La salud del suelo, base para una nueva agricultura

5 jul. 2008 - para una nueva agricultura. El 7 de julio se conmemora el día de la Conservación del Suelo, en recuerdo del doctor Hugo Bennett, fundador ...
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Página 8/Sección 5/LA NACION

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Sábado 5 de julio de 2008

( CONSERVACION ) El lunes se conmemora el Día del Suelo

La salud del suelo, base para una nueva agricultura Existe incertidumbre sobre la capacidad productiva de las tierras para abastecer una creciente demanda de alimentos tanto en cantidad como en calidad

En estado de amenaza FUNDACION VIDA

Por Roberto R. Casas Para LA NACION El 7 de julio se conmemora el día de la Conservación del Suelo, en recuerdo del doctor Hugo Bennett, fundador del servicio de Conservación de Suelos de los Estados Unidos y pionero de esta tarea en remotas regiones del mundo. En nuestro país, la experimentación, difusión y enseñanza de la conservación de suelos tuvo representantes extraordinarios de la talla de los ingenieros agrónomos Casiano Quevedo, Julio Ipucha Aguerre, Antonio Prego y Jorge Molina, quienes contribuyeron significativamente al desarrollo de la especialidad. Este día cobra especial importancia al considerar que más de 5000 millones de personas conforman la población de los países en desarrollo, hecho que proyecta incertidumbre sobre la capacidad productiva de las tierras del planeta para abastecer semejante demanda de alimentos, creciente en cantidad y calidad. Se estima que solamente alrededor de 1500 millones de hectáreas del planeta (11 por ciento del total) no presentan limitaciones para la agricultura y que anualmente se pierden unos 6 millones de hectáreas de tierra productiva por procesos de erosión, salinización y desertificación. A este ritmo, hacia fines del presente siglo estos procesos podrían privar al mundo de un tercio de sus tierras cultivables. Esta situación resulta paradójica e incomprensible en un mundo que posee alrededor de 1000 millones de personas con hambre y malnutridas y en el que diariamente mueren unas 40.000 por enfermedades vinculadas

Prácticas conservacionistas de siembra directa INTA

con la desnutrición. En nuestro país, se estima que un 20% del territorio (unas 60 millones de hectáreas) está afectado por erosión hídrica y eólica, lo cual genera una pérdida anual en producción superior a los 1000 millones de dólares. Por cada centímetro de suelo perdido, el rendimiento de maíz disminuye 250 kilogramos; el trigo, 150, y la soja, 100 kg por hectárea. El costo total de la erosión se triplica si se consideran los daños provocados por las inundaciones y la sedimentación, en rutas, caminos, embalses, puentes, alcantarillas y dragado de canales de navegación. La siembra directa con rotación de cultivos, la reposición de nutrientes mediante fertilizantes, asociadas a las prácticas para el control de la erosión,

comenzaron a difundirse desde principios de la década de los 90, mejorando significativamente la salud de los suelos. En los últimos años nuestra agricultura se encamina hacia una simplificación extrema de los sistemas productivos, lo cual nos hace potencialmente muy vulnerables. Con rotaciones de cultivos debidamente planificadas y buenas prácticas agrícolas se pueden superar en el mediano plazo, los márgenes obtenidos con el monocultivo de soja. La diversificación de la producción es una de las claves de la sustentabilidad no sólo ambiental, sino social. Se deberá prestar especial atención a las políticas provinciales de expansión de la agricultura particularmente en ambientes vulnerables. Siempre resul-

tará conveniente cerrar las brechas productivas en los mejores suelos y ambientes, sobre los cuales se deberán concentrar las mejores tecnologías, disminuyendo la presión sobre los ecosistemas más frágiles. Un breve análisis de la situación de la agricultura en el mundo muestra la existencia creciente de presiones de las sociedades por alcanzar un ambiente más saludable, lo cual sin duda tendrá consecuencias directas sobre el intercambio comercial. Dicho en otras palabras, una adecuada gestión del ambiente y particularmente del uso de los suelos será una exigencia del comercio internacional, por lo cual aquellos países que apliquen políticas ambientales rigurosas exigirán que también lo hagan el resto de los mismos, a riesgo de impulsar sanciones comerciales. La situación planteada debe considerarse una oportunidad para la Argentina, ya que si somos capaces de formular y aplicar políticas consistentes de conservación de los recursos naturales, obtendremos ventajas comerciales a futuro. El ordenamiento del territorio por parte de los Estados provinciales, la legislación conservacionista, la educación ambiental y la agricultura certificada deberían ser los cuatro pilares de una agricultura moderna, innovadora, de productividad creciente y respetuosa del ambiente. Es una visión a largo plazo, basada en el valor ético del cuidado del suelo como recurso generador de alimentos, riqueza y bienestar para la nación. El autor es director del Centro de Investigación de Recursos Naturales del INTA.

( EXPOSICION )

La Rural arranca el próximo 24 La Rural, la muestra agropecuaria más antigua y tradicional de América latina y una de las más importantes del mundo, abrirá las puertas de su 122a edición el jueves 24 de julio. “Es un encuentro entre el campo y la ciudad. Suspenderlo este año, después del apoyo que recibimos de la gente de la ciudad, sería un error”, señaló Luciano Miguens, presidente de la Sociedad Rural Argentina. La 122ª Exposición de Ganadería, Agricultura e Industria Internacional coincidirá desde su inicio con las vacaciones de invierno y se llevará a cabo en la Rural de Palermo, predio ferial de Buenos Aires, hasta el martes 5 de agosto. Los 2245 boxes dispuestos para bovinos, equinos, ovinos, porcinos, camélidos y caprinos están ya reservados para que la gente de la ciudad, tan interesada hoy en el campo, pueda vivir su actividad al menos por unos días en el barrio de Palermo.

Expositores Habrá, además, más de 600 expositores de todos los rubros vinculados al sector agropecuario. El año pasado, más de un millón de personas visitaron la Rural. “Intentaremos reafirmar el reconocimiento que el habitante argentino tiene hacia el campo. Los 13 días de la Rural serán para mostrar al público en general lo que el sector agroindustrial está en condiciones de aportar al país. “Y servirá también para buscar la unión ante un conflicto que nos ha ocupado esta primera mitad del año”, apuntó Miguens.

Una ganadería diferente en los pastos naturales Pérdida de espacio y sobrecarga, dos problemas Por Gustavo D. Marino Para LA NACION La economía mundial gira al son de las demandas de alimentos y energía. En los últimos 2 años los precios de los 3 cereales que alimentan al mundo se duplicaron y en los últimos 4 años el precio del petróleo se triplicó. El aumento de los insumos asociados al petróleo y los granos hace que sistemas como la ganadería sobre pastizales, con bajo uso de insumos y alta calidad de producción, se vuelvan atractivos para los productores. Más allá de los inconvenientes locales que sufre la comercialización de la carne vacuna en el mercado interno y externo, la ganadería sufre también la pérdida de espacio y la sobrecarga de los campos, debido al avance implacable de los cultivos. Su reemplazo por actividades con márgenes superiores determinó la concentración de cabezas y la intensificación de la actividad. En muchas áreas la ganadería extensiva ha perdido impulso y los sistemas de engorde en confinamiento –feed lot– proveen una buena parte de la carne consumida en el país. Sin embargo, la intensificación de la ganadería debería preocupar a los sectores vinculados a la producción de carne ya que la calidad de las mismas está asociada con los sistemas de cría y engorde extensivos o semiextensivos. Desde la perspectiva ambiental, las pampas argentinas han cambiado notablemente a lo largo del siglo XX. Han sido severamente fragmentadas y los servicios del ecosistema han sido profundamente alterados. Su biodiversidad acusa golpes severos, con numerosas extinciones regionales y varias especies refugiadas en las sabanas chaqueñas y los campos correntinos. Un 10% de las especies de aves típicas de las pampas se encuentran amenazadas de extinción. Una de ellas, el chorlo esquimal, que solía pasar el invierno boreal en estas latitudes, se ha perdido definitivamente. Al igual que los rodeos, la vida silvestre de las pampas continúa en estado de amenaza, con una superficie de áreas protegidas mínima y sin ser reconocida por los productores como un componente de sus agroecosistemas. Curiosamente, los pastos nativos característicos de las pampas y base alimenticia de numerosos campos ganaderos toleran y responden bien a los disturbios más comunes de la región: las inundaciones y las sequías, fenómenos asociados por algunos con el cambio global. Ante los mismos desastres naturales, los cultivos sólo engrosan la cuenta de las pérdidas, un punto relevante de cara al advenimiento de futuros coletazos climáticos. Paradójicamente, la sociedad argentina ha percibido la renta del uso de los pastizales y no el

costo ambiental implícito. Lo cierto es que el ecosistema del pastizal es ignorado por la opinión pública, cuando quizá debería ser mucho mejor ponderado y conocido. La clave para la permanencia de los herbívoros y los productores que manejan el pastizal pampeano es explorar nuevas alternativas y saber cuándo adoptarlas; y éste parece ser un momento casi ideal para nuevas ideas. No existe una receta definitiva para manejar el pastizal y las técnicas deben ser escogidas según objetivos y planes de trabajo específicos. El manejo doblemente exitoso del pastizal, con fines productivos y conservacionistas, incluye técnicas que aumentan la cantidad y calidad del forraje, diversifican la producción, manejan la sanidad del campo en forma integral y gestionan la diferenciación comercial de los productos “amigos de las pampas”. En el contexto de un plan, el manejo del pastoreo y de los excedentes hídricos, el enriquecimiento con especies forrajeras y las quemas prescriptas son perfectamente compatibles con la fertilización, el uso de herbicidas y hasta la implantación de pasturas. La producción animal podría establecer una relación sinérgica con las actividades de conservación de la diversidad biológica, que indudablemente son tareas compatibles y rentables. Los pastizales nativos y su biodiversidad son considerados erróneamente

Las técnicas para manejar el pastizal deben escogerse por objetivos y planes específicos componentes prescindibles en los sistemas de producción. Es un error de nuestra ganadería descuidar sistemas biológicos tan valiosos. Dada la trascendencia económica y ambiental del tema, los sectores privados y públicos deben desarrollar mecanismos para promover el desarrollo de una ganadería basada en criterios de conservación de los pastizales. Las Alianzas del Pastizal (ww w.pastizalesdelconosur.org), que promovemos desde la Fundación Vida Silvestre en la Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, contemplan la producción de carnes en pastizales que conservan el hábitat para las aves migratorias, las residentes y, en definitiva, para la producción agropecuaria sustentable y de calidad. El aumento de los volúmenes de producción suena como la mejor alternativa para sacar adelante al sector ganadero. El autor es doctor en Ciencias Agropecuarias, especializado en ecología vegetal.