Hermanas y hermanos en Cristo: Nos reunimos en Salt

Hermanas y hermanos en Cristo: Nos reunimos en Salt Lake City para la Convención General pronto y muy pronto. Observaréis que es un lugar de gran ...
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Oh Dios, muchas y grandes son tus obras, creador de la tierra y del cielo; tus manos han poblado de estrellas los cielos; tus dedos separado las montañas y las llanuras. He aquí que con tu palabra se formaron las aguas; los profundos mares obedecen tu voz. Concédenos la comunión contigo, estrella permanente; ven a nosotros y mora con nosotros; contigo se encuentran los dones de la vida. Bendícenos con una vida sin fin, una vida eterna contigo. 1

Hermanas y hermanos en Cristo: Nos reunimos en Salt Lake City para la Convención General pronto y muy pronto. Observaréis que es un lugar de gran belleza física, montañas, cielo, puesta y salida del sol, pájaros, flores y árboles, sal y rocas. Rezo para que esta 78a Convención General sea una obra de belleza, pues como dice el pueblo Diné o Navajo, somos creados para "caminar en la belleza" o hózhó. La visión hebrea se llama shalom, y nos reuniremos para realizar este trabajo, ser socios creativos con Dios en la conformación de un mundo de mayor justicia, paz, y de hecho, de belleza, el reino de Dios en la tierra como en el cielo. Los que saben que son amados de Dios están en forma y listos para este trabajo. Como la voz del cielo le dijo a Jesús en su bautismo: "Tú eres mi amado, en ti me complazco". Dios ha dicho lo mismo a cada uno de sus hijos. En los próximos días y semanas os animo a que meditéis en esa imagen de ser amados, y la mantengáis ante vuestros ojos, en vuestros labios y en vuestro corazón. Os encontraréis con lo que ya sabéis, en los que van a compartir este trabajo con vosotros. Nos uniremos por una temporada para dar forma a la obra de esta Iglesia para los próximos años, sin saber exactamente lo que esos años y décadas traerán. Si confiamos en el trabajo subyacente del Dios que ama lo que ha creado, estaremos preparados para sanar lo que está quebrantado, para guiar lo que se ha extraviado, para compartir lo que se nos ha dado, y para buscar la sabiduría de Dios dondequiera que vayamos. Santo Señor, dador de toda sabiduría: prepara para nosotros en este día el banquete de tu palabra; invítanos a deleitarnos en el prodigio y la belleza que nos rodean. Luego, haznos humildes hacia los pobres, los oprimidos y los débiles. Te lo pedimos en el nombre de Jesús, que es la sabiduría por los siglos de los siglos.2 La obra creadora de Dios a menudo utiliza lo que ve en el mundo como quebrado o menor o rechazado: el hijo más joven, la mujer olvidada, el siervo sufriente, el caos al inicio de todas las cosas. El desplazamiento que todos experimentaremos en el trabajo que tenemos ante nosotros forma parte de esa posibilidad creadora. Nuestra tarea es administrar la belleza que hay dentro de nosotros para que podamos lidiar con lo que puede parecer caótico u otra cosa y aceptarlo como un regalo creador y una posibilidad en lugar de algo abrumador. Tenemos una gran invitación, la de mantenernos firmes en el amor, que conocemos, de Jesús y de su cuerpo, y estar radicalmente abiertos a sus otras partes y al creativo "desorden". Este 1 Many and Great “Dakota Hymn” / Lacquiparle by Joseph r. Renville (1942), parafraseado por R. Phillip Frazier (1929). Himnario 1982, Himno 385

2

Oraciones diarias para todas las estaciones , Church Publishing, 2014. p 124, Adaptado del J. Frank Henderson, Un Libro de oración para recordar a las mujeres (Chicago: Liturgy Training Publications, 2001), p.119.

es un tiempo para practicar lo que sabemos: orar sin cesar; cuidar de nuestros cuerpos y espíritus alimentándolos adecuadamente, con cosas buenas; ejercitar nuestras almas y cuerpos de la manera que conocemos y confiamos; aumentar nuestra capacidad de aceptar sorpresas con gratitud; y finalmente, descansar al final del día en la confianza de que lo que se ha hecho se ha hecho, lo que no se ha hecho no se ha hecho, y estar tranquilos. Fuente de la vida y bendición del jardín, de la huerta, del campo: enraízanos a tu obediencia y nútrenos con tu inagotable Espíritu para que, percibiendo solo el bien que podamos obrar, nuestras vidas sean fructíferas y productivo nuestro trabajo, y nuestro servicio útil, en comunión con Jesús, nuestro hermano. Amén. 3 Que Dios os colme de esperanza y visión para realizar el hermoso trabajo que tenemos ante todos nosotros. Shalom, amados,

Katharine

3

Ibid, p 128. Oraciones del Leccionario común revisado,

p. 85.