“Nos reímos de nuestras desventuras”

19 oct. 2009 - Argentina, con más de 35 años de trayectoria, y María Eugenia Lozano ... Está armada con guiños muy pequeños, con cosas que, a veces, tie-.
1MB Größe 7 Downloads 121 vistas
Espectáculos

Página 4/LA NACION

2

3

Lunes 19 de octubre de 2009

RADIO (Protagonistas)

Por Alicia Petti

“Nos reímos de nuestras desventuras” Lalo Mir y Maju Lozano conducen Lalo por hecho, de lunes a viernes, de 9 a 13, por FM 100 (99.9 MHz) Eduardo Enrique Mir (“Lalo”), singular referente de la radio en la Argentina, con más de 35 años de trayectoria, y María Eugenia Lozano (“Maju”), más conocida por su labor en la TV, animan de lunes a viernes por La 100 Lalo por hecho, un espacio que permite comprobar cuán natural es esa química que se establece entre ambos, la fortaleza del feedback con la audiencia y cómo el humor les permite abordar todos los temas de la actualidad. –¿Cómo se vive el tercer año de un ciclo tan popular? Lalo: –Es una cosa que se va armando con la relación diaria. El primer año fue el que trabajamos juntos y nos conocimos en la radio: un año de pruebas y de empezar a conocernos. En el segundo año, metimos un cambio y encontramos las calles por las que queríamos correr. En el tercero, finalmente, notamos que la cosa ma-

duró. La radio es así: es el día tras día, el ir construyendo la relación con el oyente. Está armada con guiños muy pequeños, con cosas que, a veces, tienen que ver con la personalidad de cada uno, con el muñeco que uno se crea. Ahora, nos sentimos libres, nos divertimos en este magazine polirrubro cuya fórmula es sencilla: fluir con pequeños módulos, con las artísticas de la radio. Jugamos a la radionovela, a las noticias; jugamos con el oyente, estamos tratando de descubrir cómo somos los argentinos. Armamos encuestas y plebiscitos que se convierten en estadísticas en tiempo real, porque la gente llama y vota, siempre queriendo saber cómo es el ser nacional. Y ahora, en el tercer año, estamos chiche bombón. –Trabajaste con columnistas, pero acá compartís el micrófono... Lalo: –Ella se ha ganado con creces este espacio. Yo estuve sin venir este

año unos días y me sorprendí cuando escuché el programa solo. La verdad que fue una sorpresa. Estoy parando con este vicio profesional y de oficio que es el de la omnipotencia de estar siempre conduciendo. Ahora puedo descansar con total libertad, porque ella lo hace muy bien. –¿Cómo vivís este reconocimiento? Maju: –Es increíble. Yo había tenido experiencia radial, pero nunca tan grossa. Trabajé varios años en Supernova, tanto en la producción como en el micrófono, con Mex Urtizberea, Mariana Fabbiani. De ahí pasé a La bestia pop, era productora artística de Gonzalo Bonadeo, e hice micrófono con «Casquito», un personaje muy lanzado. Luego fui productora de Fernando Peña y ahí también hice aire. De ahí me fui con Elizabeth Vernaci. Y ahora con Lalo. Tuve mucha suerte, en la tele y en la radio. Pero, en radio, mi labor

no fue diaria, ni de tantas horas. Es muy fácil trabajar con Lalo. Es como un maestro silencioso, porque te va guiando sin que te des cuenta. Es muy generoso, y el día que no está, te sentás delante del micrófono y te das cuenta de que aprendiste todo. Nosotros nos elegimos. La química que hay es alucinante. Lalo me enseñó hasta a estar de buen humor. Yo venía media loca, contrariada. Lalo por hecho fue un lugar donde uno cambia el humor por el placer. No es que soy malhumorada, soy más cabrona. –Lalo, ¿qué significa este programa, a estas alturas de tu carrera? –Cuando empezamos a hablar este programa con Diego Pozo, director artístico de la FM, yo tenía la idea de que el título del programa fuera algo así como El optimista. Había que ser eso, pero no había que de-

Maju Lozano y Lalo Mir, a las risas y en plena labor MIGUEL ACEVEDO RIU

clararlo. El programa arrancó sin nombre. Después apareció Lalo por hecho, que era uno de los eslóganes que teníamos. Este ciclo está hecho sobre la camaradería. Tal vez, el objetivo es reírse un poco de nuestras desventuras y falencias. A través de la ironía, si bien no es un programa que hila profundo, encontramos có-

mo cubrir prácticamente toda la actualidad. Contamos con el respaldo de Bebe Contepomi y Sergio Gendler, como columnistas; Adriana Verón, en la locución; la producción es de Mariana Carpovich (eficaz profesional que está con Lalo hace varios años) y Laura Villa, y en la operación técnica, está Alejandro Chule.

MUSICA Depeche Mode

El regreso de un clásico para las masas Continuación de la Pág. 1, Col. 2 última década, y un tanto sombría para aquellos fans de la primera hora tecno que llegaron hasta el Club Ciudad con espíritu de baile y de nostalgia ochentosa (aunque a lo largo de las dos horas de show tendrían sus momentos de gloria). Cada día (y cada disco) más clásicos, Depeche Mode ofreció anteanoche, en la segunda fecha del Personal Fest, un abanico finamente desplegado de sus posibilidades sonoras, que puede ir desde cierta impronta Joy Division, como en “Question of Time” (de lo más intenso de la noche), hasta el baile desprejuiciado con los brazos en alto y las palmas, en “Enjoy The Silence”. Bases machacantes, colchones tecno disparados con astucia (el aporte de Fletcher es tan preciso y suma tanto como el histrionismo de Gahan o los riffs implacables de Gore), una voz que sobresale con personalidad en cada verso y que mantiene su vitalidad a pesar del paso del tiempo, impacto rockero, delicadeza pop, psicodelia electrónica, potencia de corte industrial y baladas que llevaron hasta las lágrimas a los más fieles seguidores.

MAXIE AMENA

Martin Gore comandó la nave

Con Gore como hábil titiritero del ritmo y Gahan en oscura sintonía con su leyenda, pasaron “Walking in my Shoes”, “It’s No Good”, “Fly On The Windscreen”, “Jezebel” y “Policy Of Truth”, entre otras, con la firme intención de marcar el paso y los distintos ánimos por los que el grupo pasea a su público (en esta ocasión, cerca de 30.000 personas): de la histeria a la introspección sonora, del brillo glamoroso a las sombras más profundas. Así, la primera hora y media del show cerró con la imbatible seguidilla “I Feel You”, “Enjoy The Silence” y el himno de la década del 80 más aplaudido de la jornada: “Never Let Me Down Again”. Poco después, cerca de la medianoche, los bises dejarían finalmente satisfechas a las masas: “Somebody”, “Stripped”, “Behind The Wheel”. Y para atender a las plegarias y cumplir con el rol de dios personal de sus fans, Depeche Mode se despidió con una interpretación de “Personal Jesus”, que fusionó con elegancia sus múltiples intenciones musicales, con fe y total devoción.