Distribuir films es como comprar acciones

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Espectáculos

Domingo 28 de enero de 2007

Cine argentino ■ Menis en acción. A partir del 5 de febrero y durante siete semanas, María Victoria Menis rodará La cámara oscura, cuyo elenco integran Mirta Bogdasarian, Fernando Armani, Silvina Bosco, Carlos Defeo y el actor francés Patrick Dell’Isola. El cuarto film de la directora, luego de la premiada El cielito, está basado en un relato de Angélica Gorodischer. “La historia, sobre la vida de una mujer entre los años 1892 y 1930, reflexiona sobre la temática de la fealdad, la belleza y la mirada”, dijo Menis a LA NACION. Tras filmar en el Hotel de Inmigrantes, el puerto y otros lugares de Buenos Aires, el rodaje continuará en la localidad bonaerense de Las Pipinas. “Estoy feliz con el casting, los actores son maravillosos –agregó Menis, guionista del film junto con Alejandro F. Murray–. En cuanto al equipo técnico, me siento muy apoyada. El aporte de cada uno de ellos es fundamental para esta película, que al ser de época, requiere una investigación minuciosa y de gran creatividad.” Con producción ejecutiva de Héctor Menis y Pepe Salvia, arte de Marcela Bazzano, fotografía de Marcelo Iaccarino, vestuario a cargo de Mónica Toschi, sonido de Martín Grignaschi, montaje de Alejandro Brodherson, Natalia Hernández en asistencia de dirección, y música de Marcelo Moguilevsky, La cámara oscura es una coproducción entre Argentina y Francia. ■ Con

Almodóvar. Se con-

cretó en Madrid, el jueves último, una reunión con la compañía española El Deseo, de los hermanos Pedro y Agustín Almodóvar, cuyo interés en estre-

Almodóvar y Alvarez char vínculos con productores argentinos, nació tras realizar, con Lita Stantic, La niña santa, el segundo largo de Lucrecia Martel. Luego del encuentro del presidente del Incaa, Jorge Alvarez, con el productor Agustín Almodóvar, trascendió que éste último y otra integrante del staff de El Deseo, Esther García, visitarían la Argentina en marzo (posiblemente, durante el transcurso del festival de cine de Mar del Plata), para interiorizarse acerca de los proyectos cinematográficos locales. ■ Protagonista. No bien vuelva de España, Jorge Marrale iniciará la filmación de Cordero de Dios, ópera prima de Lucía Cedrón, quien acaba de ganar, con este guión, el premio Sundance/NHK International Filmmakers, dotado de diez mil dólares. La película, producida por Lita Stantic, se rodará en Buenos Aires. Además de Marrale, actuarán Mercedes Morán, Leonora Balcarce, Malena Solda, Horacio Peña y Juan Minujin. El proyecto cuenta con apoyo del Programa Ibermedia y del Fonds Sud. ■ Función especial. El debutante Leo Ricciardi convocó a los actores y técnicos de Pura sangre para la primera proyección de la película, que se realizó anteayer, en un microcine de Olivos. Después de esta exhibición reservada al equipo y allegados a la producción, comenzarán los preparativos para el lanzamiento del film, estimado para fines de marzo. Norma Aleandro, Oscar Alegre, las españolas María Galiana y Ana Fernández, Fernando Peña, Damián Canducci, Carlos Issa y el niño Yaco Levy, actúan en esta coproducción de Argentina y España. ■ En Cosquín. Varios films de reciente producción e invitados como Isabel Sarli, Graciela Borges, Alejandro Doria, Georgina Barbarossa, Fabián Mazzei, Roly Serrano, Luis Luque, y Silvia Kutica participarán en “Cosquín cine”, muestra impulsada por el Incaa, que tendrá lugar en esa ciudad cordobesa, del 6 al 10 de febrero. Allí se verán, en la plaza Próspero Molina, a partir de las 21, Las manos, Derecho de familia, El ratón Pérez, Tiempo de valientes y Bañeros 3, todopoderosos. Además, el 6 de febrero se inaugurará el Espacio Incaa KM 745 Ciudad de Cosquín, en el Centro de Congresos y Convenciones, sala que contará con 110 butacas.

LA NACION/Sección 4/Página 5

Por Carlos Ulanovsky

Entrelíneas

Distribuir films es como comprar acciones Bernardo Zupnik, con 40 años de experiencia en la distribución cinematográfica, habla de su profesión Cuando a Bernardo Zupnik le preguntan en qué consiste su tarea, responde que ser distribuidor de cine es “como comprar acciones en la Bolsa. Se elige levantando la mano y se paga después. En este negocio no existe (bueno, ¡bah!, casi no existe) el «no te voy a pagar»”. Ahí está el hombre, en su despacho de Distribution Company (“Una distribuidora de interés general –dice –, cine de arte, cine argentino, cine de terror, comedias, de todo un poco”) cumpliendo con una de sus rutinas predilectas: pispear las taquillas de todo el mundo. “Las veo por vicio, porque no hay relación entre películas exitosas aquí y en el extranjero. Fijate que una película como 15 minutos, con Robert De Niro, fue un fracaso afuera y un gran éxito acá. La Argentina es muy especial en cuanto a sus preferencias cinematográficas. Tuvimos cine de arte antes que en cualquier otro lado”, cuenta el hombre que ya tiene más de 40 años de relación con el cine y que, admite, forjó su vocación gracias a las funciones del Cineclub Núcleo y del cine Lorraine. Pero más allá de lo artístico, que respeta, y mucho, sabe que en esta actividad manda el mercado. Y el mercado dice a los gritos que para la exhibición norteamericana, por ejemplo, México significa el 40 por ciento de sus ingresos, Brasil el 30 y la Argentina el 8, cifra que llega al 12 por ciento sólo si se suman los producidos de Chile, Uruguay y Paraguay. * * * Para Zupnik, éste que acaba de pasar fue el peor semestre de los últimos tiempos. Y acumula razones: “Por la piratería; bajan de Internet y se quedan con el 20 o 30 por ciento del mercado en salas y con la mitad del negocio en DVD. Esto obliga a estrenar casi a la par de los Estados Unidos. Si esperás, como se hacía antes, cinco o seis semanas, la piratería te aplasta. También influye que la gente va menos al cine. En la época del mundial, los reproductores de DVD pasaron de costar mil dólares a 80, pero en seis cuotas y sin intereses. Hace un año, 300 mil hogares tenían este aparato

El distribuidor, en el Festival de Cine de Cannes 2006, junto a Kenneth Branagh y hoy ya son tres millones. Y encima, también influye la baja oferta de películas realmente rendidoras que vienen de los Estados Unidos”. Vuelve a apelar a metáforas timberas ante la necesidad de explicar por qué una película funciona o es ignorada. “Influye decisivamente el azar”, reconoce Zupnik. Su distribuidora (fundada en 1985, asociada a Luis Puenzo y Marcelo Piñeiro) estrenó desde el 25 de diciembre de 2005 a igual fecha de 2006 cuarenta films. “Uno se sigue equivocando en sus elecciones a pesar de la experiencia. Este año, con Ser digno de ser [una excelente coproducción franco-israelírumana], que no funcionó en ningún

lado del mundo, aquí, con sólo seis copias, metió 100.000 espectadores, a razón de 16.666 por copia. Una cifra –afirma–que hasta Casino Royale le envidiaría hoy”. Zupnik se congratula también de los buenos resultados, para nada secretos, de películas como Secreto en la montaña y Secretos de diván, pero se lamenta por el flojo rendimiento de El nacimiento, de la que dice que tuvo mucho gasto de lanzamiento y hasta ahora vendió menos de 80 mil entradas. Detalla otros aspectos no muy conocidos del negocio. “De entrada están los gastos de copias y publicidad; después del estreno entre un 50 y un 60 por ciento debe retornarse a

los productores de origen. Y de ahí a rezar, buscando llegar al punto de equilibrio. Te confieso algo: todas las películas que tengo en cartel [última semana de diciembre de 2006] están en rojo. Mirá el caso de El viento que acaricia el prado, una película excelente, con doce semanas de exhibición; hizo 50 mil espectadores y no cubrió su gasto de inversión. Sólo con su copia de video llegará al punto de equilibrio.” * * * Hasta 1964, Zupnik fue fotógrafo y socio de su padre en una escuela de fotografía por correspondencia. Hasta que optó por el cine. “Pensaba que

iba a estar detrás de las cámaras, pero primero que nada me mandaron a comprar sándwiches. Lo importante es que nunca más me fui del cine”, especifica quien cumplió diversas tareas de producción en más de treinta películas argentinas. “En esos años, aprendí todo del negocio”, sintetiza. En los tiempos que corren, sus actividades son más gratificantes que correr por triples de miga a la panadería de la esquina. Por ejemplo, elegir películas (“Ahí te tenés que poner en público”, declara) recorriendo los principales festivales de cine del mundo: París, Berlín, Mar del Plata, Cannes, Montreal, Toronto o lugares de compra como el American Film Market. Productor y exhibidor del cine argentino en general y de los nuevos realizadores en particular –desde La tregua y Crónica de una señora hasta Derecho de familia y Crónica de una fuga– Zupnik se lamenta mucho de que la gente no se haya subido a la ola del nuevo cine argentino. “Eso está pendiente. Necesitaríamos un nuevo Juan Moreira, un Gatica, un Hijo de la novia. Me acuerdo en 1974, cuando se estrenó La tregua. También estaban La Patagonia rebelde, Una mujer y las de Porcel y Olmedo. Caminabas por Lavalle y no veías una película extranjera.” Zupnik menciona últimos films argentinos de calidad –Derecho de familia, El método, Las manos, Crónica de una fuga– que, según su opinión, deberían haber recaudado mucho más. Que él no pueda explicarse las razones del bajón marca lo oscilante de la actividad. “Hasta julio de 2006 estábamos hasta en un 3 por ciento arriba respecto de 2005. Pero algo pasó a mitad de año, que las cifras se cayeron”, revela. Igualmente seguirá apostando al cine argentino. A fines de 2006 estampó su firma para llevar adelante un negocio de producción. Unido a empresas como Cine Color, Alta Definición, Films Suez y Burman-Dubcovsky, Distribution Company integrará un fideicomiso para solventar cinco películas en los próximos cinco años, dos de ellas en este mismo año. Para ninguna, prometen, pedirán ayuda financiera al Instituto de Cinematografía.