Todo lo que Muscari sabe del dinero

8 ene. 2009 - con música original de Mike Ribas. Con localidades desde 50 pesos, las fun- ciones son de miércoles a sábados, a las 22, en Esmeralda 449.
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Espectáculos

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Jueves 8 de enero de 2009

TEATRO En el Maipo: Norma Pons, Ronnie Arias, Gustavo Garzón y elenco

María Valenzuela

Todo lo que Muscari sabe del dinero menú dos de la oferta de combos del bar ubicado frente al Maipo. Cuando Muscari le acercó Cash fue a ver En la cama y Crudo, otras obras de su factoría, para saber un poco en dónde se estaba por meter. Y se metió. Ahora él, un actor stanislavskiano egresado del Conservatorio, está rodeado de un elenco que hace honor al término ecléctico (palabrita un tanto bastardeada en estos tiempos). “El teatro de Muscari no pasa desapercibido, como sí sucede con varias propuestas de la escena comercial. Puede gustar o no, pero no te dormís. Y esta comedia, particularmente, me parece un hallazgo. Cuando me ofreció hacer En la cama sentí que no era para mí. Y cuando me volvió a llamar, y después de hablar mucho con él, pude apropiarme de la obra. Para hacer esto tenés que tener huevo”, explica sin mucho rodeo quien hace de gay y muere por los shoppings. “Es lo que dice Gustavo –acota ahora la dama, evitando toda palabrita soez–. Muscari llega del comercial pero no deja de ser del under. Yo sé del tema porque he trabajado mucho con gente como él, que ha llegado a mí como exponente del teatro comercial. ¿Me entendés? Pero cuando llegan al teatro comercial todos se comercializaron. Y yo lo que noto en Muscari es que se resiste a dejar el under.”

Continuación de la Pág. 1, Col. 1 antes del estreno, allí están todos (casi todos) ajustando detalles. Norma Pons y Juan Carlos Dual se sacan chispas en medio de un complejo mecanismo de puesta hasta que llega Ronnie, vienen las fotos para la nota y a buscar refugio en un bar para charlar con tres de ellos. “Uno desea hacer siempre algo distinto, y este espectáculo es diferente. Algo intuía de todo esto. No sé por qué le simpaticé a Muscari, por qué le gusté, pero terminó escribiendo algo para mí, especialmente para mí. Yo creo que me merecía hacer algo distinto, y cuando la semana pasada vino mi hermana a ver un ensayo me dijo: «Norma, esto es distinto» –cuenta la gran dama casi con orgullo y apelando a ese vozarrón inconfunPARA AGENDAR

Cash, con Daniel Aráoz, Belén Blanco, Juan Carlos Dual, Nacho Gadano, Gustavo Garzón, Norma Pons y Ronnie Arias. Dirección: José María Muscari. Maipo, de martes a domingos, a las 20.30.

dible–. Mirá: Cash es una especie de comedia musical en la que, en realidad, no se baila ni se canta, pero en la que los seis actores nos movemos de un lado para el otro con una precisión increíble.” Sigue Ronnie (el séptimo actor en discordia), que se acaba de pedir un sándwich para bajar algunas calorías: “Me gustan los espectáculos de Muscari porque son como partidos... ¿cómo se llama eso?”. –¿Fragmentados? –Eso, fragmentados. Por ejemplo, es muy importante lo que hace Gustavo [Garzón] porque su comunicación con el público es a través de lo que piensa. En medio de todo esto estoy yo, que voy caminando por ahí como si fuera un fantasma. –¿Fantasma? ¿Maestro de ceremonias? ¿Narrador? ¿Qué...? –Creo que soy José María en el escenario. –¿Su álter ego? –Sí. El que está contando el cuentito, el que agrega datos sobre los personajes. ¿Está bien lo que digo? Parece que está bien porque nadie protesta. A lo sumo, Garzón acota: “Ronnie es un showman. Lo que él hace no lo puede hacer cualquiera. Va por otro registro...”. El camino por registros actorales diversos parece ser uno de los signos de esta propuesta. Por lo pronto, las carreras de cada uno de los siete intérpretes dan cuenta de tránsitos distintos y hay para todos los gustos: de la escena alternativa a personajes de la tele pasando por actores con enorme experiencia a algunos que están en el camino de

El chico informal

Con el signo del euro como sillón, los tres intérpretes en medio del escenario del Maipo ANDREA KNIGHT

ida. En ese sentido, Cash parece ser un choque de cráneos guiado por un director que goza con juntar lo que, a priori, parece imposible. Gustavo Garzón vio por primera vez un espectáculo de Muscari (el mismo de Catch, de Mujeres de carne

podrida, de Grasa y de tantos otros) hace tiempo. Lo primero que le gustó de sus propuestas fue la utilización del espacio escénico. “En ese sentido, es un innovador. Es un tipo muy humilde con mucha autoridad”, destaca luego de haberse pedido el

La rotativa de Lanata N Ahora en segunda función, y con cambio de nombre, Jorge Lanata reestrenará mañana su show La rotativa 2009, ¡si no es Maipo, no es revista! La temporada trae algunas modificaciones sobre el escenario: si bien continúa como primera vedette Ximena Capristo, se suman al elenco Cecilia Milone y Jean François Casanovas, con la dirección de Ricky Pashkus. Los textos y canciones son de Elio Marchi, Miguel Gruskoin y Jorge Lanata, con música original de Mike Ribas. Con localidades desde 50 pesos, las funciones son de miércoles a sábados, a las 22, en Esmeralda 449.

En medio de esta economía del mercado teatral, Ronnie Arias habla de Cash: “Está todo lo que estuvo pasando el año pasado con la guita llevado a una comedia delirante. Es la risa en medio de una situación dramática llevada al límite”. Y, con ese ritmo de hablar que le dio fama, dispara preguntas sin respuestas: “¿Cómo nos manejamos con la plata? ¿Por qué nos lleva la plata a donde estamos? ¿Estamos con alguien porque lo amamos o porque nos conviene? ¿Qué es tener cash? ¿Quién lo comparte? ¿Está bueno compartirlo o hay que encanutarlo? Esa es la obra”. Esa es la obra según el ex conductor de Mañanas informales, que acaba de llegar de Nueva York directo al escenario (siempre tan glamoroso él) y que se moría de ganas de trabajar con Muscari. En un pasaje de la charla, Norma Pons confiesa estar cansada por el ritmo agotador de ensayos. Sin embargo, no hay que creerle demasiado porque en la pasada de recién la rompió. “¿Sabés qué pasa chiquitín? Muscari es un chico joven, yo no lo conocía. Y había que acoplarse a todo esto que pide. Para mí, que soy la mayorcita, Cash es un regalo, pero me costó mucho todo esto, no te creas...” Ok, vamos a creerle. Por lo pronto, el sábado comienza a funcionar la rueda de la fortuna. Y si además de todos los desafíos artísticos en juego va bien en boletería, el negocio de Cash será redondo.

MAURO V. RIZZI

La actriz combina su familia con el trabajo en su estadía en Mar del Plata

Una mujer fuerte que expone sus máscaras Hoy estrena una obra dirigida por Manuel González Gil Por Verónica Pagés Enviada especial MAR DEL PLATA.– Pura cordialidad. María Valenzuela recibe a LA NACION paradita en la puerta del pequeño chalet marplatense del barrio Chauvin que alquiló para pasar la temporada veraniega. De tejas, ladrillo y mucha madera, la vivienda se convierte en el refugio perfecto para conversar durante más de una hora –mate en mano– sobre el año que pasó y el que acaba de comenzar, que la encuentra a punto de estrenar Máscaras, una obra que la tiene como protagonista excluyente por primera vez en sus 45 años de carrera. Para semejante evento se pertrechó de los amores más cercanos, sus hijos Malena, Julián y Juan; un “amigo íntimo”; y sus gatos Carmelo y Cleopatra… No parece necesitar mucho más para estar bien. Se la ve relajada, tranquila, dato que se vuelve llamativo cuando comenta, feliz, que de a poco está dejando de fumar: “de dos atados diarios bajé a cinco cigarrillos”, dice mientras prende el segundo del día, a las 7 de la tarde. Es que no hace mucho le detectaron un principio de enfisema pulmonar y decidió prestarle atención a los consejos médicos. Ya para sustos tuvo demasiado con la enfermedad de su hija Malena, experiencia que decidió plasmar en un libro para tratar de ayudar a otros padres que estén pasando lo mismo que a ella y a su hija les tocó transitar. Revivir esa situación fue difícil pero gratificante, idénticos sentimientos a los que le dejó el programa Buscando a Dios, que condujo en Telefé. “Siempre fui una persona de fe pero, a partir de lo que le pasó a Male, esto se intensificó, me aferré a santos que antes ni conocía, por eso el libro y el programa fueron experiencias importantes para mí. Pero no te voy a mentir, soy una mina a la que le gusta disfrazarse y no cambio a la actuación por nada.” Y así, de hablar de disfraces la actriz pasó a las máscaras, a esas que hace referencia la obra que estrena, con di-

rección de Manuel González Gil, hoy, a las 23, en el teatro Santa Fe (de Jueves a domingos, a las 23; y martes y miércoles, de gira por la costa). Allí, una mujer que ya cumplió los 25 años de casada ve entrar en crisis su matrimonio tras la partida de su único hijo a estudiar al exterior. El hecho de no tener ya que preocuparse y ocuparse de su hijo –“el gran amor de su vida”–, empieza a ver qué pasa con su propia vida y se da cuenta cuánta mugre está escondida bajo la alfombra. Ella no es hipócrita y elige sacarse las máscaras.

Nido vacío “Aparecen secretos ocultos por muchos años hasta que explota todo por el aire, con humor y con cierto dramatismo. Es una suerte de culebrón teatral en el que pasan cosas muy locas con la gente; en las partes dramáticas se ríen de los nervios, interactúan con nosotros, hacen comentarios, nos hablan apoyando o no cada posición. Es fantástico”, dice en referencia a la experiencia que vivió junto con sus compañeros de elenco Nani Ardanaz, Fabián Talín y Cynthia Fridman mientras la obra –que escribió Lucía Arslanián– estuvo de gira. María, al igual que la protagonista, también cumplió 25 años de casada antes de separarse –“creo que los dos llegamos boqueando”–, pero no se identifica mucho con la Vivi que interpreta. “Ella es absolutamente dependiente en lo emocional y en lo material y yo soy independiente desde los 10 años, edad en la que me di cuenta que ya hacía unos años que ganaba mi propio dinero y que, aunque me lo administraban mis padres, era mío. Además soy una tipa fuerte, dura y me hago cargo de lo que me toca.” Y en eso que le toca aparecen tiempos buenos, otros no tanto, como a cualquiera. No se desespera por saber ya si tendrá o no proyectos más allá del actual, ya vivió mucho tiempo la vorágine de hacer una tira televisiva y teatro a la vez. “Así que estoy aprovechando este momento y, además, a esta altura de mi vida quiero tiempo para mí, para mis seres amados”, concluye y se despide para ir a ver una serie con su hijo Juan, que la ronda con ganas de tenerla sólo para él.