Consta de 46 fotografías, realizadas en la playa. En ese espacio onírico surgen unos pensamientos y unas sensaciones fruto del paso de un estado activo habitual a un estado pasivo de ocio, traducido en unos títulos que acompañan a las fotografías a modo de poema. La playa es un espacio universal cuyo uso moderno es el vacacional, ponerse moreno al sol, la cultura consumista de “sol y playa”. Pero a la vez es un espacio habitado por personas que se plantean ciertas cuestiones y que buscan salir del espacio cotidiano para entrar en otro más onírico, de fantasía. Un espacio poblado de imágenes mentales que se mezclan con las reales, donde el sueño se entrecruza con la vida real. “Relato de agua sobre arena” es una narración que sucede en ese espacio real y a la vez onírico, donde el cuerpo es protagonista, dejando huellas sobre la arena y donde toma contacto con los elementos primordiales del sol (fuego), de la brisa (aire), de la arena (tierra) y del mar (agua). Donde se entrevé su retrato en la arena húmeda, se graban los movimientos de la arena por las olas, los restos de brea dibujan en el lienzo de la arena, habitan las sombras que produce el sol en la caliente arena, son efímeras las formas en la arena con el ir y venir de las olas… Un relato con protagonistas: el texto, el autorretrato, el espejo, las sombras, el pie, las huellas del viento, la piedra, los reflejos de la luz… Todo ello captado por una mirada atenta al entorno y a lo que acontece suspendido en un tiempo y un espacio. Una mirada que busca la plasticidad para disparar unas fotografías que articulan un concepto en un relato, una narración.