Ser un Asesino

SEgundA PARTE. Esta es ... No hay enseñanza en la escena en que se coloca una bomba, en que la bomba estalla y ... La enseñanza debería estar escondida.
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HONOR ANARQUISTA - II

Mario Cortucci

Ser un Asesino Gustavo Guglielmotti

Mi pequeño y grande amor Este “Bachiller” y los dibujos en el trazados, si nada aportara para tus aspiraciones, por lo menos te demostrará mi afecto y el amor inmenso hacia todos los seres, y en particular a ti, a quienes los dedico. Cuando recorras éstas lineas, éstas hojas y si aún tus manos y tus entusiasmos no te dan para dibujar lo que en éstas páginas ves; no te sorprendas ni pienses que para tal cosa es necesario un colegio, ni academia de bellas artes: tal cosa puede hacerla quien lo desee sin más esfuerzo que un poco de constancia y perseverancia. Dicho esto por cuanto que todo lo que me es dado pensar y ejecutar, no lo he aprendido en los colegios; todos mis pocos conocimientos y capacidad son fruto de mi inquietud para conocer y saber, aunque el conocimiento y el saber hay que robarlos en muchos casos.

Cuando los años y el tiempo habrán hecho de ti un ser consciente de tus actos, al ojear éstas líneas, de tu pecho brotará un algo que de llevará a querer saber quien fue (si ya no existiera) lo que ha sido y lo que podía ser; y aunque la que te dio pasta de su ser para nutrirte desde tu cuna, sabrá decírtelo sin la vestidura de la hipocresía; cual mis sentimientos, mis ansias, mis amores, mis maldades, y algo de mi vida práctica; yo de mis mismas manos diré algo del pasado. Mi vida tiene una proyección extraña... Nací, allá en la sombría península, llamada Italia; digo sombría, no porqué la fecunda Naturaleza no haya imprimido en esa tierra toda la sabia de la belleza, sino porqué en ella tuvieron lugar las más brutales de las tiranías, las más absurdas creencias...

Bozzo Biografico - Primeras páginas. Escrito por Marino Cortucci para su hija, Floralba - Cárcel de Devoto - Buenos Aires 1933

Bozzo Biografico - Primeras páginas. Escrito por Marino Cortucci para su hija, Floralba - Cárcel de Devoto - Buenos Aires 1933

Introducción Difícilmente me ha ocurrido que al ponerme a escribir un libro me asaltara el temor de hacerlo mal o de no conseguir hacerlo en forma coherente. Generalmente, las dudas se disipan antes de comenzar a escribir un libro pero en este caso, por más que intento informarme a cerca de los hechos, para tener la seguridad de lo que escribo el problema es diferente. Al tocar la figura de mi abuelo “Marino Cortucci” estoy tocando una de las partes más importantes y más íntimas de toda la historia de mi famiglia y esto es una responsabilidad que va mucho más allá de lo que un ser humano puede desear. La dificultad que me está enloqueciendo es conseguir entender las cosas que en mi personalidad, me pertenecen y las cosas que en realidad pertenecían a Marino Cortucci. ¿Cual de los dos es el que escribe en este libro? ¿Cual de ambos es el que actúa? Cuando me informo sobre la forma de encarar la vida de mi abuelo y de sus compañeros anárquicos me doy cuenta de la semejanza increíble que existe entre ambos, no obstante los 33 años de inexistencia que nos separan. Muchas cosas que siempre consideré características mías son en realidad suyas, la diferencia es que yo no las conocía y las aprendí entre los libros que sabiamente escribió en la cárcel. Recuerdo que una vez, pregunté a mi madre y a mi abuela esto: Hay una cosa característica de mi vida que no consigo entender. La escena que se repite seguido es esta: yo estoy hablando con una persona y empezamos a discutir, a un cierto punto yo me enojo por mi carácter, y las palabras se hacen duras. Se trata sólo de una discusión y no tengo ninguna intención de atacar al otro, pero el otro se aterroriza, como si yo hubiese sacado una pistola. ¿Alguna de ustedes puede explicarme el motivo del pánico? Mi mamá y mi abuela se miran un momento: “Si... es tu mirada, tenés los colores de Severino y la mirada de Mario... tu mirada tiene esas características. Por eso cuando te alteras en una discusión la gente va en pánico. Se trata de temperamento anárquico”. Se trata de una de las muchas cosas que obviamente unen nuestras vidas que en una Mario Cortucci - Ser un asesino

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familia normal pasan desapercibidas porque los parecidos entre padres, hijos y abuelos no sorprenden demasiado pero entre una persona que muere en el 1933 y otra que nace en el 1966 son mucho más sorprendentes. Recuerdo aún hoy la primera vez que escribí un tema para la escuela. Tenía en aquel entonces 10 años y luego de haberlo leído mi madre sonrió con esa sonrisa extraña de quien ha entendido algo que ningún otro podría entender. “... la misma forma de escribir de mi papá...”. Me estoy dando cuenta que por más esfuerzo que haga para dar a este libro una estructura racional, ordenada y matemática, va a ser imposible lograrlo; como es imposible entender que es lo que en realidad me pertenece como individuo y que es lo que es parte de la herencia genética que me une al pasado. En mi vida y por azar, no obstante los esfuerzos que todos han hecho por esconder lo que era parte de la vida de mi abuelo y de su temperamento, ha vuelto todo. Ha vuelto al poesía, ha vuelto el temperamento, la pasión y el amor maravilloso. La mirada crítica, la capacidad de observar y entender el mundo, como realmente es y como lo veía también el. Este libro, me veo en la necesidad de advertirte antes de empezarlo, no obstante mis esfuerzos va a ser como mi vida, que deseo siempre ordenada y es inevitablemente Anárquica. Te pido disculpas por esto, es algo que no podría cambiar, ni siquiera naciendo otras 10 veces o cambiando continente otras siete.

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Indice Marino Cortucci La lucha La infamia La gloria

Marino y teo Ser ANáRQUICO El equilibrio La resistencia La vista La fuerza La rabia

la debilidad de los potentes La psicosis del terror ejercitar la violencia Conquistar la propia libertad La fuerza la vista la potencia

revolución anárquica La anarquía como filosofía de vida

Generar el pánico

La estrategia del los reptiles

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Lo que encontrarás en este libro PRIMERA PARTE La memoria de Marino Cortucci (Mario Cortucci para la historia) fue ensuciada por el libro de Osvaldo Bayer “Severino Di Giovanni. El idealista de la violencia” en más de cuatro lugares diferentes y por más de 3 personas diferentes. En el primer capitulo demuestro porqué queda claro que el comportamiento de Marino Cortucci fue el que se esperaba Severino y no el que cuentan Fina, la policía, los compañeros de cárcel de Marino y Osvaldo Bayer en su libro que pretende ser de periodismo histórico. La primera parte es lo que describe la personalidad maravillosa de Marino Cortucci y las cosas que dejó para la posteridad y que transforman, al menos desde mi punto de vista, el haber sacrificado su vida por algo que realmente valía la pena hacer. Segunda parte Esta es la parte que da nombre al libro. Se trata de una forma de comportarse que es la religión del Anárquico. Es una forma de vivir de la persona que vive en la lucha. Una persona que lleva una vida normal, dentro la monotonía del cotidiano; puede permitirse el lujo de vivir de cualquier manera. Haciendo cosas que debilitan su salud y sus sentidos: puede concederse el lujo de lo que la gente llama “Normalidad”. Puede tener lumbago, problemas de vista, frío, necesidad de dormir bajo el calor de las cubiertas todos los días, necesidad de ropa, zapatos y medias durante todo el año, la necesidad absoluta de comer dos veces por día todos los días como la necesidad de ser apreciado y respetado por todos los semejantes. El anárquico debe saber que no puede permitirse muchos de estos lujos. El anárquico sabe que es dueño y esclavo del propio temperamento y que la violencia, como la injusticia, Mario Cortucci - Ser un asesino

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partes de este mundo, pueden rebelarse en su contra en cualquier momento y que dentro la lucha, hasta su familia o sus mejores amigos pueden convertirse en enemigos que se lanzan en su contra, persiguiéndolo como a un perro rabioso. Debe entender los motivos de la lucha y las formas en que la sociedad ataca constantemente y por todos lados el comportamiento anárquico. Entender esto es la base del equilibrio mental, anímico y psicofísico; una cosa indispensable en la vida de un anárquico. La libertad y la prisión Estar en prisión es una parte probable de la vida del anárquico, como lo es morir a causa de un atentado en la vida de un fascista, nazzista, o de cualquier persona que ejerce la violencia desde la parte del régimen oficial. Se trata de lo que se llaman “las reglas del juego”, cada parte en la guerra tiene las suyas. De una parte el sistema judicial con sus mecanismos y sus injusticias y desde la otra el anarquista con su astucia y su ferocidad, para luchar en contra de un enemigo mucho más potente que él. Lejos de querer defender una parte de la guerra o de intentar justificar lo que no puede ni quiere ser justificado mi intento es rescatar las cosas de valor que una situación de violencia inaudita deja para la posteridad. Quiero pensar que “más cantidad de violencia hay en la historia y más grande debería ser el dono hacia la posteridad”. No tengo la más puta idea si esto que acabo de declarar sea verdadero o falso, digamos que de alguna manera, es una forma de dar una justificación positiva al hecho que la violencia exista. Mario Cortucci - Ser un asesino

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No hay enseñanza en la escena en que se coloca una bomba, en que la bomba estalla y crea decenas de muertos y heridos. No hay nada que aprender de una escena donde una persona viene acribillada por otros o ajusticiada. Nada enseña lo que han sufrido las personas dentro los campos de concentración en Europa. La enseñanza debería estar escondida en los pocos momentos de tranquilidad entre una acción violenta y la otra. En el entender la mecánica de la rabia y la cólera. En el entender como lograr evitar que la violencia comience, visto que es imposible decidir voluntariamente cuando termina. El manual del anárquico Es una forma de comportarse que Marino aprende en prisión. Se trata de una forma de defenderse y sobre todo de mantenerse en forma, incluso dentro una celda por años, para estar en condiciones físicas y anímicas perfectas para la acción en el momento que se presenta la oportunidad. Se trata de un entrenamiento para tener el cuerpo perfectamente calibrado para la lucha, en cualquier momento se presente la necesidad. El anárquico debe tener conciencia de lo que es, de su temperamento y de sus puntos débiles. Un anárquico debe vivir de forma correcta, porque llamar la atención significa exponerse a ser reconocido, visto, capturado. No puede pelearse con la gente por estupideces, como no puede participar en lugares como un estadio en el que se pueden crear escenas de violencia inútil contra la policía y contra los hinchas del otro equipo. Mientras una persona normal puede permitirse el lujo de agarrarse a trompadas con otro, el anárquico no puede hacerlo. No puede hacerlo porque el anárquico sabe perfectamente que puede Mario Cortucci - Ser un asesino

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matarlo. Sabe el precio que tiene crearse un enemigo luego de una pelea, por este motivo lo evita. Crearse enemigos es un lujo carísimo que ninguna persona inteligente debería concederse, si puede evitarlo. Agarrarse a patadas con otro para una persona normal es un accidente que puede ocurrir. Para una persona que se ocupa de fabricar bombas, organizar atentados, matar gente o organizar asaltos y robos; hacerse fichar e interrogar por la policía, de seguro, no es una buena idea. No sólo se pondría en peligro él, sino que por su estupidez pondría en peligro la seguridad de los demás integrantes del grupo. ¿Poner la otra mejilla? De ninguna manera. Se trata de estrategias para evitar la violencia sin tener que soportar las consecuencias. Estrategias de defensa que te llevan a evitar ser golpeado o herido por una persona que te ataca y que hacen que en caso de romperle una pierna, toda la gente que se encuentra a tu alrededor deba decir “El otro lo estaba atacando, y el no sabiendo que hacer, para defenderse le rompió una pierna... lo estaban atacando y él defendiéndose le rompió una pierna”. Si la violencia, las tragedias, las bombas y los asesinatos son la parte negativa en la vida de un anárquico; entender como eliminarla, como evitarla y como terminarla son la parte positiva. Porque nos ayudan a evitar también a nosotros la violencia que existe en nuestras vidas. La pasión, la poesía y el amor infinitamente romántico La violencia, el miedo, la conciencia de una vida que podría terminarse con todo lo que has conseguido construir, en los próximos 10 minutos. La duda que cada Mario Cortucci - Ser un asesino

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persona que se acerca pueda ser la persona que te apunta una pistola y te encarcela de por vida o que te tira un tiro en la cabeza, lleva al anárquico a exprimir sus sentimientos al máximo exponente de lo que puede hacer. A exprimirlos y a sentirlos, no hay mejor forma de apreciar lo que uno tiene como delante del riesgo de perderlos para siempre. El anárquico sabe que todo el futuro puede desaparecer antes del día siguiente y por esto vive en forma más intensa que la de las demás personas. Si una persona sabe que cuando se despide de otra, existe la posibilidad que sea para siempre, se despide de otra manera, habla de otra manera, la mira de otra manera. El anárquico vive de esta manera. Una persona normal que sabe que dentro de 2 años volverá a ver s su mujer y a su hija puede tranquilamente perder su tiempo mientras espera. Marino Cortucci, en la duda constante de saber que, como sucedió, podía morir durante la fuga o que luego de la fuga debería mantenerse alejado de la todos los nexos que la policía pudiera encontrar hacia él, familia inclusa, escribió todo lo que pudo antes de la fatal madrugada en la que murió. Mas que entender el motivo que lleva a un revolucionario a vivir el amor hacia una mujer en forma maravillosa y poética, lo que este libro rescata es la forma de conseguir vivir el amor lleno de pasión y de poesía sin la necesidad de la tragedia inminente e inevitable.

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Marino Cortucci El amor El coraje La infamia La gloria

La deuda con la historia Hay cosas que aún hoy me dejan sin palabras. En la defensa que el mismo prepara para defenderse ante el Juez de Sentencia, Marino Cortucci escribe: ¿Que puedo objetar de las acusaciones que dice hacerme el llamado R. Pereira? Usted ha de tener un concepto propio de la vida. El argumentar al respecto sería, a mi criterio, rebajar a su persona por cuanto, si muchos detalles se le escapan de la manera de como se tortura a un hombre, sabe, positivamente que ésta ha sido aplicada con inaudita ferocidad refinamiento; luego la justicia ¿Condenará con sólo la prueba que con la tortura se fabrica? Si esto sucede hay que aclararlo, la justicia no sólo es ciega, sino está vencida por lo mismo a lo que atañe nuestro caso. Pero esto no es todo, se ha ido más lejos, se me hizo aparecer como confidente, entregador de Di Giovanni y Scarfò, con el evidente propósito de humillarme moralmente; pero aún me queda el orgullo de haber comprobado que no lo hayan conseguido. No por lo que yo pueda decir, sino porque los compañeros de ideología me consideran merecedor de sus aprecios, pésale a la policía y sus propósitos. Lo que me sorprende es que ha sido encarcelado sin pruebas, ha sido torturado salvajemente, le han dado “Cadena perpetua” sin tener ninguna prueba y él en su defensa declara “se ha ido más lejos se me hace aparecer como confidente de la policía”. De todo lo que le habían hecho lo peor fue acusarlo de colaborar con la policía. Mario Cortucci - Ser un asesino

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