En Punta, todo es un espectáculo

3 feb. 2008 - uruguayo Diego Fischer dio a conocer en el Club del ... Al este de la historia, que Fischer es- cribió con ... Aznar y David Lebón. ¿Y qué sería ...
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Espectáculos

Domingo 3 de febrero de 2008

LA NACION/Sección 4/Página 5

(Entrelíneas) Por Pablo Sirvén

En Punta, todo es un espectáculo La playa y las reuniones sociales pueden más que los recitales y el teatro PUNTA DEL ESTE.– Cayó el telón sobre enero, el mes taquillero por excelencia en este emblemático balneario uruguayo, símbolo del verano más selecto y, otra vez, el hotel Conrad revalidó con creces su primacía en la plaza a la hora de vender entradas: 21.229 tickets (7224 más que en enero de 2006), repartidos entre 18 espectáculos diferentes, de paso fugaz, presentados en sus salas cubiertas o en el Parking, al aire libre. Aquí el teatro y los recitales no constituyen una salida obligada como en Mar del Plata. Quien reunió más gente en una sola función, el último sábado de enero, fue el elenco televisivo de Casi ángeles (3852 entradas), récord que este fin de semana romperá, con sus dos multitudinarias presentaciones, Patito feo, su acérrimo competidor. Pero Les Luthiers no se quedaron atrás, ya que en seis funciones reunieron a casi 4000 espectadores. Y también Enrique Pinti presentó aquí a sala llena Pingo argentino en cuatro funciones con entradas agotadas. Más allá del flujo garantizado por los pasajeros y visitantes constantes del hotel y casino de la Parada 4 de La Mansa, el resto se movió con suma tranquilidad y con números más modestos, incluso su gran competidor en La Barra, el hotel Mantra, ecléctico y escaso en sus propuestas (Mariano Mores, Chico Novarro, Iñaki Urlezaga y poco más) y en su repercusión. Se multiplicó, eso sí, la oferta de jazz, en sendos festivales (uno nuevo

en Lapataia y el tradicional, mudado a la Azotea de Haedo); el Nogaró se defendió con Dominó, por la compañía de Aníbal Pachano; el Teatro Galería Sagasti atrajo con espectáculos rotativos a un público más local, y Creamfields, la fiesta máxima de la música electrónica, debutó en Uruguay con una multitudinaria convocatoria en El Jagüel. Con la luz diurna presente hasta tan tarde, se intensificó la movida musical en algunos paradores playeros de La Brava y José Ignacio en pleno día y los desfiles de Roberto Giordano y Pancho Dotto fueron seguidos por entusiastas fisgones, tanto como las entrevistas públicas a escritores y pensadores, que contaron siempre con un público atento y fiel. Los grandes estrenos cinematográficos (antes que en Buenos Aires) también llevaron mucha gente, a pesar de que las entradas cuestan más de veinte pesos y los equipos de proyección no siempre son los mejores. * * * Más allá de las fiestas privadas con celebridades, la ostentación callejera de autos importados, las marejadas de adolescentes en las bulliciosas noches de La Barra, los fuegos artificiales, los escándalos mediáticos y las tragedias desatadas por argentinos (en otras temporadas, Maradona y Chiwi del Corral; en ésta, la histérica aplicación del freno de mano por parte del RR.PP. Gaby Alvarez al auto en que circulaba a gran velocidad y que mató a dos jóvenes que iban en moto), Punta del Este transcurre por andariveles mucho más plácidos: las tertulias playeras, las reuniones en casa de amigos y las caminatas por la rambla portuaria (donde los uru-

MUSICA POPULAR A vuelta de correo: se editó su libro en España

Joaquín Sabina, al rescate del género epistolar II Continuación de la Pág. 1, Col. 1

Montero, Fito Páez, Benjamín Prado, Violeta Parra, Silvio Rodríguez y el editor Chus Visor, entre otros. “No faltan Iscariotes disidentes –ha apuntado Sabina–, marciales epigramas, caraculo, dedo y labio, doctor, uñas y dientes, analfabetos nietos de Catulo.” Este material, inédito casi en su totalidad, está cuajado de “versos de ocasión, pero, atención, sin patria ni bandera que no sea la risa fácil, cada vez más difícil, y el abrazo filial a calzón desquitado”, ha matizado. Este paseo por la galería íntima de Sabina se inicia con unas misivas en verso que intercambió con su padre cuando hacía el servicio militar en Mallorca, para que el lec-

tor comprenda “de qué polvos subalternos vienen estos lodos”. A continuación llega el turno de Alberti, el poeta “favorito” de Sabina junto con Neruda y Vallejo, del que Benjamín Prado rescata dos recuerdos: una excursión a los muros de la Real Academia Española protagonizada por el gaditano, Joaquín y él mismo para verter sobre éstos ese “poético reguero de aguas menores” que ya depositaran seis décadas antes el literato y alguno de sus colegas de la Generación del 27; y un episodio en el que Prado relata el temor de Alberti a que el cantautor ensombreciera su intervención en la lectura conjunta de poemas que realizaron en numerosas ocasiones.

guayos van abrazados a sus termos y mates); la rica gastronomía y los paseos a pie, en auto o en bici por su incomparable geografía (últimamente un tanto enrarecida por la inquietante construcción de monumentales rascacielos). Muy oportunamente (el principal balneario uruguayo cumplió un siglo de vida en julio último), el periodista uruguayo Diego Fischer dio a conocer en el Club del Lago (y se verá gratis, el sábado 16, a las 21, en el Conrad) el completo documental Cien años, que funde fotos y filmaciones históricas

Los espectáculos de Les Luthiers y Enrique Pinti, dos de las propuestas preferidas de esta ciudad a lo largo de distintas décadas, con atractivos testimonios de veraneantes, recogidos en Buenos Aires, Montevideo y Punta del Este, a lo largo de los tres meses y medio que demandó el rodaje. Durante 71 minutos, el documental (que en abril sería presentado en Washington) relata de manera amena la llegada de los pioneros un siglo atrás, la simpatía que de inmediato suscitó en buena parte de la aristocracia porteña, el duro boicot que le impuso el primer peronismo y la llegada de figuras clave de la

Casi ángeles: la mayor concentración de público en una sola función

cultura de varios países, como Astor Piazzolla, Rafael Alberti, Adolfo Bioy Casares y Vinicius de Moraes, entre tantos otros. El documental es un digno complemento de los dos tomos de Al este de la historia, que Fischer escribió con Silvia Pisani en 1998 y 2000, recientemente reeditado y ampliado en textos y fotos (Editorial Aguilar, Montevideo, 2007), que incluyen la reproducción de doce bonitos óleos con motivos playeros, aportados por el pintor uruguayo Adolfo Sayago. * * * Puesto que el clímax estival esteño se extiende entre las fiestas de fin de año y el 10 de enero, los más tranquilos y menos pretenciosos veraneantes de febrero que están llegando ya se en-

cuentran con una ciudad de precios más razonables (aunque inevitablemente altos por el cambio que no nos favorece) y un ritmo menos acelerado (modelos y celebridades tienden a replegarse a Buenos Aires). Pero no por eso cederán las atracciones de espectáculos. Por de pronto el Conrad ya ofrece diariamente, y hasta el domingo 24, el musical Konga y contará con las presencias internacionales de Ricardo Montaner (sábado próximo), Sin Bandera (sábado 16) y nada menos que Julio Iglesias (sábado 23), la misma noche en que Soledad Pastorutti cantará en el Mantra. El restaurante y club de jazz Medio y Medio, por su parte, tiene previsto el sábado que viene un encuentro musical entre Pedro Aznar y David Lebón.

¿Y qué sería de febrero en Punta del Este sin su recuperado festival de cine, aquella excusa inventada en 1951 por Mauricio Litman para proyectar preestrenos y traer hasta estas playas a luminarias del cine europeo y de Hollywood? Nuevamente Alejandra Morelli y Roxana Ukmar coordinarán la muestra, en su edición Nº 11, que tendrá lugar aquí entre el 17 y el 24 de este mes, y cuyo programa de actividades será presentado a la prensa el miércoles en Lapataia, en tanto que Canal (á) prometió cobertura. Es que aunque parece que el calor nos acompaña desde hace un siglo, apenas estamos en la mitad del verano. [email protected]