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Hilda trabajaba como educadora en la cabecera municipal de Mutatá con niños pequeños durante varios años. En el entierro de su padre, Hilda recibió una ...
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COLOMBIA: SIN FAMILIA, SIN TIERRA, SIN IDENTIDAD.

Rodríguez, D. (n.d.). Colombia: Sin familia, sin Tierra, sin Identidad. From ACNUR: http://bit.ly/YhwXbe “Soy de la selva del Urabá Antioqueño y estoy aquí en la ciudad de Medellín en búsqueda de resolver mis sueños y también acompañando a mujeres indígenas para poder fortalecerlas y poderlas organizar como nos soñamos”, cuenta entre la nostalgia y la esperanza Hilda, mujer desplazada indígena de 36 años de la comunidad Emberá Katío que vive en un barrio de Medellín, departamento de Antioquia, Colombia. Hilda o Ponutuma (olor de flor silvestre), fue desplazada por primera vez con apenas 21 años. (…)En 1997, luego de constantes amenazas y de haber recibido consejos de sus compañeros de abandonar la comunidad, Hilda junto con otros compañeros indígenas llegaron a Mutatá. Aquí los indígenas empezaron a ser estigmatizados (…)“los habitantes del pueblo decían cosas como que los indígenas están ensuciando el pueblo” resalta Hilda. “Después de la muerte de mi familia, la persecución seguía porque yo tenía mucha información. Yo era una amenaza para ellos porque sabía exactamente cuáles eran los grupos armados que estaban en los territorios, quiénes estaban buscando a los compañeros, porque yo era la única mujer que hablaba castellano”, relata esta líder que desde los 14 años estuvo involucrada en procesos de participación comunitaria. Hilda trabajaba como educadora en la cabecera municipal de Mutatá con niños pequeños durante varios años. En el entierro de su padre, Hilda recibió una carta de la guerrilla en la cual le comunicaban que debía presentarse en la escuela porque la estaban buscando. En ese momento, Hilda se percató de que debía irse del pueblo, y se desplazó por segunda vez hacia Medellín. Después de tres meses de haber llegado a Medellín, Hilda intentó regresar a su tierra, “pero nunca pude llegar a mi pueblo”. La persecución en contra de ella sumada a la grave situación de orden público en la región del Urabá Antioqueño, con instalación de retenes ilegales en las carreteras, impidieron a Hilda acercarse a Mutatá en busca de información sobre sus compañeros. “Al perder el territorio estamos vulnerables a perder nuestra identidad”, por ello Hilda lidera actualmente un grupo de mujeres que tiene como objetivo fortalecer saberes relacionados con la cultura: el canto, música, arte, tejidos; cada mujer fortalece su potencialidad dentro de esos conocimientos tradicionales. “Las mujeres indígenas nos sentamos a reflexionar en las madrugadas Eso nos permite conectarnos con la naturaleza y de acuerdo a eso, nosotras tejemos para tener presente lo que somos como mujer indígena frente a las preocupaciones de las exigencias de la ciudad. Tejer nos revitaliza y nos ayuda a fortalecer física y mentalmente, y nos ayuda a subsistir económicamente en la ciudad”, resalta Hilda.

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