Madre e hija, por primera vez a escena

sueño de trabajar juntas en teatro. “La oportunidad ... en el teatro Corrientes, Papaleo interpreta a una joven .... al teatro Metropolitan, acompa- ñada por Diego ...
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Espectáculos

Sábado 8 de diciembre de 2007

LA NACION/Sección 4/Página 5

Irma Roy y Carolina Papaleo

Madre e hija, por primera vez a escena

Premios 2007

Flores de acero, que se estrenó ayer, pudo concretar la ilusión de trabajar juntas en un teatro

del interior del país. Dice que se conmueve porque, aun siendo una actriz dramática, la gente se ríe con su personaje, al que describe como “cómico por contragolpe”, y porque en cada escala de la gira la obra fue aplaudida por los espectadores de pie. “Fue muy emocionante”, insiste.

Por Darío Palavecino Corresponsal en Mar del Plata MAR DEL PLATA.– “¡¡Decí que sííííííí!!” Por e-mail, la respuesta cruzó el océano Atlántico. Desde Europa, en medio de sus vacaciones, Carolina Papaleo no dudó un instante cuando su madre, Irma Roy, la tentó a sumarse al elenco de Flores de acero. En la obra había quedado un papel vacante con la partida de Carina Zampini, que sin querer, con su decisión, les permitió cumplir a madre e hija aquel viejo sueño de trabajar juntas en teatro. “La oportunidad apareció y no podía dejarla pasar”, dice Papaleo, para quien la función de anoche, en el complejo Corrientes, tuvo carácter de estreno absoluto. El resto del elenco, compuesto por Nora Cárpena, Dorys del Valle, María Rosa Fugazot y Luciana Ulrich, ya venía trabajando con esta obra que completó una intensa gira con un centenar de presentaciones por todo el país. Roy se había sumado en junio pasado, luego de más de dos décadas sin pisar las tablas. “La respuesta del público fue fantástica”, asegura.

Un sueño cumplido

La ex diputada y la heroína de telenovelas, con mascota incluida: el trabajo en tiempos de vacaciones

Teatro e ideales La política, de alguna manera, se interpuso para que este encuentro de madre e hija sobre el escenario se demorara más de la cuenta. Roy fue diputada nacional, mantuvo viva su militancia y aún hoy espera el escrutinio final de las elecciones del 28 de octubre para ver si logra una banca en la Cámara baja, esta vez por el Frente Justicia, Unión y Libertad (Frejuli). Si las urnas la convierten en legisladora, afirma que no tendría inconvenientes para compatibilizar funciones. Pero de lo que sí está segura es de que esta vez no cortará lazos con su profesión de artista. “Nunca más renuncio a mi carrera”, aseguró a LA NACION. Es que décadas atrás sufrió tiempos de prohibición, y esa situación la llevó a enfocar con mayor énfasis su otra vocación: la política. Lo que para ella había comenzado con una militancia gremial, discutiendo paritarias a favor de los actores, terminó a mediados de los ochenta con un prolongado desempeño como legisladora nacional. Tanto como el teatro, la política fue también escenario natural de la infancia de Carolina, que ya a los seis años debía ir a la cárcel para visitar a su padre, Osvaldo Papaleo, preso

MAURO RIZZI

PARA AGENDAR

■ Flores de acero, según puesta de Jorge Baccaro. Teatro Corrientes, de miércoles a domingo, a las 21.

político durante la última dictadura. “Eso me marcó y es parte de lo que soy hoy”, dice la actriz, que acaba de completar su participación en la tira televisiva La ley del amor y vuelve a la temporada marplatense, en la que el año pasado compartió cartel

con China Zorrilla en Camino a La Meca. Madre e hija sólo habían coincidido laboralmente en televisión, casi siempre en tiras producidas por Enrique Estevanez. Desde anoche, en el teatro Corrientes, Papaleo interpreta a una joven que afronta una serie de dificultades por su condición de diabética, y Roy vuelca toda su experiencia en el papel de una mujer recia que con su imagen de dura sólo intenta ocultar debilidades

y evitar así que aflore su ternura. Ambas se cruzan en pocos diálogos durante esta primera experiencia que las encuentra juntas sobre un escenario teatral. La ex legisladora nacional se bajó del elenco de Flores de acero durante octubre, cuando se dedicó de lleno a acompañar la campaña del candidato presidencial del Frejuli, Alberto Rodríguez Saá. Pero antes y después supo disfrutar de ese esperado reencuentro con el público de las salas

“Mar del Plata es una ciudad plumera” Para Carolina Papaleo, este regreso a Mar del Plata incluía estrenos por partida doble: el que tuvo anoche con Flores de acero y el de su flamante casa de un barrio privado de la zona sur de esta ciudad, donde también se instaló su mamá. Ambas se declaran enamoradas de estas playas. Pero es Papaleo la que lanza la primera crítica apenas LA NACION propone un repaso de propuestas teatrales: “Esta es

una ciudad muy «plumera»”, dice sobre la abundancia de espectáculos del género revisteril y la buena demanda que estos encuentran entre el público. Irma Roy vincula esa respuesta al despliegue mediático que tiene ese tipo de obras, siempre bien alimentadas por vedettes despampanantes y usinas de conflictos, romances y chimentos. Pero Papaleo sabe que hay una franja de espectadores que busca

algo más que plumas y gags. Aquí y, más aún, en balnearios de la costa atlántica, logró muy buena taquilla la temporada pasada con Camino a La Meca y espera ahora que este verano la gente también acompañe. Entonces, la voz materna es la que trae tranquilidad y confianza en la apuesta de Flores de acero: “Hay una suma de nombres de muy buenas actrices y un muy buen texto teatral de Robert Harling”.

Ahora, en medio de un escenario familiar dominado por emociones propias del debut de anoche, estreno de casa y convivencia en Mar del Plata y expectativas por un recuento de votos que parece interminable, madre e hija buscan aquí y allá títulos que les permitan continuar este vínculo sobre las tablas más allá de Flores de acero. “Hace tiempo que busco, pero no apareció la obra ideal”, dice Papaleo, que sueña con una pieza que permita un mano a mano teatral con su madre o, al menos, que las ubique en los roles protagónicos. Roy alienta esa apuesta y confirma que la gente, en la calle o a la salida del teatro, le pide que trabaje con su hija. “Nos ven cosas en común”, resalta. Irma, por ejemplo, dice que su hija habla como ella. “Cuando mi voz rebota es como si escuchara a mi mamá”, confirma Carolina. A Irma Roy no le alcanzan los elogios cuando tiene que evaluar y calificar la calidad artística de su heredera. “Me deslumbra lo buena actriz que es; me emociona hasta las lágrimas y es bella”, describe. Le marca una evolución muy especial luego del trabajo que compartió con China Zorrilla. Y ahora la disfruta como compañera de elenco. Porque esa era una cuenta pendiente. Porque esa cuenta, por fin, anoche empezó a quedar saldada.

Nombres y apellidos ■ Título: Flores de acero. ■ Autor: Robert Harling, en versión de Masllorens y González del Pino. ■ Elenco: Irma Roy, Nora Cárpena, Dorys del Valle, María Rosa Fugazot, Carolina Papaleo y Luciana Urlich. ■ Dirección: Julio Baccaro. ■ Producción: Javier Faroni.

Perla Santalla ARCHIVO

Los María Guerrero tienen a sus nominados El jurado convocado por la Asociación Amigos del Teatro Nacional Cervantes determinó ayer las ternas para los premios María Guerrero 2007. En el rubro mejor actriz están Mirtha Busnelli, por Los padres terribles; Beatriz Spelzini, por El último yankee, y Rita Terranova, por Loteo. Por el premio a mejor actor, competirán Alejandro Awada, por El último yankee; Julio Chávez, por Yo soy mi propia mujer, y Carlos Portaluppi, por Antes muerto. En la terna de mejor director compiten Agustín Alezzo, por Yo soy mi propia mujer; Oscar Barney Finn, por La gata sobre el tejado de zinc caliente, y Heidi Steinhart, por El trompo metálico. A su vez, en el rubro mejor autor están Andrés Bazzalo, por Escrito en el barro; Javier Daulte, por La felicidad y Automáticos, y Rafael Spregelburd, por Acasusso, Lúcido y Bloqueo. Como mejor escenógrafo y/o vestuarista quedaron seleccionados Carlos Di Pasquo, por Todo verde y un árbol lila; Jorge Ferrari, por Cabaret, y Horacio Pigozzi, por La Celestina. También se decidió distinguir con el premio estímulo a Daniela Catz, por Todo verde y un árbol lila; Pilar Gamboa, por Automáticos, y Victoria Almeida, por El trompo metálico. El premio especial a la trayectoria será para Jorge Luz y Perla Santalla.

Por Ruth Mehl

Platea infantil

Cenicienta ahora es mendocina

Piedra libre

Andrés Bazzalo dirigió una versión del musical, con producción del Cervantes “Como el espectáculo se produjo dentro del Plan Federal del Teatro Cervantes, sólo se vio en Buenos Aires un fin de semana. Pero tuvimos suerte y el jurado de los premios Teatro del Mundo nos vino a ver, y les gustó el trabajo.” Andrés Bazzalo, autor y director, se muestra muy contento con el reciente éxito de Cenicienta, el musical infantil, que acaba de ser distinguido por el premio citado, como el mejor espectáculo para niños de la temporada que concluye, al que se le agregó el Premio Especial del Jurado. “Este año me llamaron y me dieron a elegir entre una obra para chicos en Mendoza y una para adultos en Puerto Madryn. Elegí la de chicos, pensando en Cenicienta, una obra que había resultado muy bien acá y en Córdoba”, explica. “Cuando en el Cervantes me dijeron: «Seguro decís que no a un espectáculo para chicos porque hace mucho que no hacés infantiles», pensé: «¿Qué les puedo decir?». Porque a mí me gusta trabajar para el público infantil… Y bueno, les dije: «Esto irá a salas grandes, Cenicienta puede ser un espectáculo grande, con coreografías. Pero lo que les pido es tener el mismo rango que otro director invitado para espectáculos para adultos. Lo hago con esa condición. Con que voy a tener iluminador, con que voy a tener todo, el mismo rango y también el mismo cachet. No quiero ser la cenicienta del proyecto, por estar haciendo algo para los chicos». Y así fue”, recuerda el director. Haciendo un poco de historia, Bazzalo recuerda que Cenicienta, el musical infantil, se estrenó en 1997 con Florencia Peña en el Centro Cultural Recoleta, y después pasó por las dos temporadas siguientes al teatro Metropolitan, acompañada por Diego Ramos y Noralih Gago, entre otros. “Para entonces –comenta–, me sentía más cómodo y seguro con el espectáculo. Fueron temporadas exitosas, a sala llena, y era para seguir. Pero Florencia se casó y cambiaron sus planes. Posteriormente se hizo una temporada en el Auditorio de San Isidro, con Julia Calvo como intérprete.” Pero la historia de Cenicienta continuó. “La Comedia Cordobesa me

Actores mendocinos que hacen Cenicienta, el musical TNC

convocó, y pensé en esta obra. La hicimos. El Teatro Real en Córdoba se llenaba, y después se realizaron muchas giras. Por eso, cuando se dio la posibilidad de llevarla a Mendoza no dudé, y pude reunir un excelente elenco mendocino. Esa fue la tercera versión, porque siempre reajusto las obras, les cambio lo que creo necesario, reformulo escenografía y vestuario. La música de Angel Mahler es muy linda, y la historia es también alegre, reidera y romántica... muy púber”, reconoce Bazzalo.

La fuerza de los clásicos Sonriente, asegura que le gustaría mucho que no fuera la puesta final de esta historia: “Por supuesto, me encantaría volver a hacerla, y creo que el Cervantes podría pensarlo, porque tenemos toda la escenografía y el vestuario, que son del teatro”.

El director reflexiona sobre el estilo arquetípico de la historia. “Da posibilidad de que se vean situaciones familiares, cada vez más frecuentes en las familias modernas y abiertas. Se pueden elaborar y hacer catarsis, con la relación con los hermanastros, la competencia, ese entendimiento de los padres donde quedo afuera.” A su vez, afirma que “los clásicos tienen un nombre conocido, una historia que todos sabemos, eso que es un atractivo para los padres, una garantía. En medio de una profusa cartelera como la de Buenos Aires, es muy difícil que la gente se decida por una obra de autor”.

El teatro para niños Para Bazzalo, hacer teatro para niños significa un compromiso y, a la vez, una oportunidad enormemente gratificante. Su trayectoria

lo rubrica. Y él insiste: “Me gusta mucho hacer teatro para los chicos. No lo hago con mayor frecuencia porque es muy costoso, lleva mucho tiempo recuperar la inversión. Pero la experiencia es maravillosa, la devolución que hacen los niños es muy gratificante. Tan espontánea que te llena. Al mismo tiempo, esto significa enfrentarse a un público tan exigente que tenés que ser el mejor de los actores. El respeto por el público menudo es contundente: “Por ejemplo, hacer un espectáculo para 500 chicos significa, si uno no es un chanta, trabajar por la atención y el interés de esos 500 chicos que van cambiando con los años”. Bazzalo es también autor (entre otras obras que siempre “anduvieron bien”, como él dice) de La Hormiga Tomasa (un clásico que recorre el país aunque a veces él no se entere), Un día de Pesca (que dirigió en Córdoba en dos versiones, una femenina y otra masculina y que también sale de gira el día menos pensado), En un lugar de la Mancha (escenas entre el Quijote y Sancho, que se fueron ajustando a varias nuevas formulaciones) y el recientemente premiado Cenicienta, el musical infantil. “He hecho espectáculos que a lo mejor pareciera que están en cartel un año, pero, en realidad, seguimos estando por años en giras y funciones en escuelas, en escenarios a veces hostiles, en lugares sin amplificación, sin micrófono, cantando a capella. He reformulado muchas veces esas obras, buscando que los chicos las perciban de la mejor manera posible”, dice con emocionada convicción. “El espectáculo hecho así es tan esforzado que uno aprende a recibir y valorizar la respuesta de la platea. Siempre teniendo en cuenta la atención del pibe, es decir, que no empiece a moverse, a toser, saber que algo pasa y buscar dónde está la falla. A mí se me ha hecho carne y la llevo al espectáculo de adultos: pero se lo debo al teatro para chicos. Nada para mí es más maravillosamente gratificante y siempre me ha permitido una conexión más profunda con el público”, concluye con firmeza.

Techito por si llueve ■ Títeres y cuentos. En La Nube, Jorge Newbery 3537, hoy a las 18, puede verse Tres obras tres, de Guillermo Bernasconi, y mañana, a la misma hora, El regreso de Monsieur Guignol, por los Payasíteres. Entradas: 8 pesos. Reservas: 4552-4080. Para el próximo sábado se anuncia un espectáculo de narración de Ana Padovani, Mil y un cuentos. Se trata de una función especial a beneficio de la recuperación de Pablo Medina (h.). $ 15. Venta anticipada.

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Museo del títere. En Pie-

dras 905, hoy y mañana, a las 17.30, se presenta en versión teatral El patito feo, de H. C. Andersen, por el grupo El Pez Soñador. $ 5. * * * ■

Música. En el Teatro del

Globo, Marcelo T de Alvear 1155, mañana a las 11, en otro recital del Momusi, Malena Sosa Sacchi presenta su CD Papel picado, acompañada con la música de Osvaldo Burucuá, Hernán Ríos, Silvana Rodríguez, Willy Pagiatis, Agustín Barbieri, Matías Rullo, Fernando Quiroga, María Teresa Fainstein Day, Alma Quiroga, y los títeres de Carolina del Río y Verónica Sanemeterio. Entrada gratuita.

Termina El Fausto criollo ■ Estreno. En el Larreta, Mendoza 2250, hoy y mañana, a las 18, Héctor Presa presenta Techito por si llueve, a cargo del grupo La Galera Encantada. Más información: 4771-9295. Boletería 4786-0280.

* * * ■ Final. Mañana, a las 17, termina El Fausto criollo en la Sala Orestes Caviglia del Cervantes. $ 10.