Fue liberado el empresario Andreola

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Información general

Martes 25 de septiembre de 2007

LA NACION/Página 13

OTROS CASOS DE CUANTIOSOS RESCATES días de cautiverio fue liberado. Los secuestradores pedían US$ 900.000 de rescate. Quedó la duda acerca de si se pagó rescate.

Florencia Macri

Ernesto Rodríguez ■ El 22 de diciembre de 2003 fue secuestrado Ernesto Rodríguez, el padre del empresario Jorge Rodríguez, cuando salía de su casaquinta de General Rodríguez. Tras 43

■ La joven, hija del empresario Franco Macri y hermana de Mauricio Macri, fue secuestrada el 29 de abril de 2003 a la salida de la Universidad del Cine, en el barrio de San Telmo, y tras permanecer cautiva casi seis días en una casaquinta de Moreno, fue liberada luego del pago de US$ 755.000. Su secuestrador, Martín Zidar, fue condenado a 11

años de prisión por el secuestro y pese a que dijo que había ocultado el dinero en la casa, el botín nunca apareció. Se trata del rescate más alto pagado desde el año 2000 por un secuestro extorsivo.

Hernán Iannone

Luis Orsomarso

■ El 16 de noviembre del año pasado fue secuestrado el joven Hernán Iannone, de 22 años, hijo del dueño de una importante empresa maderera de José C. Paz. Estuvo cautivo durante 16 días. Los delincuentes que se lo llevaron lo liberaron tras recibir el pago de 120.000 dólares de rescate. El joven Ianonne también había sido abandonado por los delincuentes en el partido bonaerense de Exaltación de la Cruz, sobre la ruta 8, en un caserío llamado Río Luján, en la zona de

■ Había sido secuestrado el 8 de junio del año pasado en su agencia de automóviles de Ituzaingó. Luego de pasar 21 días cautivo, el vendedor de automóviles fue liberado el 30 de junio. Los delincuentes lo abandonaron en Don Bosco, en el partido de Quilmes, luego de arrojarlo desde un Renault 19. Los delincuentes habían exigido 500.000 pesos de rescate, pero luego liberaron a Orsomarso cerca del cruce de la Autopista del Oeste y Camino del Buen Ayre, luego del pago de sólo 80.000 pesos.

Los Cardales. También en este caso hubo frustrados intentos de pagos de rescate. Por su secuestro hubo detenciones y procesamientos de la justicia federal de San Martín.

Fue liberado el empresario Andreola Dijo que el trato que le dieron fue “bueno”

Continuación de la Pág. 1, Col. 2

y que atendieron a sus “requerimientos básicos”, como “alimentación y cuidado”. La División Antisecuestros de la Policía Federal realizó anoche dos allanamientos para dar con sospechosos, que alteraron el teléfono celular de Andreola, utilizado por los secuestradores para negociar con la familia del cautivo. También están tras los pasos de una mujer debido a una comunicación que se realizó al momento del secuestro, el 9 de agosto último en Barracas. La liberación de Andreola se produjo luego de que, desde el jueves de la semana pasada, la familia de la víctima fuera sometida a varios simulacros de pago de rescate. Los delincuentes les decían que debían salir con el auto y les indicaban un recorrido. Así, según fuentes judiciales, los hicieron manejar en dirección a Rosario, luego los hicieron regresar por autopistas, pero nunca se producía el momento de la entrega del rescate. Los investigadores creen que los delincuentes estaban vigilando al pagador, un amigo de la familia de nombre Pablo, para asegurarse de que no era perseguido por la policía. Hasta que el último intento, el domingo por la noche, terminó por concretarse. Hicieron manejar a Pablo hasta la estación Constitución, allí le dijeron que tomara un tren y le indicaron el vagón en el que debía viajar y la ventanilla donde colocarse. Así se efectuó el pago desde un tren en marcha, cerca de la estación Claypole, del Ferrocarril Roca, mediante una modalidad muy utilizada por bandas de secuestradores, actualmente detenidos, que actuaban en la zona norte del Gran Buenos Aires. Andreola fue encontrado casi cuatro horas después por un remisero, quien lo asistió y le avisó a la policía para que lo fueran a buscar (ver aparte). El empresario fue abandonado con una manta para protegerse del frío, estaba con barba de varios días y desalineado, pues en el cautiverio no le permitieron asearse. Creen que lo mantuvieron con los ojos vendados. Los pesquisas dijeron que, no bien fue liberado, el empresario pidió ayuda en una sociedad de fomento, donde no recibió respuesta; luego le hizo señas en la ruta a un camionero, pero no paró. Hasta que fue auxiliado por el remisero Claudio Puche, quien desde su teléfono celular llamó a su remisería y, luego, a la policía. El remisero aseguró que cuando encontró a Andreola le dijo que era el empresario secuestrado. “Me dijo que era Andreola; yo lo vi bien, pero un poco desorientado. No sabía dón-

Expresó que ahora busca tranquilidad

FERNANDO MASSOBRIO

La casa de Andreola en la calle Ferrari al 1000, en el barrio de Caballito

de estaba. Le expliqué que estábamos en el partido de Campana y después llamé a la policía”, dijo Puche. Andreola, quien vive en un casa de la zona del barrio inglés de Caballito, es representante de la firma brasileña Buss-Car, que comercializa carrocerías para ómnibus. El secuestro ocurrió el 29 de agosto último a las 23.45, cuando un grupo de empresarios del transporte de larga distancia cenaba en un quincho de la empresa El Rápido San José –que pertenece a Flechabus–, en Río Cuarto 1963, del barrio de Barracas. Los delincuentes dejaron allí abandonado el Mini Cooper de la víctima. En un principio se pensó que los se-

A juicio oral ■ LA PLATA.– Siete hombres acusados de integrar una de las bandas de secuestradores más peligrosas que operaron en el Gran Buenos Aires serán juzgados desde hoy por el Tribunal Oral Federal N° 2 de esta ciudad. La organización está acusada de haber cometido once secuestros exprés, entre ellos, el de una niña de ocho años y su madre, por las que se cobró un rescate de 6400 pesos y joyas.

cuestradores se habían equivocado de víctima y buscaban a los dueños de Flechabus, pero esa especie no fue confirmada por ninguna pista de la causa, que investiga el fiscal Federico Delgado, junto con el juez Lijo. Las primeras 24 horas no hubo noticias de los secuestradores, hasta que se comunicaron para exigir un rescate de 500.000 de dólares. La familia logró reunir 200.000. Durante el largo cautiverio y las negociaciones con los familiares, los delincuentes, que demostraron una gran logística y profesionalismo, entregaron a la familia dos pruebas de vida. Una de ellas fue entregada el 7 del actual en la zona sur del Gran Buenos Aires. Se trató de un cassette de audio, grabado por el propio Andreola, en el que daba el resultado del partido que disputaron por el Mundial de rugby Los Pumas contra la selección de Francia. La segunda prueba de vida fue recibida el miércoles de la semana pasada. Se trató también de un cassette de audio, y allí Andreola hacía referencia a datos de la intimidad familiar. La policía hizo escuchar la cinta a uno de los hijos del cautivo para que confirmara que se trataba de la voz de su padre. Allí se puso en marcha el operativo para el pago del rescate, que luego de los ensayos frustrados se concretó anteanoche.

“Estaba desorientado, no sabía dónde estaba” El remisero que encontró ayer a la madrugada al empresario del transporte Franco Andreola, quien estuvo cautivo durante 25 días, dijo que el hombre “se encontraba en perfecto estado de salud, aunque un poco nervioso”. Claudio Puche, aseguró que Andreola “estaba en Claudio perfecto estado de salud, con barba de varios días, algo nervioso, por razones obvias, pero en general estaba bien anímicamente”. “Estaba como desorientado con respecto al lugar en el que se encontraba. No sabía dónde estaba. Le expliqué que era el partido de Campana y me ofrecí para llevarlo hasta la comisaría, pero en ese momento apareció un patrullero y se lo llevó”, dijo el remisero. Puche indicó que al empresario lo habían abandonado a unos tres kilómetros de la ruta Panamericana y que la víctima le contó que había intentado parar a otros automóviles,

Detuvieron al joven que asesinó a un chico

Balean en una pelea a un empleado de la Legislatura porteña

Le disparó por lo magro del botín del robo

Agredió a un jubilado, que le disparó camioneta no pertenece a la institución ni al gobierno de la ciudad, tal como había trascendido. El incidente de tránsito provocó, primero, una airada discusión entre los ocupantes de la camioneta y el motociclista, dijeron los voceros policiales. Hasta que un jubilado que casualmente pasaba por allí con su esposa y fue testigo de la gresca se detuvo, aparentemente, según las fuentes, para tomar los datos de identificación del vehículo mayor. La reacción de Lafratti y su compañero, que poco antes habían almorzado en los alrededores, no se hizo esperar. Según fuentes legislativas, increparon al hombre –cuya identidad no se suministró, aunque tendría unos 60 años– y le propinaron un fuerte golpe en el rostro. En su defensa, el jubilado extrajo un arma y disparó al aire, para amedrentarlos. Cuando retomaba su camino por el interior del pasaje Roverano, que tiene acceso por Yrigoyen y por Avenida de Mayo, los agresores comenzaron a seguirlo y volvieron a alcan-

pero ninguno frenó ya que es una zona oscura y muy riesgosa. “Me hacía señas y yo paré. Estaba regresando de un viaje a Río Luján y lo vi a un costado de la ruta. Enseguida me dijo que era el empresario secuestrado, Andreola, Puche y yo llamé a la policía”, explicó. “A los pocos minutos, llegó un patrullero de la comisaría de Alto de Los Cardales y lo llevaron a Campana para luego trasladarlo a su domicilio”, relató el remisero. A ese lugar llegaron 40 minutos después autos de la División Antisecuestros de la Policía Federal, que trasladaron a la víctima a la sede de esa dependencia, en el cruce de Cavia y Del Libertador, Allí Andreola fue revisado por médicos, que constataron que se encontraba en buen estado de salud y pudo brindar una breve declaración testimonial a la policía. Ayer tenía previsto ampliarla ante el juez.

Asalto y muerte en Moreno

Incidente de tránsito en el microcentro

Un empleado de seguridad de la Legislatura porteña fue gravemente herido de bala ayer durante una pelea callejera por un incidente de tránsito con un jubilado del PAMI de la provincia de Buenos Aires, que extrajo un revólver calibre 38 y le disparó en el estómago. Ambos permanecían, al cierre de esta edición, internados en el hospital Argerich, con consigna policial, confirmaron fuentes policiales. El incidente se produjo aproximadamente a las 16, en Hipólito Yrigoyen al 500, en la manzana donde funciona la Legislatura. Allí, Jorge Lafratti –de 35 años, empleado del área de seguridad de la institución– y un compañero suyo, del área de mantenimiento, intentaban estacionar una camioneta. En la maniobra, chocaron levemente una motocicleta. Así lo confirmaron a LA NACION fuentes policiales y de la Legislatura. Estas últimas aclararon que los empleados estaban fuera del horario laboral –dijeron que Lafratti revista sábados y domingos– y que la

TELAM

Un familiar lee la carta de Andreola

Franco Andreola, el empresario liberado tras haber permanecido 25 días secuestrado, expresó en una carta que fue leída ayer por un familiar ante la prensa que había sido “bueno” el trato de sus captores y que habían atendido a sus “requerimientos básicos”, como “alimentación y cuidado”. “Debo manifestar que en los 25 días que duró mi cautiverio el trato recibido de mis captores fue bueno. Atendieron a todos los requerimientos básicos que necesitaba: alimentación, trato y cuidado: 200 puntos”, señaló la víctima en la misiva. Un jefe policial explicó que el empresario del transporte contó tras ser liberado que fueron dos personas las que lo cuidaron durante el cautiverio y que ellos dejaban la radio encendida todo el día y le hablaban mucho. “Ahora es momento de tranquilizarme y tranquilizar a mi familia”, sostuvo Andreola en la carta, y solicitó gentilmente a los periodistas que se retiraran del frente de su casa del denominado “barrio Inglés” de Caballito “para poder descansar y no generar molestias a los vecinos, que con tanta paciencia han soportado la alteración de sus vidas normales”. “Adelanto que no haremos ninguna otra declaración a ningún medio. Reitero mi agradecimiento a todos por la preocupación que manifestaron. Gracias a todos”, concluyó en la carta. LA NACION publicó en su edición de anteayer un estudio de la Procuración General de la Nacion que revela que en la Argentina se produce un secuestro extorsivo cada dos días, en hechos en los cuales las víctimas están cautivas por más de 12 horas. Mientras Andreola fue liberado, el que sigue cautivo es el productor agropecuario Francisco White, que fue secuestrado el 7 de este mes, cuando llegaba a su campo, en cercanías de General Villegas. Los secuestradores pidieron un rescate de 250.000 dólares y la familia de la víctima mantiene actualmente negociaciones con ellos.

MARCELO GOMEZ

La discusión comenzó cerca de un acceso a la Legislatura

zarlo, ya sobre la avenida. Según fuentes policiales, la pelea no comenzó sobre Yrigoyen, sino directamente a la salida de la galería, sobre Avenida de Mayo. Todos coinciden en que allí los empleados de la Legislatura le propinaron nuevos golpes. Hasta que el jubilado volvió a extraer el revólver y disparó: esta vez, el proyectil alcanzó a Lafratti en el abdomen. Según fuentes de la Legislatura y del SAME, la herida tenía orificio de salida en la espalda, por lo que no se descartaba que la bala hubiera perforado un riñón. El hombre fue trasladado en grave estado al hospi-

tal Argerich, al igual que el jubilado, por los golpes recibidos. “Evitar que hechos como éste ocurran es uno de los objetivos del Programa Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego, con el que se busca desalentar la tenencia y portación de armas y su uso para resolver conflictos banales como éste, que seguramente hubiera tenido un desenlace menos grave”, opinó Abraham Lebensohn, presidente de la fundación que lleva su nombre e integrante de la Red Argentina para el Desarme. Hasta el viernes ya se habían recogido 46.801 armas, según consta en el sitio oficial www.desarmevoluntario.gov.ar.

LA PLATA.– Cuando el disparo atravesó la cabeza del chico y destruyó el monitor de la computadora había otras 15 personas en ese cíber. Sólo dos contaron lo que ocurrió; una de ellas, a regañadientes. A los investigadores no los sorprende tanto silencio: saben que en Villa Trujuy todos tienen miedo. Fue en ese humilde barrio de Moreno donde, anteayer, tuvo lugar el crimen: dos ladrones, por lo menos uno de ellos armado con una pistola 9 mm, irrumpieron en el local y asaltaron al dueño y a los pequeños clientes. Antes de irse, y furioso por el magro botín, uno de los delincuentes le disparó a quemarropa a Franco Campeggi, de 12 años, ante la mirada horrorizada de su hermano, que ese día cumplía once años. Una versión que llegó a oídos de los investigadores describe el momento de tensión que se vivió. El más grande de los jóvenes asaltantes, de unos 25 años, le advirtió al dueño que el dinero de la caja era muy poco y exigió más. “Si no, lo mato al pibe”, amenazó, según ese relato. Y lo hizo: gatilló a centímetros de la nuca de Franco, que se desplomó con la cabeza perforada. Murió poco después en el hospital. Hasta anoche, sólo el pequeño medio hermano y el dueño del cíber declararon ante el fiscal Horacio Ciminelli para narrar lo ocurrido, dijeron fuentes del caso a LA NACION. El hombre,

de unos 30 años, fue reticente y dijo no poder identificar a los asaltantes, pero el chico sí reconoció al menor de ellos cuando la policía allanó su casa, esa misma tarde, por orden del fiscal. Se trata de un adolescente de 16 años, apodado “Cebollita”, que vive a sólo una cuadra y media de la casa del chico asesinado. “El fue el que mató a mi hermano”, exclamó cuando los uniformados se lo llevaban. El joven quedó detenido a disposición de la jueza de menores Marta Guarino, en tanto que el autor del disparo permanecía prófugo al cierre de esta edición. Los investigadores consultados por LA NACION confiaban en apresarlo en cuestión de horas, a pesar de los pocos datos recabados entre los vecinos. “Tienen miedo”, confió una fuente que pidió no ser identificada, “porque saben que el detenido es menor y en cualquier momento sale”. La búsqueda del asesino está a cargo del fiscal Ciminelli y de los policías de la Delegación Departamental de Investigaciones de Mercedes, a cargo del inspector Gabriel Sabino. Ayer, ante las cámaras de televisión, Adolfo Campeggi, el padre de Franco, reclamó: “Esto tiene que cambiar. Quiero que se haga justicia. Alguna vez tendrá que ser. Que no nos mientan más. Estamos igual que cuando empezó la democracia, con casos sin justicia”.