UN HOMBRE DE DIOS Por Arlina Cantú Lectura: Colosenses 3:12-17 Cita bíblica: A fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. 2 Timoteo 3:17 Tenía varios años de no verlo. Se llama Robert Harris y es propietario de una cadena de tiendas que venden ropa, joyería, ornamentos y juguetes de playa. Contrajo matrimonio con mi prima hace más de veinticinco años. Dios les concedió dos hijas que han crecido y han formado su propia familia. Dios le ha permitido ser un gran jefe de familia, un esposo amoroso, un padre excelente y un abuelo maravillado por el milagro que cada nieto representa en su vida. Nos encontramos en una salita del hospital donde su hija menor estaba dando a luz y me pareció maravillosa la conversación que tuvimos. Me sorprendió ver que entraba caminando con un poco de cojera y un leve rictus de dolor en su rostro. Al tomar asiento a mi lado, observé mientras él conversaba con su suegra, una especie de llaga que tenía en su antebrazo izquierdo y pregunté sobre ella. Respondió que era cáncer de piel y acto seguido me indicó cuántas más tenía en su cara y en el cuello por las biopsias que le habían hecho. También me contó que su padecimiento de la vista iba en aumento a tal grado que el especialista le dijo que en cualquier momento perdería la visión. Lo sorprendente para mí fue el desenfado de aquel hombre al hablar de sus dolencias, pero lo entendí en cuanto comenzamos a recorrer el camino de la Palabra. Hace años que es evangelista. Recorre distintas iglesias del Valle de Texas. A pesar del enorme trabajo que tiene con su negocio particular, indudablemente que los asuntos de su Padre Celestial están en primer lugar. Mi prima siempre lo acompaña y le sirve como traductora, y, por si fuera poca toda esta labor, dedican un día a la semana para tener un estudio bíblico en su casa, donde tienen una gran asistencia que recibe por igual el alimento espiritual que el material. Y todavía agrega que si no fuera porque su esposa es la que más se fatiga preparando tantos alimentos, le encantaría tener estudio bíblico todos los días. Eso hace la diferencia en una vida: la entrega incondicional al extendimiento del evangelio. Oremos:- Por las personas que dedican parte de su vida a predicar el evangelio a pesar de sus dolencias físicas. - Señor Dios, te rogamos en esta hora que derrames tus abundantes bendiciones sobre todos los predicadores y evangelistas que cargan sus dolencias mientras predican la salvación. En Jesucristo oramos. Amen. Usado con permiso. ObreroFiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.