La historia más grande del mundo. - ObreroFiel

ios. Jesús enseñó que la religión no es suficiente para agradar a D ios. Todos nosotros hem os pecado y por eso no podem os entrar al cielo. Jesús dijo: “Yo ...
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Por aquel tiempo, unos magos vinieron del Oriente hasta Belén, siguiendo una estrella brillante que indicaba que había nacido un Rey. Cuando vieron al niño Jesús, se arrodillaron y lo adoraron, presentando sus regalos. Mateo 2:1-12

Antes de que Jesús naciera, se promulgó un edicto de parte de Augusto Cesar: que todo el mundo fuese empadronado. José y su esposa María viajaron hasta el pueblecito de Belén. Lucas 1:1-6

Cuando ella vio al ángel se sorprendió, pero el ángel le dijo: “María no tengas miedo, pues tú gozas del favor de Dios. Ahora vas a quedar encinta; tendrás un hijo, y le pondrás por nombre Jesús.” Lucas 1:26-38

Dios mandó al ángel Gabriel a visitar a una mujer llamada María.

Sigue la interesante historia del nacimiento de Cristo, y colorea los dibujos.

Juan 1:11-12

“Él vino a su propio mundo pero los suyos no lo recibieron. Pero a quienes lo recibieron y creyeron en Él, les concedió el privilegio de llegar a ser hijos de Dios.”

¿Cómo es que podemos tener la vida eterna por medio de Jesús? En los últimos días de su ministerio, Jesús fue entregado a sus enemigos y fue crucificado. Pero su muerte en la cruz hizo lo que nosotros no podemos hacer: ¡Jesús pagó el castigo por todos nuestros pecados! Él dijo: “Pues Dios amó tanto al mundo, que dio a su Hijo único (Jesús), para que todo aquel que cree en él no muera, sino que tenga vida eterna.” (Juan 3:16). Él no se quedó enterrado en una tumba. Jesús resucitó, vive hoy y está preparando un lugar en el cielo para los que han confiado en él para obtener la salvación.

Jesús vivió una vida perfecta. A los treinta años de edad sanaba a la gente, hacía muchos milagros, y enseñaba cómo entrar al reino de Dios. Jesús enseñó que la religión no es suficiente para agradar a Dios. Todos nosotros hemos pecado y por eso no podemos entrar al cielo. Jesús dijo: “Yo soy el camino, la verdad, y la vida. Solamente por mí se puede llegar al Padre.” (Juan 14:6).

Este no es el fin de la historia de Jesús, sino el principio de la historia más grande del mundo.

Como no había lugar para ellos en el mesón, José y María se quedaron en un establo esa noche. Jesús, el bendito Hijo de Dios, nació en este humilde establo. Esa fue la primera noche de Navidad. Lucas 2:7

En la misma región había pastores cuidando sus ovejas. A ellos se les presentó un ángel y les dijo que había nacido en el pueblo de Belén el Salvador, que es Cristo el Señor. Los pastores fueron pronto y hallaron al Niño en un pesebre. Regresaron glorificando y alabando a Dios. Lucas 2:8-20