Debilidad Contribución Usado con permiso DEBILIDAD. No es la primera palabra en que queremos pensar cuando hablamos del liderazgo. De hecho cuando esta palabra viene a nuestras mentes al lado de la idea del liderazgo, pensamos en forma negativa. Pero la debilidad y el liderazgo espiritual se combinan en forma positiva en la Biblia. Esta realidad es algo contra-cultural y contraintuitivo para todos nosotros. En Génesis 32:22-32 tenemos la historia de Jacob y su encuentro con el ángel (una manifestación de Dios). El ángel tocó la cadera de Jacob y desde ese momento en adelante Jacob caminó con una cojera por el resto de su vida. Muchos de nosotros decimos que lástima, que triste, ya no sirve como antes. ¿Qué haríamos nosotros hoy día? Tal vez oraríamos por su sanación, o buscaríamos al mejor médico para reparar el problema. Algunos dirían que si no se puede reparar el daño ya no es capaz de ser líder del pueblo de Israel y se debe buscar un líder más calificado. Pero para Jacob, este problema era parte de la bendición de Dios, un recuerdo de su encuentro con Dios. Por el resto de su vida, cada paso sería un recordatorio de la presencia y poder de Dios en su vida, de las responsabilidades que le fueron dadas por Dios. No puede pensar de sí mismo como una persona fuerte, auto suficiente, e independiente. Su debilidad constante le va a exigir su dependencia total en Dios. Pasamos al Nuevo Testamento en 2 Corintios 12:1-10 y las palabras del apóstol Pablo. Vemos otro gran siervo de Dios. Pero no marcamos su grandeza por las habilidades que Dios le había dado en forma natural. Muchas veces buscamos líderes que sean “perfectos” en su apariencia, su habilidad, y su trasfondo. Pero Dios escoge personas con debilidades, que han cometido errores grandes para mostrar su gran poder y maravillosa gracia. Estos líderes no pueden exaltarse a ellos mismos porque todo lo que son o todo lo que han logrado es gracias a Dios. Vemos aquí en la vida de Pablo que todo lo que hizo no vino de su propia habilidad y esfuerzo, sino que simplemente fue un canal del poder y gracia de Dios. Somos entrenados y presionados por la cultura cristiana de hoy día para olvidar, huir y rechazar la debilidad en nuestras vidas como líderes. No nos gusta pensar, ni hablar de estas realidades en nuestras vidas. Pero la debilidad o imperfección que tratamos de quitar puede ser un regalo y bendición especial de Dios para ayudarnos a recordar y depender 100% de él. Así cuando el líder tiene éxito en su ministerio Dios recibe toda la honra y la gloria que el merece y el líder se ve como el humilde siervo que realmente es. Que el Señor nos ayude a servirle fielmente, aprovechando la bendición que se encuentra en la debilidad humana.

ObreroFiel.com-. Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.