La carne contraataca

7 jun. 2014 - tigre de Bengala. Anteojos sin aumento, un accesorio en alza experiencias mesa para dos. Carolina. Aguirre.“Digo barbaridades sin.
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sábado 7 de junio de 2014

sábado

para la sobremesa

la grapa regresa con versiones de alta calidad Página 14

Edición de hoy a cargo de Violeta Gorodischer y Franco Varise | www.lanacion.com/sociedad

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signos vitales LAS CifrAS quE noS toMAn EL puLSo

¿Qué buscan los argentinos en una tableta? Que sea fácil de transportar

Que sea cómoda

Que puedan utilizar juegos

Que los entretengan

13%

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Fuente: Intel / LA NACION

Hábitos

¿Es posible ser inmunes a la fiebre mundialista? Gastón Riveira, dueño de la parrilla La Cabrera, recomienda cortes madurados, con hueso y el kobe

ignacio coló

laura reina

Gastronomía

LA NACION

La carne contraataca En medio de la “revolución verde” y el boom del consumo veggie, chefs y comensales se reivindican como carnívoros a través de jugosas propuestas rodolfo reich PArA LA NACION

“Tal vez sea casualidad, pero hoy los cuatro pedimos carne”, dice con una sonrisa Esteban Masjuan, diseñador gráfico e imprentero, durante un almuerzo con amigos en Marieta, el nuevo restaurante de Martín Molteni. “Yo cocino la mayoría de las veces, para mi mujer e hijos, y suelo hacer lomo y colita de cuadril. Ahora que vivo en un departamento, aprovecho los restaurantes para elegir bife de chorizo o asado de tira.” El camarero confirma sus palabras mientras le sirve un bife de chorizo con humita, papines, salsa criolla y un cremoso de pimiento morrón. Karina Crulcich, de 29 años, eligió, en cambio, el rabo vacuno cocido a baja temperatura, con puré cremoso de papas y vegetales de huerta. Una carne muy tierna que se deshace apenas se la toca con el tenedor. La imagen, común hace una década,

hoy parece ir a contramarcha de la tendencia que planta bandera en el terreno gastronómico. Es que en un “contexto verde” como el que se respira hoy en día en Buenos Aires, varios miran de reojo a los defensores a ultranza de la carne... “Hay cada vez hay más vegetarianos en la Argentina –asegura Manuel Martí, presidente de UVA (Unión Vegetariana Argentina)–. Es una tendencia irreversible, acorde con lo que sucede en el mundo.” Sus palabras se verifican en el florecimiento que vivieron en los últimos años los restaurantes especializados en cocina natural, una lista que incluye nombres como Vita, Oihoy, Picnic, Naturaleza Sabia, Buenos Aires Verde y Hierbabuena, entre otros. Si a esto se suma el fenómeno del sushi, que alcanzó a todo el país (siendo una de las causas del crecimiento el consumo interno de pescado entre 2005 y 2013, que alcanzó los 9 kilos per cápita), pareciera que la Argentina está perdien-

A contramano de la mayoría de los argentinos, hay quienes admiten que la Copa del Mundo no les interesa

do su tradicional apego por la carne. De hecho, en 2011 el consumo de carne vacuna mostró su peor performance histórica, con 56,6 kilos (Ipcva, Instituto de la Promoción de la Carne Vacuna), en lo que significó un certero golpe al orgullo cárnico nacional: ese año, Uruguay, con sus 60 kilos promedio, pasó a convertirse en el primer consumidor de esta carne en el mundo. Pero lo cierto es que esto fue apenas un traspié: en 2012 y 2013, el consumo se recuperó y llegó a los 63,8 kilogramos. Y si a esto se suma el pollo (39 kilos) y el porcino (10 kilos), durante 2013 la Argentina mostró su mayor consumo histórico de carnes, según estadísticas del Ministerio de Agricultura. Los carnívoros pueden respirar tranquilos: la pasión albiceleste sigue vigente. Así, mientras crecen el consumo veggie y la moda orgánica, hay chefs y comensales que apuestan con fuerza renovada a la carne. Continúa en la página 2

La escena que más atormenta por estos días a Juan Pontoriero, un estudiante de ingeniería industrial, es compartir el ascensor con un desconocido y que surja “el” tema del que se hablará casi con exclusividad hasta mediados de julio: el Mundial. “Tengo que fingir que vi el partido cuando no sé quién jugó y menos el resultado–dice–. Como me parece violento decir que no me gusta el fútbol, estoy obligado a fingir, ruego que la charla termine rápido.”

experiencias

A Damián rautenberg le pasa más o menos lo mismo: durante el Mundial anda esquivando fanáticos por ascensores, pasillos y demás espacios reducidos donde el más mínimo contacto visual puede dar lugar al comentario. “Cuando empiezan a hablar de fútbol, me retiro con elegancia”, cuenta este publicitario de 24 años. Sin embargo, cinco días antes del comienzo de la fiesta mundialista, hay quienes logran mantenerse inmunes a la fiebre futbolística que empezará a propagarse como un virus una vez que ruede la Brazuca. Continúa en la página 10

mesa para dos

Ser testigo de la intervención a un tigre de Bengala

Página 8

Estilo

Anteojos sin aumento, un accesorio en alza

Página 11

Carolina Aguirre. “Digo barbaridades sin darme cuenta” Página 18