la Ciudad de

y 226 de la segunda edición de su libro “López Rega La fuga del Brujo”, editada por Norma en 2011, entregando una copia de un ejemplar acompañando esta.
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Declaración Testimonial de Juan Gaspari o Gasparini /// la Ciudad de Buenos Aires, a los 28 días del mes de enero de 2014, comparece ante S.S. y Secretario Autorizante una persona a quien se le hace saber que se le recibirá DECLARACIÓN TESTIMONIAL, y previo juramento que prestó en legal forma de acuerdo a sus creencias de decir la verdad en todo cuanto supiere y le fuere preguntado, es impuesta de las penas correspondientes a los delitos de falso testimonio, para lo cual se le da lectura de los Arts. 275 y 276 del Codigo Penal de la Nación. Asimismo, se le hacen saber los derechos que la ley le acuerda, prescriptos en los Arts. 79, 80 y 179 del Código Procesal Penal de la Nación. Interrogado a tenor de lo dispuesto en el párrafo segundo del Art. 249 del Código procesal Penal de la Nación, dijo ser y llamarse: Juan Alberto Gaspari –conocido periodísticamente como Juan Alberto Gasparini- titular del D.N.I. N° 4.988.873, de 64 años de edad, nacido el día 30 de abril de 1949, en Azul, Provincia de Buenos Aires, hijo de Juan Gayetano Gasparini y de Emma Lila Lanestoza, de ocupación periodista, domiciliado en el nro. 34, de la Rue de la Calle, 1213 Onex, Ginebra, Suiza. -------------------------En relación a las partes y preguntado que es respecto de las generales de la ley, atinente a si posee vínculo de parentesco o interés con las mismas, respondió que no.--------------------------------------------------------------------------------------Abierto el acto Juan Gaspari o Gasparini declaró que confirma su declaración testimonial precedente en esta causa, efectuada el 8 de noviembre de 2013, en la que ofreció una nueva comparecencia, una vez revisado del libro de su autoría, “La pista suiza” (Legasa, 1986), en virtud del cual se lo citara a declarar en el presente sumario, concretando hoy esa nueva comparecencia, aprovechando la presente ocasión para decir que la nota periodística de su autoría que se le exhibiera en la comparecencia precedente que se viene de citar, publicada en el “Noticiero Latinoamericano” de Ginebra el 16-1-85 con su firma, que reconoció como autentica y de su autoría, en la cual recogiera declaraciones de Leandro Sánchez Reissse, fue citada en la página 262 del libro “La pista suiza”, consignada a su vez en el pie de página número 137 que figura en esa página 262 del libro, cuya fotocopia completa aporta ahora, libro publicado en Argentina por Editorial Legasa en 1986, actualmente agotado en librerias, aunque se lo puede consultar por internet en su pagina web www.juangasparini.com Al propio tiempo Gaspari o Gasparini afirmó que los vínculos para delinquir en banda organizada y/o asociación ilícita, de Leandro Sánchez Reisse, personal civil de inteligencia dependiente del Batalón 601 del Ejército y Luis Martínez, suboficial mayor de la Policía Federal, durante la pasada dictadura militar 19761983, según documentación judicial que el periodista consultara en Suiza para su libro antes mencionado, cuando detuvieran a Sánchez Reisse y Martínez en Suiza en marzo de 1981 por el secuestro en Buenos Aires del banquero uruguayo Carlos Koldobsky en febrero de 1981, aparecen en página 17 del 1

libro, en momentos que Sánchez Reisse, en los prolegomenos del secuestro de Koldobsky, le preguntara a Martínez que le averigue “del secuestro de un hombre de negocios amigo suyo de apellido Apellaniz”, y Martínez le respondió “que no se mezclara en ese caso porque de arriba se lo aconsejaban vivamente”. En página 18 del libro, Gaspari o Gasparini señala que Sánchez Reisse afirmó que Martínez le presentó luego como un capitán del Ejército a Rubén Bufano en Madrid, haciendo escala hacia Suiza para ir a cobrar el rescate por el secuestro de Koldobsky. Acto seguido, el libro indica que los tres viajan a Suiza, donde fueron detenidos en marzo de 1981, junto a las esposas de Martínez (Amalia Covas) y de Sánchez Reisse (Mariana Bosch), y los cinco juzgados ulteriormente por la parte del delito cometido en Suiza ligado al secuestro de Koldobsky. En página 30 del libro, se lee que Bufano muestró documentos de identidad ante la policía de Ginebra, cuyo pasaporte 6.375.547 lo acreditaba como “empresario”, mientras Martínez dice que había sido suspendido de la Policía Federal en 1980 por una “estafa”, y que se dedicaba a “actividades comerciales”. Ampliando las relaciones de la banda con otras personas en el contexto de sus acciones delictivas, en página 33 del libro, surje que la policía de Ginebra informó que en las cercanías del lugar donde Martínez, Bufano y Sánchez Reisse iban a cobrar el rescate por Koldobsky, alrededor del Hotel Bristol de esa ciudad, vieron merodear a un sospechoso, y al pedirle se identificara mostró un pasaporte diplomático argentino número 848 a nombre de Julio Gabriel Queralt, quien, sostiene Gaspari o Gasparini, tenía anteriormente como cobertura trabajar para el Ente-Mundial 78 bajo órdenes del general Carlos Suárez Mason. Queralt no fue detenido por la policía de Ginebra, quedando en libertad. En página 42 del libro aparecen las identidades falsas que por entonces solian utilizar Luis Martínez como Adrián Gómez de Hoz, y Rubén Bufano como Mariano Mendoza. En página 43 del libro surje que en realidad Koldobsky había sido secuestrado dos veces, siendo la segunda de ellas la que se ocupara en su cometido periodístico Gaspari o Gasparini en “La pista suiza”, pero hubo otra anterior, llevada a cabo por la misma banda, con la asistencia de otras personas, concretamente, y siempre según el libro, “un hermano de Bufano” llamado Carlos Daniel, “un tal Alvarez, y uno de apellido extranjero, Seesley”, este último, tal vez podría ser Arturo Ricardo Silzle, presuntamente alias Angel Rubén Sarriez, al parecer imputado en la causa por la que se llama hoy a comparecer a Gaspari o Gasparini, dadas las relaciones de Silzle con los secuestros de Alberto Martínez Blanco, y Ricardo Tomasevich, que se investigan en este sumario. En página 43 del libro y con continuidad en página 44, se amplia aún más la información sobre otros secuestros en los que habrían a su vez participado Martínez, Sánchez Reisse y Bufano, citandose los secuestros del estanciero Pedro Fassan, y los sufridos por Jaime Prisant, Osvaldo Favio Sivak y Fernando 2

Combal. El hijo de este último, pues su padre ya ha fallecido, probablemente dispone de elementos que quizá sean utiles a la causa. Se llama Guillermo Combal, tiene oficinas en Buenos Aires en Viamonte casi Talcahuano, entre Talcahuano y Uruguay (sería Viamonte 23, sexto piso, o Viamonte 623, señas domiciliarias a confirmar), pero al avisarle Gaspari o Gasparini en las actuales circunstancias que iba a comparecer en esta causa, Guillermo Combal aportó sus teléfonos para que los comunique a la Justicia con el objeto de ponerse a disposición, que son: 015 49926655, 43743099 y 48115258. Guillermo Combal puede certificar que Gaspari o Gasparini entregó al juez Daffis Nikklison, quien en 1998 investigaba el caso Combal, el original de la entrevista que le realizara a Sánchez Reisse para el libro “La pista suiza”, original que fue firmado por el autor del libro y por Sánchez Reisse en Suiza, entrevista que aparece transcripta en dicho libro. La entrega de esa documentación al juez Daffis Nikklison fue evocada den tiempo real por la periodista Lila Pastoriza en el diario Página 12, cuyo enlace para consultar la nota por internet es: http://www.pagina12.com.ar/1998/98-10/98-10-22/pag16.htm En esa entrevista, refrendada por su puño y letra, Sánchez Reisse admite que “en junio de 1976 me gradué, por último, como Oficial “nominación primera”, en el Servicio de Inteligencia del Ejército, donde pasé inmediatamente a desempeñar funciones como asesor del Grupo de Tareas Exterior (GTE), dependiente del Batallón 601 de Inteligencia del Ejército”. En página 46 del libro, se informa que por orden judicial de aquellas fechas, fueron llevados a reconocer su probable lugar de cautiverio a la casa de Luis Martínez y su mujer Amalia Covas, tanto Combal, como dos otros exsecuestrados, quienes habían sido liberados una vez pagados los rescates: Ricardo Alberto Tomasevich y Alberto Saturnino Matínez Blanco, cuyos casos se investigan en esta causa. En la página 47 del libro se manifiesta que ninguno de los dos últimos pudieron “dar fe” de haber estado allí secuestrados, “aunque a los dos la disposición del garage de la casa y la ubicación de la antecocina” para Martínez Blanco, “y de un lavadero” para Tomasevich, “les hace pensar en los lugares donde habrían presuntamente pasado su confinamiento”. El página 59 del libro se transcribe un comunicado de la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) emitido en Ginebra, el cual, sin dar nombres, anuncia que ha entrevistado en la carcel en Suiza a “un miembro de los Servicios de Inteligencia del Ejercito”, en referencia a Bufano, “y un ex policía de la Superintendencia de Seguridad Federal”, aludiendo a Martínez, y que “este último ha confiado a la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) un importante testimonio sobre la represión y los desaparecidos en la Argentina”, con la promesa de hacerlo público oportunamente. Al respecto, cabe agregar que en páginas 62 y 63 del libro se reproduce integralmente del contenido de dos cartas enviadas en 1981 desde la prisión de 3

Champ-Dollon en Ginebra, Suiza, por Luis Martínez a Julio Cortazar en París, ofreciendo testimoniar sobre casos resonantes de represión en Argentina, evidentemente para impedir ser extraditado a la Argentina, enumerando los de “AROLDO CONTI, (por el escritor Haroldo Conti), Religiosas Francesas (por Alice Domon y Leonie Duquet), Diplomáticos, Sacerdotes y toda gente desaparecida en Argentina, sus lugares de prisión secretos y torturas, de qué manera actuaban las fuerzas parapoliciales y paramilitares con fechas y nombres y apellidos de responsables”. A lo largo del resto del libro se relatan las peripecias para que la opinión pública conociera el testimonio prometido u ofrecido por Martínez en los años siguientes, pero hasta que se publicó el libro “La pista suiza” en 1986, no se había dado a conocer. Juan Gaspari o Gasparini supo con posterioridad, que Martínez habría canalizado su testimonio via el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) de Argentina, una tarea asumida en 1985 por un abogado de esa institución, Jorge Baños,quien aparece aludido en el libro en página 306, pero tiempo después Baños fue abatido en enero de 1989 durante el frustrado intento de copamiento del cuartel del Ejercito en La Tablada, llevado a cabo por el Movimiento Todos por la Patria (MTP), el cual integraba, hecho histórico del que se vienen de cumplir 25 años, evocado recientemente por el diario Clarín en su edición del 22 de enero de 2014, un artículo del que se acompaña fotocopia, cuyo contenid plantea multiples interrogantes sobre quienes hipoteticamente podrian haber instigado, inducido o manipulado los acontecimientos. Juan Gaspari o Gasparini había entablado relación epistolar con el abogado Baños a proposito de los testimonios, quien le confió haberlos recogido en Ginebra, prometiendo darlos a conocer, lo que nunca ocurrió. Del intercambio de cartas, entre otros con el abogado Baños, el autor de “La pista suiza” guardó las cartas recibidas, e incluso de Emilio Mignone, fundador del CELS, y entregó copias de todas ellas hace bastante tiempo en Buenos Aires a Miriam Mahabre, que trabajaba en una biografía de Jorge Baños, la cual hasta ahora no se publicó. Mahabre le dio a Gasparini o Gaspari copia de un corto testimonio atribuido a Martínez fechado en 1985 que figuraba en los archivos del CELS, testimonio recogido por Baños según Mahabre, donde Martínez “denunció a un médico del grupo de las Tres A capitaneado por Gordon, de apellido Centeno, y a sus contactos en la represión ilegal: el ex oficial principal de la Policía Federal, Eduardo Tadei, a Raúl Guglielminetti, alias Guastavino, personal civil de inteligencia de las Fuerzas Armadas, y a los oficiales del Ejército, Enrique Ferro, Roberto Roualdes, Otto Paladino y Juan Carlos López Trader”. En tales términos estos datos fueron vertidos por Gaspari o Gasparini en las páginas 225 y 226 de la segunda edición de su libro “López Rega La fuga del Brujo”, editada por Norma en 2011, entregando una copia de un ejemplar acompañando esta declaración. Conviene reiterar que Miriam Mahabre no ha publicado aún la biografía de Jorge Baños. Los teléfonos de ella en Buenos Aires que guarda 4

Gaspari o Gasparini en su agenda son: 1559539065, 43062902 y 37797379. Su correo electrónico era [email protected] En página 70 del libro, se reproduce un documento suscripto por Bufano en la prisión de Champ Dollon en Ginebra, Suiza, donde Bufano se asume como “A. E. I. del gobierno argentino”, supuestamente “Agente Exterior de Informaciones”. En página 78 del libro Bufano es presentado como agente del batallón 601 de Inteligencia del Ejército. En página 79 del libro la FIDH subraya que “Martínez y Bufano han presentado ante ella acusaciones graves y precisas contra personalidades importantes del poder de Buenos Aires referidas a la organización de la represión”. En página 87 del libro, Bufano confiesa a la Justicia en Suiza que en marzo de 1981 pertenecía al Servicio de Inteligencia del Estado (SIDE). En página 88 del libro Martínez añade que la operación que lo trajo para caer detenido en Suiza, era supervisada por el coronel Alejandro Agustin Arias Duval, jefe de la Superintendencia de la Policía Federal. En página 95 del libro, Bufano recuerda que ingresó en el Ejercito como “personal civil” en 1972, a la edad de 23 años. En página 96 del libro Bufano se situa, desde mayo de 1977, en “una Compañía de Seguridad de la estructura de inteligencia del Ejército”, con un grado comparable al de un suboficial, función que Bufano identificó con la sigla “IN3”, pasando a ser el secretario privado del ahora difunto general de Brigada (RE) Acdel Edgardo Vilas. En página 97, Bufano puso en conocimiento de las autoridades judiciales suizas que lo juzgaron y condenaron en 1983 a 4 años y 9 meses de prisión por la parte del secuestro de Koldobsky, los demás jefes que tuvo en el Ejército, enumerando a “los tenientes coroneles Luis Angel Firpo, H. O. Rodríguez, Marcelin, Liparini, Edgar Román y Poggi, los coroneles Raúl Gatica y Alfredo Valmu, el mayor Honorio Vidal; y los generales Muzzio y Ovidio Pablo Richieri”. En esa página 97 y en la siguiente, la 98, Martínez reconoció ante las autoridades suizas que lo juzgaron y condenaron también en 1983 a 4 años y 9 meses de prisión por el secuestro de Koldobsky, que entró a la Policía Federal en 1963 y que durante la pasada dictadura militar integró el Comando Sub-zona Capital dependiente del primer Cuerpo de Ejército. En página 109 del libro se añade que Sánchez Reisse fue condenado en Suiza a la misma pena que le aplicaran a Bufano y Martínez por el secuestro de Koldobsky, es decir, 4 años y 9 meses de cárcel, mientras que a Amalia Covas, esposa de Martínez, y Mariana Bosch, esposa de Sánchez Reisse, les aplicaron 2 años y medio de prisión a cada una. En junio de 1986, Martínez y Bufano fueron extraditados a la Argentina tras cumplir la pena que les infligieran en Suiza. En página 307 del libro, se anticipa que Covas y Bosch ya tenían fecha reservada para ser extraditadas a la Argentina en octubre de 1986, una vez cumplida las penas de cárcel en Suiza, dos meses después de la salida del libro en librerias argentinas. Un año antes Sánchez Reisse había fugado de Suiza, huida consignada en la página 284 del libro.

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Tras la aparición del libro “La pista suiza” fue público y notorio que Sánchez Reisse fue detenido en Estados Unidos y luego extraditado a la Argentina. Los cinco protagonistas del libro recuperaron la libertad en la Argentina. Preguntado que fuera por S.S. para que diga si desea agregar algo más, respondió: “Las respuestas a ciertas preguntas que se me hicieran en la comparecencia del 8 de noviembre de 2013, y que no pude entonces responder, tienen su respuesta tanto en la presente comparecencia, como en las páginas del libro “La pista suiza”, cuya fotocopia hago entrega en este acto, pero me mantengo a disposición del juzgado para cualquier ampliación que hiciera falta”. Solicito una copia del acta, a lo cual el Juez hace lugar entregándose copia simple de la presente. Con lo que no siendo para más se da por finalizado el presente acto, previa lectura y ratificación hechas en alta voz, tras lo cual firmó el declarante, después de S.S. por ante mí de lo que doy fe.-------------------------

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