La perfección de nuestra fe

11 oct. 2014 - clase y que son aptos e inteligentes servirán como cebo para atraer a otros a nuestros anzuelos. Muchos no temerán su influencia, porque ...
63KB Größe 6 Downloads 77 vistas
COMENTARIOS DE LA LECCIÓN DE ESCUELA SABÁTICA IV Trimestre de 2014

La epístola de Santiago

Lección 2 11 de octubre de 2014

La perfección de nuestra fe Prof. Sikberto Renaldo Marks Versículo para Memorizar: “Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios” (Hebreos 12:2, NVI).

Introducción En estos tiempos en los que todo es relativo, en los que la fe se comprende de manera errónea, como si fuera una fuerza interior; en los cuales Dios es considerado meramente como amor, ya no como justicia; en los en nuestra iglesia se casan los principios de Dios con las miserias mundanas, por lo que también somos llevados a tolerar el mundo en nuestros hogares e iglesias, predicando lindas palabras que no conducen a ningún cambio en nuestra vida, el versículo central de esta semana nos insta a mirar fijamente al Autor y el Consumador de nuestra fe, a Jesucristo. Vivimos en una sociedad que nos va conduciendo a través de cambios graduales, poco perceptibles por los que han adoptado un estilo de vida liberal en lo que respecta a nuestras doctrinas y principios de fe, a ser cada vez más parecidos a la cultura del mundo. Es el poder del marxismo cultural, el cual desarrollaré más adelante, que viene provocando cambios en toda la sociedad occidental, destruyendo la familia y la religión cristiana. En este ámbito, no hay otra cosa para hacer que mirar con fe a Jesús. Hay una cosa más. Debemos ejercer gran responsabilidad para con los nuevos miembros de la iglesia. Ellos han ingresado conociendo muy poco de Jesús, y por eso observan y se basan en aquellos que ya están en la iglesia. En esto muchos son engañados por el mal testimonio, especialmente de la falta de humildad y sencillez. Desgraciadamente, muchos se convierten en nuestros hermanos para perderse dentro de la iglesia. Elena G. de White afirma: “’Pero antes de proceder a estas medidas extremas’ [palabras de Satanás hacia la hueste demoníaca sobre los planes para acabar con los que esperan la Segunda Venida] debemos ejercer toda nuestra sabiduría y sutileza para engañar y entrampar a los que honran el verdadero sábado. Podemos separar a muchos de Cristo por la mundanalidad, la concupiscencia y el orgullo. Se pensarán seguros porque creen la verdad, pero la complacencia del apetito o de las bajas pasiones, que confundirá el juicio y destruirá la discriminación, producirá su caída” […] Recursos Escuela Sabática ©

“"Usando a los que tienen una forma de piedad pero no conocen el poder, podemos ganar a muchos que de otra manera nos harían daño. Los amantes del placer más que amantes de Dios serán nuestros ayudadores más eficaces. Los que pertenecen a esta clase y que son aptos e inteligentes servirán como cebo para atraer a otros a nuestros anzuelos. Muchos no temerán su influencia, porque profesan la misma fe. Así los induciremos a sacar la conclusión de que los requerimientos, de Cristo son menos estrictos de lo que una vez creían, y que conformándose con el mundo podrían ejercer una mayor influencia sobre los mundanos. Así se separarán de Cristo; entonces no tendrán ninguna fuerza para resistir nuestro poder, y antes de mucho estarán listos para ridiculizar su primer celo y devoción” (Testimonios para los ministros, pp. 482, 483). “Los que representan falsamente a Cristo están colocando un molde equivocado sobre la obra; pues animan a todos los que están relacionados con ellos a hacer lo mismo. Por causa de sus almas, por causa de aquellos que están en peligro debido a su influencia, debieran renunciar a su puesto; pues aparecerá en el cielo el registro de que el obrador del mal tiene sus vestidos manchados con la sangre de muchas almas. Él ha hecho exasperar a muchos, de manera que han abandonado la fe; otros han sido imbuidos de sus propios atributos satánicos, y el daño realizado es imposible de estimar. Únicamente los que ponen de manifiesto que sus corazones son santificados por medio de la verdad deben ser retenidos en puestos de confianza en la obra del Señor” (Ibíd., pp. 265, 266). Tenemos una gran responsabilidad en el perfeccionamiento de nuestra fe, justamente en un tiempo en el que Jesús está volviendo, en los que el mundo necesita de la predicación a través de las palabras, y también en el estilo de vida. ¡Reflexionemos bien en esto!

La fe perdura Jesús fue el ser humano que más pruebas debió enfrentar a lo largo de su vida. Nadie fue, o está siendo, o será probado con mayor intensidad que nuestro Salvador. El ejemplo que Él nos da es que el resultado de lo que Él debió experimentar es grandioso: Él hoy es el Rey del Universo, Salvador de la humanidad, y tiene el derecho de resucitar a pecadores arrepentidos que han muerto. En nuestro caso no es muy diferente. Las pruebas ocurren, tal como lo enseña la lección, para fortalecer nuestra fe. Esto significa que estamos siendo preparados para ser ciudadanos del Reino de Dios para la eternidad. Allí no entrarán los que sean débiles en la fe, personas que tengan dudas acerca de Dios, que no lo conozcan, o que no confíen en Él. Además, todo lo que se desea lograr en este mundo involucra esfuerzo y, a veces, sufrimiento. Siempre debe trabajarse mucho para ser alguien, o para tener algo. Hay excepciones, por supuesto, como aquél que gana una lotería, o recibe una herencia. Pero normalmente, aun así, eso le ha costado trabajo a alguna otra persona, o a muchas. Las pruebas existen para perfeccionarnos. Así como sucede en la vida profesional, también ocurren en la vida espiritual. Somos probados por Dios, o Él simplemente permite que nos sobrevenga alguna dificultad para que, siendo perfeccionados, seamos fortalecidos en nuestras convicciones. Es en las pruebas que podemos tener experiencias más sólidas con nuestro Salvador. Recursos Escuela Sabática ©

En estos días estamos inmersos en un ambiente cultural peculiar en la historia de la humanidad. Estamos en tiempos en los que es muy fuerte la influencia del “marxismo cultural”. Muy pocos saben lo que es esto, como también son pocos los que nunca han sido influenciados por ese poder, que comenzó en la así llamada Escuela de Frankfurt. Dejando de lado algunos detalles, el marxismo cultural fue una idea desarrollada para resolver el problema del fracaso de la expansión del comunismo entre los países europeos y América. Intelectuales comunistas llegaron a la conclusión de que eran la familia y la iglesia, principalmente, los que estaban obstaculizando la expansión del comunismo, por lo que esas entidades debían ser aniquiladas. En occidente estaba presente un modelo cultural denominado greco-romano judeocristiano, el cual existe hace más de dos mil años, y no sería con una revolución armada que se exterminaría ese poder. Por lo tanto, llegaron a la conclusión que el cambio debía ser lento, gradual, imperceptible, a lo largo de tres generaciones. Y así está ocurriendo. Por ejemplo, hace unas pocas décadas, ¿cuál era el poder de los homosexuales? Y hoy, ¿cuál es? Hoy tienen más derechos que los heterosexuales. La familia está siendo alterada, los conceptos hay cambiado a lo largo de las últimas décadas. El matrimonio ha sido banalizado, la educación de los hijos, dejada de lado. El movimiento feminista ha ganado poder, el derecho de los criminales son cada vez mayores, y los que pagan sus impuestos tienen temor. Las drogas han ganado terreno, las autoridades hacen de cuenta que las combaten, pero en realidad quieren liberarlas. Unos pocos ejemplos de las acciones del marxismo cultural, que batalla para erradicar la religión, el cristianismo, y entre él, a la iglesia adventista del séptimo día, que tiene el poder del Espíritu Santo, del Rey del universo. Ante esta realidad, surge una pregunta: ¿Estamos siendo, tú y yo, llevados por la ola de los cambios graduales, los cuales son imperceptibles para los desatentos? ¿Estamos dirigiéndolos hacia dónde va la mayoría? ¿Cómo están nuestras familias? ¿Y nuestras costumbres? ¿Sabes?, la música rock forma parte de la acción del marxismo cultura, para uniformizar el gusto por el arte. Y ella, sin duda alguna, está ganando terreno entre nosotros, los adventistas. Pensamos que estamos alabando con ella, pero la batería ejecuta un ritmo que, podríamos decirlo así, es la puerta de entrada para la música rock, con un ritmo repetitivo que se destaca por encima de los demás instrumentos. Así es como el marxismo cultural desea conquistar a los jóvenes, y el Espíritu Santo no tiene nada que ver con esta “onda”. ¿Qué diría Santiago hoy sobre la moderna situación de la espiritualidad del pueblo de Dios en estos tiempos finales? Podemos descubrirlo, estudiando bien esta epístola.

Perfección Edward Demming, el así llamado “papa” de la Calidad Total, enseñó a los japoneses algo que hoy está en vigencia en empresas de todo el mundo: la “mejoría continua”. Él afirma, y las empresas lo han adoptado, que todo puede ser constantemente perfeccionado. Así, la industria fabrica artículos de excelente calidad, durables, confiables y con muchos años de garantía. Hace unos días atrás compramos un filtro de agua para colocarlo como si fuera una canilla, o grifo, cuya garantía es de 12 años. En ese tiempo, el aparato normalmente no debería dar problemas. Hay fábricas de automóviles que ofrecen una garantía de cinco años; otras, de hasta seis. Esto es fruto de la “mejoría continua”, idea de Demming. ¿Cuál es la garantía de un siervo de Dios? Por las enseñanzas de Jesús y de Santiago, vamos rumbo a la perfección, a través de un proceso de “mejoría continua” (o vida de Recursos Escuela Sabática ©

santificación o transformación), hasta que en un determinado día, el Señor Jesús vuelva, complete en nosotros lo que falte para que seamos definitivamente perfectos. Bueno es percibir cambios hacia lo que es mejor en nuestro carácter, en nuestras costumbres y relaciones. Pero también debemos velar para que no nos volvamos arrogantes y orgullosos, a punto tal de pensar que ya estamos listos, que ya hemos logrado la perfección. Esto es un peligro, pues si fuera así, entonces estaríamos simplemente perdidos, puesto que sólo tendremos la perfección cuando Jesús nos la provea en su Segunda Venida. La idea de que somos superiores a otros es muy común en nuestro mundo, y debemos huir de ella. Eso es lo que sucede, por ejemplo, con el uso de recursos mundanos para destacarnos por encima de los demás. “Al contemplar al Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo, halla la paz de Cristo; porque el perdón está escrito, junto a su nombre, y él acepta la Palabra de Dios: ‘Vosotros estáis completos en él’ (Colosenses 2:10). ¡Cuán difícil es para la humanidad por largo tiempo acostumbrada a acariciar dudas, entender esta gran verdad! Pero ¡qué paz trae al alma, qué energía vital! Al mirarnos a nosotros mismos en busca de justicia por medio de la cual hallar aceptación ante Dios, mirarnos en la dirección equivocada, ‘por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios’ (Romanos 3:23). Debemos mirar a Jesús; porque ‘nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen’ (2 Corintios 3:18). Ustedes han de hallar su plenitud contemplando al Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” (Fe y obras, pp. 112, 113).

Pedir con fe “Si alguno necesita sabiduría, pídala a Dios, quien da a todos generosamente, y sin reprochar. Y le será dada. Pero pida con fe, sin dudar; porque el que duda es semejante a la ola del mar, que es movida por el viento y echada de un lado al otro” (Santiago 1:5, 6). El apóstol está apelando a que busquemos la sabiduría. Y para buscarla, antes debemos tener conocimiento, pues la sabiduría lo utiliza para sus propósitos. Es importante, por lo tanto, que distingamos la diferencia entre información, conocimiento y sabiduría. La información la encontramos casi en cualquier parte, especialmente en los libros, pero también en la naturaleza. Está disponible para todos los que la deseen. Para obtenerla, leemos en los libros, que es una especie de investigación, o la estudiamos directamente en la naturaleza. También la podemos escuchar de otras personas, etc. Cuando buscamos información, lo que obtenemos es conocimiento. La información adquirida se transforma en conocimiento en la mente humana. Sólo el cerebro humano posee conocimiento, además, obviamente, de Dios. No hay conocimiento en los libros y en la naturaleza, pues solo una mente inteligente es capaz de saber, de conocer, de encarar la información, transformarla, y de generar nuevas cosas con ella. A su vez, la sabiduría es la capacidad de hacer buen uso del conocimiento. Conduce a la persona a tomar buenas decisiones, a inventar cosas que beneficien a los demás. Por ejemplo, la invención del avión fue un acto de la sabiduría. Así podemos decirlo también en el caso del teléfono celular, del microondas, etc. La sabiduría también es la capacidad de discernimiento, entendimiento, comprensión, para tomar buenas decisiones. La sabiduría, en definitiva, es divina. Es principalmente la capacidad de amar a Dios por encima de todo y de amar al prójimo como a uno mismo, o como Jesús nos amó. Es la capaciRecursos Escuela Sabática ©

dad de valernos de lo que sabemos para hacer el bien a los demás, de promover el amor entre las personas. Dios es el Sabio supremo porque tiene infinito conocimiento, y siempre lo utiliza para hacer el bien, incluyendo el crear vida. Dios mantiene todo en la perfección, con excepción de este mundo, a causa del pecado, porque es sabio, o sea, porque ama. Ser sabio y amar significan lo mismo. Existe la antítesis de la sabiduría, que es la astucia. Los astutos actúan de manera contraria a la de los sabios. Quieren todo para sí mismos, y no les importa si con ello perjudican a alguien más, ni siquiera si otra persona muere. Como dice Mateo 24:12, el amor de casi todos se enfriaría hacia el final de los tiempos. Esto quiere decir que en estos días está faltando sabiduría. Y ella proviene exclusivamente de la Palabra de Dios, y es de la naturaleza, donde existe, que hay mucha sabiduría para obtener. La fuente de la sabiduría, así como del amor, es exclusivamente Dios. La lluvia es un acto de sabiduría, pues ella posibilita la vida aquí en la tierra. Desgraciadamente, a causa de la actitud humana, la lluvia ya no funciona de manera óptima. La producción de frutos de parte de las plantas es otro acto de sabiduría, pues nos alimentamos de ellas. La sabiduría, en su excelencia, hace el bien a otros, y no pide nada a cambio. Por lo tanto, en este mundo eso es imposible, puesto que hay pocas cosas que podamos hacer sin cobrar algo: vivimos comprando y vendiendo. Contradictoriamente, Satanás promoverá un decreto que resultará en un tiempo en el cual se explicitará la gran sabiduría divina. Habiendo sido prohibido al pueblo de Dios comprar y vender, el Creador lo sustentará por la Providencia de su poder sin que sean necesarios recursos y costumbres terrenales. Viviremos sólo por la fe, o sea, según la sabiduría divina. Pero necesitamos prepararnos para ese tiempo, siendo hoy cada vez más sabios. Esto significa que cada día debemos lograr vivir haciendo más el bien a los demás, sin que cobremos alguna cosa por ello. Debemos especialmente llevarle el conocimiento de la vida eterna a nuestros semejantes, así como nosotros ya la hemos recibido de gracia.

La otra cara de la moneda ¿Cuál es la contracara de la fe? ¡La duda! Pero no cualquier duda. Podemos sentirnos inseguros a causa de la falta de experiencia, de falta de conocimiento, por estar débiles de salud, porque alguien nos ha dejado tristes o inseguros, etc. La Lección no hace referencia a esas clases de dudas, que son más fáciles de superar. Se refiere a la duda provocada por la rebeldía, que presta atención a los deseos que “yo” quiere, a lo que a “mí” me gusta, a la que coloca “mi voluntad” por encima de la voluntad de Dios. Es la duda que coloca a Dios en un segundo plano, inferior a lo que nosotros deseamos. Analicemos lo que le ocurrió a los israelitas, a las puertas de Canaán, luego de retorno de los doce espías, con su informe positivo. Ellos habían vencido, por el poder de Dios, a los poderosos egipcios, mucho más fuertes que aquellos cananitas. Esos egipcios habían terminado ahogados en el Mar Rojo. Antes, Dios había humillado al faraón con las diez plagas. A lo largo del trayecto en el desierto, pudieron sentir, y hasta ver, la presencia protectora de Dios. Entonces, ¿por qué dudaron, pensando que Dios no era capaz de darles la tierra prometida, que estaba frente a ellos? Dudaron porque unos pocos, influyentes formadores de opinión, pero dirigidos por Satanás, inflamaron la duda entre ellos, alarmándolos, diciendo que sería desastroso intentar entrar en aquella tierra. Esa es la duda de la rebeldía, cuando sabiendo que algo es poRecursos Escuela Sabática ©

sible, se decide pensar que no lo es. El pueblo temió, fruto de la rebeldía. Tomaron una decisión contra las evidencias, a la historia pasada, a las promesas divinas. Por lo tanto, no merecieron entrar, sino morir, que fue finalmente lo que sucedió. Cuando recibieron el veredicto de su obstinación, de que morirían en el desierto, de que sus hijos entrarían pero ellos no, entonces nuevamente actuando en contra de lo que Dios había decidido, resolvieron, por cuenta propia, invadir la tierra prometida, y fueron derrotados vergonzosamente. Y yo me pregunto: ¿Cuál habría sido la decisión de Dios si tan sólo se hubieran postrado humildemente y pedido perdón por su rebeldía? Estoy seguro de que Dios los habría perdonado, y en esos días habrían conquistado la tierra prometida. Pero ellos continuaron actuando con rebeldía. Es exactamente eso lo que Satanás desea: actuar siempre contra la voluntad de Dios, para que Él no pueda perdonarnos. Cada vez más debemos vivir por la fe. Tal como lo explica la lección, más importante que el tamaño de nuestra fe es en Quién confiamos. En rigor de verdad, no es la cantidad de fe lo que nos da poder, no es cuánto yo me esfuerzo “para creer”, sino el infinito poder de Dios el que resuelve nuestros problemas. En estos últimos días, debemos aprender a vivir cada vez más por la fe, y depender cada vez menos de nuestro salario, de la chequera, de la tarjeta de crédito. Más oración y experiencia con Dios, menos seguridad en los recursos del mundo.

El rico y el pobre En este mundo, el cual el diablo afectó con su maldad, mientras dure habrá ricos y pobres. Los pobres están en esa condición generalmente por faltas de oportunidades, ya sea de educación para la vida, ya sea de percepción acerca de cómo obtener mayores recursos. Hay personas, por ejemplo, que tienen una gran capacidad para identificar oportunidades, inician un negocio, y les va bien. Otras viven siempre dependiendo de sus amistades. Así fue desde la Antigüedad. Muchas personas dependieron siempre de la caridad de los más pudientes. Por otra parte, aquellos que les ha ido bien en la vida, que se han enriquecido, en muchos casos se creen superiores. Con excepciones, procuran siempre ganar más dinero, tener mayor poder, a veces hasta perjudicando a otras personas. Es el afán por el lucro, la ambición de tener más, de tener mayores ventajas. Cuán bueno será cuando estemos salvos vernos libres del conflicto de tener siempre más, sin nunca contentarse con lo que ya se tiene, sin importarnos de los que tienen poco, a punto tal de que viven mal. Santiago abordó este tema. Al comienzo del capítulo 2, el apóstol trata acerca de la vergonzosa cuestión de hacer “acepción de personas”, a través de la cual se privilegiaba a los ricos en detrimento de los pobres. Un rico que entra en la iglesia es bien tratado, mientras que el pobre que hace lo mismo, es ignorado. Santiago enseñó que el pobre muchas veces tiene más fe que el rico, porque vive dependiendo de la protección divina. En muchos casos, el pobre debe orar más, luchar con Dios para poder superar sus limitaciones, y así desarrolla el sentido de necesidad del Creador. El pobre debería aprender del rico acerca de cómo ser más espabilado en esta vida, y volverse independiente económicamente hablando, pero el rico debería mirar al pobre para volverse más humilde y perder la arrogancia, en caso de que tenga esos problemas. Recursos Escuela Sabática ©

Resumen y aplicación del estudio I.

Síntesis de los principales puntos de la lección 1. ¿Cuál es el principal enfoque? Jesús es el “Consumador” de nuestra fe. ¿Y qué significa esto? El que completa, o perfecciona, el que ejecuta la fe en nosotros. Él hace que la fe se cumpla en nosotros. ¿Y cómo lo hace? A través de las enseñanzas bíblicas, y en muchos casos, por la vida práctica, a través de pruebas, las cuales son poderosas para enseñar paciencia y perseverancia, las cuales –a su vez– nos conducen a la sabiduría y la madurez espiritual. O sea, es a través de las pruebas que nos fortalecemos, que aprendemos a depender de la fe y a vivir con Dios. 2. ¿Cuáles son los tópicos relevantes? Las pruebas son el elemento esencial para ejercitar y fortalecer la fe. Para eso necesitamos tener paciencia a fin de aguardar el final de la prueba. Esta espera no significa quedarse sin hacer nada, sino actuar especialmente en beneficio de otros. Así se crece en la confianza en Dios. 3. ¿Has descubierto otros puntos que podrías añadir? ________________________________________________________________ ________________________________________________________________

II. ¿Qué cosas importantes podemos aprender de esta lección? •

La práctica de la fe, la cual involucra pruebas, produce conocimiento, sabiduría y madurez espiritual. Eso significa que, a diferencia de lo que se señala en Oseas 4:9, no pereceremos por falta de conocimiento, sino que tendremos el conocimiento de la verdad para que, con sabiduría, decidamos por lo que es correcto, que es en eso que consiste la madurez espiritual.

1. ¿Qué aspectos puedo agregar a partir de mi estudio? ________________________________________________________________ _________________________________________________________________ 2. ¿Qué medidas debemos tomar a partir de este estudio? No debemos quedar atrapados en las riquezas y los atractivos del mundo, pues eso genera dependencia, como si fueran drogas. Debemos ejercitar la fe diariamente, a través de experiencias reales de vida, para fortalecernos, creer y confiar en Dios. 3. ¿Qué es lo bueno en mi vida que me propongo a reforzar y lo malo para cambiar? _________________________________________________________________ _________________________________________________________________ 4. Comentario de Elena G. de White Recursos Escuela Sabática ©

“A cualquier lugar donde seamos llamados por la providencia de Dios, podemos esperar confiadamente que Dios será nuestro ayudador. No debemos ser un juguete de las circunstancias, sino colocarnos por encima de ellas... Cuando seamos colocados en una posición difícil, y encontremos a nuestro alrededor cosas que no nos agradan, que prueban nuestra paciencia y nuestra fe, no debemos hundirnos en la impotencia, sino aferrarnos más firmemente de Dios, y probar que no estamos fijando nuestros afectos en las cosas de la tierra, sino en las cosas de arriba; que estamos contemplando a Jesús, el autor y consumador de nuestra fe. Jesús debe ser el principio y el fin, el primero y el último. Él debe ser nuestra fortaleza en todo tiempo de prueba” (The Signs of the Times, 9 de enero de 1893; citado en Nuestra elevada vocación, p. 341). 5. Conclusión general Cuanto mayor sea la confianza en Dios, mayor será la fe; más conocimiento tendremos, más sabiduría para conducir nuestra vida en coherencia con los principios divinos, mayor será la madurez espiritual. En síntesis, más firmes estaremos del lado de nuestro Salvador. 6. ¿Cuál es el punto más relevante al que llegué mediante este estudio? _________________________________________________________________ _________________________________________________________________

Prof. Sikberto R. Marks Traducción: Rolando Chuquimia RECURSOS ESCUELA SABÁTICA © [email protected]

Recursos Escuela Sabática ©