Tangos para las seis cuerdas

19 ene. 2007 - Rivas también empezó de chico. “Salvando las .... obras ya consagradas: las de Chico. Buarque (“Atrás da porta”), Gil (“Re- bento”, “Ladeira da ...
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Espectáculos

Página 4/Sección 4/LA NACION

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Dos generaciones de guitarristas

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Viernes 19 de enero de 2007

Rock

¿Mejor no hablar de ciertas cosas?

Domínguez y Rivas compartirán escenario este fin de semana MIGUEL ACEVEDO RIU

Tangos para las seis cuerdas Juanjo Domínguez y Hugo Rivas se presentan juntos en un ciclo de recitales Sentados a la mesa y con los estuches de sus instrumentos muy cerca de ellos, Juanjo Domínguez y Hugo Rivas parecen el maestro y el alumno avanzado (el más avanzado) de guitarra. O también se los puede ver como colegas de dos generaciones distintas, reunidos para los recitales que este fin de semana y el próximo darán juntos en un local porteño. Pero ojo que el experimentado Domínguez comienza con algunas aclaraciones para evitar cualquier exageración en cuestiones de edad. “Nadie es maestro ni alumno cuando se sube a un escenario. Ahí cada uno demuestra sus capacidades”, dice. “En cuanto a pertenecer a distintas generaciones de guitarristas, creo que eso se nota porque yo arranqué de pibe. A los 20 ya estaba tocando en Caño 14, y no llegué a tocar con Troilo por una cuestión de edad.” Lo cierto es que están en momentos distintos: después de tantos años de carrera y reconocimiento del público, Juanjo amagó varias veces con el retiro y Hugo tiene todo por hacer. Aunque lleva más de una década como guitarrista acompañante de diversos cantores, Rivas hizo que su nombre comenzara a sonar con más fuerza en la escena tanguera recién hace un par de años. De hecho, el último año accedió al escenario del Colón junto a varias figuras del género. Juanjo dice que seguirá tocando, aunque se haya retirado de los estudios de grabación como líder de grupo (su último CD es Eterno). Desde hace un tiempo se lo ve en los créditos de los CD como productor o acompañante y en proyectos conjuntos con músicos muy famosos. “No me bajo del escenario porque detrás de Juanjo hay más gente. Sería egoísta de mi parte largar y dejar a varios sin laburo. Además, el país no me dio muchas posibilidades. Pero me retiré de los estudios después de PARA AGENDAR

■ Domínguez y Rivas. Los guitarristas se presentarán hoy y mañana, y el viernes 26 y el sábado 27, a las 22. Torquato Tasso, Defensa 1575. Entrada: $ 30.

haber grabado para 120 y 130 discos de otros y para 24 como solista, en la Argentina y en varias partes el mundo. Mi carrera continúa como productor, con discos como el que hice con Majo Lanzón, y con ideas con Calamaro, Dyango [con quienes ya tuvo algunos encuentros musicales] y Paco de Lucía [ver recuadro].” Hugo Rivas heredó el oficio de peluquero de su madre y el de guitarrista de su padre y de su tío, los hermanos Rivas, que arrancaron con la música en los años sesenta. “Yo empecé a tocar a los 8 años. Creo que fueron las raíces. Me salían del alma. Mi papá y mi tío me enseñaron lo básico. Luego empecé a investigar por mi cuenta”, recuerda. Estudió con Carlos Peralta, Bartolomé Palermo y Aníbal Arias. Hasta Roberto Grela le dio algunas clases. “Roberto me enseñó algunos secretos. Era un tipo muy humilde. Siempre me dijo que no imitara, que buscara el sello y los arreglos propios.” Rivas también empezó de chico. “Salvando las distancias con Juanjo, porque yo tengo 32 años, trabajé con todos los que están en el ambiente del tango: Marcel, Virginia Luque, Lavié, Podestá; hasta a Rufino acompañé.” Ahora lo elogian músicos como Leopoldo Federico. “El asunto es abrirse camino solo como guitarrista. Y así

también te encontrás con la calidad humana de la gente. Federico, siendo el grande que todos conocemos, me abrió las puertas. Bueno... son esas cosas que tienen los grandes.” Su paso al frente –ese mismo que dio Juanjo hace muchos años– fue al comenzar a concretar proyectos propios. “Ahora estoy terminando un disco con temas conocidos y varias composiciones mías. Cantan [Oscar] Ferrari, [Alberto] Podestá y a lo mejor esté Federico. El grupo son cuatro guitarras y contrabajo. Me falta poco para tenerlo listo. Pero me llevó tiempo. Tengo facilidad, pero a veces busco y busco una nota. Y aunque esté todo arreglado la grabación tiene sus misterios, ¿no Juanjo?”, dice Rivas, para buscar la aprobación de su colega. Para Juanjo hay que encontrar el balance entre el intérprete y el músico. Es decir: entre el talento y la formación musical que sale de los libros. Para eso deja varias anécdotas que lo tuvieron como protagonista o como observador de lujo. “Una vez estaba en Miami y me llamó Lalo Schifrin para que fuera a Los Angeles a grabar música para una película. Me presentó su papelerío y en dos días tuve que grabar. Sin formación musical no lo hubiera podido hacer. Roberto Grela no hubiera podido hacerlo.”

Domínguez y De Lucía Paco y Juanjo podrían grabar este año Uno de los proyectos que Juanjo Domínguez podría concretar este año es la grabación de un CD con Paco de Lucía, producido por Javier Limón. “Paco está en la misma que yo. Ya no tiene una compañía discográfica; es independiente. Esto ya lo habíamos pensado hacer en 1984. El estaba en su esplendor y yo recién arrancaba. Pero la burocracia de las discográficas tiene que ver con lo que a ellas les conviene. Ahora lo podemos manejar porque es una decisión muy nuestra.

Posiblemente se pueda hacer este año, pero no hay presiones ni apuros. Con Dyango sucede lo mismo. El último año yo iba a viajar a España para grabar con él, pero por cuestiones de trabajo no pude. Y cuando él vino casi no nos vimos.” Según adelanta Juanjo, el disco con De Lucía incluirá repertorio español y algunos tangos. “A él le encanta el tango y yo haré flamenco, aunque no es lo mío. Seré un guitarrista flamenco tanguero.”

También tiene otra anécdota. Esta sí deja bien parado a Grela: “Una vuelta, en esas noches de bohemia, terminaba el espectáculo en El Viejo Almacén, y cuando la gente ya se había ido se armó una mesa con [Edmundo] Rivero, Grela y otros. En eso cae Tito Francia con algunos alumnos. Tito le dijo a Roberto que tocaran algo. Grela le contestó: «Tocá vos que yo te acompaño». Finalmente, sólo acompañándolo, Grela lo dio vuelta como una media”. –Da la impresión de que los más nuevos guitarristas de tango llegan con mucha avidez por la investigación y el estudio. ¿Qué opinan de esa camada de guitarristas? Domínguez: –Es lo importante. Y para que vivan los nietos, como decía Atahualpa, no hay que matar a los abuelos. No hay que olvidar la escuela de Grela, de Eduardo Falú, de Tito Francia y de Oscar Alemán. Hay que saber lograr un balance. Rivas: –Las dos cosas son importantes. Domínguez: –La formación es necesaria; no para sacar chapa con eso sino para poder hacer otras cosas. El intérprete tiene memoria; el músico no. Una orquesta de tango tiene músicos porque tocan un tema desde hace 20 años y lo hacen con la partitura. Son obreros. Intérprete era Francini cuando iba al frente con el violín y te mataba. O el Polaco [Goyeneche], que no sabía en qué tono cantaba. Con el ciclo de cuatro noches que Rivas y Domínguez arrancan hoy en el local Torquato Tasso pretenden mostrar la personalidad de cada uno con temas en solitario y en dúo que tendrán un mínimo acuerdo previo de repertorio para que luego la espontaneidad se haga cargo del resto. “Al final vamos a estar juntos –adelanta Domínguez–. La sorpresa es que no sabemos qué vamos a hacer. Eso es para que realmente sea una sorpresa y para que se note la habilidad de los guitarristas para improvisar. Los únicos invitados van a ser nuestros referentes: el de Huguito, que es Grela, y el mío, Carlos Gardel.”

Mauro Apicella

Finalmente, decidí pueden continuar su hacerlo mañana. Lo vida con eso que resupensé muchas, muchímimos como normalisimas veces, hasta que dad, ¿por qué tomarme atreví a tomar al me tan en serio esta toro por las astas. El operación? doctor dice que no es * * * fácil, pero que –de to“Los cirujanos tamdas maneras– el mayor bién somos seres huriesgo es que todo quemanos”, me dijo en de igual. En un princiuna consulta a modo pio creí que sólo quePor Daniel de confesión, mientas ría justificar su posible Amiano yo lo imaginaba cofracaso, pero fue tan mo el arquero de un convincente que, deequipo recién derrotado en un bo reconocerlo, me hizo entender torneo cualquiera, ante miles de que la suya es una posición tan televidentes conmovidos (y azocomplicada como la mía. Lo repirados) por lo que acaban de destió una y otra vez, con esa suerte cubrir. De todas formas, creo que de implacable paciencia que –a entendí adónde quería llegar: mi veces, claro– tienen los médicos. operación tiene más contra que Y también dice que eligió esa propro. Esto también lo dijo varias fesión porque siente un enorme veces. Tal vez mañana lo repita. atractivo por los grandes desaComo todo. fíos. Incluso alguna vez se le escaLlegar al momento de la opepó un pensamiento: “Creo que yo ración no implica grandes esdebería operarme por lo mismo”, fuerzos. “Siga su vida normal”, murmuró. dijo. “¿Puedo ver televisión?”, También hablamos de músipregunté, tal vez sólo por inca. De lo bien que le hace. De lo quietarlo. “Por supuesto”, resbien que nos hace. Sin muchas precisiones, pero con pasión. Por pondió con cierta picardía, a lo que agregué: “Que te clavo la eso mismo, dice, es que decidió sombrilla”. operarme. También habla con En la última consulta nos despasión de Bartok, de Mozart, de pedimos cantando a dúo. “No Zappa, de Pink Floyd… del hit hay soluciones mágicas”, me didel verano. Un día antes de opejo unas doscientas veces. Y tamrarme me pregunto si toda esa bién me aseguró que en la etapa pasión sólo la expuso para relade recuperación tendré que ser jarme, para que mañana llegue inflexible y recuperar viejas disal quirófano con una confianza tracciones o hallar otras nuevas. ciega por entender esas pasiones “¿Y cómo hago?”, pregunté. “Si suyas como si fuesen las mías. fuese tan sencillo, yo no tendría El insiste: de los casos que coque atenderlo”, dijo, con cierto noció sólo un mínimo porcentaje tono de burla. obtuvo resultados satisfactorios. Ahora sí, lo confieso: voy a exEl resto siguió su vida como si tirparme el hit del verano. nada. “El cerebro es como una esponja”, dice. Quizá sea sólo [email protected] consuelo de tontos, pero si todos

Aniversario

Elis Regina, una voz irreemplazable Se cumplen hoy 25 años de su muerte Poco menos de 37 años de vida, 25 Buarque (“Atrás da porta”), Gil (“Rede ellos dedicados al canto, le basta- bento”, “Ladeira da preguiça”), Baden ron para dejar una marca tan pode- Powell (“Cai dentro”, “Canto de ossanrosa y personal en la música popular ha”) o con clásicos como “Carinhoso”. de Brasil como para que se considere Porque Elis, que empezó cantando en que fue la más grande de todas. una radio de su Porto Alegre natal ¿Fue? Es: a 25 años de su muerte, Elis cuando tenía 11 años, grabó a los 15 Regina sigue brillando, irreemplaza- un primer disco de calypsos y rocks ble, en esa galaxia reservada a los que, y pasó más tarde por el bolero, pero como Gardel, cantan cada día mejor. a los 19, empezó a sacar la bossa nova Y conste que no es un modo de decir: de los ambientes intimistas, llevarla a canta cada día mejor porque siempre los teatros y volverla expansiva con su hay algún matiz más que descubrir en temperamento apasionado e inquieto el fraseo, en la sutileza con que des- y sus movimientos ampulosos en el nuda la íntima emoción de cada pala- escenario: por algo la llamaban Hélice o Eliscóptero y bra, en la acentuación de un compás, por eso para Vinien los juegos con el cius siempre fue ritmo. Lo prueban Pimentinha. sus registros, que Inquieta y verson inagotables. E sátil como era, desdeñaba encasiimportan más por llamientos. Siemla emoción que siguen suscitando pre estaba atenta que por los dones a los nuevos comexcepcionales de positores: Milton, su garganta y por Bosco, Lins, Arantes. Grabó temprasu técnica siempre al borde de la no a Caetano, a quien admiraba, perfección. “La perfección es una meta aunque no comuldefendida por el argase con el tropicaquero –citaba una lismo. Podía cantar canción de Gilberto samba, bossa y canGil–, pero yo no soy ción testimonial, arquero ni aspiro a acercarse al jazz o la selección: no me al rock y volcarse con los años cada preocupo por eso.” Aunque después pavez más al soul y reciera desdecirse el rhythm’n’blues. en los hechos: era “Mi trabajo como perfeccionista, y de artista es desorlas obsesivas. Pero denar el fichero”, lo que Elis buscaba decía. En treinta no era el alarde de álbumes y varios virtuosismo, sino especiales de TV hacer de su voz el dejó pruebas del Elis, un estilo que perdura vehículo capaz de valor incalculable ARCHIVO alcanzar y tradude ese trabajo. cir el secreto mensaje de cada canMuchas veces estuvo en el centro ción. ¿Quién más que ella se internó de las polémicas por sus declaracioen “O que tinha de ser”, “Por toda a nes, por sus posturas artísticas o pominha vida” y los otros clásicos de Vi- líticas, por su vida sentimental, sobre nicius-Jobim que grabó con Tom en todo en la época en que estuvo casael inolvidable álbum de 1974? ¿Quién da con Ronaldo Bôscoli, padre de su encaró con más autoridad que ella las primer hijo, João Marcelo. Los otros complejas armonías de Milton Nasci- dos, nacidos del matrimonio con Cémento? ¿Cómo imaginar “O bébado e sar Camargo Mariano, también cana equilibrista”, “Romaria”, “Aos nos- tan: Pedro Mariano y, por supuesto, sos filhos”, “Vou deitar e rolar”, “Pa- la hoy famosa Maria Rita. ra dizer adeus” o “Essa mulher” en La voz inolvidable (y la franqueza otras versiones que no sean las suyas, extrema) reviven en notas, programas definitivas? de TV y reediciones que proliferan en estos días. Entre éstas, una caja con Una referencia el álbum Elis (1980), que editó João “Nos hemos quedado sin patrón, sin Marcelo y que trae un DVD con la úlpunto de referencia”, se lamentó João tima entrevista concedida por Elis a Bosco el día que supo de la muerte de la TV Cultura, nueve días antes de su Elis. El, como muchos otros autores y trágica muerte, resultado de la mezcla compositores –Milton, Ivan Lins, Al- de alcohol, tranquilizantes y cocaína. dir Blanc, Belchior, Guilherme Aran- Faltaban 57 días para que cumpliera tes– le confiaban sus canciones: ella 37 años cuando su muerte enmudeció se las devolvía recreadas, o mejor: re- a Brasil. Sigue brillando. veladas. Y lo mismo solía pasar con obras ya consagradas: las de Chico Fernando López