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ATLÁNTICO

circuito bares ocultos un secreto a gritos La coctelería de Buenos Aires sigue la tendencia mundial. Los bares más exclusivos se nombran en voz baja. La fiebre de los speakeasy, o bares ocultos, es furor en la noche porteña. texto María José Loss

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todo el mundo le gusta tener secretos, quizá por eso se reflotó la idea de construir bares escondidos, donde se accede por un contacto, una membresía, bajando a un sótano o marcando un número clave. Esta tendencia mundial tiene su explicación en los años ‘20, donde la ley seca de Estados Unidos prohibía beber alcohol en lugares públicos y por esto, los mozos sugerían susurrando a sus clientes, ingresar a un lugar más íntimo para tomar aperitivos clandestinos. Hoy, casi 90 años después, se retoma esta idea con la añoranza del secreto y se potencia con coctelería de vanguardia, bartenders famosos y espacios increíblemente ambientados, llenos de diseño y estilo. [ 62 ] shop julio 2017

878

En el barrio de Villa Crespo, 878 es uno de los pioneros de esta tendencia. Hace trece años, fue el primer bar abierto sin cartel, “la idea de estar ocultos era un juego de la época, sólo se pasaba el dato de boca en boca. No tenía que ver con la exclusividad sino con el juego de madriguera” explica Julián Díaz, creador de 878. Díaz cuenta que en Buenos Aires siempre hubo lugares ocultos, más del under. 878 se consolidó con el tiempo y su historia es la de la gastronomía argentina, no la de ley seca. Es un bar porteño que juega a las escondidas, pero pensado para un público amplio donde se sirve desde cerveza tirada hasta tragos de autor. En 878 se pueden disfrutar platos típicos porteños, como revuelto gramajo, buñuelos de espinaca y acelga, coctelería clásica internacional, nacional y más de 130 etiquetas de whiskies. El bar es tan porteño que su carta, con más de 60 tragos, tiene toda la nomenclatura en castellano. “Argentina fue el primer país de Latinoamérica líder en coctelería, en fabricar herramientas, tener asociación de bartenders, y una gran coctelería nacional producto de las migraciones en la época del 30’ y 50’. En 878 se quiere reivindicar esta etapa gloriosa”, comenta Julián Díaz. No hay excusas para dejar de probar un clásico trago porteño en un clásico bar porteño. Thames 878 www.878bar.com.ar

En la parisina calle Arroyo en el barrio de Retiro, una coqueta florería es el trampolín de ingreso a uno de los bares más pujantes de Buenos Aires: Florería Atlántico. En la tienda de flores se pueden encontrar además de flores frescas, vinilos, botellas de Gin Apóstoles (fabricadas por los dueños de Florería) y libros exclusivos de cocina y tragos. Pasando una puerta de hierro, se ingresa a la escalera que desciende al sótano que todas las noches rebalsa de amantes del buen beber. Arroyo 872 floreriaatlantico.com.ar

UPTOWN

El último hit de la noche porteña abrió hace menos de un mes y si bien no hay restricciones para ingresar, está escondido bajo tierra. Se trata de Uptown, el bar al que se desciende por escaleras que simulan un subte de Nueva York: Bronx to Uptown, y el ingreso es sorprendente. Una vez abajo, se toma el metro que conduce al bar subterráneo. Con estética grafiteada por el artista Nasepop, se pasa al glamour de un bar neoyorkino, con una inmensa barra, una cabina de DJ instalada en una garita de subte y un espacio íntimo repleto de lujo, dorados y vidrios biselados llamado “The appartment”. Con gastronomía a cargo de Dante Liporace y tragos de autor, Uptown es un camino que hay que tomar para vivir la noche de Buenos Aires. “La idea de Uptown surgió a partir de querer hacer un bar conceptual en donde todo los detalles apunten a un lugar. En este caso, recrear el imaginario neoyorquino de la mezcla entre urbano, callejero, graffiti, hip hop y lujo, historia que tiene la gran ciudad. La especialidad son los tragos que se dividen según estilos en secciones Central Park: frescos y herbáceos; Soho: vanguardistas; Brooklyn Bridge: clásicos y reversiones”, explica Andrés Rolando, uno de los socios del bar. Arévalo 2030 facebook.com/uptown.ba

HARRISON

Con un ambiente bien neoyorkino de los años ‘20 el bar Harrison se esconde detrás de Nicky, un restaurante de cocina nikkei, exclusivo y con simpático maitre francés que es el alma del lugar. Nicky ofrece sushi y buenos vinos, y cuando los comensales están por pedir la cuenta, Steve, el maitre, los invita a pasar a la bodega de atrás. Para su sorpresa, la bodega es Harrison, un bar oculto cuya superficie duplica la del restaurante, con una barra estilo Chesterton y una decoración exquisita. El trago que merece la pena probar es el capuchino brûlée que, siguiendo la tradición secreta, se sirve en una taza china que aparenta ser un té pero es un fresco pisco sour con la clara quemada encima ¡imperdible! Malabia 1764 facebook.com/theharrisonspeakeasy

PRESIDENTE

En el corazón de Recoleta inauguró recientemente el bar Presidente, del famoso bartender de las gigantografías: Sebastián García. Este bar con una sofisticada estética, lleno de arañas enormes que cuelgan de los techos y una imponente barra espejada , esconde detrás un espacio ambientado como una antigua biblioteca que recuerda a la de la película Orgullo y prejuicio. Este concepto del bar detrás del bar está pensado para los clientes más exclusivos, que suelen ser famosos y artistas de la escena local. “Presidente cuenta con su salón presidencial” explica Seba García. Su música es cubana clásica, sus cocteles están servidos en cristalerías talladas, los libros y sillones Chester, están pensados para disfrutar de una copa en un lugar cálido, con servicio personalizado por bartenders. “Este servicio se diferencia de otros bares, ya que los mismos cantineros te reciben, toman tu pedido y luego te lo preparan. Un servicio único en Buenos Aires”, cuenta García. El menú incluye 34 recetas clásicas que no se preparan en el sector de adelante de Presidente. Se ingresa solamente con reserva. Quintana 188 presidentebar.com.ar

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