La Sagrada Escritura. Texto y comen

Exhortacion apostolic a Marialis cultus (2-2-1974): AAS 66 (1974) 113-168. 8 C. POlO, El Credo del Pueblo de Dios. Comentario teol6gico (Madrid. '1975) 130.
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MARfA, NUEVA EVA

PRESENTAcr6N INTRoDuccr6N BlBLIOGRAFIA

- a 0 6 0 -l

.

XVII

..•....................................................................... GENERAL

.

SrGLAS Y ABREvrATURAS

.

PRIMERA PARTE

Ilustracion

de cubierta: La Anunciacion (acrilico sobre tablero), Teresa Pena

© candido POlO © Biblioteca de Autores Cristianos Don Ramon de la Cruz, 57. Madrid 2005 Deposito legal: M. 2.371-2005 ISBN: 84·7914-761-X Impreso en Espana. Printed in Spain

XXXV

1. Colecciones de documentos del Magisterio eclesiastico xxxv sobre la Santisima Virgen . 2. Colecciones de textos marianos de los Santos Padres . XXXVI 3. Tratados y monograffas . XXXVII XLII 4. O~Jr~senc!cIope~iea_s~olectivas . XLIII 5. Dlcclonartos marlOloglcos . XLIII 6. Historia de la Mariologia . 7. Revistas de Mariologia. Colecciones de las Sociedades mariol6gicas nacionales y Actas de Congresos internaXLIV cionales . XLIV 0) Revistas de Mariologfa . b) Colecciones de las Sociedades Mariol6gicas NacioXLIV nales . c) Actas de Congresos Internacionales (Pontificia AcaXLIV demia Mariana Internationalis) . XLV 8. Problemas modernos .

LA DOCTRINA MARIOL6GICA DEL CONCILlO VA TICANO II EN SUS CIRCUNST ANCIAS CONCRETAS

Diseiio: BAC

XIII

CAPf;~LOI. Las te~dencias existentes en la Mariologfa ca· tolJca contemporanea : . 1. 2. 3. 4.

La Mariologfa de tendencia cristotfpica La Mariologfa de tendencia eclesiotfpica La cooperaci6n de Marfa ala obra de la salvaci6n EI Concilio Vaticano II frente alas dos tendencias

. . . .

XLVII



5.

La proclamaci6n de Maria Madre de la Iglesia y el camino futuro de la Mariologia .

CAPfTULOII. 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7.

Problemas

2. 3. 4.

de la Mariologia

.

Mariologia y dialogo ecumenico con los orientales separados . Mariologia y dialogo ecumenico con los protestantes . La problematica del protestantismo ortodoxo frente a la Mariologia . Lutero y la dificultad sistematica de la Mariologia . Autores protestantes recientes «catolizantes» . El diaIogo con el protestantismo ortodoxo hoy . Las declaraciones ecumenic as en los recientes Congresos Mariol6gicos Internacionales .

CAPfTULOIII. cano II 1.

ecumenicos

3. 4. 5. 6.

La doctrina

mariol6gica

del Concilio

TERCERA PARTE

LOS DOGMAS MARIANaS INTRODUCCI6N CAPfTULOVI.

Vati· .

SEGUNDA PARTE

MARIOLOG1A B1BLICA INTRODUCCI6N

.

123

CAPfTULOIV.

.

125

Textos mario16gicos por sola acomodaci6n . a) Judit 15,9 . b) Los capitulos 8 de Proverbios y 24 del Eclesiastico. Textos de sentido mario16gico discutido . a) Jeremias 31,22 . b) El salmo 45 (Vulgata 44) . c) El Cantar de los Cantares . Textos ciertamente mariol6gicos . a) Genesis 3,15 . b) Isaias 7,14 .

126 126 128 131 131 137 140 145 146 175

1.

2.

3.

CAPfTULOV. 1. 2.

Maria en el Nuevo Testamento

Los Evangelios de la infancia. Su genero literario La narraci6n de la Anunciaci6n (Lc 1,26-38)

La virginidad

perpetua

de Maria

.

263

.

265

1.

La neutralidad del Concilio con respecto alas dos tendencias de la Mariologia cat61ica contemporanea . Mariologia y Escritura . La dificultad sistematica del protestantismo . Otros aspectos de la doctrina conciliar sobre Maria .

Maria en el Antiguo Testamento

233 236 240 242 242 245 248 251

El «Magnificat» (Lc 1,46-55) . El mensaje aJose (Mt 1,18-25) . «Y a tu misma alma la traspasara una espada» (Lc 2,35). La mariologia de Juan . a) EI pr610go del Evangelio de SanJuan (In 1,13) . b) Las bodas de Cana (In 2,1-11) . c) Maria junto a la cruz (In 19,25-27) .: : . d) La mujer del capitulo 12 del Apocahpsls .

.

203

. .

203 208

La doctrina biblica sobre la virginidad de Maria . a) La virginidad antes del parto . b) La virginidad despues del parto . c) La virginidad en el parto . 2. La doctrina de la Tradici6n . a) La concepci6n virginal de Cristo . b) La virginidad despues del parto . c) La virginidad en el parto . d) La virginidad perpetua . 3. El sentido de la virginidad en el parto . 4. Los «hermanos» de Jesus . 5. (Desmitologizaci6n de la concepci~n vir~i":al?l""""""'" a) La pertenencia de la concep_c~6n vlrgma «en sentido biol6gico» al dogma catohc? . b) El g~~ero. li~erario de las narraclOnes sobre la concepCIOn vlfglnal . c) El problema del. or!g~n del mito . d) EI argumento blologlco .

266 266 267 268 270 270 271 272 276 277 281 282

288 289 299

.

301

La doctrina de la Sagrada Escritura . Doctrina de la Tradici6n ; . a) Antes del Concilio de Efeso (431) . b) La herejia de Nestorio : : :. c) La condenaci6n del nestortalllSmo en e! ConCllio de Efeso (431) y el Magisterio posterior de la Iglesia . 3. Peligros actuales para el dogma de la divina Maternidad.

301 303 303 307

CAPfTULOVII. 1. 2.

La maternidad

divina

308 311

CAPiTULOVIII. La Inmaculada 1. 2.

Concepcion

.

315

Los fundamentos bfblicos del dogma . La doctrina de la Tradieion ; . a) Periodo de fe implicita. Hasta el Concilio de Efeso

315 317

(431)

b) c) d) e)

.

317

Primer paso a la fe explicita. Desde el Concilio de Efeso (431) hasta el siglo Xl . Periodo de controversia en Oceidente. Siglos XII

321

al XlV

323

CAP(TULOIX. 1. 2. 3.

La Asuncion

328

Fundamentos bfblicos del dogma Doctrina de la Tradici6n La reinterpretacion de la Asuncion

. . .

337 344

El tema de la «nueva Eva» Maria y la Iglesia. La intercesion

336

347 347 354

de Maria

CUARTAPARTE

rfrULOS MARIANOS 361 CAPiTULOXI. 1. 2. 3. 4. 5.

.

363

Un solo mediador y la media cion de Maria . La ampliacion del concepto de media cion de Marfa . La singularidad de la mediacion de Marfa por ser materna . Mediacion intercesora y asuncion . Conclusion .

363 366

2. 3. 4. 5.

de Marfa

371 376 379

.

381

La teologfa de la Enciclica Ad caeli Reginam sobre la realeza de Marfa . Marfa, Reina-madre . Maria, Reina-esposa . El ejercicio de la realeza de Maria . Conclusion .

383 386 393 398 401

CAPITULOXII. 1.

La mediacion

Marfa, Reina

fL~~u~~~;~i·6~· ~

403

406

:..:: ::.:'.:::::: . 406

b) El se undo anuneio a Mana ; c) El «Jagnificat»: profesion de fe de Mana d) Maternidad por la fe El testamento de la cruz ) La acogida del discipulo ~ ab) La An'"unClaClOn y la espera _de Pentecostes .\ M diacion materna de Mana Cj e d) Maria nos lleva a C'nsto

INDlcE ONOMASTICO

335

Marfa, nueva Eva

2.

~)

INDlcE BtBLICO

.

de Marfa

1.

333

de Maria

CAP(TULOX. 1. 2.

.

El triunfo de la fe explieita. Desde el siglo XV hasta la definicion dogmatiea (1854) . Negacio~e~ ~~ la Inmaculada Concepcion despues de su definICIOn .

. - d J P blo II en su EncicliCONCLUSI6N:La marlOlogla e uan a ea «Redemptoris Mater» .

. . . . . . . . .

,..,

,

.

410 412 414 416 418 420 423

426 429 434

La primera edici6n de esta obra apareci6 can el titulo Maria en la obra de la salvaci6n y se public6 el 22 de abril de 1974 dentra de la serie «Historia salutis». El objetivo ultimo de la serie era ofrecer alas lectores de lengua espanola una dogmatica completa. Las caracteristicas del prayecto de «Historia salutis» son bien conocidas y, por ello, seria superfluo senalar aquf las notas por las que tambit~n este volumen quiso responder al patr6n comun de la serie. Mas que senalar esta correspondencia con los prap6sitos de la serie, creo mas util describir las caracteristicas del volumen en sf. En realidad, la descripci6n del volumen es un trabajo ya realizado por otras. En efecto, cuando se public6 su primera edici6n, los padres Jose Antonio de Aldama y Jesus Solano, como miembras del Consejo de Direcci6n de la serie, tuvieran la amabilidad de presentarlo y de ofrecer una visi6n de conjunto de sus caracteristicas. La presentaci6n describfa el contenido del volumen con estas palabras: «Despues de una introducci6n que explica la raz6n de la existencia de un tratado teo16gico de Mariologfa (cuesti6n que, desgraciadamente, hoy no es, en modo alguno, superflua), la primera parte se dedica al estudio de la Mariologfa del Concilio Vaticano II en sus circunstancias hist6ricas. Estas circunstancias estan definidas por dos coordenadas: la situaci6n de la Mariologfa cat6lica en los tiempos inmediatamente anteriores al Concilio (c.1) y la problematica ecumenica que condieionaba el dialogo que el Concilio deseaba entablar, tambien con respecto a Marfa, con los cristianos separados (c.2). Despues de exponer estas coordenadas, la doctrina conciliar sobre Marfa es mas comprensible, en cuanto que queda asf relacionada con las circunstancias intra y extracat6licas a las que debfa responder (c.3). Una segunda parte, amplia y muy elaborada, esta consagrada a la Mariologfa bfblica. En ella se discuten y estudian los textos del Antiguo Testamento que se han

aplicado 0 rea1l11cntese refieren a Maria (cA), y se expone la doctrina l11ariologica de los escritos neotestal11entarios (c.5). La parte tercera presenta los dogmas marianos: la virginidad perpetua de Maria k.6, en el que no se omiten las cuestiones de mayor actualidad sobre elIa), su Maternidad divina (e?), la Inmaculada Concepcion k.8) y la Asuncion k.9)>>.

Esta era, en palabras de los PP. Aldama y Solano, la estructura fundamental con la que este libro apareci6 ya en su primera edici6n. Al publicar la segunda, exprese mi deseo, que por entonces no pude lIevar a termino, de haber real~zado una reelaboracion a.fondo de su texto. Es claro que a mt deseo de reelaborar el hbro correspondia mi convenci~iento de que ello estaba po.stulado por la necesidad objettva de una obra cuya redaccton procedia del ano 1974. Finalmente, la preparacion de esta nueva edicion me ha brindado la ocasion de trabajar en la puesta al dia de toda la obra. He perseguido ese objetivo en varias direcciones. El lector sera, sin duda, consciente, ya a partir de las primeras paginas, de que mientras que la primera version corresponde a los anos de la exhortacion apostolica Marialis cultus de Pablo VI, esta nueva edicion ha de tener ademas, como PUnto de referencia, la encic1ica Redemptoris Mater de Juan Pablo II. Por otra parte, a 10 largo de la lectura de este libro ser.a facil c~~probar mi preocupacion permanente por qu~ la lllformacton sobre cada tema recogiera los estudios mas recientes, asi como el esfuerzo por transmitir esa informacion a cuantos la busquen en estas paginas. Tambien en esta edicion he aumentado muy deliberadamente el numero de textos del Nuevo Testamento que, por su importancia para la doctrina sobre Maria, estudio en el capitulo V. Son nuevos: El «Magnificat» (Lc 1,46-55); La segunda anunciacion a Maria (La profeda del an ciano Simeon: «Y a tu misma alma la traspasara una espada»: Lc 2,35); EI prologo del Evangelio deJuan (Tn 1,13, leido en singular, como parece que debe ser leido). En otras ocasiones, dentro de esta obra he anadido datos que me paredan utiles y enriquecedores para quien se acerca a ella. Pense, por ejemplo, que valia la pena informar de los contenidos teologicos de los documentos elaborados en la Comision ecumenica de los sucesivos Congresos Mario-

16gicos Internacionales (Zaragoza, ~alta,. Kevelaer, Huelva) des de 1979 a 1992; me crei tanto mas obhga~o a ofrece: ~sta informaci6n cuanto que. e? los congresos cltados preJ1d1/~ Comisi6n ecumenica y V1V1, por tanto, todas las fases e e a boraci6n de tales documentos. A la estructura del volumen he anadido ~na cuarta parte que faltaba hasta hoy en las ediciones. antenor~s. En ellas la parte conc1usiva era la tercera, es .dec1r, la ded1cada al estudio de los dogmas marianos (por Clerto, ya en la parte .t~~cera -y ello constituye tambier: una novedad de esta edlcIOn~ los dogmas marianos han sldo orden ados de modo que apa rezca claro que son cinco y no s610 cua~ro; a los c~atro ~r~~ d··1Clonaes. 1· Vt'rg1'n1'dadperpetua de Mana, Materllldad ., 1 -d1V1 d na Inmaculada Concepci6n, AsunCIOn c0,tpora , se ana e, co~o rasgo dogmarico de la figura de la VIrgen, la cooperaci6n de Maria en la obra de la salvaci6n que se expresa e,n el titulo de Nueva Eva). Habia, sin embaq~o! que .ser addmis conscientes de que la imagen que los catohcos tle~en e, a Santfsima Virgen implica mas rasgos que los, 9ue esbtan~tr~ctamente exigidos por el dep6sito de la fe ~at~hca so re , ana. Hay, ademas de elIos, ciertos tf.tulos atnbUldo~ ,a Man~ por los cat6licos que tienen una sena fundamentaclOn teoloE1c;, aunque no lIeguen a estar claramente P?stulados I:0r. a e . En esta linea he anadido un estudIO de dos tttulos de :~:~~~racterfsticas: «La mediaci6n de Marfa» (capitul? y «La realeza de Marfa» (capitulo XII). Estos, dos capttu os fueron publicados, por primera vez, como artlculos, respectivamente, en PONTIFICIAACADEMIA MARIANA INTERNATIONALIS,De cultu mariano saecul~s XI~-X.X. Acta Conwessus .Mariologici-Mariani Internatlonahs III ~anctuano Manano Kevelaer (Germania) anno 1987 celebratl, I (I~oma 199p 241262: «La proclamaci6n de la realeza de, Mana y los p an~eamientos de los escrituristas conte~P?~aneos», y en Semz,narium 27 (1987) 560-575: «La med1a~lOn ma~er~,a de la S!erva del Senor en el ambito de la Ulllca medlaclOn de Cr~sto (R. M. n.38-41)>>.Me ha parecido que para est.os,dos cal?ltulos debia conservar el texto tal y como se pub.11co,por pnmr ra vez, y no cargarlo con retoques que ter~lllanan comp 1cando la nitidez de las lineas de pensam1ento del texto

11)

mismo. d d" ,. t ono Como ya hice en la segun a e 1ClOn,cterra e~ a m, grafia con un capitulo conclusivo sobre «La ~anolog1a de

Jlian Pablo II et; su encic1ica Redemptoris Mater». Deseo con :obr~xrSar ~.1 volvu~tad de que mi pensamiento teol6gico P a antlS1ma 1rgen este en consonancia con el del apa .

. .S610 me queda des ear que estas paginas sean de al una utlhdad a cuantos lect~res se acerquen a elIas. Si contri;u ebar; a que Nu~stra Senora sea mejor conocida y amada ~anan consegmdo plenamente su finalidad. ' 1 dGrr;a~a, 8 de ~i~iembre de 2004, en 10s 150 anos de a ; 11l1ClOn dogmat1ca de la Inmaculada Concepci6n de M ana. CANDIDO POZO, 51

Facultad de Teologia de Granada

Cuando en 1974 se publicaba la primera edici6n de este libro, escribir un tratado de Mariologia I no era precisamente dedicarse a un tema «de mod a» entre te610gos cat6licos. Un autor que abordaba est a tarea -0 un profesor que en aquelIos anos daba comienzo a la ensenanza de cualquier curso mario16gico en una Facultad teol6gica- se sentia fuertemente impresionado por la conciencia del rapido cambio de acthud, en lectores u oyentes, que se habia producido en un periodo de anos relativamente breve. No habia pasado tanto tiempo desde cuando H. Lennerz empezaba sus c1ases de Mariologia en la Pontificia Universidad Gregoriana insistiendo con energia en la necesidad de construir una Mariologia verdaderamente cientifica, a la vez que exhortaba a evitar una facil tentaci6n hacia afirmaciones maximalist as por impulsos emocionales, pero sin una base positiva suficientemente salida; la Mariologia no podia tener un metodo teolagico distinto del de 10s demas tratados de Teologia; argumentaciones no validas, por insuficientes, en otros 1 Los comienzos hist6ricos de una Mariologia cientifica deben colocarse en Suarez, mas que en San Pedro Canisio. La obra de CANISIO, De Maria Virgine incomparabili et Dei Genitrice sacrosancta Ongoldstadt 1577), es, en el fondo, un escrito de controversia antiprotestante y no un tratado teol6gico sistematico. Cf. J. A. DE ALDAMA,«Piete et systeme dans la tyiariologie du "Doctor Eximius"», en H. DU MANOIR, Maria, o.c., II, 981-983; ID., «EI sentido moderno de la Mariologia de Suarez», en Actas del IV Centenario del nacimiento de Francisco Suarez (1548-1948), II (Burgos 1950) 55-73. La forma primitiva de las Quaestiones de Beata Maria Virgine de Suarez (explicaciones de clase en Roma durante el curso 1584-1585) puede verse estudiada y publicada por el mismo J. A. DE ALDAMA,«Un resumen de la primera Mariologia del P. Francisco Suarez»: ATG 15 (1952) 293-337. Sobre el pensamiento mariol6gico de Canisio d. A. TROLL, Studien zur Mariologie des hi. Petrus Canisius, 2 vols. (Augsburg s.a.). EI primero en haber utilizado el titulo de Mariologia parece haber sido PLAcIDO NIGIDO, Summa Sacrae Mariologiae (Palermo 1602); cf. A. SEGOVIA,«Nota sobre el autor y el contenido de la primera "Mariologia"»: EE 35 (1960) 287-311. Ofrece ulteriores datos para la historia del nombre R. LAURENTlN,«Ri:flexion sur un probleme du vocabulaire», en PONTIFICIA ACADEMIAMARIANAINTERNATIONALIS, De cultu mariano saeculis XII-XV, O.c.,

II,5-9.

tratados no tendrian por que aceptarse como s6Iidas en Mariologia 2. Sin intentar valorar aqui en todos sus matices la actitud n:ariol6gica de Le~mer~ -contribuy6, sin duda, en gran medI~a ,a que la MarIologia fuera estrictamente cientffica, pero q~Izas en la lucha por este noble ideal no supo evitar determmad~s exageraciones y una cierta rigidez J, en la cual tal vez se olvidaba que, por su conexi6n con la vida la doctrina n:ariana ~a sido campo privilegiado de un proireso dogmatICOno Slempre hecho por los te610gos, sino por el sentido d,: la fe del pueblo cristiano 4_, el profesor que en aquellos an os con;enzaba U?, curso mariol6gico, sabia perfectamente que una mtroducclOn de este genero era totalmente innecesaria. Mas aun, era consciente de tener incluso que justificar an~e no. poc.os de sus lect.ores 0 alumnos el porque de la eXIstencia misma de la MarIologia. La acusaci6n de K. Barth que considera a la Mariologia como una tumoraci6n del pensamiento teol6gic05, flotaba en el ambiente; y eran entonces bastantes los cat6Iicos que no eran insensibles a ella. Esta nueva actit';l? no I?odia, en modo alguno, invocar como. apoyo el ConcdlOyaucano II, el Coneilio que eseribi6 el prImer tratado concIlIar de Mariologia 6, ni tampoco el , Es caracteristica la insistencia en la necesidad de un metodo estricto en Mariologia, que LENNERZexp~esa en la introduccion a su De Beata Virgine, o.c., ~-.13. Ya en la p5 escrIbe que la Mariologia se rige por los mismos prInClplOSy, consecuentemente, se ha de proceder en ella con el mismo metodo que .se aplica en los demas tratados teologicos. A continuacion, aludiendo a determmadas producciones mariol6gicas de la epoca, afirma su conviccion de, que no es,s1;1perfluocomenzar recordando los principios fundamentales del metodo teologlco. J Cf. mi recension a la ultima edicion de su De Beata Virgine en RF 162 (1960) 313-315. ' '. «Si Ie sens d; .la foi affecte toute la tradition des doctrines revelees, il se mamfest'; ~lus specIalement dans I'evolution doctrinale du mystere de la Vierge», escnbla C. DILLENSCHNEIDER, Le senr de 10 foi et Ie progres dogmatique ... , o.c., 121. , «I?ie Mariologie ist eine Wucherung, d.h., eine krankhafte Bildung des theologlschen Denkens: Wucherungen miissen abgeschnitten werden», en fD., Die Klrchltche ~o$matlk, 1/2 (Zollikon-Zurich (1948) 153; d. fD., Ad limina Apostolorum (ZurIch 1967) 61-66. Para el conjunto de la posicion de Barth frente a Maria d. K. REISEN HUBER, Maria im theologischen VeTStandnis von Karl Bart!) und Karl Rohner (Friburgo-Basilea-Viena 1973) 13-63. LG c.8, n.56-69: AAS 57 (1965) 58-67. «Lo que es de verdad interesante es que esa exposicion doctrinal eel capitulo 8 de la Constitucion sobre la Iglesia], mirada en su conjunto, constituye un caso unico en la historia de los Concilios y aun en la historia entera del Magisterio eclesiastico. Los Concilios hasta ahora no habian hablado largamente de Nuestra Senora: Efeso esta unido

Magisterio eclesiastico posterior 7: en la historia de 10s simbolos de fe, una de las novedades mas notables del Credo de Pablo VI es «haber dedicado un apart ado especial a la doctrina sobre la Santisima Virgen» 8. EI fen6meno de un desinteres por 10 mariol6gico existente en determinados ambientes era posconciIiar s610 crono16gicamente, pero no en el sentido de representar una prolongaci6n 0 profundizaci6n del pensamiento del ConciIio 9. Dos aiios mas tarde de la primera edici6n del presente libro, un te610go protestante, H. Diifel, comentando la Exhortaci6n apost6lica Marialis cultus de Pablo VI, creia deseubrir, en el horizonte teol6gico cat6Iico, una vuelta del tema con la profesion de su maternidad divina, Letran con la de su virginidad perpetua, Trento con la de su inmunidad absoluta de pecado personal; Pio IX definio su concepcion inmaculada, Pio XII su glorificacion corporal, otros much os Papas propusieron a la Iglesia diversas verdades marianas. Pero hasta ahora no teniamos un documento del Magisterio que fuese la exposicion sistematica de una mariologia casi completa» {J. A. DEALDAMA, «(Avances de la Teologia Mariana en el Concilio Vaticano II?»: EstMar 31 [1968] 30). La declaracion del Concilio de no querer completam de Maria proponere doctrinam (LG 54: AAS 57 [1965] 59) se refiere a la doctrina de los teologos; con respecto a ella el Concilio es incompleto; pero esto no quita al capitulo su sentido de sintesis de doctrina de la Iglesia sobre Maria; d_ la explicacion de C. BALl, (c. A. DERIDDER,Maria als Miterloserin?, trad. alem. [Gotinga 1965] 167). Las motivaciones de suo