Entrevista con... Aurèlia Mañé - Observatorio Asia Central

Entrevista a Aurèlia Mañé Estrada, especialista en recursos energéticos en Asia Central. Aurèlia Mañé es profesora titular en la Facultad de Economía y ...
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Entrevista a Aurèlia Mañé Estrada, especialista en recursos energéticos en Asia Central Aurèlia Mañé es profesora titular en la Facultad de Economía y empresa de la Universidad de Barcelona (UB) y profesora asociada en la School of History de la Universidad de East Anglia, en Rusia. Doctorada en Económicas y Empresariales por la UB, ha centrado buena parte de su investigación al estudio de cuestiones relacionadas con los recursos energéticos, focalizando su trabajo en las regiones de Asia Central y Argelia. Forma parte del departamento de geopolítica y seguridad energética del Real Instituto Elcano, así como de varios grupos de investigación universitaria. Fue creadora, en el año 2008, del Observatorio Asia Central. También fue máxima responsable de este proyecto y colaboradora en Casa Asia sobre temas energéticos.

Pregunta. Asia Central es una región que presenta una gran importancia geoestratégica, tanto por su situación, entre China y Rusia, como por sus reservas de recursos naturales y energéticos. Al mismo tiempo, se trata de una zona del planeta caracterizada por varios elementos, actores y fenómenos que pueden generar inestabilidad. ¿Cuál considera que son, en estos momentos, los principales retos y amenazas que deben afrontar los países de Asia Central?

Respuesta. Existen varios retos y amenazas. Básicamente, pienso que uno de los principales retos viene dado por la juventud de los estados de Asia Central, que se encuentran aún en fase de construcción, tanto nacional como política. En este proceso de construcción de los estados nacionales, estas repúblicas se ven afectadas por una seria de problemas, entre los cuales seguramente podemos destacar la inestabilidad en Afganistán, así como la amenaza del islamismo extremista. Pero no son los únicos. Yo pienso que, teniendo en cuenta este contexto, los estados de Asia Central deben afrontar un proceso muy complejo de estabilización y de construcción de la identidad nacional, o de la creación de un estado-nación que tenga éxito al final de este proceso. Es decir, más que los problemas internos de estas naciones, me gustaría destacar los problemas derivados de su entorno que, además, se desarrollan en múltiples direcciones. A parte de los más conocidos, según mi punto de vista, existen problemas muy

graves vinculados con el medio ambiente, que son también problemas de seguridad. El mar de Aral, evidentemente, pero existen muchos otros. Podemos hablar de un proceso de construcción de la región de geometría variable, donde apreciamos relaciones con Rusia, China, Estados Unidos y, en menor medida, la Unión Europea. También creo que se producirá una partición de la región, debido a como se están relacionando entre ellos.

P. ¿El control y la gestión de los recursos hídricos sería un elemento que podría poner en peligro la estabilidad de la región?

R. Evidentemente, este es un peligro. Un peligro del cual, actualmente, quizás se hable menos. Uno de los problemas que tienen los países de Asia Central es que formaban parte de una entidad política mucho más amplia: la Unión Soviética. En el espacio soviético todas las infraestructuras y los recursos se gestionaban de forma centralizada. Los países de Asia Central proclaman su independencia a principios de los años 90. Estos nuevos estados no habían existido con anterioridad, con lo cual se trataba de nuevas repúblicas que tenían que aprender a gestionar recursos que, hasta el momento, eran comunes y centralizados en Moscú. Es decir, todos los recursos hídricos, energéticos, etc., que formaban parte de una infraestructura y de un sistema conjunto, pasan a dividirse entre los territorios de distintos estados soberanos, generando conflictos entre ellos por el control de estos recursos. Cursos de río que antes eran nacionales, pasan a ser internacionales o transnacionales, así como las infraestructuras soviéticas, tales como gasoductos u oleoductos, que experimentan un proceso similar.

Imagen de la Presa de Rogun, situada en Tayikistán. Uno de los proyectos que más tensiones por el control del agua ha generado en Asia Central. Fuente: World Tourism Place

P. Con el fin de la Unión Soviética, las repúblicas recién independizadas de Asia Central tuvieron que afrontar un período de transición, encarado a adaptar sus economías y su modelo político al nuevo contexto internacional. El sector energético de estos países también experimentó importantes transformaciones. ¿Cómo era el modelo energético de las repúblicas de Asia Central integradas en la URSS? ¿Cuáles son los elementos clave de la transición energética postsoviética?

R. El único elemento específico que estos territorios tenían cuando formaban parte de la Unión Soviética era que contaban con una red de distribución energética propia, gestionada desde el centro, pero que sólo abarcaba los países de Asia Central. Todos los estados y regiones de la Unión Soviética formaban parte de la planificación centralizada de la economía, con los cual existían cosas que, de manera predeterminada, funcionaban con carbón, otras con petróleo, otras con gas, etc. Podemos decir que no se produjo una transición del modelo energético, más bien deberíamos hablar de ruptura. No se produce una transición porqué los países de Asia Central quedan aislados de la red soviética, y también quedan aislados entre si, como ya hemos comentado anteriormente. Esta región cuenta con recursos muy valiosos a nivel internacional, sobre todo gas y petróleo. Por lo tanto, la tentación de estos países que acaban de nacer es poseer lo que comúnmente se denomina “oro negro”. Este hecho genera conflictos debido a la distribución asimétrica de los recursos.

P. ¿Durante el período soviético, se había desarrollado la explotación de petróleo y gas en estos territorios?

R. Era prácticamente inexistente, debido a la centralización y a la economía planificada. Prácticamente todo el petróleo, no solo el que utilizaba en la Unión Soviética, sino el que consumía el COMECON en su conjunto, provenía de Siberia Occidental. De hecho, se trata de un dato bastante curioso, ya que el petróleo ruso del período presoviético, fundamentalmente se producía en la actual región del Cáucaso. Azerbaiján era el gran productor mundial de petróleo. Desde la muerte de Lenin, sobre todo a partir de los años 30/40 y después de la Segunda Guerra Mundial, todas las producciones del Cáucaso y Asia Central son prácticamente paralizadas a favor del petróleo de Siberia Occidental.

P. Actualmente, una parte importante de las economías de Asia Central está sustentada por la explotación de recursos naturales y energéticos, sobre todo petróleo y gas, si bien esta presenta, en términos relativos, una pequeña proporción de la producción mundial. ¿Es viable el mantenimiento de economías basadas, en gran medida, en la producción de hidrocarburos? ¿El desarrollo de energías renovables está en la agenda de los estados de la región?

R. Esta es una cuestión que no solo afecta a estos países, sino que afecta al conjunto de economías rentistas. Se trata de economías que funcionan, básicamente, mediante los ingresos que proporciona la venta de petróleo o gas al exterior. Estos países son, por ejemplo, los de la OPEP, sobre todo los países árabes de la OPEP. Nigeria, por ejemplo, no lo sería, ya que, si bien es exportadora de petróleo, los beneficios que obtiene de su venta no son distribuidos entre la población. ¿Cual es la viabilidad de este modelo? Bien, si el petróleo no se agota y se puede seguir vendiendo, se deben dar dos condiciones: 1) que se pueda vender bien, y 2) que estos ingresos, una vez lleguen al país, se distribuyan de manera más o menos equitativa entre el conjunto de la población. Si estas condiciones se producen, podemos hablar de regímenes rentistas que

pueden mantener su legitimidad. Por otra parte, la escena petrolífera internacional actual es muy distinta a la que podíamos encontrar en los años 70. Ha cambiado la estructura de gobernanza global del petróleo y, por lo tanto, la capacidad de negociación y poder de la OPEP y el conjunto de países exportadores ya no es equivalente al que tenían hace unas décadas.

P. ¿Es el caso de los países de Asia Central? R. Aquí hay varios casos. Por ejemplo, Kazajstán es bastante rico. Y esta riqueza genera poder que el país está aprovechando. Un ejemplo de ello es la creación de fondos soberanos constituidos con el capital restante que se obtiene después de explotar, vender y realizar los gastos de mantenimiento y transporte del producto en cuestión, generalmente petróleo. El capital sobrante, sirve para crear un fondo de inversión al exterior. Aquí en Barcelona conocemos el caso de las camisetas del Barça con el logo de Qatar Foundation, esto provendría de los fondos soberanos. El Atlético de Madrid es otro ejemplo, ya que lleva publicidad de Azerbaiján en su equitación. Kazajstán, por ejemplo, con una exportación importante y fondos soberanos, cuenta con un margen de maniobra bastante significativo. Pero el aprovechamiento de esta ventaja dependerá también de cómo se inviertan estos ingresos en el interior del país.

Línea C del Gasoducto Asia Central – China. La exportación de energía es una de las principales fuentes de ingresos en países como Turkmenistán, Uzbekistán y Kazajstán. Fuente: CCTV.com

Turkmenistán, uno de los países más cerrados de la región, es también un país rentista, en el sentido clásico del término. No obstante, cuenta con una peculiaridad: si bien fue uno de los primeros países que se abrió a la inversión extranjera, sobre todo en el sector de los hidrocarburos, ninguno de los inversores de este sector es una de las compañías energéticas internacionales tradicionales, como podría ser Exxon, Texaco, BP, Royal Dutch Shell, etc. Todas las compañías son rusas o chinas, mayoritariamente, y esto está otorgando una internacionalización del sector muy distinta.

En referencia al tema de las energías renovables, el discurso existe. De hecho, hay mucho potencial en Asia Central para desarrollar energías renovables, debido a su suelo árido, el viento, el sol, se trata de climas muy extremos. También cuentan con mucho agua, ya que es una de las principales zonas hídricas del planeta. Cuanta con mucha energía hidroeléctrica, pero ésta está condicionada por los conflictos derivados de la gestión del agua. De todos modos, yo creo que, ahora mismo, este tema está más en el discurso que en la realidad. Todos los países tienen un paquete de renovables, empezando por Kazajstán.

P. Pasando al ámbito estrictamente económico, este pasado mes de enero se constituyó la Unión Económica Euroasiática (UEE), liderada por Rusia y creada con el objetivo de establecer una zona de libre comercio entre algunos de los territorios de influencia de la antigua Unión Soviética. ¿Esta nueva organización ofrecerá una mayor dinamización de las economías de Asia Central o es, por el contrario, una herramienta destinada a garantizar y potenciar la seguridad económica de Rusia?

R. Hemos trabajado este tema últimamente. Yo pienso que el concepto “geometría variable”, que popularizó el Excónsul Honorario de Uzbekistán para describir la realidad geopolítica de Asia Central, resulta bastante acertado para entender la realidad de la región. Esta es una expresión que después, incluso en el Observatorio Asia Central (OAC) se ha utilizado mucho ya que, efectivamente, los países de Asia Central se perciben como una unidad, debido a su pasado soviético, y los asociamos a un mismo destino. No obstante, si observamos sus relaciones con otros actores podemos apreciar notables diferencias. Estas relaciones dispares vienen dadas, fundamentalmente, por el conflicto en Afganistán, la construcción y repartición de infraestructuras, etc. Yo tengo la impresión de que existe cierta partición de la región. Puede que no se trate de una partición conflictiva, sino simplemente que países como Kazajstán, posiblemente se beneficiará mucho de la Unión Económica Euroasiática. En cambio, el resto de países están dirigiendo sus miradas más hacia el sur y el Índico. Saber como se abrirá este acceso al Índico es también un tema que será importante para determinar el desarrollo de la región y de la UEE.

P. Usted fue la fundadora del Observatorio Asia Central. ¿Con que finalidad se desarrollo este proyecto?

R. Fundamentalmente se creo por dos motivos, uno de ellos es puramente pragmático y el otro menos. El más pragmático es que en aquel momento (2007), el Ministerio de Asuntos Exteriores estaba interesado en la región centroasiática. Desde este punto de vista, recibimos un mandato que debíamos cumplir. Pero también existía la voluntad de dar a conocer Asia Central en nuestro país, pero también que los países de Asia Central conocieran España. No simplemente por los negocios, no solamente porqué vendemos trenes, no solamente por Repsol, sino porqué, efectivamente, se estableciera un intercambio de conocimientos en todos los sentidos: cultural, lingüístico, etc. Por ejemplo, al comienzo del OAC nos ayudaron mucho unas personas aficionadas al excursionismo, que tenían interés en Asia Central. Todo el proyecto se ha desarrollado muy modestamente, con un escaso presupuesto. Pero yo creo que, a pesar de esto, está realizando una buena labor de difusión, en todos los ámbitos. Pienso que la idea de universalismo i transversalidad en el OAC se ha logrado. Desde el observatorio no se han trabajado, únicamente, los temas relacionados con la importancia económica y geoestratégica de la región, también se han abordado aspectos sociales, culturales, etc. Un ejemplo lo podemos encontrar en un ciclo de películas sobre Asia Central que organizamos en colaboración con el departamento de Cultura. Este ciclo estuvo muy bien

ya que englobaba desde películas de los años 60 hasta producciones de finales del siglo XX. Era muy útil para entender la región. Además, tuvo mucho éxito y se hizo una muy buena selección de películas.

P. La selección de los países que analizaría el OAC se realizó siguiendo unos criterios determinados, dejando fuera del marco de estudio a algunos países que pueden ser considerados parte de Asia Central. ¿Qué criterios se siguieron a la hora de escoger los países que se incluirían en el OAC?

R. Al principio, cuando estábamos discutiendo los países que incluiríamos y los que no, teníamos claro que debíamos incluir a los cinco Stans de alguna forma, ya que habían sido las repúblicas autónomas de la URSS y, además, este era el mandato del ministerio. Por otra parte, existía la discusión sobre qué otros países se podían añadir. Por ejemplo, yo que soy economista y me dedico a cuestiones de energía, siempre defendí que, de alguna forma, en el seno de Asia Central también podríamos incorporar el Cáucaso y, sobre todo, Azerbaiján, ya que energéticamente, en ese momento era justificable. Yo me resistí mucho a incluir a Afganistán, a pesar de que Afganistán es claramente Asia Central. El motivo era que quería evitar la “afganización” del Observatorio, es decir, que se hablara únicamente de Afganistán y de cuestiones de seguridad. El objetivo del OAC era dar a conocer una región que, entre otras cosas, cuenta con la Ruta de la Seda. Es decir, tiene muchas razones para ser conocida, más allá del conflicto afgano. También se incorporó Mongolia, porqué no estaba incluida en ningún otro sitio, formaba parte de Asia Central y había sido una república socialista, si bien nunca fue integrada a la URSS.

P. Usted también fue responsable de la creación del logo del OAC. ¿Cuál es el mensaje y el significado que se pretendía transmitir mediante el logotipo?

R. En el centro del logo podemos apreciar el Heartland, en forma de puntito, El camino simboliza la Ruta de la Seda, enmarcada con un fondo de color arena. La idea original fue mía y de la coordinadora, l’Eva Soms, que posteriormente asumió la máxima responsabilidad del OAC. Es un logo que me gusta mucho, porqué me recuerda al estilo del pintor Kandinsky.

Logotipo del Observatorio Asia Central. Fuente: OAC

P. Para concluir, ¿nos recomendaría un libro o un documental para comprender la actual situación de los recursos energéticos o las dinámicas económicas en Asia Central?

R. Yo, sobretodo, recomendaría literatura, algunas de las novelas interesantes que están ambientadas en la región podrían ser las siguientes: Kessel, J. (1967). Los jintetes. (3a ed.) Barcelona : Destino, 2001. Disponible en la Mediateca de Casa Asia. Tushkan, G. (1944). The Hunter of Pamirs. London: Hutchinson. Disponible en la Mediateca de Casa Asia.