PALABRAS QUE IMPACTAN

Por Dr. Abel Morales Profesor de Misiones del Seminario Teológico Centroamericano y Presidente de FAM Internacional “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” (Hechos 1:8). Todos conocemos gente o tenemos amigos que ocasionalmente dicen: “como mi padre o mi madre me decía”, y entonces repiten pensamientos o frases que sus parientes dijeron muchos años antes. Los pensamientos de sus padres les impactaron por siempre. Todos nosotros tenemos en nuestra memoria pensamientos o palabras que nos han impactado durante nuestra vida, y que a su vez hemos pasado a otros. El conocido versículo de Hechos 1:8 es un ejemplo de palabras que han tenido impacto. Sobre esas palabras ha descansado en gran parte la empresa misionera de la iglesia cristiana por veinte siglos. ¿Por qué esas palabras han impactado y motivado tanto? 1. Esas palabras fueron pronunciadas con autoridad divina. Fueron pronunciadas por Jesús. El Dios hecho hombre había resucitado y en el momento de la ascensión para estar con el Padre, después de la misión cumplida, ordenaba y estimulaba a los discípulos a que continuaran el trabajo que él había iniciado. 2. Esas palabras anunciaban un principio efectivo y práctico. El básico principio de ser testigos de una verdad y de un hecho; el ser testigos implicaría cruzar barreras geográficas, lingüísticas y religiosas. 3. Esas palabras tenían un alcance universal. El alcance universal del Evangelio tiene su base en la descripción del mandato pluri-étnico. El alcance debía ser a todos los pueblos de la tierra. 4. El mandato de Jesús llamaba para una devoción personal y una obediencia a mostrar activamente. Jesús hablaba directamente a sus discípulos para cumplir el mandato y por extensión a todos los que iban a ser miembros de la iglesia cuya cabeza es Él. Es un llamado personal a obedecer y cumplir. 5. Las palabras de Cristo son el centro mismo de la misión de la iglesia. Llevar el Evangelio a donde no lo conozcan no ha dejado de tener relevancia desde aquellos que lo oyeron en el momento de la ascensión hasta este momento que lo leemos. 6. Esas palabras establecen las metas del trabajo de los cristianos. Motivación, devoción personal y obediencia al mandato. 7. Esas palabras hicieron y están haciendo que la historia cristiana se esté escribiendo continuamente. La mirada de los cristianos siempre se enfoca hacia nuevos horizontes en donde el Evangelio no es predicado ni conocido. Hacia horizontes más allá de lo presente. Para hacer los horizontes cercanos y alcanzables es necesario tener el Espíritu que movió a aquellos misioneros. El Santo Espíritu que

sigue siendo el motivador y promotor de la misión que cada cristiano debe tener claro: ser o ayudar a ser testigos en donde el Evangelio no ha sido predicado. Para encontrar más artículos escritos para FAM, busque en la página web www.famiter.org Usado con permiso. ObreroFiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.