Y cuando la vida

Y cuando la vida nos regala un nuevo día tenemos la obligación de disfrutarlo, observarlo y maravillarnos de los diversos acontecimientos que se suceden. A pesar de las circunstancias que lo rodeen siempre hay que conservar la calma junto con la alegría, la dicha o la tristeza que nos invada. Hay que disfrutar de todo y vivir con intensidad solo de esta manera evolucionamos y somos participes de la vida, esta que decidimos escoger. Cuando la tarde se torna gris y los pájaros cantan inundando de armonía mis oídos, siento, solo siento y percibo el viento que ondea mi pelo y acaricia mi cara. Miro el camino y me recreo en el verdor de las plantas pensando en todo lo que son capaces de transmitir sin usar una sola palabra, ni un solo gesto. Las observas atentamente y sabes como están; alegres por la vigorosidad con la que aumentan de tamaño, verdes y hermosas por el sol que las ilumina y por la buena tierra que las alimenta, tristes por la despedida de la bella flor caída y sonrientes por la ilusión de la nueva que llegará. Las miras y son capaces de inundarte de sensaciones tan solo con el simple gesto de poner tu mirada en ellas ¡qué belleza, qué sabiduría tiene la naturaleza!

XII–VII- MMX

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