Revista Noviembre.indd

ARRIBA: Kathy Ramirez, (Izq), dirige el rezo del rosario en compañía de sus ... Abraham Andrade, se arrodilla frente a la imagen peregrina de la Virgen María ...
5MB Größe 6 Downloads 32 vistas
El difícil reto de transmitir la fe Los hijos de inmigrantes latinos crecen entre culturas e idiomas. ¿Qué hacen sus padres para educarlos en la fe?

REVISTA CATÓLICA • NOVIEMBRE 2015

BEN TORRES Y VIOLETA ROCHA/ESPECIAL PARA RC

Violeta Gutiérrez, acomoda el velo de su hija Valeria de 12 años. La niña viste el hábito morado en honor al Señor de los Milagros, que significa penitencia y ofrenda. PAG. OPUESTA: Juana Florez de 71 años (Der), se siente muy orgullosa de ver la devoción que su nieta Beatriz Cordova, guarda por el Señor de los Milagros. Cordova aprendió la devoción de sus padres y abuelos de origen peruano.

Por Violeta Rocha y Constanza Morales REVISTA CATÓLICA DALLAS

DALLAS—Para la familia inmigrante uno de los retos más grandes es conservar y traspasar la herencia de la fe, a las nuevas generaciones que nacen y se crían en este país. Los hijos crecen entre culturas e idiomas, y las parroquias que los sirven, deben crear herramientas y métodos catequéticos que los apoyen en la conservación de esa fe. En menos de cinco años los jóvenes

hispanos, con edades entre 9 y 28 años, sumarán entre 18 y 20 millones en Estados Unidos, y para 2025 los latinos católicos llegarán a los 40 millones. En la Diócesis de Dallas, muchas familias prolongan en un grado u otro, la fe y devociones de abuelos y padres inmigrantes. En nuestras parroquias la identidad y los elementos de fe, se mezclan dando forma a importantes manifestaciones religiosas, a través de las cuales, los padres y abuelos logran traspasar a sus hijos y nietos, devociones y valores cristianos.

CRISTO MORENO “Mis padres son de Perú y es un honor para mi cargar el anda (soporte) del Señor de los Milagros”, explicó Michael Pareja de 16 años. “La primera persona de la que aprendí sobre El Señor de los Milagros, fue mi papá”, agregó Beatriz Cordova, de 24 años. Los dos participaron el 24 de octubre en la Misa solemne que se realizó en la Catedral de Guadalupe, en honor al Cristo Moreno. En el Perú, y sobre todo en su capital, Lima, el mes de octubre representa REVISTA CATÓLICA • NOVIEMBRE 2015

solemnidad al Señor de los Milagros. Miles salen en procesión cargando su imagen y vistiendo prendas moradas en señal de recogimiento. En Dallas, desde hace más de dos décadas, la comunidad peruana hace lo propio, manteniendo vivo el fervor entre las nuevas generaciones. Juana Florez de 71 años, describió como “una gran alegría y emoción”, saber que su nieta Beatriz es devota. Margarita Escobedo, cuyos hijos de 13 y 8 años también participan, dijo que verlos siendo parte es “algo increíble”. “Aunque yo nací en Estados Unidos no significa que no voy

a celebrar lo que mis papás me comparten”, dijo Frank, el hijo mayor. “Me gusta y es parte de mi fe”. “La devoción es única”, complementó Violeta Gutiérrez, madre de Valeria de 12 años. La niña vistió por segundo año consecutivo el hábito morado en ofrenda al Cristo Moreno. Gutiérrez explicó que la vestimenta es para que lleve “la devoción en adelante y siga las tradiciones de nosotros”.

TRADICIÓN ROSARISTA A sus 29 años, Uriel Andrade podría fácilmente disfrutar su

REVISTA CATÓLICA • NOVIEMBRE 2015

viernes en la noche de una salida al cine, a bailar o comer con amigos, pero este maestro de segundo grado, cumple con un compromiso, que asegura, lo “hace ser mejor hombre”: rezar el rosario. Todo empezó en 2009 gracias al liderazgo de una tía paterna que ha tomado el rol de ‘catequista familiar’, para enseñarles a rezar el rosario en familia. “Siempre hemos sido una familia unida por la devoción de nuestros padres y abuelos”, dijo Andrade. “A veces como familia nos da vergüenza ventilar nuestras batallas y el rosario nos sirve para abrirnos

entre nosotros y a la vez tener comunicación con Dios”. Cada viernes la familia que tiene sus raíces en Durango, México, se reúne a rezar junto a una imagen de la Virgen, comprada en la Basílica de Guadalupe en México hace 15 años. “Cuando tienes hijos los retos siempre van a estar ahí”, dijo Miguel Ángel Andrade que también participa del rezo familiar. “Ellos apenas se están formando una idea del mundo e importa mucho lo que están viendo en su casa…quisimos inculcarles algo positivo que los ayude a tomar decisiones

ARRIBA: Kathy Ramirez, (Izq), dirige el rezo del rosario en compañía de sus sobrinos Abraham Andrade, 9, Oswaldo Andrade, 8, el 23 de octubre en Mesquite. Ramírez procura educar a sus pequeños parientes en la devoción al santo rosario, mediante el rezo familiar. IZQ.: Abraham Andrade, se arrodilla frente a la imagen peregrina de la Virgen María que rota semanalmente en los hogares de la familia, y que congrega a tíos, primos, padres y abuelos, una vez a la semana, para rezar juntos el santo rosario.

correctas en la vida”. La líder de la iniciativa, Kathy Ramírez, inició todo cuando notó que los más pequeños de la familia no sabían rezar el rosario. “Me dije: ‘como católica, tía y madrina, tengo responsabilidad de enseñarles’”, explicó. La también catequista de la parroquia de Santa Ana en Coppell, empezó obsequiándole a los niños un ‘kit rosarista’ con libros, brazaletes y demás recursos que promueven el rosario. “Procuro educarlos para que piensen ‘no tengo que ir’ sino ‘lo voy a hacer por amor’”, explicó sobre la formación que

Frank Escobedo, (Izq), Jorge Chuecas,19, Michael Pareja,16, y Scott Escobedo, 8, sirvieron durante la celebración del Señor de los Milagros el 24 de octubre en la Catedral de Guadalupe.

da a los niños. Toda esta devoción está ligada a lo que su madre, la octogenaria abuela de la familia que aun reside en Durango, cultivó cuando Kathy y sus 12 hermanos eran niños. Santos Samaniego solía

dormir a sus hijos rezándoles el rosario. Hoy sus más de 60 nietos y 25 bisnietos, conocen y practican la devoción en familia. “Me siento en la gloria al saber que siguen rezando juntos”, dijo. Y aunque dice que ya la ata-

can achaques de la vejez como la sordera, su compromiso espiritual no se diezma.“Todavía como cuando ellos eran niños, rezo el rosario”, contó. “Una madre nunca deja de pedir intercesión por sus hijos. El rosario a María es como hablar de madre a madre”.

REVISTA CATÓLICA • NOVIEMBRE 2015