la joven del palacio - OTSIERA

partir de una historia extraída del Zohar: una obra de la tradición judía, escrita en Castilla ... Jeroglíficos de: monopatín, soldado, baloncesto, recuerda, Ramón, ...
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¿Y TÚ QUÉ ME CUENTAS?

LA JOVEN DEL PALACIO Guía de trabajo

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¿Y TÚ QUÉ ME CUENTAS?

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Unidad 4: LA JOVEN DEL PALACIO

PRESENTACIÓN

Esta unidad nos acerca a unos textos especiales: los libros sagrados, las Sagradas Escrituras de las distintas tradiciones religiosas. Se trata de unos textos eminentemente simbólicos que, como tales, pueden transmitir múltiples significados; pues los símbolos, como los cristales de los caleidoscopios, tienen el poder de evocar varios niveles de significación. Leídos en clave de crónica histórica o de descripción conceptual, presentan las mismas dificultades que generaría la interpretación de un poema como si fuera una descripción. Se encuentran más cerca de los poemas que de las descripciones y las crónicas, y es desde la atención poética desde donde pueden continuar dando fruto y permanecer vivos. Desde otro nivel de lectura sólo pueden hacer el papel de testigos residuales de un pasado cada día más lejano. Pero esa aproximación no es tarea sencilla, pues los “libros sagrados” recogen textos de naturaleza muy variada. Son obras que presuponen y refuerzan las construcciones culturales del entorno que las vio nacer; matizándolas o añadiendo nuevas valoraciones, orientan -u orientaban- al grupo social a la vez que ponían de relieve aspectos “intangibles” de la realidad. Textos que no entran a discutir algo que resultaba obvio para cualquier oyente: el origen sobrenatural de un mundo regido por fuerzas sobrenaturales. Nacidos en el seno de determinadas cosmologías y antropologías (que generalmente recogen y refuerzan, o matizan y limitan), transmiten valoración: remarcan las actitudes humanas que permiten participar en un funcionamiento armónico, al tiempo que celebran la existencia, que invitan a “abrir los ojos” a la realidad, a vivir en plenitud, a descubrir “el corazón que late en el seno del Universo”-sirviéndonos de una expresión de Raimon Panikkar-. Insistimos, no es tarea sencilla porque demasiado a menudo han sido leídos e interpretados al pie de la letra, olvidando el espíritu que los animaba -en su nombre se ha justificado mucha violencia y mucha ignorancia-, y nos llegan arrastrando el fardo de todas esas lecturas. Podríamos decir que son como unas vasijas han quedado obsoletas, pero no querríamos perder el agua que ofrecían. Para poder probar el “agua” se requiere liberarla de lecturas anquilosantes; e, importante: desarrollar y afinar la atención intuitiva, poética, imaginativa, la misma que permite “comprender” una obra de arte o un poema. Por todo ello el itinerario arranca con una serie de actividades introductorias que tienen por objetivo mostrar que para establecer comunicación no basta con recibir un mensaje; hay que conocer la clave que permite descifrarlo, saber qué tipo de código de comunicación utiliza. Una vez preparado el terreno, llega el momento de presentar los así llamados “textos sagrados”, a partir de una historia extraída del Zohar: una obra de la tradición judía, escrita en Castilla en el siglo XIII (ver más información en el apartado de Información complementaria de esta Guía). El relato nos puede ayudar a introducirse en un tipo peculiar de lectura, y a mostrar que se relaciona con un acercarse con interés y tenacidad, y desde el convencimiento de que esconden algo que vale la pena.

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¿Y TÚ QUÉ ME CUENTAS?

La lectura del texto irá acompañada de actividades para presentar algunos de estos “libros especiales”, relacionándolos con lo aprendido en Unidades anteriores. Finalmente, el último tramo nos pondrá en contacto con algunos elementos de la tradición religiosa judía y podrán explorar algunos pequeños textos de sabiduría de esta tradición.

OBJETIVOS • Introducir al aprendizaje de la lectura e interpretación del lenguaje simbólico. • Dar a conocer los principales libros sagrados de las tradiciones: hindú, judía, cristiana y musulmana. • Presentar algunos aspectos relacionados con la tradición religiosa judía. • Leer algunos textos “especiales” e invitar a descubrir su significado.

CONTENIDOS • Enigmas, códigos secretos, “palabras pista” • El lenguaje simbólico • Los libros “especiales”, sagrados: los Vedas, el Tanak, la Biblia, el Corán • Diferentes aspectos del judaísmo: rabí, los rollos de la Torá, la sinagoga, la presencia judía en la Península ibérica (Sefarad).

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Unidad 4: LA JOVEN DEL PALACIO

ACTIVIDADES

ACTIVIDADES PREVIAS: Códigos secretos, palabras enigma Iniciaremos el itinerario con algunas actividades previas lúdicas que nos permiten atender a los usos del lenguaje. Descifrar jeroglíficos, descubrir algunos códigos, interpretar y comentar frases hechas, ver una palabra conocida escrita en diferentes idiomas, leer palabras que quedan lejos de nuestro vocabulario habitual... En definitiva estas actividades iniciales, con los comentarios y reflexiones que vayan generando, pretenden propiciar el poder darse cuenta de que hay diferentes lenguajes o formas de comunicar, y que necesitamos aprender a conocerlos y a usarlos para poderlos interpretar y comprender. Ofrecen también la oportunidad de poder incorporar con cierta naturalidad expresiones como “palabra enigma”, “palabra pista”, “código secreto”, para referirnos a textos no fundamentalmente descriptivos que se sitúan en clave poética simbólica, y que piden una cierta actitud de investigación y una manera de leer abierta, sensible, intuitiva, imaginativa... para poder captar sus mensajes. 1. Escribiremos en la pizarra: --

PAPALAPABRAPAS

--

JENRONGLÍNFINCOSN

--

LUS LUBRUS USTUN LLUNUS DU PULUBRUS

Preguntaremos por su significado, dejando el tiempo necesario para descifrarlo. Una vez hecho, nos pararemos a reflexionar y comentar sobre lo que nos ha servido de pista para conseguirlo. Jugaremos a escribir nuestros nombres u otras palabras aplicando los nuevos códigos y comentaremos el porqué ahora hacerlo y entender lo que escribimos. 2. A continuación dejaremos un tiempo para descifrar los jeroglíficos que tienen en el Cuaderno , para después comentar el proceso que ha seguido cada uno para lograrlo --

Jeroglíficos de: monopatín, soldado, baloncesto, recuerda, Ramón, camaleón, amor, mariola.

Si se ha despertado interés, se podría invitar a crear o buscar alguno más. 3. ¿Qué querrán decir estas frases hechas? --

Tirar la casa por la ventana.

--

Morderse la lengua.

--

Tener la cabeza a pájaros.

--

Subirse la mosca a la nariz.

--

Dar en el clavo.

--

Ponerse las botas.

--

Ir de 21 botones.

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¿Y TÚ QUÉ ME CUENTAS?

De qué se trata, ¿de entender las palabras o de entender lo que quieren decir aquí? Hablamos de ello. En esta actividad lo más importante será ayudar a ver la diferencia entre el significado literal (podrían dibujarlo) y el significado que han ido adquiriendo esas frases, y descubrir su fuerza expresiva cuando somos capaces de interpretar su significado. 4. Las palabras. Les pediremos que subrayen las palabras que no entienden.

maison trébedes aventar

house abejorro ladrar

casa

huis (en neerlandés)

zepelín tuitear

yak forjar

(en árabe)

(en chino)

trapero barritar

• ¿Las entiendo? ¿No? ¿Por qué? • ¿Qué ha pasado? • ¿Por qué no has podido entender algunas palabras? Una vez más, se trata de ayudarles a darse cuenta de la importancia de conocer el código para acceder al significado. Ese código puede ser un determinado idioma, pero también es importante darse cuenta de que según lo que se hace, donde se vive, de qué se trabaja..., se usan unas palabras u otras y poco a poco el lenguaje va cambiando. Si se ha generado interés por el tema podemos tirar un poco más de él y pensar entre todos más ejemplos de vocabulario reciente. Y, al revés: también podría ser interesante recoger de los mayores palabras en desuso, o desconocidas, y traerlas a clase.

5. Palabras especiales, palabras enigma. Se trata de poder hablar con naturalidad y respeto de algunas palabras vinculadas al ámbito religioso, o de un lenguaje más abstracto y sutil, que expresen a su manera la idea que tienen de lo que significan, qué saben de ellas. Las podemos presentar como palabras enigma en el sentido de que no hay una única manera de entenderlas y explicarlas... Palabras que tienen un significado importante para muchas personas; palabras que parecen desplegarse, que a medida que uno se hace mayor va descubriendo más aspectos de ellas, palabras que no se agotan. Las seis palabras de la sopa de letras podrían ser un punto de partida, e invitar a pensar en otras que les puedan sonar y parecer igual de “enigmáticas”, respetando las distintas aportaciones. Esa pequeña lista ya puede quedar abierta e irse ampliando en otros momentos en los que aparezcan palabras de ese estilo.

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Unidad 4: LA JOVEN DEL PALACIO

A

A

F

C

J

E

FELICIDAD

M

U

E

R

T

E

ÁNGEL

L

K

L

Z

A

P

E

C

I

S

C

R

G

Q

C

E

I

U

N

T

I

D

E

S

A

K

D W

L

O

Y

Z

A

M O

R

A

B

D

C

Z

D

AMOR MUERTE CIELO PAZ

• Y como síntesis de la actividad, pensaremos y comentaremos estas frases, proponiéndoles que señalen aquellas con las que estén de acuerdo. Es difícil explicar qué quieren decir estas palabras.



Hay muchas maneras de entenderlas.



A medida que las piensas y te haces mayor las puedes entender más. Todo el mundo las entiende de la misma manera.



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¿Y TÚ QUÉ ME CUENTAS?

LECTURA DEL TEXTO De nuevo Muchaescucha pondrá a los niños y niñas en contacto con un texto de sabiduría; en este caso proviene de la tradición religiosa judía. Y como siempre, será importante crear las condiciones adecuadas para la lectura y predisponer a descubrir qué nos querrá contar. Al igual que las palabras enigma, la narración puede desplegarse y entenderse más si se pone interés en ello. Tomado al pie de la letra, el texto cuenta una historia, pero ¿qué mensaje nos quiere hacer llegar? ¿en qué nos hace pensar? Eso habrá que descubrirlo.

LA JOVEN DEL PALACIO Hoy os presento esta antigua historia que contaba Rabí Moisés ben Sem Tob, hace mucho tiempo, en la ciudad de León donde vivía. A ver qué os parece. (“Rabí” quiere decir maestro, en hebreo.)

Escondida en un palacio, vivía una joven bonita por dentro y bonita por fuera. Era una chica preciosa. La gente pasaba una y otra vez por delante del muro del palacio sin ni sospechar su presencia, sin prestar ninguna atención a aquellas piedras. Salvo un joven que pasaba por ahí cada mañana. Algo le hacía sospechar que esos muros guardaban un secreto; no sabía qué podía ser, pero estaba seguro de ello. Miraba con interés las piedras, las ventanas, a ver si le revelaban algo. Aunque no descubría nada, cuanto más se fijaba, más convencido estaba de que no se equivocaba: detrás de aquellos muros había algo de valor. Un tesoro, quizás. La joven se había dado cuenta del interés con el que miraba aquel chico. Y decidió dejarse ver. Una mañana, cuando él pasó, se acercó un momento a una ventana y lo saludó. ¡Qué salto le dio el corazón! Desde entonces, cada mañana, cuando la mirada del joven la buscaba, ella se acercaba a alguna ventana y le enviaba un saludo. Mientras tanto, la gente seguía pasando, calle arriba, calle abajo, sin ver más que un oscuro muro de piedras. Rabí Moisés ben Sem Tob decía que con las Escrituras pasa algo parecido a lo que cuenta esta historia. Sólo muestran el tesoro que esconden a quienes buscan con interés una y otra vez, sin rendirse a la primera dificultad, ni conformarse con lo que ven en un primer vistazo.

(Esta historia se puede encontrar en el Sefer ha Zohar, que significa “Libro del Esplendor”. Este libro fue escrito en Castilla, en la ciudad de León, en el siglo XIII, por rabí Moisés ben Sem Tob, en gran parte)

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Unidad 4: LA JOVEN DEL PALACIO

Hablemos de la historia Será importante que la conversación que mantendremos sobre el relato favorezca la participación abierta de los niños y niñas; que noten que damos valor al esfuerzo individual por explicar, cada uno a su manera, lo que se ha entendido, aquello que la historia les haya podido sugerir. Acoger con respeto la diversidad de interpretaciones será fundamental en un proceso de aprendizaje de la lectura del lenguaje simbólico; un modo de comunicación que se caracteriza, precisamente, por esa diversidad de interpretaciones y conexiones a la que invita. Las siguientes preguntas pueden sernos de ayuda: ¿qué cuenta el relato? ¿qué nos quiere decir? Si tiramos un poco más el hilo invisible que hay detrás, ¿en qué nos puede hacer pensar? Las reflexiones después de la lectura deberían podernos ayudar a llamar la atención sobre que para comprender un texto, un mensaje, es preciso: --

Querer hacerlo, desearlo, querer aprender, poner interés.

--

Conocer o descubrir la clave, el código...

--

No basta con conocer las palabras, se trata de explorar qué nos quieren decir.

Proponemos ir un poco más allá, invitando a la experiencia personal comprobando si podemos encontrar mensajes ocultos que, a primera vista, podrían pasarnos desapercibidos. Lo probaremos en estas dos frases:

Cuanto más se comprende, más se ama; cuanto más se ama, más se comprende. (Rabí Hilel)

Los cabellos blancos son una corona de honor. (Proverbios 16, 31)

Unos momentos iniciales de silencio, pueden ayudar a prepararse para la lectura de estas frases y la reflexión sobre el significado de su mensaje. Invitaremos a sentarse bien, a ponerse a punto para poder escuchar de verdad y que el texto pueda llegar bien dentro. Después iremos leyendo las frases poco a poco, dejando que resuenen en cada uno. Finalmente, dedicaremos un tiempo a la puesta en común. Puede ser también una buena ocasión para dibujar y plasmar en imágenes aquello que un texto haya podido sugerir (ideas, asociaciones…).

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LOS LIBROS ESPECIALES El siguiente paso será hablar sobre los libros especiales presentando cuatro de ellos: los Vedas, el Tanak, la Biblia y el Corán. Se trataría de encontrar maneras de despertar alguna curiosidad o expectativa en relación a estos libros. Hacerles ver que recogen la sabiduría de muchas personas que nos han precedido a lo largo de los siglos. Gente que ha intentado explicarnos su experiencia y el profundo valor de la vida, con palabras que a veces nos puede costar entender. Son algo así como un regalo que va circulando, de unos a otros. Acercándonos con respeto, confianza y agradecimiento los podremos explorar, y poco a poco los iremos entendiendo. A ver qué nos cuenta Muchaescucha.

Algo parecido a lo de ese chico y la joven del palacio, nos puede ocurrir a nosotros con algunos libros muy especiales. Misteriosas esas Escrituras de las que hablaba rabí Moisés…, ¿verdad? En mis viajes he conocido algún libro de ese estilo; y no son cualquier cosa, no… ¿cómo os lo explicaría yo? Casi siempre son libros grandes, a veces tienen formas algo raras, pero lo que les hace especiales no es su aspecto por fuera sino lo que llevan dentro. Se trata de libros antiguos, muy antiguos. Muchas de las cosas que cuentan, antes de ponerlas por escrito, ya llevaban largo tiempo viajando de palabra, de padres a hijos, de maestros a discípulos. Para muchas personas son libros muy importantes que no se cansan de leer una y otra vez. Incluso hay quien se aprende de memoria trozos muy largos. Les gusta leerlos a menudo porque siempre descubren algo nuevo. No todo lo que explican esos libros es fácil de entender, ni todo el mundo está de acuerdo con el significado de sus palabras. ¡Qué libros tan extraños! A veces, las distintas opiniones acaban en discusiones, incluso en peleas, ¡y en peleas muy fuertes!. Esto ocurre cuando alguien quiere tener la última palabra, sin darse cuenta de que se trata de libros especiales; de unos libros que ofrecen mensajes de muchos tipos, y que todo depende de quien los escuche y como lo haga. He aquí algún ejemplo: - El libro más especial para el rishi Varuna, de la India, son LOS VEDAS. - Rumí, el derviche de Turquía, valoraba mucho el CORÁN, tanto que se lo sabía de memoria, de la primera letra hasta la última. - Rabí Moisés de León enseñaba a sus discípulos a explorar el TANAK, que no es un solo libro sino varios. - Además, muchos de los libros del Tanak los podemos encontrar en otro libro especial del que quizás ya ha oído hablar: la BIBLIA. ¡Os lo explicaré más despacio!

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A continuación podemos comentar un poco toda esta información, con preguntas como: • ¿Conoces alguno de estos libros? • ¿Qué querrá decir con lo de que son libros especiales? • Muchaescucha dice que al leerlos siempre se descubren cosas nuevas. ¿Puede ser? ¿Te ha pasado alguna vez? Después ampliaremos un poco la información de estos libros especiales y podremos leer un pequeño fragmento de cada uno. Aunque sean textos cortos, valdrá la pena cuidar la lectura para facilitar su comprensión. Al final, cuando se hayan leído todos, se puede dedicar un rato a comentar de qué nos hablan y si encuentran algún parecido entre ellos.

Los VEDA: son cuatro libros que se llaman “Veda”, que significa “sabiduría”. Reúnen unos himnos muy, muy antiguos, de la India, y son muy importantes para el hinduismo. Es el más antiguo de los libros especiales que os explicaré: tiene unos 3.000 o 3.500 años. La amplia y generosa Tierra nos da prosperidad. Reposo sobre la tierra marrón, negra y roja, sobre la firme tierra multicolor, sin destruirla, ni herirla. Que la fuerza nutritiva de la Tierra nos haga prosperar, y que ella también prospere. Ella es la madre, yo su hijo. (del Atharva Veda, XII, 1)

El TANAK es el nombre del conjunto de los tres libros especiales del pueblo judío, en los que se recoge la historia del pueblo judío y las enseñanzas de sus maestros y profetas. Se llaman: Torá, Nebim y Ketubim. Fijaos que la palabra Tanak está hecha con las iniciales de los tres libros: la T, la N y la K. Estos son los libros especiales del pueblo de Israel, sus “escrituras sagradas”. ¿Acaso puedes gobernar el movimiento de las estrellas? ¿Es que tu voz puede llegar hasta las nubes? ¿Puedes tú traer la lluvia cuando la tierra necesita agua? ¿Sabes hacer plumas como las de los halcones y las cigüeñas? ¿Le has dado tú al caballo su valentía y su velocidad

(Ketubim. Job, 39)

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La BIBLIA es el libro especial, o sagrado, de los cristianos. Como Jesús y sus primeros seguidores eran judíos, la primera parte de la Biblia recoge los libros especiales del pueblo judío, el Tanak. Esta primera parte se llama Antiguo Testamento. La segunda parte de la Biblia se llama Nuevo Testamento; en ella encontramos las enseñanzas de Jesús, su historia y la de sus primeros seguidores. Biblia significa “libros”, en griego. Muchos de los que siguieron las enseñanzas de Jesús hablaban griego; y otros latín, hebreo, arameo y más lenguas, pero mucha gente sabía griego y era la lengua que usaban para entenderse entre ellos, algo así como el inglés ahora. No andéis preocupados por lo que comeréis, ni con qué os vestiréis. Fijaos en las aves: no siembran ni cosechan, no tienen despensa ni granero, y Dios los alimenta. Fijaos en los lirios, ¿verdad que no hilan ni tejen? Pues yo os digo que ni el rey Salomón habría podido vestirse mejor que ellos! (Evangelio de Lucas. Lc.12,27)

Para los musulmanes el libro más importante y especial es el CORÁN. “Corán” quiere decir “recitación”. Recoge las palabras de sabiduría que oyeron recitar al profeta Muhammad. Cuando el profeta Muhammad murió, quienes habían estado cerca de él y le habían escuchado, reunieron y ordenaron todas aquellas palabras en un libro. Entre los cielos y la tierra, grandes signos se esparcen por doquier. ¡Eso sí que son textos sagrados! Mirad y reflexionad. ¿No es maravillosa la tierra y los cielos, la sucesión de noches y días, cómo corre el agua, cómo avanzan las naves sobre los mares y los astros en los cielos? ¿No son una maravilla los vientos que nos traen las lluvias y ayudan a los barcos en su navegación? (Corán 30,20) • ¿De qué nos hablan todos estos textos? ¿Se parecen en algo? • Como síntesis, se puede ir elaborando un esquema, que luego pueden copiar en el cuaderno, a partir de las siguientes preguntas: nombre del libro, a qué religión pertenece, cómo se llaman las personas que siguen esa religión. VEDAS a HINDUISMO a hindú Tanaka a JUDAÍSMO a judío y judía BIBLIA a CRISTIANISMO a cristiano y cristiana CORÁN a ISLAM a musulmán y musulmana

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ACTIVIDAD COMPLEMENTARIA Según el entorno en el que se desarrollen estas actividades, éste puede ser un buen momento para detenerse un poco más en las partes que componen la Biblia, y en la relación entre los libros del Tanak, el Antiguo Testamento y la Biblia. Para facilitarlo, incluimos, en el apartado de Anexos de esta Guía, una actividad con un esquema y algunas preguntas. También se puede proponer que lo coloreen, dándole al Tanak y al Antiguo Testamento la misma gama de color, y otro color al Nuevo Testamento. Antiguamente las tres partes del Tanak se escribían sobre rollos de pergamino. A día de hoy la tradición de escribir el texto a mano sobre pergamino se mantiene para los ejemplares de la Torá que se utilizan en la Sinagoga. De todas maneras, en la Unidad hemos utilizado la imagen del rollo de la Torá en la presentación del Tanak, por dos motivos: 1. por ser un rasgo muy querido y representativo de la vida del judaísmo y, 2. porque la imagen de un Tanak de tres volúmenes puede dificultar la comprensión de que los tres juntos equivalen a la primera parte de la Bíblia (un solo volumen). En cambio, al trabajar la ficha complementaria puede haber tiempo para entretenerse en comprender la relación entre los contenidos de los distintos volúmenes.

¿QUÉ NOS EXPLICA EL RABINO? En esta actividad, acompañados de un rabino, trataremos de entrar un poco más en contacto con la tradición judía. En primer lugar, una nota sobre los términos “rabí” y “rabino”. En una nota que acompaña la narración se explica que “rabí significa “maestro”, en hebreo, y en este apartado utilizamos “rabino”. Se pueden utilizar como sinónimos (“maestro hebreo que interpreta los textos sagrados”, según el diccionario de la Real Academia, del hebreo: rabbí). Pero “rabí” tiene además la acepción de título honorífico (“título con el que los judíos honran a los sabios de su ley” (RAE)), y en ese sentido acompaña el nombre de Hilel o de Moisés ben Sem Tob. Mientras que “rabino” indica, también, la función de guía de una comunidad judía. Nos ha parecido interesante que aparecieran las dos formas y no hará falta más que mencionar que significan lo mismo, una más cercana a la forma hebrea, la otra es la palabra castellana derivada de ella. Procuraremos que los niños y niñas presten atención a lo que el rabino explica e iremos aclarando y comentando todo lo que nos parezca conveniente. Cualquier recurso que esté a nuestro alcance y pueda ayudar a hacer más interesante y más viva la explicación que se les da valdrá la pena usarlo. Podemos buscar imágenes de sinagogas, de rollos de la Torá, del “yad”, esa pequeña mano que ayuda a la lectura, etc. Y observar bien la fotografía de la sinagoga en el cuaderno. El armario de los rollos, llamado el “Arca” en relación al arca que en el Templo guardaba las tablas de la ley, se encuentra al fondo de la imagen. En primer término esa mesa recubierta de azul, hace las funciones de atril, o de pupitre, sobre el que se extiende el rollo para la lectura.

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¿Y TÚ QUÉ ME CUENTAS?

Para el pueblo judío, de todas las escrituras, las más importantes son los cinco libros que hay en la Torá, pues son los libros que recogen lo que Moisés enseñó. La Torá es el primero de los tres libros del Tanak. Antiguamente los libros no tenían páginas de papel como los de ahora. Se escribía sobre pieles. Se limpiaban y frotaban las pieles de los animales, hasta que quedaban lisas y sin pelos para poder escribir sobre ellas. Las pieles así tratadas se llaman pergaminos. Por una carta bastaba con un solo pergamino, pero para un libro había que juntar muchos hasta tener un rollo muy grandes. Como señal de respeto y de solemnidad cuando se lee la Torá en la sinagoga se utilizan rollos como los de los tiempos antiguos, unos rollos muy grandes, escritos a mano y en hebreo. La sinagoga es el lugar donde nos reunimos para leer y hablar de las escrituras, y para rezar. Lo más importante de la sinagoga es el armario donde se guardan los rollos de la Torá, un armario bien decorado. La persona que lee en voz alta sigue el texto ayudándose de un punzón, con forma de pequeño dedo, para no borrar las palabras ni ensuciar el pergamino con sus manos. Hay sinagogas grandes y pequeñas, algunas más antiguas y otras más nuevas. Durante muchos siglos habitaron en España muchas familias judías. Los barrios en los que vivían se llamaban “juderías”. ¿Conoces alguna?

Rabí Hilel En el apartado de Información complementaria encontraréis algo de la biografía de este personaje. Antes de leer la frase, crearemos las condiciones para poder prestar unos momentos de atención de calidad. Y a continuación podemos comentarla.

Rabí Hilel fue un gran sabio que vivió hace más de 2.000 años en Jerusalén. Se cuenta que decía: “No seas de los que piensan: cuando me quede un rato, estudiaré; pues si no lo buscas, nunca te quedará un rato.”

A modo de resumen del trabajo realizado proponemos colocar en su lugar los fragmentos que encontraremos debajo, para poder leer a continuación el texto entero, y poderlo comentar. Nos parece interesante y sugerente que cierre la unidad un texto que ahonda, precisamente, en el aprendizaje de cómo abordar el lenguaje simbólico. Y que a través de él puedan familiarizarse con expresiones como “atender al oído del corazón”, “oír por dentro y por fuera”... Necesitamos ir desarrollando un vocabulario que nos permita referirnos a las actitudes que nos predisponen a la comprensión de una forma de lenguaje que comunica evocando, sugiriendo, movilizando la imaginación, y este aspecto es una de las riquezas de la tradición judía.

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Unidad 4: LA JOVEN DEL PALACIO

Cada semana Shmelke, Pinjas, Leib y los otros iban a la escuela de ....... .............................. …. ....................... ...... .............................. y recitarlas. El maestro Ber les dijo un día: “ahora os explicaré ..... ............. .................... ..... recitar las Escrituras. Mientras pronunciáis el texto, sólo debéis ............. .......... ...................... al oído del corazón, procurando oír ...... ........ ............. ....... ..................... Cuando notéis que sólo oís ....... ....................... ....... ............. y no desde dentro, parad. Descansad un poco y ................... ...... ............. ...... ……..... el oído del corazón. (Narración hasídica, recogida por Martin Buber)

la sinagoga a aprender las Escrituras la mejor manera de estar muy atentos lo que dicen las palabras las palabras por fuera volved a poner a punto

ACTIVIDAD COMPLEMENTARIA (Ficha en el anexo de esta Guía) Como refuerzo para el aprendizaje del descubrimiento de los significados “desde dentro”, de atender a lo que nos puede querer decir lo que vemos, lo que escuchamos, si el tiempo nos lo permite, sería muy interesante poder completar el itinerario con otra actividad; esta vez las protagonistas no serán las palabras, sino una pintura. Elegiremos una pintura que nos parezca adecuada para esta actividad e invitaremos al grupo a observarla atentamente. Como posible ejemplo, ofrecemos una obra de Mark Rothko. Después de los momentos de observación, iniciaremos el debate:

• ¿Qué vemos, si miramos esta pintura y sólo la vemos por fuera? • ¿Qué nos dice, si la miramos con los ojos del corazón?

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¿Y TÚ QUÉ ME CUENTAS?

INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA

LA JOVEN DEL PALACIO, UN TEXTO DEL ZOHAR El texto que presentamos es un fragmento del Sefer ha Zohar, que significa “Libro (sefer) del Esplendor”. Se trata de una obra clave de la espiritualidad judía. Es muy extensa y, aunque en su redacción participaron más de un autor del entorno del judaísmo del Reino de Castilla, se atribuye a rabí Moisés ben Sem Tob de León (1250-1305). El autor sitúa la escena en el siglo I d.C., y presenta el texto como si fuera una copia de un antiguo manuscrito que recogiera diálogos de Rabí Simón ben Yohay (figura histórica del siglo I) con sus discípulos. A través de esos diálogos el texto profundiza en cómo leer las Escrituras, en el sentido de la vida interior, en cómo avanzar en el camino de sabiduría, etc. Al final del texto encontramos una frase de rabí Hilel. Este sabio vivió en el siglo I a.C. y sus enseñanzas podemos encontrarlas en el Talmud. Tras la destrucción del Templo de Jerusalén y la expulsión de los judíos de la ciudad, a finales del siglo I, las comunidades judías se preocuparon por reunir por escrito las lecciones de los sabios, sus debates, los comentarios de la Escritura, etc., toda una larga tradición oral que peligraba con la desaparición de las escuelas de Jerusalén y la dispersión de las comunidades. Esta compilación que se concluyó en el siglo V, es el Talmud, , una extensa obra que ha guiado la vida judía a lo largo de los siglos. En los debates, la voz de Hilel subraya siempre la importancia de descubrir y tener en cuenta el espíritu de la letra, de no quedarse en las formas y dejarse guiar desde el interior.

¿QUÉ NOS CUENTA EL RABINO? En este texto el rabino nombra a Moisés, relacionándolo con la Torá, y presenta la Torá y la sinagoga. La Torá El cor de totes les escriptures jueves és la Torá. Torà significa “doctrina”, “lo que hay que saber”. Forman la Torá los cinco libros que en el ámbito cristiano se designan con el término griego “Pentateuco”, en referencia al número de libros. El nombre hebreo de cada libro se toma la primera palabra que aparece en el texto; el nombre griego, en cambio, se refiere al contenido. Bereshit (“al principio”), o libro del Génesis, es el primero de los libros de la Torá, el que habla de la creación del mundo, del diluvio universal, de Abraham, de sus hijos Isaac e Ismael, y de sus descendientes, hasta que se establecen en Egipto. Moisés es la figura central de los otros cuatro libros, la salida de Egipto, el éxodo bajo su guía a través del desierto, hasta llegar a Canaán, la revelación sinaítica y sus enseñanzas acerca de Dios y cómo vivir según la voluntad de éste. A menudo unas mismas narraciones aparecen más de una vez a través de los cuatro libros, con variantes y perspectivas complementarias. Estos libros son: Shemot (“nombres”), o libro del Éxodo; Vajiqra (“nos llamó”), el Levítico; Bamidbar (“en el desierto”), Números; y Deborim (“palabras”), el Deuteronomio (que significa “repetición de la ley”), una nueva síntesis de la tradición, elaborada a partir del exilio en Babilonia, bajo el impulso de los profetas.

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Unidad 4: LA JOVEN DEL PALACIO

El pilar de la tradición es la figura de Moisés. Por eso la Torá es el núcleo de las Escrituras del judaísmo; cada año se lleva a cabo la lectura completa, fragmento a fragmento, semana tras semana. Una lectura que se complementa con la de fragmentos de los otros dos conjuntos de libros de la antigüedad: --

Nebim, que quiere decir “profetas”, recoge los libros proféticos y otros libros históricos (Josué, Jueces, Samuel, Reyes). “Profeta” significa aquel que “habla en nombre de Dios”. Después de Moisés la tradición recoge las enseñanzas de toda una serie de personajes sabios e inspirados que insistían en cómo había que hacer las cosas para mantener viva la alianza con Dios.

--

Ketubim (“escritos”) reúne trece libros muy variados: históricos (como el Libro de Rut o el de Daniel), himnos de alabanza (como el libro de los Salmos), libros de sabiduría (como el libro de los Proverbios).

Y así, el nombre que recibe el conjunto de las Escrituras reúne las tres iniciales: TNK, (o Tanak, como se pronuncia). Cuando en los Evangelios se mencionan “la Ley y los Profetas”, la expresión se refiere a “la Torá y los demás libros”, es decir, las Escrituras, el Tanak. Los rollos de la Torá se tratan con respeto y veneración; el texto encarna “la palabra de Dios”, simboliza su presencia. En la sinagoga se guardan en un armario decorado o recubierto de algún bello tejido. Es también el elemento central del ritual de paso: la Bar Mitzva (hijo de la ley) o Bat Mitzvá (hija de la ley). Un niño o una niña pasan a ser miembros adultos de la comunidad, con los derechos y los deberes de los adultos, a partir del momento en que se muestran capaces de leer y comprender la doctrina, la Torá. Y en eso consiste la celebración: el chico (a los trece años) o la chica (a los doce) leen en público un fragmento del rollo de la Torá, dirigen algunas palabras a la comunidad y se comprometen en la fe. El acto ritual va seguido de una fiesta. En Internet se pueden ver cantidad de imágenes de esta celebración.

La sinagoga El antiguo Templo de Jerusalén era el lugar del culto, con sus sacerdotes y sus sacrificios. Pero en los pueblos y ciudades de la tierra de Israel la gente acudía cada Shabat a la “casa de reunión”, (Bet ha kneset, en hebreo; la sinagoga, de synagoge, “reunión” en griego), para leer las escrituras, estudiarlas y rezar juntos. Desde la destrucción del Templo, hace dos mil años, las sinagogas son el centro de la vida de las comunidades judías. La forma de las sinagogas varía mucho: amplias edificaciones de madera en los países del Este de Europa, de piedra y de dimensiones más reducidas en la Edad Media en Sefarad, o edificios modernos hoy en día. Algunos elementos de la sinagoga mantienen vivo el recuerdo del antiguo Templo, como el candelabro de siete brazos (menorá), o “el Arca”. El Arca es el nombre que recibe el armario donde se guardan los rollos de la Torá. Está situado en la pared que se orienta hacia Jerusalén (así las miradas dirigidas hacia el Arca miran hacia la ciudad) y una lámpara se mantiene siempre encendida delante. Algunas comunidades mantienen la separación tradicional entre una zona reservada a las mujeres y otra a los hombres. Otro elemento es la mesa o pupitre amplio donde poder apoyar bien los rollos en el momento de la lectura y desde donde el rabino se dirige a la asamblea. Los rollos que se conservan en la sinagoga tienen mucho valor ya que se copian a mano sobre pergamino (en hebreo, naturalmente), como ya hemos comentado. Para completar un ejemplar un escriba puede necesitar un año entero.

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¿Y TÚ QUÉ ME CUENTAS?

A menudo los soportes son de plata y los rollos se enfundan con telas bellamente bordadas, o se guardan en estuches muy decorados. Para no dañar el texto con el paso de los dedos al leer, se utiliza un puntero con una pequeña mano de plata en su extremo. Se llama yad (mano, en hebreo). Tanto del yad como de las sinagogas pueden verse muchas imágenes en Internet.

Las juderías de Sefarad Sefarad es el nombre hebreo para la Península Ibérica. En toda la península las comunidades judías tuvieron una larga y fructífera historia, hasta su expulsión (1492) y quedan de ella numerosos vestigios. De ellas surgieron grandes médicos, geógrafos, astrónomos, filólogos, poetas, sabios... Algún ejemplo: --

Cresques Abraham, de Palma de Mallorca (? -1381). Fue cartógrafo (autor de un famoso mapamundi), relojero y constructor de instrumentos de navegación.

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Isaac el Ciego (1160-1235), de Girona. Sabio, místico, en torno al cual se desarrolló una importante escuela.

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Nahmànides (1235-1310), también de Girona. Fue médico, jurista y filósofo.

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Maimónides (1135-1204), de Córdoba. Filósofo, matemático y físico, reflexionó sobre cómo adaptar las antiguas escrituras, y lo expuso en obras como su Guía para perplejos y Mishné Torá.

El hasidismo El último texto de la Unidad proviene de la tradición hasídica (de hassid, piadoso), un movimiento espiritual que nació en Polonia, en el siglo XVIII, con Israel ben Eliezer, conocido como Baal Shem Tob (maestro del santo nombre). En un ambiente muy cerrado sobre sí mismo, la forma de proceder del Baal generó una auténtica revolución espiritual. Insistía en que tantas normas asfixiaban la vida y que lo importante era buscar a Dios en la creación, en la vida; alabar y agradecer, y no estar tan pendientes de los puntos y las comas del texto. Los hassidim rompieron con las rigideces del momento llenando las celebraciones de música y danzas, cultivando un ánimo permanente de alabanza. No dejéis de bailar ni un solo día, aunque sea con el pensamiento –decía el maestro Nachman de Bratzlav. Hoy la corriente hasídica más visible es fácilmente reconocible por sus sombreros negros y largos abrigos, siguiendo la forma de vestir propia de Polonia en el siglo XVIII.

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Unidad 4: LA JOVEN DEL PALACIO

LOS LIBROS ESPECIALES Cada entorno cultural tiene su colección de relatos sobre los orígenes o el sentido de la existencia, recopilaciones que poco a poco se van ampliando con reflexiones, códigos de comportamiento, cantos, obras de sabiduría, etc., unos conjuntos muy heterogéneos, como ya indicamos al principio de esta Guía. Los cuatro ejemplos que mostramos en esta Unidad pertenecen a las tradiciones que aparecen a lo largo de las unidades. Sobre el Tanak ya hemos hablado más arriba. Los otros tres son los Vedas, la Biblia y el Corán. Situémoslas brevemente. Los Vedas Los cuatro Vedas (veda: “sabiduría”) constituyen el conjunto más antiguo de la literatura de la India, y la lengua en la que están escritos la forma más antigua que se conserva de todo el grupo lingüístico indoiranio, el sánscrito. Se suele situar la composición del núcleo primitivo de textos hacia el 1500 a.C. Su contenido se considera revelado, y se ordena en cuatro colecciones (o samhitā):: --

Rig-Veda: 1028 himnos dirigidos a las divinidades. Se agrupan en diez libros o capítulos llamados mandalas. En cada mandala los himnos se agrupan por la divinidad a la que van dirigidos, y los himnos de cada divinidad se ordenan de mayor a menor. Hay algunas excepciones debidas a himnos a los que se añadió nuevas estrofas en épocas posteriores.

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Yajur-Veda: compilado poco después del Rig Veda, reúne las formulas de los sacrificios (con comentarios) clasificadas según el orden de uso en los rituales.

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Sama-Veda: compilación de poemas para el canto litúrgico. La mayoría provienen del Rig Veda. Van acompañados de anotaciones musicales.

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Atharva Veda: colección de poemas, reflexiones, fórmulas rituales y oraciones.

La Biblia Biblia significa “libros” en griego. Es un libro que reúne varios libros, ordenados en dos grupos: --

El Antiguo Testamento: es la parte que recoge los libros del Tanak, las escrituras sagradas del pueblo judío. Con alguna diferencia en cuanto al orden, el contenido es esencialmente el mismo.

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El Nuevo Testamento: incluye los cuatro Evangelios, los Hechos de los apóstoles y veintiuna cartas (o epístolas, el término griego) enviadas por los apóstoles a las nuevas comunidades (la mayoría de ellas escritas por Pablo). También incluye el Apocalipsis, un texto que escribió el apóstol Juan sobre el retorno de Jesús al final de los tiempos. Cada uno de los cuatro Evangelios, redactados entre los años 50-100 d.C., lleva el nombre de uno de los doce apóstoles: Mateo, Marcos, Lucas y Juan.

Los Evangelios y los demás textos del Nuevo Testamento fueron escritos en griego. Las primeras traducciones de la Biblia al latín datan del siglo II, aunque la versión latina completa la llevó a cabo san Jerónimo hacia el año 400. Se la conoce como la Biblia Vulgata (de vulgo, pueblo), pues san Jerónimo utilizó para su traducción el latín corriente que hablaba la gente para que así todo el mundo pudiera entender el texto.

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¿Y TÚ QUÉ ME CUENTAS?

El Corán Se lee en el Corán: Dios os envía un aviso. Un mensajero que recita versículos esclarecedores para conducir a la luz a quienes confían y se esfuerzan en el obrar. (Corán 65, 10-11) “Corán” -Al Qur’an- significa “la recitación”; el texto recibió este nombre porque se trataba de la recopilación de las palabras pronunciadas por Muhammad en su inspiración profética: ¡Recita en el nombre del Señor! (Corán 96,1). Memorizadas por sus contemporáneos, escritas aquí y allá, unos veinte años después de su muerte, bajo el mandato del califa Otman, se puso orden a todo ello. Resultaron 114 capítulos (o suras) cada uno de ellos con un número variable de versículos (llamados âyâts o aleyas). El primer versículo del primer capítulo reaparece presidiendo todos los demás capítulos (excepto uno). Dice así: “En el nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso”. “La recitación”, el Corán, escrito en lengua árabe, es pues el texto sagrado y venerado del Islam; una revelación que no niega, sino que confirma y renueva la palabra de los anteriores profetas de la tradición judeocristiana. Entre ellos, Jesús (Issa, en árabe), a menudo mencionado en el texto coránico. Mientras que la gran familia judía se siente hija de Isaac, uno de los hijos de Abraham (Ibrahim), la gran familia musulmana lo hace del otro hijo, Ismael.

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Anexos

A ver si lo has entendido bien:

• Qué es más largo, ¿la Torá o el Tanak? • Qué es más largo, ¿el Tanak o la Biblia? • ¿Qué hay distinto entre el Tanak y la Biblia?

Las pinturas, como las palabras, se pueden mirar de muchas maneras.



• ¿Qué vemos si miramos esta pintura y sólo la vemos por fuera? • ¿Qué nos dice, si la miramos con los ojos del corazón?

Mark Rothko

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