Segundas oportunidades

dirección de arte:Marina Di Paola.sonido:Jesica Suárez.elenco:Joaquín. Furriel, Maricel .... la india Vandana Shiva, el canadiense .... sonaje real–. Pero es ...
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espectáculos

| Viernes 8 de noViembre de 2013

cine

cine

Una discusión necesaria y urgente

Como un buen plato de brótola m ar del pl ata (argen tina/2012). ★★★ buena. dirección: Ionathan Klajman & Sebastián Dietsch. guión: Klajman. fotografía: Matías Ni-

colás. edición: Guille Gatti. música: Omar Giammarco. elenco: Pablo Pérez, Gabriel Zayat, Lorena Damonte, Pablo

El peligro de los agroquímicos en los cultivos desierto verde (argentina/2013). ★★★ buena . dirección : Ulises de la Orden.

guión :

Mariano

Starosta. fotografía: Alejandro Reynoso. música: Ernesto Snajer. edición: Germán Cantore. sonido: Rufino Basavilbaso.

distribuidora :

duración :

84 minutos.

Aura Films.

calificación :

Apta para todo público.

D

esierto verde es uno de los primeros documentales que expone en toda su dimensión los múltiples riesgos de la utilización de agroquímicos para mejorar el rinde del suelo. Rodada en varias provincias de la Argentina, pero también en China, Hong Kong, Francia, la India, Canadá y los Estados Unidos, esta investigación contó con la participación de una veintena de expertos mundiales en el tema, quienes advierten no sólo sobre la deforestación, la desertificación y la contaminación de los suelos producto de un monocultivo como la soja (ya ocupa más del 50 por ciento de la superficie sembrada de nuestro país), sino también sobre la especulación de los operadores en la Bolsa de Chicago y, peor aún, sobre los problemas sanitarios que en algunos casos se genera en la población. En efecto, el director de las exitosas películas Río arriba y Tierra adentro registró íntegramente el juicio a productores que se realizó en Córdoba por el envenenamiento con pesticidas de decenas de personas (que en muchos casos luego murieron de cáncer) en la localidad del Barrio

Caramelo. duración: 81 minutos. califi-

aura films

Ituzaingó Anexo, a raíz de las constantes fumigaciones aéreas en los campos lindantes. La acción pública de las madres de las víctimas –encabezadas por Sofía Gatica– resulta el aspecto más conmovedor (pero no el único) de este film que muestra la contracara, los daños colaterales de un progreso necesario, sí, pero que a veces se lleva por delante todas las barreras éticas y morales. La película –correcta en lo formal, didáctica en su objetivo, ágil en su narración y, por supuesto, muy cuestionadora desde un discurso ecologista y humanista– va de lo macro (cómo funciona el mercado a nivel mundial con China como principal importador de soja y otros alimentos) a lo íntimo sin caer en la declamación discursiva, sino aportando datos y testimonios. De la Orden entrevistó a muchos expertos en el tema (los franceses GillesEric Seralini y Marie-Monique Robin, la india Vandana Shiva, el canadiense Pat Mooney, el estadounidense Frederick Kaufman y hasta Ricardo Lorenzetti, presidente de la Corte Suprema), pero también dio lugar a otras miradas en defensa de la agroindustria, como la del poderoso empresario Gustavo Grobocopatel o Gino Moretto, titular del Centro de Corredores de Cereales de Rosario. De la Orden nunca esconde su posición crítica, pero en el disenso, en la multiplicidad de voces, en el intercambio de ideas y puntos de vista sobre los logros y los excesos de la agricultura moderna surge una discusión que hoy se impone como necesaria y urgente.ß Diego Batlle

cación :

Digna caracterización de Joaquín Furriel

disney

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Segundas oportunidades Un paraíso para los malditos (argentina/2013). ★★★ buena . guión y dirección :

Alejandro Montiel. fotografía: Sol Lopatin.

música: Diego Hensel y Franco Caviglia. edición: Alejandro Brodersohn. dirección de arte: Marina Di Paola. sonido: Jesica Suárez. elenco: Joaquín

Furriel, Maricel Álvarez, Alejandro Urdapilleta. distribuidora: Buena Vista International. duración: 83 minutos. calificación: apta para mayores de 16 años.

C

on cinco largometrajes en los últimos seis años, Alejandro Montiel se ha convertido en uno de los directores más prolíficos del cine argentino. Luego de Las hermanas L, 8 semanas, Chapadmalal y Extraños en la noche, el aquí también guionista sorprende con una combinación entre el thriller psicológico y el drama familiar que –si bien no resulta del todo convincente– tiene bastantes más hallazgos que carencias. El protagonista absoluto y héroe trágico del film –que arranca como una reversión de La ventana indiscreta, de Alfred Hitchcock, luego apuesta por el noir seco, duro y opresivo con algunos elementos de western y se termina vinculando con Un oso rojo, de Israel Adrián Caetano– es

Marcial (digna caracterización de Joaquín Furriel), un joven solitario y lacónico que ingresa a trabajar como sereno nocturno en un decadente depósito de elementos de limpieza ubicado en una sórdida zona del conurbano bonaerense. Desde lo alto de la fábrica semiabandonada observa a diario los excesos y abusos de un grupo de marginales, pero también a otros vecinos que van llamando su atención. A los pocos minutos del relato descubriremos que Marcial es, en verdad, un asesino a sueldo, pero en uno de sus encargos descubre a un personaje del que se quedará prendado: un hombre postrado y con demencia senil (Alejandro Urdapilleta) al que empezará a cuidar y que se transformará en una suerte de padre sustituto. Con él y con

su nueva pareja, Miriam (Maricel Álvarez), madre soltera de una niña llamada Ma-lena, conformarán una suerte de familia con un presente feliz, pero con muchas mentiras de por medio y cuentas pendientes que la amenazan. Hasta aquí el planteo inicial de Un paraíso para los malditos, una película de impecable factura técnica (los aportes de la fotografía, del sonido y de la dirección de arte ayudan a construir climas muy logrados), pero que en su segunda mitad se vuelve más convencional y con un desenlace algo abrupto. De todas maneras, en su película más madura y arriesgada, Montiel demuestra una mayor confianza en el poder evocador de su cine. En la primera parte del film casi no hay diálogos. Le alcanza con el rostro de Furriel y con una certeras y lúcidas observaciones para sumergirnos en el universo íntimo de un hombre casi sin vida al que le llegará –casi sin proponérselo– una segunda oportunidad. Y, con una identidad sustituta, hará todo lo posible por aprovecharla al máximo.ß Diego Batlle.

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La vida secreta de un asesino a sueldo the iceman (estados Unidos/2012). ★★★

buena . dirección:

Ariel

Vromen. guión: Ariel Vromen y Morgan Land. fotografía: Bobby Bukowski. edición: Danny Rafic. música: Haim Mazar. elenco: Michael Shannon, Winona

Ryder, Chris Evans, Ray Liotta, David Schwimmer, Robert Davi, Stephen Dorff. distribuidora:

CDI Films.duración: 94 minutos.calificación: Apta para ma-

yores de 18 años.

H

ubo un tiempo en el cine estadounidense en el cual películas como The Iceman solían hacerse con notable maestría. Y no era necesario convocar a los grandes nombres, a los directores de primerísima línea. Había algo en el ambiente –un saber de época– que combinaba la herencia clásica con una condición irrevocablemente contemporánea: el cine de los setenta fue una época de especial solidez en la narrativa, con numerosos ejemplos de destacables acercamientos cinematográficos a una sociedad en crisis. The Iceman transcurre en parte allí

(la acción abarca desde los sesenta hasta los ochenta) y orienta su búsqueda estética hacia el cine de esos años para contar la vida de un asesino a sueldo de Nueva Jersey, especialmente frío (de ahí el título, El hombre de hielo), llamado Richard Kuklinski, un hombretón gigante y parco de origen polaco. La película cuenta su vida criminal y pivotea también sobre su vida de pareja y familiar. En cuanto a su vida laboral, su ascenso como contratado por la mafia y sus vaivenes (hoy un juramento, mañana una traición, o dos), la película tiene una bienvenida sobriedad incluso en los

Michael Shannon, de lo mejor del film momentos más cruentos y revulsivos: se ven cadáveres congelados y desmembrados y bastante sangre, pero no hay excesivo regodeo. Los fragmentos familiares son mucho menos logrados: son más obvios, lucen más necesitados de un verosímil que no tiene tiempo de desarrollarse y se ven notoriamente afectados por una de las actuaciones menos convincentes que se recuerden de Winona Ryder, que

fox

distrae constantemente con un chirriante énfasis en la mirada y en la expresión de su boca. Richard Kuklinski está interpretado por Michael Shannon (el malo de El hombre de acero) que aprovecha perfectamente su 1,92 m de estatura y su rostro cadavérico y macizo para hacer creíble su personaje. Cuando Kuklinski procede en su raid criminal, la película se acerca al espíritu del cine de los setenta que intenta

teAtro

Historia de amor gay, en la Usina y Un día nico se fUe. ★★★ buena. autor: Osvaldo Bazán. música:

Ale Sergi. dirección musical: Hernán Matorra. dirección: Ricky Pashkus. intérpretes: Walter Quiroz, Tomás Fonzi, Silvana Tomé, Sebastián Vitale, Virginia Kaufmann, Ángel Hernández, Cynthia Manzi, Dennis Smith, Juan José Marco, Rodrigo Pedreira, Augusto Fraga, Déborah Turza, Tomás Martínez, Milagros Michael, Lucila Tolcachier. vestuario: Pablo Battaglia. luces: David Seldes. dirección vocal :

Gabriel Gestal.

diseño

sonoro: Gastón Brisky. sala: Usina del

Arte. duración: 110 minutos.

F

rescura, encanto y diversión, tres palabras que definen a la perfección Y un día Nico se fue. Sin referirme al hermoso edificio de la Usina del Arte, la ascética sala –preparada más para música que para teatro– alberga a un grupo de artistas que tendrán la responsabilidad de colmar la escena y evocar la espacialidad en un ámbito sin la ductilidad de un escenario. El libro de Bazán llegó a escena en

Impecable elenco de talentosos artistas una comedia musical autorreferencial. En este sentido, el juego con Seis personajes en busca de autor y Luigi Pirandello es interesante, aunque podría estar más y mejor desarrollado. La historia es sencilla e involucra a muchos. El encuentro amoroso, la mal denominada “confesión”, la convivencia y, como ya anticipa el título, la separación. La obra en tanto texto se atreve a quebrar la intriga y depositar todo en cada escena. No hay en

el espectador la angustia de saber cómo terminará. Un día, Nico se irá. Y esa apuesta requería de intérpretes de fuste. Y, en este sentido, el segundo acto se impone por sobre el primero, ya que es el momento en el que el ensamble se luce con sus momentos protagónicos. Quiroz y Fonzi logran jugar muy atractivamente con sus criaturas –la sutileza de Fonzi contrasta un poco con el carácter mimético que busca Quiroz del per-

sonaje real–. Pero es estrictamente en lo actoral en donde ambos se lucen. En lo musical se percibe el fino trabajo de Pashkus para que puedan llegar a los requerimientos vocales de la pieza. Y por ello se vuelve lícito preguntarse si era necesario apelar a figuras “convocantes” para protagonizar el espectáculo. Tenemos gran cantidad de artistas (sin rostros tan conocidos, es cierto) que pueden cantar, bailar y actuar con idéntica profesionalidad. Más aún tratándose de una producción del GCBA y no de un productor privado. Es en el ensamble en donde la escena deslumbra. Y si bien todos son correctísimos, es justo destacar los trabajos de Silvana Tomé y de Dennis Smith. Cada uno en un registro actoral diferente le ofrece a la escena –y a la platea– lo que se requiere. En lo musical, hay que señalar el enorme acierto de la convocatoria a Ale Sergi. Le imprime a cada canción un cruce genérico muy atractivo, aunque apoyado siempre sobre la base de su estética personal tan bien plasmada en Miranda! Un espectáculo simple y bello que, por momentos, abusa del manifiesto.ß Federico irazábal

convocar: relato seco, sin adornos, en el que reverbera la violencia de una sociedad en crisis. Cuando está con su familia –que ignora cuál es su trabajo– la película, como se dijo, se ve dañada. En el resto del elenco, con varios nombres conocidos, se repite lo desparejo: el eficaz y tenso Ray Liotta (claro, como mafioso), pero también la comicidad involuntaria de David Schwimmer (Ross de Friends) con un aspecto imposible (bigotón, equipo de gimnasia y pelo largo) y un tono de voz farsesco. La presencia de James Franco en un cameo es otro elemento que distrae, que no ayuda a cohesionar la película prometida y lograda a medias desde el ambiente y el personaje principal. Esos que parecen añorar épocas en que estas pinturas desesperanzadas podían encontrar una visión y una industria que las abordaran con menor dispersión y mayor filo.ß Javier Porta Fouz

para mayores de 13 años con

reservas.

e

s una rareza esta comedia llamada Mar del Plata –así, un poco olímpicamente– en el contexto del cine argentino. Una rareza porque tiene muchas más ideas de situaciones, de detalles, de peripecias para los personajes que el promedio de un cine lánguido por demás. Mar del Plata cree –afortunadamente– en contar y contar: dos amigos (o algo por el estilo, pero de larga data) con sus problemas previos a cuestas emprenden un viaje a la ciudad de la costa. No se llevan bien, tienen problemas de pareja y algunas cuentas pendientes no exentas de absurdidad. Y nos vamos enterando de sus pasados por flashbacks que provienen de la narración de uno de ellos, Joaquín, que nos habla a nosotros, espectadores, en un aparte. Esos flashbacks se presentan enmarcados a veces por un recorte en la imagen y siempre por la brevedad y la contundencia, por la acción bien concentrada. La brevedad y la contundencia (a veces se pasa a lo abrupto, lo arbitrario) recorren la mayoría de las situaciones de la película. Mar del Plata no estira nada, sale rápido, como el plato de brótola que piden en el restaurante. Hay ex parejas que vuelven, que no vuelven, chicas nuevas (jóvenes y otras que invitan una leche chocolatada), situaciones diversas y abundantes (también, como el plato de brótola) con diferentes grados de verosimilitud que se integran con gracia casi permanente, incluso con sentido del timing (en un golpe, en una respuesta malhumorada entre los amigos o lo que sean). Treintañeros, chicas lindas, un escritor pedante, mar, gente de viaje. Mar del Plata va rápido, apuesta por un tono extrañado de comedia indie estadounidense y no le sale mal (tampoco le salía mal a Incómodos de Esteban Menis, película con varios puntos de contacto, pero con personajes más freak). ¿Qué le impide a Mar del Plata cumplir con todo el potencial que exhibe gracias a su generosidad narrativa? Sus desajustes, también extraños en un cine argentino que en general ha solucionado estas cosas: los actores demuestran en muchos momentos buen sentido del timing y de la interacción (los dos protagonistas y especialmente la chica marplatense), pero en otros (demasiados, incluso para una película que se adivina de bajo presupuesto) se les nota cierta herrumbre, se los ve un tanto rígidos, como si algunas escenas fueran ensayos a los que les falta fluidez. Ese desajuste, sobre todo en una comedia que plantea tantas interrelaciones, es notorio y molesto. El otro problema de Mar del Plata es su exceso de música, como si no confiara del todo en su claridad expositiva y su propias (y bienvenidas) potencia, velocidad y variedad narrativas.ß Javier Porta Fouz

Se entregaron los Premios Eter sólo la radio. Las que obtuvieron más lauros

fueron Nacional, Continental, Metro y Vorterix

Anteanoche –en el Teatro Nacional Cervantes– se realizó la novena edición de la entrega de los Premios Eter (Sólo la radio), donde otorgaron, además, plaquetas especiales y reconocimientos a la trayectoria. La ceremonia fue conducida por Gabriela Rádice y Eduardo Colombo, televisada por Canal 7 y transmitida por Radio Nacional, y contó con el voto de veinticuatro mil oyentes y más de mil trescientos profesionales de la radio. En el discurso de apertura, Eduardo Aliverti destacó la aprobación de la ley de medios por parte de la Corte Suprema y la necesidad de dar más capacitación y menos facilismo, y tuvo un recuerdo para los 75 años de La guerra de los mundos, de Orson Welles. La ceremonia dio comienzo con un homenaje para Juan Carlos Calabró, dado que también era locutor y se inició en la radio. Se entregaron premios a la trayectoria a Bobby Flores, también al productor Marcelo Manuele, a Juan Carlos Del Missier (conductor locu-

tor) y a Alfredo Norniella (conductor de FM Libertad de Resistencia, Chaco). Se destacó el crecimiento y la importancia de las radios universitarias y hubo una especial mención a los primeros directores de las radios estatales en la democracia. El momento humorístico estuvo a cargo de Natalia Carulias con un stand up referido a cuestiones radiales, y del profesional que se hace llamar “el primo de Aliverti”, quien realizó una celebrada imitación. Los favoritos de los oyentes fueron Víctor Hugo Morales (Continental) y Nora Veiras (Nacional) y los programas elegidos, Metro (en FM) y Nacional (en AM). Y entre los más votados por los trabajadores de la radio aparecen Matías Martin (mejor conductor); Elizabeth Vernaci (mejor conductora); La mañana de Víctor Hugo (programa de la mañana); Basta de todo (programa de la tarde); Metro y medio (programa del regreso); La venganza será terrible (programa de noche/ trasnoche).ß Alicia Petti