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INTRODUCCIÓN: En una ocasión Agustín de Hipona, el gran teólogo africano de la iglesia occidental dijo lo siguiente respecto a su consagración a Dios: ...
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La gran consagración 2 Pedro 1:1-11 Por Lic. Roberto Ozuna Usado con permiso PROPÓSITO: Que la audiencia recuerde que deben crecer en el Señor Jesucristo. INTRODUCCIÓN: En una ocasión Agustín de Hipona, el gran teólogo africano de la iglesia occidental dijo lo siguiente respecto a su consagración a Dios: Cuando pensaba consagrarme por entero a tu servicio, Dios mío, era Yo, quien quería hacerlo y Yo, quién no quería hacerlo. Era Yo mismo. Y porque ni quería del todo, ni del todo no quería, luchaba conmigo mismo y me hacía pedazos. Transición: En este momento vayamos a la carta de 2 Pedro capítulo 1:1-11. Contexto: El apóstol Pedro es el autor de esta carta, la cual escribió desde la ciudad de Roma, entre el 64 y 68 d.C. Las personas que recibieron la carta, fueron los judíos expatriados en las iglesias del Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia. Dichas congregaciones estaban compuestas por creyentes judíos y griegos. El propósito de 2 Pedro es llamar a los cristianos al crecimiento espiritual para que puedan pelear contra la apostasía y mantener la mirada fija en el regreso del Señor. Transición: En esta oportunidad queremos decir que….. I. DIOS NOS HA DADO LO NECESARIO PARA QUE VIVAMOS COMO ÉL QUIERE. Vv. 1-4. Simón Pedro describe a los destinatarios sólo en términos generales. Son los que habían alcanzado una fe igualmente preciosa que la de los apóstoles. La palabra “alcanzado” proviene del verbo griego (lanjano), que significa “obtenido por medio de suertes”. Por lo cuál, este verbo hace énfasis en la elección soberana de Dios y no en algún mérito hecho por ellos, con el propósito de obtener un regalo. La fe que Dios les había otorgado era de igual honor y valor que la de los apóstoles. Con esas palabras, Pedro anticipó el propósito de la carta al señalar que la fe de los apóstoles no era diferente de la de cualquier otro creyente. Ese concepto era totalmente contrario a lo que enseñaban los falsos maestros. Sus doctrinas pregnosticas hablaban de un circulo íntimo de conocimiento, al cual sólo podían acceder unos pocos privilegiados. Por tanto, podemos observar hermanos, que Dios no hace acepción de personas. Él ha ofrecido todas sus bendiciones para cualquier persona que cree en él. No importa qué color de piel usted tenga, de qué país usted sea, porque eres importante para Dios. La palabra fe, en este pasaje se está refiriendo a la capacidad individual subjetiva de creer. Dios concede esta fe, por la justicia o rectitud de nuestro Dios y salvador Jesucristo. Aquí Dios y salvador se está refiriendo a la misma persona. La que presenta con claridad a Jesucristo como equivalente a Dios el Padre en su naturaleza. V. 1. Gracia y paz, eran los saludos típicos en hebreo y griego. Lo cual reflejaba un sincero deseo de bienestar completo para las personas que recibían el saludo. Es decir, prosperidad económica, física y espiritual. Esta bendición de gracia y paz es más que una simple fórmula de saludo. Estas virtudes vienen por el conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesús. Pedro iguala a Dios y a Jesús en los dos primeros versículos. En este versículo, Pedro se refiere a un conocimiento completo, esto implica una relación íntima y personal.

2 Esta relación es el medio por el cuál, la gracia y la paz de Dios se reciben y experimentan. 1-2. El divino poder de Cristo ha provisto todas las cosas que son necesarias para la vida y la piedad de los creyentes. La palabra “divino” se refiere a que el poder viene de Dios. El creyente puede alcanzar todo lo que necesita para la vida espiritual y la reverencia delante de Dios. A través del conocimiento íntimo y pleno de Cristo. El cuál, nos llamó a esta vida piadosa por medio de su propia gloria y excelencia. Es decir, a través del impacto de su persona y su excelencia moral. Por medio de las cuales, (su gloria y excelencia), Cristo ha dado a los creyentes, preciosas y grandisimas promesas. Pedro quiere decir “ha otorgado” o “ha dotado”. La cual no es la palabra común que se empleaba para describir la acción de “dar”, sino que hace énfasis en el alto valor del obsequio. Esas promesas capacitan a los creyentes para que lleguen a ser participantes de la naturaleza divina. El sentido que Pedro le da a la frase “llegar a ser participantes” es como si se refiriera a “llegar a ser socios o compañeros”, al recibir la auténtica naturaleza de Dios, llegando a ser una nueva criatura. Y de esa manera llegar a tener la victoria moral de Dios sobre el pecado y por medio de la vida eterna, participar en su victoria gloriosa sobre la muerte. A causa de la promesa del nuevo nacimiento, la del poder protector de Dios y la de su poder capacitador, los creyentes pueden participar en la naturaleza divina, llegando a ser mas como Cristo. Por otro lado, pueden escapar de la corrupción, es decir, la “decadencia moral” que hay en el mundo, a causa de la concupiscencia, en otras palabras, los malos deseos o deseos desordenados que hay en el ser humano. Vv. 3-4. Transición: Ahora declaremos que…. II. AÑADAMOS A NUESTRA FE BUENAS CUALIDADES PARA QUE CREZCAMOS EN EL CONOCIMIENTO DE CRISTO. Vv. 5-9. El apóstol Pedro se refiere a la naturaleza divina al comenzar este nuevo párrafo con la frase “vosotros también”. Las palabras (poniendo toda diligencia), es como si dijera “traigan algo al lado de ustedes con el propósito que los apoye”. Pedro quiere que los hermanos de la dispersión sean diligentes en aplicar a sus vidas las cualidades que los llevarán a parecerse más a Cristo. Por tal razón, expresa la palabra “añadid” en modo imperativo, es decir, dando un mandato o una orden. De la palabra (añadid) vienen las palabras “coro”, “coreógrafo” y “coreografía”. El gobierno griego de los tiempos más antiguos, organizaba un (coro) cuyo director era quien costeaba los gastos de entrenamiento del mismo. Con el tiempo, la palabra llegó a indicar a alguien que proveía para las necesidades de otros, los apoyaba o suplía la falta de algo en forma abundante. Por tanto, nosotros como cristianos debemos proveer, abastecer o apoyar nuestra vida con estas virtudes. Pedro, para llamar la atención de sus lectores, utilizó en su enseñanza del cap.1, cuatro palabras del mundo pagano y filosófico. Estas son: “piedad”, “excelencia”, “naturaleza”, y “corrupción”. Por lo cual, analicemos cada una de estas siete virtudes. La fe en Jesucristo es la que distingue a los creyentes del resto de las personas. La fe es la confianza en el salvador que nos incluye en la familia de Dios, es el cimiento de todas las otras características de la vida cristiana. A la fe, cada creyente debe añadir “virtud”, o sea, excelencia moral. Conocimiento no es el resultado de hacer ejercicios intelectuales, sino el conocimiento espiritual que proviene del Espíritu Santo, y que se enfoca en la persona y Palabra de Dios. La fe, la “virtud” y el “conocimiento espiritual” no son suficientes para el andar cristiano. También el creyente tiene que dedicarse a desarrollar el dominio propio. Esto significa que tiene sus pasiones bajo control. Nosotros no podemos permitir que ninguna circunstancia nos controle, porque tenemos el Espíritu Santo en nuestras vidas, el cual nos da la capacidad de controlar nuestras pasiones. La “paciencia”, esta palabra quiere decir “mantenerse debajo de”. Los escritores del N.T., la emplearon en forma frecuente

3 para referirse a la constancia o perseverancia que el cristiano debe mostrar en medio de la adversidad sin darse por vencido. La “piedad”, se refiere a la obligación del ser humano de venerar a Dios. Las primeras cinco virtudes pertenecen a la vida interior del individuo y a su relación con Dios. Las últimas dos tienen que ver con la relación del individuo y su prójimo. La frase “afecto fraternal”, es la preocupación práctica y ferviente por los demás, el “amor” anhela lo mejor para ellas. Esa es la clase de amor que Dios muestra a los pecadores. Vv. 5-7. El crecimiento cristiano produce una espiritualidad eficaz y fructífera. La frase “están en vosotros”, hace énfasis en el hecho de que estas características espirituales pertenecen a los cristianos. Sin embargo, no es suficiente con que el creyente posea esas virtudes. La espiritualidad eficaz y productiva sólo se desarrolla cuando en realidad estas cosas abundan, van en aumento en la vida del creyente. Los que no progresan en estas áreas permanecen ociosos “sin actividad o inútil” y sin fruto “improductivo” en cuanto al conocimiento personal completo del Señor Jesús. El creyente carnal es ciego y tiene la vista muy corta, en contraste con el cristiano que está en vías de crecimiento. Es un creyente con miopía espiritual, la cual no exalta la gracia de Cristo. Puesto que su vida no muestra las cualidades citadas en los versículos 5 al 7, por lo cual, actúa como ciego espiritual. Esa persona ha olvidado que ha quedado limpio de lo que caracterizaba su vida, cuando era todavía inconversa. Vv. 8-9. Ilustración: Ignacio de Antioquia…antes de morir el obispo de Antioquia dijo lo siguiente: ahora es que comienzo a ser discípulo, las fieras, las llamas, huesos quebrados, no podrán amedrentarme con tal de que yo alcance a Jesucristo. Aquí vemos la convicción de un hombre que decidió vivir y morir honrando el nombre de Cristo. ¿Cómo está viviendo usted? Transición: En este momento comentemos que… III. NECESITAMOS AFIRMAR EL LLAMADO DE DIOS EN NUESTRAS VIDAS. Vv. 10-11. El “procurad con diligencia hacer firme la vocación y elección”, se centra en la confianza que tiene el creyente de su posición ante Dios. En realidad, el cristiano no tiene la suficiente autoridad para asegurar su posición delante del Padre, pero él si la tiene. La palabra griega que se usa para firme (bebaían) se empleaba en el idioma griego clásico para referirse a un título de propiedad, semejante a las escrituras que se expiden en la actualidad para la compraventa de casas y bienes raíces. El comportamiento piadoso del individuo es su título de propiedad, por decirlo así, de que Jesucristo lo ha limpiado de sus pecados pasados y, por consiguiente, lo ha llamado y elegido. La palabra “vocación” en el versículo 10 se refiere a la obra eficaz de Dios en la “salvación y la elección” es la obra divina de escoger a algunos pecadores para ser salvos, conforme a su gracia y no por algún mérito que hayan hecho. El creyente demuestra que es uno de los elegidos de Dios por medio de su vida y por el desarrollo de las virtudes mencionadas en los versos anteriores. La palabra griega que se traduce como “caer” aquí en este verso, quiere decir “tropezar” o “experimentar un contratiempo” por lo cual, seguramente el que está en vías de madurar no tropezará en su vida espiritual de manera tan fácil como aquel que sigue siendo inmaduro y miope. Es decir, que no ha crecido, ni ve espiritualmente. V. 10. Por otro lado, el premio máximo para una vida que crece y honra a Cristo es la “bienvenida” personal que el salvador le dará en su reino. Cada creyente experimentará una

4 bienvenida semejante cuando entre en la presencia del Señor en el cielo. Esta “maravillosa bienvenida a casa” será en verdad abundante. V. 11. Transición: Por tal razón, resumamos lo dicho en este pasaje, expresando lo siguiente… Dios nos ha dado lo necesario para que vivamos como él quiere. Por lo cual, debemos añadir a nuestra fe buenas cualidades para así afirmar el llamado de Dios en nuestras vidas. Transición: Concluyamos declarando que… Conclusión: Es importante que decidamos crecer en nuestra vida espiritual, porque puede pasar el tiempo y estancarnos, sin poder dar frutos. Por lo tanto, crecer en el conocimiento de Cristo, es una decisión que debemos tomar cada uno de nosotros. Porque si no lo hacemos, viviremos una vida frustrada y no recibiremos las bendiciones de Dios. Aplicaciones: 1. Dios nos ha dado las herramientas para ser mejores cristianos. Usémoslas. 2. Si queremos crecer, la decisión es nuestra.

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