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EL PASTOR EN PRIMERA TIMOTEO Primera parte Eliseo Martínez Usado con permiso PALABRAS INTRODUCTORIAS Hoy en día el trabajo pastoral requiere tener bien definido en qué consiste; cuáles son sus funciones. No importa cuánto tiempo tiene un pastor de estar en el ministerio, siempre se va encontrar en situaciones, en circunstancias donde prácticamente va a estar en medio del conflicto: soy o no soy pastor. Howard Rice escribió: En tiempos de confusión acerca de la naturaleza y misión de la iglesia tales como los que nos toca vivir hoy, la tarea del ministerio no se define fácilmente. Personas diferentes entienden el ministerio de maneras distintas; las congregaciones discrepan bastante sobre qué esperar de un pastor. Los pastores a menudo se ven atrapados en este conflicto de expectativas: si satisfacen una definición de ministerio, pueden alienar a los que sostienen otra diferente (El Pastor Como Guía Espiritual). Hay confusión acerca de lo que un pastor hace y de como tiene que llevar acabo el ministerio. El número de libros publicados cada año sobre el tema del ministerio profesional, su teología y práctica, es una indicación de la confusión y del interés que despierta el asunto. Pero ninguno como los manuales escritos por el apóstol Pablo, las llamadas Cartas Pastorales, 1 Timoteo, Tito, 2 Timoteo. ¿Por qué son llamadas cartas pastorales? Son llamadas así porque fueron escritas a pastores por un pastor. También su contenido es pastoral. Podemos afirmar que estas cartas nos presentan EL PASTOR SEGÚN PABLO. Pablo escribe sobre los deberes de un pastor. Todo pastor que responsablemente desea cumplir con su trabajo, puede dirigir su labor tomando como guía estas cartas. En ellas el pastor encontrará dos elementos de suma importancia como:



La labor pastoral



La administración de la iglesia.

La labor pastoral es la razón por la que existen los pastores. Es importante mencionar que tanto el pastor como la congregación deben saber cuales son las funciones de un pastor. C.W. Brister dice en su libro El cuidado pastoral en la iglesia: No importa que sea novato o veterano, el ministro necesita conocimiento de su tarea. Pablo en las cartas a Timoteo y Tito describe estas tareas. Por otro lado aunque el pastor no sea un administrador, tiene que hacer trabajo administrativo. Todo proceso administrativo tiene como finalidad última la más efectiva canalización de los recursos hacia el mejor disfrute de la vida humana, tal como Dios lo ha establecido. El reverendo William R. McCall en el prefacio del libro Administración Eclesiástica de Wilfredo Calderón escribió: El ministro de hoy no solamente es un líder espiritual sino también un administrador de la obra de Dios... Pablo en sus cartas nos orienta en ambos elementos. Sugerimos al lector de este estudio buscar cómo fortalecer estas dos áreas ministeriales para ser un obrero de Dios aprobado. 1

En la siguiente tabla encuentra un ejercicio que le será de mucho beneficio si lo realiza: Busque los pasajes que hablan de labor pastoral y administración eclesiástica

Texto Bíblico

Labor pastoral

Al terminar este ejercicio puede contestar estas dos preguntas: ¿En qué consiste la labor pastoral? ¿Qué es administración eclesiástica?

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Administración

HISTORIA DE TIMOTEO

¿Quién fue Timoteo, el pastor que recibió las cartas que llevan su nombre? En griego su nombre significa temeroso de Dios. Discípulo de Pablo, fue durante muchos años miembro de su equipo. Para él, Pablo fue como un padre (1 Timoteo 1:2; 2 Timoteo 1:2). Su padre fue un griego, pero su madre era una israelita piadosa que educó a su hijo a la luz de las sagradas Escrituras. Leemos en 2 Timoteo 1:5: Traigo a la memoria tu fe sincera, la cual animó primero a tu abuela Loida y a tu madre Eunice, y ahora te anima a ti. De eso estoy convencido. (N.V.I.) En 2 Timoteo 3:15 encontramos a Pablo recordando a Timoteo el conocimiento que poseía de las sagradas Escrituras desde su niñez. Timoteo estaba preparado para recibir el mensaje del evangelio, el cual oyó de los labios del apóstol Pablo. (Hechos 14:6, 7). Por esa razón Pablo lo llama: Timoteo, mi verdadero hijo en la fe (1 Timoteo 1:2 N.V.I.) Hasta aquí, se destacan dos principios fundamentales en la vida del creyente

 La educación de los hijos en lo relacionado a la fe.  El discipulado cristiano. En cuanto a lo relacionado a la educación de los hijos, es conveniente enfatizar que sí, la iglesia tiene una gran responsabilidad de tener una pastoral específica a la formación de los hijos, pero la responsabilidad primaria recae en sus padres quienes son llamados a aprovechar toda oportunidad que tengan para formar a sus hijos en el temor de Dios. Recordemos que el temor de Dios es el principio de la sabiduría. Al revisar el Antiguo Testamento, nos encontramos con numerosos textos que enfocan el quehacer educativo de los padres como por ejemplo Deuteronomio 6:6-9. El pueblo era responsable de meditar y guardar lo que él les había mandado (6:4-5); su responsabilidad era entender la ley de Dios y luego aplicarla correctamente en la vida diaria. Los padres estaban en la obligación de transmitir este conocimiento. La Biblia también dice que debemos instruir al niño en su camino y cuando sea viejo no se apartará de él. ¿Qué pasa cuando se falla en el cumplimiento de este principio? La Biblia nos da la respuesta en Jueces 2:10, donde dice que se levantó una generación que no conocía a Dios, ni su obra. Esto implica que la generación anterior falló en transmitir la fe en Dios. En cambio Loida y Eunice tuvieron éxito en transmitir su fe, la cual dice Pablo que era una fe genuina, auténtica. Pablo fue un gran discipulador, después de Jesús. Pablo nos modela el cómo hacer discípulos. En 2 Timoteo capítulo 2, encontramos la metodología de cómo se debe transmitir la verdad. Pablo reconoce que no es fácil, y comparte con Timoteo el esfuerzo que requiere al utilizar varias metáforas que implican esfuerzo. El discipulado requiere la disposición de pagar un costo por el discipulador. Discipular es transmisión de vida y eso significa que el discípulo mira al mundo como lo ve su maestro, enfrenta los problemas de la vida como lo hace su maestro, puede relacionarse con los demás como lo hace su

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maestro, etc. Al observar 2a Timoteo 2 nos encontramos con dos aspectos de suma importancia: El cómo hacer discípulos Cómo ser un discípulo Gary W. Kuhne dice: Un discípulo es un cristiano que está creciendo en conformidad con Cristo, que está logrando fruto en el evangelismo, y que está trabajando en la consolidación para conservar su fruto. Un discípulo es alguien que está desarrollando a otros discípulos que a su vez desarrollan a otros discípulos. Timoteo se convirtió en el primer viaje misionero (Hechos 14:1-23), y rápidamente demostró su calidad, al ser activo y poseer un buen testimonio entre los hermanos. Este es otro principio fundamental en la vida de todo creyente: lo que dicen los demás se debe tomar en cuenta. Mucha gente dice que mi vida es mi vida y a nadie le importa cómo vivo, mi vida es entre Dios y yo. Otros dicen, así soy yo. Lucas en Hechos 6 dice que uno de los requisitos que los apóstoles requirieron para los candidatos a servir la mesa era que tenía que ser de buen testimonio. Pablo dice que los que anhelaban ser obispos tenían que tener buen testimonio entre los que no forman parte del pueblo de Dios. Al seleccionar a Timoteo para formar parte de su equipo ministerial Pablo tomó en cuenta la buena opinión que la iglesia tenía de Timoteo. El pastor debe cuidar su reputación, debe tener sumo cuidado en sus relaciones con el sexo opuesto. Pablo le dice que a las hermanas jóvenes debe tratarlas como hermanas con toda pureza, y en otra parte le dice, huye de las pasiones juveniles. Timoteo fue circuncidado por Pablo (Hechos 16:3) a causa de los judíos de aquella región. Pablo fue un gran estratega, al asegurarse de que los prejuiciosos judíos no impidieran el ministerio de Timoteo y el suyo propio. No fue un acomodamiento, porque no fue una práctica en su ministerio, sino solo en el caso de Timoteo que era medio judío por parte de su madre. Se sabe que esta práctica era exigida por los judaizantes, herejía combatida por Pablo en la carta a los Gálatas. A estos maestros Pablo los llama mutiladores del cuerpo, en Filipenses 3:2. A Timoteo le fueron delegadas varias misiones como el quedarse en Tesalónica con Silas, Hechos 17:14. Fue enviado con Erasto a Macedonia, Hechos 19:21-22. Pablo le encomienda el pastorado de Éfeso, 1Timoteo 1:3. Aquí nos encontramos con otros dos principios que deben ser prácticas en el trabajo pastoral:



El trabajo de equipo, saber delegar



Saber ser un colaborador en el ministerio

Hoy más que nunca es importante el trabajo de equipo. No podemos realizar el ministerio solos, pues nunca ha sido la voluntad de Dios. Recordemos a nuestro Señor Jesucristo,

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nunca envió solo a sus discípulos. Pablo nunca anduvo solo, siempre tuvo un Lucas, Silas, Tito, Erasto, una Priscila, Andrónico, Junias, Evodia y Síntique y por supuesto un Timoteo. En liderazgo hoy en día se está enfatizando el trabajo de equipo porque la labor de un líder (o el pastor), se multiplica. No solo es más trabajo, es más efectivo. No es trabajar duro aunque se requiere esfuerzo, es trabajar inteligentemente. John C. Maxwell, hablando sobre lo que se necesita para ser un triunfador, dice: Creo que para que una persona triunfe, necesita únicamente cuatro cosas: Relaciones: La habilidad que más se necesita para tener éxito es la de relacionarse con otras personas. Equipo: Una de las lecciones más importantes que he aprendido es que lo que está más cerca de usted determinará el nivel de su éxito. Actitud: Las actitudes determinan como va a vivir la vida DÍA a DÍA. Liderazgo: En el liderazgo todo se levanta y cae. Si desea mejorar el nivel de su efectividad personal, la única manera de hacerlo es aumentando sus habilidades de liderazgo. (El lado positivo del fracaso). Pablo nos ilustra claramente estos puntos en su filosofía ministerial, trabajo de equipo. Romanos 16. Las cartas pastorales también nos muestran como el pastor se preocupa por su equipo de trabajo. Principalmente encontramos a Pablo en su función de motivador, ayudando a sus colaboradores, impartiendo directrices en su trabajo pastoral. Pablo le dice a Timoteo: Al partir para Macedonia, te encargué que permanecieras en Éfeso y le ordenarás a algunos supuestos maestros que dejen de enseñar doctrinas falsas. (1 Timoteo 1:3 N.V.I.) Algunos pastores esperan que su equipo de trabajo se anime por si mismo, cuando la verdad es que todas las personas necesitan que alguien les anime a seguir adelante. Por el lado de Timoteo, encontramos cómo debe ser un colaborador. Timoteo aceptó de Pablo actividades específicas y las realizó como un hijo lleva acabo una encomienda de su padre. Como colaborador Timoteo procuró contribuir a que las metas ministeriales de Pablo se cumpliesen, cooperar es coadyuvar, auxiliar, apoyar, secundar a alguien en sus tareas. La mejor manera de formar un buen colaborador, y al mismo tiempo prepararlo para ser un dirigente es delegarle funciones concretas que con el tiempo le brindarán un excelente adiestramiento que lo llevará a ser también un entrenador (discipulado). Pablo le encomienda a Timoteo que cuide bien lo que se le ha confiado (1Timoteo 6:20-21) que es el mensaje del evangelio sin adulterarlo. Que no pierda tiempo en inútiles discusiones sin sentido. No darle lugar a los argumentos de la falsa ciencia; la que ha llevado a algunos al extravió de la fe. Pablo llama al evangelio, glorioso. Dice que Dios se lo había confiado (1:11). Ahora Pablo le está depositando a Timoteo este mismo encargo (1:18) y desea que haga lo mejor, le dice que pelee la buena batalla. No basta con pelear la batalla de la fe, hay que pelearla bien. No solo es ser soldado, es ser buen soldado.

EL MENSAJE DEL PASTOR (1ª TIMOTEO 1:1-20) 1 Timoteo 1:1-20, nos da directrices sobre lo que se debe enseñar en la iglesia y lo que se debe evitar en cuanto a la doctrina.

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Primero, encontramos la identificación del escritor de la carta. Se llama a sí mismo apóstol de Cristo Jesús por mandato de Dios nuestro salvador y de Cristo Jesús nuestra esperanza (1:1). Pablo dice que él es un enviado, es de Cristo, es un delegado de Cristo, autorizado por Cristo, por Dios a quien llama nuestro salvador. La salvación es un acto de Dios, él es el único que puede salvarnos. No hay salvación en ningún otro. Pablo llama a Cristo nuestra esperanza, palabra usada por Pablo para denotar el gran evento futuro, glorioso, el retorno de Cristo por su iglesia .En segundo lugar Pablo identifica el destinatario de esta carta (1:2). Lo llama mi verdadero hijo en la fe. Pablo en su largo ministerio vio algunas conversiones espurias, ilegítimas, falsas. Algunos inclusive, como Demás, lo abandonaron en momentos críticos. Pero Timoteo era un verdadero hijo. Un hijo que está con su padre cuando las cosas van bien y cuando se está en medio de la tormenta. Pablo le desea a Timoteo que tenga de Dios Padre y de Cristo Jesús nuestro Señor: gracia, misericordia y paz. Gracia, es el favor que recibimos de Dios sin tener mérito alguno. ¿Dónde está el hombre que pueda decir que Dios le debe favores? No lo hay, nunca hubo alguien, ni jamás lo habrá. Cuando tenemos el favor de Dios, ¿qué más podemos pedir? La gracia de Dios es la manifestación de su misericordia. Misericordia, es el amor hacia el ser que está en desgracia; es aquel que está en condiciones tan miserables y que no merece ningún favor. La misericordia de Dios es su compasión en acción; es su identificación plena, total con el hombre. Es empatía, la idea es vestirse con la piel del necesitado. Paz, no solo tranquilidad, es bienestar integral. Con esta palabra Pablo resume lo que Juan le dice a Gayo: Querido hermano, oro para que te vaya bien en todos tus asuntos y goces de buena salud, así como prosperas espiritualmente. Pablo dice que la gracia, la misericordia, y la paz tienen su fuente en Dios nuestro Padre y en Cristo Jesús nuestro Señor. Dios es nuestro Padre. Qué bendición para el hombre que puede llamar padre a Dios. El hombre que puede llamar a Dios, padre, es aquel que ha recibido a Cristo como Señor y salvador (Juan 1:11-13). Es aquel en el cual mora el Espíritu Santo, el cual da testimonio a nuestro espíritu que somos hijos de Dios y también nos empuja a llamarlo papi, papito (Abba) Pablo llama a Cristo, nuestro Señor (kyrios). Cristo es nuestro dueño, amo propietario, nosotros somos sus siervos (esclavos). A partir del versículo 3 al 20, Pablo comienza a enfocar el por qué le escribió a Timoteo. Pablo le recuerda a Timoteo que lo dejó en Éfeso con el propósito concreto, específico de no permitir que algunos maestros enseñasen doctrina falsa (1:3). Pablo le llama a esta doctrina judaica adulterada con mitología griega, enseñanza diferente. En Gálatas, llama a la doctrina judaizante, evangelio diferente, y explica que no es que haya otro evangelio. Solo existe un evangelio: el de nuestro Señor Jesucristo. Pablo le dice a Timoteo que como pastor una de sus funciones primordiales es impedir que se enseñe falsa doctrina; las cuales provocan controversias e impiden el adelanto de la obra de Dios (1:4 N.V.I). El pastor debe

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tener en claro a la luz de la enseñanza de Pablo que toda predicación ó enseñanza del evangelio es para edificar, construir las vidas de los oyentes. Cuando predicamos, no lo hacemos para informar, lo hacemos para formar. Cuánta necesidad hay hoy en día de cumplir con este propósito; como maestro de homilética insisto en la necesidad de que mis alumnos asimilen el sistema que enseño. Les insisto que pongan todas sus habilidades en juego ya que predicar no solo es una ciencia, sino un arte. Esto significa que depende de las habilidades del predicador. Les digo que asimilen el sistema y tengo que calificar cómo lo utilizan, pero no olviden que la homilética solo es una herramienta. Si no logra apropiarse de ella no lo haga, pero predique la Palabra. Pablo en su segunda carta a Timoteo le dirá: predica la palabra. No estoy diciendo que el pastor no debe preocuparse por manejar herramientas apropiadas para ser un excelente comunicador de la verdad evangélica. El pastor debe ser experto en la comunicación, pero sobre todo en el manejo del texto. En 2 Timoteo 2:15 Pablo dice: Esfuérzate por presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse y que interpreta rectamente la palabra de verdad (N.V.I.). Pablo le dice, haz todo lo posible por presentarte a Dios, como hombre comprobado, como un trabajador que no tiene de qué avergonzarse. Esfuerzo es una palabra que significa ir más allá de las fuerzas. Requiere agotar nuestras energías en el estudio de la Palabra. Nadie absolutamente nadie va a manejar la Palabra de Verdad (Biblia) de la noche a la mañana. Recuerdo a un hermano pastor, en el momento que escribo estas líneas, preparándose para ir con su familia al campo misionero en Turquía. En un encuentro que tuvimos, le pregunté: José, ¿cuánto tiempo empleas en la preparación de un sermón? Su respuesta fue.... treinta y dos horas. ¿Quién no quiere escuchar a un hombre que maneja bien el texto base de su mensaje? Nadie puede dar lo que no tiene, cuando predicamos compartimos lo que tenemos, lo que hemos recibido. Pablo define en el verso cinco (1:5) cuál es la meta de Timoteo, que es cumplir con el mandamiento de no permitir la falsa enseñanza. Saber qué hacer facilita el determinar las acciones correctas. Recuerdo cuando iniciaba el ministerio en la iglesia En-Hacore, en Mejicanos, El Salvador. Cuando pienso en las circunstancias en que inicié el ministerio, las dificultades de no saber cómo enfrentar las responsabilidades para con la iglesia, cuando pasaba a predicar me temblaban las rodillas y prácticamente me amarraba al púlpito. Uno de los hermanos me hizo la observación de que era aceptable como maestro, pero que como predicador no tenía nada. Fui a ver al Secretario Nacional de mi denominación para que me diera orientación de cómo podía yo afrontar el pastorado de la iglesia.... Su respuesta textual fue “pensalo vos y solo me dices en qué te ayudo”. Al recordar esta experiencia, pienso en los Pablos que necesitamos para orientar a tantos Timoteos que necesitan una orientación adecuada para realizar un trabajo excelente, sabiendo qué es lo que tiene que hacerse. ¿Cuántos Timoteos hay en este momento que necesitan oír la voz de la experiencia? Esa voz autorizada por el bregar por años en el ministerio pastoral. Pablo señala cuál era la necesidad de la iglesia de Éfeso, y no todas las iglesias tienen la misma necesidad. Cada iglesia tiene sus propias características y necesidades. El pastor tiene que buscar la forma de satisfacer esas necesidades, como dice el Salmo 23:1, Jehová es mi pastor, nada me faltará. Dios como pastor provee para las necesidades de su pueblo; el pastor debe buscar cómo proveer para las necesidades de su congregación.

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Pablo le dice a Timoteo que este mandato tiene tres propósitos: El amor nacido de corazón limpio El amor nacido de una buena conciencia El amor nacido de una fe genuina La N.V.I. traduce: Debes hacerlo así para que el amor brote de un corazón limpio, de una buena conciencia y de una fe sincera. El evitar la falsa enseñanza sin sentido y enseñar la verdad del evangelio, es para que el amor brote de un corazón limpio libre de toda contaminación. La Biblia habla de guardar el corazón, para no pecar contra Dios .Cristo hizo la advertencia de que del corazón vienen los malos pensamientos, hurtos, adulterios, etc. La Biblia también dice que de la abundancia del corazón habla la boca. Por lo cual debemos cuidar con qué alimentamos el corazón. Pablo dice que el amor brota de una buena conciencia. El Diccionario Enciclopédico dice que conciencia es la propiedad del espíritu humano por lo cual se reconocen sus atributos esenciales. Sigue diciendo que es el conocimiento íntimo del bien y del mal. En otras palabras es la voz interior que me dice qué acciones están bien y qué acciones están mal. Aquí está la importancia de tener una buena conciencia. Una mala conciencia ó, una conciencia cauterizada no cumplen con su cometido, de advertirnos cuando un acto que estamos realizando es ilegítimo, pecaminoso. El amor debe brotar de una fe genuina. Una fe sincera sin hipocresía no tiene que aparentar piedad; su piedad es real. Una fe genuina mantiene una relación estrecha con Dios, y se evidencia en una personalidad sin doblez, no da lugar al doble ánimo, que hoy es y mañana no es. El no tomar en cuenta la pureza doctrinal y darle lugar a la falsa enseñanza, es correr el riesgo de que algunos se extravíen. Dejando el camino del amor se han enredado en discusiones inútiles (1:6). La Reina Valera lo traduce: vana palabrería. Es polemizar sin ningún fruto, conviene recordar que la apologética tiene su lugar, pues debemos estar preparados para defender la fe (Judas 3). Pero no debemos perder tiempo en debates que no traen resultados buenos. También se extravían llegando a tener un falso concepto de si mismos. Creen que son maestros de la ley y ni siquiera saben de qué hablan, ni entienden ellos mismos lo que afirman (1:7). Qué terrible pretensión es creer que uno es maestro cuando no lo es. Por lo menos se necesita que un maestro conozca tres áreas básicas: Debe conocer lo que enseña Debe conocer a quién enseña Debe conocer cómo enseña. El maestro debe conocer la materia que enseña. En el caso del maestro cristiano debe conocer la Biblia, sus enseñanzas (doctrina) de forma sistemática. El maestro cristiano no debe olvidar que su libro de texto es la Biblia, los manuales y las guías que utilice son solo material auxiliar. Pablo en la segunda carta le dice: Esfuérzate por presentarte a Dios

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aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse y que interpreta rectamente la Palabra de verdad (N.V.I.). El maestro debe conocer a sus alumnos, tiene que hacerse un experto en el conocimiento de la conducta humana, saber cuales son las necesidades de sus alumnos para satisfacerlas. El maestro debe conocer cómo enseñar. Aquí hablamos de manejar metodología pedagógica. Hay tanta variedad de métodos (manera de hacer las cosas). Que se necesita una práctica constante de diferentes, tomando en cuenta que: no hay método bueno ni malo, sino que depende de la habilidad del maestro (David Mendieta). Los maestros de los que Pablo habla, en realidad no lo son. Ellos pretendían ser maestros de la ley corrompiendo su propósito. Utilizaban mal la ley, porque el mismo Pablo dice en el verso ocho que la ley es buena, si se aplica como es debido. También es importante hacer ver que la ley no está contra la gracia. Crecí oyendo estudios con el tema “Ley versus gracia”, siempre oí esta frase. Hoy pongo mucho énfasis en decir que esta afirmación no tiene fundamento bíblico. Lo cierto es que la gracia se opone, está en contra al mal uso de la ley; y la ley tiene un uso legítimo, no fue dada para el justo. Esta palabra la podemos ver en dos sentidos. En un sentido, es el que ha sido vestido con la justicia de Cristo al reconocerlo como Señor y salvador. En segundo lugar justo es el que tiene un estilo de vida correcto, es decir anda en rectitud. La ley, dice Pablo, es para:



Los desobedientes y rebeldes



Los impíos y pecadores



Los irreverentes y profanos



Los que maltratan a sus propios padres



Los asesinos



los adúlteros y los homosexuales



los traficantes de esclavos



Los embusteros y los que juran en falso



Los que están en contra de la sana doctrina enseñada por el glorioso evangelio.

Dice Pablo, glorioso evangelio que el Dios bendito me ha confiado. (1:8-11). La ley, dice Duane Litfin, está diseñada para mostrar a la gente su pecaminosidad. Por lo tanto, no es para quien ha reconocido su pecado y se ha acercado a Cristo. Esa persona ya no está bajo la ley, sino que debe andar en el Espíritu (Gálatas 5:13-26). La ley está dirigida

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a quienes todavía no tienen convicción de pecado (Comentario Expositivo, El conocimiento Bíblico). La ley es para los desobedientes y rebeldes. Juan Calvino en su comentario Cartas Pastorales, hace la traducción: transgresores y desobedientes. Y comenta, hubiera sido mejor si los traductores hubiesen hecho uso del vocablo ilegales; porque el vocablo griego es anomous, el cual no difiere mucho de la segunda palabra de la cláusula, desobedientes. En la Nueva Versión Internacional, la palabra transgresores es traducida rebeldes, y desobedientes no aparece en segundo lugar, sino de primero. La verdad es que tanto los transgresores como los desobedientes son aquellos que no tienen respeto por la ley y viven contradiciéndola. La ley es para los impíos y pecadores. Los impíos son aquellos que no tienen relación con Dios y por ello se han extraviado, siguiendo su propio camino (pecadores), como lo dice el profeta: Todos andábamos perdidos, como ovejas; cada uno seguía su propio camino (Isaías 53:6a). Pecador es la persona que ha extraviado el camino, no da en el blanco. Es impío porque no hay relación alguna con Dios y es pecador porque no anda en el camino de Dios. Cristo dijo: Yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie llega al Padre sino por mi (Juan 14:6. N.V.I.) La ley es para los irreverentes y profanos. Los irreverentes son los irrespetuosos, los que no tienen temor de Dios, por lo que se convierten en profanos, sin vida espiritual con la mirada solo en las cosas mundanales (materiales). La vida espiritual no es considerada en su diario vivir, como Esaú el primogénito de Isaac. La Biblia lo llama profano porque menospreció las bendiciones de Dios a las cuales tenía derecho por su primogenitura. En cambio Jacob su hermano, aunque era dado al engaño, al fraude, anhelaba las bendiciones de Dios. La Biblia no enseña que el fin justifica los medios. Jacob cosechó el fruto de su pecado, pero Dios en su misericordia le concedió las bendiciones prometidas a Abraham y confirmadas a Isaac. La ley es para los que maltratan a sus padres. La Reina Valera traduce: parricidas y matricidas. Esta es la máxima violación del quinto mandamiento. Qué ingratitud la de un hijo cuando no reconoce el esfuerzo, la lucha agónica de los padres para criarlo. En vez de agradecerles, los maltrata verbal y físicamente. Los medios de comunicación en mi país (El Salvador), hace ya varios años destacaron una fea noticia sobre un joven que, airado contra su madre porque no le compró los zapatos que el quería (por su precio), la emprendió a golpes con un madero hasta matarla. La ley es para los asesinos (homicidas R.V.), los que no tienen ningún respeto para el derecho de la vida. La palabra asesino es global en su contenido. Abarca todo tipo de asesinato, incluyendo el aborto, que en muchos países ha sido legalizado. Muchas veces las leyes humanas contradicen la ley divina. El aborto es un problema grande en nuestros países latinoamericanos y las iglesias evangélicas en su mayoría no tienen una posición oficial con relación a esta problemática social. Creo que es tiempo ya el no ser indiferentes, apáticos a esta problemática y como iglesias tener una toma de posición oficial, una posición fundamentada en el texto bíblico. La ley fue dada para los adúlteros y homosexuales. Cristo va más allá al señalar no solo el acto, sino también los pensamientos pecaminosos. De tal manera que cuando un hombre ve una mujer y la desea mentalmente, dice Cristo, ya adulteró La homosexualidad, o,

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sodomismo (sodomita) es hoy en día un pecado que la sociedad lo está viendo como natural; se pretende hacernos creer que es creación de Dios. Un sacerdote católico romano (español), conmovió su iglesia al convocar una conferencia de prensa para confesar su homosexualidad (Febrero 2002). Recordemos que este es el pecado que caracterizó las ciudades de Sodoma y Gomorra, las cuales fueron destruidas por Dios como ejemplo de cómo ve Dios este pecado. La ley dada por Dios dice que la homosexualidad es pecado. Dios creó el sexo masculino y femenino, no existe un tercer sexo, como están abogando los defensores de la homosexualidad y lesbianismo aplicado a este pecado practicado por mujeres. Dios creó a un hombre y una mujer y los creó sexuados, pero instituyó el matrimonio como el marco de referencia para la práctica de la sexualidad. En Hebreos 13:4 leemos: Tengan todos en alta estima el matrimonio y la fidelidad conyugal, porque Dios juzgará a los adúlteros y a todos los que cometen inmoralidades sexuales. (N.V.I.) La ley fue dada para los traficantes de esclavos. Juan Calvino comenta que los escritores antiguos utilizaban la palabra Plagium para denotar el acto de llevarse o seducir al esclavo de otro hombre, o la falsa venta de un hombre libre. Hoy en día la palabra que caracteriza este pecado es secuestro. Aquí en El Salvador se ha vivido una de las peores pesadillas para el ser humano, al convertirse la práctica del secuestro en toda una industria. El éxito de la policía se mide en los resultados al combate a este flagelo. La ley es para los embusteros y los que juran en falso. Estos pecados tienen que ver con la mentira, mentir para hacer fallar la justicia; ya sea para condenar a un inocente o liberar a un criminal, evitando que caiga sobre él el peso de la ley. En fin, la ley es para todo lo que está en contra la sana doctrina. Juan Calvino en su libro: Comentario a las Epístolas Pastorales de San Pablo, dice: En esta cláusula mantiene que su evangelio está tan lejos de oponerse a la ley, que más bien es una poderosa confirmación de ella. La ley usada legítimamente no está en contra del evangelio, sino en contra de los que se oponen al glorioso evangelio predicado por Pablo. Pablo agrega que este evangelio Dios se lo había encargado a él, sino que esta era su propósito, el propósito para su vida. Saber cuál es el propósito para la vida es de suma importancia para ubicarnos en el puesto correcto, es en un sentido saber para qué somos buenos (servimos). Recordemos que Dios nos ha dado dones (habilidades) para que sirvamos en el cuerpo de Cristo. La ley, entonces no podía salvar, porque su propósito era señalar mi debilidad (Romanos 8:3). Era para señalar mi naturaleza pecaminosa. Pero cumple con su propósito al señalar que solo Cristo puede anular el pecado en mí. La ley vino para ser un ayo, un guía encargado de conducir al hombre a Cristo, para ser justificado por la fe, Gálatas 3:24. Pablo nos habla de como él es un ejemplo de que la ley no es para salvación; pero al mismo tiempo testifica cómo un pecador puede disfrutar de la infinita misericordia de Dios y de la bondad de Jesucristo (1a Timoteo 1:12-17). Pablo da gracias a Cristo Jesús por: Que lo fortalece Que lo considera digno de hacerlo su siervo a pesar de.

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Cristo lo fortalece, en Filipenses Pablo escribió: todo lo puedo en Cristo que me fortalece. En Efesios 6:10 dice: Por último, fortalézcanse con el gran poder del Señor. (N.V.I.) Es Cristo en quien nosotros tenemos la fuerza para vencer la tentación, así como para servirle en el ministerio encomendado. Cristo olvida un pasado blasfemo de un perseguidor insolente; y le encomienda una gran tarea. En el libro de Los Hechos encontramos a Lucas describiendo la entrega de Pablo a la persecución de la iglesia, dice: Saulo, por su parte, causaba estragos en la iglesia: Entrando de casa en casa, arrastraba a hombres y mujeres y los metía en la cárcel. En el 9:1-2a, encontramos: Mientras tanto, Saulo, respirando aún amenazas de muerte contra los discípulos del Señor, se presentó al sumo sacerdote y le pidió cartas de extradición para las sinagogas de Damasco. Pero esa entrega que tuvo para combatir el evangelio, tuvo para predicar el evangelio, convirtiéndose en el más grande misionero, estratega, que ha tenido la iglesia en toda su historia .Pablo le dice a Timoteo que él se oponía a Dios porque era un incrédulo, ignorante sin conocimiento. Pero Dios lo vio con misericordia. Pablo le dice a Timoteo que su conversión se debe a: La misericordia de Dios A que el Señor derramó sobre él (Pablo) , la gracia , la fe y el amor por medio de Jesucristo La conversión del pecador, ilustrada por Pablo, es en todo sentido una obra misericordiosa de Dios. No es una acción que el hombre hace porque quiere hacerla; sino que es la obra de Dios en el hombre. La conversión ocurre porque la gracia del Señor actúa efectivamente en el hombre pecador que ejerce fe, la cual así mismo es engendrada por Dios. Pablo mismo dice que la fe viene por el oír; oír la Palabra de Dios. La conversión se debe a que se nos imparte el amor de Cristo. Este amor es derramado por el Espíritu Santo (Romanos 5:5), es la primera característica del fruto del Espíritu según Gálatas 5:22. Este mensaje de Pablo, el cual lo ha transformado en una nueva criatura, es digno de ser creído y aceptado. ¿Cuál es ese mensaje? :

 

Cristo Jesús vino a salvar a los pecadores Pablo es un ejemplo que demuestra que todo aquel que cree en Cristo, recibe vida eterna.

Cristo Jesús vino a salvar a los pecadores. Esta fue su misión, esta era su meta al encarnarse. Cristo vino con este propósito específico, definido, Lucas 19:10: Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido. Aquí quiero referirme a un aspecto que he observado: Estamos descuidando en la pastoral infantil. Invito al lector examinar cuidadosamente Mateo 18:1-14. Todo el contexto son los niños. La oveja perdida aquí representa un niño que necesita ser buscado, rescatado, salvado: Así también, el Padre de ustedes que está en el cielo no quiere que se pierda ninguno de estos pequeños. (Mateo 18:14) El mundo de los pastores son los adultos, quizás un poco los jóvenes, pero casi nunca los niños. En Proverbios leemos: Instruye al niño en el camino correcto, y aún en su vejez no lo abandonará. (22:6) La psicología también nos está advirtiendo que un niño de

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seis a siete años prácticamente ya tiene formada su personalidad de adulto. Es importante aprovechar los primeros años de vida del niño. No es función pastoral dar información, es función pastoral formar vidas. La salvación es obra de Dios, pero el hombre tiene que dar un paso de fe. Creer en Cristo Jesús como la única solución para la salvación. Cristo dijo: Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí. La fe, decía Spurgeon, el gran predicador Inglés del siglo XIX, ¿Qué es fe? Se compone de tres cosas: conocimiento, creencia y confianza. Primero, viene el conocimiento. ¿Cómo creerán en aquel de quien no han oído? (Romanos 10:14) Necesito saber de un hecho antes de que me sea posible creerlo, La fe es por el oír (Romanos 10:17) Es preciso oír para saber lo que se ha de creer. Sigue diciendo Spurgeon: De aquí pasa el alma a la creencia de que estas cosas son verdaderas. El evangelio procede de Dios, que la justificación por la fe es la gran verdad que Dios ha revelado en estos postreros tiempos con más claridad que antes. Más adelante Spurgeon escribe sobre la confianza: Entrégate confiando al Dios de misericordia; pon tu confianza en el evangelio de gracia; abandona tu alma confiadamente al salvador muerto y resucitado por ti; contempla confiado la limpieza de tus pecados en la sangre expiatoria de Jesús, acepta cual tuya su justicia perfecta, y todo está bien. (Charles H. Spurgeon: Solamente por gracia) A Pablo no le queda más que expresar la hermosa alabanza que encontramos en el verso 17. Por tanto al Rey eterno, inmortal, invisible, al único Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén. Al Rey eterno: Dios nunca ha dejado de ser Rey. Ni aún cuando Adán entregó a Satanás su derecho de gobernar esta tierra (Cristo llamó a Satanás, príncipe de este mundo) Ni aún cuando Satanás de forma pretenciosa le ofreció a Jesús los reinos de este mundo; Satanás siempre ha estado bajo la soberanía del único Dios eterno Rey. Rey inmortal: no muere, es eterno, no sufre ninguna influencia por el tiempo. Por ser eterno es que ofrece vida eterna; Jesús dice: Por que tanto amó Dios al mundo, que dió a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino tenga vida eterna. (Juan 3:16) Nuestro Dios es invisible, no hay ninguna imagen que lo represente. Es Espíritu, y los verdaderos adoradores, deben rendirle culto (adoración), en espíritu y en verdad. Somos llamados a rendirle culto, honor y gloria aquí y ahora y lo haremos por toda la eternidad. Único Dios: No hay otro Dios, no es posible la idea del movimiento New Age (Nueva Era), que afirma que la autorrealización del hombre es su propia divinización. Los creyentes de este movimiento dicen que solo basta decir Soy dios, soy dios, soy dios. Esta es la gran mentira de Satanás a Eva... Seréis como Dios sabiendo el bien y el mal. Solo hay un Dios que subsiste en tres personas: PADRE, HIJO, Y ESPIRITU SANTO. Del verso 18 al 20 encontramos a Pablo como un padre, delegando a Timoteo la tarea de velar por la sana doctrina. Pablo le dice a Timoteo dos cosas:



Que no permita enseñar falsa doctrina (1:3-4)



Que él (Timoteo), enseñe la buena doctrina.

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El pastor debe ocuparse prioritariamente en la enseñanza, y eso requiere que se mantenga en permanente capacitación; el pastor debe ser un asiduo estudiante para ser un excelente maestro. Cuando está en el acto de la enseñanza, está compartiendo lo que ya recibió. Nadie puede dar lo que no tiene. Timoteo debe recordar, que su ministerio es mediante profecía (2a Timoteo 1:6), es decir que la tarea pastoral se la encomienda Dios mismo mediante profecía, por lo que debe realizarla fielmente. ¿Cómo?



Peleando bien la buena batalla



Manteniendo la fe



Manteniendo una buena conciencia, para no naufragar.

El pastor debe saber pelear la buena batalla. Nunca debemos olvidar que estamos inmersos en una guerra y que no es contra seres humanos, sino contra fuerzas espirituales. En Efesios 6:12 leemos: Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales. (N.V.I) Así que si queremos triunfar debemos pelear y pelear bien. No solo hay que ser soldados, sino buenos soldados, excelentes soldados. El pastor debe mantener la fe. Hay dos aspectos de la fe que se deben considerar: el primer aspecto es la fe, credo, lo que yo creo. La doctrina de la que Pablo habla se debe mantener pura. El segundo aspecto, es el estilo de vida, es vivir confiando plenamente en Dios, es creer que Dios se está preocupando por mí, es dejar que él haga en mi su voluntad. ¿Es fácil? , No, no es fácil. La tendencia humana es querer las cosas ya. La fe nos pide esperar, la fe, dice Hebreos 11:1, es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve. (N.V.I.) El pastor debe mantener una buena conciencia, una conciencia que cumpla con su papel de alertar cuando no se está actuando como es debido. Cuando la conciencia se cauteriza, ya no cumple con su propósito y el resultado es fracasar (naufragar) en la fe. Pablo menciona a Himeneo y, a Alejandro (1:20), a quienes entregó a Satanás. Como un recurso disciplinario, ya que dice, para que aprendan a no blasfemar. Les invito a examinar 1a Corintios 5, pasaje que nos narra otro caso de entrega a Satanás. Es importante notar que en este caso particular, Pablo, inspirado por el Espíritu Santo, dice que su carne sea destruida por Satanás, pero su espíritu se salve. Quiero enfatizar esta verdad, es este caso en particular, que Pablo dice que sigue siendo salvo, pero no se puede generalizar el concepto de que no importa como vivo yo, sigo siendo salvo. Recordemos que en la iglesia siempre ha habido profesantes que no son salvos, nunca lo han sido, ni nunca lo serán; son cizaña en medio del trigo. En el Comentario de 1a Corintios de Simón J. Kistemaker leemos: Cuando se trata de la comunidad cristiana, no es Pablo, sino toda la iglesia la que debe juzgar aquellos casos que demandan una separación total entre iglesia y el mundo. Cuando un miembro de la iglesia intencionalmente persiste en el pecado y se rehúsa a arrepentirse, la iglesia está obligada a ejercer disciplina. Más adelante agrega en su comentario: Si la iglesia no disciplina, se pone de parte del pecador y es igualmente culpable delante de Dios.

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EL PASTOR Y LA IGLESIA (1ª TIMOTEO 2:1-3:13)

A la luz del presente texto vamos a enfocar las instrucciones que Pablo le da a Timoteo con relación a:



La práctica de la oración, que a Dios le agrada 2:1-8



La vestimenta de la mujer cristiana creyente de Efesios 2:9-10



La enseñanza-aprendizaje de la mujer cristiana de Efesios 2:11-15



Las cualidades necesarias para ser obispo, anciano, pastor 3:1-7



Los requisitos para el diaconado 3:8-13.

Pablo comienza dando una serie de instrucciones sobre la oración que debe practicar la iglesia, la cual agrada a Dios (2:1-8). Pablo dice en el verso 1: Así que recomiendo, ante todo, que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos. (N.V.I.) Recomiendo, ante todo, les llamo que antes de otra actividad se dediquen en primer lugar a orar. La oración es prioritaria en la vida de la iglesia. Pablo usa cuatro palabras diferentes para hablarnos de la oración. La primera es la palabra plegaria, que significa ferviente súplica, William Barclay dice que esta palabra significa entrar ante la presencia de un rey para presentarle una petición. Recordemos que Pablo nos ha dicho en el capítulo 1 que el Señor es el rey eterno. Así que aquí nos dice que cuando oramos, a quién le pedimos es al rey. La segunda palabra, oración. Es presentar una necesidad a Dios, la cual no se le hace a un hombre nunca. A Dios le pedimos aquello que solo él puede hacer, aquello que no es posible para el hombre. Cristo dirigiéndose a Dios cuando oraba en el Getzemaní decía: Abba, (Papito), para ti todo es posible. En Mayo de 1,999, recibimos la noticia de parte de especialistas en oncología, del seguro social salvadoreño; que mi esposa tenía un cáncer de mama avanzado. Nos dijeron que solo le quedaban seis meses de vida si la cuidábamos. Recuerdo que en una conversación que tuvimos en esos días le dije: Solo Dios sabe hasta donde llega nuestra vida, ningún hombre está en la capacidad de determinar cuando llegará el fin de nuestros días aquí en la tierra. Para mayo de este año (2004) serán 5 años de esa noticia no grata para nosotros. Pero hoy es motivo de alabanza a Dios porque para él no hay nada imposible cuando su pueblo acude a él en oración. Creo que fue Charles H. Spurgeon el que dijo: La oración es el delgado nervio que mueve el poderoso músculo del brazo poderoso de Dios. La palabra petición (intercesión) es un término que habla de hablar a favor de otro. Es entrar directamente al trono de la gracia, para encontrar el oportuno socorro. Pablo pide que no se llegue a la cita con Dios solo para pedirle, sino para rendirle acciones de gracias (eucaristía); no lleguemos a Dios solo con quejas, sino a rendirle gratitud por los favores que nos brinda. Cuando se ora con fe, se le da a Dios gracias por las peticiones que han sido presentadas, y esperamos la respuesta de Dios, sabemos que su respuesta vendrá sin falta. El verso 1, dice que la oración es a favor de todos los hombres; en el verso 2, agrega: por los reyes y por todos los gobernantes (autoridades). ¿Por qué? Hay dos motivos (razones):

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 Para que tengamos paz y tranquilidad, y para que llevemos una vida piadosa y digna.

 Porque es bueno y agradable delante de Dios nuestro salvador, pues quiere que todos sean salvos y lleguen a conocer la verdad. Pablo le dice a Timoteo que la iglesia debe orar por todo el hombre; especialmente por los que influyen en la vida de una sociedad. (Los que están en alta posición) dice el Nuevo Testamento Interlineal. La razón es doble:



Para que tengamos paz y tranquilidad.



Para que tengamos una vida piadosa y digna.

Dios quiere que tengamos paz y tranquilidad. Paz en la pluma de Pablo tiene un trasfondo Antiguo Testamentario. No solo es ausencia de guerra, sino prosperidad física, espiritual, es bienestar en todas las áreas de la vida. Como cuando Juan le escribe a Gayo: Querido hermano, oro para que te vaya bien en todos tus asuntos y goces de buena salud, así como prosperas espiritualmente. (3a Juan 2) La paz se evidencia en enfrentar circunstancias adversas pacíficamente, con calma, tranquilidad; sin permitir que algo ó alguien cause inquietud. El Dr. A. Noordtzij dice que “Paz es el estado de estar completo, de modo que nada falta. Cuando Dios da paz, hace que su pueblo la esté pasando bien en todos los sentidos”. También se nos pide orar para tener una vida piadosa y digna. Reina Valera lo traduce, piedad y honestidad. La palabra piedad (Eusebia), habla de mantener íntima relación con Dios que se logra mediante el estudio diario de la Palabra de Dios y orando constantemente. El resultado es una vida digna (honesta), es decir que no se le da lugar a la perversidad, sino, como dice Juan Calvino: se promueve la decencia y la moderación. La oración por todos los hombres además de ser una buena práctica, es del agrado de Dios. Juan Calvino comenta: Por bueno él indica lo que es propio y lícito; y puesto que la voluntad de Dios es la norma por la que tenemos que regular todos nuestros deberes, él demuestra que es recto porque agrada a Dios. A. Duane Litfin dice: Literalmente en griego, dice que tal oración es aceptable a (la presencia) Dios. Esto implica entonces que no todas las oraciones son aceptables, pero ésta que recomienda Pablo, sí es del agrado de Dios. ¿Por qué le agrada a Dios que oremos por todos los hombres? :

Por que él quiere que todos los hombres sean salvos Quiere que conozcan la verdad Dios quiere que todos los hombres sean salvos, y la oración nuestra es pedirle a Dios que provea la manera en que todos los pueblos, sin faltar uno, oigan el mensaje del evangelio. Pablo en la carta a los Colosenses escribió: Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias; orando en también al mismo tiempo por nosotros, para que el Señor nos abra puertas para la palabra, a fin de dar a conocer el misterio de Cristo, por el cual también

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estoy preso, para que lo manifieste como debo hablar (4:2-4) Efesios 6:19-20. Dios desea que todos los hombres conozcan la verdad. Conozcan a Cristo, ya que él es la verdad; la única manera de que el hombre pueda ser salvo de la pena del pecado es conociendo de forma personal a Cristo. Pablo en Romanos 1:16 escribió: A la verdad, no me avergüenzo del evangelio, pues es poder de Dios para la salvación de todos lo que creen: de los judíos primeramente, pero también de los gentiles. (N.V.I.) La oración está basada en la verdad evangélica fundamental, Cristo es Dios/Hombre y único mediador entre Dios y los hombres. Cristo es el único que puede mediar entre los hombres y Dios por ser Dios cien por ciento y hombre cien por ciento. Él puede representar a Dios y puede representar al hombre perfectamente. No hay otro mediador, ni ser humano ni angélico, solo Cristo el Hijo de Dios, la segunda persona de la trinidad. Siendo Dios y hombre pudo ofrendar su vida para recatar al hombre de su condición de esclavo. Siendo Dios y hombre, su sacrificio fue propicio a Dios, quien demandaba un precio justo por la ofensa recibida. Esta verdad evangélica ha sido testificada a su debido tiempo y Pablo ha sido nombrado heraldo y apóstol para predicarla, además nombrado como maestro de los gentiles. Pablo es heraldo (predicador), es apóstol (misionero) y es maestro, para los gentiles. Heraldo: Predicador, el pastor es predicador, nunca debe descuidar este papel que es uno de los medios que Dios estableció para que su evangelio fuese conocido. El pastor debe mantenerse creciendo en el conocimiento de técnicas homiléticas. Bruce Mawhinney en su novela, Predicando con frescura, hace decir a uno de sus principales personajes, el doctor Ocampo: Tarde o temprano tienes que aprender a renovarte. El ministerio no es una carrera de cien metros, sino un maratón. Apóstol: Enviado (misionero), Pablo como misionero iba en avanzada estratégica. Pablo decía de sí mismo que buscaba lugares donde todavía no se había predicado el evangelio, que no le gustaba edificar sobre fundamento ajeno. Fue un fundador de iglesias, buscaba los lugares estratégicos que facilitarían la expansión del evangelio. Maestro: (didaskalos) Un experto en didáctica, en metodología de la enseñanza, Pablo, como Jesús, fue un maestro que se esforzaba por comunicar la verdad del evangelio a los gentiles. Dice: Digo verdad no miento. El propósito de Pablo era predicar la fe verdadera (solo hay una fe), a los gentiles. Los gentiles eran su campo de acción, saber a quien hemos sido enviados a ministrar es de suma importancia. Jesucristo mismo en una ocasión dijo: No fui enviado sino a las ovejas perdidas del pueblo de Israel (Mateo 15:24). Cristo, según su agenda, en este momento tenía enfocado su ministerio a Israel. El saber a quienes Dios nos ha enviado a ministrar nos ayuda en la toma de decisiones: ¿Estoy donde Dios quiere que esté? Hace varios años (15 años), serví en el ejecutivo de mi denominación. En esa época recibíamos cartas de jóvenes que estudiaban en nuestras instituciones teológicas. Al estar cerca la graduación nos escribían para ofrecerse al ministerio y que deseaban servirle al Señor donde él quisiera. Pero algunos ponían una posdata que decía: Por favor que sea en San Salvador porque quiero seguir estudiando. El estudio no es malo, el pastor nunca deja de ser un estudiante; pero debe ministrar en donde Dios quiere. Su prioridad es ministrar a quienes Dios lo ha mandado a ministrar.

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Tener un propósito nos ayuda en saber cómo desarrollar el ministerio, nos permite conocer donde estamos, hacia donde vamos y como es que vamos. Vamos hacia adelante, nos hemos estancados, ó quizás vamos para atrás. Saber cual es el propósito de mi vida aumenta mi potencial, porque evito ocuparme en lo que no debo hacer. No es que no hay que realizar lo que se está haciendo, pero se pueden delegar a otros, como los apóstoles en Hechos capítulo 6, dijeron: No conviene que nosotros sirvamos las mesas, que lo hagan hombres de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría. Nosotros nos dedicaremos a orar y predicar la Palabra. Los apóstoles, se establecieron prioridades; el propósito nos dice qué es primero. En cierto sentido el propósito nos predice el futuro (2a Timoteo 4:7, 8). Pablo también indica que la oración debe ser en todo lugar y señala que debe hacerse levantando manos santas sin ira ni contiendas. (R. V.) La Nueva Versión Internacional traduce: Levanten las manos al cielo con pureza de corazón, sin enojos ni contiendas. Levantar las manos era una costumbre hebrea, Salmo 28:2; 1 Reyes 8:22. En 1a Timoteo 2:8 es una metáfora de acción. Habla de una vida santa, limpia, pura, para que sean contestadas las oraciones. Una vida santa es el requisito para que la oración sea contestada; En Isaías 1:15, 16 leemos: Cuando levantan sus manos, yo aparto de ustedes mis ojos; aunque multipliquen sus oraciones, no las escucharé, pues tienen las manos llenas de sangre. Lávense, límpiense, aparten de mi vista sus obras malvadas, dejen de hacer el mal (N.V.I.) Pablo dice que se deben levantar las manos sin ira. A los creyentes de Éfeso les escribió, Airaos pero no pequéis, no se ponga el sol sobre vuestro enojo. El problema no es que me enoje, pues Dios me creó a su imagen y semejanza, lo cual significa que me dio intelecto, emociones y la capacidad de tomar decisiones (voluntad). El enojo es una emoción, entonces, el problema no es que me enoje, sino qué hago yo con el enojo. En Efesios 4:26 Pablo dice: Si se enojan, no pequen. No dejen que el sol se ponga estando aun enojados. En otras palabras, resuelvan los problemas lo más pronto que sea posible. Pablo añade, Ni den cabida al diablo (Efesios 4:27). Nuestros enojos son una puerta para que Satanás entre en nuestras vidas, para hacer de las suyas. La primera evidencia son las contiendas entre nosotros mismos. Aquí hago mención especial a las verdaderas batallas que generamos entre los pastores. Qué desdichado es el pueblo de Dios cuyos líderes (pastores) se combaten el uno con el otro y hasta usamos el púlpito para hacer señalamientos serios sobre la vida de un pastor. O por otro lado, aprovechando un puesto de importancia denominacional, denigramos, menospreciamos a pastores que están bajo nuestra supervisión. El deber nuestro es ayudarles en su ministerio, cuidarles, animarles para que hagan la labor pastoral con gozo. Pablo, entonces, está diciendo: Lo más importante es orar por todos los hombres, especialmente los que influyen en la vida del pueblo, para vivir en paz y en tranquilidad, para proclamar el evangelio sin obstáculos, porque Dios desea, quiere que todos se salven. Para ello se necesita una vida santa, limpia, sin enojos, ni pleitos, para que nuestras oraciones sean oídas. Pablo pasa a dar instrucciones a las mujeres, 1a Timoteo 2:9-15.

 La primera instrucción, es sobre su arreglo personal 2:9-10 18

 La segunda instrucción es sobre el aprendizaje-enseñanza en la iglesia. 2:11-15 El vestido de una creyente debe ser:

☺ ☺ ☺ ☺

Decoroso Modesto Recatado No costoso

La palabra decoroso habla del arreglo, en este caso del vestido. Es un arreglo para embellecer, lo cual debe tomarse con seriedad, dignidad y responsabilidad. Pablo dice que la creyente, en su vestir debe ser modesta, sin arrogancia, pero sí con decencia, humildad. El Dr. Francisco Lacueva en su Nuevo Testamento Interlineal, hace una referencia en la cual anota cual es la traducción literal, sensatez. El vestido de una creyente debe ser recatado, pudoroso; no enfatizar ciertas partes del cuerpo femenino que son objeto de las miradas masculinas y despiertan anhelos carnales. La mujer creyente cuida su apariencia externa pero evita ser piedra de tropiezo al hermano, ya que los hombres son tentados por lo que ven. Pablo agrega que el vestido no debe ser costoso, no hay que gastar en el vestir el dinero que se necesita para cubrir las necesidades básicas, que son elementales para vivir dignamente. Pablo instruye a Timoteo a enseñar a la mujer creyente que evite el ser ostentosa usando peinados suntuosos. Peinados con adornos de perlas y oro. Al contrario las hermanas deben distinguirse por administrar bien los recursos financieros que Dios les permite. Las mujeres que profesan servir a Dios dan prioridad a otro tipo de embellecimiento, el involucrarse en el hacer buenas obras. La mujer cristiana, sin descuidar su arreglo personal, si Dios la ha bendecido económicamente, empleará los recursos que podría emplear en vestidos costosos, en peinados de salones carísimos, en ayudar a gente en situación de crisis, gente necesitada, por debajo de la pobreza. La segunda instrucción que Pablo da a las mujeres cristianas es cómo deben aprender en el culto:  La mujer debe aprender en silencio (con serenidad, N.V.I.)  En sumisión La palabra silencio, dice A. Duane Litfin, No quiere decir absoluto silencio, o no hablar. Esa palabra es claramente usada en otros pasajes como Hechos 22:2; 2a Tesalonicenses 3:12 para dar entender sin perturbación. Es estar quieta, disciplinadamente. La mujer debe ser sumisa en el aprendizaje. Juan Calvino explica que el contenido del versículo 11, lo aclara el verso 12, al prohibir claramente que la mujer cristiana enseñe. Dice Calvino: No es que se les prohíba enseñar a su familia, sino 19

únicamente las excluye de la misión de enseñar, la cual Dios ha encargado a los hombres. (Comentario de las Epístolas Pastorales por Juan Calvino). Lo que Pablo dice es: NO permito que la mujer enseñe al hombre y ejerza autoridad sobre él; debe mantenerse ecuánime (en silencio). Es la misma palabra silencio del verso 11. Esta porción bíblica es objeto de mucha polémica. Considero que se debe a una lectura superficial del texto porque da lugar a contradicciones con otras Escrituras por el mismo Pablo. Jill Briscoe en su libro, Mujer Cambia tu Mundo, cita: Cierta Biblia de estudio resume que es lo que acontecía en la iglesia de Éfeso, presentando el escenario para la carta de Pablo a Timoteo. Las mujeres eran orgullosas, mandonas, y dominaban sobre todos los otros. Sigue diciendo, La mujer no debe mandar al hombre, pero si ejercer sus derechos de enseñar, profetizar, o predicar, orar y hacer otras cosas bajo la autoridad del hombre. Darío Silva-Silva, en su libro, El reto de Dios (Ministerio integral de la iglesia) combate la doctrina de la reencarnación, la cual ha sido puesta de moda por el Movimiento Nueva Era. Los creyentes de la reencarnación hacen mal uso de las Escrituras (Biblia). Citan porciones de la Biblia fuera de contexto. Dice Darío: Es un truco muy común y burdo extraer textos aislados para justificar afirmaciones arbitrarias la gente seria toma en cuenta todas las concordancias y armonizaciones de un tema bíblico para sacar la conclusión correcta; y, por su puesto, se cuida de leer el pasaje completo en cada oportunidad, para evitar confusiones. Este argumento es válido para tratar cualquier texto que presenta aparente contradicciones con otras partes de las Escrituras. Por ejemplo Pablo en Romanos 16, hace comentarios elogiosos de algunas mujeres que formaron parte de su equipo ministerial. Estos comentarios, aunque breves, nos dan una mejor perspectiva a la enseñanza del apóstol sobre el ministerio de la proclamación del evangelio de la mujer. Comienza recomendando a Febe, un diácono de la iglesia de Cencrea, ciudad portuaria de Corinto. Aunque no hay mucho detalle de sus funciones, se puede ver que era un fuerte pilar de la iglesia. Otra mujer que Pablo destaca en Romanos 16, es Priscila esposa de Aquila a quienes Pablo llama, mis colaboradores en Cristo Jesús. La palabra colaborador designa a una persona que trabaja hombro a hombro con otra. En el verso 6, Pablo menciona a María que tanto ha trabajado por ustedes. ¿Qué tipo de trabajo realizaba? Recordemos que el contexto es la obra de Dios, en la cual se necesita una variedad de dones para edificar el cuerpo de Cristo y los dones los da el Espíritu Santo como él quiere. Estas mujeres trabajaron formando parte de un equipo ministerial. Pablo argumenta el por qué la mujer debe aceptar el liderazgo del varón:  El hombre fue el primero en ser creado  La mujer es propensa a ser engañada Cuando Pablo menciona la cronología en la creación de Adán y Eva, es para recordar la responsabilidad del hombre en brindar liderazgo a la mujer. Pablo recuerda una verdad que no debe olvidarse: Eva fue engañada Adán no. Es importante recordar que el Nuevo Testamento enseña con claridad meridiana que el pecado entró a este mundo por un hombre (Romanos 5:12). Pero Pablo en 1a Timoteo 2:14 no excusa a Eva, claramente dice que ella incurrió en pecado. La palabra pecado es el término trasgresión. Pablo dice: Pero la mujer se salvará siendo madre y permaneciendo con sensatez en la fe, el amor y la santidad.

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La mujer se salvará siendo madre (engendrando hijos, R.V.) Primero veamos la palabra salvará. William Barclay en su libro, Palabras griegas, nos detalla:

 La palabra salvación (soteria), significa, en su expresión más simple, resguardo y seguridad en general. En la multitud de consejeros hay soteria, dice Proverbios 11:14. Jacob conviene que si llega a casa en soteria, Jehová será su Dios ( Génesis 28:21).

 En la septuaginta, sotería significa liberación de la tribulación en general. Los adversarios del salmista le dicen: No hay para él sotería en Dios ( Salmo 42:11).  En la septuaginta, sotería significa liberación de un enemigo, Jueces 15:18; 1 Samuel 11:9, 13.  En la septuaginta, sotería es la liberación de Israel del mar Rojo, Éxodo 14:13.  Lucas 1:69, sotería es salvación de nuestros enemigos.  Hechos 27:20, 34. Sotería es seguridad y salud corporal.  Sotería es el anhelo de Dios y el propósito de Jesucristo. 1a Timoteo 2:4. Así que podemos decir que la palabra “se salvará” en 1a Timoteo 2:15 no está hablando de la salvación de la condenación del pecado, sino que cuando la mujer cristiana hace su prioridad, la crianza de sus hijos está siendo resguardada (liberada) de caer en el engaño doctrinal. El texto bíblico dice: Se salvará siendo madre, la palabra es teknogonis (criando hijos). Pablo establece que la prioridad de una mujer es criar a sus hijos. En el libro, Los 5 lenguajes del amor de los niños, sus autores nos cuentan que Susana Wesley crió a varios hijos entre los que se destacan Samuel, John y Charles Wesley; a ellos les dedicaba una hora semanal para cada uno de ellos. Éstos se convirtieron en poetas, escritores y predicadores; a la pluma de Carlos se deben algunos himnos que permanecen como clásicos en la iglesia cristiana. Además de enseñar a leer, escribir, y matemáticas, les enseñó cortesía y buenos modales, valores morales y a vivir sobriamente. Susana fijó como su prioridad criar a sus hijos y la llevó acabo. La prioridad de una mujer es criar a sus hijos, pero debe permanecer con sensatez en la fe, el amor y la santidad. La mujer debe ser equilibrada ocupándose en las funciones que se le han asignado en el plan de Dios.



Permanecer en la fe.



Permanecer en el amor.



Permanecer en la santidad.

La mujer debe permanecer en la fe. Esta es una afirmación clara. Fe aquí habla de la doctrina enseñada por los apóstoles. La mujer cristiana debe procurarse una formación seria en el conocimiento bíblico y doctrinal. Sus convicciones deben ser firmes para no ser fácilmente engañada. Deben ser maestras como Loida y Eunice, abuela y madre, de Timoteo, de quienes dice Pablo: Traigo a la memoria tu fe sincera, la cual animó primero a

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tu abuela Loida y a tu madre Eunice, y ahora te anima a ti. De eso estoy convencido. (N.V.I.). La madre cristiana desempeña un papel de primerísima importancia en la formación de los hijos, como es la transmisión de la fe. Recordemos a dos madres del Antiguo Testamento que aprovecharon los primeros tres años de sus hijos para sembrar en ellos las convicciones que hicieron de sus hijos hombres que cambiaron la historia y fundaron naciones y reinos: Moisés el gran legislador y Samuel el gran profeta. Es un gran peligro cuando la mujer cristiana descuida este papel de formadora de sus hijos. Por supuesto que también lo es el padre, pero 1a Timoteo 2:15 habla de la mujer. El peligro es que las nuevas generaciones no conozcan ni a Dios ni su obra, como le pasó al pueblo hebreo cuando murió Josué y la generación que vieron todo el accionar de Dios; (Jueces 2:6-12). La mujer cristiana debe permanecer en el amor cuya fuente es Dios. Este amor es el amor sacrificial. Es del que habla Pablo en 1a Corintios 13, un amor que nunca deja de ser. Es un amor probado, demostrado, no tiene que ver con palabras las cuales ya sabemos del dicho popular: El papel aguanta, y Con lo que se le pone y las palabras se las lleva el viento. La mujer cristiana debe permanecer en santidad, una vida de pureza, limpia, alejada del pecado. William Macdonald, en su libro, El mandamiento olvidado: sed santos, escribió: El propósito de cada cristiano es representar al Señor Jesús aquí en la tierra. Debe ser un fiel retrato del salvador, y mostrar al mundo como es Cristo. Esta es una enorme responsabilidad. Una vida santa es una vida separada para Dios, apartada del pecado y del mal. Pablo pasa a dar instrucciones sobre las cualidades que deben caracterizar al creyente que aspira a ser obispo, anciano, pastor, 3:1-7. La Nueva Versión Internacional traduce: Se dice, y es verdad; mientras reina Valera, Palabra fiel y verdadera. La palabra verdad es el término fiel. Pablo sostiene que el deseo ó anhelo de ser obispo (episkopo), es un trabajo noble. Primero aclaremos el significado de la palabra obispo. Puede traducirse supervisor, superintendente. Un obispo es un anciano y pastor de acuerdo a Hechos 20:17 donde leemos: Desde Mileto, Pablo mandó llamar a los ancianos de la iglesia de Efeso. Esta es la iglesia que Timoteo pastoreaba al recibir esta carta que lleva su nombre. En Hechos 20:28 Pablo les dice a los ancianos: Tengan cuidado de sí mismos y de todo el rebaño sobre el cual el Espíritu Santo los ha puesto como obispos para pastorear la iglesia de Dios, que él adquirió con su propia sangre. Así que el obispo es anciano y pastor al mismo tiempo. Podemos decir que las cualidades de un obispo, que Pablo trata en 1a Timoteo 3:1- 7, son las cualidades que deben caracterizar al pastor. 

Intachable



Esposo de una sola mujer



Moderado



Sensato



Respetable



Hospitalario

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Capaz de enseñar



No debe ser borracho ni pendenciero



Ni amigo del dinero



Amable y apacible



Gobernar bien su casa



Hijos obedientes y respetuosos



No debe ser un recién convertido



Que hablen bien de él los no creyentes.

Pablo dice: Así que el obispo debe ser intachable, esposo de una sola mujer, modera do, sensato, respetable, hospitalario, capaz de enseñar. Intachable, irreprensible, enfatiza todo un estilo de vida que no da lugar a una acusación. Juan Calvino escribió: El obispo no debe ser marcado por ninguna infamia para que su autoridad no sea menoscabada. Una persona intachable no es señalada por nada ni por nadie, además cuida su reputación, se cuida del qué dirán. A veces se oye decir a un pastor, no me importa que hablen mal de mí, lo que importa es como estoy delante de Dios. Pero ¿cómo estoy delante de Dios? ¿Mi conducta ante los hombres es causa de honor y gloria a Dios? Puede ser causa de blasfemias de parte de los incrédulos. Hay un dicho popular que reza: Cuando el rió suena, piedras trae. Es decir, que es importante tomar en cuenta la opinión de los demás, es necesario evaluar la fuente de lo que escuchamos decir de nosotros y hacer si las correcciones convenientes. Ser intachable es un requisito global, abarca todas las cualidades que Pablo destaca en este texto (3:1-7). El poseer estas cualidades le permite al pastor tener autoridad moral, de ejercer supervisión (obispado) sobre la congregación en la cual el Espíritu Santo lo ha colocado como Pastor. ¿Cómo puede un pastor pretender corregir una conducta pecaminosa de uno de los miembros de su iglesia, cuando su propio estilo de vida deja mucho que desear? Recordemos como los medios de comunicación daban a conocer los escándalos provocados por tele - evangelistas famosos de los Estados Unidos. Hace una semana, al momento de escribir esto, los periódicos de mi país publicaban la captura de un pastor evangélico acusado de violar un niño con problemas mentales. El pastor, dice Pablo, no debe ser acusado de nada. Esposo de una sola mujer, marido de una sola mujer (R.V). Gene Getz, en su libro, La medida del líder, escribió: En la sociedad del Nuevo Testamento, era muy común que los hombres acomodados tuvieran hasta tres mujeres, incluyendo a su esposa. Una podía ser la esclava, una chica que vivía bajo el mismo techo y que siempre estaba disponible para el placer sexual del amo. Otra mujer era la prostituta que vivía en el templo pagano y con quien tenía relaciones sexuales para cumplir con los ritos que se acostumbraban en las religiones paganas. La otra era su esposa. La mujer destinada a continuar el nombre de la familia, la que le daba hijos y quien era responsable de criarlos.

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El pastor, dice Pablo, debe ser marido de una sola mujer. Debe ser fiel, ya que de hecho, por condición de pastor, es un modelo a seguir por los miembros de su congregación. Los pastores somos llamados a ejercer influencia en las vidas que están bajo nuestro cuidado. Recordemos ese pensamiento bien conocido que reza: Las palabras convencen, los hechos arrastran. En un libro de homlética leí un sermón vivo, vale más que cien predicados. El ministro de Dios, como cualquier otro hombre de carne y hueso, no puede evitar ser tentado en una sociedad saturada de sexo. Pero ser tentado no es pecar. Martín Lutero decía que no podemos evitar que los pájaros vuelen sobre nuestra cabeza, pero que si hagan nido sobre ella. Hoy regresé de un viaje, de un país vecino. Qué triste es recibir noticias de pastores conocidos que han fracasado, que están fuera del ministerio por adulterio y en unos casos estaban teniendo relaciones sexuales hasta por un año antes de ser descubiertos. Qué doloroso para la esposa, qué afrenta para la congregación que tiene que enfrentar la vergüenza de la burla de la comunidad a la que pertenecen. Los pastores se van a sus lugares de origen, pero la congregación permanece en su comunidad. Moderado, sobrio, templado, es una persona que evita caer en extremos, es una persona equilibrada en sus respuestas a situaciones de crisis y conflictos ó roces personales. El pastor no debe ser señalado como una persona temperamental, que no controla sus reacciones ante las circunstancias de la vida. Se requiere del pastor saber controlar su carácter para manifestar a Cristo en su vida. Este es el fruto del Espíritu Santo, Gálatas 5:22-23. Antonio Castillo, un pastor que ya está en la presencia de Dios, tenía un método que le evitaba a él mismo sobresaltarse y también calmar los ánimos de quien llegaba a él con reclamos. Su método era no dejar que el quejoso siguiera hablando; lo detenía diciéndole: Espérate... Espérate... Primero vamos a orar. Hacía largas oraciones y al terminar les decía: Ajá. ¿Cuál es el problema? La respuesta que casi siempre recibía era: Ahora ¿para qué? Ya se me pasó el enojo. ¿Cómo reaccionamos nosotros cuando nuestras ideas no son aceptadas? ¿Ó cuando somos confrontados por alguien que se siente ofendido, por una ofensa real o imaginaria? El sobrio mantiene una correcta perspectiva de la vida, mantiene el rumbo que se ha trazado, no permitiendo que sus prioridades sean abandonadas. El hombre sobrio sabe decirnos. Pablo nos dice cómo llegar a ser sobrios: Nosotros que somos del día, por el contrario, estemos siempre en nuestro sano juicio, protegidos por la coraza de la fe y del amor, y por el casco de la esperanza de la salvación. (1a Tesalonicenses 5:8; N.V.I) La expresión sano juicio es la palabra sobria, moderado. Sensato (prudente), es usar bien la mente. Sensata es la persona prudente, de buen juicio, es una persona mesurada, discreta, controlada de la mente. Tanto la prudencia como el ser sobrio hablan de dominio propio, solo que sobrio se refiere al temperamento y prudente a la mente. Ser prudente es tener control mental cuando estamos frente a múltiples alternativas y cuidadosamente analizamos los pro y los contra antes de tomar una decisión. Al tomar la decisión nos aseguramos que sea la más indicada. Necesitamos ser prudentes en nuestras relaciones personales, principalmente con las del sexo opuesto. Debemos ser precavidos para no permitir ni siquiera malos entendidos, no debe haber la menor duda de nuestro trato con las hermanas. La prudencia es de suma

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importancia en la labor de consejería, nosotros no debemos tomar decisiones por el aconsejado. Él debe tomar las decisiones necesarias y hacerse responsable, de las consecuencias. El pastor prudente, sensato, actúa como un facilitador para que el aconsejado tome decisiones sabias. El pastor prudente debe manejar sabiamente los regalos financieros ó de especies que recibe de algunos hermanos de su congregación, para que en la práctica no se conviertan en una clase de soborno. Los regalos no deben afectar el buen juicio del pastor, si le es necesario llamar la atención, corregir, ó, incluso disciplinar. Cuando comenzaba mi ministerio pastoral, uno de los ancianos de la iglesia, (también en edad), cuando miraba mi empeño, mi terquedad en querer seguir adelante con proyectos sin mucho pensamiento, me decía: Eliseo... Eliseo... la vida es la mejor universidad que existe, por favor óyeme. Las curvas nuestras son las rectas de Dios. Alabo a Dios por los hombres que contribuyeron en mi formación pastoral y por los que todavía siguen moldeándome a los 25 años de haber comenzado mi ministerio. Pastor, por favor seamos prudentes. El pastor debe ser respetable, decoroso, ordenado, arreglado, bien portado, de buen comportamiento. Básicamente es una personalidad adornada por cortesía y gentileza. Una persona que actúa con decoro es una persona muy fina en su trato para con los demás, es una persona amable, educada, en vertir opiniones que podrían tornarse en ofensas dañinas e hirientes. El pastor debe cuidar su personalidad para no ser grosero, tosco, brusco al tratar a otras personas, aún si esas personas actúan y hablan provocativamente. El pastor es llamado a cultivarse en urbanidad para ser una persona atractiva con quién la gente disfruta de su compañía. Pablo en Tito 2:9-10 dice: Exhorta a los siervos a que se sujeten a sus amos en todo, que les complazcan, sin contradecir, no hurtando. Si no mostrando toda buena fe, para que adorne la doctrina de Dios nuestro salvador en todo respecto (BA). La palabra adornen es la que en 1a Timoteo 3:2 se traduce respetable en la N.V.I., y en la R.V. decoroso. Hospitalario; Hoy en día la característica sobresaliente de nuestra sociedad es la desconfianza, hasta tenemos un dicho: No desconfió de las personas, sino de los tiempos el ser hospitalario, es una práctica casi olvidada principalmente en las ciudades. En las áreas rurales, las iglesias, hasta tienen los implementos necesarios para atender a los visitantes. Las iglesias en las ciudades buscan hoteles, casas de huéspedes, no hay ofrecimiento espontáneo para atender a los siervos de Dios que nos visitan. El pastor debe ser hospedador para brindar un modelo a su pueblo de una costumbre que no debe ser olvidada. La carta a los Hebreos, nos recuerda que algunos hospedaron ángeles. L. Bonnet y A. Schroder dicen en su comentario del Nuevo Testamento: Ejercer la hospitalidad era visto por los antiguos como un deber sagrado; para los primeros cristianos, a menudo expulsados por la persecución, a menudo en viaje para extender el evangelio. Era preciso hallar en todo lugar hermanos para acogerlos. El pastor debe ser capaz de enseñar; no es el don de maestro, sino la capacidad de enseñar que brinda la experiencia. El pastor ha recorrido mucho camino en la vida cristiana, y ese andar con Dios lo capacita para enseñar con la autoridad que le da la vivencia. El pastor no debe ser un nuevo creyente, sino uno que por su tiempo ha crecido en el conocimiento de la Palabra y en el carácter (madurez.) Con todo respeto hago la

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observación a la falta que cometen líderes denominacionales al ordenar al ministerio pastoral, a personas que apenas comienzan su vida cristiana, gente todavía no probada. Cristo llamó a sus discípulos para entrenarlos tanto en teoría como en la práctica; lo mismo hizo Pablo. Mantenía a su lado hombres y mujeres que trabajaban junto a él hombro a hombro. Alberto Quezada, un líder de alabanza, en la iglesia Roca de Israel, enseñando sobre la disciplina en distintos aspectos de la vida, nos compartió una conversación con un compañero de trabajo. En esta conversación, Alberto, le dijo a su compañero: Le voy a regalar 25 años de mi experiencia en cinco minutos. 25 años de vida laboral, le daban autoridad para brindar orientación, principios de trabajo, a alguien que quiere ser excelente en lo que hace. Un pastor debe ser un profesional en el desempeño de sus labores pastorales. La verdad es que sería bueno que todo pastor comenzara su ministerio bajo la cobertura de un pastor experimentado, no solo con tiempo de ejercer el pastorado, sino probado, no solo ha peleado la batalla, sino que la ha peleado bien. Doy gracias a Dios por el grupo de ancianos, un verdadero equipo de trabajo, en mi actual pastorado, (Iglesia Roca de Israel, Ilopango, El Salvador). Gran parte del ministerio que estoy realizando hoy, se lo debo a ellos. Puedo delegar en ellos con toda confianza la enseñanza y la predicación, cuidan la sana doctrina y se mantienen en constante capacitación, que yo mismo imparto todos los sábados por la noche. En estos momentos estoy impartiendo en este programa de capacitación, el curso de Pedagogía Cristiana. Además puedo decir que son hombres fogueados, experimentados. Howard Rice, en su libro, El pastor como guía espiritual, dice: No existe otra definición mejor para la obra del ministerio que ésta. Poner nuestra propia búsqueda de Dios a disposición de otros. Semejante acción sugiere una nueva visión para la tarea de la iglesia. El pastor guía a su congregación enseñando con su vida y haciendo un manejo adecuado de la Biblia. Pablo le dice a Timoteo que maneje bien la Biblia, la cual no se logra de la noche a la mañana. Pablo sigue diciendo que el obispo (pastor), no debe ser borracho ni pendenciero, ni amigo del dinero, sino amable y apacible, 3:3. No borracho ni pendenciero. No dado a la bebida (B.A.). Dios siempre condena los extremos y busca la práctica de la moderación. En el mundo del Nuevo Testamento el vino era una bebida de uso común como lo es el café en nuestra región. Hay pastores que, estando en una reunión, han manifestado tener dolor de cabeza por la falta de café. Esta es una evidencia de una narcodependencia, en la cual el pastor está esclavizado. No dado a la bebida en la época paulina, puede ser hoy, no permitas que nada te controle. Qué lástima cuando pastores latinoamericanos han sido enviados como misioneros a España, donde el vino es una bebida de uso común, y han regresado siendo borrachos. El borracho lo es porque está controlado por el alcohol y no tiene control de sus facultades mentales y se torna en un pendenciero, un busca pleitos. El borracho es capaz de matar a sus familiares en un arrebato de cólera, cometer otros actos aberrantes de los cuales no se cometerían estando en sano juicio. Pero también hay personas que no son borrachas y siempre son pendencieros, solo son pleitos buscando resolver así sus problemas, no solo ofenden verbalmente sino agreden físicamente. Presencié una reunión pastoral en un país vecino, un pastor coléricamente le dijo a otro pastor: Si como hombre me busca, como hombre me ha encontrado; salgamos a la calle y resolvamos de una vez por todo el problema. Gene Getz dice: La Biblia no deja duda en cuanto a esta actitud, el hombre maduro de Dios no debe ser camorrista, ni debe

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lastimar a otros. El pendenciero es aquel que no controla su ira, sino que ataca a los demás verbal y físicamente. El pastor no debe ser amigo del dinero (N.V.I.), no debe ser codicioso de ganancias deshonestas (R.V.). Litfin dice que esta frase no aparece en los textos griegos más actualizados. William Macdonald en su comentario, escribió: las palabras codicioso de ganancia y deshonesta no se encuentran en los mejores manuscritos del Nuevo Testamento. Pero la N.V.I., mantiene esta frase, por lo que es importante que reflexionemos en sus implicaciones en la vida del pastor. Cuando fui un estudiante en el Instituto Bíblico Guatemalteco, en Chimaltenango, Guatemala; uno de mis profesores insistía en tres grandes peligros para el pastor:

  

Las faldas La fama Las finanzas

El pastor debe cuidarse de los peligros que puede enfrentar en su labor pastoral con las mujeres cristianas. Una hermana con serios problemas en su relación con su esposo, puede idealizar al pastor, y sucumbir ante la tentación arrastrando al pastor. O, un pastor dominado por los deseos carnales se aprovecha de la situación conflictiva de una hermana que busca consuelo, amor. La fama lleva al pastor a apropiarse de la gloria que le corresponde a Dios. La Biblia nos invita a que todo lo que hagamos lo hagamos para la gloria de Dios. Pablo en otro texto decía que él no buscaba gloria de los hombres. Por otro lado, el tener finanzas reducidas en la gran mayoría de los pastores latinoamericanos, proporciona un campo propicio a ser tentado, a obtener dinero por medios ilícitos. Las iglesias deberían preocuparse a dar a sus pastores un sostén digno, que cubra un presupuesto honroso y el pastor por su parte debe aprender a administrar mejor las bendiciones que Dios le provee. Darío SilvaSilva dice: Bajo influencia directa de la sociedad de consumo ha tomado mucha fuerza la llamada teología de la prosperidad, por una irresponsable acomodación de la Palabra de Dios. El dinero no es bueno ni malo; el dinero es neutro: bueno ó malo es el corazón del hombre que utiliza el dinero para bien ó para mal. El pastor debe ser amable y apacible. La amabilidad se brinda a los demás, no importando cómo son, se manifiesta en el buen trato. Es un tipo de paciencia que se traduce en el ser cortés aun con personas con caracteres fuertes, difíciles. Ser amable es hablar siempre con cordialidad aún cuando se es provocado; no se responde ofensivamente a quien se dirige a nosotros groseramente. Una persona amable es apacible, mansa, tranquila, sosegada, suave. Se necesitan pastores mansos para ministerios de pacificación, para restaurar relaciones quebrantadas. Billy Graham dice que la palabra que mejor define el término manso (apacible) es domada. Una persona suave, apacible, es de mucha utilidad en el papel de mediador entre relaciones dañadas que necesitan restaurarse, ya que tratará con personas que emocionalmente pueden estar exaltadas. Estas cualidades muy unidas entre sí son características que necesitan los pastores en puestos de coordinación de distritos (consejos) denominacionales, 27

nacionales y hasta regionales, para resolver problemas interpersonales entre pastores y líderes. Santiago 3:17 dice que la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después amable... ser amable es ser sabio. Pablo sigue diciendo que el pastor debe gobernar bien su casa y hacer que sus hijos le obedezcan con el debido respeto (N.V.I.). Debe gobernar bien su casa; gobernar bien, ejercer gobierno y ejercerlo bien. Gobernar implica planificar a corto, mediano y largo plazo, significa proyectarse a futuro, saber donde está la familia y hacia donde va. Significa también administrar disciplina, no solo punitiva, sino más bien el establecimiento y siembra de normas que lleguen a ser creencias y convicciones por las cuales dirigir la vida de la familia. El resultado de esta labor se ilustra con la escena de despedida de Josué, anciano de 110 años. Lanza un desafío a su pueblo a que tome una decisión a quién debe servir, si a los dioses que sirvieron sus padres al otro lado del río o a Jehová que los había sacado de Egipto. Pero Josué les dice: pero yo y mi casa (familia) serviremos a Jehová. Cuando las normas de conducta se siembran desde temprano, los hijos aprenden a obedecer y a respetar. Un hijo que respeta a su padre acata sus palabras y es dócil al ejercicio de la autoridad. Un hijo obediente es manejable, es un cumplidor de tareas encomendadas por el padre. ¿Cómo anda la familia? El único responsable es la cabeza (líder) de la familia. El pastor debe gobernar bien su familia, porque al hacerlo bien tiene autoridad moral para gobernar la casa de Dios (iglesia). ¿Cómo podemos querer corregir una vida desordenada cuando la familia no respalda la demanda que hacemos a otro (otra)? Es exactamente igual cuando nosotros los padres no somos modelos para los hijos. Mi papá, quién fue pastor por más de 50 años, contaba una fábula, con el propósito de ilustrar el problema de exigir a los hijos, una conducta, que los padres no viven. Narraba mi papá, que una mamá cangreja (crustáceo) notó que sus hijos no andaban rectos sino de lado, y comenzó a regañarlos y a castigarlos. Un cangrejito, decía mi papá, (ya que entre los hijos siempre hay un atrevido), enfrentó a la madre y le dijo: Mamá hagamos algo, anda tú adelante de nosotros y así como caminas tú, caminaremos nosotros. Se sabe que por naturaleza los cangrejos caminan de lado. Así nosotros no podemos exigir a nuestros hijos una conducta que nuestro estilo de vida contradice. Nosotros los pastores no podemos exigir un estilo de vida a cada miembro de la iglesia que pastoreamos, si nuestra familia tiene un estilo de vida que no respalda esa demanda. Pablo dice que no debe ser un recién convertido, no sea que vuelva un presuntuoso y caiga en la misma condenación en que cayó el diablo (verso 6, N.V.I.). El texto griego dice: no un neófito, es decir no una nueva planta. Las autoridades denominacionales deben cuidar y ser celosas en el ordenamiento de pastores. En nuestra región encontramos a muchos pastores que ni siquiera tienen un año de haberse convertidos y ya están al frente de congregaciones. Hace varios años (seis), acepté dar una serie de módulos a un grupo de pastores independientes que estaban haciendo una alianza estratégica. Ninguno de ellos tenía ni preparación académica, mucho menos bíblicateológica. Un año estuve colaborando con ellos, les compartí algunas ideas sobre la predicación, la enseñanza, organización, evangelismo y discipulado. Al año me pidieron el favor de ordenar a los hermanos que estaban fungiendo como directivos; me negué, por respeto a mi denominación.

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Pero también hay denominaciones bien conocidas y establecidas por muchos años que no han tenido el cuidado en el ordenamiento de sus pastores. ¿Cuál es el peligro de ordenar como pastor a un nuevo creyente? Es una nueva planta que todavía no ha sido probada, no se sabe si está en buena tierra. ¿Qué tal si está a la orilla del camino, ó, en medio de espinas, ó sus raíces están sobre piedra? El nuevo creyente no ha sido probado todavía; además el pastorado exige del pastor herramientas que solo el tiempo y el estudio sistemático proveen. El pastor debe ser un experto hermeneuta, debe saber leer la realidad social de la comunidad a la que ministra, debe conocer cómo establecer un puente entre el contexto histórico-gramático, cultural del texto y las circunstancias del hombre del siglo XXI. Su deber es hacer una correcta exégesis para no caer en una eiségesis. El pastor debe tener experiencia suficiente para ser un genuino modelo, debe poseer un auténtico estilo de vida cristiano. Una nueva planta puede perecer ante la inclemencia del sol, un nuevo creyente puede no permanecer en la fe ante la inclemencia de la prueba. El pastor debe tener la capacidad de brindar orientación espiritual, dar consejería cristiana, tener conocimientos fundamentales de teología sistemática y bíblica, así como la labor de pastoreo. Debe especializarse en educación cristiana, en homilética y hermenéutica. El pastor no debe ser un nuevo creyente porque puede volverse presuntuoso, envanecerse, llenarse de orgullo. Esto se debe a la gran dignidad de la posición de ser pastor, no hay honor más grande que ser llamado por Dios para ser pastor. Satanás se llenó de orgullo ante tantos privilegios que le concedió Dios. Pablo en 2a Corintios 2:7-9, dice: Para evitar que me volviera presumido por estas sublimes revelaciones una espina me fue clavada en el cuerpo, es decir, un mensajero de Satanás, para que me atormentara. Tres veces le rogué al Señor que me la quitara; pero él me dijo te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad. Por lo tanto gustosamente haré más bien alarde de mis debilidades, para que permanezca sobre mí el poder de Cristo. El pastor-ancianoobispo, no tiene por qué gloriarse, porque la gloria le pertenece a Dios. Y por último se requiere que además que hablen bien de él los que no pertenecen a la iglesia por dos razones fundamentales:

 

Para no caer en descrédito Para no caer en la trampa del diablo

Este es un factor que abre ó cierra puerta. Un pastor que ya está con el Señor, en un mensaje sobre la importancia de que los creyentes demos evidencia que somos diferentes a los no creyentes, nos dijo: Yo invitaba a un vecino para que me acompañara a la iglesia, una, y otra vez; siempre me daba una excusa como, hoy no puedo, vamos a ir a ver a mi suegra; ó, necesito lavar el carro, también decía: Ya días que no salimos la familia, queremos ir a la playa. Hasta que un día le dijo: Mire don fulano, le voy a ser sincero...yo no miro que usted sea diferente a mí como para querer ir a su iglesia.

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Decía el pastor, esta fue la lección de mi vida. Hermano pastor, tenemos que dar evidencias de que somos nuevas personas en Cristo Jesús, para que el mensaje del evangelio sea creído y que es poderoso para transformar vidas nuestro testimonio debe ser la evidencia. ¿Por qué es necesario que los no creyentes hablen bien del pastor? Para no caer en descrédito, desprestigio, deshonra, y conlleva la idea de impopularidad. No queremos decir que el pastor debe buscar ser popular entre los incrédulos, pero debe cuidar su imagen entre ellos. Un pastor que está en entredicho, no tiene la fuerza moral de señalar la pecaminosidad de la sociedad en medio de la cual forma parte la congregación que pastorea. Recordemos que somos llamados a ser luz, a ejercer influencia saludable al mundo que nos rodea. Cuando el mundo no tiene buena opinión de nosotros, le estamos dando material al diablo (calumniador) para que lo utilice contra nosotros. Satanás es un experto en aprovechar las oportunidades que nosotros mismos le brindamos para ser atacados por él. Pablo dice que así como los pastores deben llenar requisitos para ejercer su cargo, los diáconos de igual manera, deben poseer cualidades que los califique para ejercer el diaconado, 3: 8-13.

      

Honorables Sinceros No amigos del mucho vino No codiciosos de ganancias mal habidas Guardianes de las verdades de la fe, con limpia conciencia Esposos de una sola mujer Gobiernan bien sus hijos, su propia casa

Honorables, dignos de ser honrados, respetados, la gente los respeta por ser personas integras, completas, cabales. Una persona honorable está marcada por buena reputación lo cual la hace confiable en el manejo de todo lo que se le confía en su diaconía. Según Hechos 6, el diácono nació para administrar los recursos de la iglesia que se invertían en el cuidado de las viudas; más tarde se incluyen a los huérfanos. Santiago dice que la verdadera religión es visitar (brindar asistencia en sus necesidades), a viudas y huérfanos. Por lo cual es necesario ser honestos, sinceros, sin doblez, como

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dice MacDonald: No deben dar informes contradictorios a diferentes personas ó en diferentes momentos. Deben ser consistentes. Cuando el diácono mantiene su palabra, inspira confianza porque es recto, transparente, no oculta nada, no es falso ni hipócrita. No amigo del mucho vino, igual que el pastor no debe ser un alcohólico. Aunque el Nuevo Testamento permita el uso moderado del vino, el creyente puede considerar su testimonio y tomar la decisión de no tomar nada de vino. No codicioso de ganancias mal habidas, no debe andar tras el dinero. Los diáconos manejan fondos y pueden ser tentados a sustraer algo. Alguien dijo: Judas no fue el último tesorero que traicionó a su Señor por unas piezas de plata. Los diáconos son guardianes de la fe. Juan Calvino dice: Que guarden pura la doctrina de la religión, y eso desde el fondo del corazón, con sincero temor de Dios. Deben conocer lo que creen (credo), la doctrina, por lo cual deben ser asiduos estudiantes, deben ser excelentes estudiantes de la fe verdadera y vivir de acuerdo a ella. Litfin escribió: No debe haber nada en la conducta de esos hombres que esté en abierta contradicción con las creencias que profesan. En otras palabras no deben profesar una cosa y practicar otra. Los diáconos deben ser defensores de la fe, como Esteban, Hechos capítulo 7, quién fue el primer mártir del cristianismo; cuando se defendió, demostró un profundo conocimiento del Antiguo Testamento, la Biblia judía. El diácono debe ser esposo de una sola mujer. Bonnet y Schroeder escribieron: Esta preocupación parece dirigida contra la poligamia, admitida entre los paganos, y de que había aún ejemplo entre los judíos. Condena igualmente el divorcio, seguido de su segundo matrimonio viviendo aún la primera mujer, y en general todas las relaciones ilegítimas con personas de otro sexo. Juan Calvino cita a Crisóstomo para sostener que el texto lo único que hace es combatir la poligamia, práctica común en aquella época, aun entre los judíos, corrupción adquirida por la imitación pecaminosa de los patriarcas. Sea como sea la interpretación de este texto, lo que sí es cierto es que el diácono como el pastor debe ser fiel y leal a su cónyuge. El diácono debe gobernar bien a sus hijos y a su propia casa. Deben ser administradores capaces de su propia familia. El texto nos dice que fallar en la administración de la familia es un fallo de carácter cristiano. Pablo por eso dice en el 3:10 que primero sean puestos a prueba, y después, que sirvan como diácono. Primero, que sean probados, si no hay acusación alguna contra ellos, entonces sirvan, ejerza el diaconado (servicio). Los llamados al diaconado debían de dar evidencia de la calidad de vida cristiana a través del tiempo. Juan Calvino dice: Cuando es necesario ordenar a los diáconos, la elección no se ha de efectuar a la ligera, ó sin seleccionar previamente; más, se han de escoger aquellos hombres que estén aprobados por su pasada manera de vivir en tal forma que, después de que se convoque a un interrogatorio, sean investigados plenamente para que puedan ser bien calificados. El texto bíblico dice, si no hay nada que reprocharle. Si están libres de acusación, si están completamente libres de un señalamiento, entonces que sirvan como diáconos.

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Pablo dice que el diácono que ejerce bien su diaconía, se gana un lugar de honor, y adquiere mayor confianza para hablar de su fe en Cristo Jesús (3:13 N.V.I.). Moralmente puede sin estorbo, sin reproche, hablar de su fe y se le oye con respeto por ser una persona honorable. Bonnet y Schroeder comentan sobre el grado de honor: Era natural que se eligieran los obispos o ancianos entre los diáconos que habían probado su fidelidad y adquirido una preciosa experiencia en su cargo .En el 3:11, la NVI dice: Así mismo, las esposas de los diáconos..... Pero el texto griego no dice sus mujeres. El texto griego permite dos posibles traducciones: la primera como lo traduce la N.V.I. ya que las esposas de los diáconos en su papel de ayuda idónea pueden fortalecer el ministerio diaconal de sus esposos. La segunda, es que el texto se refiere a mujeres nombradas diáconos. Pablo en Romanos 16 habla de la diaconisa Febe. En el griego no existe la palabra diaconisa. Es decir que tanto el hombre como la mujer son diáconos. Pablo dice que las mujeres diáconos deben ser honorables, mujeres dignas de confianza, se les puede encomendar tareas de gran responsabilidad y cumplen. No se prestan para ejercer la práctica diabólica de calumniar. La palabra no calumniadora se puede transliterar como no diablas. Esta práctica de andar de casa en casa perdiendo el tiempo, en propagar rumores, comentarios que dañan la imagen de otras personas, no debe ser una característica de la mujer diácono. Deben ser moderadas, equilibradas, auto controladas (disciplinadas) como le conviene a toda creyente que quiere ser una excelente cristiana calificada para servir al cuerpo de Cristo. Tiene que existir coherencia entre lo que creo y lo que vivo, si estamos en Cristo. Debemos, pues, comportarnos como lo haría Cristo en nuestro lugar y circunstancias. La mujer diácono debe ser leal, debe tener fidelidad probada.

EL FUNDAMENTO DE LA IGLESIA (1ª TIMOTEO 3:14-16) Pablo le escribe a Timoteo: Aunque espero ir pronto a verte, escribo estas instrucciones para que, si me retraso, sepas cómo hay que portarse en la casa de Dios que es la iglesia del Dios viviente, columna y fundamento de la verdad (1 Timoteo 3:14-16 (N.V.I.). Pablo es prudente en comunicarle a Timoteo su deseo de querer verlo lo más pronto posible. Mientras tanto Pablo le dice a Timoteo que el propósito de sus instrucciones es que Timoteo sepa cómo conducirse en la casa de Dios (iglesia). Aquí encontramos el por qué de la carta que Timoteo ha recibido de mano de su mentor, saber como conducirse. Saber qué hacer asegura el éxito, porque Pablo no solo está diciendo qué debe hacer Timoteo, sino cómo hacerlo. Se puede decir que Pablo le está dando a su joven compañero una descripción de su trabajo pastoral. Creo firmemente que los miembros de un concilio, consistorio, ó junta directiva de una iglesia se evitaría muchos problemas cuando junto con el pastor establecen un perfil de la labor pastoral en el comienzo de un pastorado. Incluso una evaluación estaría sustentada por parámetros ya establecidos y no se da lugar a que roces de índole personal priven en una decisión con relación al pastorado. Pablo le dice a Timoteo, lo que te escribo es para que sepas cómo debes conducirte. Timoteo tenía que leer una y otra vez esta carta como un manual ministerial. Los pastores de hoy en día debemos estudiar permanentemente estas cartas 1a Timoteo ,

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2a Timoteo , Tito , y nuestro trabajo tal vez no será como la gente quiere pero si es seguro que será como Dios quiere . No olvidemos lo que Pablo ya escribió hasta aquí en cuanto a las funciones pastorales:



El pastor debe cuidar la sana doctrina, no dejando que se enseñe falsas doctrinas, pero sobre todo enseñando la verdad bíblica.



El pastor debe instruir a la iglesia a que ore por todos los hombres, para que sean salvos.



El pastor debe enseñar a las mujeres cristianas a vestir con moderación y decoro, evitando también gastos superfluos.



El pastor debe velar por el buen comportamiento de la mujer cristiana con relación al ejercicio de la autoridad.



El pastor debe seleccionar a los ancianos (pastor-obispo), creyentes que llenan los requisitos (cualidades), tanto personales, familiares, como eclesiales.



El pastor debe formar el diaconado con creyentes probados, aptos para desarrollar una buena diaconía.

Solo esta lista ya establecida de las funciones pastorales demuestra que el trabajo pastoral es demandante. Y que se necesita administrar el tiempo adecuadamente para atender cada una de estas responsabilidades. También implica que se debe organizar el cómo hacerlo y definitivamente no se puede hacer solo. El trabajo pastoral es un trabajo de equipo. Pablo pasa a decirle a Timoteo que tome en cuenta que él (Timoteo), es responsable de su manera de comportarse en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad. ¿Qué es la iglesia?



Propiedad del Dios vivo



Columna y baluarte de la verdad.

La iglesia es vista como un edificio dedicado al Dios vivo. MacDonald dice: “Se habla de ella como la iglesia del Dios viviente y esto la contrasta con el templo donde hay ídolos sin vida”. La iglesia es apoyo y baluarte de la verdad. La iglesia no es la fuente de la verdad, ella es la institución, creada por Dios para proclamar y mostrar la verdad de Dios. Como columna, la iglesia es un apoyo que sostiene, y como baluarte es defensora y protectora de la verdad. El pastor debe preparar la iglesia para que cada creyente sea un excelente comunicador de la verdad del evangelio, pero también debe capacitar para defender la fe (apología).

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¿Cual es la fe ó verdad que debemos proclamar y defender? Pablo dice: No hay duda de que es grande el misterio de nuestra fe:

     

Él se manifestó como hombre Fue vindicado por el Espíritu Visto por los ángeles Proclamado entre las naciones Creído en el mundo Recibido en la gloria.

William MacDonald dice que Pablo no quiere decir que es muy misterioso, sino que esta verdad, antes desconocida, es muy maravillosa y admirable. Grande es la palabra (mega), que significa grande, importante. La verdad, la fe, que la iglesia debe sustentar y defender es que él (Cristo), se manifestó como hombre. Habla de la encarnación, tan necesaria para revelarnos al padre, (Juan 1:14,18). Y sobre todo para poder ser nuestro sustituto, morir en nuestro lugar, poder así llevar nuestros pecados y vestirnos con su justicia. A través de la historia, ha habido, falsas enseñanzas con relación a esta verdad fundamental. Algunos enseñaron que Cristo solo aparentó tener cuerpo; pero si esto fuera verdad, él no pudo tomar nuestro lugar ya que tenía que ser humano para ser nuestro pariente redentor y ser Dios para ser sin pecado y hacer propiciación por nuestros pecados. Juan, en 1 Juan 4: 2-3 dice: En esto pueden discernir quien tiene el Espíritu de Dios: todo profeta que reconoce que Jesucristo ha venido en cuerpo humano, es de Dios; todo profeta que no reconoce a Jesús, no es de Dios sino del anticristo .Ustedes han oído que este viene; en efecto, ya está en el mundo. (N.V.I.). Al encarnarse el Hijo (segunda persona de la trinidad), se produce en él la unión entre la naturaleza divina y la humana; a esta unión se le llama unión hipostática, palabra que viene del griego hupóstasis (hipóstasis), que significa subsistencia. Es de suma importancia que la iglesia sostenga y defienda esta doctrina, ante grupos como los testigos de Jehová, que rechazan la deidad plena, total, de Cristo; ellos dicen que es un dios, (dios menor que Jehová). Pero la Biblia afirma categóricamente que Jesucristo es Dios: Juan 1:1, 14, 18. José M. Martínez escribió: La encarnación del Hijo de Dios no fue una gracia que los hombres hubiéramos merecido o pedido. Fue decisión de un Dios soberano, justo, pero también misericordioso, que, en su amor infinito, quiso recuperar al hombre. Él tomó la iniciativa y envió a su Hijo al mundo para ser el salvador de los pecadores. (Introducción a la Espiritualidad Cristiana). Otra verdad fundamental que la iglesia debe sostener y defender es el hecho de que el Espíritu Santo vindicó a Cristo. La palabra vindicado de la NVI es el término justificado de Reina Valera. La palabra vindicado nos ayuda a entender a lo que Pablo se refiere. Pablo está hablando de la resurrección como la prueba de que Cristo era (y es) el Mesías prometido. Francisco Kook dice: “Todo el edificio de nuestra fe se derrumbaría, si a la verdad, como algunos dicen, Cristo no resucitó”. La iglesia por lo tanto le es de primera necesidad

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proclamar y defender esta doctrina de la resurrección de Cristo. Cristo fue levantado de la tumba por el Espíritu Santo. Francisco Kook, nos da una lista de lo que sería si Cristo no resucitó:

 No podríamos creer en las Escrituras del Antiguo Testamento  Tampoco podríamos creer en las palabras de Cristo, anunciando

su

resurrección.

 Su obra, por la que vino a este mundo fue un total fracaso  Vana es nuestra predicación, 1a Corintios 15:14  Vana es nuestra fe  No tenemos perdón de pecados, 1a Corintios 15:17  No podemos ser justificados, Romanos 4:25; 8:34  Si Cristo no resucitó no es Dios. Nuestra fe sostiene que Cristo fue visto por los ángeles. Es una manera de hablar de su exaltación en las esferas espirituales. Bonnet y Schroeder, dicen: Lo que debe recordar, no solamente la parte que los ángeles de Dios tomaron en todos los grandes momentos de su vida terrestre, en su nacimiento, en su tentación, en su agonía en Getsemaní, en su resurrección, sino sobre todo la manifestación de su gloria a los ángeles del cielo, después de terminar su obra en este mundo. La obra de Cristo es tan admirable, que los mismos ángeles alaban con regocijo, tan excelente acto de redención de la humanidad. Pablo en Filipenses 2:9-11 escribió: Por eso Dios lo exaltó hasta lo sumo y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre, para que ante el nombre de Jesús se doble toda rodilla en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra , y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor , para gloria de Dios Padre. Otra verdad que destaca Pablo es un hecho histórico: la proclamación del evangelio de Cristo entre las naciones (gentes). Cristo, había comisionado a los suyos a hacer discípulos a todas las naciones. Y en Hechos 1:8 encontramos la estrategia a seguir. La proclama debe ser simultáneamente en todas las naciones. Ya Pablo afirma que él había predicado el evangelio en todo el mundo (conocido de la época). A eso se debe que sigue diciendo a Timoteo que Cristo había sido creído en el mundo. Pablo dice: creído en el mundo. Estas palabras, dice Litfin: Se refieren al cumplimiento progresivo del plan redentor de Dios a través de sus medios preestablecidos. Por otro lado estas dos últimas afirmaciones, nos desafían a ver el mundo como Dios lo ve, un mundo en espera que se le predique a Cristo. Para creer, no olvidemos que la fe viene por el oír; el oír por la Palabra de Dios. Para que el mundo crea, la iglesia debe cumplir su tarea de evangelizar y discipular al mundo. Pablo termina este himno de verdades fundamentales diciendo que Cristo fue recibido en gloria. Esta gloria es la que él gozó desde siempre al lado de su Padre. Esta fue su oración en Juan 17: Padre, ha llegado la hora, padre, glorifícame en tu presencia con la gloria que tuve contigo antes que el mundo existiera (17:5). Para concluir esta sección, recordemos, que la iglesia debe sustentar y defender la fe que le ha sido encomendada. Judas hace esta advertencia: Queridos hermanos he deseado intensamente escribirles acerca de la salvación que tenemos en común y ahora siento la necesidad de hacerlo para rogarles que sigan luchando vigorosamente por la fe encomendada una vez por todas a los santos. El problema es que se han infiltrado entre

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ustedes ciertos individuos que desde hace mucho tiempo han estado señalados para condenación. Son impíos que cambian en libertinaje la gracia de nuestro Dios y niegan a Jesucristo, nuestro único soberano y Señor. (Judas 3 y 4). Sigan luchando vigorosamente puede traducirse, luchen hasta agonizar por la fe, pero, si no conocemos nuestra doctrina, si no sabemos que creemos, ¿qué vamos a defender?.....Que Dios nos ayude a cumplir con la gran tarea de ser columna y baluarte de la verdad.

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