Disciplina

Adolescentes: Su hijo todavía no está listo para dejar el nido pero está comenzando a probar sus alas. Una de las cosas más importantes que puede hacer durante este tiempo es fortalecer la relación con su hijo adolescente. Una relación sólida lo ayudará a poder supervisar mejor lo que sucede en la vida de su hijo y a ...
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Ahora somos dos familias: El cuidar de los niños durante la separación y el divorcio

Módulo 4

Poner en relieve elSPOTLIGHT desarrollo DEVELOPMENTAL

Disciplina Con el estrés de la separación, algunos padres se ven tentados a ceder en la disciplina. Muchos mencionan la preocupación de que su hijo se sienta herido o simplemente afirman que están agotados. Su hijo necesita en este momento más que nunca su orientación tierna, rutinas sólidas y límites firmes. Las investigaciones demuestran que, después de la separación, los padres tienden a reaccionar con mayor rigor ante las conductas inapropiadas de sus hijos y supervisan menos sus actividades. Cuídese, para que pueda criar mejor a su hijo. Tengan un tiempo de diversión juntos con frecuencia. Hágase tiempo para escuchar las emociones fuertes de su hijo. Considere la disciplina como una oportunidad para proteger a su hijo durante este momento de vulnerabilidad. Primera infancia: Los estudios demuestran que los bebés a los que se les cumplen sus necesidades rápidamente y a los que se los consuela y sostiene cuando lloran, desarrollan una sensación de seguridad y bienestar y lloran menos. Los bebés son curiosos y exploran el mundo a través de sus sentidos. Cuando los bebés comienzan a moverse, ayúdelos a explorar el mundo de manera segura. Deje los objetos delicados o inseguros fuera de su alcance. Préstele mucha atención cuando no la exige. Los bebés no comprenden las pausas ni sus consecuencias pero cuando comienzan a moverse, se benefician de los límites claros, amables y consistentes. Niños en edad preescolar: Estos niños están aumentando su capacidad de manejar su propia conducta, pero todavía están aprendiendo. Les encanta ayudar y quieren sentirse importantes e independientes. Haga participar a su hijo en responsabilidades simples de la casa como poner la mesa o barrer el piso. Asegúrese de que sepa cómo hacer lo que usted le pide. Los niños en edad preescolar pueden seguir instrucciones simples de dos o tres pasos y les encanta recibir opciones. Establezca normas claras y coherentes y un ejemplo positivo mediante el manejo de sus emociones negativas. Las consecuencias pequeñas y relacionadas por los problemas de conducta son mucho más efectivas que el fastidio, el recordatorio o el sermón. Las rutinas cotidianas simples ayudan a prevenir problemas disciplinarios. Niños en escuela primaria: Estos niños necesitan muchísimo apoyo de sus padres para aprender la importancia de la autodisciplina y habilidades sociales, como hacer amigos, trabajar en equipo y resolver conflictos. También necesitan aprender a ser considerados y a pedir ayuda. La mejor manera de enseñarles es dando un buen ejemplo. Sea coherente y flexible. Una rutina sólida con responsabilidades predecibles y mucho aliento ayudará a su hijo a desarrollar el sentimiento de pertenencia en su familia. Establezca límites firmes y razonables y recuerde que su hijo está aprendiendo. La disciplina que se brinda con el ánimo de enseñar es mucho más efectiva que la reacción con enojo y castigo. Adolescentes: Su hijo todavía no está listo para dejar el nido pero está comenzando a probar sus alas. Una de las cosas más importantes que puede hacer durante este tiempo es fortalecer la relación con su hijo adolescente. Una relación sólida lo ayudará a poder supervisar mejor lo que sucede en la vida de su hijo y a brindarle asesoramiento apropiado cuando lo necesite. Desarrolle su relación estableciendo expectativas claras para el comportamiento y realizando un seguimiento consecuente, minimizando sus propias emociones negativas, escuchando el punto de vista de su hijo y trabajando juntos para resolver los problemas que surjan. En pocos años, su hijo estará viviendo solo. Ofrézcale la práctica para pensar en soluciones a los problemas. Bríndele experiencia en responsabilidades básicas del hogar como cocinar y limpiar. Los adolescentes se sienten bien cuando contribuyen y aprenden importantes habilidades para la vida.