Sospechas en un negocio con China

24 nov. 2010 - biados con el Grupo Macri”. En uno de ellos, Vázquez le decía a su interlocutor de Citic del otro lado del océano: “En cuanto a los precios.
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POLITICA

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Miércoles 24 de noviembre de 2010

ENRIQUECIMIENTO ILICITO s MAS REVELACIONES DEL CASO JAIME

Sospechas en un negocio con China En los mails figuran indicios de supuestos sobreprecios en la compra de vagones de subte; en la operación participó Franco Macri PAZ RODRIGUEZ NIELL

Las empresas españolas investigarán a su personal

LA NACION “Supongo que no quieren vernos a todos presos.” Así terminaba un mail escrito por quien era la mano derecha del ex secretario de Transporte Ricardo Jaime a un contacto de la empresa china Citic, vinculada con Franco Macri, en protesta por los precios “absurdamente desubicados” que les habían cotizado para venderle a la Argentina 279 vagones de subte. Un año y tres meses más tarde, el negocio se concretó y a precios aún mayores que aquellos por los que se quejaba Vázquez cuando recibió una cotización de la compañía china para los trenes de las líneas B y D. Sin licitación, el Estado nacional acordó comprarle los vagones a Citic en una operación que siempre estuvo sospechada de sobreprecios y motivó la apertura de un expediente penal que está en trámite en el juzgado de Julián Ercolini. Es parte de la megacausa que investiga por “asociación ilícita” a la cúpula del kirchnerismo. El mail de Vázquez es uno de los miles de correos secuestrados por el juez federal Norberto Oyarbide que aportan revelaciones para distintas causas judiciales contra Jaime. Estas nuevas pruebas no sólo complican la cada vez más endeble situación del ex funcionario; además, dejan al desnudo manejos muy irregulares en los negocios del Estado. En este caso, los documentos en poder de la Justicia reflejan que Jaime estaba al tanto de las negociaciones y conocía las quejas y preocupaciones de su asesor. Vázquez le hizo llegar el 6 de agosto de 2007 un correo a la dirección [email protected]. ar, encabezado con un “Estimado Ricardo” donde le reenviaba, para su “información”, “los mails intercambiados con el Grupo Macri”. En uno de ellos, Vázquez le decía a su interlocutor de Citic del otro lado del océano: “En cuanto a los precios son absurdamente desubicados. Sería muy bueno preguntarles a los chinos cómo justifican la diferencia entre lo que nos están pasando y los que ofrecieron en la licitación pública. Supongo que no quieren vernos a todos presos”. El monto total de la operación fue de 653.800.000 dólares. En noviembre de 2008, tan pronto el Gobierno anunció la compra, la Coalición Cívica denunció que el valor de cada coche superaba por entre 100% y 160% el valor de los vagones que el mismo consorcio chino había ofertado cuatro años antes en una licitación pública. Todo indica que esa misma comparación era la que hacía Vázquez durante las negociaciones y la que generaba sus temores. Su contraparte por Citic en España era Guillermo Romero, que además de pasarle los precios le pedía con insistencia una reunión. “Franco (que está en Beijing) me está presionando con la confirmación de la fecha 13/8”, le escribió Romero a Vázquez. Este, a su vez, le informó a Jaime: “La reunión es por mi reacción a los precios con que se despacharon (supongo que para ver cómo reaccionábamos)”.

Los precios En la misma cadena de mails, Romero le decía que por cada vagón de la línea B el precio era de 1.965.500 dólares y de la línea D, de 1.927.125. Finalmente, el contrato firmado por Jaime fue por montos aún mayores: 2.598.000 y 2.208.000 dólares por unidad, respectivamente. Antes de que se conociera esta trastienda del negocio, en la causa que llevan Ercolini y el fiscal Gerardo Pollicita ya estaban en marcha medidas para determinar el valor de mercado de los vagones y averiguar si los sobreprecios habían existido. Si se ratifica que los mails secuestrados tienen validez legal (la defensa de Jaime pidió su nulidad) podrían convertirse en una prueba importante también en este caso. Otro documento encontrado en las computadoras de Vázquez es un presupuesto enviado por Citic el 15 de agosto de 2007, que incluye una cotización formal, en euros, de los coches. Pasados los valores a dólares (a la paridad de esa fecha) se pedía por cada uno de la línea A 1.637.130 dólares (pese a que finalmente se acordó un precio de 1.995.000); de la línea B, 2.070.090 (que se convirtieron luego en 2.598.000); de la línea C, 1.934.790 (que pasaron a 2.429.000) y de la línea D, 1.758.900 (que fueron después 2.208.000). El monto total presupuestado fue de US$ 480.105.285 y el acordado, para esta parte del contrato, US$ 593.580.000, un 20% más. LA NACION consultó ayer a fuentes de Sociedad Comercial Macri (Socma), que informaron que las actividades de Franco Macri en China son realizadas exclusivamente por él y que Socma nada puede decir al respecto. También intentó, sin éxito, hablar con Jaime sobre los mails. El ex funcionario guarda un estricto silencio desde que trascendieron estos correos y no hizo apariciones públicas. Hoy hará la primera. Debe presentarse en los tribunales para declarar ante Oyarbide, en indagatoria, en otro caso que lo involucra: un caso de dádivas.

Hay preocupación por un tema “sensible” ADRIAN SACK PARA LA NACION



La compra de subtes chinos El mail que Vázquez le reenvía el 6 de agosto de 2007 a Jaime revela la preocupación del lobbista del área de Transporte por los precios “absurdamente desubicados” que pedía la empresa china Citic por la provisión de vagones para las líneas de subterráneo de Buenos Aires. Sin embargo, en noviembre de 2008 el Gobierno anunció el acuerdo con por un monto incluso superior al que alarmaba a Vázquez. Eso se oficializó después de una reunión en que la presidenta Cristina Kirchner y el propio Jaime recibieron a una delegación china que incluía al empresario Franco Macri, representante de Citic. Según fuentes judiciales, hasta ahora se ejecutaron dos operaciones dentro del contrato (85 vagones para la línea A).

Jaime y la Presidenta, en la reunión con emisarios de China y el empresario Franco Macri ARCHIVO

Manual de instrucciones para una recaudación electoral Los correos indican cómo debía hacerse la colecta; referencias al embajador Bettini HERNAN CAPPIELLO LA NACION Los mails que cobijaban las computadoras de Manuel Vázquez, el principal asesor de Ricardo Jaime mientras fue secretario de Transporte, contienen más que referencias a buenos negocios. Albergan un verdadero manual de instrucciones de cómo recaudar fondos para la campaña electoral. Correos de 2005 entre Vázquez y su socio español en el emprendimiento, Miguel Angel Lorente, son más que explícitos: “Antes que nada quiero que tengas presente algo que creo que te he repetido en diferentes ocasiones: nuestro mandante y su séquito cercano son pueblerinos y aunque no parezca creíble: no saben cómo hacer esto. Siempre han hecho todo desde la teta del Estado”, comienza un correo del 24 de agosto, en los meses previos a las elecciones. Vázquez le explica a su socio cuál era el lugar que tenían en el círculo

áulico kirchnerista: “Nosotros somos parte del reducidísimo círculo creíble con el que se maneja este buen señor, por eso te he dicho también algunas veces que es enorme el potencial que tenemos y las cosas que podremos hacer”, y como contrapartida los que pongan plata podrán obtener beneficios: “Con referencia al personaje y su intemperancia: es obvio que todo esto hará que vea con ojos y corazón más sensible todo lo que venga de las empresas aportantes”, dice el correo. En otro correo, Miguel Angel Lorente explica a Vázquez por qué el Gobierno no le encomendó la tarea al embajador en España en ese momento, Carlos Bettini: “Todos han tenido tratos con el embajador que les promete el oro y el moro a todos por gestionarles sus problemas. Se mueve cotidianamente entre ellos, ofreciéndoles ayuda y consejo remunerados”. El sistema, le cuenta Vázquez a su socio por mail, era sencillo: “No existe problema de que se haga una

nota (envíame un texto que diga todo y no diga nada). Lo del recibo no hay problema (por supuesto que oficial). Con referencia a la contrapartida, no quedan dudas por lo dicho anteriormente de que todo será mirado mas tiernamente y con simpatía lo referido a los aportantes y su relación con el gobierno”. Vázquez lo dice con crudeza: “Reitero y de eso tú y yo, que hemos andado por el mundo, lo sabemos que de algún modo (aunque no se quiera) todo se recompensa en estos ámbitos por aquel viejo dicho que una mano lava la otra y las dos la cara”. Por si quedan dudas, Lorente le mandó a Vázquez una especie de manual de instrucciones sobre cómo recaudar dinero para la campaña: Dice así: “1. Interlocutor: podría ser el jefe de Gabinete o el ministro de la Presidencia. Desde luego un cargo lo más relevante posible”, el que llame a los aportantes. Su papel sería previamente a algunas entrevistas, llamar al interesado, servirle como garantía, porque dice Lorente “aquí

no se fían de que el dinero sea para quien se pide”, y luego agradecería por teléfono los aportes. En el punto 2 se prevé que este funcionario debe habilitar a Consultora y Auditorías Especiales (Cyaes), la empresa de Vázquez, con una carta genérica “no comprometedora”, donde se los designe como los recaudadores. El punto tres explica el sistema de blanqueo de la recaudación: las empresas pagarían por un informe sobre las compañías españolas en la Argentina que realizaría la consultora, por la que recibirían una factura y el dinero sería girado a la campaña. Vázquez y Lorente tomaron este intercambio como un negocio y Lorente hasta se imaginó cuánto podían percibir por colaborar con la recaudación de fondos: “Habría que establecer nuestros ingresos –de los tres: Campanario (un recaudador de ellos), tú y yo– calculados como un porcentaje de la recaudación: en mi opinión debería estar entre el 7,5 y el 9”. Por ciento, por supuesto.

Los transportistas, en estado de alerta Temen que los correos electrónicos que investiga la Justicia los involucren en casos de corrupción DIEGO CABOT LA NACION Ya venía convulsionado el mundo del transporte con la muerte de Mariano Ferreyra en las vías del ferrocarril Roca. Desde el 19 de octubre, cuando militantes del Partido Obrero se cruzaron con gente cercana a la Unión Ferroviaria y todo terminó en sangre y muerte, los transportistas se pusieron inquietos. Y de aquella inquietud se pasó directamente al estado de cuasi pánico en que entró el sector después de que trascendieron los datos que esconden las computadoras que estaban en las oficinas de Manuel Vázquez, el asesor externo que tuvo el ex secretario de Transporte Ricardo Jaime mientras estuvo en el Gobierno. “Y sí, estamos intranquilos. La verdad es que nadie se puede acordar de lo que escribió durante tantos años. Además, puede haber gente cercana a una empresa que ha intercambiado

correos electrónicos sin que sus jefes lo sepan”, dijo un importante hombre del sector ayer a la tarde. Nadie sabe a ciencia cierta hasta dónde los podrán comprometer los datos. Mientras tanto, hacen cuentas. Confían en que judicialmente podrán defenderse, pero tienen temor de que, más allá de llegar a buen puerto en los Tribunales, el veredicto de la opinión pública sea lapidario a medida que trascienda la información hasta ahora reservada. Ya la muerte de Ferreyra había puesto inquietas a muchas empresas que tienen que ver con el mundo de los vagones y las locomotoras. La lupa se posó sobre los contratos, las contratistas y los millones que mensualmente el Estado destina a solventar servicios en las vías. Empresarios, sindicalistas y funcionarios quedaron expuestos frente a contrataciones poco claras, obras difíciles de controlar y servicios por los que se facturaban millones. El agua no llegó al cuello, pero

sólo mojarse los pies fue suficiente para que hubiese movimientos en algunas gerencias clave de varias empresas. Claro que allí el problema tenía epicentro en los ferroviarios y en las compañías que les prestan servicios, además de muchos funcionarios y otros tantos sindicalistas. Pero desde el último fin de semana, cuando el diario Clarín dio a conocer los primeros correos electrónicos de Vázquez, el clima se enrareció aún más y la onda expansiva se amplió a todos los sectores del transporte.

“¿Preocupado yo?” La anécdota refiere el estado actual de muchos empresarios. “¿Preocupado? No, ¿por qué voy a estar preocupado?”, dijo un alto ejecutivo de una de las compañías que los correos mencionan. Inmediatamente después volvió sobre LA NACION: “¿Sabe si estoy mencionado?” La mayoría de quienes tuvieron que interactuar con la Secretaría

de Transporte en épocas de Jaime saben que Vázquez fue el hombre que daba forma a la mayoría de los proyectos que luego eran anunciados por el Gobierno, muchos de ellos con estridentes actos. No sólo empresas argentinas están en alerta. El remezón cruzó el océano Atlántico y ya llegó a Europa. En la tarde de ayer, un ejecutivo de una empresa española se sinceró con este diario. “¿Y qué quiere que le diga? Nosotros estamos en un mercado en el que no ponemos las reglas. Somos actores de reparto”, dijo. Alemania, España, Rumania, Rusia, Portugal y China, entre otros, son algunos de los países de origen de empresas que saltan a la vista entre los miles de archivos que tiene en su poder la Justicia. Nadie sabe hasta dónde podrían verse complicados en el futuro. Lo que sí saben es que definitivamente se corrió un telón en el escenario de los transportistas. Y que la desconfianza se instaló como moneda corriente.

MADRID.– El escándalo por las supuestas presiones recibidas por empresas españolas para financiar la campaña proselitista de Cristina Kirchner en 2005 generó ayer una gran preocupación entre las autoridades de algunas de esas compañías, que decidieron iniciar investigaciones internas para esclarecer un tema unánimemente considerado “sensible” a nivel comercial y político. Luego de que LA NACION reveló ayer el intercambio de mails entre dos socios de una consultora española, en el que se les encargaba la presunta recaudación de fondos en España para el gobierno argentino, las dos corporaciones mencionadas en uno de esos correos electrónicos como potenciales proveedores del dinero, Indra y Telefónica, prefirieron no pronunciarse sobre esta controversia hasta que el tema fuera “debidamente analizado” por sus directivos. El principal problema que enfrentan ambas compañías es el paso del tiempo y de personal: en los últimos cinco años, los empleados que pudieron haber tratado con Miguel Angel Lorente Celaya, la cara española de la consultora Controles y Auditorías Especiales (Cyae), podrían haberse alejado de las empresas y dificultar, en consecuencia, la versión del lobbista ibérico. Pero los inconvenientes derivados de mails enviados entre Lorente Celaya y su socio de Cyae con sede en la Argentina, Manuel Vázquez, no se agotaron ayer en las empresas.

Dejar actuar Luego de conocerse la polémica por el supuesto cobro de comisiones de Cyae en condiciones poco claras por intermediar en la venta de material ferroviario de España a la Argentina, la presidenta de la empresa estatal P4R (conocida en 2005, año en que se concretó la operación, como “Expansión Exterior”) pidió ayer en un comunicado que “se deje actuar” a la Justicia argentina en esa causa, que analizan cuatro jueces. “P4R es una empresa con las cuentas auditadas y muy claras”, dijo la funcionaria, quien aseguró que, si en algún momento la Justicia argentina decide investigarlos, mostrará “la mayor transparencia y cooperación”. No obstante, desde esa corporación pública española reconocen que los correos entre el director de la ahora llamada P4R, Juan Barba, y la Cyae de Vázquez y Lorente “existieron”, pero al mismo tiempo señalan que los aranceles cobrados por la maniobra “son los propios de los trámites que realiza la sociedad”, y desestimaron así cualquier posibilidad de que se tratara de “costes políticos”. Más allá del hermetismo mantenido por Juan Barba, que ayer por segundo día consecutivo ignoró las llamadas de LA NACION, desde el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero defendieron la tesis esgrimida por la titular de P4R. “Sin dudas, hay una confusión en la interpretación de los hechos, porque aquí en España es común cobrar comisiones por este tipo de trabajos. Allí en la Argentina les llamáis «costes políticos», pero aquí eso es normal”, dijo una fuente de la Secretaría de Estado e Infraestructuras.

Transacción comercial Desde esa dependencia oficial, también desmintieron que Víctor Morlán, número dos del Ministerio de Fomento español, y también nombrado en uno de los mails, tuviera alguna relación con la operación de venta. “Lo que hubo –agregó la fuente– fue una transacción comercial entre Renfe y FEVE con el Estado argentino, a través de la empresa estatal llamada entonces Expansión Exterior. Pero nuestra dependencia no tuvo nada que ver con lo que dicen en los correos electrónicos.” La negación sobre las transacciones realizadas por Lorente Celaya en Madrid también partió de la sede diplomática argentina. Allí, el embajador argentino en España, Carlos Bettini, quien ya estaba en funciones durante la gestión de la operación de venta del material ferroviario a la Argentina, aseguró que “no conoce ni conoció” al socio de Manuel Vázquez, ni los pormenores sobre las comisiones reveladas en los correos electrónicos que hoy examina la Justicia argentina.