Tesis Doctoral

blind randomized, placebo-controlled pilot study. Biological Psychiatry, 61, 551- ...... Speed of inhibition predicts teacher- rated medication response in boys with ...
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UNIVERSITAT AUTÒNOMA DE BARCELONA Departament de Psiquiatria i Medicina Legal

Tesis Doctoral ALTERACIONES NEUROANATÓMICAS EN LOS NÚCLEOS CAUDADO Y ACCUMBENS COMO MARCADOR NEUROBIOLÓGICO DE MALA RESPUESTA AL METILFENIDATO EN EL TDAH INFANTIL Ana Moreno Alcázar

Director: Oscar Vilarrroya Oliver Barcelona, 2012

Esta tesis ha sido posible realizarla gracias a la beca concedida por la Fundación Alicia Koplowitz 2008

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Para Diego, mí mejor amigo y compañero.

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“¿Importa para nuestras vidas saber cómo funciona el cerebro? Creo que importa, y mucho, tanto más si aparte de conocer lo que actualmente somos, nos preocupamos por aquello que podemos llegar a ser.”

ANTONIO DAMASIO, Y el cerebro creó al hombre

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Agradecimientos Si hace 8 años alguien me hubiera dicho que hoy estaría escribiendo los agradecimientos de mi tesis doctoral no me lo hubiera creído, ¿yo dedicarme al mundo de la investigación? ¡Si ni siquiera sabía que podía existir esa posibilidad!! Pero recordando las palabras que siempre me ha dicho mi madre, “uno nunca sabe lo que la vida te tiene preparado” y que razón tiene…

En el año 2003 empecé la carrera de psicología decidida a formarme y prepararme para ser una buena psicóloga clínica pero por temas académicos empecé a cursar asignaturas relacionadas con el ámbito de las neurociencias y me quedé completamente impresionada e impactada sobre la gran complejidad y la importancia que tiene para nuestras vidas el cerebro humano. Fue así como nació en mí una inquietud que me impulsó a querer saber más y más sobre el funcionamiento del cerebro y fue entonces cuando me di cuenta que quería orientar mi vida profesional a este campo de la psicología. A día de hoy no me arrepiento en absoluto de haber tomado esa decisión y me siento muy afortunada de haber llegado donde estoy, a pesar de que el camino no ha sido fácil. Pero con el esfuerzo y el apoyo de muchísimas personas a las que les estoy profundamente agradecida he podido ver cumplido uno de mis propósitos profesionales y personales, la finalización de mi tesis doctoral.

El mayor de mis agradecimientos quiero dedicárselo al director de este trabajo, el Dr. Oscar Vilarroya: “Oscar, en primer lloc et volia donar les gràcies per haver-me donat l’oportunitat de formar part de la que sempre serà com la meva segona família, l’URNC. Gràcies per haver confiat en mi des del primer moment i ajudar-me sempre en tot el que has pogut. Gràcies per ser una persona tan propera i amb la que sempre es pot parlar i dialogar i gràcies de tot cor per haver-me dirigit en aquest fantàstic projecte, que com ja saps no ha estat gens fàcil”. También me gustaría darles las gracias a mis compañeras Elseline, por su paciencia a la hora de ayudarme a resolver dudas y problemas con el análisis de las imágenes y hacerlo siempre de manera incondicional, a Marisol por llenarme siempre de energía positiva, animarme en los momentos más duros y tenderme su mano siempre que lo he necesitado. A Erika Barba por sus maravillosos consejos y

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por ser una persona con la que siempre puedes contar, a Susanna por sus generosas clases sobre SPM, sus recomendaciones en momentos de crisis y ser una compañera ejemplar. A Clara por ser mi maestra de las ROIS, ufff….nunca había pintado tantos puntos rojos!!!!!, a Jordi Fauquet por sus consejos metodológicos y estadísticos, y no puedo olvidarme de mi querido Pepus por su gran compañía y los buenos momentos que nos ha hecho pasar a todos en la unitat 08. A todos vosotros deciros que siempre os llevaré en el corazón!!!!!!!

Otras de las personas que han hecho posible que este proyecto se haya podido llevar a cabo han sido la psiquiatra Lurdes Duñó, a la que le quiero agradecer el fantástico trabajo que ha realizado con el reclutamiento de los pacientes, la perfecta organización que ha mostrado con los datos clínicos y por facilitarme en todo momento lo que he necesitado, el psiquiatra Luis Miguel Martín, por poner el servicio de psiquiatría y psicología infantil del CAS Ramón Turró a nuestra disposición y mi más sincero agradecimiento a todas las familias, especialmente a los peques, que han colaborado en este estudio y se han ofrecido voluntariamente a ayudarnos a poder hacer nuestro trabajo.

También me gustaría agradecerle a Yolanda Vives y Jordi Canals, miembros del Port d’Informació Científica de la Universidad Autónoma de Barcelona, su ayuda con una parte del análisis de las imágenes utilizadas en este trabajo.

Desde que llegué a la URNC hasta el día de hoy he conocido a fantásticas personas que de alguna manera u otra también han formado parte de este proyecto y a las que también me gustaría darles las gracias, entre ellas está mi compañero y amigo Xavier Jiménez que ha hecho posible que conceptos que se escapaban a mi entendimiento como las dichosas transformaciones jacobianas, deformaciones del campo, etc. cobraran de alguna manera sentido y por ayudarme a ver siempre el lado positivo de las cosas. A Erika Proal, la compañera con la que inicié mi aventura en la URNC y la que se ha convertido en una de mis mejores amigas. Gracias por sentir y vivir la ciencia como lo haces porque me encanta contagiarme de esa buena energía, gracias por darme tú apoyo y tus ánimos en los momentos en los que estaba más decaída y no sabía por dónde continuar y gracias por ayudarme a ver que las cosas siempre se pueden mirar desde diferentes puntos de vista. También me gustaría agradecerle al profesor Xavier 10

Castellanos sus increíbles y apasionadas charlas sobre la ciencia que hacemos, los consejos ofrecidos sobre mí tesis y por la confianza que ha depositado en mi desde el momento en el que nos conocimos.

También me gustaría darles las gracias a mis nuevos compañeros de la fundación FIDMAG, especialmente a Gemma Monté y Quim Raduà por sus consejos y el interés mostrado en mi trabajo.

Además de las personas de mi entorno laboral, también me gustaría dedicarles este trabajo a mis amigas Paula, Nuria, Aroa, Sandra, Nella y Alba por su infinita comprensión y entender en todo momento que durante bastantes periodos de tiempo he tenido que dedicarle muchas horas a mi trabajo. Gracias por todo vuestro apoyo y ánimos, sois un pilar fundamental en mi vida. También, como persona que le gusta cumplir las promesas que hace, esta tesis se la dedico a la que fue mi compañera de batallas en la universidad Miriam Sanz: “ja et vaig dir en el seu moment que si algun dia arribava fins aquí, era en part, gràcies als meravellosos apunts que em vas oferir en més d’una ocasió i sense els quals potser m’hagués costat un doble, o inclús un triple esforç entendre certes assignatures durant la carrera!!!”

En este gran momento profesional no puedo olvidarme de mencionar a mis padres a quienes estoy enormemente agradecida por darme la oportunidad que ellos no tuvieron. Gracias por todo el esfuerzo que habéis hecho y por confiar en mí, gracias por enseñarme con vuestro ejemplo del día a día que uno puede llegar a conseguir las metas que se propone con voluntad, esfuerzo y perseverancia. Sois todo un ejemplo a seguir. Tampoco puedo olvidarme de mis hermanos, especialmente de mi hermana Rosa, a quien admiro por su capacidad de superación diaria y por ser una maravillosa persona y extraordinaria amiga.

Por último, quiero dedicarle este trabajo a Diego mi mejor amigo y compañero. Quiero agradecerte el apoyo constante que me has brindado durante todo este tiempo, por darme ánimos cuando más lo necesitaba, por tu comprensión y paciencia y por hacerme mejor persona cada día

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Índice LISTA DE ABREVIATURAS ................................................................................................. 15 1. RESUMEN ............................................................................................................................. 19 2. INTRODUCCIÓN................................................................................................................. 23 2.1 TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD ............ 25 2.1.1 Definición ............................................................................................................ 25 2.1.2 Antecedentes históricos ....................................................................................... 27 2.1.3 Etiología .............................................................................................................. 32 2.1.4 Bases neuroquímicas ........................................................................................... 47 2.1.5 Neuropsicología .................................................................................................. 49 2.1.6 Alteraciones neuroanatómicas............................................................................. 55 2.1.7 Alteraciones neurofuncionales ............................................................................ 57 2.1.8 Tratamiento farmacológico ................................................................................. 60 3. PLANTEAMIENTO DEL ESTUDIO OBJETIVOS E HIPÓTESIS ............................... 69 3.1 3.2 3.3

PLANTEAMIENTO DEL ESTUDIO ........................................................................ 71 OBJETIVOS ............................................................................................................... 74 HIPÓTESIS ................................................................................................................. 75

4. MÉTODOS ............................................................................................................................ 77 4.1 4.2 4.3

PARTICIPANTES ...................................................................................................... 79 INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓN..................................................................... 81 PARAMETROS DE ADQUISICIÓN DE RM ESTRUCTURAL Y RM FUNCIONAL .............................................................................................................. 85 4.4 PROCEDIMIENTO DE RESONANCIA MAGNÉTICA ESTRUCTURAL Y FUNCIONAL .............................................................................................................. 86 4.5 DISEÑO Y PROCEDIMIENTO DEL ESTUDIO ...................................................... 88 4.6 ANALISIS ESTADÍSTICOS ...................................................................................... 90 4.6.1 Análisis de los datos sociodemográficos, clínicos y conductuales. ........................... 90 4.6.2 Análisis de las imágenes de resonancia magnética estructural. ................................. 92 4.6.3 Análisis de las imágenes de resonancia magnética funcional.................................... 98

5. RESULTADOS ...................................................................................................................... 99 5.1 5.2 102 5.3 5.4 5.5

RESULTADOS DE LOS DATOS SOCIODEMOGRÁFICOS ........................... 101 RESULTADOS DE LOS DATOS CLÍNICOS Y NEUROPSICOLÓGICOS…... RESULTADOS DE LOS DATOS CONDUCTUALES DEL PARADIGMA DE MOTIVACIÓN Y RECOMPENSA...................................................................... 106 RESULTADOS DE LAS IMÁGENES DE RESONANCIA MAGNÉTICA ESTRUCTURAL .................................................................................................. 108 RESULTADOS DE LAS IMÁGENES DE RESONANCIA MAGNÉTICA FUNCIONAL ........................................................................................................ 117

6. DISCUSIÓN......................................................................................................................... 119 7. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS .............................................................................. 131

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LISTA DE ABREVIATURAS 5-HT: Serotonina. 5-HT1B: Receptor Serotonina 1B de la serotonina 5-HT2A: Receptor Serotonina 2A de la serotonina 5-HTT: Transportador de la serotonina. AA: Ácido araquidónico. AC-PC: Eje comisura anterior a comisura posterior. APA: Asociación Americana de Psiquiatría. ATV: Área Tegemental Ventral BDNF: Factor Neurotrófico Derivado del Cerebro. BOLD: Blood Oxygen Level Dependent. CBCL: Cuestionario The Child Behaviour Checklist CGAS: Escala de Evaluación del Funcionamiento Global para Niños. CGI: Escala de Impresión Global Clínica. C.I: Coeficiente Intelectual. CIE: Clasificación Internacional de Enfermedades. COMT: Enzima catecol-o-metiltranferasa. CPF: Corteza prefrontal. CPRS: Cuestionario de Conners para padres. CTRS: Cuestionario de Conners para profesores. CPT: Continuous Performance Test. DA: Dopamina. DAT: Gen del transportador de la dopamina. DHA: Ácido docosahexanoico. DRD1: Receptor D1 de la dopamina. DRD2: Receptor D2 de la dopamina. DRD3: Receptor D3 de la dopamina. DRD4: Receptor D4 de la dopamina. DRD5: receptor D5 de la dopamina. DSM: Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. EPA: Ácido eicosapentanoico. FA: Fracción de anisotropía. FDR: Corrección False Discovey Rate.

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FE: Funciones ejecutivas. FOV: Field of view (campo de vision). FWE: Corrección Family-Wise Error. GWAS: Estudios de asociación del genoma completo. IMIM: Instituto Municipal de Investigación Médica. K-SADS-PL: Entrevista Kiddie-Schedule for Affective Disorders and Schizophrenia, Present and Lifetime Version. MAO: Monoamina oxidasa MFD: Metilfenidato. MLG: Modelo lineal general. MNI: Instituto neurológico de Montreal. nAChRs: Receptores nicotínicos de la acetilcolina. NA: Noradrenalina. NAT: Transportador de la noradrenalina. RM: Resonancia Magnética. RMe: Resonancia Magnética estructural. RMf: Resonancia Magnética funcional. OAS: Escala de Agresión Manifiesta. OMS: Organización Mundial de la Salud. PET: Tomografía por emisión de positrones. QTLs: Quantitative trait loci. ROI: Región de interés. SNC: Sistema Nervioso Central. SPGR: Spoiled Gradient Recalled (tipo de secuencia) STAIC: Inventario de Ansiedad Estado/Rasgo. SVC: Small volumen correction. TAC: Tomografía axial computarizada. TDAH: Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad. TDAH-C: Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad tipo predominio combinado. TDAH-H: Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad tipo predominio hiperactivo. TDAH-I: Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad tipo predominio de inatención. 16

TE: Tiempo de eco. TH: Tirosina hidroxilasa. TR: Tiempo de repetición. TSH: Hormona Estimulante de la Tiroides. VBS: Volume Based Stream WISC: Escala de inteligencia de Wechsler.

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1. RESUMEN

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Resumen

El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) es uno de los trastornos del neurodesarrollo más comunes que se inicia en la edad temprana y que se caracteriza por presentar un cuadro clínico de inatención, hiperactividad e impulsividad. A pesar de que a día de hoy no se conoce con exactitud cuál es su etiología, parecen existir ciertos factores tanto genéticos como ambientales que favorecen a la aparición de esta patología. Desde un punto de vista farmacológico, el metilfenidato (MFD) es el fármaco de primera elección para tratar el TDAH debido a la alta eficacia que presenta a la hora de mejorar los síntomas, no obstante, se ha estimado que un 30% de estos pacientes no responden de manera adecuada. Existen diversos trabajos en los que se ha evaluado si factores de carácter psiquiátrico, demográfico o incluso fisiológico influyen en la variabilidad de la respuesta al tratamiento, sin embargo, los resultados encontrados son contradictorios o poco concluyentes por lo que en el momento actual se carece de marcadores clínicos, genéticos o neurobiológicos que permitan identificar a los pacientes susceptibles de presentar una buena o mala respuesta al MFD. El objetivo del presente estudio ha sido identificar a través de técnicas de resonancia magnética (RM) y variables clínicas y neuropsicológicas si existen diferencias cerebrales y/o clínico-cognitivas entre los pacientes que presentan una respuesta favorable o desfavorable al MFD. Para ello, se ha utilizado un diseño ex post facto de casos y controles para estudiar una muestra de 27 pacientes TDAH (de entre 6 y 15 años de edad) naïve al tratamiento con MFD. Respecto a los datos de neuroimagen se ha adquirido una resonancia magnética estructural (RMe) que ha sido analizada utilizando una técnica basada en regiones de interés (ROIs) aplicada sobre el núcleo caudado y accumbens, en tanto que son dos regiones donde el MFD ejerce su principal mecanismo de acción, y una resonancia magnética funcional (RMf) diseñada para cuantificar y comparar los cambios en la señal BOLD (del inglés Blood Oxygen Level Dependent) considerada un buen indicador de la actividad cerebral. La evaluación clínica de los pacientes al mes de iniciar el tratamiento farmacológico ha indicado que 16 sujetos han presentado una respuesta favorable y 11 desfovarable. Los resultados del análisis por ROIs han mostrado que los pacientes con una buena respuesta al MFD tienen una mayor concentración de sustancia gris en la cabeza de ambos núcleos caudados y en el núcleo accumbens derecho respecto a los pacientes que no responden de manera adecuada. Los análisis de las imágenes

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Resumen

funcionales no han podido llevarse a cabo dado que la mayoría de los pacientes no han completado el paradigma de manera adecuada. En relación a las variables clínicas y neuropsicológicas, no se han encontrado diferencias entre los dos grupos antes de iniciar el tratamiento farmacológico, sin embargo sí se han hallado en la evaluación post-tratamiento.

Asimismo, se ha

encontrado una relación entre los volúmenes del núcleo caudado y accumbens de manera bilateral y la mejora en el cuestionario de Conners para padres y el test Continuous Performance Test (CPT). Nuestro trabajo es el primero en estudiar la variabilidad en la respuesta al tratamiento con MFD desde un punto de vista neuroanatómico y el primero que ha identificado diferencias entre los pacientes que muestran una buena o mala respuesta al MFD. Además, nuestros resultados ponen de manifiesto que existe una relación entre la concentración de sustancia gris de los núcleos caudado y accumbens y la mejora de los pacientes a nivel clínico y neuropsicológico. Estos resultados no sólo apoyan la hipótesis sobre la implicación de estas estructuras en la fisiopatología del TDAH, sino que también ponen de manifiesto su implicación en la respuesta al tratamiento farmacológico y su relación con los síntomas tanto cognitivos como conductuales que se manifiestan en los pacientes con TDAH. Los resultados derivados de este trabajo podrían ser de gran utilidad para determinar un fenotipo neuroanatómico que permita diferenciar a los pacientes que presentarán una respuesta favorable o desfavorable al MFD en el momento del diagnóstico y predecir su

grado de mejoría a nivel clínico y neuropsicológico.

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2. INTRODUCCIÓN

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Introducción

2.1 TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD

2.1.1 Definición El TDAH es uno de los trastornos del neurodesarrollo que afecta entre un 5-6% de la población infantil y que se caracteriza por presentar un cuadro clínico de inatención, hiperactividad e impulsividad. Se entiende por déficit atencional la dificultad que presentan los sujetos para mantener la atención durante un determinado período de tiempo, la hiperactividad como una excesiva actividad motora y la impulsividad como la falta de control o la incapacidad para inhibir una conducta. Tomando como referencia el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales en su cuarta edición revisada, el DSM-IV-TR (APA, 2004), un sujeto será diagnosticado con TDAH cuando cumpla seis o más de los nueve criterios de déficit de atención, y seis o más de los nueve criterios de hiperactividad-impulsividad. Además, los síntomas deben tener al menos seis meses de vigencia, haberse presentado antes de los 7 años de edad y en diferentes situaciones sociales, causar malestar clínicamente significativo en el paciente y no ser consecuencia de otro trastorno mental o enfermedad médica (ver cuadro 1). Cabe mencionar que existe la posibilidad de que un sujeto cumpla únicamente los criterios de desatención y no los de hiperactividad-impulsividad, en este caso el diagnóstico establecido será TDAH tipo con predominio del déficit de atención (TDAHI). Si ocurre el caso contrario, que el sujeto cumpla los criterios de hiperactividadimpulsividad y no los de desatención nos encontraremos ante un trastorno TDAH tipo con predominio hiperactivo-impulsivo (TDAH-H), y por último si cumple los criterios tanto para la desatención como para la hiperactividad-impulsividad estaremos ante un TDAH tipo combinado (TDAH-C).

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Introducción

Cuadro 1. Criterios diagnósticos del DSM-IV-TR para el trastorno por déficit de atención con hiperactividad

A. Existen 1 y 2: 1. Seis (o más) de los siguientes síntomas de desatención han persistido por lo menos durante 6 meses con una intensidad que es desadaptativa e incoherente en relación con el nivel de desarrollo: Desatención: 1. A menudo no presta atención suficiente a los detalles o incurre en errores por descuido en las tareas escolares, en el trabajo o en otras actividades. 2. A menudo tiene dificultades para mantener la atención en tareas o en actividades lúdicas. 3. A menudo parece no escuchar cuando se le habla directamente. 4. A menudo no sigue instrucciones y no finaliza tareas escolares, encargos, u obligaciones en el centro de trabajo (no se debe a comportamiento negativista o a incapacidad para comprender instrucciones). 5. A menudo tiene dificultades para organizar tareas y actividades. 6. A menudo evita, le disgusta o es renuente en cuanto a dedicarse a tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido (como trabajos escolares o domésticos). 7. A menudo extravía objetos necesarios para tareas o actividades (p. ej. juguetes, ejercicios escolares, lápices, libros o herramientas). 8. A menudo se distrae fácilmente por estímulos irrelevantes. 9. A menudo es descuidado en las actividades diarias. 2. Seis (o más) de los siguientes síntomas de hiperactividad-impulsividad han persistido por lo menos durante 6 meses con una intensidad que es desadaptativa e incoherente en relación con el nivel de desarrollo: Hiperactividad 1.

A menudo mueve en exceso manos o pies, o se remueve en su asiento.

2.

A menudo abandona su asiento en la clase o en otras situaciones en que se espera que permanezca sentado.

3.

A menudo corre o salta excesivamente en situaciones en que es inapropiado hacerlo (en adolescentes o adultos puede limitarse a sentimientos subjetivos de inquietud).

4.

A menudo tiene dificultades para jugar o dedicarse tranquilamente a actividades de ocio.

5.

A menudo "está en marcha" o suele actuar como si tuviera un motor.

6.

A menudo habla en exceso.

Impulsividad 7.

A menudo precipita respuestas antes de haber sido completadas las preguntas.

8. A menudo tiene dificultades para guardar tumo. 9. A menudo interrumpe o se inmiscuye en las actividades de otros (p. ej. se entromete en conversaciones o juegos). B. Algunos síntomas de hiperactividad-impulsividad o desatención que causaban alteraciones estaban presentes antes de los 7 años de edad. C. Algunas alteraciones provocadas por los síntomas se presentan en dos o más ambientes (p. ej., en la escuela [o en el trabajo] y en casa). D. Deben existir pruebas claras de un deterioro clínicamente significativo de la actividad social, académica o laboral. E. Los síntomas no aparecen exclusivamente en el transcurso de un trastorno generalizado del desarrollo, esquizofrenia u otro trastorno psicótico, y no se explican mejor por la presencia de otro trastorno mental (p. ej., trastorno del estado de ánimo, trastorno de ansiedad, trastorno disociativo o un trastorno de la personalidad).

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Introducción

2.1.2 Antecedentes históricos

El TDAH es un trastorno que ha existido desde hace muchos años, no obstante, tanto su nomenclatura, como los criterios diagnósticos utilizados y la forma de tratar el desorden han ido cambiando a lo largo de la historia. La primera referencia científica sobre el TDAH se encuentra en una serie de lecturas que el doctor George Still publicó en 1902 en la “Royal College of Physicians”. Still describió 43 casos de niños que presentaban problemas atencionales, agresividad, conductas desafiantes, resistencia a la disciplina, excesiva emocionalidad, problemas a la hora de inhibir su comportamiento, rencor, crueldad y falta de honradez (Barkley, 2006). Teniendo en cuenta todo este tipo de sintomatología, Still concluyó que estos sujetos presentaban “un defecto anormal en el control moral de su comportamiento” (Spencer, 2002). Unos años más tarde, entre 1917 y 1918, emergió una epidemia de encefalitis y muchos clínicos observaron en todos aquellos niños que habían sobrevivido a la infección una serie de secuelas tanto cognitivas como comportamentales, entre las cuales se encontraban, deterioro de la atención y la memoria, hiperactividad, un alto nivel de distracción y un pobre control de la impulsividad (Fitzgerald, Bellgrove y Gill, 2007). Debido a la clara evidencia de que esta sintomatología se presentaba como consecuencia de un daño cerebral, se definió a este cuadro clínico como “trastorno de conducta postencefálica” (Barkley, 2006). Durante la misma época el TDAH recibió otros nombres, entre ellos, “síndrome de impulsividad orgánica” propuesto por Kahn y Cohen. Estos autores postularon que este desorden era debido a una disfunción troncoencefálica que era la responsable de la labilidad psíquica de los sujetos y de los problemas conductuales (Sandberg, 1996). Por ese mismo período de tiempo, algunos investigadores empezaron a observar ciertas similitudes entre la sintomatología que presentaban los niños con hiperactividad y las conductas mostradas por primates no humanos que habían sufrido experimentalmente lesiones en el lóbulo frontal (Barkley, 2006). A raíz de estas observaciones, se propuso la idea de que la gran inquietud que mostraba este conjunto de niños podía deberse a alteraciones en regiones anteriores del lóbulo frontal. A principios de los años 60 se empezó a cuestionar el daño cerebral como única causa que producía los síntomas de la hiperactividad infantil dado que muchos niños que presentaban problemas conductuales no sufrían ninguna lesión cerebral, por lo que

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Introducción se propuso denominar al

TDAH con el término

“disfunción cerebral mínima”

(Fitzgerald y col., 2007). Con este nombre se pretendía poner de manifiesto que este trastorno no únicamente podía deberse a lesiones estructurales, sino que también podrían estar dándose disfunciones en determinados circuitos cerebrales (Spencer, 2002). A raíz de los resultados obtenidos en diferentes trabajos, se expuso que estos sujetos presentaban una alteración en la zona talámica del sistema nervioso central (SNC), y lo que les sucedía era que esta estructura no ejercía de manera correcta su función de filtrar la información proveniente del exterior y como consecuencia le llegaba demasiada estimulación a la corteza cerebral. El concepto de “disfunción cerebral mínima” no recibió demasiado apoyo empírico ni experimental, por lo que al poco tiempo este término entró en desuso. Fue a partir de ese momento, cuando los investigadores empezaron a interesarse más por la sintomatología conductual que caracterizaba al trastorno, especialmente, por la hiperactividad. La psiquiatra Stella Chess fue la primera que propuso una definición del concepto y describió diferentes características sobre el trastorno a partir de una serie de pacientes que evaluó. Observó que la ratio del desorden en hombres y mujeres era de 4:1, el trastorno aparecía mayoritariamente antes de los 6 años de edad, los sujetos presentaban fracaso escolar, conductas desafiantes, pobres relaciones sociales, conductas impulsivas y agresivas y problemas de atención. No obstante, Chess consideraba que el este desorden tenía una naturaleza benigna y que en la mayoría de casos éste desaparecía en la pubertad (Barkley, 2006). El trabajo realizado por esta psiquiatra tuvo un gran impacto en esa época y éste se vio reflejado en la publicación del DSM-II (APA, 1968), en el cual apareció por primera vez una definición del trastorno, denominado en ese momento “reacción hipercinética en la infancia y en la adolescencia”. Los síntomas de inatención, hiperactividad e impulsividad empezaron a reconocerse como la sintomatología principal del trastorno. A pesar de que el concepto de hiperactividad fue el que generó primero más interés, el tema de la desatención tomó especial relevancia cuando Virginia Douglas y su equipo sugirieron que el principal déficit del trastorno no residía tanto en la excesiva actividad motora que presentaban los pacientes sino más bien en la incapacidad que mostraban éstos para mantener su atención y controlar sus impulsos (Douglas, 1972). El trabajo realizado por estos investigadores propinó que hubiera una recategorización del trastorno y en el DSM-III se presentó el desorden bajo una clasificación que permitía distinguir dos subtipos 28

Introducción “trastorno por déficit de atención

con o sin hiperactividad” (APA, 1980).

Paralelamente en el norte de Europa y coincidiendo con el trabajo de Douglas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su manual denominado “Clasificación Internacional de Enfermedades” (CIE-9) incluyó el desorden bajo el término “síndrome hiperquinético infantil” (WHO, 1977), en el cual los síntomas principales de este trastorno eran la falta de atención y el alto grado de distracción. La creación de subtipos de TDAH origino nuevas controversias con lo que se iniciaron un gran número de trabajos de investigación. Los resultados de éstos pusieron de manifiesto que los niños que debían incluirse en el grupo de trastorno por déficit de atención sin hiperactividad eran más hipoactivos, parecían más adormilados durante el día, presentaban problemas en el rendimiento escolar, mostraban menos agresividad y eran menos rechazados por sus compañeros (Barkley, Grodzinsky y DuPaul, 1992). Estas investigaciones no se pudieron incluir en la nueva revisión del DSM-III, por lo que se eliminaron los subtipos de TDAH incluidos anteriormente, presentándose de nuevo el desorden bajo el nombre de “trastorno por déficit de atención con hiperactividad” (APA, 1987). Hacia finales de los años 80, la mayoría de profesionales e investigadores aceptaron que había una serie de factores que caracterizaban al TDAH, entre ellos, que era un desorden que presentaba una alteración en el desarrollo, generalmente era crónico, tenía una fuerte predisposición biológica y hereditaria, y tenía un impacto negativo en el rendimiento escolar de los sujetos y en el manejo de sus habilidades sociales. En la década de los 90, hubo un gran aumento en el número de investigaciones sobre el TDAH con el objetivo centrado principalmente en estudiar las bases genéticas y neurológicas del trastorno. En este periodo también se volvieron a revisar los criterios diagnósticos del trastorno en la cuarta edición del DSM (APA, 1994), y en ésta se subdividieron los síntomas del TDAH en las categorías de desatención e hiperactividadimpulsividad, y se creó el subtipo combinado en el cual los pacientes debían cumplir los criterios diagnósticos tanto de desatención como de hiperactividad-impulsividad. En la actualidad, sigue vigente dicha clasificación (APA, 2004). Asimismo, la OMS, también revisó los criterios para el desorden en la nueva edición de su manual, el CIE-10 (WHO, 1992) y presentó el trastorno bajo el nombre que sigue acuñando hoy en día “trastorno hipercinético” (ver cuadro 2).

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Introducción Actualmente, los estudios sobre TDAH siguen en la misma línea que la década anterior, el interés está principalmente centrado en estudiar los factores hereditarios, genéticos y neurofisiológicos que subyacen a este desorden. Aunque cada uno de estas áreas de investigación ha aportado nuevos conocimientos, la etiología de este trastorno sigue siendo desconocida.

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Introducción

Cuadro 2 Criterios diagnósticos de la CIE-10 para el trastorno hipercinético. Déficit de atención (al menos 6 durante 6 meses) 1. Frecuente incapacidad para prestar atención a los detalles junto a errores por descuido en las labores escolares y en otras actividades. 2. Frecuente incapacidad para mantener la atención en las tareas o en el juego. 3. A menudo aparenta no escuchar lo que se dice. 4. Imposibilidad persistente para cumplimentar las tareas escolares asignadas u otras misiones. 5. Disminución de la capacidad para organizar tareas y actividades. 6. A menudo evita o se siente marcadamente incómodo ante tareas tales como los deberes escolares que requieren un esfuerzo mental mantenido. 7. A menudo pierde objetos necesarios para unas tareas o actividades, tales como material escolar, libros, etc. 8. Fácilmente se distrae ante estímulos externos. 9. Con frecuencia es olvidadizo en el curso de las actividades diarias. Hiperactividad (al menos 3 durante 6 meses) 1. Con frecuencia muestra inquietud con movimientos de manos o pies removiéndose en el asiento. 2. Abandona el asiento en la clase o en otras situaciones en las que se espera que permanezca sentado. 3. A menudo corretea o trepa en exceso en situaciones inapropiadas. 4. Inadecuadamente ruidoso en el juego o tiene dificultades para entretenerse tranquilamente en actividades lúdicas. 5. Persistentemente exhibe un patrón de actividad motora excesiva que no es modificable sustancialmente por los requerimientos del entorno social. Impulsividad (al menos 1 durante 6 meses) 1. Con frecuencia hace exclamaciones o responde antes de que se le hagan las preguntas completas. 2. A menudo es incapaz de guardar un turno en las colas o en otras situaciones de grupo. 3. A menudo interrumpe o se entromete en los asuntos de otros. 4. Con frecuencia habla en exceso sin contenerse ante las consideraciones sociales. Además se debe cumplir que: 1. El inicio del trastorno no es posterior a los siete años. 2. Los criterios deben cumplirse en más de una situación. 3. Los síntomas de hiperactividad, déficit de atención e impulsividad ocasionan malestar clínicamente significativo o una alteración en el rendimiento social, académico o laboral. 4. No cumple los criterios para trastorno generalizado del desarrollo, episodio maníaco, episodio depresivo o trastorno de ansiedad.

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Introducción

2.1.3 Etiología

A pesar de la gran cantidad de estudios que se han llevado a cabo sobre el TDAH, la etiología de este trastorno sigue siendo desconocida. Sin embargo, existe un conjunto de factores tanto genéticos como ambientales que parecen favorecer la aparición de esta patología.

2.1.4.1 Factores genéticos

En los últimos años se ha encontrado una ingente cantidad de trabajos que han aportado evidencias sobre la importancia de los factores genéticos en la etiología del TDAH, tanto en lo referente a estudios de familias, de gemelos y de adopciones como a la genética molecular.

Estudios de familias, gemelos y adopciones

Las investigaciones que se han ocupado de estudiar la ocurrencia familiar del TDAH muestran que el riesgo en los parientes de primer grado de los afectados de TDAH es mayor que entre los parientes de primer grado de controles no afectados, oscilando el riesgo relativo entre 4 y 5,4 (Faraone, Biederman y Monuteaux, 2000; Faraone y col., 2005). Asimismo, parece haber una relación entre un diagnóstico persistente del trastorno con la historia familiar (Faraone y col., 2005). Por lo que se refiere a los estudios de gemelos, los resultados son bastante consistentes y apuntan a que los síntomas del TDAH muestran una heredabilidad amplia alta (entre el 60% y el 91%) cuando son evaluados en el contexto familiar (Thapar, Langley, Owen y O’Donovan, 2007) y un poco menor (entre el 30% y el 72%) cuando son evaluados en el contexto escolar (Thapar, Langley, O’Donovan y Owen, 2006). Asimismo, este tipo de trabajos no sólo han mostrado la existencia de influencias genéticas sobre el trastorno sino también sobre su continuidad (Larsson, Lichtenstein y Larsson, 2006). Por último en los estudios de adopciones, las variables genéticas y ambientales pueden ser separadas por el proceso de adopción, siempre y cuando el ambiente de

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Introducción destino no sea similar al ambiente de origen. La principal ventaja es que permiten el análisis de la interacción entre genes y ambiente, al comparar hijos que viven con sus padres biológicos y otros que no. Los resultados encontrados en este tipo de trabajos también apoyan la idea de que el riesgo de sufrir TDAH es mucho mayor en los parientes biológicos de los afectados que en los parientes adoptivos (Sprich, Biederman, Crawford, Mundy y Faraone, 2000). En definitiva, se puede considerar que hay evidencias consistentes provenientes de los estudios de familias, de gemelos y de adopciones que muestran que la variabilidad genética tiene un peso importante en la variancia fenotípica del TDAH. No obstante, es necesario tener presente que al no tratarse de una heredabilidad estimada del 100%, otros factores no heredables, como los ambientales, podrían ayudar a explicar una parte importante del trastorno (Linnet y col., 2003). Por lo tanto, parece ser que nos encontramos delante de una afección compleja que puede ser el resultado de la acción de múltiples genes y de la interacción entre genes y ambiente (Banaschewski, Becker, Scherag, Franke y Coghill, 2010; Stergiakouli y Thapar, 2011).

Estudios de genética molecular

Por lo que se refiere a la genética molecular del trastorno, en primer lugar hay que hacer hincapié en la importancia de determinar a priori de forma correcta el fenotipo. La búsqueda de genes candidatos para el TDAH se ha basado en la selección de diferentes genes que se cree que podrían estar implicados en la patofisiología del trastorno, comparando las frecuencias de los alelos marcadores en personas afectadas y en personas sanas. El hecho de escoger determinados genes candidatos se fundamenta por lo general en investigaciones previas farmacológicas (DiMaio, Grizenko y Joober, 2003), con modelos animales (Gainetdinov, 2008) y con técnicas de neuroimagen (Spencer y col., 2005). Tal como se verá en el apartado de bases neuroquímicas del TDHA, el sistema dopaminérgico parece ser de importancia cardinal en la patofisiología del trastorno (Swanson y col., 2007), por este motivo, se han estudiado diferentes genes implicados en este sistema de neurotransmisión como candidatos para explicar las bases genéticas del TDHA.

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Introducción Varios estudios han replicado de forma consistente la relación entre el TDHA y un polimorfismo del gen del receptor D4 de la dopamina (DRD4), un polimorfismo en el número de repetición en tándem de 48 pares de bases de longitud en el tercer exón del DRD4, que se expresa fundamentalmente en la corteza prefrontal (CPF). Asimismo, un número importante de estudios ha encontrado una asociación entre el alelo de siete repeticiones y el riesgo a sufrir TDAH (Ballon y col., 2007; Bhaduri y col., 2006; Yang y col., 2008). Más concretamente, han encontrado que en comparación con alelos alternativos, el alelo de siete repeticiones parece alterar la función del DRD4 haciéndolo menos sensible a la dopamina (DA) (Asghari, Sanyal, Buchwaldt, Paterson, Jovanovic y Van Tol, 1995). Además, se ha sugerido que este alelo podría estar asociado con la persistencia de los síntomas del trastorno (El-Faddagh, Laucht, Maras, Vohringer y Schmidt, 2004; Langley y col., 2009), con la falta de atención (Johnson y col., 2008; Konrad y col., 2009; Mick y Faraone, 2008; Swanson y col., 2000; Waldman y Gizer, 2006) e incluso con un mayor grado de impulsividad (Langley y col., 2004). Por otro lado, se ha encontrado en sujetos portadores de este alelo un menor volumen en la corteza frontal superior y en el cerebelo (Monuteaux, Biederman, Doyle, Mick y Faraone, 2009) y un menor espesor en la corteza parietal posterior y en la CPF inferior y orbitofrontal derechas (Shaw y col., 2007). Otro de los receptores de la DA que se ha relacionado con el TDAH ha sido el receptor D5 (DRD5), concretamente el gen que codifica para éste. De los diferentes alelos que presenta, el de 148 pares de bases parece estar asociado como un factor de riesgo para padecer TDAH, mientras que el alelo de 136 pares de bases podría tener un efecto protector (Gizer, Ficks y Waldman, 2009; Lowe y col., 2004; Maher, Marazita, Ferrell y Vanyukov, 2002). No obstante, es necesario tener presente que se desconocen las implicaciones funcionales de dicho polimorfismo. Otro de los genes que se ha estudiado ha sido el gen que codifica el receptor D1 de la DA (DRD1). Este receptor se localiza fundamentalmente en el estriado y en la CPF y algunos autores lo han relacionado con la memoria de trabajo y con la inatención. En cuanto a los trabajos que han estudiado la relación de este gen con el TDHA muestran resultados discordantes (Brookes y col., 2006a; Lasky-Su y col., 2008a; Misener y col., 2004; Oades y col., 2008). Igual de inconsistentes han sido los resultados obtenidos al estudiar el gen que codifica el receptor D2 (DRD2) de este neurotransmisor (Kollins y col., 2008; Mick y Faraone, 2008; Waldman y Gizer, 2006)

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Introducción y el gen que codifica el receptor D3 (DRD3) (Brookes y col., 2006b; Davis y col., 2009; Mick y Faraone, 2008; Waldman y Gizer, 2006). Por otro lado existen diferentes estudios que relacionan el gen del transportador de la dopamina (DAT1) con el TDAH. El trasportador de este neurotransmisor se localiza principalmente en el estriado dorsal y en el núcleo accumbens, además de constituirse como un sitio de acción para el MFD, tal como se comentará posteriormente. El gen DAT1 presenta un polimorfismo en el número de repetición en tándem de 40 pares de bases de longitud. Los alelos de 9 y 10 repeticiones son los alelos que se encuentran con mayor frecuencia en la población caucásica. Asimismo, parece ser que el alelo de 10 repeticiones estaría relacionado con un aumento de la expresión del trasportador en el sistema dopaminérgico mesolímbico (VanNess, Owens y Kilts, 2005). A pesar de haber una gran heterogeneidad entre estudios, diferentes metaanálisis han encontrado una asociación significativa entre el alelo de 10 repeticiones y el TDHA (El-Faddagh y col., 2004; Faraone y col., 2005; Gizer y col., 2009; Purper-Ouakil, Wohl, Mouren, Verpillat, Ades y Gorwood, 2005), no obstante, algunos autores han sugerido que este alelo podría estar asociado a un incremento del riesgo para sufrir este trastorno sólo en presencia de otras variantes funcionales (Asherson y col., 2007; Brookes y col., 2006b). Desde un punto de vista estructural parece ser que la variabilidad del gen DAT1 afecta al volumen del caudado sin afectar al volumen de la CPF (Durston y col., 2005). Asimismo, desde un punto de vista funcional, el genotipo DAT1 parece afectar también a la activación del estriado y del vermis del cerebelo (Durston y col., 2008). Diferentes trabajos han mostrado que las variaciones en el gen DAT1 también podrían influir sobre el procesamiento ejecutivo de la información. En esta línea se ha podido comprobar que los niños con TDHA portadores de una copia del alelo de 9 repeticiones y otra del alelo de 10 repeticiones en su genotipo muestran una peor ejecución en tareas ejecutivas, como la torre de Londres, en comparación con los niños portadores de dos copias del alelo de 10 repeticiones (Karama y col., 2008). En contraposición a estos datos, se ha encontrado que personas con TDHA portadoras de dos copias del alelo de 10 repeticiones muestran un mayor sesgo atencional en el CPT en comparación con otras combinaciones de alelos en el genotipo (Bellgrove y col., 2008). De forma añadida, existe un trabajo que sugiere que el gen DAT1 podría influir en la respuesta al MFD debido a que han visto que después de una única dosis de 10 mg de este fármaco, los niños con TDAH portadores de dos copias del alelo de 10 repeticiones muestran un aumento

de la activación cortical medida a través del 35

Introducción electroencefalograma, mientras que los niños con TDAH portadores del alelo de 9 repeticiones muestran un descenso de ésta (Loo, Specter, Smolen, Hopfer, Teale y Reite, 2003). Otro de los genes estudiados ha sido el gen que codifica el enzima catecol-ometiltranferasa (COMT), concretamente el polimorfismo Val/Met del gen en el codón 158. En este caso, los resultados no son consistentes ya que algunos trabajos han encontrado una asociación significativa con el trastorno (Brookes y col., 2006a; Cheuk y Wong, 2006; Song, Paik, Kim y Lim, 2009) mientras que otros no (Lasky-Su y col., 2008 a y b). Algunos autores han sugerido que la variación Val158met en el gen COMT podría estar más relacionada con la conducta antisocial en el TDAH que con el propio trastorno (Thapar y col., 2005). En esta línea se ha encontrado que los portadores de la valina en homocigosis en el codón 158 del gen COMT muestran una mayor tendencia a la agresividad en comparación con los otros dos genotipos (Caspi y col., 2008). Asimismo, este mismo genotipo se ha relacionado con un aumento de los síntomas de trastorno de conducta agresivo en pacientes con TDAH (Monuteaux y col., 2009). Otros sistemas de neurotransmisión estudiados han sido el noradrenérgico y el serotoninérgico, en tanto que la medicación para el tratamiento del TDAH también los afecta. En relación al sistema noradrenérgico, los genes estudiados con más frecuencia han sido el gen que codifica el transportador de la noradrenalina (NAT) (Barr y col., 2002; Brookes, Knight, Xu y Asherson, 2005; Cho y col., 2008; Guan y col., 2009; Kim y col., 2006; McEvoy, Hawi, Fitzgerald y Gill, 2002) y los genes que codifican los receptores α2A y α2C (Cho y col., 2008 a y b; Roman, Schmitz, Polanczyk, Eizirik, Rohde y Hutz, 2002; Schmitz y col., 2006; Waldman, Nigg, Gizer, Park, Rappley y Friderici, 2006), aunque también se han estudiado los genes que codifican los receptores α1A y α1B y β1 y β2 (Lasky-Su y col., 2008b). Algunos trabajos han encontrado una relación entre el trastorno y el gen candidato mientras que en otros no se ha visto dicha asociación. Por este motivo, son necesarios más estudios que exploren la genética de este sistema de neurotransmisión en relación a la etiología del TDAH. Por lo que se refiere al sistema de neurotransmisión serotoninérgico, los principales genes que se han estudiado han sido el gen que codifica el transportador de la serotonina (5-HTT) (Brookes y col., 2006a; Grevet y col., 2007; Kopeckova, Paclt, Petrasek, Pacltova, Malikova y Zagatova, 2008; Li y col., 2007; Mick y Faraone, 2008; Retz y col., 2008), los genes que codifican los receptores 5-HT1B y 5-HT2A (Brookes y col., 2006a; Faraone y col., 2005; Hawi y col., 2002) y el gen del enzima triptófano 36

Introducción hidroxilasa (Brookes y col., 2006a). Al igual que sucedía con el sistema de neurotransmisión noradrenérgico, se han encontrado resultados contradictorios por lo que se refiere a la asociación del trastorno con los genes candidatos. A pesar de que en los últimos años la investigación concerniente a las bases genéticas del TDAH ha avanzado en gran medida todavía quedan por definir algunos aspectos importantes. Por ejemplo, no ha sido hasta muy recientemente que se ha publicado el primer estudio que abarca la totalidad del genoma buscando QTLs (Quantitative trait loci) relacionados con el TDAH (Romanos y col., 2008). Este trabajo ha identificado dos nuevos loci que podrían contener genes candidatos relacionados con el desarrollo del TDAH, concretamente los loci 5q13.1 y 14q12. Resulta necesario investigar nuevos polimorfismos en genes candidatos y entender cómo éstos pueden afectar su función y la implicación que puedan tener en relación al trastorno. Para algunos de los genes comentados en este punto, se ha encontrado una dilatada heterogeneidad de resultados entre los estudios. Partiendo de este hecho, resulta de cardinal importancia intentar encontrar relaciones causales, dado que de lo contrario se podría determinar que simplemente se trata de relaciones espurias. De forma añadida, también es importante refinar la caracterización del fenotipo y los diferentes subtipos y profundizar en las posibles interacciones entre genotipo y ambiente, por ejemplo, durante el desarrollo. Por otro lado, los estudios de asociación del genoma completo (GWAS) se han constituido en la actualidad como una herramienta útil para la identificación de múltiples genes de riesgo en trastornos de origen multifactorial. En el primer GWAS implementado para el TDHA, a pesar de que ninguno de los polimorfismos de un solo nucleótido asociados fueron significativos, no se pudo descartar en base a estos resultados la existencia de genes que aumenten el riesgo para el trastorno (Neale y col., 2008). En definitiva, a pesar de la alta heredabilidad del trastorno los estudios de asociación de genes candidatos sólo han explicado un pequeño porcentaje del componente heredable del TDHA. Los GWAS tampoco han aportado resultados significativos que nos ayuden a entender las bases genéticas subyacentes a esta afectación. De todas formas, en los últimos años se está llevando a cabo un esfuerzo por redirigir la investigación genética del TDAH en base a esta última aproximación metodológica. Avances en los métodos de análisis estadístico y tecnológico, mejoras en la definición del fenotipo y esfuerzos colaborativos por ampliar el tamaño de las 37

Introducción muestras pueden ser los factores que nos ayuden a identificar y replicar los genes subyacentes al TDHA.

2.1.4.2 Factores ambientales

Los factores ambientales que han recibido una mayor atención por parte de los investigadores dado que parecen presentar una relación directa con la aparición del TDAH son exponer al feto a sustancias tóxicas, fumar durante el periodo de gestación, presentar determinadas complicaciones peri y postnatales y pertenecer a una clase social baja.

Exposición del feto a sustancias tóxicas

El desarrollo cerebral empieza en etapas embrionarias muy tempranas y no finaliza hasta bien entrada la adolescencia, con lo cual, requiere de muchos años hasta llegar a su punto máximo de maduración. A lo largo de todo este proceso, las células cerebrales pasan por diferentes etapas ordenadas secuencialmente, de manera que si alguna de ellas se ve interrumpida o alterada conllevará a una afectación de las fases posteriores y provocará que aparezcan diferentes disfunciones a lo largo de la vida del sujeto. El cerebro durante el período de su formación, es muy vulnerable a la presencia de determinados factores, entre ellos los ambientales. Se ha visto que exponer al feto a sustancias tóxicas, especialmente al plomo, al mercurio y al manganeso conlleva a la aparición de una determinada sintomatología que se corresponde clínicamente con los síntomas que caracterizan al TDAH (Banerjee, Middleton y Faraone, 2007). En cuanto al plomo, es un elemento químico que no cumple ninguna función esencial en el cuerpo humano. Este metal es muy fácil encontrarlo en el ambiente porque se utiliza en muchos elementos necesarios para la construcción, en la fabricación de plásticos para cubrir cables, en algunos juguetes e incluso en el agua potable que consumimos. Las autoridades públicas han acordado que consumir hasta 10µg/dL de plomo no es perjudicial para la salud, no obstante, diferentes estudios han puesto de manifiesto que la exposición a este metal está relacionado con un amplio espectro de alteraciones, sobretodo de carácter neurocognitivo y conductual. (Braun, Kahn,

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Introducción Froehlich, Auinger y Lanphear, 2006; Nigg y col., 2008; Pilsner y col., 2009; Schettler, 2001). Algunos trabajos han encontrado que la exposición temprana al plomo correlaciona con la presencia de dificultades en el aprendizaje, déficits de atención y de coeficiente intelectual (C.I) y contribuye a la aparición de sintomatología hiperactiva, impulsiva y agresiva (Schettler, 2001). Incluso estudios publicados en los últimos años en los que han evaluado si el plomo en dosis muy bajas