Ha llegado la primavera y el IRPF

Hablemos de economía. Antonio Morlanes. Presidente de Aragonex · [email protected] - www.aragonex.com. Ha llegado la primavera y el IRPF.
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Hablemos de economía

Antonio Morlanes Presidente de Aragonex · [email protected] - www.aragonex.com

Ha llegado la primavera y el IRPF

E

omo todos los años, con la primavera nos llega también el momento de realizar la declaración del Impuesto de la Renta de la Personas Físicas (IRPF) y aunque hay un porcentaje importante de contribuyentes a los que Hacienda les devuelve algo de lo pagado hasta el momento, este no es un acto agradable. Está claro que la responsabilidad que tenemos como ciudadanos, de contribuir a los Presupuestos Generales del Estado, pocas personas la pondrán en duda, pero a cambio la Agencia Estatal de Administración Tributaria, organismo encargado de la relación de los contribuyentes, debería ofrecer dos características. La primera facilitar y simplificar las declaraciones, cada vez más complejas y con el uso de una terminología. Casi imposible de comprender por la mayoría de la personas obligadas a efectuarlas; la segunda, la forma en la que se dirigen a los ciudadanos cuando están en la situación de contribuyentes, utiliza expresiones amenazantes y complejas y revierten el peso de la culpa, obligan a que a quien se dirige deba demostrar que está exento de cualquier infracción, aún así, si ha cometido algún error es posible que deba pagar algún tipo de sanción o interés. Por cierto, el rigor que ponen en el cumplimiento de las fechas no es bidireccional, sólo sirve para nuestro cumplimiento, la AEAT está libre de cualquier periodo ni fecha y en relación a la declaración del IRPF, da la casualidad que se les ha adelantado los pagos con mucha anticipación, los más antiguos 18 meses y los más modernos 6 meses, esto en el mejor de los casos. En fin, creo que la Hacienda española y la AEAT en su representación debe-

rían aprender fórmulas de relación con sus clientes, que somos todos, pero no nos debemos quedar en estas consideraciones que se refieran a lo externo, analicemos un poco qué sucede con los ingresos que procuramos para el mantenimiento de los servicios que demandamos los ciudadanos. El IRPF es un impuesto que tiene un carácter progresivo, es decir que paga más quien más tiene y esto, que debe responder a un modelo solidario entre quienes forman parte de la Sociedad, no siempre es la realidad que debería darse y se queda en pura teoría que sirve para los discursos políticos y poco más, porque existe una afirmación que éstos llevan siempre en sus intervenciones, con independencia ideológica, deben de pagar más los ricos; y esto que nadie rebate, o casi nadie, lo que no manifiesta con toda claridad, es la definición de rico, es posible que unos por ignorancia y otros por temor; ya que la ingeniería fiscal la pueden efectuar quienes tiene mayor capacidad económica y por tanto, esa definición tiende a la desfiguración. Puede suceder que alguien con ingresos tan elevados, pongamos como ejemplo, superiores a un millón de euros anuales, pueda aparecer frente a la AEAT, como un mileurista, que ahora son una bendición. Bien, si nos referimos al IRPF del Estado, no vamos a incluir en los datos que daré a continuación a las Comunidades Autónomas. En los Presupuestos Generales del Estado para este año 2017, todavía no aprobados, la recaudación prevista es de 38.264 millones de euros, es decir un 3,4% superior al 2016, a esto debemos incrementar el impuesto indirecto que supone el IVA y que en su gran mayoría tiene un carácter finalista, significa

que lo pagamos los ciudadanos que no tenemos posibilidad de liquidación y retorno, pues este, más los especiales (alcoholes, tabacos, etc.) que tienen el mismo fin, los contribuyentes finales pagamos más de cien mil millones de euros y no he querido entrar en otras minucias importantes como son las tasas, ingresos patrimoniales y otros. Está claro que alguien tiene que pagar esto, pero es muy necesario que el estudio sobre la distribución y la eficacia a conseguir, no ocupan hoy una prioridad para nuestros especialistas en Hacienda Pública; que hablando de impuesto progresivo, me voy a permitir la licencia de incluir una pequeña disquisición sobre el impuesto de sociedades, que ignora, o peor pervierte el sentido de progresividad y crean que sería de mucho provecho que en éste también se tuviese en cuenta y no que como resultado final, las grandes empresas con sus elevados beneficios paguen en 5% y las PYMES con los suyos menguados, paguen un mínimo de un 15%. Pero volvamos al corazón del IRPF, que es los ingresos que responden al concepto de laborales, existen otros tam-

bién, como los del capital o patrimoniales, pero estos primeros son los más importantes; pues bien, con referencia al PIB, el Banco de España, nos dice que los costes laborales unitarios, medidos entre el 2010 al 2016, en España han caído un 0,3% y en las zona euro, han subido un 0,9%, cuando la productividad en España ha sido superior a la zona euro y lo mismo ha sucedido con el PIB. Por tanto, los 19,5 millones de declaraciones esperadas para este momento y referidas al año 2016, es posible que lleven sorpresa incorporada, pues si aquellos que cobran menos de 12.000 euros anuales están exentos de realizar la declaración y los salarios han tenido un retroceso importante, podemos sacar esta conclusión a través de los ingresos de la Seguridad Social, el 2016 tuvo 500.000 trabajadores más y sus ingresos fueron inferiores al 2015, porque los salarios cotizaban menos al ser más bajos, lo mismo sucede con el IRPF. Sorpréndanos Sr. Montoro y díganos cómo es el juego de magia, para cumplir con los costes presupuestarios y no tener mayor déficit.