Grietas en el oficialismo por las Madres

Un sondeo difundido anoche por la consultora de Enrique Zuleta Pucei- ro, que suele trabajar para el kirchnerismo, destaca que la mayoría de los porteños ...
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POLITICA

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Sábado 11 de junio de 2011

Fondos bajo sospecha| Complicaciones políticas y judiciales

Grietas en el oficialismo por las Madres Continuación de la Pág. 1, Col. 3 que esa estrategia tratará de mantenerse. En pocos días más, Schoklender podría ser detenido en alguna de las causas judiciales que se le siguen, suponen en la Casa Rosada. Pero sectores kirchneristas piden que Bonafini “pague un costo político”, aunque no una condena penal. “El costo político lo debe pagar ella y no Cristina”, señaló una fuente oficial. Se teme que el caso roce a funcionarios kirchneristas. La primera crítica a Bonafini desde el oficialismo había surgido anteayer: la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, de estrecha relación con el Gobierno, dijo que la titular de las Madres “no podía estar ajena a lo que pasó”. En el Gobierno decían: “Estela no habla si no tiene

Padres y maestros toman el colegio Piaget

una venia”. Según trascendió, Carlotto visitó la residencia de Olivos ayer, pero nadie lo confirmó. La única voz del Gobierno que defendió a Bonafini fue la del canciller Héctor Timerman, que calificó “de malparido” a quien “no esté a favor” de la presidenta de Madres. También cerró filas el ministro de Educación, Alberto Sileoni, que invitó a Bonafini al Encuentro Nacional por la Educación, hoy, a las 10, en el Centro Cultural Nuestros Hijos. La cartera educativa anunció que irá el candidato a jefe de gobierno porteño, Daniel Filmus, pese a que el escándalo golpeó su intención de voto en las encuestas con miras a las elecciones del 10 de julio. En su equipo de campaña negaron que fuera a estar en ese acto. “La voluntad del Gobierno es ir contra Schoklender y defenderla a

Bonafini; la vida de Hebe es de una austeridad total, y no tiene responsabilidad penal como Schoklender: es una abuelita de 82 años sin capacidad física ni intelectual, el otro manejaba todo”, reveló a LA NACION un alto funcionario político. La Casa Rosada sigue de cerca la situación procesal de Schoklender. “Hay demasiados elementos de prueba en su contra”, agregó otro operador que conoce las dos causas penales que instruyen los jueces federales Norberto Oyarbide y Marcelo Martínez de Giorgi. El Gobierno también acusaría a Schoklender de reclutar grupos de choque que pudieron haber causado las tres muertes durante el desalojo de la toma del Parque Indoamericano, en diciembre. La Presidenta teme, además, que se instale en los medios que Bonafini

➾ Hay que saber

llevar el pañuelo, porque atrás están los 30.000 desaparecidos ➵ Taty Almeida

MADRES-LINEA FUNDADORA

➾ Me duele porque esto puede empañar la política de derechos humanos ➵ Marta Vásquez

MADRES-LINEA FUNDADORA

conocía todos los movimientos financieros de Schoklender. Las pruebas surgidas en los últimos días la inquieta, así como el dato de que la Nación giró a la Fundación 765 millones de pesos para viviendas por medio de las provincias y municipios. En este contexto, D’Elía reclamó ayer que “la investigación se debe hacer a fondo, incluida Hebe, afecte a quien afecte”. Y agregó: “No puedo creer que entraron 765 millones de pesos y no se sabía nada. Creo que ella debería estar al tanto de las obras, lo que entraba y salía”. Según reprodujo la agencia DyN, Taty Almeida pidió que “se investigue a la señora de Bonafini” y señaló: “Atrás de un pañuelo están los 30.000 (desaparecidos)... hay que saber llevar el pañuelo realmente”. Y agregó: “La gente sabrá ya quién es quién, y es

El sueño frustrado de las “casas para todos” Frente a la Casa Rosada

El 2 de febrero pasado, la Fundación Madres de Plaza de Mayo estacionó frente a la Casa Rosada una casa móvil construida por Meldorek, la empresa que ahora se sabe es de Sergio Schoklender. Era para “obsequiársela” a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, que visitaba a su par Cristina Kirchner. Y ofrecerle exportarlas a su país.

Un grupo de padres y maestros tomó ayer el colegio Jean Piaget, de Chacarita, para evitar el “vaciamiento” de la institución, que pertenece a la empresa Meldorek, de Sergio Schoklender. Desde que se conoció el vínculo entre el grupo inversor de la escuela y el escándalo por el desvío de fondos públicos, padres y maestros están en alerta, pero ayer un hecho provocó que se atrincheraran: un hombre intentó llevarse una computadora que tendría información sensible del colegio. Esto se sumó a la preocupación por retrasos en los pagos a los docentes y la incertidumbre que genera que Meldorek tenga todas sus cuentas congeladas por orden del juez federal Norberto Oyarbide. Durante los últimos días, LA NACION intentó, sin éxito, comunicarse con las autoridades del Piaget. “La escuela no va a dar ningún tipo de información”, fue la única respuesta obtenida. Una fuente que trabaja en la investigación judicial dijo ayer que si no se resuelve la cuestión, la Justicia evaluará tomar medidas para garantizar la continuidad de las clases. Nombrar un veedor o un administrador es una opción. La cara visible de Meldorek en el Piaget es Alejandro Gotkin, presidente de la empresa. El trabajaba además en la Fundación Madres de Plaza de Mayo y está acusado, junto con Sergio Schoklender, de haber desviado al menos 4,8 millones de pesos de la fundación a una empresa “pantalla”, Antártica Argentina, también presidida por él. Gotkin se presentó públicamente como parte del nuevo grupo que había adquirido la escuela en un video en el que se lo ve, con un casco amarillo en la cabeza, hablando en la puerta del establecimiento y mostrando las obras que se estaban realizando en tiempo récord para este año escolar. El video está en YouTube y fue mostrado en televisión. El hijo de Schoklender, de 11 años, es alumno del colegio. En el Ministerio de Educación de la ciudad de Buenos Aires, que conduce Esteban Bullrich, informaron que la institución no recibe subsidios del gobierno de Mauricio Macri. De acuerdo con lo que le contaron a LA NACION padres de alumnos, el Piaget recibió una inyección de dinero en los últimos meses, desde que entró el nuevo grupo inversor. El cambio de dueños fue el año pasado. Desde entonces, se pintó la escuela, se cambiaron pisos y sistemas eléctricos, se remodeló el gimnasio y se empezaron a dictar distintos cursos de capacitación para el cuerpo docente, informaron a LA NACION. Parte de ese proceso de remodelación se ve en el video de Gotkin en la puerta del colegio. El Piaget comenzó a dictar clases en 1966 y fue la primera escuela que el padre de la corriente constructivista dentro de la pedagogía reconoció en la Argentina. Además, fue el primer edificio de una escuela privada en la ciudad que se construyó para tal fin; los demás establecimientos funcionaban en casas alquiladas y reformadas. Uno de sus primeros dueños fue Jorge Apel, un vanguardista en el ambiente pedagógico, que actualmente asesora a varias empresas de primer nivel. Desde entonces, cambió de manos varias veces hasta que se sumó al frondoso patrimonio de Meldorek.

Encuesta. ¿Cree que Bonafini estaba al tanto de las irregularidades? servicios.lanacion.com.ar/encuestas/

FOTOS DE ARCHIVO

Es propiedad de la firma Meldorek

En el balcón. Cristina Kirchner sacó a Dilma Rousseff al balcón de la Casa

Rosada, junto con Carlotto y Bonafini. La líder de las Madres luego agradecería el “gesto” de haberle mostrado la casa que le habían llevado.

El 24 de marzo. Schoklender fue orador en el acto por los derechos humanos en el Mercado Central. Junto a Moreno, Boudou, Giorgi y Mariotto anunció la construcción de una fábrica de casas móviles en ese predio (donado por el Gobierno).

Schoklender gestionó ayuda oficial para levantar su fábrica La empresa iba a construir casas y exportarlas; llegó a obtener un terreno en La Matanza HERNAN CAPPIELLO LA NACION Sergio Schoklender gestionó respaldo económico oficial para instalar su fábrica de casas móviles que pensaba exportar a toda América latina: para ello tramitó ante el ministro de Economía, Amado Boudou, un Crédito del Bicentenario, destinado a financiar proyectos productivos. Y, a instancias del Gobierno, le cedieron a las Madres de Plaza de Mayo un predio junto al Mercado Central donde levantaría la planta. Para conseguir ese préstamo, destinado a su empresa constructora Meldorek, Schoklender decidió capitalizar su compañía. Para eso compró con una hipoteca naval el yate Arete, en US$ 420.000, y vendió uno de los dos aviones que tenía en US$ 588.235 más IVA, dijeron a LA NACION allegados a Schoklender. El proyecto empezó a prosperar merced a las gestiones que realizó el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, que controla el Mercado Central. Así se le concedió a la Fundación de las Madres el terreno donde además se instalaría la planta transmisora de su radio. El propio Schoklender anunció parte del plan como si fuera una ampliación del proyecto de Madres de Plaza de Mayo. El 24 de marzo pasado, en un acto en repudio del golpe de 1976, anunció: “Les cuento que en 15 días vamos a comenzar a instalar acá, en tierras del Mercado Central, una de las fábricas de casas mas modernas en el polo industrial”, dijo Schoklender, micrófono en manos, mientras era aplaudido por una multitud en la que no faltaban Moreno y Boudou. La fuente explicó que a través de su hermano Pablo, Sergio Schoklen-

der le encargó el trámite del préstamo del bicentenario al gestor Guillermo Acevedo. Según un allegado a Schoklender, la fábrica de Meldorek (bajo la pantalla de las Madres) iba a hacer casas con el diseño favorito de Schoklender. Se trata de un sistema que permite construir en una línea de montaje viviendas móviles. La fábrica permite hacer 20 casas por día, que salen amuebladas y se pueden cargar en trailers y ser llevadas adonde sean necesarias. Su proyecto era hacer 10.000 casas por año.

Exportador Schoklender quería exportar las casas de su proyecto privado a toda América latina a través de las Madres. Por eso gestionó ante la Cancillería un convenio con la Fundación para promoverlas. Se firmó en enero pasado. Allegados a Schoklender afirman que Meldorek no construyó ninguna de las casas que levanta Madres de Plaza de Mayo en todo el país a través del Programa Sueños Compartidos. Esto se contrapone con la página web de Meldorek, que menciona haber intervenido en las construcciones porteñas, en las del conurbano, el Chaco y Bariloche, entre otros lugares. Las fuentes del entor no de Schoklender indicaron que Meldo-

Meldorek facturaba a las Madres de Plaza de Mayo unos 60.000 dólares por mes por los vuelos por el paísrek sólo construyó seis viviendas móviles, usadas como muestras. Algunas fueron instaladas en el Club Albariños, de Villa Soldati, que había sido usurpado. Estuvieron presentes allí el subsecretario de Obras Públicas de la Nación, Abel Fatala, y Alejandro Gotkin, presidente de Meldorek. Otras dos casas, montadas también con paneles de telgopor, concreto y mallas metálicas fueron instaladas en la Plaza de Mayo, frente a la Casa de Gobierno, el 3 de febrero, cuando llegó a la Casa Rosada la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff. La presidenta Cristina Kirchner se convirtió en promotora de las casas. Se las mostró a Dilma desde el balcón de la Casa Rosada. La confusión entre Schoklender, su empresa constructora y la Fundación era tal que Meldorek tenía dos aviones que usaban para volar los ingenieros, abogados y arquitectos

El caso afecta al Gobierno, dice un sondeo Un sondeo difundido anoche por la consultora de Enrique Zuleta Puceiro, que suele trabajar para el kirchnerismo, destaca que la mayoría de los porteños considera responsable al Gobierno por el escándalo con las viviendas de las Madres. El 44,6% cree que la Presidenta es muy o algo responsable, mientras que el 56,1% le atribuyó culpas al “gobierno nacional”. El 69% le apuntó a Hebe de Bonafini. A Sergio Schoklender lo ve responsable de lo ocurrido el 81,5%. La encuesta no muestra, aparte de eso, un impacto en la campaña porteña de Daniel Filmus, aunque en el oficialismo admiten que hay un efecto negativo por el caso.

de Madres de Plaza de Mayo para atender sus obras en todo el país: un Pipper Cheyenne, matrícula LV-MNR, y un Cessna Citation, matrícula BXH. Por esos vuelos, dijeron allegados a Meldorek, la empresa facturaba a las Madres de Plaza de Mayo unos 60.000 dólares al mes. Meldorek pensaba comenzar a construir su fábrica de casas móviles, que promocionaba como de las Madres, con el crédito oficial, los 588.235 dólares más IVA que recibió por la venta de uno de su aviones, el Pipper, y con un préstamo de 600.000 dólares que le hizo un empresario rosarino dedicado a la provisión de acero. El Pipper fue vendido en marzo de 2011 a la constructora CRZ, que se dedica a construir caminos. Las viviendas de la Plaza de Mayo difieren en el sistema de construcción de las casas fijas con paneles de cemento que levanta la Fundación en todo el país. Los paneles se hacen en la fábrica de Barracas y en otra empresa del Chaco, que pertenecerían a la empresa Antártica, dijeron las fuentes consultadas. Es una firma del universo Schoklender, dirigida por Gotkin, también presidente de Meldorek. Ambas firmas declaran el mismo domicilio fiscal. La Justicia investiga si se desviaron $ 4,8 millones de la Fundación Madres de Plaza de Mayo a Antártica. La sospecha del fiscal antilavado Raúl Pleé es que Antártica se usó como “pantalla” para sacar fondos de la Fundación. Antártica no tiene actividad comercial conocida. Declaró que se dedicaba a la importación y puesta en marcha de maquinarias para construir viviendas sociales, pero para el fiscal no hay registros de pagos por eso y que no está inscripta como importadora.

lo único que voy a decir”. Carlotto había pedido que “no confundan” a Abuelas con Madres de Plaza de Mayo y que se “investigue hasta las últimas consecuencias”. En cambio, Timerman enfatizó: “Hay que ser muy malparido para no estar a favor de Hebe. Algunos la usan en su campaña contra el Gobierno”. D’Elía le respondió: “Yo no creo que Estela y Taty estén en contra del Gobierno, ni yo tampoco. Comparto lo que dicen de que la investigación debe hacerse a fondo, incluida Hebe”. Por su parte, el periodista y poeta Vicente Zito Lema, cofundador y ex rector de la Universidad de las Madres, dijo que “Bonafini cometió un gigantesco error trágico” al delegar en Schoklender la administración de la Fundación.

Los nuevos directivos de Bonafini en la fundación Su hija y un abogado ligado a Schoklender MARCELO VENERANDA LA NACION La hija y un abogado constructor, los nuevos herederos. Tras la expulsión de los hermanos Schoklender de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini habría confiado la administración de los millonarios emprendimientos de la entidad a su hija, María Alejandra Bonafini, y a Hugo Omar Gallardo, patrocinante de varias causas de la organización de derechos humanos. El dato: al igual que Sergio Schoklender, Gallardo es abogado y está vinculado a empresas constructoras; sus otros negocios lo emparentan con Pablo Schoklender. Gallardo había sido señalado en un primer momento como uno de los 16 directivos que Hebe despidió junto a los hermanos Schoklender, y a los que calificó como “una banda”. De hecho, su nombre aparece en la denuncia presentada por los diputados de la Coalición Cívica ante el juez federal Norberto Oyarbide. Pese a eso y al hermetismo que impera puertas adentro de la institución desde que se desató el escándalo, dos fuentes negaron la salida del abogado y lo señalaron como uno de los pilares en los que se apoyó Bonafini para ordenar los números de la entidad. “Estamos trabajando con gente amiga, que nos está dando una mano”, sostuvo Bonafini en una entrevista concedida al diario Página 12. Ese rol ocuparían la hija de Bonafini y Gallardo, quien se involucró en los proyectos de vivienda de las Madres desde sus inicios, en 2007. LA NACION buscó ayer comunicarse con ellos, pero los intentos fueron infructuosos. Fue, de hecho, uno de los apoderados que denunció penalmente a funcionarios del IVC porteño en julio de 2008, por la demora en el pago de 2,4 millones de pesos, a pesar que la Fundación ya registraba atrasos en las obras. Gallardo cobró notoriedad en septiembre pasado, cuando fue abogado acusador en el “juicio ético y político” contra periodistas que organizó Bonafini. Para entonces, su nombre figuraba ya en el directorio de dos empresas constructoras. El 4 de enero de 2007 integró como accionista y presidente la sociedad anónima Construcciones 211, con 300.000 pesos de capital. Sus socios eran un carpintero yugoslavo (Daniel Parlov, de 59 años) y dos jóvenes (Juliana Amalia Molina, de 25 y Carlos Sorella, de 33) que compartían el mismo domicilio. Menos de dos meses después, el 21 de enero de 2008, registró Construcciones Calificadas SA, en la que fue socio de Patricia Beatriz Alonso, mano derecha de Sergio Schoklender en la Fundación y otra de las directivas investigadas por la Justicia. El resto de los socios que aportaron los 100.000 pesos de capital también deparan sorpresas: Manuel Camet, un funcionario del Ministerio de Producción porteño designado por el ex jefe de gobierno Jorge Telerman; y Enrique Osvaldo Rodríguez, quien había sido candidato suplente a legislador porteño en 2007, también por la lista de Telerman. En ese entonces, a Rodríguez le seguía como suplente Juan Pablo Schiavi, actual secretario de Transporte de la Nación. Pero no fue en la única sociedad que Camet y Gallardo compartieron: ambos fueron socios y gerentes en Docamer SRL, según la escritura del 30 de enero 2009 publicada en el Boletín Oficial. Docamer no explicita su rubro económico, aunque sí publicita su dirección en Internet: Defensa 714, San Telmo. El mismo lugar donde funcionaba el bar Los 70, de Pablo Schoklender.