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SÁBADO

EXPERIENCIAs

La receta de los expertos

Loreley Gaffoglio

Cómo hacer un chili en tres simples pasos Larry Rogers es dueño de El Tejano (www.eltejanoba.com.ar), el restaurante a puertas cerradas de Palermo especializado en la cocina del sur de los Estados Unidos, incluyendo especialidades como los ribs a la barbacoa, chorizos, pollo, panceta y más ahumados caseros, salsas picantes, pan de maíz y otros productos (todo esto se vende también envasado al vacío, para llevar). De su restaurante nos pasa su propia versión de chili con carne

chIlI El TEjaNo (Rinde de 6 a 8 litros, para unas 28 personas)

El chef Larry Rogers, de el restaurante El Tejano, prepara el chili que ofrecen en el lugar

Gastronomía

Un concurso para encontrar el mejor chili con carne de Buenos Aires Uno de los platos más populares de los Estados Unidos tiene sus versiones locales y hasta una competencia para elegir el más sabroso Rodolfo Reich PARA LA NACION

“Por algunas razones, los norteamericanos no tenemos la mejor reputación en la Argentina. Este evento es una manera de compartir con los locales algo de lo que me siento orgulloso. Eso es lo bueno de la comida”, cuenta Jon Wheeler, un neoyorquino que, siguiendo los pasos de su novia (hoy esposa) argentina, vive desde hace casi cuatro años en Buenos Aires, y que participa por tercera vez del Chili Cookoff, la competencia que elige el mejor chili con carne de la ciudad, y cuya edición 2014 se hará mañana, en Palermo. La idea nació de dos expats (abreviatura de expatriate, como se llaman a sí mismos los extranjeros anglosajones que viven fuera de su país). Uno es Larry Rogers, nacido en Texas y dueño del restaurante El Tejano; el otro es Frank Almeida, neoyorquino, fundador de Sugar & Spice, casa especializada en cookies y otros dulces. “El chili es típico de Estados Unidos. Es muy reconoci-

do en lugares como Texas, pero se come en todo el país. Y allá este tipo de competencias son grandes encuentros populares, una fiesta con miles de personas. Incluso hay una asociación que pone reglas muy estrictas de los ingredientes que puede llevar un chili”, explica Frank. Esta asociación es la International Chili Society que organiza en octubre el World’s Championship Chili Cookoff, convocando a todos los ganadores de los concursos regionales para la gran final. Según explican en ICS, las raíces del chili se encuentran en las culturas indígenas de México y América Central (incas, aztecas y mayas), pero el plato nació posiblemente junto a las largas caravanas que transportaban el ganado vacuno por el sur de Estados Unidos. La mezcla básica es simple: carne (usualmente de vaca, pero acepta de cualquier otro animal) y diferentes ajíes picantes. Luego, las opciones se multiplican según cada región, cada ciudad, cada familia e incluso cada cocinero. Cebolla, tomate, ajo, orégano y comino están entre los ingredientes

más usados, a los que se agregan café, pimentón, azúcar, ajíes dulces, frutas secas y legumbres (poroto negro y rojo, que los puristas no admiten como parte de un chili, pero que muchos utilizan de manera casi religiosa). Todo en una larga cocción en olla. Para la International Chili Society, un red chili bien hecho cumple al menos con estas características: el sabor debe estar dado por la combinación de carne, ajíes y especias, sin nada que predomine. No debe estar seco, pero tampoco ser una sopa; la textura no puede ser áspera ni grasosa. El aroma tiene que ser fresco y el color tender a un marrón rojizo (“¡un chili no es amarillo ni verde!”). Finalmente, al comerlo perdura la sensación picante. El Buenos Aires Chili Cookoff recupera esta tradición con un evento abierto a todo público, donde los ingresos (lo que se cobra a los concursantes y a los jurados por participar, así como lo obtenido de la venta de los distintos puestos) se destinan a Sacs (Send a Child to School), una ONG que completa mochilas con

PATRICIO PIDAL/AFV

INGREDIENTES 2 dientes de ajo 2 l de agua 1 l de cerveza negra 1 kg de cebolla cortada en juliana 2 latas de tomate troceados 1 kg de tomates perita frescos cortados en cuatro 200 ml de whisky 10 g de comino 20 g de pimentón extra dulce 30 g de sal gruesa 20 g de ají molido 25 g de manteca 6 ajíes tipo jalapeños 6 ajíes picantes secos 10 ml de vinagre 0,5 kg chorizos ahumados 2,5 kg de carne picada especial 100 ml de Fernet

Cocinar con manteca la carne, la cebolla y el ajo en una olla grande hasta que tome color.

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Agregar el resto de los ingredientes y cocinar a fuego bajo por unas cuatro horas.

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Ir revolviendo y chequear que alcance el líquido y que en ningún momento se seque. Agregar agua si es necesario.

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Un curso de reciclado de pieles y el profundo dilema de usarlas o no Una cronista se mete en esta rama del diseño, polémica para algunos y aceptable para otros

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travieso la ciudad, furiosa de tránsito, desquiciada de bocinazos, rumbo al Centro Metropolitano de Diseño (CMD), en Barracas y, quizás, justamente porque iré a participar de un curso de reciclado de pieles, una imagen bucólica –como una herejía o como una epifanía, no lo sé– me acecha: no puedo dejar de pensar en la historia, desopilante, de la chancha Camila. La cerdita fue secuestrada de un campo en la provincia de Buenos Aires en la víspera de Nochebuena dos años atrás, por un grupo de veganos fundamentalistas. El “grupo comando” se introdujo de noche en un campo y le arrebató

Bebidas

en algún lugar del mundo

El Enemigo: de vino de culto a éxito internacional Tras obtener los puntajes más altos por parte de la crítica, existe lista de espera para adquirir algunas de sus etiquetas Sebastián A. Ríos LA NACION

GUALTALLARY, Mendoza.– Como la dirección y contraseña del mejor bar a puertas cerradas de la ciudad, así, de boca en boca, se corre la voz de El Enemigo: el vino del que hoy todos hablan, algunos incluso sin haberlo probado. Su nombre circuló primero entre los enófilos a ultranza, aquellos que se desviven por probar lo nuevo, pero luego la onda expansiva fue haciéndole un lugar en toda vinoteca de alta gama que se precie de tal. El punto de quiebre se produjo a fines de abril, cuando una de las etiquetas de la línea –el Gran Enemigo Single Vineyard Gualtallary Cabernet Franc 2010– obtuvo el mayor puntaje de todos los vinos argentinos evaluados en la última revisión de la influyente revista Wine Advocate, y se convirtió incluso en el cabernet franc de mayor puntaje de todo el mundo. Cuentan fuentes confiables que cuando el Gran Enemigo Gualtallary se alzó con los 97 puntos Parker que le otorgó la revista, Alejandro Vigil, enólogo y socio fundador de Aleanna, bodega que elabora estos vinos, recibió la llamada de una de las celebridades del espectáculo más destacadas del país –además, un reconocido enófilo– para pedirle comprar unas cuantas cajas del vino premiado. Amable, Vi-

a una familia la cena navideña. Pero le salvó el pescuezo al cochinillo. Lo trasladó más de 1000 km en auto y se lo confió a una conservacionista, que de chanchos sabe poco y nada. La mujer no tuvo más remedio que adoptar al ejemplar y criarlo entre llamas, cabras y ovejas. Ese recuerdo intruso me trajo algo de tranquilidad: “No hay conflicto en esto que vas a hacer –me dije–, ya que se trata de reciclar pieles y no de salvar animales. De darles nuevos usos a esas pieles viejas y, de cierta manera, «honrarlas» con algo más de longevidad. Nada puede hacerse ya con esos bichos zurcidos como rompecabezas en un tapado

sus útiles y las dona a chicos en edad escolar. Este 2014, el Cookoff premiará además la categoría mejor locro y mejor brownie. “Es una manera de combatir la nostalgia (la palabra exacta es homesickness). Tengo muchos amigos argentinos, me encanta el país, pero también me gusta encontrarme con mis compatriotas y sabores, y con gente de otros lados del mundo”, dice Jon. “El chili es parte del top ten de los platos típicos de Estados Unidos. Donde yo vivía, en Washington D.C., hay un restaurante muy famoso, el Ben’s Chili Bowl, donde lo ponen sobre hotdogs. En Cincinnati se sirve típicamente con pasta. Para mi versión traigo algunos ajíes secos de contrabando de México, agrego tomate, poroto colorado, otros ajíes frescos del Barrio Chino, trozos de roast beef y de bondiola, orégano, comino y un ingrediente secreto”, culmina. Con esta receta, Jon logró en 2013 el segundo puesto. En 2013 el Buenos Aires Chili Cookoff convocó a 600 personas en un domingo de lluvia. Y la gran ganadora, con el premio del jurado y del público, fue Eva Fuentes, una psicoanalista argentina. “Hice una versión criolla, con panceta y chorizo colorado, tapa de asado, lomo, carne picada, poroto negro y colorado. Sumé algo de café, de chocolate para cortar la acidez y cerveza negra. Y lo cociné por doce horas”, explica. Este año se hará en Hood Palermo (Av. Córdoba 5210) y esperan unas mil personas. Las puertas abren a las 13.30. Se venderán tickets de $ 20 para una degustación de chili (unos 60 gramos). Eva, claro, vuelve a participar. Y así, una vez más, la pasión por la comida traspasa fronteras y culturas.ß

gil le respondió que le vendería... dos botellas. Desde entonces, el Gran Enemigo Gualtallary se solicita por mail y, dado lo reducido de su producción, hay lista de espera. “Esta forma de vender el vino es una decisión personal que tiene que ver con no favorecer el elitismo en la bebida, y que se entienda que El Enemigo es un vino para disfrutar. No quiero que llegue a gente que lo va a tener guardado en su casa –comentó Vigil, que comparte su tiempo entre El Enemigo y su cargo de jefe de enología de Catena Zapata–. Obviamente, tenemos una gran demanda, por eso lo que decidimos fue no aumentarle el precio y, en su lugar, poner una lista de espera para no someter el vino a remate.” Hoy El Enemigo se exporta a unos 20 países. Dentrás de su éxito se encuentran muchas decisiones personales y decisiones compartidas. Incluso una previa al proyecto, que se remonta a cuando Nicolás Catena Zapata decidió comenzar a plantar vides en tierras altas de Mendoza con la firme convicción de que el frío sería un buen estímulo para el desarrollo de la uva. Uno de esos viñedos se encuentra en Gualtallary y se llama Adrianna: de allí provienen las uvas para la casi totalidad de las etiquetas de El Enemigo. La siguiente decisión fue compar-

tida entre Vigil y Adrianna Catena, hija menor de Nicolás, quienes, tras charlar durante unas ocho a nueve horas en Londres sobre la historia del vino argentino, decidieron crear la bodega Aleanna, para rescatar algunas de las olvidadas técnicas tradicionales de la vitivinicultura argentina. Para El Enemigo Chardonnay, por ejemplo, recurren a un procedimiento que se usa aún hoy en la elaboración del jerez, y que es fomentar la generación de un “velo” de hongos durante la fermentación en las barricas, lo que permite reducir al mínimo la adición de anhídrido sulfuroso al vino como antioxidante; para los tintos, se emplean centenarias cubas llamadas fudres. El objetivo final es, según Vigil, obtener un vino con la intervención mínima posible, un vino “transparente” en el que la mano del enólogo no deje huella, sino que en todo caso sirva para interpretar las particularidades de cada terruño. Eso queda claro en la línea de más alta gama –también la más premiada–, que son los Single Vineyard. A la fecha, hay dos: el Gualtallary y el Agrelo, dos cabernet franc que toman su nombre de las regiones de donde provienen las uvas. Gualtallary –el Enemigo que

Alejandro Vigil y el Gran Enemigo Single Vineyard Gualtallary 2010

bODegA ALeAnnA

se vende en lista de espera– no sólo obtuvo en su última añada 97 puntos Parker, sino también 94 puntos del crítico inglés Tim Atkin y 93 del norteamericano Stephen Tanzer; Agrelo, por su parte, ostenta nada menos que 95 puntos Parker, 94 de Atkin y 92+ de Tanzer. Sentado en el mirador de piedra que se encuentra de cara al viñedo Adrianna, Vigil contó cuáles son los próximos pasos de El Enemigo: “La idea es seguir haciendo más vinos con la idea de terruño único o single vineyard, pero muy emparentada con el uso del cabernet franc, que es una de las cepas originarias de donde surgen las grandes cepas del mundo, como el cabernet sauvignon”. En la actualidad, el cabernet franc es, como lo define la edición de octubre próximo de la revista Decanter, el “nuevo tinto estrella de la Argentina”. Y no hay dudas de que los Gran Enemigo forman parte de la avanzada de esta cepa hasta hace poco tiempo desatendida. Pronto, quizás, haya un nuevo Gran Enemigo Single Vineyard. “Hemos encontrado un parral de cabernet franc que tiene 100 años en Barranca, uno de los primeros lugares donde se cultivó la vid en Mendoza –contó Vigil–. Estamos estudiándolo desde hace dos años, elaborando el vino y viendo si encontramos la forma de interpretar el lugar. A diferencia de Gualtallary, que es una zona superfría, Barranca es cálida, lo que es un buen desafío. Pero el espíritu de El Enemigo es justamente ése: tener siempre presente que el peor enemigo es el miedo propio a dar un paso hacia el cambio.”ß

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| Sábado 6 de Septiembre de 2014

| Sábado 6 de Septiembre de 2014

Juana Libedinsky

El punto más alto de evasión de la realidad

T

SOUTHAMPTON

ita y Nina son mis adorables vecinas y amigas en este balneario. Prueba de esto es que las dos semanas que me fui de visita familiar a la Argentina, no dejaron de reenviarme las notas de prensa con todos los dramas locales que me estaba perdiendo. Sobre todo porque saben que vistos desde lejos en situaciones más “reales”, tanto más extravagantes suenan los problemas emblemáticamente hamptonianos. El primer gran tema, tapa de todos los medios locales fue el pánico que cundió por la amenaza… de falta de rosé para el último fin de semana largo de la temporada. Aparentemente tocó un año de gente más sedienta que lo habitual, combinado con que el vino rosado finalmente dejó de tener el estigma de ser sólo para señoritas. Segundo, casi peor, fue que Christie Brinkley, la ex supermodelo devenida chica (o señora) emblema de la zona, querida por todos por lo fresca y espontánea, declaró que no se anima a salir de su casa sin sus

extensiones a lo “Su” Giménez. Luego estuvo el afamado choque al auto de Jerry Seinfeld. Cuando el comediante volvió de hacer las compras y lo encontró abollado en el estacionamiento, tuvo un ataque de nervios digno de su emblemática serie sobre neoyorquinos neuróticos. Sólo que peor.

El choque de Jerry Seinfeld y el libro de Hillary Clinton, algunas novedades No todo fueron malas noticias: Calvin Klein acaba de terminar la casa sobre el mar más minimalista y cool de todos los famosos. Pero aunque muchos seguramente quieren verla, aceptó el pedido de sacar los grandes carteles de “Prohibido el paso”, “Fuera” y “Propiedad privada” con los que había decorado el perímetro, alterando el afamado espíritu de comunidad del balneario. Según confió gente de la zona a uno de los matutinos,

fotos de RICARdo PRIstUPLUK

que alguna vez tuvo afán de abrigar con suavidad y glamour”. Además, doy por descartado que en el curso vaya a haber algún vegano ortodoxo que me increpe por usar cuero, comer carne o reciclar pieles. En busca de la objetividad El periodismo está indefectiblemente cruzado por ambigüedades, paradojas y conflictos de interés y ésta será una oportunidad más para que la propia subjetividad no enceguezca el criterio de imparcialidad para abordar un tema polémico para muchos, aceptable y natural para otros. Así que allí voy, juicios y prejuicios al margen, dispuesta a aprender algo que no sé. A zambullirme en el universo desconocido de la peletería y el diseño. Podría haber traído la boa de zorro fueguino que mi abuela me regaló cuando cumplí 15 años y jamás usé. O haberle pedido a mi madre su tapado de visón, que hace años tampoco usa, para revivirlo con un nuevo diseño: descuajeringarlo, como propone Facif (Federación Argentina de Comercialización e Industrialización de la Fauna, que, junto al Departamento de Sustentabilidad del CMD, dicta este curso desde hace diez años), mezclándolo con otros textiles y texturas actuales, creando varias prendas a partir de una, aprovechando hasta el último milímetro de piel, de manera de promover un “uso racional y sustentable de la fauna”. El propósito es que el lujo de piel reciclada (y la nueva también) se cuele y jerarquice al diseño de moda, los accesorios, el mobiliario y objetos de decoración. “Vestir pieles es una elección natural que tiene que ver con la libre elección de las personas”, me dice apenas llego Leandra Vallejos, coordinadora de Facif, enfundada en un saco de conejo símil ocelote, mientras muestra diapositivas con las últimas colecciones de Mc Queen, Prada, Valentino, Dolce & Gabbana, y Fendi. Exquisitas texturas de zorro de Groenlandia, cabra tibetana, y chinchilla, emblanquecidas, teñidas en colores estridentes o fusionadas con otras pieles, co-

con todas las cámaras de seguridad se confundía a la propiedad con una colonia penal. La otra gran noticia en términos inmobiliarios provino de Richard Gere. El actor tiene una casa tradicional en las afueras del epicentro de Los Hamptons. Quizá por eso fue que tuvo que aceptar una oferta de 45 millones de dólares por ella, en vez de los 65 que pedía. Muchos sacuden la cabeza abatidos ante las nuevas de que no pudo multiplicar casi diez veces los 6,9 millones que pagó por ella en 2006, como es la práctica tradicional. Finalmente estuvo la visita anual de Bill y Hilary Clinton. Ella aprovechó para presentar su flamante autobiografía en una librería de la zona. Celebridades de Hollywood y poderosos de Wall Street varios fueron al evento. Muchos de ellos intentaron colarse para que les firmase un ejemplar. Nadie quería ser visto pacientemente esperando en la fila como un hijo de vecino cuando se está acostumbrado al tratamiento vip. Pero la ex primera dama y potencial candidata presidencial se impuso. Todos estos fueron los grandes temas del último coletazo del verano, cuando la desesperación por la evasión de la realidad llega a su pico más alto. Ahora empieza la vida cotidiana pero, mientras tanto, como resumió Vanity Fair, resultaron una nueva prueba de que el dinero no compra la felicidad. Tita y Nina, mientras tanto, no habrán estado en las grandes casas sobre el mar, pero les sobró el rosé para compartir con amigos hasta la próxima temporada.ß

lonizan las más disímiles prendas de vestir y objetos decorativos: desde estolas para hombres a minis, zapatos, chinelas, boinas, carteras, fundas de sillones y lámparas de pie. Todo muy europeo y ultrachic. Antes de poner manos a la obra, debo aprender a reconocer las especies de interés peletero, factibles de comercialización en el país, según la reglamentación de Cites (Convenio Internacional de Tráfico de Especies Silvestres). En el país son 11, desde zorros polares o rojos de criadero, hasta nutria, visón, castor, zorrino, liebre, vizcacha y conejo extraídos con trampas también de la naturaleza. No tengo delante de mi mesa de trabajo trozos de tapados viejos, sino vistosas variedades de pieles nuevas, con su pelaje original o teñidas y depiladas para aprender a reconocerlas. Las indicaciones me las da el peletero Martín Carbone. Pero antes, Leandra proseguirá con un breve repaso sobre la historia de la peletería: “Las pieles son usadas desde el hombre prehistórico –dice–. Fueron luego el atuendo exclusivo de monarcas, con el armiño, que simbolizaba la pureza, porque, según decía la leyenda, el animal era capaz de dejarse matar antes de manchar su níveo pelaje. Usar pieles naturales es mucho más ecológico que la piel sintética, que se hace con residuos contaminantes del petróleo, y no es biodegradable”. Al clasificar las pieles por tamaño, color, altura del pelo y entender qué es una nutria depilada, una razada o una con doble pelo (el pelo de felpa es el interior, y el de guarda, el más largo), Carbone me dice que las pieles tienen mala prensa porque se las vincula con la muerte: “Pero es un concepto de muerte selectiva –agrega–, ya que la gente come carne, toma leche y usa cuero”. “El control de la fauna es clave para el equilibro ecológico –apunta Leandra–. En una reunión de la Secretaría de Fauna, se habló de que si no se controlaban a las poblaciones de nutria, que son plaga, podrían aparecer hasta en el Obelisco.” Yo escucho todo con genuino inte-

Algunos de los diseños con las pieles reutilizadas, confeccionados durante el curso

ideas y personas Julieta Sopeña

La visión de un jugador en ascenso

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e sabe: cada agosto, la industria de la moda vibra con su augurio de verano. Y este agitado mes que acaba de irse, por cierto, no fue la excepción. Hace unas semanas charlamos en estas mismas páginas sobre cómo, además, la industria de la indumentaria entretiene. Y hoy, me detengo en un jugador en ascenso. Se llama Guillermo Azar. No lo conozco –aún– personalmente, ya que hasta ahora fue para mí tan sólo una voz en el teléfono. Pero eso sí, de esas que traspasan el cableado y dejan huella. Me pareció lo que comúnmente se dice “muy buena onda”. Lo contacté porque sentí la curiosidad de hacerle algunas preguntas relacionadas con su ciclo Designers Look BA, que inauguró hace dos viernes la temporada de verano, en el Tattersall de Palermo. El disparador de mi intriga fue su grilla, que me pareció simplemente impresionante. Aclaremos que el ciclo acaba de finalizar su sexta edición. Pero si de algo le valieron las cinco anteriores, fue para tener hoy un peso

en la escena del fashion local que no debería pasar inadvertido para nadie. He aquí un repaso por las marcas y diseñadores que allí se presentaron, a los pies de la imponente Avenida del Libertador: JT by Jessica Trosman, Pablo Ramírez, Evangelina Bomparola, Zitto, Gar-

En su sexta edición, Designers Look BA logró un peso propio en la escena local za Lobos, Mariana Dappiano, Laurencio Adot, Vevu, Min Agostini, Bandoleiro y un desfile de diseños sustentables, entre otros. Nada más y nada menos. “Armamos una grilla que contempló tanto a los diseñadores de trayectoria, como a los nuevos talentos y a la moda solidaria”, explicó luego Azar. Y resaltó: “Es el marco perfecto para los que entendemos que un ciclo puede hablar distintos lenguajes con-

rés, dispuesta a evaluar si adoptaré o no pieles recicladas o nuevas en mi vestimenta. Tengo una tara difícil: quiero conocer el origen de lo que como y de lo que visto. Por eso, pregunto. Pero no podré corroborar los datos que me aportan (que el 50% de las pieles en la Argentina provienen de criadero; que el 80% del consumo en el país corresponde a piel de conejo; que el resto se exporta), ya que el biólogo Gustavo Porini, de la Dirección de Fauna, y a quien en Facif me remiten como especialista en la materia, no querrá ahondar en esos datos. Sí me explican que la carne de zorro no es comestible y que en los criaderos vive hasta los dos años. “Pero en Dinamarca –detalla Leandra–, aprovechan todo el ejemplar: con la grasa y huesos hacen biocombustibles, la carne la procesan para alimento balanceado para peces y el colágeno lo derivan a la industria cosmética.” Preguntar sobre cómo muere el animal, para mí, es clave, especialmente cuando estoy sosteniendo, como ahora, una piel entera y nueva de zorro gris, que debo cortar con una filosa herramienta alemana para luego coser. La sostengo del revés y puedo observar la fisonomía íntegra del zorro: los huecos de los ojos, las orejas y el contorno de las patas. Siento aversión, pero practico el corte. Carbone luego lo coserá y me mostrará cómo se unen las piezas sin dejar rastros. Pasamos luego al estaqueado: mojo con agua el anverso de una nutria depilada teñida de verde, la estiro y la clavo con una pinza sobre una madera para aprovechar hasta un 30% más la superficie por utilizar. Los diseños con las pieles reutilizadas por otros alumnos se exhiben en frente en maniquíes. Lo que veo, salvo esa estola de visón reciclada que rediseñó Yarusi, no despierta mi admiración. Me voy del curso con dos certezas y muchos más interrogantes: respetaré siempre al que elige vestir pieles de origen controlado, si no se desecha la carne del animal. Las pieles son bellísimas, sí, pero a mí me gusta verlas en movimiento, sobre la anatomía del animal.ß

servando una coherencia común. Por esa razón les abrimos la puerta tanto a propuestas exquisitas, como a otras disruptivas y a la sustentabilidad”. El espacio en el cual sucedieron todos los desfiles era sencillo, pero quizás por eso, también, irreprochable: se trató de un gran salón con una pasarela muy ancha al ras del piso. No hubo mayores atracciones ni distracciones. Su página web tampoco pecaba de ostentosa. El público de cada show, en cambio, se notaba entrenado, cautivo. Todo lo cual logró teñir a Designers Look BA de una encantadora autenticidad. En conclusión, creo que es una excelente noticia que Guillermo Azar y su creación se posicionen como jugadores cada vez más importantes dentro del mapa de las semanas de moda en Buenos Aires, una ciudad en la que, históricamente, se destacan BAFWeek y BAAM. “Empecé con una marca de ropa, en el auge de las jeaneras como ViaVai y Paula Cahen D’Anvers. Era fabricante y ése fue mi primer acercamiento a la industria. En 2001 decidí volcarme a la producción integral de desfiles y al tiempo empecé a trabajar a lo largo y ancho del país”, contó cuando lo obligué a definirse. Y con respecto a expresarse en relación con el futuro, no vaciló: “Lo que más queremos –sí, en todas sus respuestas hizo deliberado uso del plural– es que Designers Look BA sea la mejor semana de la moda en la Argentina. Y una vez que logremos eso, nuestra próxima meta será llevar el proyecto al exterior”.ß