Hartfield, un luchador de fe inquebrantable

ger Vasselin (superó a Radek Stepa- nek) y, si gana, podría jugar con Ca- ñas en los octavos de final, en lo que sería su mejor actuación en Grand. Slams.
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Jueves 31 de mayo de 2007

TENIS

Roland Garros

Hartfield, un luchador de fe inquebrantable

Willy Cañas se detiene a firmar algunos autógrafos, tras el triunfo sobre el italiano Bolelli

Disfruta y gana // A P era

Guillermo Cañas llegó a París con sus padres, alquiló un departamento y sale a pasear por las tardes; así, sigue avanzando, está en 3 rueda y sueña... Por Maximiliano Boso Enviado especial

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ARIS.– Está tan tranquilo Guillermo Cañas que, como dijo, no quiere ponerse encima un cartel que a veces puede ser pesado: el de candidato. Pero si es por lo que mostró hasta ahora en Roland Garros, en su regreso a los Grand Slams, no hay otra señal que le quepa mejor, luego de haber conseguido nuevamente en tres sets su pase a la tercera rueda, con su victoria por 6-4, 6-3 y 6-3 sobre el italiano Simone Bolelli. Por ahora, lo suyo es un camino sin fisuras. La calidad deportiva pasa por el talento y la mentalidad, pero a esas cualidades se les puede crear un marco cercano al ideal, que si bien no garantiza un resultado, ayuda y mucho. Willy repite una y otra vez un verbo mágico para su presente: disfrutar. Y esta cuestión hay que llevarla más allá del tenis. Para entenderlo, vale conocerlo un poco más. Saber, por ejemplo, de sus paseos por las calles parisinas, que disfruta como cualquier turista y que lo sacan de la rutina del deportista de elite que se entrena y juega, se entrena y juega, y así todos los días. Los días que no juega trata de terminar

La extraña raqueta negra de Willy Cañas Guillermo Cañas está jugando con una extraña raqueta Wilson negra. “Cambié hace poco, porque el modelo que usaba no lo fabrican más. Las probé y me gustaron. Tengo seis y me van a traer ocho más. Esta despide un poquito más, pero es muy, muy parecida a la otra”, explicó. Como todavía la marca no las lanzó al mercado, Cañas juega con un modelo sin “decorar”, pero con el logo pintado en las cuerdas.

con su programa a las cuatro de la tarde para irse al departamento que alquiló para compartir con su familia. Sus padres completan un cuadro hogareño que no es fácil de ver en el circuito: películas o programas en la TV del living, cenas parecidas a las de la casa en Tapiales. “Estar en un departamento me hace vivir de una manera distinta todo. Termino con la actividad del día y me voy allá, tranquilo. Es como tener mi casa durante dos semanas y pico. Tengo mi televisión, mi heladera. Es mi lugar y me saca un poco de la rutina de los torneos”, contó Cañas. Y siguió: “Anoche –por anteanoche–, por ejemplo, estuvimos mirando tele hasta las 11 de la noche. También disfruto de salir a caminar y conocer la ciudad, que es hermosa”. Cañas se fue metiendo de a poco en lo deportivo. “Entro en la cancha y disfruto. Puedo perder, puedo ganar, pero lo importante es que me sienta bien dentro de la cancha. Vine a hacer un buen torneo”, dijo, lo que llevó a la repregunta: ¿qué es hacer un buen torneo? Entonces soltó toda su confianza: “Ganarlo, ésa es mi meta. Yo vine a ganar el torneo. Después, puede que eso no suceda y no quiere decir que no quede conforme con lo que hice. Depende de cómo se den las cosas”.

Admitió también que es mejor que haya tocado Kristof Vliegen como rival para mañana, pero no se confía: “Si le ganó a Gasquet [Richard, 11º preclasificado] es porque debe estar jugando en buen nivel”, y no quiere saber nada con su candidatura al título: “Cuando pase la primera semana empezaré a pensar en mis posibilidades. No pienso en la opinión de los demás, sea de la prensa o de quien sea. Es lindo saber que los medios me ponen como candidato y que me tienen en cuenta, pero yo, personalmente, no me tengo que cargar con esa presión”.

A los 26 años, ganó su primer partido en un Grand Slam, al eliminar en cinco sets a Ginepri; “yo siempre creí”, afirma

Una calle en honor de Mary Pierce

PARIS (De un enviado especial).– Un año atrás, pero en el court central de Roland Garros, Diego Hartfield sorprendía a miles de espectadores in situ y a varios miles más por televisión al hacer sudar más de lo previsible al N° 1 del mundo, Roger Federer. Hasta el propio suizo lo elogió y no dudó de que el misionero se entreveraría pronto entre los mejores jugadores. Ese pronóstico se cumplió y, si bien es cierto que este amigo de la infancia de José Acasuso no está en la primera línea de la Legión, esta temporada fue uno de los que ayudaron a que nuestro país batiera el récord de presencias entre los cien mejores tenistas del mundo (13) al meterse por primera vez en ese lote de privilegio. A diferencia del año último, esta vez entró en el cuadro principal sin pasar por la dura clasificación y ayer, el muchacho sencillo de Oberá, buena gente, tuvo el enorme placer de convertirse en el tercer argentino en este torneo en ganar su primer partido sobre este mítico polvo de ladrillo –luego de Carlos Berlocq y de Juan Pablo Brzezicki–, al superar en su debut al norteamericano Robby Ginepri por 6-4, 1-6, 5-7, 6-4 y 6-2, en un partido que anteayer había sido postergado por falta de luz. “Lo del año pasado fue muy lindo y un impulso muy grande. Sin dudas que fue especial. Y lo de este año también, claro, porque es el resultado de mucho esfuerzo, de mucha lucha por alcanzar los objetivos que me había planteado”, cuenta el Gato, apodo que juega con la similitud entre su apellido y el felino de caricaturas Garfield. A los 26 años, Hartfield es un creyen-

Mary Pierce, campeona de Roland Garros 2000, fue homenajeada en el club, que le puso su nombre a una de las calles internas, como ya pasó con sus compatriotas Guy Forget, René Lacoste, Cédric Pioline Natalie Thauziat y Henri Leconte.

te dentro y fuera de la cancha. Adentro se apoya en sus condiciones, afuera en la religión: es cristiano evangélico. Nunca bajó los brazos y cumplió con el sueño de meterse entre los cien primeros del ranking aún cuando muchos a esa edad ya perdieron la esperanza. “Yo siempre creí, estaba seguro de que iba a llegar. Muchas veces le dije a Oki (Rodríguez, su entrenador) que se quedara tranquilo, que todo se me iba a dar. Tengo muchos espejos para mirarme, chicos que demostraron que se puede alcanzar un objetivo sin importar tanto la edad. Fijate incluso que hubo tenistas que fueron Nº 1 a los 28 años”, dice Diego, pelo largo, muy mirado por las chicas, aunque esa pinta heredada también la sufra, en algún punto, con su hermana menor Tanya, una hermosa modelo. Todos lo cargan y le hablan de ella, aunque para él no es ningún problema, se lo toma bien. Se ríe de la enorme cantidad de chicos que a cada paso le piden autógrafos, a quienes esquiva con pruebas de conocimientos. “Yo no tengo drama, vos me conocés, pero si ni siquiera saben quién soy. Hace un rato agarré a un grupo de pibes y les dije: ‘Si me dicen cómo me llamo, les firmo a todos’, y se miraron sin saber qué decir”, explicó. Su rival por la segunda rueda, hoy, es de alto calibre: David Ferrer. El español, 12° favorito, lo toma como un rival de cuidado, porque conoce su espíritu incansable. “Así será –dice el Gato–: lucha y entrega. Voy a tener que buscar los huecos que tenga y aprovechar la oportunidad que me dé, porque no te da dos”.

Los medios internacionales lo nombran como uno de los que puede aparecer entre los candidatos naturales, Federer y Nadal, junto con Novak Djokovic, Nikolay Davydenko y Lleyton Hewitt, por ejemplo. “Me siento increíble”, dice él, que se refugia en la réplica del hogar. “En Wimbledon alquilo una casa, en Australia un departamento y acá no lo había hecho nunca y la verdad es que está muy bueno. Todas estas cosas son las que me ayudan a disfrutar todo de manera distinta. Espero que en Nueva York pueda hacer lo mismo.”

La actividad de hoy de los argentinos

Gaudio quiere dar el golpe ante Hewitt PARIS (De un enviado especial).– Gastón Gaudio intentará darse a sí mismo hoy el golpe de confianza que tanto busca cuando en el primer turno del Philippe Chatrier, a las 11 (las 6 de Buenos Aires) se enfrente con el australiano Lleyton Hewitt, por la 2a rueda. Aunque se sabe que, aunque gane, el campeón de Roland Garros 2004 no necesariamente se quedará conforme. En el historial están 3-3; los

tres éxitos de Gaudio fueron en polvo. Mariano Zabaleta también jugará en primer término (court Nº 7) con Olivier Patience. En segundo turno jugarán Juan Pablo Brzezicki ante el español Guillermo García López (Nº 16) y Gisela Dulko frente a la rusa Alla Kudryavtseva (Nº 6). Diego Hartfield se medirá en el tercer turno de la cancha Nº 3 con el español David Ferrer (12º favorito).

El Gato Hartfield sufrió pero ganó; hoy jugará ante David Ferrer

El día que Berlocq fue croata Los partidos pueden seguirse al instante por www.rolandgarros. com, pero ayer tuvieron algunos problemas con las nacionalidades. En un momento, Chela era checo, Berlocq croata y Eschauer, Almagro, Castaño y Monfils, argentinos.

Nalbandian y Mónaco, triunfos sin sobresaltos

Chela llegaba ilusionado, pero se fue temprano

Vencieron en sets corridos a Navarro Pastor y Melzer; éxito de Dulko en el debut

Perdió con el francés Gael Monfils; Vassallo, Berlocq y Guzmán, eliminados

PARIS (De un enviado especial).– Además de Guillermo Cañas, otros dos varones alcanzaron la tercera rueda del Abierto francés: David Nalbandian y Juan Mónaco. Y Gisela Dulko, la única representante argentina entre las chicas, pasó a la segunda rueda. El cordobés volvió a tener una performance sólida en un partido que no resultó sencillo, pero que resolvió con la autoridad que se le conocía y que parecía perdida en los últimos meses. En estas condiciones venció por 7-5, 6-4 y 6-4 al español Ivan Navarro Pastor, que lo sorprendió porque “no lo conocía y extrañamente, a pesar de ser español, jugaba mucho saque y volea. Tardé un poco hasta que le agarré la mano a la devolución”, dijo Nalbandian, que sin embargo confesó que no le sirvió tanto este partido en función de recuperar ritmo: “Es que jugamos puntos cortos”. El próximo rival de Nalbandian será el francés Gael Monfils, vencedor de Juan Ignacio Chela. “Nunca jugué con él, pero lo conozco, va a ser duro. Debe estar bien, porque ayer [por anteayer] jugó cinco sets y hoy [por ayer] ganó en cuatro. Pero tengo confianza y me siento bien. Además, es probable que juegue en un estadio y eso me gusta”, agregó David. El tandilense Mónaco jugó en un gran nivel ante el austríaco Jürgen Melzer –que venía de eliminar a José Acasuso– y lo superó por 6-2, 6-3 y 6-1. “Me sentí a pleno. Y me vino muy bien ganar en tres sets, porque ahora voy a descansar un día. Esta vez también jugué con el sistema del Cholo [Simeone], pero el normal”, dijo Pico, que efectivamente abandonó la remera negra (perdió los dos primeros sets con Fognini) y usó la blanca, con la que ganó seis sets seguidos. Mónaco se medirá mañana con el francés Edouard Roger Vasselin (superó a Radek Stepanek) y, si gana, podría jugar con Cañas en los octavos de final, en lo que sería su mejor actuación en Grand Slams. Dulko estaba relajada y feliz tras su victoria ante Su Wei Hsieh, de Taipei, por 6-1 y 6-4. “Estoy contenta porque jugué bien y saqué el partido en dos sets, lo que me permite llegar bien al próximo partido”, dijo la tigrense, que se enfrentará hoy con la rusa Alla Kudryavtseva. Si se impone, podría medirse con Maria Sharapova en la tercera vuelta. “No pienso en eso. Pienso en cada partido. Y si me toca, tengo que salir a jugar bien”, dijo Gisela.

PARIS (De un enviado especial).– De los argentinos que llegaron a París con mayores posibilidades de avanzar, Juan Ignacio Chela fue el primero que dijo adiós al caer ayer, por la segunda rueda, ante el francés Gael Monfils, por 3-6, 6-3, 6-3 y 6-1, en el estadio Philippe Chatrier. El francés, ex N° 1 del mundo junior y que busca su mejor tenis luego de un largo parate por lesión, venía de perder en la final de Pörtschach ante Juan Mónaco. “El problema no fue de actitud, sino físico. Sentí las tres horas que jugué ayer con Santoro. La lluvia de estos días me vino bien para recuperarme de lo de Düsseldorf, pero me perjudicó porque jugué muy seguido”, dijo el tenista de Ciudad Evita. “No llegué físicamente de la mejor manera, pero tampoco me arrepiento de nada porque me fue muy bien en todos estos meses”, agregó Chela, que lamentó, sin embargo, no haber podido afrontar Roland Garros en las mejores condiciones. El camino de otros tres argentinos llegó a su fin ayer en el Bois de Boulogne: Martín Vassallo Argüello, Carlos Berlocq y Juan Pablo Guzmán. El primero mostró un enorme espíritu de lucha ante el italiano Filippo Volandri, que le ganó por 7-6 (7-2), 7-5 y 6-2. “Dejé todo y tuve mis posibilidades en el primer set, pero la verdad es que él jugó muy bien, está en muy buen nivel. Ya en el tercero no pude seguirlo y se me complicó también por la luz. Nunca gané un set con poca luz”, dijo Vassallo Argüello, que seguirá jugando en dobles con Potito Starace. Para Berlocq, las casi cuatro horas de partido totales, divididas en dos días, ante el francés Julián Benneteau, fueron fundamentales en su derrota por 6-2, 6-4 y 6-2 frente al italiano Potito Starace, que venía de dos días de descanso. Pero al menos se dio el gran gusto de obtener su primera victoria en un Grand Slam. “Me voy tranquilo. Me hubiera gustado afrontar el partido en otras condiciones, pero al menos tuve la gran alegría de ganar acá, que era algo que deseaba mucho. Ahora me voy a jugar un par de challengers y después, al pasto”, comentó Charlie. Guzmán, que completó su partido de la primera rueda, no pudo hacer nada ante el español Oscar Hernández, que lo derrotó 7-6 (7-4), 6-0 y 6-2. “Estoy triste, pero bueno, hice lo que pude. La suspensión me había venido bien, porque me estaba matando, pero al regreso tampoco pude hacer nada”, dijo Juampi, para quien la posibilidad de jugar acá ya fue todo un logro, por los puntos conseguidos y por lo que significa económicamente.