El tren vuelve a pasar, pero hay que subirse

ferrocarril y el traslado por barcazas. Infraestructura complicada. Hoy el 83% del transporte de la cosecha de soja se hace por camión,. 13% por ferrocarril y 4% ...
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Página 6/Sección 5/LA NACION

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COMERCIO

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Sábado 16 de junio de 2012

) Seminario de la Fundación Producir Conservando

El tren vuelve a pasar, pero hay que subirse Continuación de la Pág. 1, Col. 3 días van a pasar de 920 a 4966 millones de personas. Para 2030, en China el 75% de los consumidores serán de clase media. Más cerca en la geografía, en Brasil, para 2040, dos tercios de su población sería de clase media. Pero hay más cosas para destacar al margen de lo que aumentará el consumo de alimentos. Ese otro punto viene por el lado de las exportaciones. De acuerdo con la OECD-FAO, para 2020 las exportaciones mundiales de los productos estudiados en el informe se ubicarán en 293.771 millones de dólares, o sea un aumento de US$ 54.650 millones. Según OECD-FAO, que llamativamente no toma en cuenta las limitaciones y restricciones para vender que hay en el país, las exportaciones de la Argentina pasarían de 27.309 a US$ 35.883, lo que representaría una suba de 8574 millones de dólares. “Todos estos números arrojan que la Argentina participará con un 15,7% del aumento de exportaciones mundiales”, expresó Llach en diálogo con LA NACION, tomando en cuenta esas proyecciones de OECD-FAO. Sin embargo, para el especialista, en vez de los 8574 millones de dólares, la Argentina podría participar “hasta con un 60 por ciento del aumento de las exportaciones globales 2010/2020, o sea, con 32.790 millones de dólares”. Visto de otra manera, con este último número, que refleja lo que podría ser un potencial de participación en las exportaciones globales, “la Argentina estaría satisfaciendo el 10% del aumento total del consumo mundial 2010/2020 [previsto en US$ 363.700 millones]”.

La hora de las políticas La oportunidad que se presenta para la Argentina se perfila enorme. Pero en la superficie también asoman desafíos, cuestiones de infraestructura por resolver [ver aparte] y unos cuántos interrogantes clave. ¿El país está en condiciones para capturar ese beneficio?, ¿Qué le falta hacer? Para Llach, ese cambio es posible “con mejores políticas agroalimentarias”, ya que de ellas va a depender “el porcentaje que la Argentina capture de este mercado”.

De hecho, el economista enumeró una serie de puntos que deberían ir en la dirección que potencial al país: eliminación gradual de retenciones y de restricciones; minimizar la tensión entre exportación y mercado interno en productos como carne, leche, trigo y maíz; avanzar en una reducción de las trabas a las importaciones y acordar políticas de inserción agroalimentaria global con los socios del Mercosur. Una cifra refleja lo que la Argentina se pierde por exportaciones extras por no tener una adecuada política: US$ 15.000 millones. Ese es, según el economista, el costo de oportunidad de políticas donde mandan las restricciones y las trabas. “Hay que trabajar en el largo plazo y no cerrar nuestra economía”, indicó. También hacen falta, para Llach, realizar un desarrollo más rápido de las cadenas de valor, diversificarlas, atraer inversiones y brindar seguridad jurídica. “Si fuimos capaces de pasar de 40 a 70 millones de toneladas, luego a 100 y ahora apuntar a los 135 millones de toneladas de granos [la meta para 2020 de la Fundación Producir Conservando], el crecimiento es posible, pero necesitamos un proceso para trabajar en las limitantes de inversiones, seguridad jurídica, transporte”, señaló Gustavo Oliverio, coordinador de la Fundación Producir Conservando. “Tenemos que ser capaces como país de poder aprovechar al máximo este momento, para que beneficie a todos los que deseamos construir un país mejor. Y esta responsabilidad nos toca a cada uno de nosotros, donde estemos. Si nos volvemos a encontrar en 2020, dentro de 8 años, la pregunta de rigor será si habremos aprovechado este momento”, reflexionó, al cierre del encuentro, Pablo Vaquero, presidente de la entidad. Vaquero remarcó que hay una oportunidad para el país, pero ésta “viene de la mano de la responsabilidad de todos los sectores, públicos y privados”. Como se sabe, el Plan Estratégico Agroalimentario (PEA) del Gobierno proyecta que la Argentina salte a una producción de casi 160 millones de toneladas de granos. Además, vislumbra un incremento de las exportaciones agroalimentarias de US$

Hacia 2020 El aporte de China

Fuerte en lácteos Según el informe sobre las perspectivas hacia 2020, China aportará sólo un 19,4% del aumento total esperando en el consumo mundial de alimentos. No obstante, tendrá participaciones más altas en algunos sectores, con máximos de 44,9% en leche en polvo entera; 30,3% en semillas oleaginosas, luego 22,9% en harinas proteicas y 20% en granos gruesos y aceites vegetales. Para destacar, China va perdiendo su tasa de autoabastecimiento interna. En maíz, por ejemplo, pasará de un 107% en 2004 a 84% en 2020. El peso de los emergentes

La apuesta de otros países Oliverio, Vaquero y Llach, en el seminario de la Fundación Producir Conservando RICARDO PRISTUPLUK

39.400 millones a 99.700 millones de dólares para 2020. En el seminario se ponderaron las proyecciones del plan oficial. Sin embargo, persisten las preguntas sobre con qué herramientas se busca lograr ese objetivo. “Están bien las proyecciones, pero ¿cómo lo vamos a hacer? Faltan los caminos para eso y cuántas rutas vamos a poder hacer hacia adelante”, indicó Vaquero. Llach coincidió y destacó que el PEA “no ha contado cuáles son las políticas para llegar a eso”. Al margen del PEA, en el seminario se hizo hincapié en la necesidad de comprender los cambios de contexto que se están dando en el comercio internacional para poder actuar en consecuencia. “Hay que entender lo que está pasando. Todavía tendemos a pensar que el problema son las subvenciones al productor de Francia, pero hay que ver lo que pasa en Medio Oriente, China y Africa. Tenemos que tener un análisis claro de lo que pasa a nivel global”, finalizó Vaquero.

Estado de las rutas argentinas La Fundación Producir Conservando realizó una encuesta a 408 productores y entidades agropecuarias para conocer su opinión sobre el estado de las rutas del país REFERENCIAS Buen estado de transitabilidad

%

Regular o malo %

Sin China e India, el resto de los países emergentes tendrán una importante participación en el incremento del consumo de alimentos. Será del 28,3% para el resto de Asia (incluye desde Indonesia y Paquistán hasta Tailandia, por ejemplo); 14,7% en América latina y 11,4% en Africa, además de un 5,1% que se registraría en países muy pobres. Carne, leche y granos

Lo que viene

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65% Fuente: Fundación Producir Conservando

En carne aviar, la tasa de crecimiento anual del consumo a nivel global –proyectada para el período 2010/2020– será de 2,98%; en leche en polvo entera, 2,24; en carne vacuna; 1,37; en aceites vegetales, 2,69; en trigo, 1,72 y en granos gruesos, 1,57.

Tendencia que seguirá hasta 2025 Según Juan Llach, con un crecimiento sostenido de los países emergentes, la tendencia positiva para la demanda mundial se extenderá “al menos hasta 2020/2025”. De acuerdo con el experto, luego podría venir “un proceso de desaceleración”. Por otra parte, crisis actuales como la desatada en Grecia y en otros países de Europa no darán marcha atrás con el crecimiento estimado. “Se puede postergar uno o dos años, pero no erradicar la tendencia”, precisó el especialista en el seminario. En rigor, para los diversos productos se presentan tasas de incremento en la demanda de alimentos que resultan claramente favorables para los próximos años.

LA NACION

El estado de las rutas, una limitante para el crecimiento Se observa un fuerte deterioro de esta vía de transporte “El tema más complicado en el transporte son las rutas, porque no se hizo nada y son malas.” La frase pertenece al consultor Gustavo López, que realizó un trabajo junto a Gustavo Oliverio sobre la infraestructura del transporte granario de cara a 2020. El diagnóstico actual es categórico. Según una encuesta de la Fundación Producir Conservando entre 408 casos –tomando productores y empresas–, en las rutas nacionales sólo el 30% tiene un buen estado de transitabilidad; otro 44 por ciento está en un nivel regular y 26 por ciento, malo. Para las rutas provinciales no hay un mejor panorama. De acuerdo con ese relevamiento, sólo 11% registra un buen estado; 31% se encuentra en una condición regular y 58% en mal estado. Si se observa el rubro caminos de tierra, allí se puede apreciar que el 5% presenta un buen estado, el 68% tiene un mantenimiento regular y el 27% restante directamente está en malas condiciones. En la última década, el Gobierno recaudó por retenciones al complejo granario 48.000 millones de dólares. Según López, de haberse destinado sólo el 10% de esa cifra –US$ 4800 mi-

llones– se podrían haber construido más de 4000 kilómetros de rutas o 1500 kilómetros de autopistas. López aportó otro dato contundente. En los últimos 40 años se transportaron más de 1700 millones de toneladas de granos por las rutas argentinas. Por las cuatro principales, que son las rutas 5,7,8 y 9, pasó el 70% de ese tonelaje, “sin registrarse en ninguna de ellas mejoras de importancia”, destacó. El otro factor inquietante es la antigüedad del parque de camiones, que llega a 22 años de promedio. “Por encima de 20 años ya es un parque obsoleto”, precisó. Sólo un 25 por ciento del parque hoy tendría una antigüedad de 10 años o menos. Otra cuestión no menor es que la Argentina tiene muy poco desarrolladas otras vías de transporte, como el ferrocarril y el traslado por barcazas.

Infraestructura complicada Hoy el 83% del transporte de la cosecha de soja se hace por camión, 13% por ferrocarril y 4% por hidrovía/barcazas. En Brasil, el 60 por ciento es por camión, 33% con ferrocarril y 7% por barcazas.

Si se mira el caso de los Estados Unidos, allí lo que se destaca es el transporte por hidrovía/barcazas, que representa el 61%, contra 23% del ferrocarril y el 16 por ciento del camión. “Tenemos que trabajar para cambiar la matriz de transporte, para hacerla más eficiente, más equilibrada entre el camión, los ferrocarriles y la hidrovía”, expresó Pablo Vaquero, presidente de la Fundación Producir Conservando. Vaquero pidió “adecuar” la infraestructura “con políticas de Estado que van más allá de un gobierno”. En el trabajo de López y Oliverio se plantea una preocupante situación. “El actual sistema de transporte colapsará” hacia 2020 si no hay mejoras que puedan soportar el crecimiento de la producción que se prevé para ese entonces. “La infraestructura de transporte granario era y es aún hoy un cuello de botella importante para la producción. Deberá cambiar en forma significativa para hacer viable la mejora productiva prevista para fines de la década”, señala el informe que se presentó el martes pasado en el seminario de la Fundación Producir Conservando.