cargo de casos muy complejos con niños, adolescentes y jóvenes ya un poco más crecidos. Estructurado en tres grandes partes, Escuela de sordos describe en primera instancia la cotidianeidad laboral de la protagonista, luego hay una larga e inteligente charla (con la lengua de señas, por supuesto, y debidamente subtitulada) con su amigo Juan, un referente interna-

Mark Ruffalo y Gwyneth Paltrow, en el film

cional a la hora de pensar y visibilizar este tema; y cierra con un encuentro de campo entre profesores y alumnos que es un dechado de belleza y encanto. Más allá de algunas pocas concesiones por el inevitable costado políticamente correcto del proyecto, se trata de un meticuloso y emotivo retrato humano sobre una de esas épicas cotidianas de las que muy poco se conoce. Una propuesta para no dejar pasar entre la marea de novedades semanales del cine argentino.ß Diego Batlle

cine

Acción sin encanto tortUGas ninja (tEEnaGE mUtant ninja tUrtlEs, Estados Unidos/2014). ★★ regular. dirección: Jonathan Liebesman.guión: Josh Appelbaum, André Nemec y Evan Daugherty. fotografía: Lula Carvalho. música:

Brian Tyler. edición: Joel Negron y Glen Scantlebury. elenco: Megan

Fox, Will Arnett, William Fichtner y Whoopi Goldberg. distribuidora: UIP. duración: 101 minutos. calificación: apta para mayores de 13 años.

A

poco de comenzada esta película, entre una escena de acción confusa y otra de diálogos más confusa aún, uno se pregunta a qué público está dirigida. En quiénes pensaban los que decidieron que era una buena idea volver a contar el origen de las tortugas ninja adolescentes, nacidas en un cómic de los años ochenta y transformadas en protagonistas de una serie de dibujos animados –ya con varias remakes encima– y de unos films bastante olvidables. Por lo que se ve en pantalla (violen-

tas escenas de peleas en la oscuridad realizadas con una inquieta cámara en mano que hasta para los adultos resultan difícil de seguir) la idea no era convocar al público infantil que adora los dibujitos que emite la señal Nickelodeon. Es posible que todo esté dirigido a sus padres, esos que disfrutaron de las primeras aventuras de las tortugas bautizadas con nombres de artistas del Renacimiento (Leonardo, Donatello, Rafael y Miguel Ángel), adultos nostálgicos que se merecían una película con algo más de sustan-

La nueva versión de Leonardo

uip

cia, más divertida y respetuosa del original, aquel que tenía cierto encanto, mucho de absurdo y varios elementos paródicos. Después de todo, se trataba de una historieta protagonizada por cuatro tortugas ninjas mutantes y adolescentes entrenadas por un maestro de las artes marciales que además era una rata de alcantarilla y una intrépida periodista, April O’Neil, que descubría su existencia y se unía a su lucha contra el malvado clan criminal El Pie. Sin embargo, todos esos ingredientes que bien integrados resul-

tan muy divertidos para chicos en edad preescolar, al ser contados con los modos de una película de artes marciales encabezada por personajes anabolizados y despejados de toda ternura, no consiguen más que desconcertar al espectador. Hasta pueden molestarlo con la interpretación que Megan Fox hace de April, la supuesta heroína de todo el asunto que gracias a esta versión es poco más que una muñeca Barbie no demasiado articulada y el remate de unos desagradables “chistes” misóginos.ß natalia Trzenko

G

racias por compartir, el primer film que dirige Stuart Blumberg, coguionista nominado al Oscar por Mi familia, es un film sobre adictos. Especialmente, sobre adictos al sexo, variante que tanto puede conducir a la comedia –picaresca o no– como tomar el camino del drama, en cuyo caso suele incluir una buena porción dedicada al tema de la recuperación. El director debutante apunta en todas direcciones y no sólo se propone tomar el asunto en serio, aunque no deseche el ingenio, sino que al mismo tiempo busca entrecruzarlo con la comedia romántica. Y si bien se le reconoce su habilidad para inyectar humor en diálogos sobre asuntos que no son necesariamente risueños, aquí los cambios de tono pueden sonar discordantes y en algunas oportunidades, forzados. En realidad, más que de la adicción al sexo en sus distintas manifestaciones, y de otras conductas adictivas, se trata de la recuperación. Los tres protagonistas de la película participan de un mismo programa de abstinencia en doce etapas. Los tres son hombres, blancos, profesionales, viven en Manhattan y disfrutan de buena posición económica, aunque sus edades y sus patologías difieren. Cuando la historia se inicia, Adam (Mark Ruffalo), hombre de negocios soltero e irresistible para las mujeres, ya lleva dos años de abstinencia sin recaídas, prueba más que sacrificada en un medio como la Nueva York actual con su constante apelación a lo sexual. Tanto que su consejero, el más maduro de los tres, el felizmente casado y aparentemente ex alcohólico Mike (Tim Robbins), cree que ya es hora de que intente probar la normalidad de una relación monogámica. Y para eso asomará la muy frugal y estirada Gwyneth Paltrow, que de entrada no más declara su fobia por cualquier adicto,

distribution company

resultado de una desdichada experiencia del pasado. El tercero y más novato –y también el más reacio a cumplir los planes del programa– es Neil (Josh Gad), un joven y obeso médico cuya adicción se manifiesta a solas y no implica la necesaria participación de una partenaire; para estimularlo ahí están su nutrida colección de pornografía, sus temerarios acercamientos a alguna compañera de viaje en subte o sus recursos para deslizar minicámaras que apunten sus objetivos por debajo de las polleras de las mujeres con quienes conversa. La película sigue cada una de las tres historias más o menos independientemente, aunque a veces se interconectan, en general para subrayar cuánto pueden ayudarse unos a otros cuando llega la hora de los problemas extremos y con ellos los costados más dramáticos del relato: que a uno lo echen de su empleo, que otro tropiece con el juicio de un hijo que supo descubrir su falsa liberación o que un tercero compruebe que lo más grave de la adicción es que encubre su notoria incapacidad para asumir otras relaciones que no sean las anónimas y pasajeras. La personalidad adictiva abarca otros casos, inclusive el de una llamativa chica pop (interpretada precisamente por la estrella pop Pink), que nunca ha podido entablar con los hombres otro tipo de relación que la puramente sexual. Ella es uno de los aciertos de la película. En general todo el elenco, generoso en nombres cotizados, responde a las necesidades del director y coautor de un libro no demasiado original, pero a ratos ingenioso y acertado en la definición de los diversos personajes, aunque lo que menos convenza sea, precisamente, la inserción de lo romántico en medio del vaivén entre risa y drama.ß Fernando López