Leovaldoalberto - Goodreads

2 jul. 2015 - A luz de velas se miran amor y desamor. Ya no cuenta el esfuerzo .... Si eres agua de beber calma mi sed de amor. ..... En su locura de amor ...
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Versos Robados Tercera Edición Revisada y ampliada

Leovaldoalberto

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Preview Terminado de editar e imprimir en: jueves, 02 de julio de 2015 Copyright © 2015 Leovaldo Alberto González Todos los Derechos Reservados All Rights Reserved Versión Impresa ISBN-10: 1511655771 ISBN-13: 978-1511655774 Versión Digital ASIN: B00VVHQEDS

Cuando muere el día Cuando muere el día Se desata la noche Se hermanan inocencia y lujuria A luz de velas se miran amor y desamor Ya no cuenta el esfuerzo Es tiempo de elegir La experiencia tiene valor Pero el sorteo es a ojos cerrados Uno o dos pasos hacen diferencia Prisa y paciencia se conjugan De manera absoluta La mano presta a tomar Ayer no importa Hoy decides suerte Mañana volverás a optar Entonces qué más da Prueba el fuego ¿Cómo desprecias lo que nunca has probado? ¿Quién te ha nombrado juez para negar virtud a lo intenso? Si decides ser valiente Te sentarás al festín Compartirás con los dioses Y mañana buscarás de nuevo

Un simple detalle Nada de valor Ni porqué alarmarse La inocencia ya no será opción Y el amor quedará mal herido

El árbol Hoy me senté frente a él tan solo para verlo mostrando respeto y haciendo silencio Pasado un tiempo que no puedo precisar vino a mí una palabra como hindú, Sinja Se iba y volvía revoloteando mi espacio Solo Sinja, y no parecía decirme nada Y callaba y observaba aquel árbol viejo Y llegaba como un susurro el mantra Una y otra vez soplaba cerca de mi oído Para luego marcharse Y recordé muchas otras palabras Las que dije sin sentir Las que oí para darle una veracidad mentida Las que me prometieron, las que prometí Y entendí que como Sinja eran muchas de ellas como hojas de árbol moribundo cayendo en tierra y llevadas por el viento leve Entonces supe que al tocar la última hoja el suelo ya me habré ido y que al igual que sus hojas mis palabras y las que oí se habrán esparcido y para ese instante ajeno solo quedarán las raíces más profundas

Abro la ventanita Abro la ventanita Aquella de los marcos rosa En mi casa azul Para desde el alféizar Hurgar pradera abajo Y encontrarme con las azucenas Violetas, rosas y chopos amarillos Las hortensias y el brote nuevo de miosotis Los mangos y guayabas tiernas El viejo almendro Y la cañada húmeda Al fondo el bailao de los bambúes Y la palma cana junto a la real Los conejos correteando las mariposas El perro echado Aroma de café recién pilado El rocío que se va Y la montaña a lo lejos Te oigo cantar Y tu vestido blanco ilumina el sol Llegas descalza Acariciando las mariquitas al pasar Y un golpe de frescura campestre Se prende a mi día

Esperando de ti Saber que estás me da vida Que me correspondes a tu manera Que compartimos sueños y locuras Hoteles, pizzerías, bares y guitarras Tener que ver los colores de una canción Es vivirte una vez más Tras el hilo de tus besos no entregados Voy buscando tu aliento Una danza acompaña el vino de tus entrañas Y me abrazas como si no volviera Y callas tus historias para hacerlas mías Con una leve caricia me haces sonreír El sol silencia sus calores Envidiando los nuestros Y yo que vivo de tus versos Sigo esperando de ti

Las mañanitas

Un ruiseñor sometido A la luz de tus ojos Ignotos y sorprendidos Ajenos a la verdad de la poesía Que es su propio canto Se mira en ellos, sonríe Y evoca una ancestral oda Tan solo para tus oídos

Recreo Tocan a la vida Llaman al recreo Bajo con mi loncherita llena de sorpresas Pleno de ilusión de regalo prometido Me siento a tu lado Bajo la sombra del almendro querido Brillan tus ojos y se calienta mi mejilla Una brisa leve susurra tu canción Abro mi cajita de Peter Pan Dos bizcochos de chocolate asoman Sonrío y te ofrezco mi alma tímida Compartes tu luz y tu mano roza la mía Cachetes colorados te adornan Risa de cascabel Ángeles danzan en torno al encuentro Y un beso de azúcar nos calla

Quiero sentir tu lluvia sobre mi cabeza, Mojarme en ti hasta saciar esta sed, Que la vida me regale tu aliento Y este perdure hasta el fin de los tiempos. Quiero sentir tu humedad hasta los tuétanos, Sentir que me ahogo y renazco una y otra vez, Sentir que tu presencia me pela el pellejo, Que tus aguas me embargan en un viaje Cuyo destino eres tú. Quiero bailar bajo tu jarina, Sentir tus recónditos humedales, Oler lo que huele tu humedad, Y que tu perfume sea eterno. Y volver a mojarme con tu lluvia, Que mis mejillas se sonrojen con el tema, Que me queme el calor de tus aguas, Y ahogar un gemido de explosión, Alegría bendita que solo puede llegar de ti. Si eres rio llévame en tu caudal, Si eres mar enséñame tus callados países, Si eres lluvia bautízame con tu pudor, Si eres agua de lavar limpia mis soledades, Si eres agua de beber calma mi sed de amor.

Quiero que no tengas prisa al pasar, Que calmadamente vueles sobre mi ser Y como rocío de maná me alimentes cada día Con el amor que nunca duerme.

Corazón en el papel Un día claro y hermoso te conocí me regalaste la mejor de tus sonrisas no tuve más remedio que amarte me sentía niño huraño y contento de poco decir Entonces tome un papel y dibujé en él un corazón al dártelo te decía cuida de él que mío es y te lo entrego para que guardes sus ayes con candorosa mirada ceñida lo tomaste Al dar yo la vuelta sonriendo aún arrugaste el papel y lo tiraste a un vertedero junto a las heces cuando ya partías en bandolera extrañada por aquél lento pero firme quejido volviste la cara para descubrir entre la cachaza un corazón en el papel que latía

29 de Diciembre La esperó por siglos sin término, Siempre al pie de su ventana, Para verla atisbar brevemente, Para soñar que eran suyos los besos Cedidos a sus amantes, Para recoger de la cuneta las piedritas que arrojaba a su ventana, Esperando el día en que, bajando de su torreón, Pasara a su lado y le dedicara una sonrisa, Le mirara con el rabillo del ojo izquierdo, O la brisa susurrante le obsequiara un golpe de su perfume, No era mucho lo que pedía, solo un gesto, una suerte de varas, Al verla llegar se dio cuenta que esto era excesivo equipaje, Sonrió para sí y se marchó.

Ojalá que te mueras Perdón que hoy no te pueda pensar las muestras de amor ya sean parcas no procure besarte como te estremecía no me acerque para mi calor darte pues cosa más importante me ocupa saber si mereces el premio último que no dudo pueda darte el día que me dijiste ojalá que te mueras

Si llegara ese día Si llegara ese día En que te sientas sola Y un golpe de viento me recuerda Si llegara ese día Y por segundos estoy en tus pensamientos Si el vago recuerdo Te dice que felices momentos fueron Que un amor grande o pequeño Rondó por tu entorno Sembrando risas y ensueño Un arcoíris y pellizcos bajo tu falda Antes que suspires de alegría Detente y recuerda en tu recuerdo lo que has olvidado Cada beso cada abrazo La primera vez que fumamos Los ratos a escondidas La primera vez Esa primera vez Verás cuánta razón tenía Compartir los silencios Es la esencia del amor Poco ya importa el silencio Cuando no hay tinta Para escribir una historia de amor Penoso es saber Que sin pecado no hay perdón Y sin perdón no hay retorno

Si llegara ese día Si a tu mente llega ese tiempo Después de recordar empieza a olvidar

Cocuyos en el alma Abre tus ojos llenitos Y abrázame quedo Roza con tus labios los míos Con un beso a media voz Añade candela tibia A este encuentro Para consumir muy despacito Cada estaca de cuaba Baila conmigo Al ritmo de los corazones El nuevo vals para la vida Y levanta el polvillo bajo tus pies Cadencia en el beso Movimiento acompasado Construye conmigo el amor Y suelta el pelo en bandolera Dedos y piel sensibles Sangre que ejerce su viaje Aliento que despierta el instinto Cadera que se aproxima Cierra los ojos a las estrellas Alerta los sentidos Y buscando muy adentro Verás cocuyos en el alma

Fonema onomástico Eres mi renuevo de amor Llegas para acompañar mi soledad Entras sin permiso ni recato Como un gato asustado te hiero Por un instante me alivia la idea de verte huir Para seguir rumiando mi herida Como una ola en un lago Parece que te vas Mas permaneces en el tiempo Compartes el silencio Y me besa tu fragancia Me obligas y me resisto Callas y me resisto Dices te amo Y abro los ojos Busco tu rostro Y encuentro tu sonrisa que me muestra el cielo Miro atrás y no hay nada Vuelvo a ti para encontrar el espejo de tus ojos Veo un alma que danza Para tan solo reconocerme Repito para mí un fonema onomástico Cántico inherente a tu ser que me salpica Sangre de rosas me baña Tu aliento perfuma el momento Un beso nos envuelve en silencio Dos corazones se funden Y nace el amor

Lo que perdí

Hoy me levanté y me hallé solo Me estaba quemando No pude descifrar de donde manaba el calor Mi frente brillaba con luces de neón reflejada Pero la llama era intensa No quería ver No quería saber No quería sentir Sentir su falta Sentir su perfume recordado Sentir la nada Escribí mis vagos pensares en una lana raída Que se diluye como su presencia Que se va como se fue ella Por momentos de delirios en carne Le vi pero no era ya verdad Ni lo será Es lo que se fue Lo que perdí

Quisiera Ser Quisiera ser el breve momento en que respiras ser cada latido de tu existencia ser el alimento de tu esperanza ser la mejilla que recoge tus lágrimas Por un momento estar en ti y recoger para mí tus dolores y angustias para verte reflejada en mi ser y saber que sonríes Quisiera ser aquella mano trémula que toca tus rizos cuando los años hayan pasado y mi cuerpo solo responda a la caricia tierna con un débil beso pleno de amor Estar en ti mientras podamos vivir el cansancio y, renaciendo, volver al cansancio estando en ti Quisiera ser lo que soy pero siempre a tu lado

Siento pena porque me perdiste Me apena que ya no tendrás mis rizos Para acariciarlos como lo vivías Ya mi mano izquierda no te hará estremecer Hasta brotar tus aguas más íntimas Siento pena porque mi voz no será más tus besos Y tus diminutos huesos no sonarán a tu temblar Y mis ojos no serán tu reflejo Ni mis lágrimas sonreirán por ti Para que las bebas ilusionada Que mi cuerpo todo no vuelva a mover tu sombra Es una pena que siento Danzar con tus pupilas sembradas de las mías Ya no será más Qué pena siento La novedad me paraliza El aliento no rompe el aire que respiro Para que lo respires tú Y beses la noche dormida en mis brazos Y despertar con el amor en el cuerpo No será contigo y de mí Se va en abandono sin prisa Y eso me hace sentir dura pena Siento pena porque me perdiste ¿Y dónde está lo nuevo en este reiterado ir? Eso es porque la pena que siento Me duele en la duna de cada vez Y mi lado de sentir pena

Siento pena porque me perdiste Y al dejar tú de verme Veré lo que quise negar Tú me perdiste Pero yo nunca te tuve

Susurros Y pensar que ayer no hubo fuego De aquel que arde bajo la falda Tampoco llegaron los besos Que atizan el hogar Tan solo un cálido abrazo Sin caricias adicionales Silencio compartido Un segundo una mirada No vimos desnudez Ni tocamos lo nuestro Guardando reserva Apurando este vino Y cuando el corazón callaba Para dar paso al amor La noche tibia y clara Se fue llenando de susurros

Recuerdos tardíos Sentado en el balcón Donde cada día muy temprano Lo abandona uno de sus hijos Mira los caprichos Que regala el día Con la nieve cuajada sobre su frente Y la historia de años sin término Se rellana en su mecedora Con su manta de lana sobre el regazo El perro sin estirpe rezonga Tras revolcarse en la tierra Parece compadecer su impávida jornada Y le dedica una mirada Algo callado retoza a lo lejos Dos copos blancos y uno pinto Altas orejas y nerviosa nariz Con saltos espabilados Ignoran su presencia Tras el sol mañanero Se levanta una figura Algo borroso algo leve De esquelética presencia y descalzo Como cada día lo viene a acompañar Esta imagen amiga Fiel y vivaz

Tez muy blanca Con ojos de profunda noche Melena al viento con color de joven Piel tersa y nítida Con sonrisa de dientes blandos Le da la bienvenida Al único que comparte sus inquietudes El único que escucha sus repetidos cuentos Su piel quemada por el amor entregado Refleja un idílico paisaje lunar Sobre sus mejillas regocijadas Solo queda un par de ojos De profunda noche Con amor y admiración Quisiera acariciara su contertulio Pero muy adentro sabe Que solo es un reflejo En el espejo de los años

Santiago Me hueles a laureles encandilados A marchanta y maní Me hueles a guanimo Y pan de Luis Me perfumas con mujer temprana Bellugas y guayao Una tarde con Marta Calle El Sol y sobao Abuelo Vicente Mama Juana y San Luis El monumento Chilote Llenas, Bader y Mariví Primer amor, mate mango Franco Bidó Doña Chucha y Consuelo Trompo de brea y tapa Paseo en coche Navidad, Niño Jesús y mañanita Abejón de Coco y Papanó Lechones joyeros y pepineros, Julia y el compadre José Las Águilas, El Matúm Pez Dorado y Milito Me hueles a tren mañanero A tizana, granizos y chocolate Una tarde en el Hotel Mercedes La Ópera, el chino y Nibaje

Mujer hermosa, vuelta en mulo Carretilla y naranjos La cruz en lo alto El Maco y la calle de La Alegría Pantalones cortos, medias altas Risas bajo la colchoneta Tirapiedras y rolitas en la mata Coca, bolón y fifí Barquito de papel Navegando por la cuneta El ventorrillo de Doña Inés Don Pablo y sus media suelas Sus ojos, esos ojos, los primeros Sus manitas entre las mías Maripositas en el aire Su pelo, su piel La yompa a cuadros Su trenza, mediecitas rosa Zapatos de charol y aliento dulce Cachetes colorados, risas Otro beso y una flor de campana Amor transparente Y sin pecado El Santiago de mis recuerdos

Sol de Media Noche Corpulento y bello se acercó a la vidriera hacía un paseíllo de chulo se mostraba seguro y orondo los finos hilos dorados le adornaban se sabía irresistible acostumbrado a desviar las miradas de astros y lunas en un alarde de prepotencia decidió pasearse a medianoche pasó por Las Ventas y el Palacio Vistalegre esperando un pase en su honor ni una verónica ni un volapié se llegó a Chipiona y preguntó por José iracundo buscaba palabras para reprimirle al ver que este no estaba solo se extrañó y al enterarse de que Rocío susurraba una copla al oído de Dios hizo una reverencia y dio paso al amor Lunes 7 de Mayo del 2007

Sueño de ángel

Me pregunto por qué sonríes cuando duermes Por qué gorjeas A quién diriges tus balbuceos A dónde vas Cuando acostado pareces caminar A quién miras cuando haces gesto de sorpresa Aun así no abres tus tiernos ojos A quién saludas Quién vela por ti De repente pareces dar gracias Te llena de paz Y solo duermes

Diminuta creación

Levantaste un dedo Abriste los ojos Lloraste Llegó la vida Un soplo sobre barro amorfo Unos minutos de amor ÉL levantó su dedo Y te dio alma y espíritu Te retuerces de manera torpe y graciosa Todo en cueros conociendo el frío Blanco sonrosado Piel de seda Aliento de leche Alegría de madre Orgullo de padre Revolucionas los sentidos Anuncias el cielo Cierras un puño Acaricias arañando el pecho Besas cuando te amamantas Terminas y regalas una sonrisa

Tibiezas El canto de madre llenaba la noche triste La pobreza tiraba de las paredes de cartón Un candil silente se enternecía con la tonada Sus pechos sonrosados estaban lejos de ser manantial Una lágrima rueda camino al cielo El niño desnudito y febril le dedica una sonrisa

Txandu Te imagino todo nevado Grandes montañas Uno que otro pino y manchas verdes Humaredas a lo lejos Mostrando la humanidad acampada Pocos estamentos Casonas aisladas Ríos que se detienen en invierno Naturaleza que duerme Trillos espontáneos Como hilos de trenza Largas caminatas al descampado Blanco sobre blanco Mi calor siendo calor ajeno Y el ajeno mío Pocos enseres en la cabaña No más que lo indispensable Nada sobra nada falta Todo en su lugar Todo a su función Me pregunto Cómo un gato puede acompañarme Sintiendo tus heladas montañas A María la pudiera entenderla En su locura de amor

Me veo bajo túneles inmensos Caminando para conocerte Buscando el alimento El sol me dispensa poca atención Y apenas se peina en el horizonte Un lobo a lo lejos renueva su manada Un ave extraña surca el silencio Donde quedó el mar No llegaste nunca La silueta amiga saluda como cada tarde Pero no llega a tomar el té Leña recién cortada Y carne cruda en el tonel Afuera en el traspatio Copos sobre los arbustos Luces de teas desfilan Y se pierden El fuego crepita en el hogar Vigas de pino joven Sostienen el techo Nada de tejas Solo corteza de abeto Piso cubierto con piel espesa Un quinqué sobre la mesilla A su lado un jarro con bebida caliente El samovar de rigor Y la biblia abierta en el salmo veintitrés

Apostasía de Amor Lejano se distingue el recuerdo No hay imagen Borroso es el silencio de besos Ya mi almohada dejó su perfume El bostezo de rosas no viene de adentro Las palomas de la mañana extrañan su desnudez Vidrioso reflejo en el balcón Escapando del yugo de sábanas y abrazos Los cardos de primavera lejana Solo espinas quemadas retienen Al canto del gallo cabizbajo Buscando el día sube sin prisa el hálito del café Las manos asidas a la taza rogando calidez Y el humillo ya no dibuja su sonrisa Era rubia en el recuerdo Hermosa, pequeña y muy blanca Cuando la luna se la llevó

La Musa descalza A Marinín Torregrosa Sánchez Poetisa

Cuando una musa descalza pasa a tu vera Es una señal del Olimpo que obra a tu favor Pero si esta presencia fugaz es de pie menudo Es hora de sentir y dejar fluir el ambrosía En tu corazón de poeta caminante Las castañuelas prestas a dar su tonada a repique Taconea en pase de gitano Sonríe al menos si eres parco de ánimo Pero no te es permitido ignorar su paso Es ella como luz del infinito Como rosa de cantera divina Es como toda musa obligada inspiración de recuerdos y suspiros Pero a distancia de otra excepcional visión Es punta de lanza en oro de Ofir y perfume de diosa Callar ante el regalo recibido es ofensa Porque si con sus ojos profundos te hiere Ha de convertirse en sirena de meloso cantar ¿Entonces qué has de ofrecer?

Hilos de Ofir Con hilos en oro de Ofir Bordo caricias sobre las gemelas colinas De tu menuda presencia Busco rimar con tu fragancia Y me pierdo en la cadencia de tu vientre Y tu mariposa se prende a mis labios Acompasado el beso Se hace reliquia de Venus Sobre el dorado reflejo de luz En cada gota de vivido amor Subo del túnel en el sur Al norte de tu aliento regalado Donde se confunden tus aguas Las más ocultas y las más dulces Entonces el río ya no se detiene En la playa de la poza Y un dueto de corazones agitados Entonan el aria que hace vida

No te arrepientas de algo que hiciste, cuando te has hecho feliz Non pentirti di qualcosa che hai fatto, se quando l’hai fatta eri felice. Do not repent of something you did, when you have made you happy .

Esta noche calurosa y solitaria De dos lunas No quiero poesía de mis manos Tan solo quiero vivir el tiempo a canto del coquí Una vez más recordar el beso de boca minúscula Temblores de alegres miradas Tiempos idos que no han vuelto Aventura de salto al vacío Tocar las puertas del cielo de Nunca Jamás ¿Y por qué arrepentirse? Eso jamás y nunca

Trazos del alma Puedo dibujar lo que se me antoje Para eso llevo líneas quemadas a la noche Continuidad de puntos sin pausa Mano hábil, vista clara Pulso a condición de la obra concebida Templanza y temblores a deseo Es pensar y soñar Lo nuevo, lo vivido Crear sin haber visto No hay forma que se niegue a mi orden Merced de mi acción Y a mi tiempo Todo estuvo a tono Bajo control indiscutido Todo hasta su ausencia Recuerdos vagos de sonrisa cristalina De aliento halagador De roces en la piel pequeña Esos intentos se han dormido en el papel Pues me avergüenza reconocer Que no me es dado dibujar Trazos del alma

Rosa de luna clara Rosa de luna clara que mueves los hilos del pensamiento mío ven a mojar los calores con tu agua dame de tu dulce néctar en rocío Al toque de tus labios pétalos cae el orgullo y me doy por entero vuela mi mano a tus lisuras Tiemblas al paso de mis dedos por los rincones en celo dejando brotar aguas puras Vistes de percal tu gala de amor bravío pequeño botón de hada que niegas ser mío

Sabor a Rosa Sabor a Rosa Sobre tu nariz dibujo una hormiguita Sin olvidar detalles ni tener apuro Trazos sobre cada poro apenas al roce Diminuta apéndice sobre piel de seda Busco cada punto para recordar la descarga que recorre mi ser Danzarina revolotea cada yema A la vera de tus zarcillos Levantando la vigilancia Así entre descuido y baja de guardia Aprovecho para llevar de ti El dulce sabor a rosa

Se va el tiempo Se va el tiempo Ves un abuelito No el tuyo ni alguien que te importe Solo un pedazo de piel arrugada Sobre huesos cansados de la carga Cejas pobladas de sal De tanto dolor callado Cabeza color leche seca Labios quebrados De repente te mira Y volteas simulando no enterarte Esperas esa llamada importante Pero el móvil parece ajeno El anciano se acerca sin pedir permiso Acaricia tu pelo Mira tu cara blandiendo una sonrisa Te le pareces a su hijo Aquel que perdió en la guerra Eso oíste sin mucha atención Por fin tu llamada llega Volteas dando la espalda Y respondes con enojo Ahora es que decides hablar? Reclamas No sabes que el tiempo se va? Te cuelgan sin más Piensas en tus palabras Recuerdas al viejo Volteas y ya no está

Te ofrezco Te ofrezco estar cuando se rebosa néctar De la noche en tu piel Y cuando el día sorprenda tus temblores más íntimos Allí estaré besando la mariposa Bajo tu ombligo Jugar con las estrellas enredadas en tu pelo Y obsequiarte las fresas que guardo En mis recuerdos Cuando muerda el azúcar en tus labios Eso te ofrezco Una casita en las montañas Que destila café en las mañanas Será nuestro nido Y caminaremos pradera abajo Contando gotas del rocío Un pedazo de luna iluminará el abrazo Que hace llover la piel más oculta Donde el sol se sonroja Al reconocer calores más ardientes Bailaremos entre la humedad De pétalos encandilados Llevando el alma vestida de lino Del que adorna el portal de fuego Rosas verterán sangre virgen Sobre sábanas de tul Cuando el vino carmesí Brote de los corazones Y el agua mansa nos envolverá En la calma de las olas Que se retiran Para con más fuerzas volver

Se Acercan Las Horas Mucho se han tardado Las esperaba en silencio Con el temor de verlas venir al doblar la esquina Mas han de llegar No vale que les tema, llegarán sin remedio Aquellas que marcan el momento de la soledad Sin el café compartido Sin el calor de tus sábanas Cuando el perfume de tu boca dijo adiós Ellas han sido consecuentes a mi duelo Y se han retrasado para dejarme vivirlo sin ser molestado Para no sumar más dolor al desamparo del alma Para no mirarse en el espejo de lágrimas Para no llorar en acompañada intimidad Ya llegan los fríos, el hastío Y la bruma de no tener tus ojos Se adelantan Porque se acercan las horas

Los Minutos de la noche Como veneno que se hace adictivo Así se mueven los minutos de la noche Muy despacito para que los deguste a cuenta gotas Amargos y ardientes Van haciendo añorar como dulce brebaje la hiel de Apis Minutos sagrados de misa triste De dolor en el vientre bajo De vaho de muerte violenta Los minutos de la noche no los quiero conmigo Pero no puedo estar sin ellos Simbiosis de amor y desamor De duelo y fiesta Se me olvida la vida a su paso cansino Pero cómo arrancarme los minutos de la noche de mi dolor Si es el último recurso que me ata a tu recuerdo Daño hacen y me resiento Pero si reniego de ellos se irán mis lágrimas Y con ellas acabarás de irte tú Y eso sería la condena al infierno más cruel e imperecedero

Las Horas Primeras Las horas primeras de la soledad Han llegado sin apuro Con el crepúsculo rosa Para degradar en negritud Como negra es la noche eterna sin amor Socavando las luces de los recuerdos Acompañadas de la bandada que se acuesta Helas aquí las horas primeras Entre el humo de mi habano Y el amargo de este brandy Cicuta que no mata pero asesina Manos heladas son las horas Acarician como Caronte al tomar la moneda Rasgando el corazón ya sin sangre, ya sin vida Manos heladas que se fascinan en la piel tiesa Aquella piel fogosa al toque de tus manos amantes Torrentes de sangre vigorosa iban cantando Donde ahora el eco del silencio llega con las primeras horas

La Una Es la una Eso dice el reloj en la pared de mi conciencia Mareado por el alcohol y el humo de adentro Voy tornando a la realidad y a mis sueños Realidad sin ti Sueños contigo Mi hombría se enhiesta Mi alma se desdobla en bajada Una lágrima busca ungir la mejilla izquierda Que guarda una micra del carmín regalado de tu existencia Con enfado la restriego salvando la muestra de tu pasar Con tal suerte que hiero la carne que se resiente Un río de sangre se desborda Como llorando desde dentro y cañada abajo