Otra mirada al mural de Siqueiros

4 feb. 2011 - diario Crítica alumbró esta obra monumental, “una rareza del muralismo” que ... el tema de la frontera. El cubano Carlos. Garaicoa reflexiona a ...
663KB Größe 18 Downloads 80 vistas
Formato libro

Aria italiana, video de Huang Xiaopeng, en Art in the Auditorium

Ejercicio plástico, recuperado para su restauración

Otra mirada al mural de Siqueiros

Reacción, valla de vidrio realizada por Jorge Macchi FOTOS GENTILEZA FUNDACIÓN PROA

animó a intervenir incluso las sacrosantas salas de exhibición de artistas extranjeros), y Ariel Mora transformó el espejo y las puertas de los baños del segundo piso con tiras de colores brillantes. Todas estas intervenciones son señalizaciones. Marcan claramente cuál es la zona del edificio que se dedica a los artistas argentinos: el espacio de circulación. La muestra Of Bridges & Borders es la puesta en exhibición de un proyecto que nació en forma de libro en 2009. Fue ideado por el curador Sigismond De Vajay y reunió a 40 personas, desde artistas visuales hasta escritores y músicos. En Proa se exhiben trabajos de ocho de esos artistas, varios de ellos realizados especialmente para esta muestra. En la sala del primer piso se encuentran las obras que más explícitamente trabajan el tema de la frontera. El cubano Carlos Garaicoa reflexiona a partir de las trabas que la burocracia impone a las migraciones: la tentación de irse de un lugar y la imposibilidad de hacerlo en una misma zona enmarcada. La obra de Josep-Maria Martín presenta de distintas maneras y con distintos soportes el drama de los inmigrantes africanos que ingresan ilegalmente a Espa-

ña. En esta misma sala se encuentra la videoinstalación del alemán John Bock, que apuesta por el humor y el desconcierto. El artista es director, guionista, actor, creador de los sets y de las obras en su video. En un entorno ficticio, se lo ve construyendo una obra imposible a través de muchas pequeñas escenas que se suceden en un círculo que no deja de girar a lo largo de 50 minutos. Su propuesta apunta a una producción global de sentido, que juega con el sinsentido. En el segundo piso se exhibía la obra Reacción de Jorge Macchi. Era una valla de vidrio soplado. La valla invisible. La obra predijo su destrucción y la realidad la hizo estallar: el día de la inauguración de la muestra alguien del público se la llevó por delante. En esta sala se encuentra la obra O_O de Fabrice Gygi. Es una escultura de cuero, hierro y sogas, de forma fálica y con claras connotaciones sadomasoquistas. Alude al poder, al dolor, al placer, a la impotencia, al castigo y al placer impotente de causar dolor cuando el castigo es fálico. Dos paredes de esta sala albergan más de 100 obras de Thomas Hirschhorn. Se trata de la mayor colección de sus Ur-Collages exhibida hasta ahora. Estos

trabajos ponen en relación imágenes provenientes de mundos distintos, tanto en lo formal como en lo temático. Una de las imágenes es una foto de revista de moda. La otra, una impresión de una imagen tomada de Internet. Colores, texturas y formas dialogan con los sentidos: la belleza y el horror conviviendo. Cada collage nos interroga sobre la manera en que vemos lo que vemos. Lang y Baumann presentan en Proa una nueva pieza de la serie Pasos hermosos. Son escaleras blancas que vienen de ninguna parte y llevan a ninguna parte. Reducidas a símbolos de lo que podrían ser si cumplieran su finalidad, estas escaleras muestran la frontera de lo imposible. En las próximas semanas, estos arquitectos suizos intervendrán el puente de Figueroa Alcorta y Pueyrredón. En la tercera versión de Art in the Auditorium se presentan diez videos seleccionados por las instituciones participantes. Proa eligió la serie Lucía, Luis y el lobo, realizada por los chilenos Niles Atallah, Joaquín Cociña y Cristóbal León. Es uno de lo más bellos videos del conjunto. El terror infantil en estado de pura poesía.

pág.

23 Viernes 4 de febrero de 2011

Pasos hermosos #6, instalación de Lang/Baumann, en la biblioteca de Proa

“Desde aquella tarde en que buscando a Berni apareció Siqueiros, mi vida giró alrededor de su Ejercicio plástico.” De entrada, la confesión de Ana Martínez Quijano pone en blanco sobre negro la razón de ser de Siqueiros: muralismo, cine y revolución (Ediciones Larivière, 383 páginas), relato apasionado sobre las peripecias del mural que el mexicano pintó para la quinta de Botana en Don Torcuato, cuyo rastro Quijano ha seguido desde que el azar puso las fotos en su mano. Sin embargo, en las páginas de este libro, un buen pocket size de Ediciones Larivière, la periodista da paso a la crítica al internarse en aguas más profundas que las del exasperado melodrama, para bucear en los valores estéticos de la obra y en su aporte a la historia del arte. El encuentro impensado entre el pintor comunista y el dueño del diario Crítica alumbró esta obra monumental, “una rareza del muralismo” que le permitió fabricar “una máquina de la percepción”. La mirada de Martínez Quijano sobre el mural de la discordia descubre los lazos con el cine, el encuentro con Eisenstein y la relación con sus colaboradores Berni, Castagnino, Spilimbergo y el oriental Lázaro. Alicia de Arteaga