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Espacio Abierto ISSN: 1315-0006 [email protected] Universidad del Zulia Venezuela

Pérez Piñón, Francisco; Hernández Orozco, Guillermo; Trujillo Holguín, Jesús Apuntes para una historia posmodernista. Espacio Abierto, vol. 25, núm. 4, octubre-diciembre, 2016, pp. 255-266 Universidad del Zulia Maracaibo, Venezuela

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=12249087020

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Espacio Abierto Cuaderno Venezolano de Sociología Vol.25 No.4 (octubre - diciembre, 2016): 255-266

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a istoria pos

o er ista

Francisco Pérez Piñón, Guillermo Hernández Orozco y Jesús Trujillo Holguín*

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Se inicia el e crito aciendo la remembranza de Clío, la dio a in iradora de lo i toriadore ue e encuentran a la b ueda de la erdad en la narrati a de lo acontecimiento del a ado, met dico en el cuidado acercamiento a la uente e re cata tambi n a Calío e, mu a de la oe ía ica la elocuencia, ara acer el com arati o con la i toria del tiem o re ente, i ta de de la er ecti a o moderni ta acerc ndono al giro ling í tico de la i toria. Se aborda el en meno denominado o moderni ta ercibido de de el cam o de la i toria, a o ado en el te rico eit en in ara iluminar la ía a eguir or lo i toriadore en el iglo e cue tionan la metanarrati a al t rmino del iglo en cierta manera e toma artido ante la nece idad de recu erar el camino en el ue e a e tancado la di ci lina de la i toria, al centrar e en el e tudio del a ado mu le ano, nece ario, ero en detrimento de cuido de la inter retacione de la ociedade del tiem o re ente. a nece idad de re catar el lugar de la i toria en la roducci n del conocimiento til acti o, como obligación que nos lleve a pensar y re exionar los acontecimientos globale regionale ro iciar la crítica nece aria de de la academia en relaci n a lo uce o reale . en ar i t ricamente, tanto or lo roductore del conocimiento i t rico como or lo u uario de lo medio educacionale , ara encontrar el entido, lo umano a la manera de aul icoeur, e el corolario del re ente e crito. a abras

a e

i toria o moderni ta en ar i t ricamente metanarrativas; paradigmas historiográ cos. ecibido: 01-02-2016

*

Universidad Autónoma de Chihuahua. México E-mail: [email protected] / [email protected] / [email protected]

ce tado: 22-05-2016

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Note or a o tmoderni t i tor .

Abstract e riting tart , ma ing t e memorie o Clio, t e godde in iring i torian ound in t e earc or trut in t e narrati e o a t e ent , care and met odical a roac to ource it al o re cue Callio e, mu e o e ic oetr and elo uence, to ma e t e com ari on it t e i tor o t e re ent, o tmoderni t ie er ecti e and a roac ing t e lingui tic turn o i tor . The phenomenon called postmodernist seen since the elds of i tor , u orted b t e t eoretical eit en in to illuminate the way forward in the twenty- rst century is discussed; metanarrati e are ue tioned at t e end o t e t entiet centur and ome o matc again t t e need to reco er t e a in ic ammed t e di ci line o i tor , ocu ing on t e tud o t e er di tant a t, nece ar , but to t e detriment and neglect o t e inter retation o t e ocietie o t e re ent. e need to re cue t e lace o i tor in t e roduction o u e ul and acti e no ledge, a an obligation t at lead u to think and re ect global and regional events to promote the nece ar diatribe rom t e academ to t e actual e ent . in i toricall , t ere ore t e roducer o i torical no ledge a users of educational means, to nd sense in the manner of Paul icoeur, a a corollar o t i riting. e

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o tmoderni t i tor t in i toricall narrati e i torical aradigm .

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Clío, la mu a in iradora de lo i toriadore de la oe ía eroica, lle al ede tal de héroes a personajes de carne y hueso y edi có naciones desde la antigüedad a nuestros días mediante el re cate de lo ra go de la cultura identitaria, no a de ado de tener la relaci n con Calío e ( i ero, 201 ) uien en la mitología griega, e la mu a de la oe ía ica la elocuencia (la representación de las acciones legendarias, expresadas en un lenguaje bien abricado ara u con encimiento) dic o acercamiento nunca e a erdido, toma

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auge de nue a cuenta en e te iglo de de mediado del iglo , con el mo imiento cultural denominado o moderni mo, i i n de de la cual e concibe a la roducci n del conocimiento de la historia como una pura textualidad ubicándola en las tendencias del giro ling í tico, como re ultado de la inter retacione de lo e tigio del a ado a ue éste no existe como entidad física, lo único por lo que se le conoce es por las capas y capas de inter retacione ue an de ado lo i toriadore ( en in , 2006) ue de l e acen a tra de lo allazgo , de lo ra tro ue no de aron lo ance tro e te mo imiento denominado o moderni ta a ido con iderado como en amiento d bil ( oradiello , 200 ) or la razone inter retati a de ue reduce la i toria a lo giro ling í tico , a la buena elocuencia ara adornar lo acontecimiento ocio- i t rico . Es el presente artículo un acercamiento a la historia que desde una perspectiva es el a la uente como undamento de la ob eti idad eracidad a la i toria ue de de otra er ecti a tiende a la inter retacione ue como e cenario ub eti o intentan rescatar el sentido, el para qué de la existencia humana, pasada y presente.

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Sin pretender dar una de nición del signi cado del posmodernismo, ante las múltiples ace cione del t rmino, or lo ue no uede ablar e de uni ocidad, lo tomamo en el re ente e crito como el mo imiento ue e a generado en relaci n a la crítica del conocimiento jo, a las verdades establecidas como únicas y a los criterios de la objetividad como in u erable uente del conocimiento cierto, eguro lo con ideramo ara el re ente e crito como el mo imiento ue inaugura nue o camino en la indagacione de lo ocial, tendencia ue re cata lo lanteamiento en la b ueda del ombre, lo ocial u entido de de el en o ue inaugurado or aul icoeur (Vergara, 200 ), el o icionamiento del er en el mundo de eidegger (del oral, 2001) entre otro o tulado ue abogan or la ciencias humanas o ciencias del espíritu elevadas a nivel cientí co por Dilthey (Corona, 2012) en í, como el re cate de lo ere acedore de u ro ia i toria en la condicione de existencia que los determinan. Es el posmodernismo, ese movimiento que pone en duda y critica el conocimiento exacto, que no deja lugar a las falsaciones Popperianas ni a lo errore ue ueden cometer e en lo rograma in e tigati o como e a enido e tudiando de lo e crito de a ato . ecogiendo la idea de en in (2006: 5) a citado, un ro e or londinen e in e tigador del cam o de la i toria uno de lo re re entante del o moderni mo, el oleaje del turno lingüístico “no hay nada fuera del texto” ya que en él se encuentran todas la re erencia reale a enido a re italizar a la roducci n del conocimiento i t rico a lo i toriadore , ue e an i to acartonado en la uerte con tante di cu ione relacionada con la u ue ta ob eti idad del conocimiento de ue la i toria e ace, con documento , con e idencia , no a otra orma. l gran roblema e or lo ue urge la regunta, cuando lo documento o e idencia no e encuentran o ueron de truido , ue ucede, no a i toria Se uede con iderar la di cu i n ue de de iglo atr e ine generando, la ol mica entre in e tigadore duro o uiene an ido con iderado con esa categoría precisamente por abocarse a las ciencias que permiten las experimentaciones

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o la aplicación del método cientí co (ciencias naturales) y los investigadores blandos o los dedicado a la ciencia ociale ue re onden a di tinto m todo ara la utilizaci n en la roducci n del conocimiento, m todo ue ace tan la ub eti idade o la o icione de los sujetos que se mani estan en interpretaciones, resultado de las objetivaciones de los acontecimiento ociale el dilema o en la i toria marcado or e te giro ling í tico viene a abonar dentro de este terreno en especí co, sin desconocer que las ciencias sociales en concreto la di ci lina i toria on ciencia eminentemente ub eti a ( unto de i ta de lo in e tigadore artiendo de acontecimiento , dato , documento , ec o ) lo ue deri a en in e tigadore blando m blando to ltimo al reducir la i toria a mero lengua e di cur i o, el cual e u tenta en otorgar entido al a ado e idear e cenario de lo ue udo aber ido, lo ue no de an la en e anza u adecuacione a lo tiem o o moderno or u ue to, en la ace taci n del re ente como ob eto de e tudio de la i toria lo ue deri a en una o aria i toria del tiem o re ente. No on no edo a la di cu ione de lo in e tigadore i t rico blando ( uiene sustentan la producción cientí ca en criterios de la objetividad que parten del dato o uella de lo acontecimiento in to no a i toria, lo uicio er n re on abilidad del in e tigador) cercano a la ace cione del an i mo lo m blando , ue odemo ra trear u origen en el urgimiento de la cuela rance a de lo nale e creaba una e cuela abocada a la re oluci n del dilema de la au encia de uente , la re encia a artir de entonce de la recon trucci n de lo acontecimiento a artir de la i toria roblema. Se inaugura e ta e cuela en el a o de 1 2 con ello la a ertura de rom er con el aradigma igente de an e (narrati i ta), al idear orma , de eo a iracione de conocer en ro undidad, la obra de lo ombre mu ere en el tiem o ( loc , 2012) El rechazo a los historicismos factuales se aproximó ante las visiones interpretativas de la i toria, al acer e nece ario u tituir la narracione la de cri cione de lo ec o aislados por la comprensión en relación a los contextos de ocurrencia, son los tiempos de cambio de la i toria relato or la i toria roblema, or e a i toria de lo ombre mu ere en el tiem o ara re erir e a ombre mu ere con a iracione olicione ue arten de la ida cotidiana a e acio de eado ara i ir me or. a crítica ue e an enido dando a la e cuela rance a de lo annale , an ido entre otra , la manera de in titucionalizar la i toria, de enmarcarla de de un acer la recon trucci n de lo ec o , m ligada a la orma e i t mica de la con trucci n del conocimiento ale arla de la r ctica de uiene acen la i toria, o como lo menciona en in ale ar e de la i toria con ma cula , ara deri ar acia la roducci n del conocimiento acad mico de la i toria con min cula . No ue el conocimiento acad mico carezca de alor, aun ue en oca ione e ierde en la orma ara la obcecada recon trucci n del a ado, la b ueda acucio a del m todo, el acercamiento a la uente , el cuidado aséptico y la atención por el máximo grado del acercamiento a la verdad y no lo ero ímil, el no con iderar a lo acontecimiento u er ona e como ente i o , la ace a arecer como e arada de la realidad, como i uera otra, m en el lano de conocerla de orma ab tracta tenerla re ente in u re ecti o cue tionamiento ara la ace taci n lo rec azo . manera de e em lo in retender la uni ocidad, odemo enunciar la narrati a ue emo tenido de la i toria uni er al, con iderada durante a o una i toria

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nica, total, en donde el de arrollo de lo ueblo ueran e to euro eo o latino abía ucedido igual. No e de conoce la unci n ideol gica la i ione ue e retendían, in embargo, un de arrollo igualitario de ociedade tan di ímbola en la er ecti a culturale o en día gracia a la tendencia critica del o moderni mo, no an orillado a un pensamiento distinto, gracias a la re exión y a las criticas; en Latinoamérica i imo el e cla i mo di tinto al ocurrido en lo ueblo euro eo , roducto de la guerra oridas entre los grupos sociales originarios, un feudalismo inexistente con esos castillos y los señores con grandes extensiones de tierras, aunque si las grandes oposiciones entre los di tinto gru o ociale ue oblaban nue tro continente, m or un control dominio econ mico la de en a de la ida umana .

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n e to o moderno día , di ícilmente lo i toriadore e atre en a ablar de una i toria ue a a tenido un de arrollo nico, uni er al, como lo comenta ar in lein en la obra de a i toria o , de eit en in (2006:161) en contra te con e ue a i toria ue recibían daban nombre or u cuenta, la gran historia de la historia tiene como objetivo la extinción de los nombres (particularismo). Al nal de la gran narración habrá siempre humanidad. De ahí lo posmoderno como política: denunciar la metanarrati a a laudir la roli eraci n de narrati a locale e re i tir a la i toria uni er al totalitaria a la re re i n olítica l o moderni mo e la ía alterna ara alorar re catar el a ado cercano el re ente, como lo i encial original del de arrollo articular de lo ueblo ub umido en u dial ctica del de arrollo u eraci n de la contradiccione de de la regione lo de ider tum de la metanarrati a e con irtieron en lo grade mito uto ía inalcanzable , una de ella la i toria como nica, como total, a ue toda i toricidad tiene or u tento lo u eto , el tiem o el e acio. Sin embargo la crítica al aradigma de la i toria roblema, a e ar del alto ue e dio lo a ance ue e lograron al inicio, urgieron o teriormente la acu acione , una de ellas, el deslinde con la realidad concreta y su subsunción en las explicaciones teóricas de lo acontecimiento , acerc ndo e a la rediccione de la ocurrencia del de arrollo social; lo que nos deja claro que no puede existir una teoría que sirva para siempre y para todo, una teoría ue ir e ara iem re e t condenada al raca o como lo enuncian lo tiem o o moderni ta . Entre las críticas podemos citar al historiador de corte marxista o e ontana (1 2) uien acu aba a la e cuela rance a de nnale de reaccionaria e involucionista por no desarrollar una teoría que fuera la base para la explicación real de los cambios sociales, en sí una forma de no renunciar a la explicación de esa historia con ma cula como la di ide en in ara re erir e al de arrollo de la ociedad en i o en la ue inter ienen lo intercambio materiale e irituale de lo ombre la mu ere a í como el ale ar e de la i toria con contenido olítico, el ob e ionamiento el cuidado de la elecci n met dica de uente en la recon trucci n de lo acontecimiento el aber ido una e cuela encerrada en la rontera de rancia e ca a relaci n con intelectuale de otras latitudes, se alejó cada vez más del acontecimiento y del sujeto artí ce social.

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l adre del aradigma del i torici mo, eo oldo an e, Santana, 2005) no ubiera permitido el acercamiento de las musas Clío y Calíope, para él solo era su ciente con la mu a de la i toria como u in iradora en la roducci n de lo conocimiento i t rico , a ue el a ego a la uente e la condici n or la cual e o ible dar cuenta de lo ec o del a ado, el acercamiento a la uente u tran cri ci n tal como no la eredaron del a ado, a í deben de er narrado , en el ca o del relator- i toriador, te debe de ado tar la actitud la tica de er neutro, de no contaminar con u uicio lo acontecimiento del a ado, de no im oner u de eo a iracione de lo ue ue o lo ue udieron aber ido la accione obra de lo u eto ue e tu ieron re ente en ese tiempo. Con Ranke adquiere sentido la de nición que tenemos en los diccionarios, en donde la historia “es la narración de los hechos del pasado” y ni pensar en que la historia tambi n ueda abocar e al tiem o re ente o inmediato como ocurre con la nue a ertiente ue co uetean con la mu a Calío e, en donde la elocuencia el entido ico de acontecimiento ad uieren el brillo ara er lle ado a ede tale , en oca ione roducto m de la imaginaci n de lo de ider tum , eg n lo crítico del giro ling í tico e conoce ue e nece ario recon truir la memoria colecti a de la ocurrencia de lo e ento ociale m en la oca del urgimiento del i torici mo, en tiem o en la ue e acía im erio o la creaci n de lo e tado nacionale en donde e re uería la con ormaci n de identidade con entimiento con lo urgimiento de la nue a nacionalidade como la orma de organizacione no edo a ara la regulacione de la ida en ociedad, no e one en duda la im ortancia de un aradigma con e ta orientaci n, a n cuando e a a abocado a la obra de lo erudito , batalla , dato , ec a , er ona e a n a la a e ia del in e tigador o narrador el cue tionamiento e , ero ue ucedía cuando la uente no e taban di onible , cuando e re entaban lo acío de la in ormacione , era o ible a enturar uicio o im lemente odríamo deducir de de lo o icionamiento del o iti i mo comteano de ba e e i temol gica em iri ta, ue i no tenemo el re erente de la realidad, no e o ible conocer la ocurrencia de lo ec o ue al acerlo no tendrían valor desde las posturas cientí cas y serían solo fantasías o quimeras de pensar en lo ue ue o udo aber ido or arte de lo narrati i ta , uedaríamo en el co ueteo con Clío, or ue la i toria e ace con uente donde no a uente no uede aber i toria, un lanteamiento duro, ero a umido or e te aradigma en el ue no caben lo u ue to del imaginario de un i toria roblema, del lanzamiento de uicio em tico , el i torici mo e a la ez una cami a de uerza ara el in e tigador, la ureza la narrati a a egada a la uente e la conce ci n de e ta en o ue en u a n de con tituir una i toria cientí ca, a la usanza de cómo estaba sucediendo con el desarrollo de las disciplinas agru ada como ciencia naturale o dura como en la actualidad e iguen denominando en las recurrentes discusiones y exposiciones académicas. l acercamiento a lo acontecimiento a ado re ente re uiere ara realizar u recon trucci n, de la memoria indi idual colecti a ( icoeur, 1 ), entendida ta como la capacidad mental de recordar, con el n de reestructurar la realidad que ya e con ierte en a ado debido a u ocurrencia e di tinto cuando e ta memoria e t inculada a lo acontecimiento ilu tr mo lo con un e em lo: no e la mi ma ca acidad de la memoria de recordar acontecimiento como el olocau to ara uiene on udío

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sufrieron pérdidas de consanguíneos, no existe la misma capacidad nemotécnica ni serán las mismas interpretaciones de quien solo se acercan con nes de conocimiento histórico; pareciera lo segundo ser más desinteresado y super cial, con menor carga subjetiva, a di erencia del entido ue le otorgar la memoria ue de alguna medida orma arte del acontecimiento. l ol ido o lo ol ido e im ortante mencionarlo, e t n re ente en la di ci lina i t rica a la ora de la narrati a de la inter retacione , or lo ue no intere a de ar claro, no er n la mi ma em atía de uien guarda e trec a relaci n con lo acontecimiento . ara ra eando a icoeur, citado or artog (2011) el ol ido tiene ue er con la atología de la memoria ara recordar, ea e ta colecti a o indi idual, or otro lado los olvidos necesarios que conscientemente se realizan con el n de ocultar lo que no e con eniente, lo ue cau a erg enza, lo ol ido ue e uiere de a arezcan or lo tanto, u e la i toria como e narra en el rra o anterior, areciera ue e ta di ci lina está plagada de inconsistencias, de veracidades, de cciones, a lo que podemos aportar ue no encontramo con una di ci lina ue de ende eminentemente de ub eti idade , o tulado ue no tienen cabida en un aradigma an eno, en donde la recon trucci n de los hechos debe de ser dedigna para no cambiar el rumbo de la historia, la objetividad ante todo como criterio de erdad. nte la retendida ob eti idad ara la recon trucci n de lo acontecimiento a ado , e o ible lle arla a ultranza No er ue e tamo de conociendo ue la recu eraci n de lo ec o lo acen er ona de carne ue o, er ona ue ienten ien an act an y que son parte de un contexto y determinados por él, personas que se acercan a los acontecimiento de endiendo de u inter , de u de eo or a ignarle entido, mi mo ue de ende del grado de com enetraci n entre el u eto el ob eto en e te ca o ocial, c mo de entender e de la idea accione de lo ombre mu ere , e o ible no er em tico, no e loable u re cate ara ue no ueden en el ol ido, ara ol er a i irlo tratar de entender acia donde e encaminaban no im orta la o ici n de uiene no acen la i toria ( S nc ez e z uierdo, 200 ) u o icionamiento de cla e u artici aci n ocial, u erencia culturale articulare . l giro o turno ling í tico del o moderni mo como lo i toriadore lo an enido ace tando otro rec azando, im lica retomar la con ideracione inter retada como equivocadas en los tiempos del so smo (escepticismo, reativismo y subjetivismo) debido a la tradici n cultural occidental ue ace t la tendencia del orden l gico de la naturaleza, del cosmos uni cado siguiendo la tradición de la cultura griega y negando siempre las dem cultura , mi ma ue o en día reclaman u lugar en la ociedad ue e an i to u artici acione a tra de accione directa de lo aí e mu ulmane o ma ometano . Los postulados so stas vienen a ser de gran ayuda para la deconstrucción de los conocimiento i t rico ue o en día tenemo la o ortunidad ara la con trucci n de nue o , a egado a la di tinta realidade , no a una nica realidad en relaci n al e ce tici mo ante la nece idad o en día de dudar de la erdade ab oluta uní oca en e te cam o de lo ocial entendemo ue el mundo e ca tico e el ombre uien le da orma a medida ue a anza en u inter retacione de la m lti le realidade , contin a abonando a la roducci n del conocimiento de la ocial.

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Donde Calíope gana terreno es con las críticas que se le realizan a las metanarrativas a artir de lo en o ue o moderni ta como lo menciona otard en u obra i i e on uni er al i tor , donde re uta la idea de organizar el mundo en torno a una idea de historia universal y para ello cuestiona a la vez las ideas de la razón de Descartes y de Kant al a umir ue la idea de la emanci aci n eg n en in (2006:140) e enmarcan de di erente manera , de endiendo de lo ue llamamo la losofías de la historia, las grandes narrativas que intentan organizar esa masa de acontecimiento : la narrati a cri tiana de la redenci n del ecado original or medio del amor la narrati a u larer de la emanci aci n de la ignorancia la er idumbre or el conocimiento el igualitari mo la narrati a e eculati a de la realizaci n de la idea universal por la dialéctica de los concreto; la narrativa marxista de la emancipación de la explotación y la alienación por la socialización del trabajo; la narrativa capitalista de la emanci aci n de la obreza or el de arrollo tecnoindu trial. ntre e a narrati a a ba e ara el litigio e inclu o ara el di rend. ero en toda ella , lo dato urgido de lo acontecimientos son situados en el curso de la historia cuyo n, aún cuando quede fuera del alcance, e llamado la libertad uni er al, la realizaci n de toda la umanidad. a idea de una i toria uni er al en e to o moderno tiem o no e t acorde al grado de de arrollo te rico crítico de la ociedade actuale , e cue tiona la i toria como i uera nica oder nombrarla uni er al, de ando de lado lo de arrollo de cultura no igualitaria um ndola a la egem nica , la metanarrati a u cue tionamiento an enido a dar la uelta a lo ue e creía ocurriría, ero no ue a í, al arecer lo te rico del enacimiento o teriormente el em u e en el iglo V , con lo lu trado , e uedaron con i ione corta del de arrollo de la umanidad o en día en el rimer cuarto de e te iglo lo e tamo adeciendo. l umani mo ideado como orma cultural umana ocializadora a ni el uni er al e erdi al grado de ue o do cultura di iden el mundo occidental el oriental, un nue o umani mo e el ue e re uiere, el renacenti ta e a agotado como modelo ocio-cultural. a narrati a del cri tiani mo su afán de constituirse en la a religión universal, con el n de la salvación de las almas, el u ue to de otra ida no mundana el alcance del araí o or uiene realicen lo acto bueno ue e dictan en lo mandamiento de la le de dio , no odemo negarlo an ido uertemente criticado lo ue en rinci io con titu una igle ia egem nica, o en cri i , debido a u de mane or cl rigo ue no an e ca ado a lo lacere mundano , como los acontecimientos de abusos sexuales, las acumulaciones e inversiones de capital en rea mu oco umana la luc a ue e o tiene a ni el ideol gico entre la religione cri tiana no cri tiana . a al aci n de la alma , re uiere cada ez m de di tinto lanteamiento ara u ace taci n entre la oblacione a n m ara u de oci n. l rogre o de la ociedade gracia a la utilizaci n de la t cnica moderna la puesta del sujeto en el centro del ecosistema ha derivado en la explotación extrema de los recur o naturale , recur o nece ario ara la ida el rogre o, no a ido el ideado ara la ociedad. o im erati o racionale Carte iano antiano tienden a er re en ado , el sujeto solo lo será en relación a los demás y el imperativo losó co del tú debes, sólo es

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o ible de lo ue e debe acer con iderando a lo dem . a metanarrati a de una ociedad m igualitaria, tambi n e ued en el camino al t rmino del iglo , areciera ue lo regímene ue tu ieron u u tento en la idea ocializante de la roducci n, di tribuci n con umo de orma ocial llegar a la ociedad igualitaria no ocurri e to lo com rendemo or la caída de lo aí e ociali ta del e te en el a o de 1 , agru ado en la ni n de e blica Sociali ta So i tica ( SS) lo ue oca ion la di cu i n uerte de ranci c u u ama ( rez, 2013) al plantear el n de la historia y con ello el surgimiento de nuevas interpretaciones, como el de lizamiento de lo aí e ociali ta acia la economía de mercado, de ando entrever que sólo existe después de ese año una sola vía, la del capitalismo como sistema aglutinador, ero, la di cu i n iniciaba a ido muc o m le o con la globalizaci n ante la cual an de rendir e todo lo aí e de la economía d bile , economía emergente la a uleada economía de corte ociali ta, rendir e ante lo aí e de la economía egem nica , lo ue a n no ocurre ante la dignidad de lo ueblo de u cultura. Si e el n de la historia es seguro que entonces será el n de los historiadores. Cerramo lo comentario con la cita iguiente de er in lein, en en in (2006: 141) ...lo o moderno como olítica: denunciar la metanarrati a a laudir la roli eraci n de narrativas locales es resistir a la historia universal totalitaria y a la represión política” o ideale de libertad ara lo indi iduo como la no edade im ul ada de de el renacimiento en el iglo V en uro a, al rom er el ai lacioni mo or el em u e del comercio ante la nece idad de ati acer la nece idade de nue o roducto ara u comercializaci n, dieron con el de cubrimiento de un nue o mundo, lo ue oca ion el c o ue entre la cultura del nue o ie o mundo or u ue to el dominio de una sobre la otra. Posteriormente los ideólogos del siglo XVIII, los ilustrados, que con el n de er eccionar lo lazo de la libertad ro ugnaron or un i tema de a ociaci n de lo indi iduo ue no e tu iera u eto a la deci ione de lo cambio de umor de lo gobernante , acían alta lo in trumento o marco legale ara regir la ida indi idual ocial, lo adelanto ueron en relaci n a la idealizaci n de lo tado arlamentario Republicanos que re ejaran la división de poderes y abonaron por la fórmula trinitaria de del e ecuti o, legi lati o udicial de lo cuale ninguno aglutinara u etara al otro lo re ultado , tener e tado m democr tico en o o ici n a lo autocr tico , mon r uico de tico ue abían ub i tido como entidad del oder, en bien de la libertad o en día aun con e a rmula democr tica de oder de con i encia ociale , la au encia de libertade e t re ente, el ecue tro de libertade or arte de la agru acione conocida a ni el mundial como artido olítico on acontecimiento re ente en la ociedade o moderna . una di tancia tem oral de manera ucinta odemo mencionar de la dos con agraciones bélicas, que rompieron con las ideas racionalistas del bien social y el re eto entre lo ueblo la az er etua ro ue ta or ant, no obtu o lo re ultado e erado entonce , e cuando ale la ena cue tionarno , cu l er el a el de lo i toriadore en el iglo , en e ta oca o moderni ta, debemo continuar con escarbar y revivir el pasado o como lo a rma Certeau, (Dosse, 2009) in itaba a no con ormar e con re tituir el

a ado tal como ue, ino a

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reconstruirlo, a recon gurarlo a su manera en una dialógica articulada a partir de lo irremediable e araci n entre el re ente el a ado. No e trataba de ue e e mundo antiguo a ado e mo iera. e mundo a no e mo ía lo removíamos” ( p. 25) Con e ta cita, no ueda claro ue la tran cri ci n de lo ec o a no e lo m im ortante ino ue e a a a una iguiente a e a la de la recon trucci n, el armar un rompecabezas del pasado, el cual nunca lo es, en el sentido de que éste se recon gura con la categoría del re ente, e un di logo ue e e tablece del re ente con el a ado, con las nalidades de revivirlo, porque el pasado es algo muerto, un cadáver el cual se remue e mediante la inter retacione de lo in e tigadore , ero e ta inter retacione ue e acen de de el re ente, tienen obligadamente ue lantear e en el terreno actual, el cual or un lado no debe de ar de abocar e a lo ucedido como una orma de recu erar la memoria i t rica la a iracione de lo indi iduo or el otro no de ar a ar la o ibilidad de incidir en el re ente no re erimo al re ente m actual, no uedarno en un a ado tan le ano, al grado de arecer ante nue tro educando , en el ca o de lo acad mico ue laboran en el rea de la i toriogra ía, como in e tigadore o docente de e ta di ci lina, ea cual uier ni el educati o, como recolectore de co ita antigua , curio idade a la manera de lo anticuario . emo er el a ado im lica, re i ir lo acontecimiento ante la im o ibilidad de llegar a conocer la ocurrencia tal como ucedi , reci amente or ue el grado de ob er aci n de la ue e arte, i e ue te tigo del acontecimiento tenemo ue er con ciente de la di cultad de acercarnos a ellos a través de las huellas o de las interpretaciones de otros investigadores, es necesario re exionar que ya se tiene entonces un sentido un por qué el ara u , entido ue a orta la i ione entir de lo i toriadore , eg n en in (2006) el en amiento o moderno a ro i to todo lo recur o intelectuale ue nece itamo a ora ara en ar en orma orientada acia el uturo, emanci atoria democratizantes” (p. 14); es aquí en donde el terreno le corresponde a la diosa Calíope, ara el ca o de la analogía re erida al inicio del e crito, in embargo, cu le on e o camino ue no conducen acia la emanci aci n ante la categoría , con iderada a arbitraria de lo tiem o renacenti ta o moderni ta , no a m ía ue, el en ar históricamente, utilizar la re exión para llegar a los escepticismos, los relativismos de la erdade i t rica el ub eti i mo de la inter retacione re erida a la i toria acad mica ( i toria con min cula ) o a la i toria en u de arrollo ocial en i o (€i toria con ma cula ) en el en o ue inter retati o de la i toria del tiem o a ado nue tro ob eto de e tudio ( ombre , mu ere medio natural umanizado) e t e identemente en el a ado, ero no otro e tamo en el re ente, e to re ente e t n re ado de uturo . l i toriador no uede e cribir con rigor la i toria al margen del tiempo vivido y de su uir permanente (Historia a Debate, 2011) ignamo categoría del re ente organizamo con ella el a ado en oca ione , e conoce m de l en e te re ente ue en el ro io momento i ido or lo ombre de carne ue o tam oco e deben de ar al e ca e, el dilucidar e cenario uturo de

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com romi o ocial con lo gru o marginado del o traci mo econ mico, olítico, ocial cultural la i toria debe er ir a la con trucci n de una me or ociedad.

A

a era e o c

sio es

Clío Calío e iem re e tar n en con tante interacci n, en donde la rimera dio a representa a la historia narrativa, a los historiadores que siguen con delidad las fuentes, lo ob eti o, ara la recon trucci n de lo acontecimiento Calío e m ligada a la i toria roblema ante la au encia de ella ali ndo e de la inter retacione la ub eti idade de lo i toriadore de la i toria ue no acen lo i toriadore . l o moderni mo en el cam o de la i toria, a enido a dar un im ul o a una di ci lina ue enca illada en lo acad mico a de cuidado lo acontecimiento en i o de la ociedad en u de arrollo dial ctico . bligadamente la i toria en el iglo , a no uede er la di ci lina acad mica, encargada de las narrativas del pasado en exclusiva, sino que tiene que considerar nuevos aradigma o moderni ta ue e abo uen tambi n a la i toria del tiem o re ente. o i toriadore deben de alir a la de en a de e ta di ci lina in meno cabo de mencionar ue u alor radica reci amente en ue e una ciencia ub eti a lagada de inter retacione , lo ue re italiza la accione a ada re ente . Con iderar la nterdi ci linariedad, de la ue muc o e e cribe e cuc a en lo e acio acad mico , como la orma id nea de llegar a ro undidad en el e tudio de lo ob eto ocio- i t rico a in e tigar. n e te iglo , e re uieren nue a metanarrati a en un a n de encontrar el entido a la ociedad, mi ma ue no deben de de egar e del biene tar ocial ara uiene abitamo en e te mundo terrenal. nte de ue lo aticinio del in de la i toria de ranci u u ama uedan alcanzarnos, debemos re exionar también, que si esto ocurre vendrá el Fin de los i toriadore , i no no reocu amo or ue e ta di ci lina roduzca conocimiento tile roblematice lo acontecimiento a ado del re ente de la ociedade en con tante mo imiento de lo educati o, al acercarno al en e ar a render a en ar i t ricamente en el iglo .

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