INFORMACION GENERAL
Miércoles 10 de diciembre de 2008
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LA INSEGURIDAD Y NUEVA JORNADA VIOLENTA
Otros tres homicidios en el conurbano Un joven fue apuñalado delante de su novia y dos de sus hijos; también mataron por la espalda a un policía en Loma Hermosa Una vez más la inseguridad y la muerte enlutaron al conurbano bonaerense. Ayer se conocieron tres homicidios: dos ocurrieron en Lomas de Zamora, con una diferencia de 15 cuadras; el tercer asesinato sucedió en Loma Hermosa, en el partido de Tres de Febrero. Ayer, en declaraciones a distintos medios de comunicación, el ministro de Seguridad bonaerense sostuvo: “Fue un fin de semana bastante trágico; hubo varios hechos desgraciados de violencia, algunos sin ninguna lógica, donde solamente el deseo de matar estaba presente”. Durante el fin de semana, en distintos puntos del conurbano hubo cinco homicidios. Una de las víctimas de la delincuencia fue Carlos Monzón, de 29 años. El joven fue asesinado a puñaladas anteayer a la 1.30, en el barrio Independencia, en Lomas de Zamora, delante de su novia y de sus dos hijos por delincuentes que lo asaltaron cuando caminaba desde su trabajo hacia su casa. Antes de apuñalarlo, uno de los delincuentes le dijo a Monzón que lo tenía que “respetar”, ya que se enfureció cuando éste le arrojó al suelo la mochila que llevaba, en vez de dársela en la mano, explicaron fuentes policiales. La policía detuvo a dos sospechosos de 20 años que, según testigos, tienen antecedentes por robos y viven en un asentamiento de ese partido bonaerense conocido como Chaco Chico, dijeron fuentes de la investigación citadas por la agencia de noticias Télam. Monzón fue enterrado ayer en el cementerio local, ante el desconsuelo de sus dos hijos, de diez y seis años, quienes estuvieron presentes en el momento del asesinato.
“Pido por favor que se haga justicia por la muerte de mi hijo”, sostuvo a LA NACION Filomena Ojeda, mientras abrazaba fuerte a su nieto Kevin, de diez años, en la entrada de la casa fúnebre. Monzón había salido de un hipermercado de Temperley, donde se desempeñaba como jefe del sector de ventas de electrodomésticos. Antes de ir a su casa, fue a cenar con su novia, Nadia Cádiz, de 26 años, y dos de sus tres hijos, de 6 y 10. Cuando terminó la cena, en Laprida y Massenet, la familia fue interceptada por dos delincuentes armados que le exigieron las pertenencias. Según relató luego el hijo mayor de la víctima a la policía, los ladrones le pidieron a su padre la mochila negra que llevaba colgada, por lo que éste se la quitó y la arrojó al suelo.
“Vos me tenés que respetar” A uno de los asaltantes le molestó esa actitud y le dijo a Monzón que la levantara y se la entregara en la mano. Cuando el joven obedeció, el delincuente le dijo: “Muy bien, vos me tenés que respetar”, tras lo cual lo atacó de tres puñaladas y huyó con su cómplice. La víctima murió cinco horas después en un hospital. La policía apresó a dos sospechosos, identificados como Federico Giménez y Germán Ameijeiras, ambos de 20 años, el primero sindicado como autor material del homicidio, según informó Télam. En poder de los detenidos se secuestraron un cuchillo y una mochila negra que la novia de Monzón reconoció como la robada a su pareja. “En ningún momento mi amigo se resistió. Por el robo de una mochila, una cartera y un celular le sacaron la vida”, dijo Luca, el mejor amigo de la víctima.
Se llevan de una empresa un cajero con $ 300.000
Ambos acusados quedaron a disposición de la Fiscalía N° 9 de Lomas de Zamora y serán sometidos a ruedas de reconocimiento. A sólo 15 cuadras de donde mataron a Monzón, ocurrió otro homicidio. La víctima fue Roberto Campos, de 32 años, que fue asesinado en la puerta de una casa situada en Olmos e Iparaguirre, también del barrio Independencia. Según las fuentes policiales consultadas por Télam, el hombre fue atacado a puñaladas cuando compartía un asado con amigos y con su hijo de 6 años, en lo que los pesquisas creen que fue un ajuste de cuentas por drogas. Por el crimen, fueron identificados dos hermanos como los autores del hecho, uno de ellos un muchacho de 18 años que estuvo preso hasta el 18 de noviembre pasado por un robo calificado. La sangrienta jornada concluyó con el homicidio de un policía retirado, hecho ocurrido en Loma Hermosa. La víctima, cobrador de un frigorífico que custodiaba, se enfrentó a tiros con un grupo integrado por cuatro delincuentes que le robaron $ 30.000. El policía asesinado fue identificado como Dolores Lagraña, de 60 años. Fuentes policiales agregaron que a la víctima le dispararon por la espalda varias veces.
Los delincuentes lo cargaron en un camión
Con la colaboración de Julieta Bravo
Convocatoria. Víctimas de la inseguridad: haga su denuncia en el 4317-3033 www.lanacion.com.ar Audio. “Esto es para que aprendas a respetarnos, le dijeron y lo mataron” www.lanacion.com.ar/1078854
MIGUEL ACEVEDO RIU
Dolor de los pequeños hijos de Carlos Monzón durante la inhumación
Fayt reclamó respeto para los jueces El ministro de la Corte Suprema de Justicia Carlos Fayt pidió ayer que se dejara a los jueces tranquilos en la polémica por la reducción de la edad de imputabilidad de los menores; exigió que, antes que hablar de ello, se bajen “el desamparo, la exclusión social, el hambre, el desempleo y la miseria”, y pidió al Congreso una política sobre minoridad. “Es necesario que el Congreso se ocupe profundamente de la situación de los menores como una política de Estado. Visiten ustedes los medios, los establecimientos de detención de menores. Tendrán vergüenza, pero háganlo. Dejen a los jueces tranquilos”, dijo Fayt en una entrevista con el canal C5N. El magistrado evitó, por “prudencia y decoro”, dijo, polemizar con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien había criticado a los magistrados que liberan delincuentes. También pidió respeto para su colega Carmen Argibay, que la semana pasada había dicho que los menores son blancos a merced del “gatillo fácil” de la policía. “Se trata de una magnífica jueza. Respeten las opiniones de ella porque lo merece, tiene sensatez, tiene inteligencia y ha sido jueza en la Corte Internacional”, dijo Fayt.
Un grupo de delincuentes robó un cajero automático cargado con casi 300.000 pesos de una planta siderúrgica de la ciudad bonaerense de Villa Ramallo y se escapó en un camión de la empresa por una de las puertas del predio. Según fuentes policiales, los ladrones, que conocían con precisión los movimientos de la planta y de su personal de custodia, utilizaron un autoelevador para arrancar el cajero de la pared y luego cargarlo en el vehículo. El robo ocurrió entre las 4.30 y las 5, dentro del predio de varias hectáreas de la firma Siderar de Villa Ramallo, en el norte de la provincia de Buenos Aires. Fuentes policiales indicaron que el robo fue denunciado por un grupo de empleados de la empresa, que entró en un taller y advirtió que había sido arrancado el cajero automático. Se trata de uno de los 18 expendedores de billetes instalados en distintos sectores de fábrica para el pago de sueldos. Los ladrones cargaron el cajero en una camión de la empresa y salieron del predio ante la pasividad de los custodios.
Cuatro perpetuas por el asesinato de Miralles
RODRIGO NESPOLO
Protesta en Barrio Norte por los ataques sexuales Cansadas y atemorizadas por una serie de ataques sexuales que se repitieron en la zona, vecinas de Barrio Norte se manifestaron ayer en la esquina de Anchorena y Charcas. Al grito de “¡Seguridad!”, el
grupo se dirigió hasta la puerta de la comisaría 19a. El jefe de esa seccional policial, comisario Jorge Toma, sostuvo: “Estamos trabajando de forma infatigable desde que ocurrió la primera violación”.
LA PLATA. Los cuatro acusados por el crimen de Santiago Miralles, el niño de seis años secuestrado en julio de 2005 en la localidad bonaerense de Canning y hallado muerto días después, fueron ayer condenados a prisión perpetua como responsables del crimen, tras un juicio que se sustanció en esta ciudad. El fallo fue emitido por el Tribunal Oral Federal N° 1 de esta ciudad, tras una larga jornada que incluyó los alegatos de la acusación y la defensa y las últimas alocuciones de los imputados. Se trata de Enrique Coito; de su esposa, Ana Machado; de Henry Coito (hijo de ambos), y Abel Domínguez Farías, padrino de este último. Los cuatro eran vecinos de la familia Miralles y el cuerpo del niño apareció en la casa de la familia Coito. Durante el proceso, los integrantes de esa familia fueron defendidos
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