EL BUEN PASTOR Y LA MALA OVEJA No me puedes ... - ObreroFiel

EL BUEN PASTOR Y LA MALA OVEJA. No me puedes escuchar en este día. Porque oculto estoy en la mentira. Me recuerdo la escapada, que aquel momento ...
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EL BUEN PASTOR Y LA MALA OVEJA

No me puedes escuchar en este día Porque oculto estoy en la mentira. Me recuerdo la escapada, que aquel momento me sació Y me disuelvo en el dolor perpetuo.

La tristeza renueva mi alma, con la oportunidad de tu encuentro. Reenumero mil errores y recuento mi fracaso. Los declaro en tu costado Y me humillo, Se apartan los espinos que me ocultan de tu ser. Ante ti me postro, ¡Oh, hacedor de maravillas! ¿Qué le agrego a tu mirada? Ya me sobran las razones claras, las palabras que me has dado, Y entiendo tu dolor de buen pastor, rescatador de animales perdidos.

Silencio, ya se acerca quien me busca: Bramido que sale del alma, Pidiendo el alza de mi cuerpo, que yace, En el refugio de tus brazos.

¿Qué he de pedir si me regresas a mi patio? ¿Qué he de soñar si lo recupero todo? Veo ahora mis vecinos y callado, Saboreo los brotes, Cabeza abajo. Por Jorge Eladio Pérez Argibay Este escrito es una contribución de la agrupación para eclesiástica cubana: Ministerio CRISTIANOS UNIDOS. ObreroFiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.