Reinsertar a la Argentina en el comercio mundial

30 dic. 2014 - El Centro de Estudios para el Comercio Exte- rior del siglo XXI está integrado por Fernando. Alonso (director periodístico del diario.
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comercio exterior

| Martes 30 de dicieMbre de 2014

Nota de tapa

en busca de consensos

Reinsertar a la Argentina en el comercio mundial

Representantes de diferentes sectores lanzaron el “Centro de estudios para el comercio exterior del siglo XXI”, una iniciativa que busca difundir la importancia de la actividad en el desarrollo del país; políticas de Estado, la gran deuda nacional Textos Florencia Carbone | Ilustración Alejandro Álvarez

N

i atrás ni adelante, más bien de un extremo a otro. Éste es el reino del peronismo y del antiperonismo; de las privatizaciones y de las estatizaciones; una tierra que elige mantener “relaciones carnales” con los Estados Unidos pero también la que muestra los índices más

altos de antinorteamericanismo del continente. Resulta imposible explicar (¿y entender?) a la Argentina si no se tiene en cuenta la famosa política pendular que atravesó –y lo sigue haciendo– su historia. El comercio internacional no escapa a esa cultura: de la apertura indiscriminada a las políticas proteccionistas, o de la defensa a

ultranza de los proyectos integracionistas al aislamiento más ortodoxo apenas hay un paso. En busca de un “justo medio” que logre encontrar consensos básicos sobre los cuales construir políticas de Estado, nació el “Centro de Estudios para el comercio exterior del siglo XXI”. ¿De qué se trata la iniciativa que se presentó

en sociedad, hace algunos días, en la Facultad de Ingeniería de la UBA? Miguel Ponce, uno de sus integrantes (ver lista completa aparte), explicó que la idea fue reunir a especialistas de diferentes sectores (representantes del mundo académico y empresarial, profesionales vinculados al comercio exterior y a los medios de comunicación, entre otros) que coinciden en algo que definen como una “necesidad básica”: que la temática tenga más visibilidad y sea puesta en primer plano para recuperar la inserción comercial internacional del país. “Convertirnos en un think tank del comercio exterior en la Argentina que pueda articular propuestas que ojalá puedan ser tomadas por el actual Gobierno o que sirvan como políticas de Estado del que asuma en 2015”, dijo Ponce. Marcelo Elizondo, director de la Consultora DNI cree que en una cultura corporativista como la Argentina es difícil concebir que hay algo distinto entre lo individual y lo colectivo. “O hay una persona o hay una institución que nos contiene, de la cual dependemos y a la cual alimentamos. Sin embargo, hay algo en el medio. Se trata de espacios en los que nos retroalimentamos y potenciamos. Es muy bueno que nos hayamos juntado antes de pensar el formato jurídico o el reglamento de este espacio horizontal. Se nos ha preguntado si vamos a hacer lobby o si tenemos vinculación con la política. La cuestión del comercio internacional en la Argentina está tan mal que su complejidad requiere mucho más que hablar con un candidato a presidente, un funcionario actual o una Cámara ante la cual podemos hacer lobby. En el país no hay una valoración adecuada de las enormes oportunidades que surgen de una acertada vinculación internacional: el comercio internacional genera inversión y mayor calidad en la producción de bienes y servicios, empleo de mayor sofisticación, más recaudación, incrementa el PBI. Pero muchas veces la opinión pública no está informada sobre eso, por eso es muy importante interactuar con las autoridades políticas, con los candidatos, con los formadores de opinión, con los líderes, con todas las elites. Hay que hablar con todo el mundo”, dice Elizondo.

Tras asegurar que “la Argentina ha perdido mucho tiempo”, Raúl Ochoa, explicó que se trabajará en tres ejes principales: lograr productividad y competitividad interna –“cosa que la Argentina perdió por problemas interiores, no por el mundo”–; restablecer relaciones con el mundo –“salir de este pseudoaislacionismo y restablecer relaciones amistosas, amplias y generosas primero con los países que nos rodean, y luego con el resto del mundo”–; y recuperar la confianza en el país –“fundamentalmente para los propios argentinos, porque la solución está en nosotros, pero por supuesto para atraer los capitales y hombres de buena voluntad”–. A su turno, Jorge Castro calificó a la iniciativa como “extraordinariamente oportuna” ya que, según explicó, estamos ante una nueva época de la economía mundial y ante todo del comercio internacional. “Esta nueva época se caracteriza por dos tendencias definidas. La primera y fundamental, el hecho de que Estados Unidos se apresta a cerrar el déficit comercial de cuenta corriente que tiene desde 2001 (lo que podría ocurrir dentro de los próximos 5 años). Y al hacerlo modifica su posicionamiento en la economía global acompañado por una valorización del dólar que lo lleva a los niveles más elevados de los últimos 20 años. Esa tendencia de los últimos 5 años es el resultado directo de la explosión del shale gas y shale oil en EE.UU., lo que recortó casi a la mitad la proporción de energía importada en la demanda estadounidense. Ello implica que con ese ritmo, el déficit de cuenta corriente norteamericano se cerraría en 2020 y Estados Unidos recuperaría la capacidad de compra perdida por la importación masiva de combustibles y energía que tuvo desde 2001. Hay que estimar esa capacidad de compra en aproximadamente el 40 % de sus actuales importaciones, una cifra que supera incluso el boom de consumo que se desató en China”, dijo Castro. Según el analista, el segundo elemento de importancia del nuevo ciclo de la economía mundial es que sucede algo pero de orden inverso en China, que cerrará en los próximos 5 años el superávit de cuenta corriente. “El superávit de cuenta corriente de China que en 2007 era 11% del PBI, en 2014 llegó a 2,8%,

qué dice el decálogo

Recuperar la inserción comercial internacional

Tres ejes

“Fronteras adentro” El capítulo contiene 7 puntos: incrementar la tasa de inversión; recuperar el autoabastecimiento energético; mejorar las expectativas; aliviar a las empresas de la actual presión tributaria y de las sobrerregulaciones en la economía; incrementar la oferta de financiamiento; mejorar la infraestructura; y normalizar el tipo de cambio real. “En frontera” Corregir el exceso de burocracia en los trámites y mejorar la eficiencia en las ventanillas. “Fronteras afuera” Relaciones internacionales (recuperar una relación que permita volver a integrarnos al mundo) y reiniciar una política exterior de negociaciones y política externa eficaz y al servicio de un plan estratégico de desarrollo de mediano y largo plazo. Infraestructura deficiente, clave en la pérdida de competitividad

lo que revela que en los próximos 5 años el saldo neto de su comercio exterior será nulo o negativo y la economía china crecería totalmente sobre la base de su demanda doméstica. Ambas cuestiones abren una nueva época del comercio internacional que favorece extraordinariamente las posibilidades del sector exportador de la Argentina”, concluyó.

políticas de estado

integrantes El Centro de Estudios para el Comercio Exterior del siglo XXI está integrado por Fernando Alonso (director periodístico del diario BAE); Ricardo Balestra (profesor de Derecho Internacional Privado de Derecho UBA); Liliana Canzanelli (ex directora Nacional de Promoción Comercial); Jorge Castro (analista político y económico internacional); Patricio Castro (Departamento de Finanzas Públicas del FMI, encargado de los temas de comercio exterior, aduana e impositivos para América latina); Norberto Delfino (presidente de la Cámara de Comercio Exterior de Córdoba); Marcelo Elizondo (titular de la Consultora DNI); Raúl Ochoa (coordinador del Programa Exportadores Pyme); Aldo Pignanelli (ex presidente del Banco Central); Miguel Ponce (gerente de CIRA); Gabriel Rubinstein (titular Consultora Rubinstein y Asociados); Horacio Salgado (decano de la Facultad de Ingeniería de la UBA); Gustavo Segré (director de CenterGroup); Ariel Stainoh (especialista en integración cadenas productivas internacionales).ß

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una demanda que sigue insatisfecha “Políticas de Estado es lo que el país demanda desde hace mucho tiempo pero no logra plasmar. Cuesta pensar en políticas de Estado más allá de Malvinas o de la reivindicación del Mercosur como proceso de integración regional. Probablemente la amplitud de esta mesa logre generar una masa crítica de conocimiento que permita a los gobiernos tomar (ideas) y llevarlas a la práctica. El Centro aspira a generar políticas para que los gobiernos las lleven adelante reconociendo que el Estado

tiene que tener presencia en todo ese proceso, que no se puede dejar ni el comercio exterior ni ninguna otra política sin la necesaria intervención del Estado en todo el proceso económico del país”, dijo Fernando Alonso, director periodístico del diario BAE. El Centro de Estudios para el comercio exterior del siglo XXI funciona en la sede de Hipólito Yrigoyen 2038, en la ciudad de Buenos Aires. Quienes quieran tomar contacto pueden enviar un correo electrónico a [email protected]

Como primer paso, el Centro de Estudios para el comercio exterior del siglo XXI elaboró un decálogo de premisas para recuperar la inserción comercial internacional (ver recuadro). Uno de los objetivos es “pasar de lo teórico a lo práctico. La idea es no ser la “Carta abierta” del comercio exterior (en referencia al grupo

archivo

de intelectuales oficialista). Está implícito eso de hacer lobby en el sentido en que se usa la palabra en EE.UU.”, de hablar con los diferentes actores y explicar la relevancia de la actividad”, acotó Patricio Castro, del Departamento de Finanzas Públicas del FMI y encargado de los temas de comercio exterior, aduana e impositivos para América latina.ß