Impacto de las restricciones en el circuito comercial

1440 a 234 millones de dólares) ante las medidas antidumping adopta- das por la Argentina. La relación comercial con Bra- sil también ha sido afectada por.
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Martes 28 de agosto de 2012

LA NACION/Sección 5/Página 3

IMPORTACIONES

EMPRESAS

Impacto de las restricciones en el circuito comercial

REINO UNIDO

RUSIA

Misión comercial multisectorial

Foro de negocios con la Federación Rusa

La Cámara de Comercio Argentino-Británica convoca a la misión comercial al Reino Unido a empresas productoras de vinos, productos gourmet, orgánicos, minería y servicios IT. La misión tendrá lugar del 24 al 28 de septiembre y cada empresa tendrá una agenda de negocios personalizada. Informes: trade@ccab. com.ar o comunicándose por el 4394-2762.

La Cámara de Comercio e Industria Argentino Rusa invita a las empresas a participar del “I Foro de Negocios entre la Federación Rusa y la República Argentina”, el 12 de septiembre, a las 8.30, en el Museo Arturo Jauretche (Sarmiento 364, CABA). Especialistas en aquel mercado explicarán sobre cómo consolidarse o comenzar a explorarlo. Informes: info@ caciar.com.ar o por el 4393-1672.

RICARDO M. SCOTTI PARA LA NACION

El circuito comercial es un sistema interrelacionado entre la oferta, la demanda y el precio. Si por alguna causa imprevisible estas variables son modificadas, el equilibrio de mercado alcanzado se pierde, ajustándose el precio a las nuevas condiciones. Esto afecta tanto a las decisiones y posibilidades del consumidor como del productor, al enfrentarse a niveles de precios diferentes de los planeados antes de la interrupción del equilibrio. Cuando la oferta local no alcanza para abastecer a la demanda, en un contexto de apertura comercial global, es posible satisfacer las necesidades del mercado interno mediante la importación. Esto suavizaría las presiones inflacionarias del exceso de demanda siempre que el precio internacional sea inferior al local. Pero, por otro lado, puede desincentivar la producción interna y atar a la economía del país importador a las variaciones de precios internacionales. Ambos extremos son malos. Las excesivas restricciones pueden generar represalias comerciales de aquellos países que importan productos locales. Este es el caso de China, que disminuyó significativamente sus importaciones de aceite de soja entre 2009 y 2010 (de 1440 a 234 millones de dólares) ante las medidas antidumping adoptadas por la Argentina. La relación comercial con Brasil también ha sido afectada por medidas proteccionistas. Ante la implementación de un sistema de licencias anticipadas de importación que impactaron fuertemente, por ejemplo, en sus exportaciones de carne de cerdo, Brasil ha respondido con el levantamiento de licencias no automáticas afectando

el comercio de uvas, papas y harina de trigo, entre otros productos exportados por la Argentina. Por otro lado, la falta de criterio (o de divulgación de éste) en la elección de los productos restringidos puede generar el efecto inverso al deseado, sin mencionar el problema de los insumos médicos. En concreto, si se pretende un desarrollo de la industria local y se limita la importación de los insumos y maquinarias necesarias, surge en principio una inconsistencia en el modelo que necesita con urgencia ser explicada.

Complemento importado Es difícil encontrar industrias argentinas que no tengan algún componente importado. La producción local depende de la importación de ciertos insumos y bienes intermedios para la fabricación de los productos finales, o de maquinaria y tecnología para desarrollar sus capacidades productivas. Las restricciones al comercio de los bienes de capital afectan directamente a la producción futura, limitando las posibilidades de incrementar la cantidad ofrecida, además del retraso con respecto al resto del mundo en la productividad que hace cada vez menos competitiva a la producción local. Esto genera aumentos de precios que absorben, casi por completo, la depreciación cambiaria nominal limitando las posibilidades de incrementar las exportaciones y sustituir las importaciones. Entre 2008 y 2011, las importaciones totales de la Argentina crecieron un 34%, sumando más de US$ 158.000 millones, siendo el sector más dinámico el de combustibles y lubricantes (con una tasa de crecimiento punta-punta del 118%). El principal socio comercial fue Brasil, que concentró el 30% de los productos consumidos por

nuestro país al resto del mundo, seguido por China, que, partiendo del tercer puesto del ranking en 2008, superó a Estados Unidos con una tendencia a acercarse cada vez más al primero (concentrando el 15% de las importaciones totales argentinas en 2011). Sin embargo, en los últimos meses las importaciones vienen en caída. Al reprimir las importaciones se disminuye la oferta, se incrementa el precio y hay desabastecimiento. Enero pasado fue el último mes en que las importaciones se incrementaron respecto del mismo mes del año anterior, y a partir de allí siempre han disminuido. La rama de la actividad más afectada fue precisamente la de bienes de capital, con una caída del 30%, comparando el total importado entre febrero y junio de este año con el mismo período del año anterior. Cabe destacar que entre 2009 y 2011 cerraron 44 empresas de entre 20 y 200 empleados de la industria metalmecánica y 10 empresas de entre 201 y más de 1000 empleados. No se pueden pasar por alto las barreras al comercio exterior para explicar, en parte, esta realidad. Si bien la coyuntura no es del todo alentadora, existen síntomas que hablan de una posible solución de los conflictos con Brasil. En los últimos dos meses, se liberaron las licencias para vehículos y se destrabaron las importaciones de productos primarios. De todas formas, las barreras comerciales siguen existiendo y la incertidumbre no deja de afectar negativamente a las decisiones de inversión.

El autor es vicepresidente de la consultora Claves Información Competitiva SA