Jazz en escena

9 sept. 2011 - augural de Louis Armstrong y Earl Hines en el tema “Weather Bird” podrían agre- garse las de Chet Baker y Paul Bley en el disco Diane ...
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Jazz en escena L

EL JAZZ EN ACCIÓN Por Robert Faulkner y Howard Becker Siglo XXI Trad.: Stella Mastrangelo 304 páginas $ 82

os dúos de trompeta y piano tienen en el jazz menos antecedentes de los que podría pensarse; a la grabación inaugural de Louis Armstrong y Earl Hines en el tema “Weather Bird” podrían agregarse las de Chet Baker y Paul Bley en el disco Diane, alguna de Dizzy Gillespie y Clark Terry, y últimamente la de Enrico Rava y Stefano Bollani. El jazz en acción. La dinámica de los músicos sobre el escenario es también una colaboración entre un pianista y un trompetista, aunque se trata de colaboración científica, con una flexión sociológica. Howard Becker fue discípulo de Lennie Tristano y Robert Faulkner tuvo sus años de trompetista. Esas experiencias son finalmente decisivas en su investigación. Su asunto es justamente el jazz, el modo en el que los músicos que tocan según las reglas de este género adquieren sus competencias y los circuitos de realización social de esas pericias. El libro se devana a partir de preguntas muy primarias que, en una segunda consideración, resultan auténticas piedras de toque. Por ejemplo: ¿en qué piensan los músicos cuando tocan? ¿Cuáles son los lugares en los que deben pensar qué tocar? ¿Cuánto influyen esos lugares en lo que tocan? ¿Cómo aprenden a tocar del modo en que lo hacen? Aunque el afán de clasificación y los protocolos de la sociología, tan poco ensayísticos, fatiguen en ocasiones (todo se explica hasta en sus detalles más elementales), las preguntas y las respues-

Pablo Gianera

LAS RELIGIONES DE LA ARGENTINA ABORIGEN Por Mario Califano, Eduardo Crivelli y Juan A. Gonzalo CIAFIC 328 páginas

Creencias autóctonas U

n amplio grupo de autores especializados trazaron un mapa de las religiones de los indios que poblaron y pueblan el territorio argentino. La palabra “mapa” viene al caso también porque la obra empieza en la puna y va descendiendo hasta Tierra del Fuego. En la introducción definen que la esencia de lo religioso es “lo sagrado”, que en el caso de los aborígenes reúne vivencias de lo extraordinario, lo extraño y diferente. Describen más adelante las formas que pueden adoptar esos seres personificados en, por ejemplo, “el dios ocioso” que creó el mundo y luego se desentendió de su obra. Dedican también un aparte al chamán, figura común a distintas religiones que cumple una función de cura de enfermedades y de protección de la caza, la pesca y la recolección de frutos, pero que también “es capaz de provocar el daño tanto a los adversarios como a los miembros de su propio grupo”. Cada capítulo abarca la historia de la zona estudiada y los cambios que hubo a partir de la presencia de otras culturas o de la llegada de los españoles. En ocasiones, los autores lamentan que en las regiones donde sentaron sus plantas los jesuitas hayan quedado pocos testimonios históricos sobre las etnias del lugar y que, en otros, la fantasía de ciertos cronistas haya mistificado esos testimonios. Las creencias de etnias hoy inexistentes, como las de las regiones de Cuyo y Sierras Centrales, están entre las más difíciles de reconstruir, ya que existen pocos registros arqueológicos y sólo algunos testimonios parciales que dejaron los españoles cuando llegaron a esas tierras. Las religiones de la pampa y Norpatagonia, por su parte, se cuentan entre las más enigmáticas, ya que se trata de interpretar pinturas y grabados rupestres que en muchos casos se consideraron alusiones a la denominada “magia de caza”, aunque los investigadores descuentan que se trate de ello pues aparecen otros signos que no validan esa idea. La obra cuenta con un cuadernillo de fotografías de distintas culturas y en cada capítulo hay una bibliografía especializada en el tema tratado. Julio Orione

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Los sociólogos Robert Faulkner y Howard Becker estudian el modo en el que actúan los músicos de jazz

tas de Becker y Faulkner se sostienen por sí mismas. Las conclusiones no son necesariamente novedosas (se sabía ya cuánto influyeron los “lugares”, los clubes pequeños en oposición a las grandes salas, en la irrupción del bebop), pero su despliegue resulta concluyente. En muy pocas investigaciones sobre música se encontrará una articulación tan inteligente de las instancias de producción y recepción. Los autores se toman a sí mismos como objeto de estudio, y muchas veces las fuentes son sus propios testimonios. No es una mera veleidad autobiográfica. Tal vez no haya otro modo de referirse a la improvisación en sentido amplio, y más acotadamente a la improvisación en el jazz, que no sea en primera persona; tal vez sólo aquél que improvisa pueda decir algo sobre ese acto, y nadie más atento a recordar en qué consiste improvisar que quien tiene además la gimnasia de la investigación. El foco se concentra siempre en el repertorio, es decir, en aquello que les permite a los músicos de jazz interactuar en un escenario. De hecho, el título del original en inglés es Do You Know...? The Jazz Repertoire in Action. También, como los lugares, el aprendizaje de los temas cambió con el correr de las décadas. El propio Becker cuenta su propia y sufrida adquisición del repertorio: “Todas las semanas, para cada trabajo que hacía [un amigo] compraba partituras. Y me las prestaba, y yo las utilizaba y después se las devolvía. Y así aprendía… Otro amigo con el que toqué me enseñó muchos temas. Me decía: ‘Tenés oídos, así que escuchá’”. Dos vías diferentes de adquisición, entonces, lo escrito y lo escuchado. “Cuando surgen y se ponen de moda nuevas formas de jazz, también cambia el contenido de ‘lo que todo el mundo sabe’”, escriben. El problema fue que, después del bebop, el repertorio (ese cuerpo de temas conocidos como standards) dejó de ser estable y, desde entonces, “no ha habido ningún tipo de música que haya dominado la escena musical”. A partir de semejante examen del repertorio, Faulkner y Becker infieren una conclusión de orden general: “Eso indica que lo que vino después del bebop no tuvo un carácter unificado”. En cierto modo, el repertorio es el indicio en el que se advierte la fragmentación de los estilos jazzísticos a partir de fines de la década de 1950. El jazz en acción debería leerse quizás como el anverso de Thinking in Jazz. The Infinite Art of Improvisation, el colosal y canónico estudio de Paul Berliner todavía inédito en español. Mientras que Berliner revela la más comprimida intimidad musical del género, Faulkner y Becker desnudan su vida social, las normas tácitas que regulan su gregarismo, acaso más inaprensibles y volubles.