La industria hispana tuvo su fiesta

10 nov. 2007 - el primer rock nacional. El Dúo Terral muestra que ... de Boedo, Buenos Aires Dark, Libertango. ..... Nacional de Quilmes un work in progress ...
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Espectáculos

Página 8/Sección 4/LA NACION

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Sábado 10 de noviembre de 2007

Grabaciones La página de los discos LA COMPACTERA

Mina: una deuda saldada en su nuevo álbum

Laberintos entre aristas y dialectos

Todavía Mina Grande amor, Vuela por mi vida, Un año de amor, Llévate ahora, Cuestión de feeling, Corazón felino, Uvas maduras, Nieve, Agua y sal, y otros. (Sony-BMG)

zionale de Milán (y de la selección argentina), Javier Zanetti, no porque le haya descubierto alguna secreta vocación canora, sino porque quiso confiarle la parte hablada de “Parole, parole”.

Dúos a distancia Ninguno de los convidados estuvo

Buenos Aires Report, Pájaro Angel, Places, Milonga para Hermeto, Blues porteño, Elegante canyenguito, Muchacha de Boedo, Buenos Aires Dark, Libertango. (MDR Records)

Disco 1 - Tratado de la materia en estudio: Viaje del miedo, Dialecto, Foto en blanco y negro, Magia veneno, Grandes esperanzas, El lugar. Disco 2 - Registro de la materia en concierto: El número imperfecto, En los sueños, Entero o a pedazos, Magia veneno, Refugio, Cuadros dentro de cuadros, Seguir viviendo sin tu amor, A veces vuelvo, Cuentos decapitados. (EMI)

CORRIERE DELLA SERA

sos. Entre otros, por ejemplo, a Joan Manuel Serrat y Chico Buarque, dos autores cuyas canciones ha cantado muchas veces en versión italiana; a Diego Torres, Miguel Bosé, Diego “El Cigala” y su compatriota Tiziano Ferro, voces muy populares en el mundo hispanohablante. Y por fin, antojo de hincha fanática, también al capitán de su club, el Interna-

Pablo Ziegler-Quique Sinesi

Catupecu Machu

La artista italiana recrea canciones en nuestro idioma con invitados como Serrat, Bosé y Buarque

No es novedad que Mina cante en español. Lo hizo casi desde el principio, en los tempranos sesenta, cuando era una chiquilina y se entregaba al ritmo sabroso de “Moliendo café” o descubría el dramatismo del bolero en “Sabor a mí” o “La barca”. Y continuó con la práctica siempre, ya registrando versiones traducidas de sus éxitos en italiano, ya recreando temas del repertorio latino, para el que dejó, por ejemplo, versiones tan admirables como las de “Somos” o “Balada para mi muerte”. Pero esta vez es distinto. Desde hace años, había confesado su intención de grabar un álbum entero en nuestro idioma para entregárselo al público hispanoamericano en testimonio de su gratitud por tantos años de inquebrantable fidelidad. Una prueba cierta de esa lealtad se la proporcionaba la difusión que sus discos tenían en estos países a pesar de que pocas veces merecían ediciones locales. Otra le llegó del cine y gracias a Almodóvar, que recurrió a su voz para la banda sonora de más de una película. Y la última, quizá decisiva, fue Mina, che cosa sei?, el musical de Valeria Ambrosio y Elena Roger nacido en Buenos Aires y exportado a Italia con muy buena repercusión. Con Todavía, editado aquí por Sony/BMG a menos de dos meses de su aparición en Italia (donde arrancó al tope del hit parade y ya obtuvo el disco de platino), no sólo concreta aquel viejo proyecto con el impecable marco sonoro que le proporcionan su hijo, Massimiliano Pani, y Niccolò Fragile: también se da el gusto de tener invitados famo-

Buenos Aires Report

con ella grabando en su estudio de Lugano esta colección de temas que empezó con la intención de recrear en español algunos de los éxitos que grabó en los últimos años y terminó incorporando también algunos clásicos, como “Un año de amor” (de 1964), “Parole, parole” (1972) y “Cuestión de feeling” (1985). No parecen haber sido éstas las mejores elecciones, salvo la última, un diálogo en el que Ferro atempera un poco el énfasis dramático de la versión original con Riccardo Cocciante. En “Un año de amor”, suena demasiado forzado el encuentro entre el flamenco de Diego “El Cigala” y el clima más intimista y casi blusero del original de Mina. La discordancia también se hace visible en el diálogo con Zanetti, cuyo oficio no es precisamente el de actor, y suena tan apocado como un tímido adolescente en presencia de una superestrella. Es cierto que ella se puede dar esos gustos después de haber grabado más de cien canciones en español, pero sin duda le va mucho mejor cuando el encuentro de voces resulta más natural. Sucede con Miguel Bosé (“Agua y sal”) y con Diego Torres (“Amor felino”), dos temas que parecen destinados a hacerse un lugar en las listas de hits. Y sucede –cuestión de timbres, de personalidad y acaso de cierta “química a la distancia”– con los dos grandes cantautores del caso: Chico y Serrat. Con ellos vienen, además, las novedades. Ni “Valsinha”, que Chico compuso con Vinicius en 1971, ni “Sin piedad”, de una cosecha más reciente del ca-

talán (2002), habían sido cantados por Mina. Aquí proveen dos de los momentos más logrados del CD, no sólo por la calidad de las canciones –sereno y melancólico lirismo sobre el sonido de los arcos en una; mutua confesión desesperada con formato de bolero en la otra–, sino porque éstas se benefician al estar expuestas en su letra original, más allá de que el portugués de la cantante suene algo afectado. Ya se sabe que en la canción letra y música vienen estrechamente ligadas, de ahí los obstáculos que suelen presentarse al intentar “traducciones”. Aquí tampoco pudieron sortearlos siempre los responsables de las adaptaciones al español, si bien es justo reconocer que Samuele Cerri resolvió su trabajo con bastante más soltura que Mila Ortiz. Así y todo, también se sabe que no hay canción, por enredada que sea su letra, de la que Mina no pueda extraer belleza, gracia, sensualidad o emoción, y ahí están para probarlo “Nieve”, “¿Cómo estás?”, “Grande amor” o “Llévate ahora”, canciones tomadas de Sorelle Lumière (1992), Olio (1999) y Bula bula (2005), tres álbumes entre los muchos notables que grabó en los últimos quince años. A las dotes naturales y el oficio que ha ido depurando en largos cuarenta años de labor ininterrumpida se suma otra vez en Todavía esa musicalidad prodigiosa y esa sensibilidad artística que la destacan desde hace rato como la más grande cantante italiana. Una categoría que aún hoy sigue fuera de toda discusión.

Verse y volverse a ver. Repensarse, así en el estudio como en el vivo. Imaginar que el grupo adoptó esta premisa puede ser uno de los caminos para entrar a este disco de Catupecu Machu. Imposible, claro, despegar de la escucha el dato inamovible de la realidad del accidente (la bella, dolorosa y conmovedora “Viaje del miedo”; la relectura de temas antiguos), pero de alguna forma pudieron hacerle lugar a la música (quizá porque la irrupción de lo inesperado siempre fue motor y búsqueda). Un disco en estudio, con tres temas nuevos y tres versiones austeras, dolientes; uno en vivo, de septiembre de 2005 y un arte de tapa impecable.

Uno de los artistas que han logrado desarrollar un mensaje claro en la fusión entre el jazz y la música ciudadana es el pianista Pablo Ziegler. En su último trabajo, Buenos Aires Report, el artista consigue transmitir a través de sus composiciones la hondura emocional que posee el tango junto con la libertad que propone el jazz. Mientras que el aporte del guitarrista Quique Sinesi abre su camino a la improvisación, el bandoneonista Walter Castro crea atmósferas adecuadas, además de mostrar un crecimiento como instrumentista notable. Un disco valioso tanto por la calidad e la composiciones, como por la riqueza del ensamble. Un disco que deja en evidencia la soltura creativa de este pianista y de su sólida experiencia como intérprete.

Adriana Franco

César Pradines

Presagio

Canta

Dúo Terral

Soledad Villamil

Esencias del corazón; Coplitas para Lisandro; Vamos dejando; Entre camino y destino; Vuelo en libertad; Revolución del viento, y otros. (DBN)

El aguacero, Chamarrita de una bailanta, Milonga del solitario, Temblando, Vendrás alguna vez, y otros. (MDR Records)

Conocidos en la escena santiagueña por su trabajo con Presagio, los dos cantautores Manuel Orellana y Rodolfo Lucca estrenan con este disco un nuevo proyecto. Chacareras que invitan al remolino del baile, vidalas que van al fondo de la raíz, temas más vivenciales, cierto aire beatnik de libertad y rebeldía, sonidos de percusión y guitarras con cuerdas de acero, forman el concepto de este álbum que suena santiagueño y de aires latinoamericanos. Con una banda electroacústica, los cantores transitan ese legado dejado por Jacinto Piedra, pero encontrando su propio lenguaje, donde aparecen otras influencias como el primer rock nacional. El Dúo Terral muestra que tiene capacidad para sacar temas que rápidamente quedan en la memoria como la zamba “Vuelo en libertad”, y que son la voz de una nueva generación santiagueña.

Quienes hayan escuchado con agrado a Soledad Villamil cantar tangos, valses y milongas en espectáculos como Recuerdos son recuerdos y Glorias porteñas probablemente encontrarán interesante este disco. Pero no se trata de lo mismo. La principal diferencia es que dejó de interpretar un personaje para dar su propia voz. Un verdadero acierto. Aquellos trabajos quizás hayan sido un punto de partida para abrirse ahora a un repertorio más amplio que terminó siendo muy bien elegido e interpretado. La colaboración de José Teixidó para los arreglos fue fundamental en esa apertura. Y el hecho de cantar con su propia voz le permitió a Villamil dejar un poco de lado la postal antigua y explorar otros recursos. La suma de esos elementos da como resultado algunas bellísimas versiones de “Temblando”, “Vendrás alguna vez” y “Adiós, pampa mía”, entre otras piezas.

Gabriel Plaza

Mauro Apicella

Fernando López

Grammy Latino

Música

La industria hispana tuvo su fiesta

UNIVERSIDAD DE QUILMES

Experiencia sonora en una escalera ■ Esta noche, a las 20.30, se presentará en la Universidad Nacional de Quilmes un work in progress del espectáculo musical experimental Estudios para escalera intervenida, del grupo Buenos Aires Sonora. Esta agrupación –que integran Pablo Chimenti, Hernán Kerlleñevich, Mariano Cura, Martín Liut, Nael Olaiz y Marcelo Martínez– tiene como uno de sus principales ejes la intervención de espacios públicos a partir del sonido. El encuentro es en la escalera del sector sur de la Universidad de Quilmes, Sáenz Peña 352. Gratis.

Juan Luis Guerra, ganador de la noche. Fito Páez y Gustavo Cerati, los únicos argentinos con premio En Estados Unidos viven unos veinte millones de latinos y en el hotel de Las Vegas, donde se transmitió la octava entrega de los Grammy Latinos trabajan unas dos mil personas de la comunidad hispana. Será por esa codiciada torta del mercado discográfico que los Grammy, premios a la industria de la música, fueron creados hace ocho años en su versión latina. Para los artistas nominados en esta edición la cultura latina sigue siendo una bandera de reivindicación y lo hicieron notar a lo largo de la ceremonia que TNT transmitió antenoche a unos cien países de todo el mundo. El que más claro lo dejó fue El Residente, de Calle 13, que al recibir su segundo premio de la noche dijo: “A todos los latinos de aquí les digo que nadie nos saca, aunque nos levanten una muralla. Los que mezclan el cemento, los obreros, las meseras, los que trabajan. Todo esto es pa’ ellos”. La fiesta en la que el gran ganador de la noche fue el dominicano Juan Luis Guerra, con cinco estatuillas y reconocido como Persona del Año por su labor solidaria, tuvo su apertura con el ícono latino Ricky Martin. La eléctrica presentación del muchacho de “Livin’ la vida loca” junto al Blue Man Group (que hace poco vino a Buenos Aires) contrastó con la falta de emociones, el tedio y los chistes “mensos” por el que transcurrió casi toda la gala. Desde el principio de la ceremonia quedó claro que la televisación estaba orientada al potencial público mexicano y del Caribe. De las 49 categorías sólo se televisaron trece y el resto fueron entregadas en una ceremonia previa, donde Gustavo Cerati y Fito Páez fueron los únicos argentinos ganadores en los rubros canción de rock y álbum de rock vocal, respectivamente. El show se centró en la música que se produce sobre todo en México y el Caribe, recitales en vivo con poca explosión y una larga lista de presentadores, muchos galanes maduros y jovencitos de telenovelas, seguramente conocidos para el mercado interno mexicano y el público del culebrón, pero prácticamente anónimos para el mundo musical. Así, el televidente local se tuvo que aburrir viendo en vivo a las

Los premios ■ Juan Luis Guerra: álbum del año; grabación del año; canción del año; álbum de merengue y canción tropical. ■ Calle 13: álbum música urbana y canción urbana: “Pal Norte” ■ Ricky Martin: álbum vocal pop masculino y Video musical versión larga. ■ Fito Páez: álbum de rock vocal El mundo cabe en una canción. ■ Gustavo Cerati: canción de rock, “La excepción”. ■ Caetano Veloso: álbum de cantautor: Cê. ■ Manu Chao: canción alternativa “Me llaman Calle”. ■ Arturo Sandoval: álbum de jazz latino: Rumba palace. ■ Chick Corea & Belá Fleck: álbum instrumental: The enchantment.

CANCELACION

Se suspendió el show de Charly García

AP

Arriba, Ricky Martin y Blue Man Group en la apertura de la ceremonia. Izquierda, Juan Luis Guerra, con todos los premios a los que aspiraba. Abajo, Calle 13 puso color y compromiso.

bandas norteñas; ver pasar y pasar a hombres con sombreros tejanos y cada tanto encontrar algún rostro más conocido y trascendente como el panameño Rubén Blades o la cubana Gloria Estefan. La frase que pronunciaba en cada bloque una de las conductoras: “El Grammy Latino premia la excelencia musical” parecía un poco exagerado

para los artistas que desfilaban a recibir cada premio. Otra vez, los Calle 13 cuando subieron a recibir su gramófono dorado dejaron las cosas en claro: “Una cosa es la música y otra la industria”. Pero tampoco la industria del entretenimiento musical fue parte de la velada. Los shows en vivo de Daddy Yankee mezclando reggaeton y un

Andrea Bocelli y se llevó una de las grandes ovaciones de la sala. Sin duda, la performance más caliente de la noche fue la del grupo portorriqueño de hip hop y reggaeton Calle 13 (ganaron dos de las cuatro categorías en la que estaban nominados), que armaron una verdadera pachanga de contrafestejo arengando con la letra de “Pa’l norte” a toda la comunidad latina en Estados Unidos, acompañados por el grupo de hip hop cubano Orishas y los Gaiteros de Colombia. Más diplomático, Ricky Martin, que también se llevó dos Grammy, afirmó FOTOS DE REUTERS casi en tono de súplica: grupo de tap, o La Quinta Estación “Está bien que tenemos que aprender en dúo con el cantautor Alex Sintek inglés pero no hay que dejar de hablar dejaron gusto a poco. Por suerte, Mi- en español. No nos olvidemos de nuestro guel Bosé aportó sutileza pop junto idioma”. El final de fiesta quedó para el con su sobrina Bimba de piernas hombre de la noche, Juan Luis Guerra. larguísimas, y la italiana Laura Los argentinos se habían quedado con Pausini (incentivada por ganar un poco. Hasta Rodolfo Mederos perdió en Grammy por mejor álbum vocal pop el rubro tango con un venezolano. femenina) le puso profesionalismo y Gabriel Plaza estirpe internacional a su dueto con

■ El show que Charly García iba a ofrecer esta noche en el Megaestadio de Argentinos Juniors fue postergado hasta nuevo aviso, según informó la producción del concierto. Charly iba a tener a su cargo la reinauguración del estadio con capacidad para más de cinco mil personas. EN DIRECTO

Reik, en el Gran Rex ■ La agrupación mexicana de pop juvenil, Reik, vuelve a Buenos Aires para presentar su segundo álbum, Secuencia. Esta noche, a las 21.30, Jesús, Julio y Bibi se presentarán en el teatro Gran Rex, Corrientes 857. Entrada, desde 60 pesos. DESDE ESPAÑA

Loquillo desembarca en Niceto Club ■ El histórico y polémico rockstar español, el verborrágico Loquillo, nos visitará por primera vez con su banda, Trogloditas. Ofrecerá un sólo show en suelo porteño, en el marco del ciclo de rock indie, Music is my Girlfriend. La cita es el jueves, desde las 21, en Niceto Club, Niceto Vega 5510. Entrada: $ 60.