Reflexiones

salmo responsorial refleja la forma de pensar de Leví—llamado también Mateo—el recaudador de impuestos. Los recaudadores de impuestos tuvieron la mala ...
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2014

Reflexiones Redentoristas

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Devociones Diarias Para la Cuaresma

Nuestra Madre del Perpetuo Socorro Madre del Perpetuo Socorro, tu mero nombre inspira confianza. Venimos ante tu sagrada imagen en alabanza y acción de gracias a Dios, buscando tu intercesión con Jesús, tu Hijo, para todas las necesidades de nuestras vidas hoy. Celebramos tu santa maternidad y proclamamos a Jesucristo, Nuestro Señor y Redentor. Tú respondiste al llamado de ser la madre de Nuestro Señor. Obtén para nosotros la gracia de vivir nuestro llamado bautismal y especialmente abrazar el evangelio de la vida y respetar toda vida en la tierra. Tú te asombrabas según tu Hijo crecía en sabiduría, conocimiento y gracia. Intercede por nosotros para que podamos acoger la Palabra de Dios en nuestras vidas y seamos portadores de buenas noticias para todos. Tú te llenabas de paz según tu Hijo consolaba a los afligidos. Intercede por todos cuantos sufren para que ellos puedan saber que nosotros llevamos con ellos sus cargas y en esta forma cumplimos la ley de Cristo. Tú te regocijabas viendo a tu Hijo perdonar los pecados. Obtén para nosotros el perdón de nuestros pecados y llévanos a desatar otros y a hacerlos libres. Tú sufriste con las heridas que tu Hijo padeció por nuestra salvación. Ayúdanos a vendar los corazones rotos y a brindar esperanza a los que viven en desaliento. Tú exultaste ante la resurrección de tu Hijo. Obtén para nosotros la gracia de perseverar en Su camino todos los días de nuestra vida y de recibir un lugar en el cielo. Tú eres primera entre todos los discípulos y santos. Confiamos en tu amor y cuidado maternal. Obtén para nosotros todas las gracias que necesitamos para cumplir el plan de Dios cada día de nuestra vidas. v

Redemptorist Office for Mission Advancement 107 Duke of Gloucester Street Annapolis, MD 21401-2526 Toll-free: 877.876.7662

Visítenos por internet: redemptorists.net

¿Quiénes son los Redentoristas? San Alfonso María de Ligorio nació en Nápoles, Italia, en 1696. Cuando ya grande, contra los consejos de sus familiares, abandonó una carrera esperanzadora de abogacía se hizo sacerdote. Se dedicó totalmente al servicio de los pobres y más abandonados, y en 1732 fundó la Congregación del Santísimo Redentor: Los Redentoristas. Alfonso y sus compañeros viajaban por los campos diseminando el mensaje de Dios y compartiendo la vida de los pobres. Las misiones Redentoristas tuvieron su origen en la zona rural alrededor de Nápoles y con el tiempo llegaron a otras zonas de Italia y más tarde a Polonia. Para el comienzo del siglo 19 los Redentoristas estaban predicando la Palabra también en Alemania, Bélgica, y Holanda. En 1832 seis Redentoristas viajaron a los Estados Unidos. Al comienzo trabajaron con los indígenas pero después extendieron su trabaja misionero a las comunidades de irlandeses, alemanes, e inmigrantes eslavos. En 1850 los Redentoristas oficialmente se establecieron en América del Norte como la Provincia Americana con su sede en la ciudad de Baltimore. En 1875 debido al número de vocaciones y la demanda pastoral, se creó una nueva provincia, de Saint Louis. Para el comienzo del sigo 20 casi no existía parroquia en los Estados Unidos que no hubiera sido anfitrión de misioneros Redentoristas y su predicación extraordinaria. Al llegar al año 1918 tenemos a Redentoristas establecidos desde los Estados Unidos en Canadá, Puerto Rico, y las Islas Vírgenes. San Alfonso guardaba en su corazón un amor especial por María, y en el año 1866 el Papa Pío IX encomendó a los Redentoristas el icono de Nuestra Madre del Perpetuo Socorro con el mandato de “. . . darla a conocer al mundo entero”; desde entonces los Redentoristas hemos llevada tal imagen por donde nos fuéramos. Hoy día nosotros los Redentoristas seguimos nuestra misión a los pobres y más abandonados, sirviendo las comunidades de inmigrantes en las zonas urbanas, trabajando como capellanes en hospitales, cárceles y cuarteles militares, predicando misiones parroquiales, encargándose de la pastoral parroquial y participando en un sinfín de actividades de evangelización, incluso a través de los medios de comunicación social y por el Internet. Actualmente existen aproximadamente 5,300 Redentoristas sirviendo en 78 países del mundo. v Devociones diarias para la Cuaresma | 1

5 de marzo

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Miércoles de Ceniza

Joel 2: 12-18; Salmo 51; 2 Corintios 5:20–6:2; Mateo 6: 1-6, 16-18

El miércoles de ceniza y los siguientes tres días son dedicados a una buena preparación para la Cuaresma. ¿Cómo deseamos pasar la Cuaresma? La meta principal es el crecimiento espiritual, para que, al llegar a la Semana Santa, estemos mejor preparados para celebrar aquellos días santísimos.

Depende totalmente de uno mismo decidir lo que hará durante la Cuaresma. Sin embargo las lecturas de la misa de hoy nos ofrecen unos consejos. Los medios más seguros para crecer en la fe son la oración, el ayuno y la limosna. Entonces, nos reunimos para celebrar la misa (oración), comemos sólo una comida fuerte (ayuno), y hacemos una colecta a favor de los pobres (limosna). Las cenizas significan que las cosas materiales de la vida son pasajeras y que tenemos que saber enfocarnos en el don de la vida eterna ganado por nosotros a través de la pasión, la muerte y la resurrección de Jesucristo. Entonces, en este día y durante los tres días que vienen, pongámonos a reflexionar sobre nuestro camino de Cuaresma y sobre cuáles practicas espirituales vamos a hacer para prepararnos a la celebración de la Semana Santa con más entusiasmo que nunca.

Rev. John Kingsbury, C.Ss.R. Washington, D.C.

6 de marzo

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Jueves después del Miércoles de Ceniza

Deuteronomio 30:15-20; Salmo 1; Lucas 9:22-25

El evangelio nos habla de unas decisiones que tienen unas consecuencias que impactan lo que somos en lo más hondo de nuestro ser y que es el rumbo fundamental de nuestras vidas. No tienen que ver con si vamos a tomar café hoy o si nos vamos a poner la camisa azul en vez de la verde. Al contrario, tienen que ver con 2 | Reflexiones Redentoristas 2014

la vida o la muerte, no tanto en ese sentido físico, sino con lo que anima, energiza y bendice el diario vivir de uno y de los demás.

Jesús está en camino a Jerusalén. Decidir tomar esa ruta es asumir el vía crucis. Es una decisión que va en contra de la vía del mundo que dice: “Piensa en ser el número uno. Aprovecha mientras puedas.” Sin embargo, el camino de Jesús pone todo eso en un plano secundario y se abre a todo lo que promete Vida y Vida eterna. Es un camino que siempre nos lleva a Jerusalén y a la cruz y más allá. Recién comenzamos la Cuaresma. Y como Jesús nos paramos en el camino—¿hacia Jerusalén o hacia dónde? Hay decisiones por tomarse. La vida o la muerte. ¿Cómo hemos escogido hasta el momento? ¿Cómo vamos a escoger de hoy en adelante?

Rev. Mark Wise, C.Ss.R. Philadelphia

7 de marzo

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Viernes después del Miércoles de Ceniza

Isaías 58:1-9. Salmo 51. Mateo 9:14-15

Hoy en la primera lectura escuchamos la voz de un profeta que reta al pueblo que aparenta muy piadoso o religioso. Sin embargo no han permitido que su religión penetre en la manera de vivir en el vecindario, y en el lugar de trabajo. Es un tema común y constante, en el Antiguo y Nuevo Testamento: que uno deja la práctica de la religión en la superficie de la vida, pero no permite que cambie el corazón, o la manera de vivir con otros. La Cuaresma empezó con un llamado: “Rasguen su corazón, no sus vestiduras.” Comenzó con un llamado a ayunar, a rezar y a dar limosnas a los pobres. El propósito de los sacrificios de Cuaresma es propiciar cambios en lo exterior, para efectuar un cambio en mi corazón.

Isaías hoy aflige a los cómodos, a los que se creen buenos, piadosos, rectos, y religiosos, “¿De qué valen,” dice Isaías, “sus ayunos cuando Devociones diarias para la Cuaresma | 3

hay peleas y discordia entre ustedes? ¿De qué valen cuando tratan al pobre y al obrero sin compasión o justicia? ¿Es esto un ayuno que agrada al Señor? ¡Claro que no!” Isaías los llama a algo más profundo que un ayuno del cuerpo, a una conversión de vida, a un cambio de corazón. Los llama a dar libertad a los encarcelados injustamente, levantando el yugo de la opresión, compartiendo su pan con el hambriento, vistiendo el desnudo, y alojando a los desamparados. Jesús da este mismo mensaje constantemente en su ministerio, y en sus enfrentamientos con los fariseos. La Cuaresma es un llamado a practicar las obras de misericordia y justicia en nuestro mundo. ¡Esto, sí, es mucho más difícil que sacrificando postres, o chocolates durante la Cuaresma!

“Un corazón contrito y humillado, Oh Dios, Tú no lo desprecias.”

Rev. John McKenna, C.Ss.R. Brooklyn, N.Y.

8 de marzo

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Sábado después del Miércoles de Ceniza

Isaías 58:9-14. Salmo 86. Lucas 5:27-32

¡Enséñame, Señor, tu camino, para que siga tu verdad! Este salmo responsorial refleja la forma de pensar de Leví—llamado también Mateo—el recaudador de impuestos. Los recaudadores de impuestos tuvieron la mala fama de ser tiburones del préstamo. Eran pecadores. Y pecadores semejantes eran los compañeros de Mateo a la mesa. Sin embargo, Jesús lo invitó a ser su amigo: “Sígueme.” Ahora Mateo conoció el camino. Conoció también la verdad: fue pecador. Fue dichoso siendo pecador, porque Jesús vino en favor de los pecadores, no de los justos.

El secreto queda en la confesión, en la actitud y en la práctica. San Agustín nos enseña que lo más importante es reconocernos 4 | Reflexiones Redentoristas 2014

pecadores. Es fácil decir: “Soy pecador. Pues todos somos pecadores.” Es otra cosa confesarlo de rodillas. ¿Hace cuánto tiempo que te confesaste en el Sacramento de la Reconciliación?

Rev. John Hamrogue, C.Ss.R. Philadelphia

9 de marzo

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Primer Domingo de la Cuaresma

Génesis 2:7-9, 3:1-7; Salmo 51; Romanos 5:12-19; Mateo 4:1-11

El evangelio de hoy termina así: “Concluidas las tentaciones, el diablo se retiró de él (Jesús), hasta que llegara la hora.” Otra traducción, de la Biblia Latinoamericana, dice: “(El diablo) se alejó de Jesús, a la espera de otra oportunidad.”

Otra oportunidad sucedió cuando Jesús predijo sus sufrimientos y muerte, y Pedro respondió: “¡Dios no lo permita, Señor! Nunca te sucederán tales cosas.” Jesús replicó con vehemencia: “¡Retírate y ponte detrás de mí, Satanás! Quieres hacerme tropezar Tus ambiciones no son las de Dios, sino las de los hombres” (Mateo 16:22, 23). Jesús respondió tan vehementemente porque el suave camino alternativo, propuesto por Pedro, lo tentó poderosamente. Le llamó a Pedro “Satanás,” porque ésta fue precisamente la misma tentación ofrecida por Satanás en el evangelio de hoy. Y ésta fue la misma tentación, que Jesús venció en el Jardín de Getsemaní, la noche antes de su crucifixión, cuando, sudando sangre, él rezaba tres veces, “Padre, si quieres, aparta de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya” (Lucas 22:42).

Cuando nosotros luchamos contra la tentación, que la lucha valiente de Jesús y su victoria sobre la tentación nos inspiren y su gracia nos fortalezca.

Rev. James Brennan, C.Ss.R. Philadelphia

Devociones diarias para la Cuaresma | 5

de la Primera Semana 10 de marzo deLunes la Cuaresma v

Levítico 19:1-2, 11-18; Salmo 19; Mateo 25:31-46

Las lecturas de hoy comienzan con una cita directamente de Dios: “Santos serán porque Yo, el señor su Dios, soy santo.” Después leemos un resumen general de los diez mandamientos, que nos invita a ser solícitos, bondadosos y atentos con todos. El Salmo canta de la bondad de la ley de Dios, y, en Mateo, escuchamos a Jesús trayéndonos a la memoria que “cuanto lo hicieron a uno de estos hermanos míos, aun a los más pequeños, a mí lo hicieron.”

Debemos ser conscientes de que no nos piden cosas extraordinarias. Simplemente piden que nos fijemos en los que nos rodean y que tendamos la mano en solicitud y justicia. No es siempre fácil amar al prójimo; sin embargo, con la gracia de Dios y el recuerdo tierno de sus mandamientos, es posible. Al comenzar este tiempo de Cuaresma, que luchemos por llegar a ser misioneros de santidad en todo lo que somos, todo lo que decimos y todo lo que hacemos.

Elizabeth Góral-Makowski Baltimore

11 de marzo

Martes de la Primera Semana de la Cuaresma

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Isaías 55:10-11; Salmo 34; Mateo 6:7-15

En la cita del Evangelio de la Misa de hoy el Señor, Jesús, nos enseña a rezar, dándonos la oración tan bien conocida por todos cristianos, el Padrenuestro. Lo importante de esta oración es que el Señor presenta claramente que la actitud necesaria para poder rezar es estar en comunión con Él, y que tiene que ser una actitud de hermandad y de compromiso con todos nuestros hermanos y hermanas. Me trae a la memoria la siguiente cita del Papa San Clemente: 6 | Reflexiones Redentoristas 2014

“El hecho es que cuanto mayor parezca uno ser, tanto más debe humillarse y buscar no sólo su propio interés, sino también el de la comunidad.” La autenticidad de nuestra vida Cristiana-Católica parte del amor que tenemos los unos por los otros en Cristo. Un amor tan fuerte que supera toda división y separación. Un amor que realmente se preocupa por todo hermano y que está dispuesto de perdonar cualquier ofensa para encontrar su verdadera identidad: ser presencia viva de Cristo en el mundo de hoy. En esta Cuaresma que busquemos sacrificarnos y humillarnos para buscar el interés de nuestra comunidad Cristiana-Católica.

Rev. Ronald E. Bonneau, C.Ss.R. Metuchen, N.J.

12 de marzo

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Miércoles de la Primera Semana de la Cuaresma

Jonás 3:1-10; Salmo 51; Lucas 11:29-32

Jesús, como lo fue Jonás para los ninivitas, es nuestra invitación a regresar a Dios. Uno de los mensajes centrales del ministerio de Jesús era que Dios siempre está esperándonos con los brazos abiertos. En la lectura de Jonás vemos que Dios se conmueve con el arrepentimiento de los ninivitas y decide no castigarlos. Jonás llevó el mensaje a los ninivitas, ahora Jesús da el mismo mensaje a todo el mundo. La ira de nuestro Dios termina donde nuestro arrepentimiento comienza. Dios no nos pide grandes hazañas. Sólo nos pide un cambio de corazón. Nos pide regresar a Él y vivir en Él. Y esto es difícil para nosotros que vivimos en una sociedad que nos dice que tenemos que merecer cualquier cosa que recibimos. Durante la navidad les decimos que sólo los niños buenos merecen recibir regalos. En nuestras comunidades, el mejor sistema educativo es sólo para aquellos que “lo merecen” y no para los que lo necesitan más. Y de muchas otras maneras creamos una idea de que no somos dignos hasta no probarnos ante los ojos de los demás. En esta sociedad no hay lugar para la misericordia abundante de Dios.

Devociones diarias para la Cuaresma | 7

Y es aquí cuando las palabras de Jesús se manifiestan. Esta generación es malvada porque no cree que el volver a Dios es fácil. No solamente es fácil, es el deseo de Dios. Un Dios que espera la más mínima apertura para hacer su morada en nuestro corazón. Un Dios enamorado de sus criaturas, y por las cuales dio hasta su propio Hijo. ¿Cuán preparados estamos para aceptar la invitación de regresar a Dios?

Javier Bustamante Metuchen, N.J.

de la Primera Semana 13 de marzo deJueves la Cuaresma v

Ester C:12, 14-16, 23-25; Salmo 138; Mateo 7:7-12

Un sacerdote español que trabajó en la República Dominicana me dijo chistosamente una vez, “¡Un cura que no pide no es cura!” Este buen cura vivía de forma muy sencilla y desprendida. Sabía yo que él nunca pedía para él sino para los necesitados.

Por esto les digo yo: Un seguidor de Jesús que no pide no es seguidor de Jesús. En este tiempo de Cuaresma hay muchas cosas que podemos pedir: que Dios se glorifique, que nosotros le demos a los que sufren más, que los odios, rencores, engaños e injusticias del mundo cesen. Pero el pedir tiene sus riesgos. En la Biblia Ester le pide al rey que salve su pueblo judío sabiendo que el rey pudiera haberle matado a ella misma con su pueblo. Por eso creo yo que la oración más valiente que ustedes y yo podemos decir es esta: Señor, te pido que en esta cuaresma me hagas generoso y valiente como eres tú, haciendo lo que debo hacer y dejando atrás mi cobardía y mi egoísmo.

Rev. Thomas Deely, C.Ss.R. Esopus, N.Y.

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14 de marzo

Viernes de la Primera Semana de la Cuaresma

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Ezequiel 18:21-28; Salmo 130; Mateo 5:20-26

Cuando miramos los Evangelios vemos que Jesús casi nunca está enojado. La única cosa que enoja a Jesús es la hipocresía. Vemos esto especialmente en sus conversaciones con los líderes religiosos. Muchos de ellos son simplemente preocupados por las apariencias. No responden a sus llamadas a convertirse.

La Cuaresma es un tiempo de conversión, una conversión del corazón. En el Evangelio de hoy Jesús les dice a sus discípulos y a nosotros “Yo les digo: si ustedes no son mejores que los fariseos o los maestros de la Ley, no pueden entrar en el Reino de Dios.” Todo lo que hacemos durante este tiempo especial—los ayunos, los sacrificios, los tiempos de oración y reflexión—es para ayudarnos a convertirnos, a ser personas que aman como Jesús nos llama amar. Jesús quiere que nosotros seamos amables, compasivos, humildes y generosos, especialmente con nuestro perdón. Durante Cuaresma y quizás durante el resto del año podemos comenzar cada día con una pregunta: ¿Cómo puedo amar a Dios y a mi prójimo más hoy?

Rev. Sean McGillicuddy, C.Ss.R. New York

de marzo San Clemente Hofbauer, C.Ss.R. / 15Sábado de la Primera Semana de la Cuaresma v

Deuteronomio 26:16-19; Salmo 119; Mateo 5:43-48

Hoy celebramos la fiesta de San Clemente Hofbauer, uno de nuestros santos Redentoristas. A veces, cuando leemos las vidas de los santos, leemos historias de grandes milagros, actos increíbles del heroísmo, Devociones diarias para la Cuaresma | 9

apariciones, y oración mística. San Clemente tiene un sitio en mi corazón porque era una persona sencilla que se hizo un santo porque se mantenía fiel a su vocación, trabajaba con todo su corazón, y cuando encontraba el fracaso, no abandonaba la lucha. En su vida no había milagros dramáticos, ni apariciones, ni visiones místicas. Solamente, dedicación a Cristo y a su vocación como un Redentorista.

San Clemente nació en 26 de diciembre de 1751, y murió en 15 de marzo de 1820. Clemente y su compañero, Thaddeus Huebl, profesaron sus votos como Redentoristas el 19 de marzo de 1785, y después comenzaron su ministerio en el norte de Europa. San Clemente murió sin ver el cumplimiento de su sueño, de establecer los Redentoristas en el norte de Europa pero murió fiel a su vocación.

Señor mío, te pido la gracia de la fidelidad a tu llamada en mi vida para que pueda compartir contigo la alegría de la vida eterna. ¡Amén!

Rev. Joseph Tizio, C.Ss.R. Brooklyn, N.Y.

16 de marzo

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Segundo Domingo de la Cuaresma

Génesis 12:1-4; Salmo 33; 2 Timoteo 1:8-10; Mateo 17:1-9

En la primera lectura escuchamos que Dios promete a Abraham que su familia llegará a ser una gran nación. Según el calendario judío Abraham hizo su alianza con Dios cerca de 1800 años antes de Cristo. Después de 1800 años de infidelidad y desentendimiento Dios estableció una familia nueva. Como escuchamos en el evangelio de la misa de hoy, Jesús es “el hijo amado de Dios.” Llegamos a ser miembros de la nueva familia “naciendo del agua y del Espíritu” (Juan 3:5); y crecemos como miembros de la familia de Dios uniéndonos con todos “los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica” (Lucas 8:21).

Muchos creen que pueden superar el pecado por su propio esfuerzo. Sin embargo, la vida de fe no se trata de lo que podamos hacer nosotros. Dios siempre toma la iniciativa, y después nosotros somos 10 | Reflexiones Redentoristas 2014

“los que escuchamos la Palabra de Dios y la ponemos en práctica.”

Que la Virgen Santísima nos indique el camino. Ella fue la primera del Nuevo Testamento “en escuchar la Palabra de Dios” que indicaba que ella iba a concebir en su seno y dar a luz a un hijo y ponerle por nombre Jesús (Lucas 1:31). María la ponía en práctica con las palabras más importantes jamás pronunciadas por un ser humano: “. . . hágase en mí según tu Palabra” (Lucas 1:38).

Rev. John Murray, C.Ss.R. Brooklyn, N.Y.

de la Segunda Semana 17 de marzo deLunes la Cuaresma v

Daniel 9:4-10; Salmo 79; Lucas 6:36-38

En vez de mal juzgar y condenar a otra persona, ¿qué pasaría si buscáramos ofrecerle apoyo? Ofrecer una sonrisa, un momento de tiempo, un oído atento y simpatizante, o el beneficio de la duda. Eso, sí, cambiaría el día de aquella persona. Y, ¿de qué manera cambiaría mi día?

Esta clase de actitud obró gran cambio en la vida de San Patricio. Nosotros lo entenderíamos si él hubiera guardado rencor en su corazón contra los que lo secuestraron y lo vendieron como esclavo en Irlanda. Sería una respuesta entendible. Pero, no; él volvió a Irlanda como obispo, y convirtió a todo el país a la fe en Dios. Porque Patricio decidió dar en vez de restar, él llegó a ser una fuerza poderosa de bien en el mundo, y alcanzó la santidad. Que San Patricio ruegue por nosotros para que obtengamos la gracia de dar en vez de restar, de ser una presencia para el bien, la presencia de Dios, a través de nuestras vidas.

Stephanie K. Tracy Immaculata, Pa.

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18 de marzo

Martes de la Segunda Semana de la Cuaresma

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Isaías 1:10, 16-20; Salmo 50; Mateo 23:1-12

En 1978 salí de Puerto Rico para trabajar en San Juan de la Maguana, R.D. Experimenté mucha pobreza en Puerto Rico, en los campos de Guayama, pero nada en comparación con la pobreza que encontré en la R.D. Unas cuantas familias ni tenían un piso de cemento para sus casas. Recuerdo esas casas sencillas que tenían la tierra misma como su piso. Cada mañana un miembro de la familia usaba una escoba para barrer el polvo del piso de la casa. Había una calle al lado de la casa de los Padres que tampoco tenía pavimento. Una mañana, desde la ventana de mi cuarto, recuerdo en particular a una pobre mujer caminando por la calle empujando su carreta de carbón para vender.

Las lecturas de hoy me llevaban en mente a esa pobre señora en la calle. No sé si era viuda. Seguro que sí que era pobre. En ese momento sentía que el Señor de Isaías me tocó el corazón. Me di cuenta de que mis muchas quejas en realidad no tenían mucha importancia. Yo vivía mucho mejor que la mayoría de mis vecinos en San Juan. Y el Señor Yahveh me dijo: “Busquen la justicia, den sus derechos al oprimido, hagan justicia al huérfano y defiendan a la viuda.” Fue obvio para mí, entonces, que, aunque no podía cambiar las estructuras de pobreza e injusticia de la R.D, sí, yo podría, con la gracia de Dios, optar para una vida más sencilla, agradeciendo a Dios por las inconveniencias de vivir entre un pueblo pobre y sencillo. El espíritu de la Cuaresma nos invita a rezar por los que sufren hoy de pobreza e injusticia. Nos llama a vivir, como nuestro Papa Francisco, una vida más sencilla que cree un ambiente de confianza entre nosotros y los que sufren, y que necesitan de nuestra ayuda. Y el resultado es nuestra decisión de unirnos con los que sufren, mueva el corazón de Dios al perdón de nuestros pecados: “Aunque sus pecados sean colorados, quedarán blancos como la nieve.”

Rev. Norman Bennett, C.Ss.R. Brooklyn, N.Y. 12 | Reflexiones Redentoristas 2014

19 de marzo

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Solemnidad de San José

2 Samuel 7:4-5, 12-14, 16; Salmo 89; Romanos 4:13, 16-18, 22; Mateo 1:16, 18-21, 24

Nuestra reflexión de hoy se centra en la vida de San José, un personaje que pasando desapercibido es icono y modelo de fe. Con su figura logramos observar a un hombre silencioso, humilde y sencillo que usando estas virtudes supo producir excelentes frutos. Dios quiso contar con él, para llevar a cabo su plan de salvación y no defraudó a Dios. Nosotros, también, a través de nuestra humildad, fe, sencillez y vida de oración podemos lograr buenos frutos: amando a la Iglesia y siendo partes vivas de ella, gustando de la oración, frecuentando los sacramentos y asistiendo a los más débiles—por ejemplo: los enfermos, los marginados, y los ancianos.

Aprendamos de San José a saber tomar con buen espíritu tanto las alegrías como las penas, y saber bendecir a Dios en todo momento, aún en medio de las tribulaciones. Estamos llamados a responder con un “Sí” y con amor a Dios aunque nos cueste, no entendamos lo que sucede, no estemos de acuerdo y nuestras oraciones parecieran no ser respondidas, nos invada el miedo, la soledad, la confusión y el enojo. San José fue fiel a la vocación recibida. Preguntémonos todos: ¿estamos respondiendo con fidelidad a nuestra vocación?

Rev. Blas Cáceres, C.Ss.R. Annapolis, Md.

de la Segunda Semana 20 de marzo deJueves la Cuaresma v

Jeremías 17:5-10; Salmo 1; Lucas 16:19-31

A primera instancia, podría ser fácil distanciarnos del hombre rico en el evangelio de hoy. Si lo consideramos como un insensato sin corazón que disfrutaba descaradamente de banquetes frente al pobre Devociones diarias para la Cuaresma | 13

Lázaro, se nos hace más llevadera la aterradora descripción de su castigo eterno. Y podríamos decir tranquilamente: “Yo no tengo nada que ver con ese rico despiadado.” Pero si miramos un poco más de cerca, quizás no era tan cruel. Al darse cuenta que su situación no tiene remedio, su primer pensamiento es uno caritativo para con sus hermanos. O sea que el tal villano amaba a su familia, probablemente de la misma forma que tú y que yo, y sufre desesperado por salvarlos. Esto me hace contemplar cómo hubiese sido la historia si el rico hubiese visto a Lázaro como su hermano, tal como Jesús nos llama a hacerlo, sin importar los lazos de sangre o la clase social.

Pero Jesús nos presenta un reto aún mayor: los hermanos tienen a los profetas, escúchenlos. O sea que en otras palabras la respuesta divina es algo así como: “Se lo he dicho muchas veces y allá ustedes que deciden ignorarlo.” Y esta verdad sacude al hombre rico tan fuertemente como a nosotros hoy día. Si el hombre rico hubiese escuchado a los profetas, hubiese oído sus clamores constantes denunciando la injusticia y la inequidad.

Hoy Jesús continúa presentándonos ese mismo reto. Particularmente en el evangelio de Lucas, donde Jesús condena la injusticia y nos advierte claramente el evitar poner las posesiones por encima del llamado a ser discípulos. Jesús nos llama a amar al prójimo como hermanos y a denunciar la injusticia. Eso es tan pertinente, desafiante y revolucionario en la sociedad moderna como lo fue hace 2000 años.

Xilma Ortiz Philadelphia

21 de marzo

Viernes de la Segunda Semana de la Cuaresma

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Génesis 37:3-4, 12-13, 17-28; Salmo 105; Mateo 21:33-43, 45-46

La Cuaresma es una oportunidad para poder parar y pensar en todo el mundo alrededor de nosotros y en nosotros mismos. Vivimos en un mundo material donde se hace difícil no envidiar 14 | Reflexiones Redentoristas 2014

lo que otros tienen; un mundo tecnológico donde se hace difícil no querer lo mejor; un mundo lleno de ira y odio—guerras, protestas, intimidación y violencia. José y Jesús experimentaron rechazo como consecuencia del odio, los celos, la envidia y el enojo de los demás. En las lecturas vemos cómo los celos de hermanos crecen hasta llegar al odio por un hermano que es amado más por su padre, y cómo Jesús es condenado a muerte por temor a lo desconocido.

Durante esta Cuaresma, centrémonos no en lo que queremos, pero en lo que tenemos. Detengámonos y pensemos en las muchas maneras en que el Señor nos ha bendecido y alabemos a Dios por las maravillas que nuestro Señor ha hecho por nosotros. Busquemos la belleza interior y los dones en nosotros mismos y en los que nos rodean. Seamos como José y Jesús, llenos de amor y perdón. Vivimos en un mundo lleno de belleza, amor y gente maravillosa. Veamos toda su bondad y estemos agradecidos por ella.

María Cabán, Ph.D. Bronx, N.Y.

22 de marzo

Sábado de la Segunda Semana de la Cuaresma

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Miqueas 7:14-15, 18-20; Salmo 103; Lucas 15:1-3, 11-32

“Dame la parte de la hacienda que me corresponde.” . . . “¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan de sobra, mientras yo aquí me muero de hambre! Me levantaré, volveré donde mi padre y le diré: Padre, he pecado contra Dios y contra ti. Ya no merezco ser llamado hijo tuyo. Trátame como a uno de tus jornaleros.” . . . “Padre, he pecado contra Dios y ante ti. Ya no merezco ser llamado hijo tuyo.” Tres palabras del hijo menor, el hijo pródigo, del evangelio de hoy. Primero, su palabra de rebeldía. Segundo, habla consigo mismo al despertarse a las consecuencias de su rebeldía, y ensaya su

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confesión. Y tercero, confiesa su rebeldía a su padre, quien ni quiere escuchar todo el rollo. Si yo comienzo a hablar solo, las personas van a pensar que soy raro o que soy loco. Sin embargo, esa conversación que tiene el hijo pródigo consigo mismo lo lleva a la verdad y a una vida nueva. En realidad no habla solo, sino que descubre a Dios en lo profundo de su ser, y conversa ante él para encontrar “el Camino, la Verdad y la Vida.” La conciencia es el núcleo más secreto y el sagrario de la persona, en el que cada persona se siente a solas con Dios; su voz resuena en ese recinto más íntimo de su interior (G.S. 16).

Hermano, hermana, te invito a tomar unos momentos para iniciar una conversación con Dios que está en lo profundo de tu ser. Háblale de lo que te es más importante en tu vida en este momento. Es seguro que encontrarás el Camino, la Verdad y la Vida que Dios te tiene preparado, y que Dios desea para ti. Puede ser un camino exigente, pero sin falta te llenará de esperanza y de paz.

Rev. James Gilmour, C.Ss.R. Metuchen, N.J.

23 de marzo

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Tercer Domingo de la Cuaresma

Éxodo 17:3-7; Salmo 95; Romanos 5:1-2, 5-8; Juan 4:5-42

¿Quién de nosotros no le teme y huye a la soledad, a la tristeza, al vacío, al sufrimiento y al dolor? ¿Quién no anhela ser feliz? Andamos buscando por aquí y por allá, probando una y otra cosa, algo que pueda saciar nuestra sed de felicidad. En el ir y venir de la samaritana al pozo en busca de agua, podemos reconocer cómo en nuestra propia vida buscamos incesantemente un agua que apague nuestra sed profunda de felicidad.

Muchos, como la samaritana, creemos que esa sed la saciamos “llenando” la vida, el vacío interior, con la compañía, la seguridad que producen ciertas relaciones, y así andamos de pozo en pozo, sin saber cómo resolver verdaderamente esa sed. 16 | Reflexiones Redentoristas 2014

Hoy Cristo nos invita a acudir a Él. Él no sólo tiene la respuesta: ¡Él es La Respuesta! Sí, el Señor Jesús nos permite comprender el origen de esta sed así como también el modo como saciarla definitivamente: “el que beba del agua que yo le dé, no tendrá sed jamás.” Volvamos los ojos a Dios mismo, fuente de donde procede toda alegría, busquemos en Él el agua viva que apague definitivamente nuestra sed de felicidad.

Rev. Fabio de Jesús Marín Morales, C.Ss.R. Concord, N.C.

de la Tercera Semana 24 de marzo deLunes la Cuaresma v

2 Reyes 5:1-15; Salmo 42; Lucas 4:24-30

La gente de Nazaret estaba enojada y celosa por los milagros que Jesús había realizado en Cafarnaúm, y no en Nazaret. Jesús no se sorprendió por esta reacción. Jesús responde: “¡Ningún profeta es bien recibido en su propia tierra!” De hecho, no aceptaban la nueva imagen de Dios que Jesús les comunicaba a través de esta nueva y más libre interpretación de Isaías. El mensaje del Dios de Jesús fue más allá de los límites de la raza de los judíos, y se abrió a aceptar a todos, incluso a los marginados.

Luego da dos ejemplos bien conocidos de la vida de dos profetas del Antiguo Testamento; no son ejemplos de profetas rechazados por su propio pueblo, sino más bien de profetas que se proyectan hacia afuera, a otros pueblos, a no-creyentes. Lo que Jesús dijo no calma a la gente, por el contrario, se enoja más. La comunidad de Nazaret llegó al punto de querer matar a Jesús. Y así, en el momento en que presentó su proyecto para acoger a los excluidos, ¡Jesús mismo es excluido! Pero él se mantuvo en calma. La rabia de los otros no logró hacerle cambiar de opinión. Como en aquel entonces, hoy día es difícil superar la mentalidad de privilegio que se cierra en sí mismo.

Devociones diarias para la Cuaresma | 17

¿Quiénes son nuestros profetas de hoy en día? ¿Los rechazamos porque muchas veces no vienen de las clases privilegiadas, sino de las marginadas? Dios puede levantar personas aparentemente ordinarias y darles dones y misiones extraordinarias. ¿Es la visión de Jesús también mi visión, la visión de mi comunidad de fe? ¿Es mi actitud la de Jesús o la de la gente de Nazaret? ¿Quiénes son los excluidos que deberíamos acoger mejor en nuestra comunidad? No seamos como el pueblo de Nazaret. Abracemos a Jesús y creamos profundamente en Él y su Buena Nueva, porque Él es nuestro Señor y Salvador.

Marilyn Santos New York

25 de marzo

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Solemnidad de la Anunciación del Señor

Isaías 7:10-14; Salmo 40; Hebreos 10:4-10; Lucas 1:26-38

En la Anunciación, Gabriel saluda a María como “llena de gracia.” Asustada, María reconoce el tono mesiánico. El mensajero la tranquiliza: dará a luz a quien ocupará el trono de David, el Mesías. María, virgen, pregunta cómo. El mensajero responde: ‘la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra’, como la nube que cubría el Arca de Dios que llevaba las tablas de los diez mandamientos, la vara de Aarón y un poco del maná. Pensaba el pueblo que dentro del Arca moraba Dios y lo podían ver de noche cuando la nube se volvía fuego. Al ver la nube o el fuego, podía decir el pueblo: “Ahí está Dios.” De igual manera, al ver a María, nueva Arca, podemos decir “ahí está Dios en María Virgen.”

María nos lleva a Jesús. Con María no hay desvío, pues nos lleva a quien es El Camino, la Verdad y la Vida.

Rev. Ruskin Piedra, C.Ss.R. Brooklyn, N.Y.

18 | Reflexiones Redentoristas 2014

26 de marzo

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Miércoles de la Tercera Semana de la Cuaresma

Deuteronomio 4:1, 5-9; Salmo 147; Mateo 5:17-19

Guardar los Mandamientos parece ser el mensaje primordial del Antiguo Testamento para el Pueblo de Dios. Los escribas y fariseos llevaron ese cumplimiento a tal extremo que a veces se olvidaban que amar y alabar a nuestro Padre implican amar a los demás como Dios nos ama. El amor de Dios por nosotros sus hijos es infinito e incondicional. Tanto así que envió a su Hijo Jesús a vivir entre nosotros demostrando con su ejemplo que Dios quiere que nos amemos también los unos a los otros. En el pasaje de Mateo es el mismo Jesús quien explica que él no vino a suprimir o deshacer las leyes sino a enseñarnos a entender la Ley de Dios y a practicarla más perfectamente. Hoy día, guardar y enseñar los Mandamientos como Jesús nos indica, no ha cambiado en nada. Está en cada uno aplicarlos a su vida de acuerdo a su condición y necesidad, siempre y cuando la meta sea amar y alabar a Dios. Es una tentación grande pensar que ya, con la venida de Jesús, puedo adaptar la ley a mi conveniencia. Pero Jesús dice que no—que la Ley hay que cumplirla sin cambiar una coma ni una letra—que no es ser más perfectos que los fariseos sino aplicarla justamente.

Olga Díaz, SFO Baltimore

de la Tercera Semana 27 de marzo deJueves la Cuaresma v

Jeremías 7:23-28; Salmo 95; Lucas 11:14-23

La invitación en este tiempo de cuaresma es, a escuchar la voz de Dios. Tenemos que ir por los caminos de Dios para que todo Devociones diarias para la Cuaresma | 19

nos salga bien. Que este tiempo de cuaresma nos lleve a escuchar, meditar, reflexionar, pero, sobre todo, a vivir la Palabra de Dios.

Las palabras de los profetas nos dicen que sólo podemos llegar a Dios si sabemos ir más allá de nuestras meras prácticas religiosas, de nuestros deseos y gustos personales, de nuestras ambiciones puramente materialistas. . . . Sólo cuando nos encontramos con nosotros mismos y descubramos qué es lo que no le agrada a Dios y que eso nos lleve a cambiar, es ahí cuando podemos estar escuchando de verdad la voz de Dios. Hay muchas cosas y elementos pero sobre todo el pecado no nos deja escuchar la voz de Dios. En la respuesta del salmo que la liturgia nos presenta hoy decimos: “Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: No endurezcáis vuestro corazón.” Sólo el que escucha la voz de Dios y camina por las sendas del bien, le irá bien, será dichoso, y será feliz. Amén.

Rev. Uriel Useda, C.Ss.R. Annapolis, Md.

28 de marzo

v

Viernes de la Tercera Semana

Oseas 14:2-10; Salmo 81; Marcos 12:28-34

¿En quién hemos puesto nuestra confianza, nuestra salvación? ¿En la posición social o en el dinero? Cuando uno se agarra de algo, y ese algo se ha convertido en un ídolo, el trabajo será soltarlo, para poder caminar tranquilo. “¿Quién es el sabio que lo comprenda y prudente que lo entienda?”

Necesitamos prudencia y sabiduría para reconocer el camino de Dios, ¿y usted sabe quién encuentra el camino de Dios? Sólo quien entiende esto. Sin fórmulas ni recetas, porque no las hay. El problema no es que haya mucho dinero o poco, o poca o mucha salud, si hay muchos o pocos años, el problema es que tu confianza esté en el Señor y que tú ames al Señor con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas las fuerzas, ese es el problema y ese es el llamado que Dios hace. 20 | Reflexiones Redentoristas 2014

¿Quién es el sabio que lo comprenda, el prudente que lo entienda?,” porque “Rectos son los caminos del Señor; los justos andan por ellos, los pecadores tropiezan en ellos.” Es la diferencia que hay entre un conductor sobrio y un conductor borracho, el conductor borracho va dando tumbos y dice: “¡Qué carretera tan mal hecha, a cada rato se estrella uno!” No ve, no entiende, no tiene equilibrio y juzga la carretera; así también obramos nosotros con el camino del Señor. Los caminos son rectos, pero uno cuando va en ellos equivocado, va como un borracho, dando tumbos y siempre le echa la culpa a la carretera. El problema no es ni la familia, ni la salud, ni el temperamento; el problema no es si es en inglés o español, si soy gordo o flaco, si es lunes o viernes, etc. Mientras usted no tome la resolución de amar a Dios sobre todas las cosas y mientras no caiga en la cuenta de que ese es el camino, usted seguirá pensando que el problema está afuera, en otras cosas, en otros lugares.

¡Ánimo, hermanos! Vamos a seguir nuestro camino, sabiendo que el Señor, nuestro Dios, es el único Señor y que no hay otro. Y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios.” Vale más que todo en la vida. Aprovechemos esta cuaresma para crecer en el amor de Dios.

Rev. Orlando González, C.Ss.R. Baltimore

de la Tercera Semana 29 de marzo deSábado la Cuaresma v

Oseas 6:1-6; Salmo 51; Lucas 18:9-14

Mañana es el Cuarto Domingo de Cuaresma y llegamos a la mitad de la Cuaresma. Sería bueno reflexionar sobre cómo andan las promesas, resoluciones o compromisos que hicimos al comienzo; cómo están estos afectando nuestros comportamientos y actitudes; Devociones diarias para la Cuaresma | 21

cómo mejoran nuestra vida espiritual y la calidad de nuestro amor hacia Dios y los demás. “Porque me gusta más el amor.” Es importante que todo lo que hacemos sea por amor y para crecer en nuestra vida espiritual.

“Porque el que se hace grande será humillado y el que se humilla será enaltecido.” Fíjate en el fariseo: no son las cosas que hacemos las que agradan a Dios. Fíjate en el publicano: ser humildes ante Dios y los demás nos lleva a amar. Esto es una lucha diaria—una lucha contra nuestras tendencias a la superioridad o a tener la ultima palabra o la razón. Que todo lo que hacemos y pensamos exprese nuestro amor a Dios y a los hermanos. Que la oración, nuestro trato personal y comunitario con Dios, nos lleve a alcanzar la salvación. Que el Espíritu Santo nos dé la gracia para cumplir la voluntad de Dios para su gloria. Que la Virgen nos acompañe y nos favorezca para que todos podamos ser humildes y cumplir la voluntad de Dios como ella!

Rev. Alex Ortiz, C.Ss.R. New York

30 de marzo

v

Cuarto Domingo de la Cuaresma

1 Samuel 16:1, 6-7, 10-13; Salmo 23; Efesios 5:8-14; Juan 9:1-41

¿Quiénes son los ciegos en este evangelio? No es el hombre que nació ciego, porque al final del evangelio él puede ver quien es Jesucristo. Los ciegos son los fariseos y la gente que no podía ver la identidad de Jesucristo. Primeramente el hombre ciego habla de Jesucristo como un hombre, entonces profeta, finalmente Señor.

En los evangelios hay sanaciones de personas ciegas porque Jesucristo está ensenándonos que muchos de nosotros no podemos ver. ¿Cuántas veces una persona ajena puede ver la bondad de nuestros niños o esposo, y nosotros no lo vemos? ¿Cuántas veces no podemos ver la mano de Dios en nuestras vidas, especialmente en las dificultades? 22 | Reflexiones Redentoristas 2014

Una vez un pintor hizo un dibujo de un hombre desamparado. Cuando el hombre desamparado vio el dibujo le preguntó al pintor: “¿Quién es esta persona? Porque en el dibujo no tengo la cara sucia, estoy bien peinado y tengo un traje bonito?” “Esto es como yo lo veo,” dijo el pintor. El desamparado dijo, “Yo voy a tratar de aparecer como este hombre.” Cuando Dios nos mira, él no ve los pecados, ni las faltas nuestros; él ve más bien la creación buena que él hizo. Muchas veces somos ciegos cuando miramos al espejo. No vemos la persona que Dios creó.

Rev. Frank Skelly, C.Ss.R. Bronx, N.Y.

de la Cuarta Semana 31 de marzo deLunes la Cuaresma v

Isaías 65:17-21; Salmo 30; Juan 4:43-54

¡Interesante que, según la lectura del profeta Isaías, la cuaresma implica nueva vida, y no sólo mirar lo pecaminoso de nuestra vida para convertirnos de aquello! “Pues Yo voy a crear un cielo nuevo y una tierra nueva, y el pasado no se volverá a recordar más ni vendrá más a la memoria.” Estas palabras son muy alentadoras y esperanzadoras. Dios llama a su pueblo “contento” y “alegría” porque Dios está contento y feliz con ellos, su nueva creación.

Jesús es fuente de nueva vida, de contento y de felicidad en el evangelio, cuando cura desde lejos al hijo del funcionario gubernamental. Tanto su hijo como el padre son su “contento” y su “alegría” por la compasión y amor de Jesús. Es, de veras, un cielo nuevo y una tierra nueva en la vida de ellos.

En estos días cuaresmales Dios desea realizar novedades en la vida de cada uno de nosotros. Quizás Dios desea atraernos a un trato más constante con él a través de la oración personal y la lectura de su Palabra. Quizás Jesús desea sanar una ofensa que hemos recibido y que nos amarga la vida o envenena nuestro trato con alguna persona. Quizás el Espíritu Santo desea animarnos y darnos Devociones diarias para la Cuaresma | 23

la valentía de tomar una decisión que vamos postergando y que es determinante para el rumbo nuestra vida.

¿Qué novedad desea Dios realizar en tu vida? ¿Qué novedad deseas tú que Dios obre en ti? Toma un momento ahora mismo para imaginarte de la obra que Dios desea realizar en ti. Pídele que lo haga. Dale permiso. Crea el espacio para su obra. Así tú te llamarás “Contento” y “Alegría” porque Dios estará más contento y feliz contigo estos días cuaresmales.

Rev. James Gilmour, C.Ss.R. Metuchen, N.J.

1 de abril

v

Martes de la Cuarta Semana de la Cuaresma

Ezequiel 47:1-9, 12; Salmo 46; Juan 5:1-16

Cuando leemos las palabras de la primera lectura de hoy que tratan del poder fertilísimo de las aguas que manan del santuario del Templo, probablemente pensemos en esta imagen como algo totalmente simbólico. Quizás pensemos del poder del Templo de Jerusalén en la Antigua Alianza, o del poder de las aguas del bautismo en la Nueva Alianza. Sin embargo, estaríamos en parte equivocados. Porque el poder fertilísimo de las aguas del Bautismo no se quedan enteramente en lo espiritual, sino también en lo terrenal. Por ejemplo, fijémonos en el cambio fertilísimo de una región silvestre e inhabitable de Inglaterra trabajado por un grupo de monjes cristianos que vivían muy en serio su compromiso bautismal. Durante la “Edad Oscura” del siglo séptimo esta región fue descrito así: “Era un laberinto de arroyos negros y torcidos . . . almadías naturales hechas por árboles decaídos y flotantes . . . la naturaleza misma convertida en líos de caos . . . hasta llegarse al cieno fangoso y tenebroso.” Unos pocos siglos después leemos la siguiente narración del mismo terreno: “Cada centímetro de la tierra es cultivada y bellísima . . . 24 | Reflexiones Redentoristas 2014

praderas llenas de hierba verde . . . muchísimos árboles frutales . . . viñas lindas estiradas por el suelo o dobladas sobre parras . . . En fin, es una imagen verdadera del Paraíso, donde ya se refleja la suavidad y pureza del mismo cielo.” (Dr. Thomas E. Woods, Cómo la Iglesia Católica Produjo la Civilización Occidental) ¡Que vivamos mejor el compromiso bautismal nuestro para formar de nuevo esta cristiana civilización de amor!

Rev. James Cascione, C.Ss.R. New York

2 de abril

v

Miércoles de la Cuarta Semana de la Cuaresma

Isaías 49:8-15; Salmo 145; Juan 5:17-30

De vez en cuando uno escucha frases como: “Este hijo es igualito a su papá,” o “Esta hija es igualita a su mamá.” Quizás nosotros mismos hemos dicho: “¡No lo creo! Me he convertido en mi padre; me he convertido en mi madre.” Ciertamente somos hijos e hijas de nuestros padres, pero esperamos ser independientes y marcar nuestro propio camino y desarrollar nuestra propia personalidad.

Por eso, es interesante que en el evangelio de hoy Jesús hable no de su independencia de su Padre sino de su relación intima con Él. Son unidos y hacen las mismas cosas. El Padre y Jesús resucitan a los muertos. Quien honra a Jesús, honra también a su Padre. Jesús no quería liberarse de su Padre, sino unirse cada vez más con Él. Jesús nos invita a hacer lo mismo, especialmente durante estos días de la Cuaresma. Sería un gran acontecimiento espiritual que, por la gracia de Dios, podamos decir un día: “¡No lo creo! Me he convertido en mi padre,” mi Padre celestial.

Rev. Kevin O’Neil, C.Ss.R. Long Branch, N.J.

Devociones diarias para la Cuaresma | 25

3 de abril

v

Jueves de la Cuarta Semana de la Cuaresma

Éxodo 32:7-14; Salmo 106; Juan 5:31-47

A todos les gusta escuchar palabras de alabanza: “¡Buen trabajo! ¡Bien hecho!” Siempre es bueno escuchar y siempre es bueno decir palabras de alabanza. Entonces, ¿qué quiere decir Jesús cuando dice “Yo no busco la alabanza de los hombres”? ¿Está Jesús diciendo que es un error aceptar la alabanza humana? No.

Jesús nos pregunta cuál es nuestra motivación. Si nuestra motivación es de ser alabado por los demás, viviremos muy decepcionados, porque las personas se olvidarán cuando deberían expresar su aprecio, y criticarán cuando no deberían hacerlo. Una madre o un padre no preparan una comida para la familia para ser elogiado; más bien lo hacen por amor. Un esposo no trabaja 40 horas por semana para escuchar elogios de su esposa; lo hace por amor. Un amigo no visita a alguien en el hospital para ser alabado; lo hace por amor. Jesús no murió por nuestros pecados para ser alabado; lo hizo por amor a nosotros. Jesús continúa diciendo que sólo debemos buscar la gloria que viene de parte de Dios. No vamos a Misa los domingos, o no dejamos de comer carne los viernes de la Cuaresma para ser alabados; lo hacemos por amor.

Rev. Patrick Keyes, C.Ss.R. Bronx, N.Y.

4 de abril

v

Viernes de la Cuarta Semana de la Cuaresma

Sabiduría 2:1, 12-22; Salmo 34; Juan 7:1-2, 10, 25-30

En esta lectura resalta la palabra conocer y la vemos expresada en sus diferentes formas, “reconocido . . . conocerá . . . me conocéis . . . vosotros no conocéis . . . Yo le conozco” (Juan 7:25-30). Pero en el lenguaje de la Sagrada Escritura ¿qué significa la palabra “conocer”? 26 | Reflexiones Redentoristas 2014

El Papa Benedicto XVI dijo que el conocer, en el lenguaje de la Sagrada Escritura, nunca se refiere a conocimientos meramente exteriores, como nombre, número de teléfono, o edad, sino el estar interiormente cerca de otra persona, amar a la persona.

En la lectura de hoy, este es el conocimiento ausente en las personas hacia Jesús. Jesús más adelante pide al Padre que ellos y todos lleguemos a tener este conocimiento. ¿Pero por qué es importante conocer a Jesús? Porque, según Jesús, este conocimiento es la Vida Eterna. “Ésta es la Vida Eterna: conocerte a Ti, único Dios verdadero, y al que tú has enviado, Jesús, el Cristo” (Juan 17:3). Esta petición sigue hoy resonando en el corazón de Jesús, para que nosotros hoy decidamos sumergirnos aún más en el conocimiento de Él y empezar a vivir ya desde hoy las gracias de la Vida Eterna.

Josué Arriola Metuchen, N.J.

5 de abril

v

Sábado de la Cuarta Semana de la Cuaresma

Jeremías 11:18-20; Salmo 7; Juan 7:40-53

La primera lectura nos pone en contacto con las confesiones del profeta Jeremías, que se siente rechazado por sus compatriotas (11:19). El salmo responsorial expresa el mismo contexto. El texto evangélico de hoy evidencia la división de opiniones que suscitaba la persona de Jesús. “¿Es que de Galilea puede venir el Mesías?”

La intervención de Nicodemo en favor de Jesús es muy significativa porque después de un encuentro “en la noche y en secreto” es ahora quien da la cara por él. El encuentro con Jesús le ha cambiado su miedo en valentía, porque abrió su Corazón a la verdad. Su caso es un ejemplo para nosotros. Con frecuencia el miedo a confesar nuestra fe en Cristo, el miedo al ridículo, a perder nuestra reputación y seguridad, nos lleva a debilitar, si no a traicionar, nuestras convicciones. Devociones diarias para la Cuaresma | 27

El miedo a comprometernos a seguir a Cristo incondicionalmente muchas veces nos lleva a la relajación de las exigencias evangélicas. La palabra de Dios es fuego ardiente, y no podemos pretender tomarla con pinzas para no quemarnos. Como Jesús lo sabía, previno contra el miedo a sus apóstoles cuando los envío a anunciar el evangelio: “no tengan miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. . . .”

Que este tiempo de cuaresma nos afiance en el testimonio valiente de la fe Cristiana, el tomar partido por el evangelio, el dar la cara por Cristo y por los hermanos, especialmente por los olvidados, violentados, pisoteados, es una actitud necesaria y de perenne actualidad. Que el Señor nos sostenga para ser seguidores valerosos en el anuncio de su Evangelio.

Rev. Miguel Ángel Martínez Cantero, C.Ss.R. Bronx, N.Y.

6 de abril

v

Quinto Domingo de la Cuaresma

Ezequiel 37:12-14; Salmo 130; Romanos 8:8-11; Juan 11:1-45

Este último domingo de cuaresma previo a la Semana Santa, es el domingo que nos recuerda un anuncio anticipado de la muerte de Jesús.

Cada día al leer el periódico, al ver las noticias, y quizá lo que vemos en nuestro alrededor, presenciamos el debate sobre aborto, o personas que mueren por escasez de alimentos, u otros eventos que terminan en la muerte. Para nosotros no es algo novedoso escucharlo, porque se es parte de la vida, algo que ya vamos asumiendo, y que puede suceder, y estamos conscientes de que va a suceder. Nos volvemos insensibles ante los que están muriendo o las causas de sus muertes. Sólo vemos que mueren o se matan, pero las razones ya no las percibimos, y lo único que se mantiene en la memoria es que han muerto. 28 | Reflexiones Redentoristas 2014

Hoy en la lectura del Evangelio Jesús se encuentra con la muerte de su amigo Lázaro. Jesús tiene este encuentro con la muerte de un ser querido, experimenta la perdida y el dolor. Pero Jesús no sólo consuela a los familiares; los mantiene en la esperanza diciendo “está durmiendo” y que puede despertar y volver a la vida. Jesús sabe que en el pueblo lo esperan para matarlo; sin embargo, se arriesga por un amigo para devolverle la vida sin pensar en sí mismo. La muerte para Jesús tiene un significado de vida, de entrega, de riesgo. Jesús no se queda en un límite, como quizá Martha y María: “Si hubieras estado aquí mi hermano no hubiera muerto.” Jesús va más allá del límite, y mantiene la vida abundante en Dios. Para nosotros, los cristianos, la muerte es lo que nos mantiene en la esperanza de seguir viviendo en una vida en Dios. ¿Qué sentido tiene la muerte para ti? ¿Has experimentado la pérdida de un amigo, un familiar? ¿Qué haces para que tu familiar, tu amigo u otras personas vivan eternamente?

Hermana Melissa Garza, M.P.S. Brooklyn, N.Y.

7 de abril

v

Lunes de la Quinta Semana de la Cuaresma

Daniel 13:1-9, 15-17, 19-30, 33-62; Salmo 23; Juan 8:1-11

Sea un hermano, un marido, un amigo, un vecino . . . en nuestras relaciones hay muchas personas con el potencial de pecar contra nosotros y herirnos. El evangelio de hoy no es tanto sobre el pecado, sino la misericordia de Dios. ¿Debía Jesús dejar la compasión, la misericordia, y el amor a los pecadores que tantas veces había predicado y condenar a la mujer que había sido agarrada en adulterio? Él no la condenó aunque su culpa no estaba en cuestión. Ni siquiera la interrogó sobre sus acciones, pero sí le pidió que dejara de pecar. Devociones diarias para la Cuaresma | 29

Nos preguntamos a veces cómo se puede mirar a alguien que nos ha herido, que ha pecado contra nosotros y no sentir cólera. ¿Será esto posible? ¿Cómo no guardar resentimientos? Últimamente yo misma me he hecho estas preguntas repetidas veces. ¿Qué es perdonar, tener misericordia? Por una parte, es terminar con el resentimiento, la indignación o la cólera. Pero más importante es amar como Dios ama. La misericordia de Jesús nos ayuda a juzgar a otros bajo la luz del perdón y la misericordia. Esto no niega el hecho de que tenemos que protegernos de aquellos que hacen un hábito del herir y ofender. La clave es invitar al Señor en el proceso. Debemos acostumbrarnos a nombrar cada herida y ofensa para luego pedir a Jesús que quite todo resentimiento y deseo de venganza de nosotros. Él es el único con el poder de lograrlo.

Julia J. Fernández Asistente del Provincial Superior Brooklyn, N.Y.

8 de abril

v

Martes de la Quinta Semana de la Cuaresma

Números 21:4-9; Salmo 102; Juan 8:21-30

Mientras que Jesús era bueno en muchas cosas, como predicando, sanando, perdonando y asombrando a la multitud con milagros, él no era muy bueno resolviendo conflictos. Casi todos los intercambios entre él y los sumos sacerdotes, los escribas o los fariseos terminaban en un estancamiento. Y cada estancamiento agravaba el siguiente, aumentando la tensión, la frustración y la ira de los sumos sacerdotes, escribas y fariseos hacia él.

Jesús es firme en sus convicciones, en lo que él considera su misión, en su compromiso de hacer la voluntad de su Padre. No da un paso atrás, hasta el punto de dar su vida por lo que cree ser verdad. Prefiere morir a dar un paso atrás.

30 | Reflexiones Redentoristas 2014

¿Dónde hay conflicto en tu vida? ¿Quién o qué te causa tensión, frustración o ira? ¿Dónde encuentras el estancamiento? ¿Eres firme en tus convicciones? ¿Vale la pena morir por ellas? Es una tarea noble vivir con los conflictos que surgen sobre las convicciones por las cuales vale la pena morir. No claudique.

Rev. Bruce Lewandowski, C.Ss.R. Philadelphia

9 de abril

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Miércoles de la Quinta Semana de la Cuaresma

Daniel 3:14-20, 91-92, 95; Daniel 3:52-56; Juan 8:31-42

“Conocerán la verdad, y la verdad los hará libres” (Juan 8:32).

Muy a menudo me encuentro dando consejos en el confesionario sobre la importancia de la honestidad. Estoy convencido de que existen tres tipos de ella: honestidad con Dios, honestidad con los demás y honestidad consigo mismo. Siempre cuando uno vive con la honestidad en estas tres áreas de su vida, no tiene necesidad de cubrir la espalda, de mirar hacia el pasado, de tener miedo. Así, la vida de uno es como un libro abierto.

Para poder vivir con esta honestidad, tenemos que enfrentar y admitir la verdad sobre nuestra vida. De una manera especial, ¿no es esto un aspecto clave de esta temporada de la Cuaresma? Pero no se limita solamente a la Cuaresma; es un proceso de por vida de crecimiento y maduración como cristianos y como seres humanos en nuestras relaciones con los demás.

Entonces que vivamos siempre con la honestidad ante Dios, los demás y nosotros mismos. Disfrutaremos de la libertad a la medida a que conocemos la verdad y la llevamos a la práctica.

Rev. Robert Wojtek, C.Ss.R. Baltimore

Devociones diarias para la Cuaresma | 31

de la Quinta Semana 10 de abril deJueves la Cuaresma v

Génesis 17:3-9; Salmo 105; Juan 8:51-59

Hoy somos consolados por nuestra fe en la resurrección de Cristo, sabiendo que también nosotros alcanzaremos un día la resurrección después de la muerte. Pero qué difícil fue para la gente que vivía en el tiempo en que Jesús caminó sobre la tierra poder entender esto. Jesús no había sido crucificado aún cuando pronunció las palabras del Evangelio de hoy: “el que guarda mi Palabra, no verá jamás la muerte.” Los judíos no podían entender lo que estaba diciendo. Como consecuencia de ello, tomaron piedras para tirarle a él. Este es un llamado a tomar un momento para reflexionar sobre lo que no entendemos. Dios ve todas las cosas. Él sabe todas las cosas y Él oye todas las cosas. Nos ubicamos en una posición humilde cuando nos damos cuenta de que no somos todopoderosos ni omniscientes. Puesto que somos sólo un fragmento del gran plan de Dios, estamos llamados a actuar con compasión hacia aquellos a los que no entendemos. Estamos llamados a escuchar con un oído para percibir la verdad, y a comprender de veras la experiencia de la persona que habla, y no sólo escuchar para tener una respuesta inmediata. Las lecturas de este día están llenas de promesas de Dios. Estas promesas a menudo están más allá de nuestra comprensión.

Angélica Barrera-Cruz Metuchen, N.J.

11 de abril

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Viernes de la Quinta Semana de la Cuaresma

Jeremías 20:10-13; Salmo 18; Juan 10:31-42

Los judíos querían apedrear a Jesús, porque él hablaba como ningún otro. Habló de una forma que llamaba la atención de todos. 32 | Reflexiones Redentoristas 2014

Jesús habló con autoridad. Pero al final, sus enemigos levantaron piedras para matarlo porque él se proclamó Hijo de Dios y ¡no podían probar que estaba equivocado! “Tú, un hombre, te estás haciendo Dios.” Sus mentes no podían aceptar este hecho, por la dureza de sus corazones.

El Señor nos ha demostrado, una y otra vez, que primero debemos creer para poder ver. Los judíos han cubierto sus ojos a sus milagros. En repetidas ocasiones han hecho caso omiso de sus palabras y se han disgustados con su amor. Pero el Señor sigue caminando en paz, escapa de ellos y de su poder.

Recoger piedras y lanzarlas a los demás es algo que hemos aprendido a hacer como los niños; lo más probable ha sido por ver a nuestros amigos o padres hacerlo a los demás. El Señor no recogió piedras. Si lo hubiera hecho, se habría convertido en pan. Pidamos al Señor la gracia de abandonar el rencor, ira y amargura y aferrémonos a convertir nuestros corazones de piedra en corazones de carne.

Mary Disla Bronx, N.Y.

12 de abril

v

Sábado de la Quinta Semana de la Cuaresma

Ezequiel 37:21-28; Jeremías 31:10-13; Juan 11:45-56

¡Qué importante es para una persona el sentido de pertenencia! Intuitivamente sabemos cuándo pertenecemos o no pertenecemos a un grupo o comunidad en particular. Cuando pertenecemos a una comunidad, nos identificamos con los miembros del grupo—nos sentimos en casa. Tenemos la confianza para compartir gozos y preocupaciones. Pertenecer a un grupo o comunidad nos conecta el uno con el otro; nos hace responsables del uno al otro. Así también, sabemos cuándo no pertenecemos a determinado grupo o comunidad—nos sentimos extraños. De alguna manera sabemos la diferencia entre ser acogido y ser tolerado. Devociones diarias para la Cuaresma | 33

A través del profeta Ezequiel, el Señor nos dice “Ustedes son mi pueblo.” En otras palabras, “ustedes me pertenecen y yo les pertenezco.” Como pueblo que le pertenece, Dios nos protege, purifica, y consagra. Dios nos escoge para hacer su morada entre nosotros, una morada permanente. Es en Dios, nuestro Padre, que somos un solo pueblo, una sola patria. Es en Dios que nos relacionamos el uno con el otro como hermanos y hermanas— somos responsables del uno y del otro.

¿Qué estoy haciendo para testimoniar que pertenezco al Pueblo de Dios?

Hermana Ruth Bolarte, IHM Metuchen, N.J.

abril Domingo de la Pasión 13 de (Domingo de Ramos) v

Mateo 21:1-11; Isaías 50:4-7; Salmo 22; Filipenses 2:6-11; Mateo 26:14–27:66

La palabra pasión puede significar o una intensa emoción o el sufrimiento de Nuestro Señor Jesucristo antes de la muerte. Hoy significa las dos cosas.

El profeta Isaías nos presenta el amante como Siervo Sufriente quien “Ofreci [ó Su] espalda a los que [lo] herían . . .” No se trata aquí de algún chiflado enamorado persiguiendo a su amada, más bien se trata de un enamorado quien “no reclamó, ni gritó, ni alzó la voz en la calle,” y quien se mantuvo en silencio delante de Pilatos. “No quebrará la caña cascada . . .” Y ¿quién de nosotros no es una “caña cascada”? En muy corto plazo la Cruz llegó a ser el símbolo de Cristo para los primeros cristianos. Dibujaban la cruz en paredes y la llevaban escondida de sus cuellos; pero llevó centenares de años antes de colocar el cuerpo de Cristo de nuevo en aquella cruz . . . la 34 | Reflexiones Redentoristas 2014

memoria de lo que había padecido . . . su pasión . . . era demasiado impresionante. Hoy asumamos la Pasión de Jesús y que tengamos la valentía de unir nuestra imagen con la de Él en la Cruz.

Rev. J. Francis Jones, C.Ss.R. Brooklyn, N.Y.

14 de abril

v

Lunes de la Semana Santa

Isaías 42:1-7; Salmo 27; Juan 12:1-11

Se dice que las pequeñas cosas de la vida valen mucho, como un toquecito de mano, una palabrita de apoyo, una caricia . . . algo que en nuestras relaciones con los demás expresa nuestro sentimiento. Asimismo son las cosas “pequeñas” negativas. No parece gran cosa cuando lo hacemos, pero con el tiempo y con la repetición constante pueden llegar a ser bien importantes en definir quienes somos. Un amigo mío me dijo una vez, “Padre, no son pecados. Son sólo malas costumbres.” Bueno . . . como quiere, pueden llevarnos por mal camino.

Sólo hay que ver el caso de Judas en el evangelio de hoy. Se nombra a él como un ladón que robaba de la bolsa común de la pequeña comunidad de Jesús. Robando pequeñas cantidades de dinero constantemente lo llevó a él a un crimen mucho mayor, la entrega de Jesús por 30 monedas de plata. La Semana Santa es el tiempo de vivir los últimos días de la vida de Jesús. Y también para nosotros es el momento de examinar nuestra vida para ver cómo podemos seguir a Jesús más fielmente. En esto hay que fijarnos no sólo en nuestros grandes pecados, sino también en las cosas “pequeñas” negativas, porque estas cosas “pequeñas” puedan llevarnos a algo mayor y sumamente lamentable como pasó a Judas.

Rev. Thomas Travers, C.Ss.R. Esopus, N.Y.

Devociones diarias para la Cuaresma | 35

15 de abril

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Martes de la Semana Santa

Isaías 49:1-6; Salmo 71; Juan 13:21-33, 36-38

Apenado. Desilusionado. Herido. Todos nosotros hemos experimentado estas realidades en algún momento de la vida.

En el evangelio de la misa de hoy nos encontramos con la traición a Jesús. En el contexto de la intimidad de una cena Jesús revela la identidad del traidor, y humilla a Pedro anunciando que lo negará. Jesús, aún en su papel del Cristo, seguramente entendía bien el sufrimiento emocional y las heridas de su círculo más íntimo.

Sin embargo, nos da la impresión de que Jesús está en paz con todos ellos, aceptándolos a pesar de su rotura. Jesús nos demuestra así cómo poner en práctica la misericordia y el perdón. Una vez más la respuesta de Jesús es contra-cultural. En vez de entregarse al odio, la ira, la violencia y la venganza, demuestra misericordia, paz y, sobre todo, perdón.

En esta Semana Santa que aquella misma misericordia llene la copa de nuestros corazones hasta derramarse; y que sepamos esparcir esa misericordia que hemos recibido de Nuestro Redentor entre todos nuestros hermanos y hermanas.

Rev. Richard Bennett, C.Ss.R. Bronx, N.Y.

16 de abril

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Miércoles de la Semana Santa

Isaías 50:4-9; Salmo 69; Mateo 26:14-25

Un reciente artículo de la revista Time cubrió la historia de unos soldados que regresaban de la guerra. Asediados por las pesadillas, la ira, y la adicción, muchos encontraban alivio y renovadores propósitos ayudando a otros. El artículo hace la pregunta: “¿Puede el servicio a otros salvarnos?” 36 | Reflexiones Redentoristas 2014

Mañana Jesús comienza su obra de salvación con un acto de servicio: lavándoles los pies a sus discípulos. Sin embargo, hoy, la trágica figura de Judas toma el centro del escenario.

La caída de Judas comienza con la antítesis de servicio: el interés propio. Él les pregunta a los jefes de los sacerdotes: “¿Qué estarías dispuesto a darme a cambio, si se lo entregara?” Ciertamente Judas no comenzó con un corazón codicioso y corrupto. Él fue elegido por el Señor y encomendado con el dinero de la comunidad. Pero en algún momento Judas dio una vuelta en contra del amor a Dios y al prójimo, y se tornó al amor propio excesivo.

Un artículo siguiente de la revista Time, que trataba de la felicidad, relató que los voluntarios son más felices, se sienten más satisfechos con la vida y son menos propensos a deprimirse. Las personas más felices, a su vez, son más propensas a ayudar a los demás. Hoy nos identificamos con el profeta Isaías quien tomó en cuenta que el Señor lo había dotado con una lengua muy bien entrenada, no para ganarse los elogios de los demás , sino para hablarles a los cansados una palabra de aliento.

Rev. Francis Mulvaney, C.Ss.R. Bronx, N.Y.

17 de abril

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Jueves Santo

Éxodo 12:1-8, 11-14; Salmo 116; 1 Corintios 11:23-26; Juan 13:1-15

Hacia el final del teatro musical Les Miserables el joven Mario canta: “Existe un pesar que no se puede expresar con palabras; existe un dolor que perdura; sillas vacías alrededor de mesas vacías; ahora mis amigos se han ido en la muerte. Aquí hablaban de la revolución; aquí encendían la antorcha; aquí cantaban del mañana; y el mañana nunca llegó.”

Al terminar la celebración litúrgica del Jueves Santo habrá también una mesa vacía, la mesa donde nosotros acabamos de nutrirnos. Una mesa alrededor de la cual los amigos del Señor hablaban Devociones diarias para la Cuaresma | 37

de una revolución que no consistiría en derrotar algún gobierno sino una revolución en la manera de vivir la vida. Vivir el camino del amor y del servicio. La antorcha del amor de Dios ha sido encendida, sí, pero mañana aparentará como un día oscuro. Estos próximos días de traición y muerte nos causarán pena y sufrimiento. Sin embargo esta noche dejamos la mesa del Señor con corazones llenos de esperanza. El amanecer llegará y en ese momento todos recibirán la invitación del Señor de vivir la revolución del amor.

Rev. Paul Borowski, C.Ss.R. Saratoga Springs, N.Y.

18 de abril

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Viernes Santo

Isaías 52:13–53:12; Salmo 31; Hebreos 4:14-16; 5:7-9; Juan 18:1–19:42

Una vez yo presenté una clase de educación religiosa a un grupo de alumnos del sexto grado sobre la Redención obrada por Jesús a través de su muerte y resurrección. Un niño me preguntó: “Si Jesús era Dios, ¿por qué tenía que morir?”

Sinceramente no sabía qué responder; entonces, como cualquier buen maestro lo haría, yo respondí con mi propia pregunta: “Bueno, ¿qué te parece a ti?” El muchacho se quedó quieto, pero una niña respondió: “Yo creo que Jesús tenía que morir porque estaba exactamente como nosotros.” Creo que ella tocó la esencia de lo que estamos celebrando hoy, el Viernes Santo. Nosotros creemos que Jesús es una figura única en la historia de la salvación. Como Hijo de Dios, es plenamente humano y plenamente divino. Como Dios, no era necesario sufrir la muerte. Sin embargo, para confirmar que era verdadera y totalmente humano, hacía falta que participara en esa única cosa que nos iguala y nos une a todos . . . la muerte.

Con su muerte Jesús elige entregarse a la totalidad de la condición humana. ¡Nosotros no podemos elegirla! Pero Jesús sí, podía 38 | Reflexiones Redentoristas 2014

elegir, y Él eligió experimentar la muerte y así verdaderamente se unió totalmente con nosotros en la experiencia humana. Con ese regalo total de su persona Él abre a todo ser humano la posibilidad de compartir su naturaleza Divina. No cabe duda, ésta es Buena Nueva, estas son buenas noticias.

Rev. Edmund Faliskie, C.Ss.R. Brooklyn, N.Y.

19 de abril

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Sábado Santo

Varias lecturas del Antiguo Testamento y varios salmos; Romanos 6:3-11; Mateo 28:1-10

En la Liturgia de las Horas de este día leemos de una homilía predicada hace siglos: “Algo extraño está aconteciendo; hay un gran silencio sobre la tierra.” Es bueno que guardemos tiempo de silencio hoy para reflexionar sobre la muerte de Jesús. Hoy debemos traer a la memoria nuestro bautismo. Frecuentemente pensamos del bautismo como algo que hacemos con los infantes. Sin embargo, el Sábado Santo, lleva a la comunidad de fe hacia el domingo de la resurrección, y el tema principal del domingo de la resurrección surge de la renovación de las promesas bautismales que fueron hechas por nosotros por nuestros papás y padrinos el día del bautismo. Hace falta renovar promesas, ¿no es así? Hacemos muchas promesas los unos a los otros a lo largo de la vida. No cumplimos con todas. Para mantenernos firmes en la decisión de llevar en adelante las promesas que vamos a renovar esta noche o mañana, hace falta guardar silencio hoy para que podamos responder con todo entusiasmo y convicción un gran “Sí” en el momento de la renovación de las promesas bautismales en la liturgia de la Pascua.

Rev. Raymond Collins, C.Ss.R. Boston

Devociones diarias para la Cuaresma | 39

20 de abril

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Domingo de Pascua

Hechos 10:34, 37-43; Salmo 118; Colosenses 3:1-4; o 1 Corintios 5:6-8; Juan 20:1-9

¡El Señor ha resucitado! ¡Aleluya! ¡Regocijémonos y alegrémonos en ello! ¡Aleluya! ¡Aleluya!

No hay otra fiesta más importante en la fe Católica y en nuestras vidas cristianas que la fiesta de Pascua. Esta es el Alfa y la Omega de todo lo que somos. Este es el día en el cual los Santos, los Ángeles y todos los cristianos se alegran. Cristo ha resucitado. Satanás y la muerte ahora no tienen ningún poder sobre aquellos que Él ha salva ¡Este es el día del Señor! ¡Aleluya! ¡Regocijémonos y alegrémonos en ello! ¡Aleluya! ¡Aleluya!

Recuerdo que de niño me acostumbraba vestirme con mi mejor ropa este día, a veces inclusive era ropa nueva. Según crecía en edad pude entender cómo Jesús es el corazón, y el alma de este día, y que tengo que dejar que el Señor Resucitado viva dentro de mí. Comencé a entender que el pecado, Satanás, el sufrimiento y la muerte no podían vencerme, ni destruirme, ya que Cristo es más fuerte que cualquiera de estos. En la Pascua recibí el regalo del perdón, el amor, y el poder de Dios. Recuerdo que una vez me encontré con un preso bien recio en una prisión estatal que me dijo: “Padre, yo era un hombre despreciable y terrible. Hice cosas corrompidas en mi vida. Es por eso que estoy aquí y estaré aquí por mucho tiempo. Pero he tenido un encuentro personal con Jesús, el Señor Resucitado, y mi vida entera ha cambiado. Sé que Dios me ha perdonado. Me he arrepentido. Espero el perdón de las familias a las que he hecho daño, incluyendo mi propia familia porque ahora Él vive en mí.” ¡Esto es la Pascua! ¡Que tengan una maravillosa y bendecida Pascua y que el Señor Resucitado bendiga a cada uno de ustedes abundantemente!

Rev. Kevin Moley, C.Ss.R. Provincial Superior Brooklyn, N.Y.

40 | Reflexiones Redentoristas 2014

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