Es mejor que aquel campeón

Mientras Buenos Aires se alista para un fin de se- mana a pura final –con centro en el gran duelo entre. Hindú y el CASI–, el rugby argentino ingresará en un.
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Jueves 29 de octubre de 2009

RUGBY

La final del torneo de la URBA

Unamirada delrugby Jorge Búsico Para LA NACION

En busca del equilibrio

El podio de 2005 con Thomann, Böck, Gambarini, Casanova, Villagra, Doria y Campero; Landajo, el N° 10 del modelo 2009

Es mejor que aquel campeón Hoy se cumplen cuatro años de la última coronación del CASI, cuya base se mantiene, pero la actual versión robusteció sus cualidades y la experiencia lo hace un equipo más completo Por Santiago Roccetti De la Redacción de LA NACION

E

n San Isidro se podría celebrar hoy un aniversario. La noche del 29 de octubre de 2005, la Academia acabó con la ardorosa sequía de dos décadas sin vueltas olímpicas. “Devolvimos al CASI al lugar que le pertenece”, exclamó en la marea de euforia Federico Thomann, héroe en la final ante el SIC (anotó el penal para el triunfo por 18-17), en el estadio del Buenos Aires Cricket & Rugby Club. Cuatro años se cumplen de aquella proeza del conjunto moldeado por el sanguíneo Eliseo Branca y dentro de la cancha comandado por otro apasionado soldado, Matías Casanova. El presente invita a una especie de revival. Porque el Atlético está de vigilia por otra final con un equipo cuya esencia se forjó en la anterior consagración. De los 15 hombres que el coach Fernando Morel dispuso para medirse pasado mañana con Hindú se repetirán varios de los que levantaron el trofeo la última vez: Campero –actual capitán–, Sanz, Villagra, Gambarini, Stuart, Fasano y Agustín Figuerola –ahora como N° 9 y no como fullback–. Pero también están Headen y Pérez Guimil, por ejemplo. Pero más allá de los nombres, “este CASI” tiene algunas similitudes con el que se abrazó a la gloria: el espíritu combativo de los forwards (con el scrum y el juego corto como estandarte) y la implacable defensa son los rasgos más coincidentes. La virtud con la que se enriqueció, sin duda, tiene relación con la experien-

cia que sumaron sus jugadores, rubro en el que sobresale el caso de Agustín Figuerola; los progresos individuales son sustanciales y la nueva generación de la versión académica 2009 incluye valores interesantes, como Juan Ignacio Figuerola, Landajo, Corbacho, Pandelo, Salcedo, Brasich, Muslera, Santiago Casanova y Valy. La comparación de los números entrega interesantes particularidades: el campeón 2005 logró 17 victorias y sufrió 9 caídas, apoyó 80 conquistas y recibió 57. ¿Lo extraño? El pilar Federico Villagra fue el tryman, con ocho anotaciones. En la actual campaña –con menos compromisos–, la Academia acumula 15 éxitos y 6 derrotas, obtuvo 78 tries y le hicieron 40. El tryman ahora es un wing: Fasano, con 12.

Se puede descubrir que la actual alineación adquirió mayor equilibrio y, desde el punto de vista mental, las recientes demostraciones de madurez (para enmarcar los triunfos ante el SIC y con Alumni en las semifinales) denotan que a su distintivo fervor le adicionaron un alto porcentaje de inteligencia. Esta vez el CASI llega con otro sustento, pues el plantel arrastra una comunión que incluye la muy buena performance en 2008, a pesar de haberse quedado en el camino en las semifinales, justamente ante Hindú (9-18 abajo). Esa ambición de revancha, alimentada por el dolor que dejó la goleada padecida en el Top 14 de este certamen, puede impulsar al conjunto sanisidrense para soñar con poder interrumpir el imperio torcuatense.

Con las formaciones definidas

A los dos sólo les quedan los detalles Sin apartarse de las usanzas cotidianas, las mismas que cumplieron a lo largo de la temporada, los dos planteles finalistas del Top 14 de la URBA realizaron la penúltima práctica antes del encuentro decisivo de pasado mañana, desde las 19.40, en la sede central del Atlético de San Isidro. Por el lado del CASI está confirmado que repetirá la alineación que se impuso a Alumni en las semifinales (con Gonzalo Brasich como titular y Felipe Muslera como suplente), pero con la reinserción de Nor-

berto Méndez como centro. Por el lado de Hindú, en el entrenamiento de anteanoche Mariano Lorenzetti (con una distensión de ligamentos en una rodilla) respondió a las exigencias y podrá actuar. El tercera línea usó una férula unos días y se sometió a sesiones de magnoterapia para rehabilitar la zona afectada. Entonces, el tricampeón se presentará con los mismos 15 jugadores que eliminaron el último fin de semana a La Plata.

Mientras Buenos Aires se alista para un fin de semana a pura final –con centro en el gran duelo entre Hindú y el CASI–, el rugby argentino ingresará en un noviembre de acontecimientos trascendentales. No sólo porque volverá la acción con los Pumas en su serie internacional por el Reino Unido y los Jaguares realizarán su primera gira por Europa, sino porque se aguardan decisiones de importancia en lo que hace a la futura conducción de la UAR. Como se sabe, a fin de año se renovarán los principales cargos en la UAR, y el actual presidente, Porfirio Carreras, ya anunció que no irá por otro mandato. En ese escenario, la pista más concreta que surge en estas horas es que el interior tiene por primera vez en la historia la chance de ocupar el sillón mayor del rugby argentino. Si bien la URBA determinó hace una semana que su actual presidente, Néstor Galán, sea el candidato para suceder a Carreras, algunos acontecimientos recientes abrieron un panorama más favorable al resto de las Uniones del país, que en esta ocasión se encuentran formando un solo bloque. ¿Qué pasa con la URBA? En principio, hay un tema central que tiene que ver con los proyectos de la UAR: el Pladar. Los presidentes de los clubes ratificaron la semana que pasó que no hay marcha atrás con la resolución adoptada en mayo con respecto a los jugadores que lo integran. O sea, quedó firme que a partir del 1º de enero de 2010 los rugbiers bonaerenses deberán optar entre sus clubes o el Pladar. En este ítem vale una aclaración. En esta misma columna se escribió dos semanas atrás que había una posibilidad de que esta situación se revirtiera. La información salió de un alto directivo de la URBA. En realidad, se trataba de una expresión de deseo de esa fuente y no de un dato de la realidad. Con la URBA aceptando el Pladar, pero fuera de su órbita, los planes de Galán para acceder a la UAR se complican. Pero no sólo eso. Hoy por hoy, a Buenos Aires no le alcanza únicamente con sus votos para ganar una hipotética elección. Necesitaría aunque sea un aliado de peso, algo con lo que no cuenta en estos días. A eso se le debe agregar que las opiniones dentro de la URBA misma están divididas. Hay un sector –el que desaprobó el Pladar– que considera que quizá sea el interior el que deba comandar –siempre en consenso con Buenos Aires– esta etapa crucial que se viene en el rugby argentino. Otros sostienen lo contrario: que el consejo de la UAR tiene que seguir con hombres de Buenos Aires en sus puestos clave. A todo eso, los presidentes de las cinco Uniones llamadas Grupo I por tener más de 2000 jugadores (Tucumán, Córdoba, Cuyo, Rosario y Mar del Plata) se reunirán el domingo en Córdoba, en ocasión del amistoso Argentina Invitación XV vs. Uruguay. También estará ahí Carreras y, muy posiblemente, Galán. Ese encuentro puede empezar a dilucidar el futuro. La UAR, que en estos dos últimos años ha puesto sus esfuerzos en la alta competencia profesional, tiene por delante dos años nada sencillos. El año 2010 aguarda con la participación de los Jaguares en la Vodacom Cup sudafricana –está casi concretada–, la realización en el país del Mundial Sub 20, la serie de junio de los Pumas como locales y el arduo trabajo para que la invitación al Four Nations de 2012 se convierta en realidad. Está también el Mundial 2011 en Nueva Zelanda, más todo el andamiaje que impondrá la IRB a partir de que el rugby fue aceptado como deporte olímpico. Pero el rugby argentino también tiene su realidad doméstica, que posee de tanta necesidad y urgencia como la de la alta competencia. La que se vive todos los fines de semana en los clubes, que representa a la enorme mayoría. Por eso, más allá de los nombres, lo fundamental será conseguir equilibrio, grandeza, proyectos y actuar para el colectivo.